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Mi One Piece. Regreso al mar de la realidad por albert2822

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Notas del capitulo:

Hola a todos y a todas, me alegra traerles un nuevo capítulo de esta historia para que lo disfruten como con el resto. Sobre el capítulo decir que las cosas parece que se van complicando un poco más y que van a surgir situaciones en las que conflictos del pasado de varios personajes que quedaron en el aire se van a solucionar de forma satisfactoria o no. 

Quiero hacer una aclaración, mi historia no tiene spoilers del manga, va hasta donde llega el anime, por eso muchos ataques y demás son invención propia.

 Bueno, nada más, que disfruten del capítulo y ya sabéis, enviarme vuestra opinión que es muy importante para mi y no muerdo jajaja.

Ilusión Decimotercera. Sr. y Sra. Namisopp


12:03 p.m. Cima de los Acantilados Invertidos, al este del Castillo Saint Michel.


La cima de aquellos abrumadores acantilados se había convertido en el mirador perfecto para contemplar la desesperación que rodeaba el campo de batalla. Desde ahí arriba, los máximos dirigentes del ejército oscuro complacían sus más sádicas perversiones mientras disfrutaban del dolor y el sufrimiento de sus enemigos.


Antes de continuar con la historia, hay que puntualizar una cosa: la distribución geográfica de los Acantilados Invertidos y su localización idónea para no ser franqueados. Recibían este nombre debido a la curiosa formación geológica que tenían, siendo estrechos por la base y mucho más anchos conforme se llegaba a la cima. Aquellas formaciones terrosas eran como unos conos de barquillo o, más bien, como unas montañas puestas del revés. Sin embargo, no todos tenían la misma altura. Como era de esperar, el peñasco de mayor altitud albergaba la tienda desde donde el general Teach disfrutaba de la batalla. Más abajo, otra serie de casetas alojaban todo tipo de individuos al servicio del general. En especial, destacaban aquellas que pertenecían a los nueve capitanes más fieles del general Oscuro, los cuales, se encontraban en la tienda del general para apoyarlo. Pero había otra dos que no debían pasar desapercibidas para los sucesos venideros.


En la primera de ellas había un hombre esposado. No pertenecía al bando de los buenos ni había sido capturado, sino todo lo contrario. Aquel hombre estaba retenido debido a su furia, por la cual, él mismo decidió ser contenido. Mientras tanto, en la caseta que nos interesa ahora, se hallaba la general japonesa, también conocida como Makino “La Oráculo”. Estaba sentada sobre un trono de hierro forjado mirando hacia el horizonte, hacia el campo de batalla. En su mano derecha portaba una copa del mejor vino para disfrutar aún más del espectáculo. Con la izquierda, acariciaba a una de sus dos mascotas más preciadas, un halcón del tamaño de una persona. Y, cerca de ella, su carta del triunfo. Una jaula tapada con una tela por la que sobresalían voces de niños pequeños y sobre ella, la otra mascota de la general, un precioso chacal negro. Por último, bajo sus pies y a modo de apoyo, tenía a una chica, joven, hermosa y de rosados cabellos, a la que le gustaba maltratar por el simple hecho de ser quien era.


-Pe…pesas- dijo la voz de aquella chica pelirrosa que tenía que aguantar el maltrato de la otra mujer.


-¡¡¡Cállate niña estúpida!!! ¡No estás en posición de exigencias!- renegó Makino después de los quejidos de la chica mientras estiraba de las cadenas de ella para dañarla. La trataba como a un pobre animal encarcelado.


-Yo…yo siempre te quise como si fueras parte de mi familia…- dijo la chica de rosados cabellos a la otra más mayor.


-¡Va siendo hora de que te enteres, Perona! Te odio desde antes de que te adoptaran esos dos como a su hija. Pensé que a quien más odiaba entre todas las personas del mundo era a tu madre. Ella, él, Mihawk o como sea, me arrebató a la persona que más amaba- Makino revelaba a la vez sus más puros sentimientos de amor y maldad- Pero tú… el fruto de ese amor… te desprecio, te detesto,  y si por mí fuera, ya estarías reunida con tu madre.


Mientras Makino enseñaba a Perona con un duro golpe de realidad, alguien llegó a aquel lugar.


-¡¿Quién eres?! Estoy muy ocupada ahora para estar perdiendo el tiempo con tonterías, más vale que sea importante de lo contrario piensa si deseas hablar o no- de nuevo, Makino amenazó a la pobre persona que acababa de llegar.


-Señor..ra Makino…soy Clover un fiel soldado de su bando…- al joven soldado de estridentes y verdosos cabellos le temblaban tanto la voz como las manos ante la intimidante presencia de la general.


-Y a mí que me importa su nombre, vaya al grano si desea conservar su vida- Makino definitivamente no estaba para perder el tiempo.


-Vengo de parte…del general Teach… desea…desea…desea que active el Proyecto D.- aunque realmente estaba acojonado, Clover consiguió realizar la tarea de informar que le había sido encomendada.


-Jajajaja, por fin te pones serio, Teach, jajajaja- Makino estaba complacida tras escuchar las nuevas órdenes. Se acercó a la jaula y quitó la sábana que la cubría. Bajo ella se encontraban tres niños pequeños- ¡Es hora de salir a jugar, niños! Pero antes…-Makino se giró en dirección a la entrada de su tienda. Allí había otra persona, una mujer de oscuros cabellos y mirada perdida- Bienvenida Nico Robin… te estaba esperando.


-No… Robin…- dijo Perona al ver a su amiga caer en las manos de aquella terrible mujer.


12:11 p.m. Playa de los Cabos Gemelos, oeste del Castillo Saint Michel.


El tiempo se detuvo. Las olas del mar ya no se escuchaban romper contra la arena de la playa, la brisa del océano no resonaba ni siquiera el piar de los pájaros se percibía. Pero, en realidad, el tiempo seguía su curso solo que para ellos ya no importaba.


-Estaba deseando reencontrarnos de nuevo, Nami, así al fin podré cobrar mi venganza- una mujer joven, con el pelo verde y gafas, acompañada de un hombre llegó repentinamente a la playa e interrumpió la tranquilidad de la pareja, convirtiendo esa felicidad en una horrible pesadilla del pasado.


Nami dijo el nombre de aquella mujer, pero ningún sonido fue expulsado por su boca. Ningún sonido que fuera más allá de sus duros pensamientos y de sus dolorosos recuerdos. Pero no hubo tiempo para volver a repetir aquel nombre cuando el bando de los buenos recibía otra dura estocada.


Biggu Kero! (“Gran Kero”)- un nuevo ataque del enemigo fue lanzado a escondidas. Pero pronto se dejaba ver. Un oso de peluche, gigante y con alas apareció en medio de la playa y cuando todos menos se lo esperaban, destruyó la tercera de las estaturas que protegían el castillo. Rockstar había caído y ya solo quedaba Yasopp en pie para defender el secreto de la Fortaleza Saint Michel.


Bajo la lluvia de escombros de la imponente estatua, una niña pequeña apareció. Su verdoso cabello estaba cubierto por la capucha roja de la que capa que portaba y, a su vez, toda ella estaba protegida por las gigantescas manos del oso de peluche que la resguardaban de los cascotes de piedra. Cuando estos dejaron de caer, el oso de felpa desapareció y la niña se acercó al resto.


-Nee-chan, Monet nee-chan, ¿has visto lo que he hecho? ¿A que ha sido genial?- la pequeña corría eufórica hacia los brazos de la otra peliverde.


-¡Esa es mi hermanita!- dijo la chica llamada Monet mientras abrazaba fuertemente a la que resultó ser su hermana- Pero Sugar, debes tener más cuidado, podrías salir lastimada la próxima vez.


-Sí, Monet nee-chan, lo tendré- contestó Sugar a su hermana mayor.


-No pensé que tuvieras sentimientos de bondad y amor. Siempre pensé que la persona que me arruinó la vida era el ser más despiadado del universo- la joven de anaranjados cabellos se repuso del encontronazo y decidió encarar a su archienemiga por excelencia.


-Eso es algo irrelevante para alguien que está a punto de morir- contestó desafiante Monet mientras todavía tenía en sus brazos a su joven hermana.


-Te recuerdo que ya te maté una vez, Monet. No me des el placer de hacerlo dos veces- amenazó Nami, quien decidió no achicarse ante las amenazas de su rival.


-Para tu información, no soy la misma que antes. Esta vez no tendrás otro golpe de suerte. Esta vez, morirás- pero ante todo, Monet no tenía intención de echarse atrás. Había regresado de entre los muertos con un único objetivo y éste era acabar con la vida de la pelinaranja.


-Cíñete al plan, Monet. Todavía nos queda por destruir una de las estatuas- habló el hombre que acompañaba a la peliverde. Una persona de mediana edad, pelo oscuro y gafas de sol, y lo más curioso de su aspecto, un caramelo pegado en la barba- Aunque también tenga ganas de vengarme, antes debemos hacer lo que se nos encomendó. Le debemos mucho a la persona que nos devolvió la vida.


Después de estas palabras, aquel hombre salió pitando hasta donde estaba la última estatua.


Oni Take! (“Demonio de Bambú”)- el enemigo fortaleció sus músculos y envolvió todo su cuerpo en una capa negra tan fuerte como el acero. En su mano, un bambú que portaba también quedó envuelto por esta capa protectora y fue usado para acabar con la última de las estatuas.


Midori Boshi: Banana Sword! (“Estrella Verde: Espada Banana”)- Usopp se interpuso y detuvo el ataque de aquel hombre con su espada hecha de piel de plátano- Capitán Vergo, me temó que no le dejaré salirse con la suya. Tendrá que pasar por encima de mi cadáver si quieres destruir la estatua.


-Con gusto- respondió Vergo ante la tenacidad de su adversario.


De regreso a la orilla de la playa, donde se encontraban Nami y Monet a punto de pelear…


-Eh, Nami, aquí… aquí abajo- una voz masculina comenzó a llamar a la pelinaranja y está empezó a buscarla. Se giró y no vio nada hasta que se agachó y miró al agua del mar.


-¡¿Señor Shanks?! ¿Qué hace usted aquí?- se sorprendió la muchacha de ver que el reflejo de aquella persona le hablaba.


-Nami, escúchame con atención, es muy importante. He alterado la realidad con mi poder para poder comunicarme contigo. No debéis dejar que destruyan la última de las estatuas o será el fin de nuestra batalla- ordenó Shanks desde aquel reflejo sobre el agua- Sois parte fundamental para asegurar nuestra victoria, pero… si tenéis que hacer cualquier cosa, cueste lo que cueste, hacerlo. Nosotros asumiremos las consecuencias.


Ante estas palabras, la joven pelinaranja se quedó atónita. ¿Estaba escuchando bien lo que le pedía Shanks y a qué precio? Quería contestarle que no, rotundamente, que estaba loco y que quien era él para manejar sus vidas como meras marionetas en sus manos. Pero no lo hizo.


-Se hará lo que se tenga que hacer, señor Shanks- la propia Nami se sorprendió de sus palabras pero cuando fue a cambiarlas, el reflejo en el agua comenzó a desaparecer.


-Ha sido un honor tenerla como aliada. Gracias- aquellas fueron las últimas palabras de Shanks antes de que desapareciera su reflejo. 


-Su propio aliado me está poniendo el trabajo sencillo, Nami. Hasta él te manda morir, ¿no será bueno hacer caso?- se burló Monet de la desesperación de la chica- Sabes, hoy es el día que mi promesa se cumplirá.


-¿Cuál promesa?- preguntó preocupada la joven pareja del conde de larga nariz.


-La promesa de matarte, jajajaja. Sugar, hazte a un lado, esto es cosa de mayores- como buena hermana, Sugar se alejó de aquellas dos y facilitó a Monet para que iniciara su ofensiva- ¡Kamakura! (“Cabaña de Nieve”)


Bajo los soleados rayos de sol que caían en la playa, una extensa cúpula de nieve encerró a las dos chicas bajo ella. Allí dentro, y a pesar de la cálida temperatura del exterior, hace un frío helador.


-¡¿Cómo has hecho esto?! Tú no tenías este poder antes- preguntó Nami tiritando de frío.


-No fuisteis los únicos en recibir nuevos poderes. El don de controlar la nieve que me fue otorgado gracias al general Teach te hará caer en  pedazos. Conoce a la Harpía de las Nieves- tras decir esto el cuerpo de Monet cambió. De sus brazos salieron unas largas alas blancas de pájaro y sus piernas se trasformaron en poderosas garras de ave. Sin duda, aquella Monet no era la misma que había conocido Nami.


-Aquí, la única persona que domina la climatología a su voluntad, soy yo- dijo Nami antes de dejar de frotarse los brazos y posteriormente sacar su bastón mágico- ¡Heat Egg! (“Huevo de Calor”)


Nami lanzó desde su barita mágica un potente aire de calor que perforó la cúpula de nieve y abrió un agujero en ella. A través de él, Nami intentó escapar de aquella prisión helada.


-No te dejaré escapar tan fácilmente. ¡Yuki Gaki! (“Cerca de Nieve”)- Monet creó con sus poderes una pared de nieve que detuvo el paso de la pelinaranja y la lanzó, de nuevo, al interior de la cúpula.


-Maldita…- replicó Nami tras ser aturada por la otra chica- Pero no pienso rendirme todavía.


-Eso ya lo veremos. Mientras estés dentro de mi cúpula, tu sentencia de muerte está asegurada- informó la harpía mostrando un maléfico rostro a su oponente.


-Pues ya se lo que tengo que hacer- contestó Nami sacando la lengua en forma de burla.


-No si yo no te lo permito. ¡Fubuki! (“Tormenta de Nieve”)- tras decir estas palabras, comenzó a nevar únicamente dentro de la cúpula. El frío helador causado por la nieve de las paredes y la acumulada ahora en el suelo le hacía pasar un muy mal rato a la ex ladrona. Nami se desplomó en el suelo, sin fuerzas, perdiendo casi el conocimiento y a punto de morir de hipotermia- ¿Ya no sacas esa sonrisa Nami?


Pero como si las intimidaciones de Monet fueran una medicina, Nami comenzó a moverse hasta poder levantarse.


-Contigo no vale malgastarla. Tengo personas más importantes a quien mostrársela- justo en ese momento, un recuerdo del de nariz larga se posó en la mente de la pelinaranja y no pudo detener cierto rubor en sus mejillas- Entiendo. Si no puedo destruir el muro y huir, tendré que destruirte a ti y así podré salir. ¡Heat Ball! (“Bola de Calor”) ¡Cold Ball! (“Bola de Frío)


Por el Clima Tact de Nami comenzaron a salir diversas bolas de aire frío y de calor que se fueron juntando en el techo de la cúpula. Poco a poco comenzaron a formarse unas nubes grises en el lugar donde se habían acumulado las bolas de aire, las cuales, se iban haciendo más grandes conforme pasaba el tiempo.


-¡¿Qué piensas hacer?!- preguntó alterada la chica de verdosos cabellos y alada apariencia.


-Derrotarte- sentenció con firmeza Nami sin dejarse intimidar por la fuerza de su rival.


-¡¡¡NUNCA!!! ¡Tabira Yuki: Hada Gatana! (“Espada de Nieve: Katana de Piel”)- las plumas de las alas de Monet se volvieron afiladas para atacar a Nami. Monet se abalanzó sobre ella y como pudo, detuvo su ataque con la vara mágica. Pero no fue suficiente y su brazo izquierdo quedó herido con peligroso corte de arriba abajo. Sin que Monet dejara de apretarle, Nami se defendió.


Rain Tempo! (“Tiempo de Lluvia”)- Nami había hecho su jugada. Las nubes que había en el techo comenzaron a expulsar gotas de lluvia que fueron aumentando con el paso del tiempo. La lluvia comenzó a derretir la nieve de las paredes y del suelo dejando libre a la pelinaranja.


-¡¿Cómo?!- Monet no se podía creer lo que estaba viendo. Su poderosa e impenetrable barrera de nieve estaba cayendo y no entendía porqué.


-La lluvia y el calor son potentes enemigos de la nieve, ¿no? Gracias al Heat Ball conseguí transformar la lluvia en gotas de agua hirviendo para destruir la cúpula- Nami sacó de dudas a la otra joven.


-Pero ¿cómo? Tú habías dicho que me ibas a atacar a mí y te ibas a olvidar de la cúpula- contestó Monet hecha una furia debido a los recientes acontecimientos.


-Te mentí, mehhhh- le respondió Nami con la lengua hacia fuera en tono de burla.


-¡¡¡Te mataré!!!- Monet se tiró nuevamente hacia su adversario con sus potentes cuchillas aladas, pero algo la detuvo.


-Quédate quieta y ríndete, ¿o quieres que algo malo le ocurra a tu querida hermana?- retenida entre los brazos de Nami se encontraba Sugar.


-Monet nee-chan…- dijo Sugar asustada.


-No te preocupes Sugar, no dejaré que nada te ocurra- Monet le mostró una dulce expresión a su hermanita para calmarla- ¿Cómo osas involucrar a una niña pequeña en esto? Eres una puta rastrera.


-Haré lo que sea con tal de ganar esta batalla. Total, ella ya está muerta, ¿no? No creo que ocurra nada por devolverla al lugar que pertenece- sin duda, Nami estaba actuando en base a las órdenes recibidas y sin ningún miramiento alguno.


-¡¡Serás…!!- Monet, cabreada, se mordió el labio y éste comenzó a sangrar. Pero cuando toda la ira del mundo iba a ser mostrada por la peliverde, algo muy curioso ocurrió. Monet comenzó a reírse sin poder detenerse- ¡¡¡Jajajaja jajajajaja jajajaja!!!


-¡¿Por qué te ríes?!-Nami no entendía aquel cambio de humor tan súbito en su rival.


-Porque yo también te engañé, jajajajaja- Monet no paraba de reí como si ya hubiese asegurado su victoria.


-Monet nee-chan yo… por fin vengaré tu muerte- de repente, Sugar retorció su cabeza y miró a Nami. Ésta, antes de que se hubiera dado cuenta, ya había perdido- ¡Atamawari Ningyo! (“Muñecos Cascanueces”)


Una espada atravesó los cuerpos de Nami y de Sugar por la espalda. Pertenecía a un soldado de juguete del doble de tamaño que la pelinaranja y que había sido invocado por la pequeña. Pero mientras que Sugar restauraba su cuerpo, Nami estaba a punto de morir desangrada.


-¿Co..cómo?- se dijo Nami antes de ser lanzada al mar por el soldado de juguete.


-No sabes la de atrocidades que ha hecho mi hermana para la antigua Alianza con tal de complacer su ansia de matar hasta encontrar a la persona que asesinó a su hermana mayor- contestó Monet a pesar de que la otra chica ya no la podía escuchar ya que estaba hundiéndose en las profundidades del océano.


-¡¡¡NAMI!!!- gritó desconsoladamente el conde Usopp al presenciar de lejos aquella escena tan aterradora. Instintivamente fue a salvar a su pareja pero no fue capaz.


-¿Es que piensas ir a algún lado?- le preguntó el capitán Vergo tras detener su rescate- Todavía no hemos acabado nuestro combate.


-Ahora no tengo tiempo para perderlo contigo- Usopp apartó el ataque de Vergo con su espada de banana.


-Si te marchas, destruiré la estatua. Tú elijes, ¿salvas a tu pareja o al mundo?- Vergo le expuso claramente la situación al conde.


Éste no sabía cómo actuar, cada segundo que pasaba hacía peligrar aún más la vida de la pelinaranja pero sabía que había demasiadas cosas a arriesgar. Usopp estaba paralizado. Salvar a Nami y destruir el mundo donde vivir felizmente con ella o salvar el mundo y perder su única razón para vivir en él.


12:34 p.m. Base de los Acantilados Invertidos, al este del Castillo Saint Michel.


Los poderosos ataques lanzados por los cuatro militares iban a destruir todo en cuanto impactaran con su objetivo.


-Y, ahora ¿cómo voy a detener yo solo semejante poder?- dijo Luffy al verse solo en esa peliaguda situación.


-Déjalo en nuestras manos. Esta siempre ha sido nuestra guerra- una mano se posó en el hombro del príncipe inglés. Era Ace y junto a él, su pareja, el capitán inglés Sabo- Detengamos a nuestros viejos, Sabo. ¡Dai Enkai: Entei! (“Orden de las Llamas: Emperador del Fuego”)


Una gran bola de fuego, de medidas inmensurables, fue creada por Ace y lanzada para detener aquellos ataques.


Moery Ryusoken: Kaen Ryou! (“Puño de Garra del Dragón Flameante: Rey Dragón de las Llamas Ardientes”)- Sabo creó un gran puño de fuego con una potente onda de choque para neutralizar los ataques de aquellos cuatro individuos.


Los dos ataques de fuego se fundieron en uno solo con un devastador poder. Al chocar con los otros, todos se neutralizaron entre sí bajo una luz cegadora que cubrió el cielo entero. Gracias a Ace y Sabo pudieron salvar la situación.


-¡Ese es mi hijo!- gritó emocionado Garp al ver como aquellos dos habían detenido su ataque.


-Luffy, unamos nuestras fuerzas como cuando jugábamos de niños en el palacio- le dijo Ace al joven príncipe inglés.


-Sí- contestó Luffy contento de tener junto a él nuevos aliados.


Pero mientras los tres se iban a enfrentar contra aquellas cuatro glorias de la armada inglesa, las hordas de enemigos no cesaban su ataque. En estos momentos, Aokiji y Smoker estaban rodeados por varios sujetos resucitados por el Oda-Tensei y por varios escuadrones de los Soldados Centauro.


Masayoshi no Zettai! (“Justicia Absoluta”)- uno de aquellos cadáveres andantes atacó con su espada a Smoker. Era un veloz espadachín con grandes habilidades y, el cual, difícilmente pudo esquivar el capitán inglés.


-Parece que no nos van a dejar irnos de rositas, Kuzan- le dijo el capitán de los puros a su pareja mientras le cubría la espalda.


-Es algo normal si tenemos como adversarios a afamados militares de todos los países. El capitán austriaco Momonga “El Justo”, Kanjuro “El Artista” mano derecha del antiguo general japonés, Onigumo “La Araña” y Dalmatian “El Dálmata” capitanes alemanes de gran renombre. E incluso hay antiguos aliados nuestros como el ex capitán francés Jinbe “El caballero del Mar”, su general Fisher Tiger “El Salvador” o nuestro antiguo compañero, el capitán Inazuma “El Revolucionario”- respondió Kuzan algo preocupado por aquella estampida de enemigos que deseaban verle muerto- Sin contar las tropas oscuras y las cuatro glorias de nuestra armada. Sí, definitivamente, no nos van a dejarnos irnos sin pelear.


White Launcher! (“Lanzador Blanco”)- Smoker se transformó en humo y amarró entre sus brazos al capitán Momonga, la persona que le había atacado antes y lo lanzó al aire- ¡Jutte! (“Jutte”)- con un palo de acero, Smoker mandó a volar al capitán- Pues me parece que acabo de derrotar al capitán Momonga, uno que no nos dará problemas en un rato.


-No tienes remedio…- Aokiji se rio al ver la actitud que su pareja había adoptado en aquella trágica situación. Y fue esa misma actitud la que le ayudó a devolver las esperanzas sobre lograr la victoria.


-Pero de entre todos ellos, hay uno que nos interesa. Tiene que aclararnos algo importante, verdad, capitán Bastille “El Bastión”-dijo Smoker mirando a uno de los capitanes allí presentes de melena larga y rojiza, además de una máscara de hierro que le tapaba el rostro. Sin embargo, este no respondió a la pregunta- Habrá que pasar por los otros hasta obtener la información que buscamos.


Shigan! (“Bala de Dedo”)- el capitán alemán Dalmatian se acercó al general inglés y el torso del cuerpo con su dedo. Después, se trasformó en un humano con apariencia perruna a manchas y prosiguió su ataque- ¡Aruku! (“Pezuña”)


-Eso es más fácil decirlo que hacerlo- contestó Aokiji a su pareja.


Ahora, mandó varios golpes seguidos con sus manos transformadas en patas de perro. Con gran agilidad, Aokiji esquivó cada uno de los golpes de Dalmatian, pero no era suficiente.


U~ebu! (“Telaraña”)- por la espalda del capitán Onigumo salieron unas patas de araña que atraparon a Kuzan y lo inmovilizaron- Ahora, Dalmatian.


Aruku! (“Pezuña”)- Dalmatian volvió a atacar a Aokiji con el mismo ataque ahora que estaba acorralado en los brazos de su compañero. Pero aunque los golpes impactaron, al cuerpo del general no le ocurrió nada.


Ice Copy! (“Copia de Hielo”)- el cuerpo de Aokiji era de hielo ya que era una copia que no era real. El de verdad apareció justo detrás de ambos capitanes para acabar con ellos- ¡Ice Time! (“Tiempo de Hielo”) No podemos devolverlos a la tumba pero al menos podemos detenerlos un buen rato hasta averiguar cómo derrotarlos.


La abrumadora y heladora fuerza del general Aokiji congeló a los dos capitanes para dejarlos fuera de combate y que no molestaran más. Mientras, Smoker seguía avanzando hacia donde se hallaba el capitán Bastille, derrotando a cada enemigo que se interponía entre él y aquella persona que buscaba.


White Cloud! (“Nube de Humo”) ¡Apártense!- Smoker agarró con su humo a todos los soldados Cerberos que tenía a su alrededor y los mandó a volar. Poco a poco se aproximaba hasta el lugar donde estaba Bastille, hasta que alguien se interpuso.


-No entiendo por qué hago esto, hijo, pero perdóname. ¡Gyojin Karate: Yarinami! (“Karate Gyojin: Lanza de Onda”)- el capitán francés Jinbe golpeó duramente a Smoker con un pulso de agua que lo mandó a volar y lo golpeó fuertemente al caer al suelo.


-¡¡¡Smoker!!!- gritó Kuzan al ver lo gravemente herido que había quedado su brabucona pareja después del golpe recibido.


-Recuerdo a dos jóvenes aprendices que acompañaban al capitán Newgate en sus batallas. Esos jóvenes se parecen mucho a ustedes, jajaja- una voz se interpuso entre Kuzan y el rescate de su pareja- Espero que esos dos jóvenes se hayan hecho unos hombres fuertes, de lo contrario, no podrán derrotarnos a nosotros.


-¡¿General Tiger?!- Aokiji se sorprendió al ver a quien tenía como enemigo delante.


-¡Luche con todas sus fuerzas si desea proteger lo que ama!- contestó el ex general francés, Fisher Tiger, al nuevo general- ¡Gyojin Karate: Karakusagawara! (“Gyojin Karate: Verdadero Golpe del Arabesco de Tajas”)


De igual forma, Aokiji fue mandado a volar por el general Tiger. Cayó desplomado justo al lado de su pareja, sin fuerzas y con graves heridas en todo su cuerpo.


-¡Levántense y luchen! ¡Luchen por la oportunidad que se les ha brindado para aceptar su amor! No todos tuvimos la misma suerte- Jinbe intentaba animar a aquellos dos soldados a que pelearan con todas sus fuerzas, a que pelearan no solo por el mundo sino por ellos y por su amor. Sin embargo, no pudo evitar mirar a Tiger cuando dijo esa última frase que le encogió el corazón por el solo hecho de decirla en voz alta.


Mientras tanto, aparte del capitán Bastille había otro hombre que se mantenía al margen de la batalla. Era Inazuma, uno de los capitanes ingleses y un espía de élite que murió defendiendo a su país y a su amor. No se involucraba no porque no fuera lo que le había sido ordenado, sino porqué aquella no era su batalla.


-¿Aquellas luces…Iva-san…? Tengo que ir- Inazuma se marchó en dirección al lugar donde habían aparecido un montón de luces de colores que destacaban en el frente incluso desde una larga distancia.


-¡¡¡Aaaaa!!!- un gritó de peligro resonó por aquellos lares. Era la reina Vivi, quien estaba siendo atacaba por Kanjuro “El Pintor” y quien no tenía fuerzas para defenderse debido a que aún lloraba la muerte de su amado que aún tenía en brazos. Aokiji y Smoker intentaron ir al rescate de su reina pero ninguno de sus dos formidables adversarios les dejaba escapar. La reina estaba sola ante el ataque de aquel enemigo.


-Morirás, reina Victoria de Inglaterra- sentenció Kanjuro antes de dibujar en el aire algo con lo que acabar con la vida de su majestad- ¡Rakigaki Shi! (“Garabato de Muerte”)


Homura Saki! (“División de Fuego”)- una sombra veloz deshizo aquel horrible garabato quemándolo con su espada en llamas y salvó a su majestad de una muerte segura- ¿Se encuentra bien, reina Victoria?


-¡¿General Kin’emon?!- se sorprendió la reina Vivi de la identidad de su salvador, el antiguo general de la armada japonesa- ¿Usted estaba muerto, no, como ha podido librarse del control del enemigo y defendernos?


-Esa es una larga historia que, de momento, no hay tiempo para contarla- Kin’emon evitó contestar a esa pregunta- Pero escúcheme bien, debe reponerse majestad, usted tiene una gran fuerza que puede sernos de gran ayuda en esta lucha, pero no puede seguir paralizaba. Debe honrar la muerte de su ser amado y debe luchar con la fuerza que él le encomendó.


Vivi escuchaba estas alentadoras palabras mientras miraba el cuerpo sin vida de Kohza.


-Tómese un momento para respirar y recuperar fuerzas. Yo me encargaré de protegerla de este enemigo- le dijo el general japonés a la peliazul.


-Mi general…yo, no sabía que era una protegida suya. Es esta maldita técnica que controla nuestros cuerpos y nuestros movimientos- intervino apenado Kanjuro al haber atacado a su general.


-Lo sé, es una técnica realmente despiadada- un rostro sombrío se posó en el semblante de Kin’emon- Lo siento mucho, Kanjuro, pero debo derrotarlo.


-Es lo que más deseo en estos momentos, mi general- contestó Kanjuro a su general justo antes de prepararse para la batalla- ¡Āto Majjiku: Ryunnosuke! (“Arte mágico: Dragón Ryunnosuke”)


Un dragón o una especie de garabato con forma de dragón y cerdo, cobró vida y atacó de frente al general.


Karyuu Issen! (“Destello de Fuegos Artificiales”)- pero Kin’emon lo cortó en dos gracias a sus habilidades con su espada llameante.


Sin duda, grandes batallas se estaban llevando a cabo en aquel lugar y nuevos misterios salían a la luz con preguntas sin responder, por ahora. Kin’emon, un hombre muerto y resucitado por la técnica Oda-Tensei del enemigo que ahora luchaba en el bando de los buenos y con total control de su cuerpo y de sus habilidades. ¿Qué misterioso secreto escondía aquella persona y cuáles pueden ser sus intenciones? Eran varias de las preguntas que se hacía la reina Vivi mientras seguía recostada en el suelo. Pero algo la sacó de sus pensamientos.


-Eres la viva imagen de tu madre cuando era reina, hija- aquella voz, perteneciente a aquel hombre mayor dejó sin habla a la reina Vivi. Aunque no quisiera luchar, esto la obligaría a hacerlo.


12:45 p.m. Playa de los Cabos Gemelos, oeste del Castillo Saint Michel.


De regreso a la costa oeste, el conde de pronunciada nariz debía tomar su dura decisión, salvar a su amada o al mundo.


-No puedo decir… no me hagas hacerlo…- el conde Usopp, postrado en el suelo, lloraba desconsolado sin poder tomar la decisión correcta.


-Decídete, el tiempo apremia- le instigó Vergo para que tomara una decisión de forma inmediata- ¿O necesitas un aliciente para hacerlo?


El capitán Vergo se lanzó contra la última estatua en pie y preparó su ataque.


Oni Take: Fu~yūrī Kuma! (“Demonio del Bambú: Furia del Oso”)- el capitán enemigo atacó a la estatua repetidamente con su bastón de bambú imbuido en aquella potente protección. Por cada golpe, la estatua Yasopp comenzaba a agrietarse más.


Midoria Boshi: Trampolia! (“Estrella Verde: Flor Trampolín”)- una flor que hacia rebotar todos los ataques de Vergo apareció en medio de la estatua- ¡Midori Boshi: Devil! (“Estrella Verde: Diablo”)


Una planta carnívora, en concreto una atrapa moscas, creció desde la arena para atrapar entre sus garras al capitán Vergo.


Ken Take! (“Espada Bambú”)- Vergo se liberó de aquella planta gracias al filo de su bambú- Con que esa es tu decisión. Pareces proteger a esta estatua como si fuera parte de tu familia, y mientras estás perdiendo a la única que te queda.


-Esto haciendo lo que a Nami le parecería correcto…- contestó Usopp encarando a su enemigo- Le debo mi vida a ella. Yo me quedé solo, viviendo en soledad en mi condado y el simple hecho de haberla conocido me proporcionó un rayo de luz en mi vida que jamás había tenido. Ella es mi familia y es la persona con la que quiero pasar el resto de mis días. Por eso, sé que puedo confiar en ella y que aunque no la rescate, ella saldrá por si sola. Lo sé porque la amo.


-Ja, no seas iluso- contestó Monet desde la orilla de la costa instantes antes de que algo comenzara a removerse en el agua- ¡¿Qué es eso?!


-Yo también te amo, Usopp- aquella voz que resonó desde el mar dio esperanzas al conde- Acabemos con esto ¡Thunder Cyclone Tempo! (“Tiempo de Ciclón Eléctrico”)- un viento se creó en las profundidades del mar, impulsado a salir a la superficie con gran fuerza. Salió un ciclón de agua con corriente eléctrica incorporada, el cual estaba dirigido hacia la costa.


Little Black Bears! (“Pequeños osos negros”)- Sugar creó un ejército de osos pequeños de peluche que se colocaron formando una barrera para detener el ciclón. Pero de nada sirvió. Cuando el huracán eléctrico llegó a la costa se llevó consigo la barrera de osos y a Sugar ya que Monet pudo escapar volando.


Después de un tiempo haciendo estragos en la costa, el ciclón desapareció.  Los restos que dejó fueron pocos, una gran desolación sobre la arena de la playa y el cadáver sin vida de Sugar. Monet aterrizó al lado del cuerpo de su hermana y lo cogió entre sus brazos.


¡¿Qué le has hecho, maldita?! Pensaba que no podíamos ser destruidos, mierda- gritaba enfurecida Monet por la pérdida de su hermana menor a manos de la pelinaranja.


-Pues la verdad es que no lo sé. No pensé que el ataque saliera tan bien. Ha sido pura chiripa-Nami se rio de la suerte que había tenido al haber derrotado a Sugar.


-¡¡¡Maldita perra, encima te burlas!!! ¡¡¡TE MATARÉ!!! ¡Yuki Rabi! (“Conejos de Nieve”)- Monet creó una especie de murciélagos-conejos de nieve para que atacaran a Nami.


Black Ball: Raiun Rod! (“Bola Negra: Vara Raiun”)- Nami creó con su Clima Tact una cadena de nubes oscuras que uso para defenderse de los conejos de nieve de Monet. Pero la furia de la peliverde estaba totalmente desbordada y no iba a permitir dejar escapar a la asesina de su hermana.


Yuki Ona! (“Mujer de las Nieves”)- Monet se transformó en un gran harpía de las nieves que se abalanzó sobre Nami para matarla. Con sus afiliados dientes, mordió el hombro de la pelinaraja causándole un gemido de dolor que resonó en toda la bahía- ¡Mannen Yuki! (“Nieve Eterna”)


Monet, todavía trasformada en la mujer de las nieves y sin soltar a la de anaranjados cabellos, comenzó a congelarla.


-¡Despídete del mundo, querida Nami! ¡Tiembla ante el rostro de tu asesina!- dijo Monet enorgullecida y fuera de sí mientras seguía helando a la muchacha.


-No pienso morir hoy aquí, y mucho menos dejar que tú me mates- contestó Nami tras escupir en el rostro de su enemiga-¡Mirage Tempo! (“Tiempo de Espejismos”) ¡Fata Morgana: Thunder Lance Tempo! (“Fata Morgana: Tiempo de la Lanza de Rayos”)


Nami activó el tiempo de espejismos con su vara mágica y creó cinco copias de sí misma. Con esto consiguió liberarse de las garras de aquella mujer de las nieves. Después, cada una de las copias activó una lanza de rayos, de las cuales, solo una de ellas era real. De esta forma, Nami engañó a Monet sin permitir que esquive el ataque. La lanza de rayos se activó y lanzó a Monet electrocutada al mar y, como si el agua de mar tuviera un efecto mágico para anular la restauración de los enemigos, consiguió devolver a Monet a su putrefacto cadáver. Pero antes consiguió decir unas últimas palabras.


-Sabes lo que más me apena, no poder ser partícipe de la reapertura del cabaret. Me hubiese gustado darle un regalo muy especial al invitado rubiales que tenemos, jajajaja- agonizante y a esperas de que el efecto del mar funcionara, Monet alcanzó a decir estas palabras que dejaron realmente preocupada a la pelinaranja.


-¡¿Qué estás tratando de decirme?!- preguntó Nami a la de verdosos cabellos pero ya era demasiado tarde. El alma de Monet había regresado al mundo de los muertos y allí solamente quedaba un cuerpo mugriento balanceado por las olas del mar.


Tras esto, Nami se acercó al conde, quien todavía estaba luchando contra el capitán Vergo, el traidor.


-Nami, cuanto me alegro de verte, sabía que podía confiar en ti- dijo el conde acercándose a la muchacha y dándole un tímido pico en la boca- ¿Cómo has podido salvarte de semejante ataque?


-En realidad, no me he salvado. Todavía tengo la herida pero gracias a mi Thunder Ball pude cauterizarla y frenar el sangrado. Pero aun así…- Nami se medio desmayó en los brazos del conde- Aun así duele.


-¿Cómo habéis podido derrotar a Sugar y a Monet?- preguntaba Vergo alterado ya que se creía invencible y había visto que no lo era.


-El agua… ha sido el agua…- dijo entrecortada Nami mientras seguía en los brazos del conde.


-Debe de haber sido algún componente del agua, pero ¿Cuál?- en eso que Usopp pensó y obtuvo la respuesta- ¡La sal! Es la única posibilidad factible. Antes Nami ha lanzado agua a sus enemigos y no ha ocurrido nada, pero el agua del mar es salada, esa es la diferencia.


-¡¿Piensas que me crea eso?! ¡¿Qué me puedes vencer con sal, ja?!- Vergo no se creía ni una palabra de la conclusión a la que había llegado Usopp.


-Usopp… tengo que irme…estoy preocupada por Sanji…- dijo Nami mientras seguía acurrucada en el torso de su pareja- Además, tengo que avisar al resto… la sal es nuestra única forma de vencer.


-Lo sé- respondió el conde apartando a la muchacha de entre sus brazos- Ve. Yo me encargaré de este tipo y me reuniré contigo en seguida- Pero antes, quiero decirte algo.


Los labios del conde se acercaron al oído derecho de la pelinaranja y le susurraron algo. Tras escuchar aquellas palabras, Nami no pudo contener las lágrimas y la emoción y besó apasionadamente al conde de larga nariz.


-Sí…- contestó emocionada Nami tras oír lo que le tenía que decir su pareja. Después de esto, fue cogiendo camino hacia el frente este no sin antes haberle entregado al conde un poco de agua de mar con el componente de la sal.


-No pienso dejar que te marches, cumpliré mi misión cueste lo que cueste- contestó Vergo mientras veía como la pelinaranja se escapaba- ¡Kidō Take! (“Lanza Bambú”)


El bambú de Vergo se estiró para alcanzar a la muchacha. Sin embargo, el conde no estaba dispuesto a dejar que tocaran a su mujer.


Banana Sword: Peeling! (“Espada Banana: Peladura”)- Usopp cortó el bambú de Vergo por la mitad gracias a su espada de plátano. De esta forma, Nami puedo escapar sana y salva de la playa. Sin embargo, la pelea no había acabado aún- Tu oponente soy yo, recuerdas.


-Como gustes. Después de derrotarte iré tras tu gatita y quien sabe que cosas malas podría hacerle- amenazó Vergo al conde con aquellas sucias palabras- ¡Fu~yūrī Oni Take! (“Furia del Demonio de Bambú”)


Vergo se encabritó y atacó sin medida al conde. Eran golpes tan rápidos e incesantes que a Usopp se le hacía difícil esquivarlos todos. Varios de ellos le produjeron cortes superficiales en todo el cuerpo, sobre todo en las extremidades. Ni siquiera le daba tiempo para defenderse y solo podía hacer una cosa.


Banana Sword: Spice up! (“Espada Banana: Condimentar”)- atravesando mil y un estacazos de bambú, Usopp apuntó con su espada al capitán y lo atravesó. Pero sabía que acercarse tanto a su enemigo iba a traerle consecuencias y así fue. No solo Vergo fue apuñalado, sino que el bambú había atravesado el cuerpo del conde en la zona del corazón.


-Así que arriesgas tu propia vida con tal de salvar la de tu pareja- dijo Vergo mientras seguía atravesado por la espada del conde.


-Tú me has hecho elegir y yo elijo sacrificar mi vida con tal de salvar a mi mujer y al mundo, esa es mi decisión- contestó el conde Usopp mientras le goteaba sangre por la boca.


Tras esto, ambos hombres sacaron sus espadas de sus cuerpos y cayeron desplomados al suelo. Al instante, Vergo abandonó de nuevo el mundo de los vivos gracias a que la espada Banana del conde estaba rociada con sal marina. Mientras, el conde esperaba a que le llegará  la hora, agonizando y expulsando sangre por su boca y por la herida.


-Siento no poder cumplir lo que te he dicho…Nami- dijo aquellas palabras como si fueran las últimas y se quedó mirando al cielo azul mientras la muerte llegaba hasta él. Sin embargo, la muerte presentaba un aspecto muy diferente al que se había imaginado.


Mientras tanto, las cosas se iban a complicar más en el frente este de la batalla. Anteriormente habían aparecido cuatro de las personas más fuertes del bando de los buenos y que ahora luchaban contra su propio bando. Sin embargo, ahora se unían a estos cuatro, otras cuatro personas temibles y que en su día jugaron un papel fundamental en esta historia. Bajo el sobrenombre de los cuatro representantes de los países afiliados a la extinta Alianza, aterrizaban para acabar con todos y con todo.

Notas finales:

Bueno, cual es vuestra opinión? OS ha gustado? Ya me comentáis.

To be continued =)


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