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I love you Daddy! por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Holitas mis queridos y adororadas personitas!!

WoW! no puedo creer que despues de tremendo examen siga con vida!! pff!! 

Bueno, aprovechando mi vida y el buen tiempo, termine de hacerle los ajustes al capi y se los traigo con mucho amor!!

Mil gracias a todos los que se animaron a comentar en este primer capi, no saben lo super feliz que me hace saber que les gusto como empezo (y dejenme decirles que me da un poquitin de miedo pues mientras la espectativa es alta, mayor, mas nervios me da n//nU) 

;Mil gracias Kaorugloomy, CaocTaisho, LRMV, Annie, KrittoDroopye, Alexis, Rebeca, Yazumi Hatake, Watari, Alexa, Mahi-Chan, Gigi, Aeislynn, Hola, Angyuu, Anonimo y Liz!!

Espero que les guste este nuevo capi!! A leer se ha dicho~*

-¿Adoptar a Malfoy? ¿Estás seguro Harry?- Preguntó preocupada la castaña pues el azabache lucía esa clásica mirada determinada que tan bien conocía, nada le haría cambiar de opinión le dijera lo que dijera.


Harry había estado investigando por su cuenta sobre aquel lugar que el Ministerio creó para todos los niños hijos de Mortifagos que sobrevivieron a la guerra y no le gustó lo que descubrió, para nada.


Era cruel aquel trato que les daban a los niños como si fueran simples objetos que querían esconder del mundo y olvidarlos en ese triste lugar, cada cosa que descubría solamente le molestaba más. ¿De qué había servido la intensa lucha en contra de Voldemort, todas esas muertes que aún le pesaban en el alma, si la gente seguía igual de ruin con las personas que no pueden defenderse?


“Maldita gente rencorosa…” pensó viendo a su amiga hojeando diversas copias a la vez de su trabajo.


-¡Claro que si estoy seguro Mione, ese lugar es terrible! No entiendo porque creen que pueden tener a niños indefensos en condiciones tan poco habitables, es inhumano- apretó sus manos sobre el escritorio -incluso Dean me dijo que golpean a los niños como si ellos tuvieran la culpa se estar ahí...-


La castaña ensombreció su mirada, eso era impensable para ella, sin embargo no estaba ciega del exterior y del odio que aun cargaban a cuesta mucha gente, de alguna manera sabía que Voldemort había ganado pues el resentimiento por la guerra y todo el dolor que había dejado a su paso aun prevalecía y parecía que en un extraño sentimiento de supremacía para saldar los heridos corazones, sentían que si se les daba la más mínima posibilidad de hacer “justicia” por su propia mano contra los más inocentes fuera o no correcto, lo harían…


Claro que era un acto despreciable que merecía ser detenido a como diera lugar, pero el lado frío de su cerebro, habló.


-Meterle una demanda tomará meses y no se podría hacer gran cosa Harry, es propiedad del ministerio....- hizo una pausa para recalcar la desazón que se instaló en su mente -como me recalienta el poco tacto que tiene...- dijo iracunda.


Había estudio leyes mágicas con la inocente intención de hacer un mundo mejor donde estos prejuicios pudieran erradicarse, pero, tristemente era imposible… y estos “agentes de la justicia” que tenía el Ministerio solamente bajaban su fe en la política.


-Pero eso es una cosa... y adoptar a Draco Malfoy es otra cosa nada sencilla...- dijo apretando su mano de forma maternal -¿estás seguro que quieres ser su tutor legal? Tener que cuidar un niño es algo complicado, no es como  si rescataras a un gatito callejero… y encima de eso es Malfoy de quien hablamos, recuerda que nos hacia la vida imposible en la escuela…-


-Pero es solo un niño que ni recuerda haberme conocido… tu no lo viste Mione, se veía como cualquier pequeño de 4 años, asustado, que me recordó al pequeño Teddy, que si no fuera por Andrómeda o por mí también atravesaría por eso... no puedo permitirlo- Hermione sonrió. Ese era el Harry que conocía.


Su mente no la engañaba y comprendía a la perfección que con este pequeño acto de buena fe y disposición era como una forma de saldar cuentas pendientes con el pequeño Harry de la alacena de Private Drive que aun llevaba acuestas el salvador del mundo mágico.


-Está bien Harry, te ayudaré-


*oOºº3 meses después oOºº*


Pese a tener toda la resolución en su mente, con todas las cosas necesarias para cuidar de Draco en orden, aun no tenía ni idea de cómo decirle a Ginny sobre la decisión trascendental que había hecho.


La observó caminar de un lado a otro buscando su uniforme de las Harpies y suspiró.


-Harry, cariño ¿has visto mi codera? No la encuentro en ningún lado- hizo un puchero.


-¿Ya usaste un accio?-


-¿Crees que soy una inútil? Por supuesto que lo hice- Harry rodó los ojos. Típico, buscando problemas donde no los había.


Buscó debajo de la mesa y ahí estaba lo que buscaba, atorado en la pata de una silla.


-Aquí esta- dijo entregándoselo en la mano. La pelirroja sonrió colocándoselo con rapidez y le besó la mejilla.


-Eres un amor Harry- se le colgó del cuello –nos vemos en la noche, cariño- le dio un beso fugaz y se marchó.


Sabía que ella no estaría en contra de tener una familia, pues ella venia de una enorme, ruidosa y muy alegre familia amorosa… pero sabía que sería mucho muy difícil poner el factor “Draco” en el asunto y salir ileso.


Tantas palabras hirientes dichas por el rubio, prejuicios, los incontables insultos a la apariencia y economía Weasley que sabía que eso no lo favorecía en lo mas mínimo.


“Solo espero que Gin no comience a gritar como acostumbra…” pensó con desanimo.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*


Tras salir de su largo trabajo, enfundado con su túnica de auror, se puso de pie frente al escritorio de la directora de “servicios infantiles a favor de los niños de guerra” odiando con la mirada a la mustia mujer que se negaba a dejarle ver a Draco.


Conseguir la custodia legal de Draco fue más fácil de lo que Hermione en un principio pensó, pues al ser el niño que vivió quien pedía por primera vez algo, el Wisengamot no tuvo la fuerza para darle una negativa.


“Menos mal, para algo debía de servir mi incómoda posición”


Pero al parecer para todos los demás funcionarios no era suficiente pues ¿de donde sacarían dinero para sus nuevos vehículos y residencias ostentosas? si no era de los fondos congelados de los Malfoy.


Hermione casi lograba todos los trámites, y el ya no veía el momento de sacar a Draco de ahí.


Sin embargo, la mujer de servicios infantiles se esforzaba en serio en poner su mala cara y en sacarle de quicio con sus negativas.


-Tengo mi forma, soy legalmente el tutor de Draco Malfoy, déjeme llevármelo- retó con ese viejo fuego de valentía Griffindoresca prorrumpiendo en sus venas.


-El hecho que sea el salvador del mundo mágico no le da poder en esta jurisdicción, así que si el ministro no da el pase libre a esa escoria Mortifaga, no puede llevárselo-


-Escúcheme bien, si sabe lo que le conviene, mejor haga su trabajo correctamente- la mujer le mantuvo la mirada retadora y antes de maldecirla, una lechuza entró volando a la estancia.


Tras leer su contenido Harry supo que triunfó pues el iracundo semblante de la mujer era todo un poema y con un rechinido de dientes mandó a llamar a las encargadas a que trajeran al pequeño.


Harry comenzó apretar sus manos con nerviosismo, aún no estaba listo para ejercer como padre, pero siguiendo todos los concejos que Hermione que tenía y aceptando su ayuda sin rechistar, sabía que estaría bien. Con una férrea determinación se puso al pie de la puerta.


Draco llegó caminando lentamente siendo empujado por detrás por una mujer de cabello rizado que venía lanzándole una sarta de insultos por no haber querido comer.


Su deploraba estado era lamentable. Su piel blanca estaba casi grisácea, sus ojitos plateados tenían terribles marcas rojas alrededor como si no hubiera dormido en días, incluso su mejilla derecha tenía un corte profundo pobremente tratado.


El pequeño gimoteaba con lágrimas contenidas en su garganta, pero su ceño fruncido se mantenía firme, como el Draco que conoció en Hogwarts. Sonrió con nostalgia.


-Draco…- lo llamó en voz tenue a lo que el niño tallando sus ojos, le regresó la mirada detenidamente como si no supiera de quien se trataba o como si no entendía que estaba haciendo ahí. Parpadeó dos veces antes de acercársele.


Cuando estuvo a una distancia considerable, le dio una patada en la espinilla, sorprendiéndolo en el acto y no porque doliera en lo más mínimo, sino porque el chiquillo comenzó a hipar frotando con fuerza sus ojos conteniendo el llanto, calándole lento.


Harry se agachó para abrazarlo y cargarle. No pesaba casi nada y maldijo en su mente la muerte lenta de todas aquellas personas inhumanas de ese lugar de mala muerte.


-Malditas desgraciadas…- murmuró por lo bajo aferrándose a su varita, estaba dispuestos a lanzarles un avada a cada una por su maldita estampa -lo pagaran…-


La mujer arqueó una ceja divertida pues se creía intocable -¿y qué vas a hacer salvador del mundo mágico?- se burló –es imposible que don bondadocín salvador de basura Mortifaga haga algo-


Las luces del recinto temblaron y el edificio crujió; sabía que si se lo proponía podría acabar con aquellas miserables vidas en un abrir y cerrar de ojos, pero aquellos bracitos rodeando su cuello lo obligó a calmarse.


-Todo está bien Draco… estas a salvo…- susurró para el dulce niño que aferró contra su pecho tratando de abrigarlo y apartarlo del mal. De hecho eso haría y contando hasta veinte,  se alejó de ahí.


Una vez afuera, el niño comenzó a llorar más fuerte.


-¿Po’ qué tadaste tanto?- preguntó quedito ente hipidos. Harry acarició sus cabellos platinados, estaba sucio y su ropa estaba hecha girones.


-Porque hay mucha gente tonta en cargos  importantes…- murmuró hirviéndole la sangre por no haber podido ir por él antes.


-¿Ya no eguesadé a ese hodible luga’?- preguntó mirándolo con sus ojitos aun llenos de lágrimas. Harry negó con la cabeza.


-Nunca- contestó con firmeza.


Ya después se haría cargo de la situación y ayudaría a los pequeños niños de esa lúgubre estancia y haría pagar a esas insufribles mujeres, de eso estaba seguro.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*oOºº*


Los ojitos grises miraban todo con curiosidad. Tal vez Grimmauld Place no era el lugar más alegre para un pequeño, pero él consideraba que estaba más o menos decente. Aparte, ahí creció Sirius, por tanto no podría estar muy mal ¿o sí?


-De ahora en adelante vas a vivir conmigo- dijo depositándolo en el suelo a lo que el niño solo lo miraba atento –tal vez no soy muy bueno cuidando niños, pero sé que podremos arreglárnosla bien, o eso espero- dijo rascando su cuero cabello in soltar la manita de Draco que se sostenía fuertemente a la suya.


La pequeña nariz se arrugó cuando se posaron en su oficina que era la primera habitación del lugar, tapizada de chirriante color rojo y dorado. Aquel pequeño gesto le hizo sonreír; era casi igual que el Draco que conoció.


Se detuvo en seco cuando vio un remolino de cabello rojo ir hacia él y Draco lo emuló estupefacto. Ahí iba el momento de la verdad y solo esperaba salir bien librado de ello.


Ginny se plantó frente a él, fulminándolo con sus ojos cafés, cruzó sus brazos sobre su pecho y se colocó en pose de que exigía una explicación.


-¿Qué significa esto?- dijo señalando con desprecio al niño rubio. Harry abrió la boca para responderle, pero la chica ni tiempo le dio para justificarse -¡No puedo creer que lo hicieras!- dijo la mujer entrecerrando sus ojos- sabía que lo harías, pero ¡no creí que realmente lo harías!-


Los ojitos de Draco se abrieron como plato y apretó fuerte su mano.


¿De qué iba su actitud?


-Gin, sé que hice mal en no decírtelo antes, pero tu casi nunca estas por aquí…-


-¡No quiero a este mortifago en casa! ¿Me escuchaste?- chilló erizando a Draco, quien ante la mirada furibunda soltó la cálida mano y echó a correr.


-¡Draco!-lo llamó, pero el niño no se detuvo y siguió corriéndose hasta perderse por el pasillo -¡Maldición Ginny! ¿Porque hiciste eso? Es solo un pequeño ¿Cuál es tu problema?- la pelirroja se ofuscó.


-¿Cómo que cual es mi problema? ¿Cuál es el tuyo? ¿Por qué no pudiste dejar las cosas como estaban y dejar a Malfoy donde merecía?- Harry no podía creer que realmente le estuviera diciendo eso -¿porque no consultaste conmigo algo tan importante como traer a ese a nuestra casa?-


-Ok, sé que hice mal en no avisarte que lo haría, pero no esperaba que te lo tomaras de esa forma- Harry se olía problemas, pero sabía que Ginny no era de corazón duro, ¿verdad?


-¡Demonios Harry! ¡Tuve que enterarme por Ron que planeaba hacer esta barbaridad! ¿Si quiera consideraste pedir mi opinión?- preguntó ofendida.


-¿Cómo voy a pedir tu opinión? si tú nunca estas porque estas muy ocupada siendo la jugadora estrella de las Harpies, la columnista fantástica de la crónica deportiva… y cuando estas, siempre a los 5 minutos que tenemos un problema, vas corriendo a llorarle a tu mamá… ¿dime cuando podría decírtelo?- dijo sacando todo su coraje en ese momento.


La verborrea de Ginny le estaba dando dolor de cabeza. No podía concentrarse en sus palabras y comenzó a buscar con la mirada al pequeño Malfoy. No estaba por ninguna parte y solo esperaba que no se hubiera hecho daño en esa casa que era desconocida para él.


-Lo dije una vez y lo repito, no lo quiero en mi casa- desafió perdiendo los estribos.


-Corrección es mi casa y digo que se queda, no es un perrito que te puedes deshacer de él a la primera, es un ser humano, un pequeño niño que no tiene a nadie más que a mí para ayudarlo...- una lagrima rodó por la mejilla de la pelirroja.


-¿Lo estás eligiendo a él, sobre mí?-


-Mierda, Ginny, que esto no es para elegir a alguien sobre otro, es simplemente porque es lo correcto-


Como si le hubiera dado un golpe en el hígado, la mujer se llevó la mano al estómago y dio una profunda inhalación.


-¡ERES  UN IDIOTA, HARRY!- gritó invocando su clásica maleta de viaje -¡Me voy hasta que recapacites!- chilló sorbiendo su nariz -¡porque escúchame Harry Potter, no voy a vivir en la misma casa que ese... asesino!- dijo tomando su bolso y abrigo para salir hecha el bólido hacia la chimenea.


Harry suspiró pesadamente dejándose caer en la silla sintiendo como le había robado medio año de vida con esa nueva discusión.


“En definitiva eso no salió bien ni de cerca…”


Sobado su sien invocó al viejo elfo domestico de la sagrada casa Black, quien con un exagerada reverencia se presentó -Kreacher... ¿dónde esta Draco?-


La criatura sonrió torcidamente como Harry nunca lo había visto; aunque presuponía que era porque Draco al ser sangre pura, era la clase de mago a lo que Keacher esperaba atender.


-El amito Black está en la entrada principal- dijo más servicial que de costumbre.


-Gracias Kreacher-se puso en pie para ir a buscarlo.


-¿El amito Black se quedará?- preguntó con voz que le sonó ¿esperanzada? Y descuidadamente asintió –Entonces ¿Le preparo la cena al amito?-


-Estaría bien- contestó ignorando la pronunciada reverencia que le hizo el elfo.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*oOºº*


-Así que aquí estabas- dijo sonriendo, tendiéndole la mano para ayudarle a salir de su escondite tras el grueso librero de la entrada.


-¿La zanahodia sigue ahí?-pregunto Draco apretando sus piernitas contra su pecho. Harry rio ante la peculiar forma de referirse a Ginny.


-Ella se llama Ginny y no, no está aquí, se fue a su casa- “de hecho creo que no estará por una temporada” se contestó en la mente  -ven, vamos a que meriendes-


El niño dudó si seguirle o no.


Había algo en esos ojos verdes que lo reconfortaba y dando una inhalación la estrechó.


-Esta bie’- contestó.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*oOºº*


Los ojitos grises examinaban todo a su paso, desde la ordenada mesa, hasta las revisas altas y anaqueles de madera.


Su pancita gruñó cuando un plato de sopa caliente fue puesta frente a sí.


-Pe’dón...-murmuró avergonzado.


-Descuida- Harry sonrió entrecruzando sus dedos sobre la mesa viéndole comer con delicadeza, con una pequeña ceremonia antes de sostener los cubiertos, sus dedos solamente sosteniendo una porción de la plata y su brazo a cuarenta y cinco de su cuerpo, con cada porción tomada. Se notaba a leguas su buena educación.


Draco prácticamente devoró la comida y Harry con temor se cuestionó si había estado comiendo bien. Lo cual temía por la escena que presenció no había comido la gran cosa en esos 3 meses.


-Draco, ¿qué es lo que les daban de cenar en…?- el pequeño rubio frunció el ceño a modo de protesta y dejó la cuchara de lado.


-Café...-dijo viendo sus pequeñas manos evadiendo la mirada insistente de Harry -decían que no malgastadían la comida en nosot’os po’ ser Mofagos...- dijo con tristeza - ¿Qué es Mofagos?-


El semblante de Harry se endureció. No podía creer lo desgraciada que podía ser la gente con mis menos indefensos. ¿Para qué había salvado a seres tan despreciables?


-Es una palabra de alguien que hizo mucho daño en el pasado…-


-¿ Yo no so’ Mofago, ¿o si Haddy?-  Harry sonrió con tristeza. Había recordado su nombre y con ternura acarició sus cabellos enredados negando con la cabeza.


- Claro que no, eso no aplica ni para ti Draco, ni a los demás niños…- Draco pareció calmarse con ello y se sintió aliviado -ven vamos a tu habitación-


Agradecía profundamente que Hermione le hubiese dado concejos para acondicionar la recámara de Draco pues él no tenía idea de cuáles eran las necesidades de un niño de su edad, aunque convivía mucho tiempo con Teddy, no era lo mismo que pasar 24 horas con él.


-¿Ensedio aquí puedo domi’?- ni quería preguntar dónde los hacían dormir pues sabía que de tanta rabia que le daba, iría a cruciar los malditos traseros de las “cuidadoras” por malnacidas.


-Por supuesto esta será tu habitación-el chiquillo se acercó tímidamente a la cama y miró los muchos peluches y cojines  siendo atraído por un peculiar peluche de un dragón blanco que se apresuró a abrazar.


-Pero antes de dormir, deberás darte un baño- el niño se tensó negando con la cabeza -Vamos no seas remilgoso, que apestas- dijo jocoso y el chiquillo se indignó.


-¡No eciedto!-


Harry sonrió. Definitivamente no era el Draco que recordaba en la escuela, pero sabía que había hecho lo correcto.


 

Notas finales:

jeje en el siguiente capi Harry tendra su venganza!! kukuku~* y veremos como les va a estos dos para acoplarse e su nueva vida juntos!! <33

Espero que si les gusto o no, me lo hagan saber!! mandenme un rr por aqui o por mi Face!! todo es bienvenido!!

Les mando mil besitos~

Nos leemos prontito~*


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