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Dimachaeri por Avela

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Notas del capitulo:

Segundo cap, la historia continua y aparece Thierros :) 



*Murmillo: Gladiadores que asemejaban a legionarios romanos, luchaban con una sola espada y con un escudo romano.

*Subligaculum: Calzon de pelea, hecho de cuero y sujeto con correas.

 

-----*-----

 

- Thierros, entrena con Daris, Murmillo!! ahora!! - ordeno Doctore, cansando de la altanería de Daris. Desde que el principiante había vencido al campeón Tracio en los festivales de la cosecha en la arena se creía el mejor Gladiador del Ludus de Icayus, fanfarroneaba con que los contrincantes de ahí no eran suficientes. Entonces (fue cruel) Doctore lo haría pelear contra Thierros, el Dios de la arena, sin duda lo mejor que ese Ludus podía ofrecer como contrincante - Ruba! espadas de entrenamiento.

- Si, Doctore - el chico tomo dos espadas de madera y le paso una a cada uno.

- Dame otra espada chico. - Thierros por primera vez desde que Ruba había llegado le dirigió la palabra.

- Doctore dijo Murmillo.

- Pero yo te estoy pidiendo otra espada.

- No me interesa lo que tu pidas, Doctore dijo Murmillo, una espada. - sentenció Ruba dando la espalda al Gladiador. En un segundo de estar así sintio una presión en su cuello, era Thierros tomandoselo por atrás.

- No se sí eres muy valiente o muy tonto chico. - el hombre comenzó a presionar ferozmente con su mano, dejando marca en el cuello de Ruba.

- Thierros!! déjalo, dije Murmillo y Murmillo será. - el gladiador tuvo que soltar al chico de mala gana, una sola espada nunca había sido su forma de pelea. 

- No soy ninguno de los dos - respondió Ruba - solo obedezco órdenes.

 

Sonriendo el gladiador no se pudo aguantar y le mandó un golpe a Ruba con la empuñadura de la espada, y Ruba lo esquivo. Algo tan simple pero que dejo al campeón con la postura hecha y con todos sus otros hermanos mirando como el chico de las armas lo había vacilado. Más allá de algo simple, fue algo desafiante. Pero a pesar de todo el gladiador no se encolerizó sino que sonrió, tal vez imaginando la forma en que el muchacho pagaría por dejarlo en vergüenza.    

 

Esa misma noche Thierros reposaba en su celda, luego de una ración más grande de comida. Ser campeón tenía sus beneficios, como por ejemplo tener su propia celda, sin tener que compartirla con nadie, tener el favor del Dominus, este especialmente le tenía mucha estima al campeón, un Ludus no es nada sin buenos campeones y Thierros era el mejor campeón de toda Neapolis. 

También este favor tenía otra especie de privilegios.

 

- Llegaron las putas amigos!!! - grito Cayus, él en especial era raro, no peleaba muy bien, pero el Dominus lo mantenía en la casa, ya que compartían algún tipo de parentesco. Ruba nunca se molesto en entender como un pariente llego a ser esclavo, pero poco le importaba ya que la venida de Cayus no significaba que llegaban las putas, significaba que llegaba el dinero, que por supuesto todos gastaban en putas.

El hombre fue avanzando por orden de importancia, primero Thierros.

 

- Thierros, por tus batallas gánate 4 monedas de oro y 32 de plata, uuuf que dinero, un poco para las putas?

- Dominus te hablo sobré en que lo queria invertir?

- Seeh - miro su tabla de ganancias vagamente - no seas malo con el muchacho.

- No te metas en lo que no te importa. Sólo ve.

- See see, voy.

 

El hombre siguió avanzando hasta llegar al gladiador común, al gladiador promedio, al que no piensa dos veces gastarse toda la suma en putas. Fue avanzando hasta la celda donde estaban los aspirantes a gladiadores, los miro y se largó a reír pasándolos de lado.

 

- Hey! qué hay de nosotros?! vuelve acá - bocifero uno de los siete que estaban ahí.

- Se les paga a los gladiadores que pelean, ustedes ni siquiera son gladiadores. Jajaja - se dio la vuelta y comenzó a irse

- Espera!

- y ahora que? - volteo a ver quien era. Ruba estaba sujetado a los barrotes de la celda con el semblante duro.

- Que pasa conmigo? yo no seré gladiador pero trabajo aquí. - Cayus quedo mirándolo con cara de duda.

- Seeh, eso es cierto, consultare al Dominus, pero por ahora no se te pagara nada, espera al siguiente mes. Ah, casi se me olvida, te solicitan para una tarea especial, chico. Guardias!

 

Los hombres abrieron la celda y sacaron a Ruba sin retención alguna. Él jamas habia salido del Ludus por eso cuando salió al patio que separaba el lugar con la verdadera casa de Icayus quedo fascinado, era un jardín precioso, el primer deleite que tenían sus ojos desde que había llegado a ese lugar.

No pregunto nada, quería causar buena impresión al hombre para que así consiguiera que le pegarán como a los demás. Lo dejaron en una habitación con paredes blancas y con dos mujeres desnudas y con vasijas llenas de agua, polvos y paños.

 

- Que es esto?

- Ruba, muchacho - Icayus apareció por la puerta del cuarto - el chico giro a verlo y se olvidó completamente de agachar su cabeza y decir Dominus, fue al grano.

- Que tengo que hacer?

- Ah - el viejo suspiro, tenía la misma pregunta que Thierros de sí este chico era muy valiente o muy tonto, pasaban años de que un esclavo no era tan insolente. Pero no tenía ánimos de castigar por castigar, ya no, sólo le importaba la fidelidad y el compromiso con el Ludus, y este chico las tenía de sobra. - Tienes que llevarle aceite de jazmín y polvo de carmín a Thierros.

El chico quedo un poco impresionado, no sabía que le gustaban esas cosas al Dios de la arena.

 

- Y las sirvientas para que?

- No te presentarás así todo sucio ante mi mejor gladiador, te limpiarán un poco.

 

Un baño, palabra rara al oído, hacia mucho tiempo que no se daba un baño. Las mujeres le sacaron los andrajos y lo despojaron de todo el polvo visible que tenía, limpiaron viejas heridas, viejos tajos sin sanar, cortaron su pelo a un largo apropiado para un sirviente no esa amenaza de bosque que tenía y por último lo bañaron.

 

- Puedo vestirme solo, gracias. 

 

Las mujeres lo dejaron, se inclinaron y se fueron del lugar. Ruba aún quedaba medio incómodo ante tanta sumisión y obediencia. Tomo su túnica, era suave y ligera con un lazo en la cintura, era buena calidad. Estaba un tanto preocupado por lo que Thierros fuera a hacer, no lo eligieron a el al azar, el gladiador queria venganza, queria humillación, lo mando a limpiar sólo para que se notará toda la sangre que correría de su cuerpo luego de ese encuentro. Era un maldito. Pero un maldito que queria aceite de jazmín y polvo de carmín.

Se le entrego la bandeja con las cosas y emprendió el camino de vuelta al Ludus, cruzo la entrada, las oficinas y se dirigió a las celdas, la primera de todas, la que daba directamente al patio de arena, la celda de Thierros. Entro en silencio, la reja no estaba cerrada, a diferencia de las otras celdas, sólo tenía barrotes en la puerta, las demás paredes eran de madera.

Dejo la bandeja en una mesita y lo vio de reojo, tenía una daga en la mano.

 

- No se pueden tener armas aquí, si Docto-

- Y aún así la tengo aquí en mi mano, quien crees que me la dio? - Ruba quedo en silencio - Ven, acércate - el chico camino hacia el, estaba sentado sobre su cama, lo quedo mirando un momento, casi pensativo - Sacate el torso de la túnica - No espero a pensar, bajo los tirantes y se arrepollo lo sobrante junto al lazo de la cintura, no término de alzar la vista y Thierros lo tomo del cuello incandolo frente a el, tomo la daga y se la puso en la boca - trajiste el carmín, cierto? - el chico asintió con los ojos - perfecto, sabes que sirve mucho para ocultar heridas... y para limpiar, no quiero el piso sucio después de esto.

Ruba cerró los ojos con prepotencia, lo que más temía iba a ocurrir. - Y apuesto que no sabías que el aceite de Jazmín quita el olor a sangre.

- No tenía ni idea - hablo a duras penas preocupándose de no cortarse el labio con el filo. Thierros le sacó la daga de la boca y lo quedo mirando.

- Por que respondes así?

- Como?

- Hablando! un esclavo no habla a menos que se lo ordenen - apretó más fuerte el cuello del chico.

- Bueno, últimamente no me va muy bien haciendo eso.

- Jaja... - el gladiador se rió un poco, su desgracia le causaba risa. - No sería divertido cortarte la lengua, dejarías de hablar. Acabo de cambiar de idea al respecto de lo que te voy a hacer... puedo humillarte de otras formas - Los ojos del gladiador recorrieron el torso desnudo del chico y subió hasta llegar a sus ojos. Ruba conocía esa mirada.

 

- Erbos ...

 

Alcanzo a susurrar antes de que Thierros, agarrando bien su cuello lo elevara y lo aventará contra el suelo.

 

- NOO!! - gritos gruturales salían de la garganta del chico, mientras el gladiador lo sometía con toda su fuerza. Le arranco a tirones el resto de la túnica y la clavo a la pared con la daga. - NOO!! Suéltame!!! - ni la peor de las torturas lo haría sonar así, comenzó a forcejear con clara desventaja a rasguñar y a patear con todas sus fuerzas.

- Quedate quieto - decía casi para si mismo, le hartaron los gritos desgarrastes de Ruba - suficiente.

 

Tomo el cuello del chico y los arrastro hasta la pared, sentandolo.

 

- Con esto te quedarás callado - se arrebató el subligaculum precipitadamente y abrió a la fuerza la boca del chico introduciendo con fuerza su pene.

Ruba efectivamente se quedo callado, no podía liberar los gritos que se acomulaban en su garganta. Estaba tan histérico que no se dio cuenta hasta la primera envestida que Thierros había introducido su sexo en su boca, comenzó a sacudirse y a dar arcadas sin poder vomitar, la bestia le tomo las muñecas y el pelo para dejarlo quieto pero aún así el chico convulsionaba de manera grotesca.

El grosor y el sabor lo tenía asqueado a niveles insostenibles, en un movimiento a pesar de la fuerza que Thierros ejercía sobre el se elevo lo suficiente como para sacar una pierna y pegarle en un testículo

 

- Mierda!! - Ruba salió arrastrandose y vomitando desesperado por huir - hijo de puta!! - La bestia lo tomo del pelo y aventó su cara contra el piso

- WGRAAA!! - el grito se fue desinflando a medida que lo ahogaba su propia sangre. Quedo inconsciente unos segundos, los suficientes para que Thierros le juntara los brazos, separara sus piernas y comenzara a penetrarlo por el ano, con la fuerza de la ira.

Ya consciente los gritos de Ruba se hacían más débiles en su lucha por respirar, ya que con un brazo el gladiador tomaba sus brazos pero con el otro aplastaba su cabeza contra el suelo.

Pasado un minuto el placer comenzó a apoderarse del gladiador, libero los brazos del chico para tomar su trasero con fuerzas, las embestidas eran tan brutales que sacaban sangre del ano del chico y los hacían avanzar.

 

- Ahh!!! qué bueno esto!! - Thierros soltó la cabeza de Ruba dejándose llevar por el placer, no le tomo importancia al chico que ya estaba sometido. En una última embestida avanzaron unos cuantos centímetros, los suficientes para que los dedos de Ruba alcanzarán la túnica. Tomo de ella, halo con fuerza y sacó la daga clavada en ella, la tomo y desesperado se la enterró con fuerza a Thierros en el brazo.

 

- Ahh!! - enojado sacó la daga de su antebrazo al tiempo en que vio salir al chico corriendo con el resto de la prenda por su puerta.

 

Con la desesperación Ruba corrió  a todo lo que dieron sus pulmones, luego sus lesiones le pasaron la cuenta y cayo al piso arrastrandose angustiado por huir. Llego hasta su celda y se arrincono vomitando y gimiendo en silencio. Los demás no dijeron nada excepto Cayus que lo veía desde la celda de al frente.

 

- Le dije que no fuera tan malo.

Notas finales:

Espero les haya gustado 
Cuidense :)


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