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L y Kira.Lawliet y Light. por LaGataenelTejado

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Notas del capitulo:

No me odien, quizás las cosas se tuerzan un poquito pero tengan fe >___<

[Lawliet]

 

Sonreí mientras enfocaba con la cámara a Sayu y Light, que posaban semi agarrados frente a Hyde Park. Habíamos salido temprano de casa para aprovechar el día puesto que Sayu quería hacer turismo y la verdad, nos apetecía un día tranquilo solo para nosotros.

 

-¡Ya está! - me acerqué a ellos poniéndome bien la bufanda y sonriendo al ver como Sayu reía ante la expresión de Light en la foto. Si no se habían chinchado como hermanos diez veces desde que dejamos el apartamento no lo habían hecho ninguna.

 

Light me rodeó la cintura, besándome la sien con cariño y provocando que hundiese mi rostro en su cuello, suspirando con tranquilidad. Parecíamos recién casados, y eso que aún no habíamos celebrado la boda. No quería ni imaginarme a que nivel de pastelosidad llegaríamos el día de la boda.

 

-¿Donde quieres ir ahora,enana? - Light le revolvió el cabello a su hermana, molestándola con aquello y evitando uno de sus golpes en el brazo.

 

-Tengo hambre, ¿Podemos ir a comer algo?.

 

Asentí mirando alrededor, en aquella zona había cafeterías buenas donde podríamos resguardarnos del frio así que caminamos tranquilos hasta entrar en una de ellas, aunque justo cuando fui a traspasar el umbral de la puerta, una sombra oscura me hizo desviar el rostro extrañado, notando como el corazón me latía con desenfreno unos segundos. Una sensación horrible y familiar se apoderó de mi cuerpo hasta el punto de tener que tragar saliva y entrar con prisas en la cafetería.

 

Me senté junto a Light, el cual me miró preocupado apartándome el cabello del rostro:

 

-¿Estás bien, Lawliet? Estás mas pálido de lo normal... - me puso la mano en la frente, seguramente para ver si tenia fiebre.

 

-Es cierto, estás muy blancucho Lawliet. - Sayu frunció el ceño mientras cogía de la mesa la carta del café.

 

-No es nada... - sonreí un poco para tranquilizarles y besé la mejilla de Light con suavidad, consiguiendo que dejase de preocuparse.

 

Pedimos café, té y dulces y mientras los hermanos charlaban yo me dediqué a mirar con discreción el exterior de la cafetería a través de la ventana, buscando quizás aquella sombra negra que me había parecido ver.

 

 

[Light]

 

Charlaba con Sayu a la vez que no podía dejar de mirar a Lawliet, aunque él dijese que estaba bien yo sabia que mentía. Tenia el ceño levemente fruncido y se mordía el pulgar mas de lo habitual, además de mirar por la ventana un par de veces casi con angustia. Seguí la trayectoria de sus ojos para ver con curiosidad que estaba buscando pero no vi nada fuera de lo común, tan solo gente paseando.

 

Suspiré, echándome un poco el cabello hacia atrás y sonreí a mi hermana que nos preguntaba cosas sobre la boda:

 

-¿Y sabéis en que mes del año os casareis?, ¿Y donde vais a ir de viaje? Aiii, me muero de ganas.

 

Miré a mi prometido, besando sus labios de forma fugaz y acariciándole la cintura. Estaba muy guapo con aquella bufanda y el rostro un poco sonrojado a causa del frio.

 

-Octubre no estaría mal. - miré a Lawliet, enlazando mi mano junto a la suya sobre la mesa.

 

Lawliet sonrió y asintió, dándole un mordisco al pastel que había pedido:

 

-Si, yo también había pensado Octubre.

 

Sayu dio una palmadita emocionada pero su móvil vibró sobre la mesa y mis ojos se dirigieron con prisa hacia la pantalla, viendo un número muy familiar reflejado en ella. Aunque mi hermana corriendo contestó al teléfono, poniéndose en pie para buscar algo de intimidad mientras charlaba. Miré a Lawliet con el ceño fruncido, cruzándome de brazos enfadado:

 

-No me lo puedo creer.

 

-¿Que ocurre,Light?.

 

Me quedé callado hasta que Sayu, sonriente, volvió hacia la mesa para sentarse. La miré casi como si fuese nuestro padre y arqueé una ceja:

 

-¿Desde cuando te llama Teru Mikami?

 

Pude ver por el rabillo del ojo la expresión sorprendida y divertida de mi prometido. Sayu sin embargo se sonrojó bajando la mirada:

 

-No te enfades Light... es que... bueno... Mikami es mi pareja...

 

-¡¿Que?! ¡¿Cuando ha pasado eso?!

 

-Light, cálmate. - Lawliet se echó a la boca el resto de pastel, sonriendo contento ante el sabor de la fresa.

 

-Bueno yo ya le conocía cuando trabajabas en Japón junto a él pero vino a mi universidad para dar una charla sobre marketing y... tomamos café... - se sonrojaba, bajando la mirada y haciéndome sentir como un padre furioso.

 

-No me gusta, Mikami es muy mujeriego.

 

-Pero conmigo es diferente, tenemos una relación seria y no vas a estropearla, Light. No seas capullo.

 

Lawliet soltó una risita, enmudecida de inmediato cuando le miré furioso. Volví a centrar la atención en mi hermana:

 

-No.

 

Sayu refunfuñó cruzándose de brazos:

 

-Venga ya Light. Yo siempre te he apoyado con tu vida amorosa, ¿No podrías hacer lo mismo por mi? Ya soy mayorcita.

 

Suspiré, cediendo finalmente a tranquilizarme. La verdad es que Mikami era un buen hombre y Sayu tenia razón, si no fuese por ella ahora mismo no tendría nada de apoyo familiar. Le cogí las manos sintiéndome incómodo:

 

-Está bien, perdona... es que no me lo esperaba. Para mi siempre serás la enana que se hacia caca nada mas cambiarle el pañal.

 

-¡¡Light!! - Sayu se sonrojó de forma cómica, pegándome un puñetazo en el brazo mientras Lawliet reía divertido.

 

Al fin y al cabo era mi hermana pequeña, y si a ella le hacia feliz estar con Mikami yo no era nadie para impedirlo.

 

 

[Lawliet]

 

Estaba de pie, sonriendo al ver como Light y Sayu se montaban en la noria que habían puesto cerca de casa, en una pequeña feria instalada durante aquella semana. Me llevé las manos a los bolsillos suspirando mientras pensaba un poco en todo, en la boda, el viaje, las reformas del orfanato... hasta que una voz terroríficamente familiar me hizo tragar saliva:

 

-Estos humanos y sus cacharros... jejeje...

 

No tuve que darme la vuelta para saber perfectamente que aquella voz pertenecía a un shinigami. Aquellos seres horribles que vivían en nuestras pesadillas. Sentí su presencia tras de mi y su poderosa sombra reflejada junto a mis pies.

 

-¿Que...que haces aquí?...

 

-Oh, me aburría y he venido a visitaros, desde que el segundo Light Yagami visitó mi mundo he estado ansioso por volver a veros...

 

Flotó a mi alrededor, haciéndome consciente de que ni siquiera Light podía verle. Ryuk rió divertido acercando su rostro al mio y mirando un poco mi cabello:

 

-Tu esperanza de vida es mucho mayor que la de Light... jeje... a él no le queda tanto tiempo...

 

Se me humedecieron los ojos, al instante, como si alguien hubiese apretado un botón de encendido en mi cabeza. Temblé un poco de arriba a abajo, queriendo incluso agarrar al shinigami de los brazos:

 

-¿Vienes a... llevártelo...? - la voz me salió tan floja y débil que tuve dudas de si aquel monstruo me habría entendido.

 

-Aún no, jeje, la esperanza de vida de un humano es un secreto a ojos de otro.

 

Miré como Light se divertida con Sayu, abrazándolo a ella y revolviéndole el cabello. Sin darme cuenta, me había llevado la mano a la boca, dejando salir mis lágrimas silenciosas como torrentes pequeños de agua que enmarcaban mis mejillas. Me ladeé un poco para evitar que mi prometido me viese y miré al shinigami:

 

-¿Los shinigami podéis alargar la vida de las personas?.

 

-Eso seria aburrido, a no ser... - se rió con fuerza, revoloteando por el aire como si hubiese escuchado algo realmente divertido – en realidad me vendría mejor matar a alguien cuya esperanza de vida fuese mayor... ¿Que dices? ¿Te sacrificarías por Light llegada su hora? Una muerte es una muerte... jeje...

 

-¿Mi vida por la suya?

 

Ryuk asintió, ensanchando la sonrisa terrorífica que me hizo temblar de nuevo.

 

-Hasta que la muerte os separe. - se rió de nuevo, burlándose de aquello y volando a mi alrededor contento, como si hubiese ganado algo realmente importante.

 

Vi como se desvanecía justo cuando Light y Sayu caminaban hacia donde estaba. Me limpié la cara con rapidez sonriendo como pude y observando el rostro de Light, tan perfecto como siempre. Aquella persona que siempre había sido mi otra mitad. ¿Que si daría mi vida por Light? Eso no si quiera era motivo de duda.


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