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Tunnel por Galaxy_0068

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Notas del capitulo:

He venido lo mas rapido que he podido para actualizar. Acabo de entrar a clases y eso me quita tiempo pero en gratitud hacia todas las personas que me han dejado sus hermosos review he venido en corto!

Sin más que agregar, pasen a leer <3

(POV TAO)

 

-¿Panda? –me llamó una voz conocida a mi lado. Pasé mis dedos entre las hebras oscuras de mi cabello, algo sudado luego de estar practicando artes marciales por más de dos horas.

-¿Hm?-respondí mientras me levantaba del suelo.

-No creo que deberías de estar de estar practicando tanto, me preocupa que algún día mueras de cansancio. –dijo Min-hyung que ahora se encontraba enfrente de mi con su mirada llena de preocupación entregándome una botella de agua que no dudé en tomar.

-No te preocupes Min, no me pasará nada. Solo… solo estaba pensando algunas cosas…-respondí luego de terminar de tomar varias cantidades de agua.

-Me preocupa Tao porque te conozco y se que no estas bien. –sentenció arrugando su ceño, haciéndolo lucir muy adorable.

Sonreí y palmeé su hombro. –Estaré bien. Nos vemos luego, hyung. –dije para terminar saliendo del salón de baile que usaba para mejorar mis técnicas.

En realidad, desde hace dos días, mi cabeza estaba a punto de estallar, gracias a cierto rubio inútil. Aunque de sólo pensar en él, una sonrisa aparece en mi rostro, justo como ahora.

 

Flashback**

 

Yo odiaba el arte con todo mi ser porque simplemente era una avestruz enterrada en cuanto a todo lo que se refería al arte. Desde dibujar hasta esculpir, era peor que un niño de kínder que no puede colorear dentro de las líneas.

Bufé cuando el consejero escolar me dijo que tendría que tomar clases de arte ese semestre. Ya me imaginaba que terminaría reprobando la clase pero no tenía de otra opción.

El tan NO anhelado día llego. El día en el que comenzaría esas estúpidas clases de arte.

Pero lo que más me sorprendió fue que el “profesor” fuera aún pero que yo.

Además que de alguna manera, me parecía conocido.

-Bien estudiantes, me presentaré. Mi nombre es… bueno, mi nombre en realidad no importa, pueden llamarme “Profesor Picasso” –dijo altivo mientras ponía un pince detrás de su oreja.

Un bufido seguido de una sonrisa burlona salieron de mis labios sin poder en verdad detenerlos.

Su mirada conectó con la mía y se quedó pasmado por un momento, al parecer el igual pensaba que nos habíamos conocido antes. Achinó sus ojos en mi dirección como tratando de resolver un acertijo.

Me quedé enganchado a esa mirada tan profunda, tratando de recordar en dónde la había visto antes. Repentinamente, ese momento llegó a mi memoria.

–M-mi nombre es T-tao… ¿Cuál es el tuyo?...-

 –Yifan, pero puedes llamarme Kris, Tao~ -

 

¡Kris! Mis mejillas se llenaron de un color rojo casi instantáneamente al recordar y al parecer él igual recordó porque desvió sus ojos nervioso, algo que me hizo sentir decepcionado.

Carraspeó y siguió hablando. –Como decía, hoy vamos a comenzar con las sombras y… -dejé de prestarle atención, decepcionado e irritado de que al parecer yo era el único que había pensado en él desde esa noche, torturándome pensando que nunca iba a ser capaz de verlo de nuevo.

Nos puso a hacer un bosquejo en blanco y negro de la manzana que había puesto enfrente, pero ni siquiera lo traté de intentar de lo molesto que estaba. Sólo me dediqué a escribir en el blanco papel que nos dio anteriormente.

-¿Cómo va su progreso? –no me di en que momento se acercó a mi lado y arrebató la hoja para verla, sin darme tiempo de ocultarlo.

-Idiota…idiota…idiota. Al parecer estaba haciendo una plana de la palabra “idiota” en vez de estar dibujando. –espetó con el ceño fruncido. -¿Y se puede saber para quién son estas amorosas declaraciones? –preguntó el rubio con una sarcástica voz que sólo hizo que mi sangre hirviera más.

-Obvio que para ti, idiota. –dije sin más, realmente enfurecido

Al parecer la suerte estaba de mi parte, porque el timbre sonó cuando terminé de decir esas palabras.

Todos los alumnos salieron corriendo a su siguiente periodo, pero yo no tuve que preocuparme de nada porque este era mi último periodo.

El arrugó el papel con su diestra mientras me miraba a los ojos aún frunciendo su ceño, acción que yo imité.

Bufé y sin prestarme más atención, agarré mi mochila y caminé a la salida, pero antes de que pudiera terminar mi huida, unas manos gruesas agarraron mi delgada muñeca.

-Espera. –sentenció. -¿De qué se trata todo este odio, Tao? –pronunció remarcando la última palabra.

-Y todavía tienes la desfachatez de preguntarme. –dije bufando.

-Se trata de lo que eres. Un idiota. Porque al parecer, ¡Yo era el único que estuvo pensando en nuestro encuentro y que no pudo olvidarlo, pero al parecer, don “sólo quería un polvo esa noche y después no te conozco” no le importó que yo fuera su alumno, porque ni siquiera me hiciste caso en toda la clase! –grité mientras sacaba mis frustraciones junto con lágrimas de desesperación.

Él me miraba con los ojos bien abiertos, resultado de su sorpresa a mis palabras, pero no le tomé mucha importancia y me zafé de su agarre como si este fuera un ácido.

-Ahora que he aclarado las cosas, con su permiso, me retiro. Profesor.- espeté aun llorando y salí corriendo del salón hasta mi auto para dirigirme a mi casa y poder llorar todo lo que pudiera mientras el nombre de Kris rebotaba en mi conciencia de manera dolorosa.

Desde ese día no había asistido a las clases de arte. La verdad no me importaba mucho mis calificaciones porque de una u otra manera iba a terminar heredando gran cadena de hoteles de mis padres.

 

Fin del Flashback**

 

Me senté en una de las bancas que daban la vista del campo de fútbol de la academia que por la hora, estaba vacía, mientras el ligero viento removía suavemente mi azabache cabello.

No importaba que tanto intentara negarme a lo que sentía por ese idiota que se creía Picasso. Yo ya había caído en sus garras desde esa noche. Pero me dolía por dentro el no ser correspondido.

-¿Así se siente el no ser correspondido? –pregunté al viento mientras una sonrisa amarga se posaba en mi sereno rostro donde ahora resbalaban pequeñas y silenciosas lágrimas.

-¿No crees que el día es muy bonito como para que te pongas a llorar de esa manera? –preguntó una persona en perfecto chino mientras se sentaba a mi lado.

Me volteé sorprendido.

-Lu-ge.-

El me sonrió y paso uno de sus brazos por mis hombros tratando de confortarme mientras su mano libre limpiaba mis lágrimas.

-Yifan es un idiota la mayoría de las veces pero en el fondo es sólo una amable persona que no sabe cómo expresar sus sentimientos. –dijo suavemente.

-¿Cómo sup-…? –mi pregunta se quedó en el aire cuando el simplemente respondió. –El muy inútil anda de depresivo diciendo que lo arruinó. Y la única persona que se me viene a la cabeza eres tú.-

No supe que responder o pensar. ¿Yo le importaba?

Y como su Luhan estuviera leyendo mis pensamientos. –A él le importas mucho. Al siguiente día, después de la noche en el club, se estuvo martillando la cabeza, diciendo que había encontrado al chico de sus sueños y le había dejado su numero de teléfono pero este no le había marcado. El nombre del chico era, Tao.-

¡Maldición! Olvidé por completo que me había dejado su número de teléfono. Ahora me sentía el más estúpido del planeta.

-Me imagino que probablemente lo olvidaste, ¿Verdad? –dijo entre risitas sinceras. Yo atiné a asentir avergonzado. –No te preocupes, yo se que en verdad lo amas. Sólo te pido que cuides de él aunque sea un idiota. –dijo acariciando mi cabello como una madre haría.

-Me tengo que ir, pero mantén en secreto que yo te conté de su vergonzosa situación. –dijo riendo mientras ponía su dedo en sus labios en forma de silencio.

-Gracias Lu-ge. –dije devolviendo su sonrisa mientras el se daba la vuelta para irse.

-¿Lu-ge?-

Este se volteó cuando le volví a llamar. -¿De casualidad lees mentes? –

Luhan rió ante mis palabras y respondió un “Tal vez.” Mientras se iba despidiéndose con sus manos.

Suspiré cuando estaba solo. Era hora de arreglar todo aquel malentendido que había entre nosotros.

-¡Bien! ¡Yo puedo! –dije dándome ánimos pero me entraron los nervios casi al instante. ¿Qué pasaría si no podía? En esos momentos odiaba a mi yo cobarde. 

Notas finales:

Muchas gracias de nuevo a las personitas que han comentado mi historia, me dan muchos animos para seguir TT.TT 

Espero que les haya gustado e intentaré actualizar más rapido esta vez :D

-XOXO~


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