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Mi One Piece. Regreso al mar de la realidad por albert2822

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Notas del capitulo:

Hola a todos y a todas, aquí les dejo un nuevo capítulo de esta historia. Espero que OS guste y ya sabéis, los comentarios son bien recibidos. 

Ilusión Decimosexta. Un segundo


14:11 p.m. Base de los Acantilados Invertidos, frente este del Castillo Saint Michel.


La familia, uno de los quebraderos de cabeza más grande que puede tener el ser humano. Una unidad de individuos ligados por un parentesco genético o por un enlace institucional/eclesiástico como puede ser el matrimonio, puestos para guiar a la persona en las distintas fases de su vida hasta el final de sus días. Porque una cosa es clara, la familia es algo de lo que no escapar, puedes repudiarla e incluso rechazarla, pero eso no significa que desparezca el vínculo de sangre que tienes con ellos.


En este caso, la familia Montblanc estaba ligada incluso más allá de la muerte. La tensión se palpaba en el ambiente desde que el tío, Montblanc Cricket, había hecho acto de presencia. Tanto su hermano como su sobrino lo odiaban por todo el dolor que les había causado. Pero era innegable que todavía era parte de la familia.


-¡¿Tío Cricket, qué haces aquí?!- preguntó el joven marqués de hermoso rostro cuyo nombre era Cavendish- ¡¿No nos causaste suficiente dolor ya?!


-Sigues siendo igual de iluso, sobrino. Yo no pedí estar aquí, os recuerdo que vosotros me matasteis- respondió el tío encarando la arrogancia de su joven sobrino de rubios cabellos- Pero desaprovechar esta oportunidad sería de idiotas. Si puedo hacerte daño, lo haré, tenlo claro.


-Por encima de mi cadáver- intervino Montblanc Noland, padre de Cavendish y hermano de Cricket.


-Siempre haciéndote el gallito, hermano- contestó Cricket quien no se amedrentaba ante las provocaciones de su adversario- Te daré el gusto de no matar a tu hijo. ¡Ya lo matarás tú por mí, jajajaja! ¡Demonic Puppet! (“Marioneta Demoniaca”)


Una sombra tenebrosa salió del cuerpo del tío rubio y fue a parar hasta donde se encontraba su hermano. Aquel ente maligno se introdujo dentro de Noland y se adueñó de él. Aumentó su fuerza, su agresividad y sus ganas de sangre a imagen y semejanza de los oscuros deseos de Cricket.


Second Expedition: Traps! (“Segunda Expedición: Trampas”)- Noland atacó poseído por los sentimientos sedientos de venganza que su hermano le había implantado en su cabeza desde la suya. Atacó sucesivamente a su hijo con dos dagas, una en cada mano, sin darle tiempo a protegerse produciéndole pequeños cortes pero en gran cantidad.


-¡¡¡Papa, para, soy yo, tu hijo!!!- el hijo le imploraba al padre que se detuviera, pero éste ni lo escuchaba, no podía.


Third Expedition: Discovery! (“Tercera Expedición: Descubrimiento”)- Noland tiró las dos dagas y empuñó una gran espada de hoja afilada para atravesar el cuerpo de su hijo y quitarle la vida.


Barrier Body! (“Cuerpo de Barrera”)- una barrera protectora cubrió todo el cuerpo de Cavendish, haciendo que los ataques del padre de éste no le tocaran. El salvador, claro está, el peliverde de cresta de gallo- ¡Aunque seas su padre, no dejaré que le pongas una mano encima a mi hermosa pertenencia!


-Bartolomeo…- Cavendish se quedó sin palabras ante la resolución de su pareja.


-Entonces eres tú el que se queda desprotegido, hijo-baka… ¡Ancient Power: Bilka! (“Poder Antiguo: Bilka”)- una lanza de rayos electrocutó el cuerpo de Bartolomeo. Aquella lanza pertenecía a su padre, Calgara- Te he estado observando y solo puedes crear y mantener uno de tus ataques a la vez. Si has decidido proteger a tu pareja, lo pagarás con tu vida.


-Me da igual pagar ese módico precio con tal de saberlo. Es la persona más importante que hay en mi vida- respondió Bartolomeo mientras era torturado por los golpes electrizantes del arma de su padre.


-Mira que siempre pensé que ibas a acabar con Desire, con lo loquito que estabas por ella cuando eras pequeño- dijo Calgara mientras continuaba su tortura.


-Las personas cambian, padre. Aunque algunas son la excepción- está última frase la dijo Bartolomeo encarándose contra su padre y todo lo que le había hecho en el pasado.


-Como me encanta este panorama, jajajaja- Cricket presenciaba gustosamente la escena de pelea entre padres e hijos.


-Tú bien lo has dicho, Bartolomeo, las personas cambian. Pienso dejar de ser la persona que deba ser protegida. Ahora seré yo quien te proteja- Cavendish se había levantado con ganas de pelear y salvar lo que más apreciaba- Y lo haré aunque tenga que pasar por encima de toda mi familia. ¡Biken: Zan t-Exupéry! (“Espada Hermosa: Príncipe Estelar”)


El ataque de Cavendish, que se elevó por los aires para atacar con su espada Durandal, estaba dirigido a su tío, pero su padre se interpuso en medio.


Fourth Expedition: Flight! (“Cuarta Expedición: Huida”)- Noland se puso de escudo para proteger a Cricket, el hombre que lo estaba controlando como una marioneta. Estaba dispuesto a sacrificarse como un soldado de retaguardia, pero su hijo ya había tomado su decisión y no iba a cambiarla.


Ambos ataques impactaron, pero gracias a la barrera que todavía portaba el rubio más joven salió victorioso. Noland cayó al suelo y su cuerpo perdió su alma gracias a la sal que había empleado su hijo en su ataque.


-Entonces, el siguiente serás tú, padre- dijo Bartolomeo mirando a su padre a la vez que deshacía la barrera con la que protegía a su pareja- ¡Bari Bari no Crush! (“Bari Bari no Choque”)


-¡No te dejaré, aún te quedan muchas cosas que aprender en la vida, hijo! ¡Ancient Power: Skypiea! (“Poder Antiguo: Skypiea”)- unas gigantescas alas salieron de la espalda de Calgara y rodearon todo su cuerpo para defenderlo. El choque de barrera de Bartolomeo se enfrentó a la coraza alada de su padre. Ninguno de los dos estaba dispuesto a dejarse ganar, pero había uno que lo deseaba con más fuerzas.


-¡¡¡Lárgate de mi vida de una vez, viejo!!! ¡¡¡Déjame ser feliz con la persona que amo!!!- gritó Bartolomeo justo antes de subir la potencia de su ataque para flanquear la barrera alada de su padre y destruirla. Calgara fue derrotado y su hijo le vació gran cantidad de sal en su cuerpo- Me aseguraré de que no vuelvas a la vida, viejo.


-Mierda, ¡¿Cómo han podido vencerlos así de fácil?!- dijo Cricket quien estaba a punto de saltar de los nervios.


-¡¿Cómo, te preguntas?! Gracias a la fuerza de nuestro amor- Cavendish y Bartolomeo juntaron sus manos como una escena romanticona en la que de fondo salen corazones rosas palpitando y florecillas resplandecientes- Ahora, es tu turno.


-No os deja…-pero Cricket no pudo acabar de hablar cuando algo le ocurrió.


Shōnyūseki Ishi! (“Estalactita de Piedra”)- un gran pico de tierra bajó del cielo y atravesó el cuerpo de Cricket, destruyéndolo al instante ya que estaba cubierta de agua marina. Después, un hombre robusto, de pelo oscuro y un par de cuernos en su cabeza, cayó del cielo y se plantó frente a los dos jóvenes.


-¡¿Quién eres tú?! ¡¿Por qué has hecho eso, qué nos vas a hacer a nosotros?!- preguntó Bartolomeo asustado. La presencia de aquel sujeto hacía temblar los cuerpos de los dos chicos. Su aura intimidante producía una gran tensión en los dos quienes temieron por su vida.


-Vine a detener a vuestro tío. Debí haber actuado antes de que sus actos fueran más allá- dijo aquel fortachón mientras bebía de una garrafa de sake que se había sacado del bolsillo del pantalón. Tras decir estas palabras, pegó un saltó y se fue. Los dos chicos respiraron aliviados, pero todavía estaban preocupados por la identidad de aquel hombre y por lo que podría causar con su fuerza.


No muy lejos de allí pero más adentrados entre las filas de soldados enemigos se encontraban dos chicos que las circunstancias de la batalla les había hecho trabar una amistad.


Arm Magnetic! (“Brazo Magnético”)- un brazo gigante, formado por una pila de objetos metálicos se abalanzó sobre los Soldados Cerberos. Una treinta de ellos salieron volando tras recibir el ataque- ¡Tiemblen ante mi poder, panda de insectos!


-No es momento de alardes, Eustass- le regañó su pelirosa acompañante momentos antes de preparar su ataque- Todavía quedan muchos enemigos por derrotar ¡Doriru! (“Taladro”)


Sus piernas lanzaron unas potentes patadas que impactaron en los torsos de la milicia enemiga, haciendo caer a más de una veintena de ellos.


-Has derrotado menos que yo, Shuraiya, no eres digno de darme órdenes- le contestó Kid a su compañero sin andar con reparos. Pero poco le duró su arrogancia. Solo hasta recibir una colleja de su amigo y una nueva reprimenda.


-Algunos tenemos cosas importantes que hacer en esta guerra- Shuraiya se encaró contra la pésima actitud que había adoptado el pelirrojo- Estoy seguro que ella está aquí. Es mi única oportunidad de salvarla. Tengo que pedirte un favor, Eustass.


-Vale, vale, pero primero cálmate y vigila tu defensa ¡Metal Ball! (“Bola Metálica”)- Kid protegió a su amigo de un par de soldados enemigos que le iban a atacar por la espalda.


-Gracias- no tuvo más remedido que agradecer al otro por salvarle- Escucha.


El pelirrojo y el de rosados cabellos estuvieron conversando unos instantes mientras el segundo formulaba su petición. Kid escuchaba atentamente e incrédulo las palabras de su amigo y cuando éste acabó, dijo.


-¡¿Tú estás loco?! ¡¿Cómo me pides que haga algo así?!- Kid no estaba conforme con el encargo recibido ya que parecía que algo no andaba bien con él- ¡¿Tanto deseas recibir muerte?!


-¡No voy a morir! No hasta que la salve a ella. Se lo debó y debo cumplir la promesa que le hice a un viejo amigo- contestó determinado Shuraiya mientras se posaba en su mente el recuerdo de dos personas, aquella que tenía que salvar y aquella que ya salvó-Por favor.


-De acuerdo, pero iré contigo- respondió Kid quien no le quedó otra que acatar la petición de su decidido amigo.


-¡No! Iré yo solo, no puedo poner en riesgo la vida de otra persona por algo que yo debo hacer- el pelirosa se negó rotundamente a lo propuesto por el de rojizos cabellos- Además, tú debes ir donde quieres estar. Hace rato que llevas preocupado por una persona ¿no es así? Ve con él, protégelo. Cada uno que proteja lo que cree que es importante para él.


Eustass Kid se quedó callado unos segundos reflexionando sobre lo que estaba hablando Shuraiya. Es cierto que en sus pensamientos no dejaba de aparecer él y que su preocupación era máxima. Pero eso no justificaba dejar a un amigo de lado.


-Confía en mí, soy más fuerte de lo que tú crees- Shuraiya apoyó su mano sobre el hombro del pelirrojo. Era un simple gesto, el necesario para aportar a Kid la confianza que necesitaba para tomar aquella decisión.


-Está bien…- acabó por resignarse Eustass- Pero aunque sea tan fuerte tu resolución, no mueras. Estoy seguro que ella deseará lo mismo.


-Lo mismo digo, amigo- le contestó Shuraiya y después ambos se abrazaron en un cordial gesto de amistad.


-De acuerdo, prepárate por que las cosas se pondrán algo moviditas- alertó Kid mientras acumulaba fuerza en su siguiente ataque- ¡Street Debris! (“Calle de Escombros”)


El suelo comenzó a retumbar, no a causa de un fenómeno de la naturaleza, sino al cambio de campo magnético que estaba teniendo lugar. Todos los objetos metálicos a un kilómetro a la redonda comenzaron a flotar en el aire. Después se lanzaron con gran velocidad contra el suelo, formando un muro a ambos lados de un camino que llegaba hasta la cima de los Acantilados Invertidos y que no podía ser flanqueado por ninguno de los enemigos. En definitiva, Kid había creado un camino directo  hacia la boca del lobo.


-Muchas gracias, te debo una- contestó riendo Shuraiya al ver como su amigo había hecho lo que le había pedido- Me marchó. Deséame suerte.


-Suerte- respondió el pelirrojo quien estaba exhausto después de haber empleado semejante potencia en su última ofensiva. Tras esto, Shuraiya comenzó a correr por el camino seguro que le había sido creado. Tan cansado estaba el pelirrojo que no pudo detener a los dos sujetos que se colaron en el camino a gran velocidad para alcanzar al de rosados cabellos.


-¡¡¡Cuac, cuac, cuac!!! ¡¡¡Hi, hi, hi!!!- dos sonidos de animal se escucharon cuando estos alcanzaron a Shuraiya. El chico miró a los lados y vio a Carue y a Matsuge, las mascotas del general, dirigiéndose a la misma dirección que él y con el mismo objetivo, salvar lo que más les importaba, en concreto, una joven pelirosa recién secuestrada. Carue le hizo señales a Shuraiya para que se subiera encima de él e ir más rápido. Tras aceptarlo, los tres avanzaron gran parte del camino hasta que alguien se interpuso en él.


Cien Fleur: Wing! (“Cien Flores: Alas”)- una joven de oscuros cabellos entrecruzó sus brazos y creó unas alas que le hicieron volar. Cuando volvió a tocar el suelo, se paró delante de los otros tres.


-¿Eres Nico Robin, verdad? ¿También has venido a ayudarnos?- preguntó el de rosados cabellos a la chica, pero esta no respondió, simplemente atacó.


Mil Fleur: Campo de Flores! (“Mil Flores: Campo de Flores”)- Robin hizo brotar en el camino diez manos gigantescas formadas por una gran cantidad de brazos pequeños. Estás manos comenzaron a aplastar a Shuraiya y a los dos animales.


-¡¿Robin, porqué nos has traicionado?!- preguntó el de rosados cabellos tras reponerse después del golpe recibido.


Aquella traición inesperada suponía unas terribles consecuencias para lograr la victoria contra el Oscuro. Además del poder devastador que alberga cada uno de los Mugiwaras en su interior y que podrían hacer temblar a la tierra de miedo, ahora les habían arrebatado una pieza clave como era Robin.


De regreso al frente este, lugar donde se albergaban las grandes batallas contra las viejas bestias del mundo, dos asesinos luchaban contra su maestro. Irónicamente, aquellos dos criminales estaban protegiendo a la reina arriesgando su propia vida en ello.


Aramis! (“Aramis”)- Spandam desenfundó su sable y atacó a sus dos antiguos subordinados. Pero aquel corte no era normal, la espada del hombre de rostro cubierto estaba impregnada de aceite que se prendió e incendió el arma.


Tekkai! (“Cuerpo de Acero”)- Jabra se protegió cambiando la dureza de su cuerpo como si fuera acero.


-¡Idiota, no hagas eso!- el hombre de perilla negra y sombrero de copa llamado Rod Lucci regañó a su compañero- ¡¿Qué crees que pasará si te toca ese fuego?! Saldrás ardiendo aunque tengas tu coraza.


-Siempre fuiste el más astuto, Lucci, pero ya es demasiado tarde- Spandam estaba detrás del chico de coleta larga de nombre Jabra. Con el arma, dañó el dorso del hombre con un profundo tajo con quemaduras en los alrededores. Jabra comenzó a quejarse de dolor después de recibir el golpe. Sin embargo, Spandam estaba dispuesto a rematar la faena que había iniciado. De nuevo atacó a Jabra con su espada y con el mismo ataque, pero ya se sabe que la misma estrategia no suele funcionar dos veces.


Geppo! (“Pasos a la Luna”)- Lucci comenzó a caminar por el aire, cogió a su compañero y lo salvó del ataque de su antiguo jefe.


-Da igual que escapéis por el aire. Ahora tengo vía libre para atacar a la reina, jajaja- reía complacido Spandam mientras fijaba el ángulo de su espada en dirección a donde se hallaba su majestad- ¡Porthos! (“Porthos”)


La espada de Spandam comenzó a alargarse para llegar hasta su objetivo, la reina Vivi. Mientras, en el aire, los dos chicos estaban discutiendo.


-No necesitaba ser salvado, y menos por ti. Puedo protegerme yo solito- el hombre de larga coleta refunfuñó después de recibir ayuda por parte del otro- Bájame para que acabe con ese de una vez.


-Cómo quieras- Lucci soltó en el aire a su compañero y se dirigió a salvar a la reina- ¡Rankyaku! (“Pierna Tormenta”)


Desde el cielo, Lucci lanzó con su pierna un corte que desvió la dirección de la espada del hombre enmascarado. Gracias a esto, la reina Vivi fue salvada ya que apenas podía entretenerse en cubrir sus espaldas cuando tenía a su padre delante dispuesto a matarla.


-¡Gracias!- le gritó la reina inglesa al asesino volador. Luego, volvió a mirar a su padre, el rey emérito Cobra- No quiero herirte, padre. Probaré a usar esto. ¡Miwaku no Kosui Dance! (“Danza Cautivadora de Perfume”)


La reina peliazul sacó de sus ropajes dos frascos de perfume que empezó a esparcir por el aire. Aquel olor llegó hasta el rey, quien quedó aturdido y desorientado.


-Ahora es la mía- Vivi se abalanzó con el saco de sal hasta su padre. Podía hacer que dejará de sufrir, y sin necesidad de luchar, por lo que no estaba dispuesta a perder la ocasión.


Kingu Sabaku! (“Rey del Desierto”)- una tormenta de arena disipó todo aquel perfume que había en la atmosfera. Tras ella, unos enormes y musculados brazos apresaron el cuello de la reina y comenzaron a oprimirlo.


-¡¡¡Padre, para…padre!!!- los gritos de súplica de la hija no llegaban a los oídos del padre. La mente y el cuerpo del rey Cobra estaban totalmente controlados por el ejército enemigo, y cada segundo que pasaba acercaban a Vivi hacia la muerte.


Rokuogan! (“Armas de Seis Reyes”)- los brazos de Lucci se posaron sobre el rey Cobra y comenzaron a hacerle presión. Más tarde, se creó una onda expansiva que lo mandó a volar y salvó a la reina de una muerte segura-¿Se encuentra bien, majestad?


-Sí, gracias de nuevo. Lo que ustedes están haciendo por mí no tiene precio- dijo agradecida la reina mientras recuperaba el aliento- Pero yo debo acabar con esto, ustedes tienen sus asuntos y yo los míos. No puedo depender siempre del resto.


Tras decir estas palabras, la reina Vivi se marchó en la dirección a donde había salido volando su padre. Lucci, por su parte, decidió regresar a su contienda, quien ahora la estaba peleando su compañero.


Porthos! ¡Porthos! ¡Porthos!- Spandam asestaba varios espadazos con sus ataques, pero ninguno de ellos daba en el blanco gracias a la técnica que había desarrollado Jabra.


Kami-e! (“Hoja de Papel”)- el cuerpo de Jabra se movía con una fina hoja de papel balanceándose con la brisa del viento. Gracias a esto, podía esquivar todos los ataques de su ex jefe, y aprovechar sus huecos para contraatacar- ¡Shigan! (“Bala de Dedo”)


El dedo de Jabra perforó el estómago de Spandam. Al enmascarado no le quedó otra que retroceder y pensar en algo nuevo. De esta forma, y aunque su cuerpo se restaurase, no iba a ganar la batalla.


-No quería usar esto, pero… me veo en la obligación. ¡Funkfreed! (“Espada Elefante”)- el sable del representante húngaro se transformó en un fiero elefante que podía cambiar a su antojo entre espada y animal- ¡Chikara Zou: Hōn Zōge! (“Poder Elefante: Cuernos de Marfil”)


La bestia blanca invocada por Spandam tenía una gran velocidad. Tal era esta, que el pobre Jabra no pudo esquivar su demoledor trompazo donde recibió dos cornadas en el pecho.


-¡¡¡Jabra!!!- gritó Lucci desde la lejanía al ver como aquel era atacado de esa forma. Cuando estuvo cerca, se aproximó al de coletas y le observó la herida- Joder… esto tiene mala pinta.


Lucci, cabreado, iba a golpear el suelo con todas sus fuerzas, pero el malherido Jabra se lo impidió.


-Aún estamos en medio de una batalla, recuerdas- dijo Jabra mientras escupía sangre por su boca- Yo estaré bien, ve y acaba con esto de una vez, Lucci.


Tras escuchar aquellas palabras, Lucci dejó a Jabra recostado sobre el suelo y se marchó. Su corazón no quería irse de su lado, pero el de coleta tenía razón, debía poner fin a esta batalla. Antes de acabar, Lucci miró a Spandam. Una mirada penetrante, intimidante, como la de una bestia antes de cazar a su presa. Spandam se quedó inmóvil, asustado, sabía que había cabreado al hombre que no debía enfadar, pero ya era demasiado tarde.


Hyōkiba! (“Colmillo del Leopardo”)- Lucci salió volando hasta donde se hallaba el elefante. Posó la palma de su mano en el vientre del animal, e instantes después un agujero de un metro de diámetro había perforado el cuerpo del animal de lado a lado.


-¡Funkfreed!- gritó Spandam al ver como su mascota era cazada por aquella bestia de sombrero de copa. Pero poco le duró el pensamiento de dolor cuando su cabeza se desprendió de su cuerpo tras ser separada.


Urutsume! (“Garra del Lobo”)- Jabra se había levantado para matar a su agresor y así hizo. Se había espolvoreado un poco de sal en la mano y ahora estaba haciendo su efecto, quitando a Spandam la posibilidad de restaurarse y enviándolo de regreso a la tumba.


-¡¿Tú no estabas malherido?!- le preguntó Lucci al ver que estaba su amigo de pie. Pero cuando éste iba a responder, sus piernas le fallaron y comenzó a desplomarse cuando fue recogido por los brazos del de sombrero de copa.


-No quería que te llevarás tu todo el mérito…-respondió Jabra ya en los brazos de su compañero.


-Tonto…- Lucci miró a los ojos cerrados del hombre que portaba en brazos y posteriormente se acercó a sus labios para darle un tímido beso que produjo una sutil sonrisa en el rostro del de coleta.


-¡¿Ustedes son pareja?!- se sorprendió la reina Vivi al ver a los dos chicos besarse- No sabía que el código de los asesinos aceptara tener relaciones.


-Por eso dejamos de serlo- respondió Lucci a la joven- Pero, ¿usted que hace aquí? ¿Qué hay de su pelea?


Vivi separó sus manos y se pudo vislumbrar un puñado de cenizas en sus manos.


-Debo regresar esto a palacio, allí es el lugar donde debe descansar un rey- dijo la reina mientras una gota de agua empapó el montoncito de cenizas que portaba- Estoy preocupada por mi hermano, debo ir a verle. ¿Podrían cuidarlos? Son muy importantes para mí.


Vivi señaló a su mano y al cuerpo fallecido de su pareja que estaba recostado en una de las rocas.


-Como guste- el asesino no puso ningún impedimento. De esta forma, la reina pudo marchar tranquila hacia donde se encontraba su hermano Luffy.


Los dos jóvenes se quedaron resguardando los restos de aquellas personas importantes de la reina. Mientras, en un lugar muy cercano a donde había acontecido la última batalla, dos de los resucitados luchaban más allá de la muerte.


Nekozaemon! (“Digimon Gato XD”)- un gigantesco gato, mal dibujado, cobró vida después de ser dibujado por el pincel que portaba el capitán Kanjuro- ¡Ataca, Nekozaemon!


El no lindo gatito se abalanzó con sus fauces al cuello del contrincante de su amigo. Con gran habilidad para el escape, Kin’emon pudo salir airoso de la trompada del gato.


-¡Tú puedes Nekozaemon!- Kanjuro, desde la retaguardia, comenzó a animar al gato como si fuera una animadora, con pompones y todo- ¡Dame una N, dame E, dame una Q, eh… Vamos Nekozaemon!


Sin embargo, Kanjuro no estaba hecho para ser una cheerleader. Mientras, Kin’nemon estaba comenzando a cabrearse debido a la batalla tan absurda que estaba librando frente a su amigo y subordinado.


-¡¡¡Kanjuro!!!- le gritó el de tupé negro a lo samurái cosa que hizo ponerse rígido al adversario.


-¡¿Sí, mi general?!- a Kanjuro se le habían puesto los huevos por corbata. Conocía desde hace tiempo a su general y sabía que cuando estaba enfadado era recomendable alejarse de él, por lo que optó por esconderse sobre el regazo del gato que había invocado.


-¡Sal de ahí y no te escondas!- tras recibir este nuevo grito, Kanjuro apartó al gato y salió a dar la cara frente a su rival. De este modo, Kin’emon podía proseguir- ¡Tomate la lucha como algo serio! ¡Me juego mucho en esto y no pienso entretener con tonterías de las tuyas! Siento mucho que murieras protegiéndome, pero ahora debo proteger algo que es muy importante para mí y no dudaré en pasar por encima de ti.


-Lo entiendo, mi general Kin’emon. Hagamos de esta lucha un acto honorable. ¡Vamos, Nekozaemon, da todo tu potencial!- de nuevo, Kanjuro mandó a su gatito domado a que atacará al general, pero ahora parecía que iba más en serio, o al menos era lo que parecía en un principio- ¡Nuke Suzume! (“Gorrión de Escape”)- Kanjuro dibujó un pájaro, igual de mal dibujado que el resto de animales, y se subió en él- Mientras esta distraído con Nekozaemon, yo huiré. No soy capaz de luchar contra mi general.


Al ver que su amigo y compañero decidió huir de la contienda, la ira se apoderó de Kin’emon. Todo su cuerpo se envolvió en llamas, casi provenientes del mismo infierno, que intimidaban a cualquier que lo viera en ese estado.


-¡¡¡KANJURO!!! ¡Kitsunebiryu: Fire Split! (“Estilo del Zorro de Fuego: División de Fuego”)- el fuego abrasador que revoloteaba alrededor del cuerpo del samurái se volcó de lleno en su espada. Con gran habilidad, cortó por la mitad al gato y lo hizo desaparecer. Posteriormente, lanzó su espada flamígera hacia Kanjuro, quemándolo tanto a él como a su pájaro. Finalmente, se acercó a recoger su arma y cuando estaba restaurándose el cuerpo de su amigo y rival, le vacío un puñado de sal para liberarlo, por fin, de la batalla- Lo siento mucho amigo, pero debo ir a salvarlo. ¡¡¡Espérame Momonosuke!!!


Después del grito de guerra del samurái, éste se marchó hacia el centro de la batalla y en dirección al campamento enemigo. Su objetivo estaba claro y su enemigo también. Mientras tanto, un abatido Crocodile intentaba devolver la razón a su tan querido Mingo. Sin embargo, los poderes de la armada oscura eran mucho mayores y cualquier esfuerzo del hombre de arena era en vano.


-¡¡¡Escúchame, Dolfamingo, soy yo!!!- Crocodile zarandeaba al rubio para hacerlo entrar en razón. Pero nada.


Itonoko! (“Segueta”)- y como si se hiciera oídos sordos a las palabras de Crocodile, Doflamingo le atacó con sus hilos cortándole una de las piernas.


-¡¡¡Maldito seas, joder!!!- Crocodile cayó al suelo mientras se restauraba su pierna. Sabía que no podía detenerle, su condición de revivido le impedía atacar a uno de los suyos. No obstante, tenía que hacer algo, pero qué- ¡Joder, después de todo lo que hemos pasado, Doffy… tanto dolor y sufrimiento… ahora que por fin podíamos estar juntos aunque fueran solo unos minutos…joder…! ¿Por qué no puedes vencer al hombre que te controla y volver conmigo? Por favor…


Las lágrimas comenzaron a brotar por los ojos oscuros del hombre de arena. Gotas de agua causadas por el dolor y la frustración que sentía al ver que era incapaz de hacer algo para ayudar a la persona que amaba. Pero mientras estaba a punto de ser consumido por la desesperación, un ápice de esperanza alumbró su camino.


-No te rindas aún- una voz masculina, inocente pero decidida, se escuchó por detrás del hombre- Si de verdad deseas salvarlo, no debes rendirte. Aún puedes hacer muchas cosas, yo mismo puedo ayudarte.


-¡¿Príncipe Luffy?!- Crocodile se quedó atónito al ver que aquel pequeñajo estaba dispuesto a ayudarle- Pero usted debe odiarle, debe odiar a Doflamingo.


-Hoy he comprendido que a pesar de todo, no era una mala persona. Simplemente no se le dio la oportunidad de estar con la persona que amaba, por eso, ahora me gustaría dársela- dijo Luffy con una cara risueña—Me gustaría que ambos encontrarais la felicidad.


-Gracias…- el pobre Crodile solo tenía palabras de agradecimiento hacia qué persona de buen corazón- Pero, ¿cómo voy a ayudarle? No puedo liberarle del control, ni siquiera puedo luchar contra él. Y quien sabe, en cualquier momento puedo atacarte a ti.


-Por eso no te preocupe, yo puedo protegerme a mí mismo. Y sobre lo otro, tú ya tienes la respuesta- le dijo Luffy dejando intrigado al otro hombre- Antes has conseguido atacar si empleabas tus técnicas sin un objetivo en concreto, es decir, debes usar tus ataques de arena para acabar con ambos, conmigo y con él.


-¡¿Por eso es una locura?! Te mataré…- contestó Crocodile gritando tras escuchar la propuesta de pelea del otro joven.


-Ya te he dicho que no debes preocuparte por mí. Tú solo tienes que encargarte de salvar a la persona que amas- todas aquellas palabras del joven príncipe acabaron convenciendo a Crocodile.


-En ese caso…- pero cuando Crocodile iba a decir algo, Doflamingo retomó la ofensiva.


Tamaito! (“Bala de Hilo”)- un montón de hilos lanzados como si fueran una ametralladora, comenzaron a impactar en el cuerpo de los dos hombres.


-En ese caso… ¡Desert Girasole! (“Remolino del Desierto”)- con la palma de su mano, Crocodile creó un remolino de arena que desvió los hilos. Sin embargo, a su vez, atrapó al pobre Luffy en medio de la tormenta.


Gear Third: Hone Fuusen! (“Tercera Marcha: Hueso Globo”)- el cuerpo entero de Luffy comenzó a hincharse como si fuera un globo. Después, disipó la tormenta de arena que Crocodile había creado y atacó- ¡Gomu Gomu no Gigant Pistol! (“Gomu Gomu no Pistola Gigante”)


Los brazos hinchados de Luffy golpearon con fuerza a los dos individuos que seguían en el suelo, tanto a uno como al otro.


-Pero ¡¿qué haces?! ¿por qué me atacas a mí?- preguntó alterado Crocodile mientras él y el rubio se restauraban.


-Quid pro quo, ¿no?- dijo Luffy mientras se desinflaba y caía de nuevo al suelo.


-Cierto es, entonces, ¿qué tal esto? ¡Ground seco! (“Tierra Seca”)- Crocodile comenzó a secar todo lo que tenía a su alrededor y lo convirtió en polvo. Ese polvo conformó unas arenas movedizas que se tragaron tanto a Luffy como a Doflamingo- ¡Desert Spada! (“Espada del Desierto”)


Ahora, el hombre de arena cortó por la mitad las arenas movedizas e hirió a los dos chicos que habían quedado atrapados.


-Esta vez te has pasado- le dijo Luffy enfadado cuando consiguió recuperarse del ataque.


-Lo siento- le respondió Crocodile aunque con la boquita pequeña.


Parasite! (“Parásito”)- Doflamingo creó un hilo que se adhirió al cuerpo de Crocodile y comenzó a controlarlo.


-Mierda, ¿qué es esto? No puedo actuar con mi propia voluntad- contestaba agitado el hombre tras ser atrapado por las hebras de Mingo- Luffy, huye ¡Desert Encierro! (“Encierro del Desierto”)


Crocodile agarró el cuello del joven príncipe y comenzó a secarle el cuerpo por completo. Le estaba despojando de toda el agua que mantenía su cuerpo para poder vivir y apenas le quedaban segundos antes de ser mandado al mundo de los muertos. Pero Luffy no estaba dispuesto a caer aquí, debía regresar sano y salvo junto a su amado, tal y como le había prometido.


-¡¡¡Gear Fourth!!! (“Cuarta Marcha”) ¡¡¡Gomu Gomu no King Kong Gun!!! (“Gomu Gomu no Cañón King Kong”)- el cuerpo entero de Luffy se cubrió de una armadura negra además de agrandarse como un  globo. Después, sus dos brazos comenzaron a crecer y golpearon con furia a los dos chicos devolviendo sus almas al lugar que les corresponde ya que ambos puños estaban envueltos en sal- Ale, ahora ya podéis estar juntitos, aunque sea en el infierno.


-¿Joven príncipe, conoce usted la verdad sobre Trafalgar Law?- una voz masculina se escuchó por detrás de Luffy. Aquellas palabras dejaron totalmente confuso al joven de risueño aspecto. ¿Qué si conocía la verdad de Law? ¿Cuál? Él siempre había sido muy reservado y misterioso sobre su pasado. ¿Qué podía ser tan malo para que aquel hombre lo supiera? Mil y una preguntas se posaron en la mente del príncipe. Pero de nada servía hacérselas a sí mismo, debía averiguar la verdad y aquella persona parecía saberla.


14:11 p.m. Unidad Médica, interior del Castillo Saint Michel.


Sin embargo, en aquella sala había una persona que estaba dispuesta a darlo todo para detener la nube gaseosa que los estaba aniquilando. Bueno, en sí esto no es correcto porque aquel individuo no era una persona aunque semejanzas no le faltaban.


-Doctorina…gracias… gracias por haberme recogido cuando estaba solo, por cuidarme y enseñarme medicina, gracias por estar ahí cuando más lo necesitaba…le debo la vida a usted y al doctor Hiruluk… y estoy muy agradecido por volvernos a encontrar aunque sea una última vez- el joven reno no podía contener las lágrimas que se desprendían incesantes de sus oscuros ojos. Sabía qué estaba haciendo y qué era lo que iba a hacer, pero no podía dejar de sentir todas y cada una de aquellas emociones y, sin duda, hoy se sentía más humano que nunca-  ¡¡¡Gracias por ser mi familia, Doctorina, Dr. Hiruluk!!!


-¡¡¡No, Chopper, no lo hagas!!!- la doctora, todavía convaleciente, intentó parar al animal que lo consideraba como su hijo, pero no pudo. 


La determinación del animal, dispuesto a salvar a sus amigos costara lo que costara, le condujo a tomar una drástica decisión. La decisión de morir por ellos.


Guard Point! (“Transformación Protectora”)- el pelaje de Chopper comenzó a crecer a una velocidad increíble. Todo su cuerpo se volvió una masa redonda y peluda que prácticamente ocupada todo el espacio de la sala. Entre las lágrimas de la doctora, siendo consolada por su aprendiz, Chopper comenzó a absorber todo el gas venenoso en su pelo.


-¡¡¡Para, por favor, para…!!!- la doctora suplicaba a su hijo que se detuviera, pero la decisión ya había sido tomada. Law tuvo que agarrar fuertemente a Kureha para que esta no se abalanzara a donde estaba el reno peludo- Chopper, para…


A la pobre médica no le quedaban fuerzas para contemplar el sacrificio de su hijo, ni siquiera podía gritar para detenerle. El reno seguía absorbiendo toda la masa venenosa que deambulaba en el interior del castillo y ya se encontraba a más de la mitad absorbida.


-¡Law, si sigue así, morirá! ¡Por favor, detenlo!- le suplico la doctora a su aprendiz mientras se aferraba a sus brazos a la vez que los empapaba con las gotas de agua que se desprendían de sus ojos- Por favor…


Pero el pobre aprendiz no sabía que hacer. Aunque usará el poder que se le había concedido, al igual que al resto, de nada serviría. Era demasiada cantidad de veneno para curarlo y, por eso, sabía que el destino de Chopper estaba ya predestinado. Solo un segundo más bastaba para que el reno cruzará la línea que separaba la vida y la muerte. Un segundo más hasta ver como la doctora perdía de nuevo a su hijo, hasta ver como la impotencia de Law le hacía perder la confianza en sí podría o no salvar a la persona que más ama en este mundo. Solo un segundo más en el que todo cambió.


Un chasquido se escuchó en la sala y posteriormente la escena de desesperación que estaban contemplando había sido cambiada. La nube venenosa había desaparecido de todo el castillo. En su lugar, dos hombres de tamaño desproporcionado habían aparecido magullados delante de la doctora y aprendiz. Pero lo más importante, bajo los brazos de la doctora se encontraba el reno luchando con sus últimos latidos para sobrevivir.


-¡¿Qué ha ocurrido aquí?!- se preguntó Law al ver como la situación había cambiado en apenas un segundo y sin tener explicación alguna.


-Law… ayúdame… tenemos que salvarlo…- le dijo la doctora mientras señalaba a su regazo donde se encontraba el reno entre la vida y la muerte. Y sin dudarlo, Law le brindó la ayuda necesaria.


-Antes no podía ayudarle, pero ahora puedo salvarle la vida. ¡Equipo mágico activado: Ope Ope no Mi! ¡Room! (“Habitación”)- Law activó por fin su poder.  Creó una gran esfera transparente y cortó en pedazos al animal.


-¡¿Peo qué haces, imbécil?!- la doctora se quedó alucinada y cabreada al ver como su aprendiz trituraba a su hijo en mil trozos.


-Cálmese doctora, esto es parte de mi poder. Si se fija, aunque esté cortado sigue vivo- le señaló Law a su mentora e hizo que esta se quedara más tranquila- Si cortó a Chopper en trocitos muy pequeños podré extraerle todo el veneno que ha absorbido. Pero llevará su tiempo.


-Magellan, imbécil, ya hemos vuelto a fracasar. Teníamos en la palma de nuestra mano al reno que consiguió destruirnos junto a sus amigos. ¿O acaso no quieres vengarte por lo que pasó en la prisión?- le preguntó un hombre de pelo oscuro, abrigo morado y cuyo nombre era Caesar Clown, científico estrella de la Alianza- Con tu veneno y mi gas, el plan estaba a pedir de boca. Pero…


-Cállate Caesar. Me irrita el solo tener que escuchar tu voz… Si se que voy a ser revivido de nuevo contigo, me lo pienso dos veces- contestó el otro hombre que recibía por nombre Magellan, ex alcaide de la Prisión Impel Down, el centro penitenciario más famoso de la desmantelada Alianza- Ponte serio y deja de quejarte. Aún tenemos que derrotar a nuestros enemigos.


Pero antes de que pudieran hablar, el diablo se les apareció delante a aquellas dos personas.


-¡¿Vosotros habéis causado esto?!- la furia hecha persona ser personificó en aqeul lugar. En realidad, aquella ira tenía nombre y era Kureha. Se plantó delante de los dos hombres mientras Law curaba a su hijo y sin terminar de recibir respuesta a su pregunta, atacó- ¡Morfina! (“Morfina”)


Con sus puños como agujas, la doctora golpeó a ambos sujetos a la vez, mandándolos a volar a través de la ventana de la sala. Además, gracias a la sal que le había sido entregada y colocada en sus puños, los dos enemigos regresaron al mundo de los muertos.


-Law, ¿cómo se encuentra Chopper?- tras atacar, la doctora volvió en sí y le preguntó a su aprendiz.


-Su vida ya no corre peligro. He quitado todo el veneno que he podido, pero ahora debe reposar. Será mejor que se quede usted con él, a su lado- y tal y como le dijo Law, la doctora se recostó a un lado de la cama donde descansaba el reno.


Mientras, en uno de los pasillos del castillo muy próximo a donde estaba la unidad médica.


-Sí que pesa usted, señor conde de Gales- la ama de llaves llamada Kikyo cargaba de la nariz puntiaguda a un hombre malherido- Pero me encargaré de ponerle a salvo.


-Siento truncarle los deseos, señorita, pero no puedo dejarle hacer eso- por la penumbra del pasillo apareció una sombra masculina- ¡Silent! (“Silencio”)


Una esfera cubrió todo el pasillo y cualquier sonido dejó de percibirse, ni siquiera la bala del gatillo que apretó el hombre y que atravesó el corazón de Kikyo matándola al instante. Tras esto, la esfera desapareció y el hombre, a quien ya se le podía ver mejor aunque su aspecto era de lo más terrorífico visto en penumbra, se acercó al conde.


-No tengo por qué gastar una bala con usted, señor conde, pronto será enterrado junto al resto del castillo- dijo aquel hombre mientras dejaba atrás al conde de nariz puntiaguda- Ahora se mi disculpa, debo reencontrarme con mi hijo.


Unos minutos pasaron desde que ocurrió esta horrible tragedia. Law y Kureha seguían al cuidado de Chopper mientras arreglaban los destrozos que había en la sala. De repente, un hombre entró a la sala. Su aspecto, la mar de curioso. Abrigo negro de plumas, camisa con corazones rojos, gorro negro que cubría su rubio cabello y lo más distintivo, la cara pintada en especial la sonrisa roja.


-Law-kun, he venido a por ti como te prometí- dijo aquel hombre de rubios cabellos. Cuando los ojos de Law se cruzaron con los de aquel hombre, todos sus pensamientos quedaron turbios y revueltos. No podía hablar, estaba aturdido, confuso e incluso con miedo. Sin embargo, si se atrevió a decir una sola palabra.


-Cora-san…- Law pronunció el nombre de la persona que tenía delante de él.


Calm! (“Calma”)- de nuevo, otra esfera rodeó toda la unidad médica. Era una esfera de calma y ya se sabe que después de la calma viene la tragedia.

Notas finales:

Bueno, OS ha gustado? Ya me comentáis. 

To be continúes=)


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