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Mi One Piece. Regreso al mar de la realidad por albert2822

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s, aquí traigo un nuevo capitulo de esta historia para que lo disfruiteis. Quiero decir que me alegro de saber que hayan nuevos lectores que se incorporan a leerla, a todos aquellos, gracias.

Nada más, que espero que os guste el cpaitulo, y ya sabeis, comentarme que os ha parecido.

 

Ilusión Decimoquinta. Roger


13:43 p.m. Sala Takara, en el interior del castillo Saint Michel.


El humo de color violeta invadió cada rincón del castillo y aquel lugar no iba a ser menos. A pesar de las protecciones mágicas que mantenían al castillo a salvo de cualquier ser indeseado, el enemigo había encontrado la fórmula para poder entrar en él. Un ser sin vida no podía ser considerado un enemigo porque, en base a las leyes de la naturaleza por las que se rige el poder de la fortaleza, no representaba amenaza alguna al haber abandonado el mundo de los vivos. Por tanto, todas las criaturas resucitadas por la técnica del Oda-Tensei eran la excepción, las que podían destruir Saint Michel.


Mientras los de la unidad médica luchaban por detener el avance del gas venenoso, el general que tenía por apodo el “Halcón Rojo” preparaba su movimiento en la Takara, lugar donde nuestros héroes hallaron las respuestas y que no por casualidad recibe ese nombre que en japonés significa tesoro.


-General Shanks, mi trabajo ya ha acabado. Iré con los otros guardianes para regresar al frente- una chica de azulados cabellos como el agua que tenía por nombre Whitey Bay le dijo estas palabras al pelirrojo- Mi permite una pregunta, mi general.


-Adelante- contestó sin ninguna oposición el hombre de rojizos cabellos.


-¿Cree que podemos ganar? Sé que es para esto que no hemos estado preparando durante años pero ahora…- la guardiana del agua se sentía frágil y superada por las circunstancias- Uno de los guardianes falta por llegar y, sinceramente, no tengo muchas esperanzas en su aparición y sin él no podemos llevar a cabo nuestro plan. Y, la gente allí afuera está sufriendo…muriendo, el señor Mihawk entre ellos y ni siquiera usted puede llorar su pérdida. Entiendo que estamos en guerra pero… a veces sintió como si la oscuridad nos hubiese vencido ya de antemano.


-No diga eso, no se rinda, eso es lo que le diría Mihawk si estuviera aquí delante. Yo no soy tan fuerte ni tengo tanta confianza como él… pero quiero creer, creer en que la Tierra aparecerá, en que cambiarán las tornas, que no habrá más muertes y que derrotaremos a la Oscuridad- aquellas palabras salían de lo más profundo del corazón del pelirrojo. Eran sus pensamientos, los que le llevaban a actuar de esa forma y por eso seguía adelante- Sino creyera en ello, ahora todo sería en vano.


-Gracias, general Shanks. Siento que tenga que cargar usted con el dolor de todos, pero es nuestra esperanza y necesitamos que siga así- la guardiana se quedó mucho más tranquila tras oír los ánimos del general. Ahora ya podía marcharse a pelear ya que todo lo que podía hacer con su papel como Señora del Agua y guardiana de Saint Michel, estaba hecho. Tras partir entre la penumbra de los pasajes, un suspiró resonó por toda la sala.


-Qué difícil es hacer esto sin ti, Mihawk- tras el suspiro, Shanks respiró y retomó la faena que estaba haciendo. Pero poco duró la calma, interrumpida por unos pasos que se adentraba al interior de la Takara sin ser bienvenidos. Cuando el pelirrojo se volteó en la dirección de dónde provenía el sonido, su rostro se quedó incrédulo, desencajado y totalmente pálido- ¡¿Capitán Roger…?!


Detrás del individuo que había irrumpido en la sala para quitarle el habla al pelirrojo, resonaron unos aplausos.


-¡Bonito discurso, general Shanks! Hace un papel fabuloso como animadora de sus tropas- un hombre robusto, de tez velluda, oscuros y rizados cabellos y de vestimentas negras apareció en segundo lugar en el interior de la Takara- La pena es que sus palabras resulten tan vacías.


-¡¡¡Teach!!!- los nervios y la furia se apoderaban de los cinco sentidos de Shanks. Su templanza estaba a punto de perderla ante la presencia de aquella persona a la que tanto odio y resentimiento le tenía.


-¿No te parece esta una bonita estampa, señor pelirrojo? Reunidas en la misma sala el hombre que más amaste y apreciaste en la vida junto a la persona contra la que sientes mayor odio y desprecio en este mundo- Teach comenzó a reírse por la situación- Cierto es que aquel amor fue reemplazado por otra persona, me han dicho que hoy no está en casa el señor Mihawk, espero que no le haya pasado nada.


-¡¡¡MALDITO!!!- Shanks perdió todo control sobre su cuerpo y sobre sus pensamientos tras estas últimas provocaciones del general oscuro. Desenvainó su espada y se abalanzó contra él para matarlo- ¡¡¡Reality Shi!!! (“Realidad Mortal”)


El hombre de cabellos rojizos estaba dispuesto a acabar aquella guerra en aquel lugar y en aquel momento, pero Teach no se lo iba a poner fácil. El general oscuro solo tuvo que chasquear los dedos para acabar con la confianza y la ira de su rival. Entre el ataque del pelirrojo y el general oscuro se interpuso aquella persona, la que un día fue el capitán de Shanks y que tanto afecto le tenía, tanto que detuvo en seco su ofensiva.


-Tranquilo, general Shanks, no hay porque ponerse nervioso. Solo he venido a hablar con usted y para que no ser desagradecido le he traído este valioso regalo, un recuerdo viviente de la persona que antaño tanto apreció- sin duda, la maldad de Teach no tenía fin y estaba claro que aquella “conversación” iba a ser de todo menos eso- Venga, baja el arma que ya te he dicho que solo quiero tener una conversación cordial contigo sobre cómo va el tiempo o sobre como tengo pensado vencerte.


La presencia de aquella persona malvada solo ponía en peligro las esperanzas de salvaguardar el castillo. Tal era su aura oscura que hizo pasar desapercibido el humo violeta que comenzó a introducirse en la habitación.


Mientras, de regreso a la batalla de Ace, Sabo y Luffy contra los cuatro grandes militares de Inglaterra, las tornas habían cambiado desde que Nami les entregará la carta del triunfo, la debilidad de sus enemigos.


13:55 p.m. Base de los Acantilados Invertidos, frente este del Castillo Saint Michel.


Naginata Rasetsu! (“Alabarda Rakshasa”)- Shirohige atacó con su arma, el bisento, y creó una onda capaz de producir numerosos temblores en la tierra.


Moeru Ryusoken! (“Garra del Dragón”)- Sabo agarró el bisento con sus dedos y lanzó la onda de choque hacia un lugar donde no hubiera nadie.


-No está mal hijo, eres digna pareja de mi Ace- le dijo Shirohige al rubio capitán- Pero con eso no te bastará para protegerlo.


-Gracias, señor Newgate, pero eso es algo que haré sí o sí, se lo aseguró- la determinación de Sabo no tenía lugar, era realmente sorprendente. Ya fue notable cuando aguanto todas aquellas torturas mientras estuvo apresado en la cárcel aliada únicamente con el fin de volver a ver a Ace.


Genkotsu Ryuusenigun! (“Pilas de Estrellas Fugaces”)- Garp comenzó a lanzar balas de cañón con sus propias manos y en dirección a donde se encontraba su hijo.


-¡Sabo, no te distraigas!- le gritó Ace al ver un peligro inminente sobre su pareja- Mierda… ¡Enjomo! (“Red Ardiente”)


Ace creó una pared de fuego que hizo explosionar las balas antes de que impactaran en su rubia pareja.


-¿No eras tú quien tenía que protegerme?- preguntó Ace a su pareja para picar a éste.


-Jejeje, me alegro de que tú me cubras la espalda- dijo Sabo mientras miraba sensualmente al conde de Glasgow como si lo estuviera devorando con sus ojos pervertidos.


-Alto ahí, no tengo ganas de ver situaciones acarameladas de mi hijo- Garp no se hacía muy a la idea de ver a su hijo con otro hombre, a pesar de que ya lo sabía desde hacía largo tiempo.


-Hay que acostumbrarse a los nuevos tiempos, Garp- contestó riéndose el antiguo conde de Glasgow después de contemplar la romántica escena de su hijo- No sabe la alegría que tengo de volver a ver a mi hijo feliz.


-Lo entiendo- en ese momento, se pasaron todos los sentimientos de dolor de cuando se enteró que supuestamente su hijo había fallecido en combate.


Inicio del Flashback. Ciudad de Londres, hace cinco años en la casa de Garp.


-¡¡¡Vete, lárgate vejestorio de mierda!!! ¡¡¡Fuera de mi vista!!!- una voz femenina vociferaba fuertemente contra aquel marine- Por tu culpa… todo ha sido por tu culpa…


-No lo niego… debía haberlo protegido más, debía haberle instruido mejor, debía…- la furia y el llanto del viejo marine estaban tan entrelazados que distinguir uno de otro era ya imposible. Ambos aparecían a la vez, empañándole el rostro con lágrimas y culpando a si mismo de todo. Estaba tan frustrado y dolido que de un puñetazo rompió la mesa de madera donde se estaban a comer los tres juntos, como una familia- ¡¡¡Debía haber sido un mejor padre, joder!!!


Tras decir estas últimas palabras y como un acto reflejo, Curly Dadan que así se llamaba la madre de Sabo, abofeteó a su marido.


-¡¡¡Márchate y no vuelvas hasta… hasta que te mueras!!!- la madre de Sabo, aparentemente de carácter temperamental pero de corazón bondadoso y afable no pudo aguantar la pérdida de su hijo y ver a su marido, quien era el ejemplo a seguir de su hijo, allí como la viva imagen de la institución que dejó morir a su hijo le era imposible de soportar.


Sin decir nada, sin reprochar, sin coger ni una sola muda ni un recuerdo Garp se marchó de su casa y no volvió jamás. No era que no quisiera regresar, ni que tampoco dejará de amar a su mujer pero la culpa y la pena sobre la pérdida de su hijo que, día tras día lo atormentaban, no iba a dejar a que Dadan superara la muerte de Sabo y mucho menos iba a recuperar la felicidad en esa familia.


Fin del Flashback.


Aquellos recuerdos del pasado hicieron que Garp tomara una decisión.


-¡Hijos, va siendo hora de que pongáis fin a nuestra era! Estos abuelos ya pueden cruzar tranquilos a la otra vida- dijo Garp a los dos muchachos sin arrepentirse de una sola palabra.


-Estoy de acuerdo. El simple hecho de volveros a ver ya es un milagro concedido y no queremos atormentar más vuestras vidas. Tenéis que dejar marchar a vuestros padres y vivir la vida que deseáis- Shirohige se unió a la decisión de su viejo amigo.


Otōsan!- Ace no podía contener las lágrimas ante tal petición formulada por su padre tan estimado. Sin embargo, allí estaba el rubio para brindarle el apoyo necesario.


-Ace, sé que es difícil pero tenemos que hacerlo, incluso nuestros padres lo han pedido- Sabo parecía mucho más dispuesto a entender la petición y a intentar hacérsela entender a su pareja. Al final, Ace asintió y decidió que aquello era la mejor opción.


-Pero me temo que nuestros cuerpos no os lo van a poner fácil… ¡Shima Yurashi! (“Sacudida a la Isla”)- en tremendo temblor comenzó a sacudir el suelo bajo el que se encontraba. Varias rocas de la cima del acantilado y del monte donde se hallaba el castillo comenzaron a caerse. Sin lugar a dudas, fue un terremoto que hizo mover la isla entera a modo de despedida del gran Shirohige.


Ryusoken: Ryu no Ibuki! (“Puño de Garra del Dragón: Aliento del Dragón”)- Sabo clavó sus cinco dedos en el suelo y produjo tal temblor que el ataque de su suegro se contrarrestó- ¡Vamos Ace! ¡Ryu no Kagizume! (“Garra del Dragón”)


-¡Sí!- contestó Ace mientras sus lçagrimas no dejaban de salir.


Gekotsu Meteor! (“Puño Meteoro”)- Garp se lanzó para frenar el ataque de los dos jóvenes con su puño pero ya era demasiado tarde, la fuerza del terremoto que había creado Sabo no le dejaba avanzar y, además, ambos estaban atrapados entre las llamas que estaba creando Ace.


Enkai: Hibashira! (“Orden de las Llamas: Pilar de Fuego”)- una columna de fuego abrasador detuvo el paso de los dos militares y cuando esta se apagó, surgieron Sabo y él de entre las llamas e introdujeron la sal en el cuerpo de sus padres- ¡¡¡Adiós, padre!!!


-No te preocupes hijo, has hecho lo que debías- mientras el alma de Newgate abandonaba su cuerpo, éste sonreía e intentaba traspasarle esa alegría a su hijo.


-¡¡¡No sabes cuánto me alegro de ver que estás vivo, Sabo!!!- ahora era Garp quien no podía contener el llanto de felicidad mientras se despedía de su hijo- Antes de desaparecer debo ir a un sitio, ella necesita saberlo.


-¡Sí!- contestó el capitán rubio quien había caído en el mundo de las lágrimas y los llantos por la despedida. Tras esto, ambos militares desaparecieron.


Actualmente. Londres, Inglaterra, en la casa de la familia de Sabo.


-Eso huele que alimenta- se escuchó una voz tras la mujer de anaranjados cabellos. Dadan, que estaba preparando estofado para comer se volteó y se quedó atónita al ver a la figura que tenía frente a ella. Tan sorprendida estaba que no podía ni hablar- Recuerdo que era la comida favorita de Sabo, espero que le guardes- el marine se acercó aún más a su esposa y le dijo- Nuestro hijo vuelve a casa.


Tras estas palabras, los ojos de Dadan se empaparon en lágrimas. Pero solo pudo decir una cosa.


-Gracias…- le contestó la mujer quien apenas podía hablar tras oír aquella feliz noticia. Después de escuchar esa palabra de agradecimiento, Garp pudo partir hacia el otro mundo y desapareció delante de su esposa.


De regreso al frente bélico de Saint Michel, hubo una mujer que había presenciado atentamente toda la pelea entre padres e hijos y no era otra que la ex capitana del escuadrón de los exiliados, la señora Tsuru.


-Garp-san…- se limitó a decir la anciana al ver como desaparecía su compañero, otra vez.


-No es momento para distraerse, capitana Tsuru- una voz masculina la sacó de sus pensamientos, y esa voz pertenecía a Crocodile un antiguo subordinado de la capitana. Pero el hombre de arena no dijo aquello para que la mujer se centrara en la batalla. Él conocía el dolor que albergaba la capitana en su corazón y, por ese mismo motivo, decidió que debía ayudarla- Recuerde que tiene una familia que proteger.


Tras oír aquellas palabras, la capitana se sintió mucho mejor. Sin embargo, no sentaron tan bien a otro de los hombres que había resucitado.


-¡¿Familia?! ¡¿Has encontrado una familia, Crocodile?!- el joven rubio que cubría su aspecto bajo unas gafas de sol se había quedado totalmente descompuesto y desconcertado tras escuchar aquellas palabras- Responde Croco-boy si no quieres acabar muerto.


-Ya lo estoy- respondió en seco el dirigente de los países arábicos- Si formo parte o dejo de formar parte de una familia es algo que no te incumbe.


Sin embargo, escuchar aquellas duras palabras sacó el demonio que Doflamingo llevaba escondido en lo más profundo de su interior.


-¡¡¡Yo era tú única familia!!! ¡¡¡No necesitabas a nadie más!!! ¡¡¡¿Acaso no juré serlo cuando éramos pequeños?!!! No debes pertenecer a nadie más, solo a mí- Doflamingo agarró de las ropas a Crocodile- Tú me perteneces, Crocodile.


-¡¡¡Me abandonaste!!!- de un manotazo, el hombre de arena apartó a aquel individuo de encima de él-¡¡¡Me abandonaste de pequeño y te volviste a marchar cuando estalló la guerra!!! Me dejaste tirado cuando más lo necesitaba. Te odio, Doflamingo.


-¡¡¡Calla!!! ¡¡¡Cállate!!!- el rubio comenzó a abofetear incesantemente al otro hombre- ¡¡¡Te abandoné porque ya no me necesitabas!!! De pequeño lograste ganar la fuerza necesaria para llevar tu organización y tu país y, luego, cuando nos volvimos a encontrar en la Alianza me tratabas de forma horrible y como si ni me conocieras. ¡¡¡¿Sabes acaso el dolor que pasé con todo eso?!!!


-¡Lo hice porque te fuiste, porque me dejaste solo después de haberme prometido que serías parte de mi familia!- los sentimientos de ambos chicos estaban a flor de piel y era el arma que usaban para librar su batalla del corazón- Me dejaste y te convertiste en su ser despreciable, capaz de hacer cualquier barbaridad con tal de satisfacerte, incluso casi violaste a un pobre joven inocente. Pero todo eso es mi culpa… porque no fui capaz de retenerte conmigo, ni siquiera lo intenté las dos veces que tuve la oportunidad. Ahora lo entiendo, Doflamingo, yo debo pagar por lo que te hice, solo así tú podrás descansar en paz.


-¡¿Acaso eres idiota o qué te pasa?! Yo decidí irme, yo decidí convertirme en ese ser que tanto odias, yo…- de repente, el tono de voz agresivo y sin remordimientos del que antaño fuera el hombre más despreciable y malvado de toda la ciudad neoyorquina, cambió- Yo decidí crear una familia tal y como tú soñaste y no he decidido culparte ni quiero que tú te culpes. Ya hemos sido idiotas por muchos años, ¿no crees? Es hora de cambiar y aceptar lo que cada uno somos, lo que cada uno sentimos.


-Pero la culpa sigue estando ahí…- dijo cabizbajo el hombre que manipulaba la arena a su voluntad pero que no podía manipular sus sentimientos ni los de la persona que amaba.


Doflamingo no supo como seguir. Era cierto todo lo que había dicho, él era el monstruo y no Crocodile y ahora no podía borrar lo que era y en lo que se había convertido. Ya jamás podría estar con Crocodile, ni siquiera en  la otra vida. Mientras el rubio se resignaba, llegó la solución que buscaba en forma de puños.


-¡Gomu Gomu no Bullet! (“Gomu Gomu no Bala”)- Luffy estiró sus dos brazos con los que pegó a Doflamingo y a Crocodile un par de puñetazos en sus caras-¡¡¡¿Podéis dejar de decir estupideces?!!! ¡¡¡Los dos sois un par de idiotas!!!


-¡Cállate niño malcriado, no te metas en lo que no te concierne!- le contestó furioso Crocodile al príncipe después de recuperarse del golpe.


-Me meto donde me da la gana- Luffy respondió sin tapujos, sin pensárselo dos, tal y como él era- ¡¿Qué si abandonos, que si traiciones y reproches, que si os habéis convertido en lo peor?!! ¡¡¡Eso son tonterías!!! No estáis viendo lo que realmente es la verdad.


-¡¿Qué quieres decir?! ¡La vida no es tan fácil, chico! ¿Acaso no te lo enseñé ya?- preguntó el rubio de gafas de sol quien estaba cabreándose por lo que aquel chico les estaba diciendo a la cara.


-¡Sabes, ahora que sé todo esto me da igual que intentarás hacerme eso! Te perdono- Luffy, finalmente, se había enfrentado a sus miedos y los había vencido sobre todo gracias a la ayuda y el apoyo de su pareja- Ninguno de los dos estáis viendo lo obvio, que todo lo que habéis hecho es por el otro, para protegerlo. Doflamingo, tú te apartaste de Crocodile cuando vistes que ya no necesitaba tú ayuda por qué no querías hacerle que volviera al mismo estado en el que te lo encontraste. Y tú, Crocodile, te negaste a aceptar el mal que había en el interior de Mingo, siempre has creído en él y siempre has continuado queriéndole, ¿es así, no?


Ambos hombres escucharon atentos aquellas palabras. Sin duda, aquel joven inexperto e inocente les había dado una lección de vida mucho mejor que cualquier otra persona. Todo lo que había dicho Luffy era verdad y, hasta ahora, ninguno de los dos no se había dado cuenta.


-Si de verdad queréis estar juntos, debéis luchar, porque eso es lo que hacen las parejas que se aman, al menos eso es lo que he aprendido durante este tiempo que he amado a Torao- el rubor en las mejillas del príncipe era notable al pronunciar el nombre  del hombre que amaba.


-Croco-boy, ¿crees que sea eso posible?- Doflamingo, por primera vez en su vida tenía miedo, miedo de que ese deseo de estar juntos que había vuelto a aparecer en su interior después de escuchar al joven, desapareciera.


-Si algo me ha enseñado mi familia es que de verdad existen las segundas oportunidades- contestó Crocodile a la vez que estaba avergonzado después de revelar sus sentimientos- Aunque no nos merezcamos esa segunda oportunidad, deseo con todas mis fuerzas tomarla.


-Siempre has sido un niño muy caprichoso, Croco-boy, jajaja- Doflamingo por fin se rindió a sus sentimientos. Ya lo había decidido, quería volver a estar con Crocodile, quería que su amor se consolidara, lo deseaba.


Suu Sōru! (“Chupar el Alma”)- de repente, los cuerpos de Crocodile y Doflamingo se quedaron inertes y, más tarde, se desplomaron en el suelo sin vida en ellos.


-Pero ¡¡¡¿qué has hecho?!!! ¡Ellos se estaban volviendo a dar una oportunidad!- Luffy gritó desesperado ante la persona que había absorbido la vida de aquellos dos.


-Chico, eres muy presuntuoso al pensar que todo el mundo se merece una segunda oportunidad. No siempre triunfa el amor en esta vida. Escucha a esta mujer que tiene el triple de años y experiencia que tú- entre los cuerpos de los dos hombres estaba ella, la capitana de grisáceos cabellos, Tsuru- Si quieres ir de casamentero por la vida es tu decisión, pero no vayas engañando a la gente con falsas palabras y promesas que no se van a cumplir.


-¡¡¡Cállate!!! ¡¡¡Yo soy dueño de mi vida y hago con ella lo que quiera!!! ¡Devuélveles la vida a esos dos!- Luffy se había enfurecido por las acciones de la capitana. Pero Tsuru no se estaba andando con chiquitas. Se acercó al joven y lo agarró por la barbilla.


-Joven príncipe, le recuerdo que ya estaban muertos y los muertos no pueden amar- el rostro de Tsuru asustó al joven-¡Suu Sōru! (“Chupar el Alma”)


La capitana intentó volver a utilizar esa técnica con el príncipe, pero éste no estaba dispuesto a dejarla hacer lo que quisiera.


Gear Secando: Gomu Gomu no Jet Axe! (“Segunda Marcha: Gomu Gomu no Hacha Jet”)- Luffy se apartó de la capitana estirando sus pies hasta el suelo y elevándose hacia el cielo, desde allí, atacó de nuevo- ¡Gomu Gomu no Hanabi! (“Gomu Gomu no Fuegos Artificiales”)


Tekkai! (“Cuerpo de Hierro”)- la capitana fortaleció todo su cuerpo como si fuera hierro. De este modo, el daño de las patadas y puñetazos de aquella lluvia de golpe se hacía realmente insignificante- ¡Tendrás que ponerte más serio, muchacho, si deseas derrotarme!


-¡Te aseguro que lo haré! ¡Busoshoku Haki! (“Haki de Armadura”)- el brazo de Luffy comenzó a ponerse gris oscuro como el color del hierro- ¡Gomu Gomu no Red Hawk! (“Gomu Gomu no Halcón Rojo”)


Aquel puño estaba cubierto en llamas y tenía la fuerza de una maza de hierro. Tsuru decidió protegerse de nuevo con su armadura, pero de poco iba a servir. La fuerza del ataque de Luffy era mucho mayor que la protección de la capitana y el ataque impactó de lleno en su cuerpo, encendiéndolo consigo.


-Ya veo… eres un joven muy interesante y fuerte. Me recuerdas a dos miembros de mi familia, jajaja- mientras Tsuru decía aquellas palabras y su cuerpo se restauraba, su mente pensaba en Zoro y en Sanji- Le puedo hacer una pregunta, joven príncipe, ¿por qué no ha usado la sal que le ha sido otorgado? Con ella ya me habría derrotado.


-¡¡¡No lo haré hasta que les devuelvas la vida a esos dos!!!- la determinación de Luffy si era grande y hacia cualquier cosa, aunque fuera peligrosa, por aquello que creía.


-Jajajajajaja, sin duda eres igual a ellos, jajajaja- la capitana no pudo detener sus carcajadas tras escuchar aquellas palabras- Venga, ven aquí con todas tus fuerzas. Derrótame y salvarás a aquellos dos, te lo prometo.


Tsuru abrió los brazos para indicarle a su adversario que se enfrentará de cara a ella y Luffy aceptó el desafío.


-Entonces ya no tendré que contenerme ¡Gear Third! (Tercera Marcha”) ¡Gomu Gomu no Elephant Gun! (“Gomu Gomu no Pistola Elefante”)- los brazos de Luffy se volvieron gigantes y negros, impregnados de esa fuerte Haki de armamento y de sal. Estaba claro que deseaba derrotar de una vez a la capitana.


-Eso sí que es difícil de detener, pero no imposible ¡Kurīningu Gōkei! (“Limpieza Total”)- un gigante de armadura fue creado por Tsuru. Aquel gigante tenía la peculiaridad de estar compuesto de elementos de la limpieza como un casco con el cubo de fregar, brazos de escobas y piernas de mochos, etc.


La confrontación entre ambos poderosos ataques tuvo lugar. Aunque la fuerza del gigante limpiador era sobrenatural, no pudo ante los puños recubiertos de Luffy y fue derrotado. De igual forma, el ataque impactó contra la capitana Tsuru de lleno.


-Siento haberle dicho aquellas palabras, joven Luffy, era la única forma de hacerlo pelear con todas sus fuerzas…- dijo Tsuru ante el atónito Luffy mientras comenzaba a desaparecer- Ahora sé que dejo en buenas manos al mundo. No desista nunca en luchar por el amor, joven, es el arma más valiosa que uno puede tener.


Tras decir estas últimas palabras de ánimo, el alma de la capitana Tsuru abandonó su cuerpo y regresó al lugar al que pertenecía. Instantes después, los cuerpos de Doflamingo y Crocodile volvieron a moverse.


-¡¿Qué ha pasado aquí?!- se preguntaba Doflamingo tras lo ocurrido.


-¡Maldita Tsuru, no podía haber usado otro método! Si tanto quería que la derrotarán yo mismo lo habría hecho- Crocodile estaba un poco enfadado porque Tsuru había actuado sola sin pensar en nadie.


-Le prometo que nunca lo haré, señora Tsuru- dijo aquellas palabras mirando el cadáver de la capitana- Chicos, me alegro de veros. Ahora, tomaros esta sal y dejar de darme complicaciones ya podéis amaros en la otra vida.


-Ni hablar- dijo rotundamente Crocodile- Ahora nos toca disfrutar de nuestra vida juntos, aunque estemos muertos. ¿Verdad, Doffy?


Pero cuando Crocodile se giró para mirar al hombre que amaba, vio algo espantoso. El rostro de Doflamingo había cambiado, mejor dicho, había vuelto a adoptar su apariencia monstruosa y eso suponía un gran peligro. Crocodile se acercó para ver que le ocurría.


-Doflamingo, ¿Qué te pasa? ¿Te encuentras bien?- pero Crocodile no recibió respuesta. En lugar de eso, recibió un ataque a quemarropa del que consideraba su amor.


-¡¡Apártate!!!- le gritó Luffy pero ya era demasiado tarde.


Break White! (“Olas Furiosas de Hilos Blancos”)- todo alrededor de Doflamingo se convierto en hebras que conformaron una ola y atacaron de frente a Crocodile, destrozándole el cuerpo entero. Por suerte, él estaba muerto y gracias a la técnica de resurrección podía restaurar su cuerpo mientras no le atacarán con sal.


-¡¡¡Doflamingo, maldito, ¿porque me atacas?!!!- Crocodile agarró de las solapas de la camisa a Doflamingo y le empezó a zarandear mientras le gritaba.


Goshikito! (“Hilo de Cinco Colores”)- Doflamingo creó cinco hilos salientes de sus dedos con los que cortó los brazos de Crocodile y se liberó de sus brazos.


-Me temo que él ya no es dueño de su mente- dijo Luffy mientras se acercó junto a Crocodile.


-Entonces… tendré que derrotarle yo mismo- Crocodile había tomado su decisión y, aunque fuera dura para él, era lo que debía hacer.


Mientras transcurría esta dura contienda, en un lugar muy cercano a donde se encontraban, la capitana de rosados cabellos estaba atrapada en su propia jaula. Había decidido enfrentar a su hermana pero eso no era tarea sencilla y, por ahora, las cosas no estaban a su favor.


Bubble Master: Wāru Pūru! (“Maestra de las Burbujas: Torbellino”)- Kalifa atrapó a su hermana en medio de un remolino de burbujas de las cuales no podía escapar. Era irónico que unas meras burbujas pudieran capturar a la maestra de las jaulas pero el poder de éstas, el de absorber la fuerza del contrincante, estaba haciéndolo realidad- Hermana, no deseo verte sufrir pero debes hacerte más fuerte, de lo contrario, no me ganarás.


-Kalifa nee-chan…, siempre he querido preguntarte una cosa…- a Hina le costaba hablar debido a las burbujas que la rodeaban- ¿Te infiltraste en la Alianza para impresionar al capitán Aokiji que tanto amabas?


-Acaso no te he respondido ya a esa pregunta. Mi única motivación para hacer eso fuiste tú- contestó la chica de rubios cabellos y traje ajustado- Siempre has sido mi hermana menor, la persona que debo proteger a toda costa. Es cierto que le debemos mucho a la armada inglesa, ellos nos acogieron cuando nos abandonaron nuestros padres de bebes. Pero ellos nunca estarán por encima de ti, nunca. Decidí ir para que tú no fueras, no deseaba verte pasar ese calvario, Hina.


-Kalifa nee-chan…- las lágrimas comenzaron a brotar en los ojos de la pelirosa. Podía pensarse que era agua proveniente de las burbujas que la retenían, pero no era así. Era el más puro sentimiento convertido en gota de agua- Eres la mejor hermana que pudiera haber tenido ¡Sword Ori! (“Espada de Jaula”)


Hina creo un par de barrotes de hierros que empuñaba en sus manos. Dijo aquellas palabras y se clavó un de los barrotes en la mano por la que comenzó a brotar sangre.


-Hina, ¡¡¡¿qué haces?!!!- la hermana de la capitana se asustó al ver como Hina se dañaba a ella misma.


-He encontrado una forma para derrotarte, hermana. Si tuviera agua podría deshacer en un instante tus burbujas, pero no la tengo. Por eso mismo debo de usar un sustito y lo único que te a mi alcance es la sangre- Hina manchó los barrotes con el líquido rojo y después cortó las burbujas del torbellino para liberarse- Además, que es este sufrimiento comparado al que tú has tenido que pasar.


-Hina…- dijo Kalifa mientras su hermana preparada el que consideraba su ataque final.


-Adiós, Kalifa nee-chan… ¡Pinkuma no Ori! (“Jaula del Demonio Rosa”)- del suelo comenzaron a brotar unos hierros que se lanzaron en la dirección donde se encontraba la rubia.


Awatsukai Sekkenyō! (“Maestra de las Burbujas: Oveja de Jabón”)- Kalifa se cubrió con una capa de burbujas en forma de oveja que le hacía parecer la mar de ridícula.


Pero de nada le bastó ya que los barrotes de Hina parecían tener vida propia como si en ellos portaran sus sentimientos. Los hierros apartaron las burbujas y fueron aprisionando a Kalifa desde los pies hasta la cabeza. Cuando estaba totalmente cubierta, fue dividida en varias partes después de que los hierros la separaran como si una flor abriera sus pétalos. La característica del ataque que lo hacía letal es que la sangre de Hina, que había impregnado todas sus jaulas, estaba rociada con sal por lo que le hacía imposible la escapatoria a su hermana.


-Gracias por haber sido parte de mi familia- Hina se arrodilló frente al cadáver de su hermana, se quedó en silencio durante un minuto a modo de oración y se marchó.


Al mismo tiempo que la capitana de rosados cabellos vencía a su hermana, sus dos compañeros de la armada inglesa intentaban averiguar una incógnita que les rondaba la cabeza desde hace un largo tiempo. Smoker y Aokiji habían atrapado al capitán enemigo Bastille después de que éste lanzara un ataque contra el castillo.


-¡¿Qué era ese ataque?!- interrogaba Smoker al capitán enmascarado ya que le preocupaba que la fortaleza fue destruida. Pero Bastille se negaba a hablar y Smoker se cabreaba aun más- ¡Más te vale hablar si no quieres recibir una de mis torturas!


-¡Smoker!- le gritó el general a su subordinado- Suéltalo. Solo falta que lo mates antes de que pueda decirnos algo.


-Ya está muerto, Kuzan, ¿qué más le puede pasar?- le preguntaba el de grisáceos cabellos al otro- Déjame emplear mi White Torture para hacerle hablar.


-Está bien- Kuzan se resignó. En otro momento, se hubiese negado rotundamente a torturar a sus enemigos pero las circunstancias de hoy lo hacían necesario- Pero no seas demasiado duro


-Confía en mí, antes de que te des cuenta estará cantando como un pajarillo- dijo Smoker mientras se reía- ¡White Torture! (“Tortura Blanca”)


Smoker creó una nube de humo que comenzó a introducirse por las fosas nasales de Bastille. El humo blanco fue atravesando cada rincón del cuerpo del capitán enemigo, incluyendo estómago, pulmones y sobre todo, la zona del cerebro. Fue allí donde tenía lugar la tortura, ya que el humo afectaba a los nervios del cerebro y le producían un fuerte dolor de cabeza a Bastille.


-¡¡¡Para, para, ya bastaaaa!!!- Bastille gritaba agonizante de dolor- ¡¡¡Para, por favor, hablaré, te diré lo que sea pero para!!!


-Empieza a decirnos que era lo que has lanzado contra la fortaleza- le respondió Smoker sin dejar de emplear su humo en el interior de Bastille.


-¡¡¡Era una lanza, aaa, con una cápsula en su interior, qué… qué guardaba una nube tóxica!!!- Bastille contestó a la pregunta que le había sido formulada mientras se retorcía de dolor.


-Mierda… es peor de lo que yo me imaginaba- dijo el capitán de los puros tras escuchar aquella información- ¿Qué vamos a hacer Kuzan?


-De momento, nada. No podemos ir a ayudarles, tenemos que seguir luchando aquí en el frente- aunque le hubiese gustado ir a ayudar, Aokiji había tomado la que consideraba como mejor opción- Hay personas muy fuertes allí dentro, estoy seguro que detendrán la nube venenosa. Sin embargo, ahora tenemos que seguir con el interrogatorio. Aún nos queda saber lo que vinimos a buscar.


-Cierto…- de la misma forma se encontraba Smoker que su general, con ganas de ir al rescate pero sin poder hacerlo por lo que decidió continuar el interrogatorio- Te acuerdas de nosotros, ¿no? Te vencimos en combate, en la batalla que tuvo lugar en la ciudad de Verdún al noroeste de Francia. Allí nos dijiste algo antes de morir, ¿lo recuerdas?


-Os di las gracias- respondió Bastille quien ya se había calmado después de que Smoker deshiciera su método de tortura.


-Exacto, pero ¿por qué? ¿por qué dar las gracias a las persona que te dieron muerte?- preguntó Aokiji quien estaba intrigado por averiguar la verdad.


-Ese día, al igual que hoy, yo no era yo… es decir, no era dueño de mis actos…- reveló Bastille mientras los otros dos escuchaban atentamente- Por lo que tengo entendido, la armada oscura tiene entre sus filas poderosos individuos con habilidades fuera de lo normal.


-¿Qué tipo de habilidades? No es que nos vayan a sorprender después de todo lo que hemos visto pero…- preguntó Smoker al capitán enemigo.


-No solo está el general Teach con su capacidad de devolver a la vida a los muertos, sino que cada uno de sus subordinados más cercanos son unos monstruos. Y, entre ellos, está él, el “Sheriff Demoniaco”, Laffitte.


-¿El hombre alado que atacó la reunión del Reverie?- preguntó el general Aokiji recordando aquella fatídica reunión.


-Ese mismo. Su poder se complementa perfectamente con el de su general ya que ambos forman una combinación letal- respondió el capitán enemigo- Ese hombre tiene la habilidad del control absoluto de la mente. Los seres revividos por Teach tienen un defecto y es que mantienen cada uno de sus pensamientos y recuerdos, pero para eso está Laffitte. Con él, borrar todo rastro de amabilidad o cualquier otro sentimiento es muy sencillo. De esta forma, crea los soldados más letales e indestructibles del mundo.


Smoker y Aokiji se quedaron callados ante tal revelación. Que un solo hombre ejerciera ese poder de control resultaba la mar de peligroso pero no había tiempo para asustarse. Al general inglés le vino a la mente la otra pregunta que quería hacerle a su enemigo.


-En Verdún, usted nos entregó la vida de aquel muchacho y nos dijo que era la clave, ¿qué significa eso?- preguntó Aokiji quien no había sonsacado nada de información del chico desde que lo habían apresado.


-Se refiere al capitán Drake, ¿no? Era la puta personal del general Akainu, tenerla capturada en vuestro bando significaba una buena carta de triunfo y de negociación- Bastille continuó proveyéndoles de información.


-Pero eso ahora ya es irrelevante, la Alianza fue derrotada cuando se ganó la guerra- intervino Smoker para puntualizar aquel detalle.


-Sin embargo, todavía desconocemos el estado y el paradero del general Akainu a sí que cualquier información es buena- añadió Kuzan quien si estaba conforme a las noticias recibidas.


-Me parece que ya no tengo nada que contarles, no sé nada más que les sea de provecho- dijo Bastille- Si me permiten pediros este favor, desearía que acabarías con mi vida. No quiero ser más un estorbo en su lucha.


-Como guste- Smoker se acercó a Bastille y le entregó un poco de sal que éste no dudó en introducírsela en su cuerpo.


-Ha sido un placer conocerle, usted es un capitán con una visión del mundo más allá de la que tiene su propio bando- Kuzan dijo estas palabras mientras veía morir por segunda vez al capitán Bastille. Después, miró al castillo y dijo- Seguro que se encuentran bien, son fuertes. Smoker, ahora debemos continuar, esta batalla aún no ha acabado y la información que nos ha sido comunicada puede ser de vital importancia.


Ambos militares habían logrado su objetivo de llegar hasta la información. Pero ninguno de ellos se esperaba lo que estaba próximo a acontecerles. Mientras tanto, el pelirrojo aguantaba sus instintos asesinos en la Takara.


 


-¡¡¡¿Qué estás diciendo de vencerme?!!!- preguntó alarmado Shanks de cara a las recientes provocaciones por parte del general oscuro- ¡¿Acaso has venido a burlarte de mí, Teach?


-Para nada, general Shanks. Es más, le doy mi enhorabuena, jamás pensé que vuestros combatientes duraran tanto- Teach felicitó a su adversario de manera sarcástica- Pero eso está por acabar. Como iba diciendo, yo solo he venido aquí para conversar un poco con usted. Hábleme más de este hombre, del hombre legendario.


-¡¿Por qué estás haciendo esto, Teach?! ¿Qué buscas?- Shanks devolvió la pregunta con otra para evitar contestarla.


-No le voy a negar que tengo mis motivos, claro está. Pero tampoco tengo porqué contártelos. Además, siendo usted un hombre sabio intuyo que ya sabe por dónde van los tiros- respondió Teach sin llegar a revelar nada- Pero, no le he escuchado responder a mi pregunta.


-No pienso contarle nada- Shanks se negó rotundamente ante la petición de su temible adversario.


-Entonces, me imagino que tampoco querrá ver como esta persona que le es tan preciada, sufre- amenazó el general de la armada oscura segundos antes de apuntar con una pistola al hombre que recibía por nombre Gold D. Roger- Decídase general, habla o le vuelo los sesos.


-Da igual que le hagas daño, él…él ya está muerto- respondió Shanks sin estar totalmente convencido de su respuesta.


-De acuerdo, si lo desea así, así será- Teach disparó a Roger un tiro en la pierna. Shanks gritó al ver como éste había quedado herido y estaba sangrando.


-¡¡¡Para!!! Voy a hablar- Shanks se resignó a acatar las normas del juego que estaba estableciendo su enemigo- Roger fue la persona que guio mi camino hasta lo que soy ahora. Sin él, mi vida hubiese seguido siendo igual o más miserable que lo era. Me rescató y me llevó a vivir aventuras inimaginables. Él era mi capitán y daría mi vida con tal de ayudarlo.


-Pero en lugar de eso, él dio la suya para salvar a sus subordinados y a su familia- añadió Teach haciendo que esas palabras sentaran como un tiro al pelirrojo.


-Aun así, ahora tengo la oportunidad para no volverle a fallar- contestó Shanks- Además, fue él quien me encomendó la misión de derrotarle, general Teach, y así haré.


-Un hombre realmente sabio y fascinante- dijo el general de origen alemán tras oír las palabras del de rojizos cabellos- Se adelantó a los acontecimientos y elaboró una línea del destino para destruirme. La pena es que haya sido todo en vano.


-Para nada. Él me dio fuerzas para luchar y lucharé. ¡Explosive Reality! (“Realidad Explosiva”)- Shanks desenvainó su espada y lanzó un ataque contra Teach como si su espada fuera explosiva. Sin embargo, cuando el general fue cortado en dos comenzó a desaparecer.


-Todos tus esfuerzos son en vano. Ya deberías saber que en realidad yo no estoy aquí, ni tampoco tu capitán, recuerda quien es el dueño de las ilusiones- dijo Teach mientras desaparecía- Mis subordinados y yo regresamos ya para preparar los preparativos para el final de nuestro plan. Nos veremos en Raftel para la batalla final, sí que no muere antes, general. Por cierto, le dejo otro regalito, mire hacia arriba.


Tras decir estas últimas palabras, la ilusión de aquellos dos cuerpos desapareció. Después, Shanks miró hacia el techo y vio aquella nube de polvo tóxica. Su cara se alarmó y decidió ir a ver qué era lo que ocurría. No obstante, no estaba claro si iba a llegar antes de que algo malo ocurriera.


Mientras, un nuevo peligro se cernía sobre el frente este. Cuatro bestias gigantes tenían entre la espada y la pared a dos jóvenes chicas y a un animal.


-Da igual que prediga cuáles serán sus próximos ataques si la fuerza de ellos siempre acaba por darnos- la chica de oscuros cabellos, flor roja sobre el pelo y vestido cubierto por una capa rosa estaba agitada y superada por el formidable enemigo que tenía delante- Domino, espera, ahora iré a rescatarte.


Sin embargo, aquellas cuatro bestias, conocidas como las Bestias Minos, estaban desbocadas y dispuestas a hacer cualquier atrocidad. Sin duda, la vida de aquellas chicas estaba por peligrar si no cambiaban las cosas en aquel lugar.

Notas finales:

Bueno, que os ha parecido? os ha gustado? Espero que sí. Nos vemos en el siguiente capitulo.

TO BE CONTINUED =)


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