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Mi One Piece. Regreso al mar de la realidad por albert2822

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Notas del capitulo:

LO SIENTO MUXO, PERO MUXO MUXO. Seguro que me habeís odiado todo este tiempo que no he publicado. Un mes, dios, esto no tiene perdón. Empecé las clases y hasta que retomé la rutina (volver a buscar cual era el mejor rato para escribir) no pude escribir.

Bueno, aquí les traigo un nuevo capítulo que espero que disfruten. Sobre él decir que evoca directamente al primer libro, a los orígenes de la historia y que me ha gustado mucho escribir.

Sobre la historia, decir que en este tiempo que me he tomado he hecho el planning final de los capítulos que faltan (pocos realmente), así que espero no tardar mucho. Se tardó, me dais un toque y me meteis prisa, jajaja.

Bueno, ahora os toca leer el capítulo y espero que la espera haya merecido la pena. Ya sabeis, luego me comentais que eso me hace mucha ilusión... (notesé el chiste, jajaja)

Ilusión Decimoséptima. Bienvenido al cabaret


14:30 p.m. Cima de los Acantilados Invertidos, frente este del Castillo Saint Michel.


Los brillantes rayos de sol típicos del mediodía comenzaban a ser cubiertos por una capa oscura de nubes encapotadas. Sin duda, aquel paisaje parecía la anunciación de un nuevo mal que se acercaba. Ella se encontraba contemplando el cielo. La bruja malvada de este cuento estaba a punto de conjurar su manzana envenenada.


-¡Que belleza! El olor a la pólvora, el color de la sangre tiñendo todo el paisaje, los gritos de angustia, ahhh, todo es placer para mis oídos- Makino se complacía observando la destrucción de la guerra. Se le erizaban los pelos, su corazón comenzaba a latir más rápido y sus instintos más sanguinarios comenzaban a devorarla por dentro- Chaka, Pell, abrir la jaula. Ya es hora de que me una a esta fiesta.


Pell y Chaka, que así se llamaban los dos guardaespaldas de Makino, acataron las órdenes de su jefa. Abrieron la celda y extrajeron de su interior a los tres niños cautivos.


-¡Suéltame, he dicho que me sueltes!- una de las chicas, de nombre Adelle, intentaba forcejear para que la soltarán mientras los otros dos no tenían ni fuerzas para eso. No obstante, todos sus esfuerzos fueron en vano. Los dos guardias portaron a las tres criaturas frente a la bruja. Esta se acercó a uno de ellos, de nombre Momonosuke y le acarició las mejillas.


-Momo, hijo mío, dile a tus amiguitas que se calmen. No os va a pasar nada malo- dijo la bruja malvada ante los tres pequeños- Una madre nunca dejaría que le ocurriera nada malo a su pequeño, ¿verdad?


-¡Tú no eres mi madre!- le contestó el pequeño desconforme.


-Lo soy desde que me casé con tu padre- les respondió la mujer al crio callándolo con aquellas palabras- Bueno, ya está bien de cháchara. Tengo que iniciar el Proyecto D.


-¡No, no lo hagas!- le gritó la pequeña Adelle que estaba preocupada al igual que los otros dos pequeños.


-¡¿Quién eres tú para hablarme así?!- Makino, cabreada, abofeteó a la pequeña y luego se espolsó la mano en su ropa- Da igual, comenzamos. ¡Dragon Force! (“Fuerza Dragon”)


Makino impuso sus manos sobre los tres pequeños y una luz brillante comenzó a rodearlos. Después, solo se escucharon gritos y sollozos hasta que llegaron los rugidos. De la luz comenzaron a sobresalir garras, feroces fauces e incluso alas y, cuando la brillantez desapareció, en el lugar donde se encontraban los tres niños había unas temibles bestias, tres gigantescos dragones.


-¡Adelante mis pequeños, volar y causar la destrucción en este mundo!- tras el grito de la mujer peliverde, los dragones alzaron el vuelo y fueron hacia el frente este.


Hace honor a su nombre, los tres dragones sobrevolaron todo el campo de batalla. Su silueta sobre el cielo asustaba a cualquiera que la viera, además de su fuerza y del fuego que expulsaban por la boca. Llamas que atacaban indiscriminadamente tanto a enemigos como a aliados, les da igual. Su única función era la de causar caos.


Abajo, las gentes de ambos bandos miraban la ferocidad de aquellos animales mitológicos que se creían extintos. Más de una contienda se detuvo para contemplar el poder y la destrucción que dejaban los dragones tras su paso.


-Pero, ¡¿son dragones?! No puede ser, esas criaturas son cuentos de hadas- decía la reina Vivi mientras iba en camino de reunirse con su hermano. La incredulidad de todos ante aquellos animales recién aparecidos se podía notar perfectamente en el ambiente y, su majestad no era la única que la sentía.


El grupo formado por las tres hermanas Boas recién reunidas, Madam Shyarly y la cabaretera Honey Queen contemplaban la destrucción mientras llegaban al bando este para unirse a la batalla.


-Que seres más repugnantes- dijo Hancock tras contemplar a los tres dragones.


-¿Es que solo pienses eso, Hancock?- le preguntó su amiga Shyarly quien estaba más sorprendida de la indiferencia mostrada por su amiga que de la aparición de aquellos seres alados- Recuérdame que si salimos de esta vivas te enseñe un par de cositas sobre cómo actuar en situaciones adversas.


-En cuanto salgamos de esta, podré celebrar mi vida con mi Luffy- dijo emocionada Hancock mientras le salían corazones rosas por detrás de la cabeza y tenía las mejillas sonrojadas a más no poder.


-Ni sueñas tú ni na- le contestó sin reparos Shyarly tras el loco comentario de la chica.


-Apúrense, tenemos que llegar rápido al frente este. Presiento que algo malo va a ocurrir allí- les replicó Honey Queen quien encabezaba la partida.


-Pensaba que la pitonisa aquí era yo- comentó sin más la joven Shyarly.


-¿Qué has dicho?- le preguntó su amiga Boa que no entendía bien el significado de aquel comentario.


-No sé porque lo he dicho, simplemente es lo que me ha venido a la cabeza- contestó confusa la amiga y después prosiguieron su camino hasta el frente este.


Mientras, la destrucción en el campo de batalla se podía palpar con solo verlo. Las bajas de soldados Cerberos se podían contar por millares, los campos arrasados y los bosques incendiados cubrían casi un tercio del terreno e incluso la fortaleza Saint Michel no quedó exenta de ser atacada. Varios de los torreones más altos fueron destrozados por las alas de las fieras y el temblor que estos causaron se pudo notar en toda la fortaleza.


-Llamita, tenemos que hacer algo- dijo una joven de pelo azul que contemplaba la nefasta escena desde una de las terrazas del castillo.


-¡¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?!- respondió un hombre de rojizos cabellos cabreado por el comentario- Pero tienes razón. Tenemos que detener a esas bestias, sino, no quedará mundo que salvar.


-¿Pues a qué esperas, Puzzle?- un tercer hombre intervino en la conversación, de nuevo, replicándole al pelirrojo.


-Joder como estáis hoy los dos. Dejad de atacarme- contestó aún más cabreado Puzzle, el guardián del Fuego- ¡Kuchiyose no Jutsu: Billy! (“Justu de Invocación: Billy”)


Puzzle realizó unos signos con sus manos y, posteriormente, apareció un ave de plumaje electrizante y de color ámbar. Tras esto, Puzzle se subió en él y e indicó al resto que hicieran lo mismo.


-Venga subid, que no muerde. Solo electrocuta si yo quiero, jajaja- dijo entre risas el pelirrojo como si estuviera asustando a sus compañeros por los comentarios que habían hecho anteriormente. Sin embargo, ninguno de los dos se acobardó y subieron sin problemas al lomo del ave.


El ave Billy, que así se llamaba, alzó el vuelo en dirección a donde estaban causando atrocidades los tres dragones. En poco tiempo, se plantó delante de ellos, pero el pobre pajarillo estaba intimidado por la ferocidad de aquellos animales superiores a él.


-¡Aquí estamos viejas bestias milenarias!- gritó el guardián del Fuego a modo de provocación.


-¡Cállate, estúpido! ¡¿Es que piensas cabrearlos?!- le preguntó Izo, el guardia del elemento del Viento- Será mejor no hacerles enfadar y pensar un plan para derrotarles.


-¿Es que acaso tienes miedo, Izo?- le chinchó Puzzle a su compañero cosa que hizo que recibiera una cachetada en toda la nuca.


-Desde luego Puzzle, no tienes remedio- el pelirrojo recibió otra bofetada por parte de la integrante femenina del grupo de los guardianes, la señorita Whitey Bay- Si al menos tuviéramos la fuerza de los cuatro guardianes…


En lo que la Dama del Lago, que así se apodaba la mujer, dijo aquellas palabras, un hombre cayó de cielo a gran velocidad. Se golpeó contra el ala del pájaro y se quedó en el lomo tras desestabilizar al pobre animal y casi lanzar a todos por la borda.


-¡¿Estás loco o qué te pasa?!- la señorita del agua le echaba la bronca al hombre que acababa de aterrizar cuando se dio cuenta de quién era aquella persona.


-Siento haber llegado tarde, chicos- dijo el hombre tras recuperarse del golpe- Y siento haber hecho daño a ti también, pajarillo.


Con una mano acarició al ave para reconfortarlo. Sin duda, su aparición no pegaba nada con sus actos. Un semblante robusto e incluso intimidante, contra una personalidad delicada e incluso tierna. El hombre que todo el mundo esperaba había llegado. La Tierra se había unido a la batalla.


-¡¿Señor Kaido?!- dijo sorprendida la Dama del Lago tras ver a aquella persona.


Cierto, la identidad del guardián de la Tierra y protector del templo Shangrila en situado en el monte Everest era la del antiguo propietario de la Taberna “Las Miel Bestias” donde Nami y el resto de chicos vivieron una aventura algo turbia.


-Ya era hora de que aparecieras, grandullón. Ninguno daba un duro de que vinieras- dijo Puzzle quien se alegró de ver a su viejo amigo- Ahora tendremos que pagarle la apuesta a Shanks. Condenado pelirrojo, si sabía que iba a venir podría haberlo dicho y no hubiésemos perdido ninguno de los tres dinero. Por cierto, ¿dónde coño has estado?


-Pasé una época turbia y luego me fui a meditar a mi santuario, en Shangrila. Pero ya llevo un rato en la batalla. Hace poco salvé a un conde de larga nariz y a un par de tortolitos a quienes les debía un favor, pero eso es otra historia- dijo Kaido a los tres chicos- Bueno qué, ¿devolvemos a estas bestias a su estado de extinción?- dijo entre risas el hombre que recibía por nombre Kaido- ¡Earthy! (“Hada de la Tierra”)


Un hada de colores terrosos apareció en el campo de batalla y envolvió a los tres dragones en una nube de polvo que les impedía ver bien y les reducía la movilidad. Sin duda, ahora que el último guardián había hecho acto de presencia, el plan del pelirrojo Shanks podía llevarse a cabo y, por primera vez en toda la batalla, había una oportunidad de victoria.


14:47 p.m. Base de los Acantilados Invertidos, frente este del Castillo Saint Michel.


Mientras, un nuevo peligro se cernía sobre el frente este. Cuatro bestias gigantes tenían entre la espada y la pared a dos jóvenes chicas y a un animal.


-Da igual que prediga cuáles serán sus próximos ataques si la fuerza de ellos siempre acaba por darnos- la chica de oscuros cabellos, flor roja sobre el pelo y vestido cubierto por una capa rosa estaba agitada y superada por el formidable enemigo que tenía delante- Domino, espera, ahora iré a rescatarte.


Sin embargo, aquellas cuatro bestias, conocidas como las Bestias Minos, estaban desbocadas y dispuestas a hacer cualquier atrocidad. Sin duda, la vida de aquellas chicas estaba por peligrar si no le daban la vuelta al asunto. En especial, la vida de la chica de rubios cabellos que se encontraba presa en las manos de una de las bestias llamada Minotaurus.


-¡No! ¡Violet, aléjate! ¡Es muy peligroso!- le gritó la rubia a su pareja mientras seguía siendo oprimida por la fuerza del animal.


Hierro Lágrima: Gunrisu! (“Lágrima de Hierro: Ejército de Ardillas”)- la princesa rusa creó aquellos pequeños animalillos gracias a las lágrimas que brotaban de sus ojos. Como si cobrarán vida, las ardillas se lanzaron sobre la bestia vacuna para derribarla. Un par de ellas se colocaron en sus piernas y explotaron, dejando caer a Minotaurus. El resto intentó liberar a la chica rubia mientras que recibían golpes con la maza de hierro que portaba la vaca- No pienso dejarte nunca, Domino, aunque por ello tenga que convertirme en una asesina.


Las palabras de la rusa sentenciaban el destino que unía a aquellas dos jóvenes. Pero mientras las pronunciaba, el rostro de la rubia se puso aterrador.


-¡¡¡Cuidado, Violet!!!- gritó con todas sus fuerzas Domino pero no llegó a tiempo. Otra de las cuatro bestias, Minorhinoceros había golpeado con su machete a la pobre bailarina. Fue lanzada bien lejos, pero su agresor todavía no estaba satisfecho y fue en su búsqueda para acabarla.


-¡Suéltame, te exijo que me sueltes, bestia inmunda!- le pedía a gritos Domino a al animal que la tenía presa. Pero de nada servían los insultos, provocaciones y forcejeos y tenían que hacer algo rápido para salvar a su inconsciente pareja.


- ¡Ibara Bracalet! (“Brazalete Espinoso”)- con el resto de fuerzas que le quedaban en su cuerpo, la chica rubia consiguió tener un poco de espacio para agarrar su arma. Con el látigo de espinas envolvió el brazo de Minotaurus y lo oprimió hasta que el dolor era tan intenso que tuvo que soltarla- Ya voy Violet. ¡Ibara Arrow! (“Flecha Espinosa”)


Domino atacó de nuevo, pero esta vez le tocó el turno a la bestia que estaba a punto de matar a su pareja. Clavó la punta de su látigo en el cuerpo del animal y le detuvo el paso. Enfadado, Minorhinoceros se volteó a mirar a su atacante y con la mayor rabia del mundo se arrancó el látigo clavado en su torso. Volvió a mirar a Domino y sonrió. Se volteó de nuevo, empuñó su maza y atacó a la bailarina.


-¡¡¡Violet!!!- gritó desesperada la chica rubia al ver que no llegaba a detener el ataque. La maza lanzó a volar a la joven Violet, inconsciente y muy lejos del lugar donde se hallaba Domino- ¡Ucy, ve!


Siguiendo las órdenes de su ama, el bravo toro que les había acompañado en su viaje desde Viena salió corriendo en busca de la chica pero las dos bestias restantes, Minokoala y Minozebra, le cortaron el paso. Con sus dos grandes armas, aplastaron al pobre animal que no pudo socorrer a su dueña. Domino se encontraba en las últimas, estaba sola, debía salvar a Violet y no podía y, además, tenía a cuatro formidables adversarios que ella sola era incapaz de derrotar. Como si fuera un acto reflejo movido por la desesperación, se arrodilló sobre el suelo y juntó las manos.


-¡Sí hay alguien ahí arriba, por favor… salva a Violet!- y la chica rubia, que en la vida había sido devota ni creyente se encomendó a lo único que podía en ese momento. Sin embargo, los milagros no existen y menos en este mundo.


Las cuatro bestias Minos estaban preparadas para rematar a la chica malherida. Empuñaron sus armas, se posicionaron y prosiguieron a hacerlo.


Slave Arrow! (“Flechas Esclavas”)- una lluvia de flechas rosas cayó del cielo y petrificó a las cuatro bestias.


Gasoline Specimen! (“Probeta de Miel”)- una mujer de rubios cabellos recogidos en dos coletas laterales acabó rompiendo dos de las bestias petrificadas con su espada-probeta.


Aqua Tail! (“Cola de Agua”)- y una tercera mujer, de aspecto de pez al tener cola de sirena, atacó con esta a los otros dos animales, destruyéndolos al instante.


Para cuando Domino abrió los ojos, la amenaza había sido erradicada. No existen los milagros, pero si personas que puedan crearlos. Mientras tanto, un chico de rubios cabellos había  llegado hasta el lugar iluminado con luces.


15:00 p.m. Ruinas de la antigua estatua Lucky Roo, frente este del Castillo Saint Michel.


Las ruinas del coloso de piedra albergaban vida de nuevo. Atrás quedaban los escombros y resquicios de una lucha entre titanes. Ahora, destellos de luces, griterío de conversaciones banales y recónditos deseos inimaginables eran los ingredientes principales de este festejo sin precedentes. Pero, entre falsas sonrisas producto del alcohol e idas y venidas de jarras de vino, hurgando en lo más profundo, hasta la luz más intensa puede generar sombras.


Los restos de destrucción servían de escenario para presentar a los dos maestros de ceremonia, únicos en su especie, encargados de dirigir el jolgorio sexual que estaba a punto de producirse. Bajo un telón de nubes encapotadas, el espectáculo dio comienzo.


Welcome, lady's and gentlemans! Es un gusto volver a verles en este día tan especial para nosotros- comenzó a hablar uno de los dos hombres, de pelo violeta, mallas rosadas y aspecto algo estrambótico- Mi nombre es Iva y mi compañero aquí presente es Mr2 Bon-chan. Estamos deseosos de ver como se cumplen todos vuestros placeres.


Bajo las ruinas, ves escuchaban griteríos eufóricos de varios soldados oscuros que esperaban con ansias el inicio de la fiesta.


-Como ya ha nombrado mi compañero y gran amigo, hoy es una noche especial para los que conformamos este familia- el turno de palabra fue pasado a Mr.2 quien decidió realizar una pausa dramática para causar mayor expectación entre los asistentes -Hoy es nuestro ansiado regreso, ¡la reapertura del Big Mom Cabaret!


Las luces del derruido escenario se encendieron, enfatizando aún más el inicio del espectáculo, acompañadas de gritos y silbidos de los presentes. Mientras, el rubio seguía mirando incrédulo.


-Hoy no es un día cualquiera, tendremos con nosotros una actuación nunca vista antes en el Cabaret y muy esperada entre nuestro público- ahora era Iva quien buscaba causar mayor expectación. Sin duda, eran dos grandes maestros de ceremonias- Pero antes, vitoreemos fuerte a nuestras queridas bailarinas, sin ellas, este lugar no sería el que es. Un fuerte aplauso para Paula, nuestra sexy camarera conocida por ustedes como Miss Doublefinger. Dicen que sus movimientos causan fuertes pinchazos en el corazón de los que los observan.


Entre bambalinas salió una chica de azulados y rizados cabellos, mallas ceñidas y una pipa de fumar. Era Paula, que se colocó en uno de los lados del escenario mientras esperaba, entre silbidos y vitoreos, que continuaran hablando sus compañeros.


-También tenemos con nosotros a la bellísima bailarina, el rubio dorado que a todos vuelve loco y que dominó durante muchos años a los asistentes del Thousand Hall, Victoria Cindry- una chica de rubios cabellos en forma de corta melena salió por el mismo lugar que lo había hecho Paula. Se colocó al lado de su compañera y justo después, Ivankov retomó la palabra-Además, esta noche también contaremos con la cándida e inocente Tashigi, la causante de todos los sueños tórridos de nuestros soldados.


Junto a Cindry salió una torpe pero bella chica, de pelo recogido de color azulado y con gafas que tapaban sus ojos del mismo tono que su cabello. Era Tashigi, quien acabó colocándose sobre la pista al igual que sus compañeras.


-Y, por último, no podíamos olvidar a nuestra veterana pero absolutamente maravillosa y encantadora Shakky- anunció Bon Kure mientras una señora de oscuros cabellos entraba en el escenario pisando fuente. A pesar de su edad madura seguía siendo una de las grandes pasiones  de los hombres que frecuentaban el cabaret, en el especial, del Sunny Hall.


Entre el barullo entusiasta de la muchedumbre, el joven de pelo rubio no podía mantener la compostura ante lo que sus ojos le estaban mostrando. ¡¿El cabaret de nuevo abierto, con todos sus amigos allí?! Estaba muy confundido a pesar de haber visto y escuchado cosas raras en el día de hoy. Pero casi no tuvo tiempo de pensar cuando una voz le sacó de su cabeza.


-Sin duda es un honor estar rodeado de esta gran familia en una noche como esta- dijo Iva mirando a su compañeros del escenario- Seguro que pronto podremos estar todos juntos… y sin más dilación, ¡¡¡get ready the show!!!


Las luces de todo el lugar se apagaron, incluida la luz de sol que se mantenía cubierta entre las nubes. Todas menos una. Un pequeño foco en el centro que iluminaba a una sola mujer, no presentada con anterioridad pero que no necesitaba presentación. De grueso aspecto, cabello en tonos rosas y vestimenta con motivos de dulces, se acercó al micrófono y comenzó a cantar.


(Como he dicho, este es un capitulo que evoca muy directamente a lo sucedido en la primera historia, por eso, he decidido rescatar el tema de las canciones. Bueno, como ya sabéis, tenéis que escucharla en su totalidad y luego proseguir el relato. Aquí os dejo el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=HpQdBcg3W_I


A ver si alguien me dice de qué es la canción XD)


Mientras la canción iba avanzando ante el asombro del rubio, el resto de bailarines lo habían rodeado. Estaban todos, los dos maestros de ceremonias y las cuatro bailarinas apuntando con sus armas al chico que estaba tan absorto en la canción que no apreciaba lo que ocurría a su alrededor. Cuando la mujer acabó de cantar, ya era demasiado tarde para la huida.


-¡Querido Sanji, me alegro de verte!- dijo la mujer dejando el micro sobre el pedestal y cogiendo, en su lugar, una pistola.


-¡¿Big Mom?!- Sanji se limitó a pronunciar aquellas dos palabras, pertenecientes al nombre de la persona con la que estaba hablando.


-Nunca tuvimos la oportunidad de entablar una grata amistad. Ya sabes cómo pueden ser las relaciones jefe-empleado. Tengo entendido que me tenías miedo. No había porqué, solamente buscaba cuidar al cabaret y a la gran familia que lo conforma- las palabras de aquella persona no tranquilizaban al joven- Aunque contigo hice la excepción. Pude haberte despedido por tener una relación que entorpecía tu trabajo y, por consecuente, el transcurso del cabaret. Pero no lo hice y sabes porque, porque me recuerdas a mí.


Sanji se limitaba a escuchar lo que le contaba su ex jefa. Todo aquello lo tenía fuera de sí y no estaba con fuerzas ni para pronunciar una sola palabra más.


-Me recordabas a mi cuando era joven. Yo también estuve enamorada, por desgracia nunca paso nada. Pero eso no me librada de cometer actos impulsivos que atentaran de forma contraproducente hacia mí. Se dice que el amor es ciego, yo creo que es 50% estupidez y 50% dolor- mientras hablaba, Big Mom se paseaba inquieta por encima de la tarima en ruinas- Pero aun así creo que es la chispa que mueve la vida y, por eso, no te detuve. Fuiste un gran trabajador y un magnífico bailarín, único diría yo. Es una pena lo que está ocurriendo, jamás quise que volviera el cabaret, no al menos de esta forma. Nosotros debemos regresar a nuestro lugar y dejar de entorpecer vuestras vidas, sin embargo, el dedo sobre este gatillo está a punto de presionarlo y la bala está dirigida hacia tu sien. Me gustaría impedirlo, igual que todos, pero no soy dueña de mi voluntad. Ahora solo te queda una cosa, encomendarte a aquello en lo que creas, ya sea dios o la persona que amas, porque ni yo ni nadie de los que estamos aquí somos incapaces de salvarte y te aseguro que te vamos a matar.


Los ojos del rubio se encontraban abiertos en su totalidad. El sudor se resbalaba por su frente y sus mejillas, su respiración entrecortada hacia compás con la inquietud de su piernas temblorosas y sus labios estaban inútiles y sin la capacidad de articular palabra alguna. Simplemente se quedó parado, esperando la llegada de la bala que acabará con su vida, tanto lo malo que hay en ella como lo bueno.


El gatillo fue presionado a pesar de la negativa de Big Mom. Atravesó el escenario, pasó entre medias de los soldados y los bailarines y llegó frente al rostro del rubio. Llegó pero no impactó.


Thunderbold Tempo! (“Tiempo de Rayos”)- un rayo eléctrico cayó del cielo y atravesó la bala antes de que impactara en su objetivo. Sanji quedó salvado y una chica de anaranjados cabellos cayó del cielo hasta echarse encima del rubio- ¡¡¡Gracias por traerme, Leo, chicos!!!


-¡¡¡Nos volvemos al castillo para protegerlo, mucha suerte Nami!!!- gritó la diminuta personita que surcaba el cielo con sus insectos vehículos y que era la encargada de traer a la chica.


-Nami… ¿podrías quitarte de encima mío?- le preguntó el rubio que estaba aplastado bajo el cuerpo de la chica.


-Uhs, perdón Sanji, ya decía yo que había caído en blando, jajaja. Bueno, ¿qué tenemos aquí?- justo en ese momento, después de levantarse de encima del rubio, miró lo que tenía a su alrededor. Todos sus antiguos compañeros del cabaret se encontraban allí- Vaya, esto no me lo esperaba ¿qué tal chicos? Se os ve muy… vivos.


-¡¡¡Atacad!!!- ordenó Big Mom aunque en verdad todo era a causa del control que ejercían sobre su cuerpo.


De repente, tras la señal de Big Mom, todos los bailarines que rodeaban a Sanji y a su amiga retrocedieron. No era por pavor, ni estaban huyendo, simplemente preparaban su ofensiva.


Death wink! (“Guiño de Muerte”)- lanzó Iva su ataque. Un veloz viento que en vez de atacar contra sus enemigos había creado una nube de polvo para cegarlos- Your moment, Bon-boy.


Okama Kenpo: Hakachou Arabesque! (“Artes Marciales del Travesti: Arabesque del Cisne”)- entre la polvareda salieron dos cines que apuntaban directamente a Nami y Sanji. Eran unas incesantes patadas que apenas podían esquivar los dos chicos- Nadie podrá vencer el amor de un newkama.


-Tornado Tempo- Nami sacó su vara climática. De los extremos salieron un par de pajarillos que enrollaron las piernas de Mr.2 y lo lanzaron a volar- Siempre he pensado que es un poco rarito.


-¡Nami! ¡Qué son nuestros amigos!- le replicó el rubio a su amiga al ver que ésta no mostraba ni un ápice de clemencia cuando los atacaba.


-Sumimasen- se disculpó la peli naranja como chiquilla que nunca ha roto un plato- Pero esos ya no son nuestros amigos, al menos, no los siento como ellos.


-Nami, querida, ¿pero qué cosas dices? ¿Acaso no me ves ya como parte de tu familia?-una de los enemigos se acercó demasiado a la de anaranjados cabellos.


-¡¿Shakky?!- pronunció Nami el nombre de aquella persona que le había hecho aquellas dolorosas preguntas. 


-Eres como la hija que nunca tuve. Yo, quien te acogió y te ayudó cuando llegaste al cabaret y a la ciudad sola, y ¿ahora piensas tratarme así?- las palabras de Shakky dejaban cada vez más aturdida a la pobre Nami y la gota que colmó el vaso fue la última frase- No sabes la de veces que pedí que mi hijo fuera como tú.


Nami estaba paralizada. Sabía de sobra todo lo que aquella mujer había hecho por ella. Fue como una segunda madre cuando Bellemere murió. Sin duda, toda la confianza que tenía se echó abajo en un instante.


-Nami...- dijo Shakky cuando sus manos ya podían tocar con sus dedos el anaranjado cabello de la chica- ¡¡¡No mereces vivir!!! ¡Madame Cheng: Kubire no Botan! (“Señora Cheng: Estrangulamiento de Peonia”)


-¡¡¡Cuidado!!! – vociferó el rubio de ceja curvada al ver como su amiga estaba en peligro y su cuerpo estaba paralizado- Mierda…, espero que me perdones, Shakky. ¡Venaison Shot! (“Disparo de Venado”)


La potente patada del rubio detuvo las manos que oprimían el cuerpo de la pelinaranja.


-Tu misma lo has dicho, ellos ya no son las personas que conocemos- le dijo Sanji a Nami para que esta se diera cuenta de la verdad. Tras esto, para asegurar que lo había entendido, cogió el cuerpo de Shakky y devolvió su alma al lugar que corresponde. Y mientras el cuerpo de Shakky volvía a perder la vida, les dedicó unas palabras a ambos.


-Siento mucho lo que te he dicho, Nami. Para mí, siempre serás como una hija querida- dijo la mujer segundos antes de desvanecerse ante los ojos llorosos de sus amigos.


Una brisa suave se levantó bajo el tormentoso campo de batalla. Recorrió cada recodo del frente como un aire de bondad y fuerzas para todos los combatientes. Justo esa brisa llegó hasta donde descansaban Smoker y su pareja. El de grisáceos cabellos sintió como una ráfaga de viento acariciaba sus mejillas. Posteriormente, pareció escuchar unas palabras.


-A pesar de todo, siempre serás mi hijo. Te quiere, tu madre…- aquellas palabras resonaron al compás del viento mientras pasaba por los oídos del capitán de los puros. Seguidamente, los ojos de éste se empañaron.


-¿Qué te ocurre, Smoker? ¿Estás llorando?- le preguntó su pareja de rizados cabellos morenos.


-No es nada…- dijo secándose las lágrimas que se desbordaban por sus ojos- Me habrá entrado algo a los ojos con este maldito viento.


Y aunque de cara al resto negara sus sentimientos, en lo más profundo de su ser aquellas palabras habían llenado un vacío de su corazón. Pero la brisa no se detuvo únicamente en el frente. Todavía tenía algo importante que decir, por lo que no le importó cruzar el océano para hacerlo.


En una taberna de mala muerte en las calles de Londres que recibía el nombre de La nueva era, un hombre avanzado de edad pero con mucha fuerza todavía por delante ahogaba sus penas en un vaso de whisky.


-¿Estas son horas de estar ya ebrio, Raylight? Apenas son las tres de la tarde- le dijo su compañero de barra, un médico de similar edad a la suya.


-¡Cállate, Crocus! No estoy para uno de tus sermones. ¡Camarero! ¡Camarero Bobbin, el vaso no se va a llenar solo!- gritó aquel hombre, ebrio y medio tendido sobre la barra.


Alguien comenzó a preparar la bebida del hombre. Cogió el vaso, le añadió el hielo y posteriormente la bebida. Cuando acabó, se la sirvió al hombre justo en las manos, pero la copa fue ignorada. Posteriormente, le cogió de la frente y lo besó en los labios.


-Cuídate, mi valiente marinero de mar- dijo aquel camarero que resultaba ser mujer y bien cercana a él hombre de grisáceos cabellos.  


Los ojos del capitán Raylight se abrieron como platos pero fueron incapaces de actuar el resto de las partes de su cuerpo mientras la persona que recién le había besado desaparecía, nuevamente, ante sus ojos. Derramó la copa que había sido servido, que junto con las gotas que se desprendían de su rostro, empaparon la barra.


-Prometo… te prometo Shakky, mi amor… te prometo ser un mejor hombre y un mejor padre…- dijo Raylight con los ojos llorosos mientras un suave viento movió la puerta de fuera del local.


Aquella brisa ya había acabado, pero todavía quedaba una tormenta en medio del frente.


-Una menos…- suspiró Sanji algo más aliviado tras quitarse un enemigo. Después, le extendió la mano a su amiga y le ayudó a levantar- ¿Estás bien?


-Sí…-respondió escuetamente la chica. Seguidamente, se restregó la cara- Gracias… Ahora toca derrotar al resto.


Tras decir estas palabras, los dos chicos miraron a sus objetivos pero ninguno de ellos estaba.


-¡¿Qué ocurre?! ¡¡¡¿Dónde están?!!!- se preocupó Nami al no ver a nadie cerca. Miraron para todos los lados y nada, seguían sin aparecer. De repente, la tierra bajo sus pies comenzó a temblar. Poco tiempo pasó hasta que un profundo agujeró se formó bajo de donde se encontraban los dos chicos y cayeran en la trampa.


Stinger Hedgehog! (“Erizo de Púas”)- del suelo, una gran bola de pinchos salió disparada causándoles varias heridas y arañazos a los dos chicos. Tal fue la magnitud del golpe que ambos salieron volando y ahora se precipitaban hasta caer al suelo.


Sanji fue el primero en abrir los ojos, en plena caída y darse cuenta de la mala situación en la que se encontraban.


-¡¡¡Nami!!! ¡¡¡Nami!!!- comenzó a llamar incesantemente a la chica de anaranjados cabellos pero esta no respondía, estaba totalmente inconsciente- Joder… ¡Sky Walk! (“Caminar sobre el cielo”).


Sanji, con su técnica de andar por el aire, salió en busca de la chica antes de que cayera al suelo. Con facilidad, la agarró y la salvó pero esta seguía desmayada.


-Ya te vale, es la segunda vez que te salvo en un día…- dijo entre risas el rubio para ver si así se despertaba la chica y le echaba la bronca, como de costumbre. Pero nada de eso ocurrió.


-¡Sanji! ¡¿Cómo se encuentra Nami?!- una voz femenina se escuchó por detrás del chico rubio. Era de Paula, la camarera de azulados cabellos y antiguo compañera y amiga del cabaret.


-¡¿Cómo puedes preguntar eso después de lo que le has hecho?!- le gritó el rubio a la chica ya que esta había sido la causante del desmayo de la joven tras recibir su ataque de púas.


-Sanji, esta no soy yo… yo jamás os haría daño a Nami o a ti- respondió la camarera mientras se acercaba más a la pareja de amigos- Por favor… solo quiero saber cómo se encuentra.


-¡¿Tú que crees?! Todavía está inconsciente pero al menos tiene pulso- respondió alterado Sanji ante la pregunta de la chica.


-Entonces…- de repente, la mirada de Paula cambió. Era la misma que ponía en sus actuaciones bajo el sobre nombre de Miss Doublefinger, una mirada astuta, sensual y lo peor, sádica. Pero no era lo único que cambió ya que sus brazos comenzaron a transformarse en pinchos- ¡Entonces tendré que aniquilarla de una vez! ¡Flail Stinger! (“Mazo de Púas”)


Paula se abalanzó con sus brazos puntiagudos hasta donde se encontraban los dos chicos. Sanji sabía que no podía dejar a su amiga, que tenía que defenderla. La agarró fuertemente con los brazos y la cubrió con su cuerpo, al menos, todo lo que daba de sí. Paula comenzó a atacar la espalda del rubio indiscriminadamente con sus puños de pinchos. Éste no se apartaba aunque le doliera, si lo hacía, ponía en riesgo la vida de su amiga.


-Eres más terco de lo que pensaba, Sanji. Da igual, a mí me haces más sencillo el trabajo, así os mataré a los dos al mismo tiempo- reveló Paula sus más viles pensamientos.


Los golpes comenzaron a hacer mella en la espalda del joven. La sangre la recorría entera, entre sus ropas rasgadas. Pero aun así no dejaba de proteger a su amiga.


-¡Morir de una maldita vez! ¡Toge Toge Doping: Flail Stinger! (“Dopaje Toge Toge: Mazo de Púas”)- Miss Doublefinger aumentó los músculos de su brazo para ejercer más fuerza contra su enemigo.


-¡¡¡NUNCA!!!- gritó fuertemente Sanji cosa que detuvo los ataques de Puala por un momento. Sin embargo, el cuerpo humano tiene un límite y el de Sanji había llegado a él. Cayó inconsciente, tirando el cuerpo desmayado de la pelinaranja. Paula lo miró y estaba dudosa con si debía proseguir su ataque.


-¡¡¡Iva, Bon Kure, Tashigi, apresarlos!!!- ordeno Paula quien no estaba segura de acabar ella con la vida de aquellas dos personas. En seguida, sus tres compañeros hicieron lo que esta pidió. Tashigi agarró a Nami mientras que el cuerpo de Sanji fue cogido por los dos chicos.


-¿Qué hacemos con ellos, Paula?- preguntó la joven camarera Tashigi.


-Hay…- de nuevo, las dudas seguían merodeando la mente de la camarera de azulados cabellos, pero pronto se disipaban otra vez- Hay que matarlos.


Tashigi desenfundó su espada, la Shigure y agarró el cuello de Nami para degollarlo. A su vez, Iva y Bon Kure se habían preparado, con dos pistolas, para hacer lo mismo con el rubio. Todo estaba listo para la masacre, ellos habían ganado y los otros dos habían perdido, pero las dudas seguían y fueran esas mismas las que otorgaron la carta de salvación a aquellos dos chicos.


Unos pocos segundos que se tomaron los enemigos para pensar en lo que iban a hacer fueron los suficientes para acabar de reunir a la plantilla del antiguo cabaret. Por aire y tierra, las dos miembros restantes y vivas del cabaret llegaron para salvar a sus amigos.


-¡¡¡No dejaremos que los mates!!!- dijo la chica de morenos cabellos que caía del cielo.


-Sentimos mucho el retraso, chicos. Está también es nuestra guerra- dijo la chica que venía por tierra, de rosados y largos pelos.


-¡¡¡¿Hina, Violet!!!?- se sorprendieron los antiguos compañeros de la aparición de aquellas dos chicas.


Ahora, sin duda, era una batalla entre los miembros vivos del cabaret contra todos aquellos que perecieron en desgracia.


-No te voy a dar a mi presa- dijo Tashigi mirando desafiante a Violet que caía del cielo en dirección a donde se encontraba ella- Tendrá que vencerme si quieres recuperarla y no te será sencillo. ¡Kirishigure! (“Lluvia Cortante”)


-Tashigi, siempre fuiste una pobre inocente camarera. Siento mucho lo que te ocurrió, pero… debo salvar a mis amigos- en ese momento, de los ojos de Violet cayeron unas gotas como si estuvieran vivas. Avanzaron por su brazo derecho hasta cubrirlo por completo- ¡Hierro Lágrima: Hebitsuru! (“Lágrima de Hierro: Serpiente de Enredadera”)


Aquella serpiente de lágrimas engullo por completo a Tashigi y a su espada, salvando así a Nami y, gracias a que estaba rodeada de sal, el alma de la camarera fue purificada. A su vez, Hina estaba a punto de salvar al rubio.


-No dejaremos que pases- alertó Bon Kure a su ex compañera- ¡Okama Kenpo: Ano Fuyu no Sora no Memoir! (“Artes Marciales del Travesti: Memorias de una Noche de Invierno”)


Okama Kenpo: Ano Natsu no Hi no Memoir! (“Artes Marciales del Travesti: Memorias de una Noche de Verano”)- Iva tampoco se quedó atrás y atacó con su poderoso estilo de artes marciales del travesti. Pero Hina no iba a andarse con chiquitas y más después de todo lo que había sufrido en la batalla.


-Lo siento mucho chicos pero… nos vemos en el otro mundo- dijo Hina antes de lanzar su ataque- ¡Geisha Waiyā Shio! (“Alambrada salada de Geisha”).


Un gigantesco monstruo de alambres, con aspecto similar a una antigua geisha detuvo los ataques de los dos hombres. Primero, encerró entre sus alambres a Bon Kure, quien perdió la vida pero cuando iba a hacer lo mismo con Iva, alguien le salvó.


Ookanabashi! (“Barrera de Suelo”)- unas gigantescas tijeras cortaron el suelo y lo levantaron creando un muro que protegía a Ivankov del monstruo de alambres creado por Hina.


-¡¿Inazuma?!- se sorprendió Iva al conocer la identidad de la persona que le había salvado.


-El mismo, jajaja- respondió el chico.


-¡¿Qué haces tú aquí?!- preguntó Ivankov quien todavía estaba atónito de la presencia de aquella persona, la persona que era más importante para él- ¡¿Estás muerto?!


-Iva, yo he venido a decirte algo que llevo tiempo guardándome en mi interior- Inazuma optó por un tono más dulce y calmado para decir lo que estaba a punto de decir.


-Sí....- Iva estaba ansioso de saber que era lo que tenía que decirle el otro chico.


-Verás, yo… yo…- pero aunque intentaba estar clamado, los nervios de Inazuma no podían estar más a flor de piel- Yo… yo he venido a decirte que te…


-¡¡¡Fata Morgana: Thunder Lance Tempo!!! (“Hada Morgana: Tiempo de la Lanza del Rayo”)- de fondo, una pelinaranja se había despertado y había lanzado su ataque. Con él, su cuerpo se había multiplicado por cinco y todos ellos a la vez lanzaron aquel potente ataque eléctrico a los dos chicos quienes no pudieron acabar de hablar al ser derrotados a la vez tras perder sus almas.


-¡¡¡Pero serás insensible, gata ladrona de mierda!!!- le replicó Hina a Nami por lo que acababa de hacer.


-¡¡¡Pero si estaban a punto de decirse cuanto se amaban!!! ¡¡¡Eres una mala persona!!!- Violet también se quejó por los actos impulsivos de su amiga.


-Vale, vale, ya está bien. Tienen el tiempo del mundo para decirse lo que quieran en la otra vida- contestó sin remilgos la chica de anaranjados cabellos- No tengo tiempo que perder, tenemos que acabar esto.


-¡Insensible!- volvió a insistir Hina.


-¡Mala persona!- se añadió nuevamente Violet.


Nami se acercó a las dos chicas y les hizo entrar en razón.


-Arreando que es gerundio- dijo Nami mientras arrastraba con las dos manos a las chicas medio inconscientes debido a un par de chichones que tenían en la cabeza, causados por los puñetazos de la pelinaranja.


-Dios mío, se han cargado a Iva y al resto en un momento- dijo Paula preocupada quien había observado toda aquella escena desde la distancia para que no le salpicara- Cindry, ya solo quedamos tú y yo. ¡Cindry! ¡¿Cindry?! ¡¡¡¿Cindry, maldita sea, donde coño te has metido ahora?!!!


Pero la chica de rubios cabellos que tenía por nombre Victoria Cindry no hacia acto de presencia. De repente, Paula sintió un aura malvada por su espalda. Dudó durante unos segundos de si debía girarse o no, pero al final lo acabó haciendo. Detrás suya estaba ella, el demonio en persona, Nami.


-Ahora es tu turno, zorra… pagarás todo el daño que nos causaste a Sanji y a mi- Nami amenazó a Paula.


-Cindry, querida, si vas a hacer acto de presencia, ¡¡¡más te vale que sea ahora!!!- gritó Paula enfurecida y asustada a la vez, temiendo por su vida aunque ya estuviera muerta.


-No insistas, ella no va a ir en tu ayuda- dijo una voz masculina que se escuchó no muy lejana al escenario.


-¡¿Quién anda ahí?!- preguntó Hina quien ya se había despertado tras el golpe recibido por parte de la pelinaranja.


-Ahora que la he recuperado, no volveré a perderla- insistió nuevamente la voz.


-Sal de ahí, quien seas, si no quieres que te saque a patadas- sin duda, Nami había entrado en modo bruta sin escrúpulos.


De entre las sombras de la tarima salió un hombre y una mujer. Ella era Victoria Cindry, la bailarina estrella del cabaret y él era un médico o, al menos, eso era lo que parecía. Iba ataviado con una bata blanca, pero a su vez llevaba unas mallas de rejilla moradas y una chaqueta de cuero también negra que sin duda, se alejaba del aspecto estándar que suele presentar un profesional de la medicina.


-Usted es… ¿quién es usted?- preguntó Nami después de causar expectación.


-Usted es el padre de Cindry. Ella, un día, me mostró una fotografía suya con su madre y su padre en la ciudad de francesa de Paris- reveló Violet al resto de chicas.


-En efecto, yo soy el padre de Victoria, el afamado Dr. Hogback. Les debo pedir un favor, no destruyan a mi hija- ante la petición del médico, todos se quedaron boquiabiertos.


-No queremos hacerle ningún mal, pero ella debe volver al lugar al que pertenece- dijo una voz masculina perteneciente a un recién despertado Sanji.


-¡¿Sanji?! ¿Te encuentras bien?- le preguntó su amiga al verlo de nuevo en pie.


-Sí, no te preocupes- respondió escuetamente el chico.


-No, ella pertenece a este lugar- volvió a insistir el doctor.


-¡Ella está muerta!- le respondió Nami sin tapujos.


-¡No, ella está viva! ¡Yo le devolví la vida!- reveló el Dr. Hogback al resto de persona que estaban en aquel lugar.


-¡¿Cómo…?!- los chicos no habían llegado a comprender muy bien aquello que había dicho el doctor.


-¿Vosotros conocéis la verdad detrás del Oda-Tensei, de la técnica de resurrección?- les preguntó Hogback a los chicos, cosa que negaron con la cabeza- Es una poderosa técnica que junta la ciencia y las fuerzas sobrenaturales para que funcione. Si alguna de las dos piezas no está, no se podría llevar a cabo esta técnica. Para explicároslo mejor, debo remontarme a la época de cuando yo era joven. Fue aquel verano de 1870…


-Corte el rollo, viejo. Vaya el grano- le replico Nami que no estaba para tonterías.


-De acuerdo. Yo he sido un respetado científico y médico que siempre ha tenido el sueño de devolver la vida a las personas, pero sabía que eso era imposible. Tanta era mi obsesión que perdí a mi esposa y a mi mujer y se marcharon de mi lado. Hace unos cuatro años me enteré de una horrible noticia, mi amada hija había muerto. Yo… no lo podía creer, tantos premios tantos esfuerzos y todavía no había ningún resultado positivo en mi investigación hasta que él llegó.


-¡¿Quién?!- preguntó intrigado Sanji.


-Marshall D. Teach. Él vino en mi busca, quería hacer realidad mi investigación. Yo sabía que era imposible, que era incluso inhumano pero él me ofreció la clave para resolverlo. Me entregó una fruta, la llamaba la Kage Kage no mi. Me dijo que perteneció a un hombre a un tal Gekko Moriah, y me dijo también, sin tapujos, que lo había matado y se la había robado- continuó explicando Hogback las piezas del rompecabezas.


-¡¿Moriah?! El antiguo general italiano. Tenía entendido que fue asesinado por insubordinación por parte de la Alianza- añadió Hina a la explicación- Ahora estoy cada vez más segura de que la Alianza fue una simple tapadera para que los planes de este cabrón de Teach tuvieran éxito.


-Yo… yo sabía perfectamente para que iba a emplear esta técnica pero aun así no me detuve. Tenía que devolver a la vida a mi hija, por eso, os pido que no la destruyáis- pidió de nuevo Hogback tras acabar su explicación.


-Pero no tuviste que llegar a tal extremo, querido- de repente, una nueva persona se añadió a la conversación. Mientras el doctor había contado su historia, un grupo de personas había llegado hasta aquel lugar.


-¡¿Honey Queen, querida?!- se sobresaltó Hogback al ver a aquella mujer allí.


-¡Violet! ¿Estás bien?- junto a Honey Queen llegó Domino quien se abalanzó a los brazos de su pareja para comprobar que estuviera sana y salva.


-Sí, estoy bien, gracias…- le explicó la bailarina a su pareja para que se quedara tranquila- Oye, ¿dónde están las Boas?


-Se marcharon a otro lugar, Hancock se veía algo intranquila- explicó Domino- Oye, ¿quién es este?


-Es mi marido- reveló Honey Queen ante la expectación de todos- Hogback, tenemos que aceptar la perdida de nuestra pequeña.


-¡¡¡No!!! ¡¡¡Me niego!!! ¿No las ves?, si está viva de nuevo, está con nosotros otra vez- dijo Hogback a su mujer.


- ¡Está muerta! Te guste o no- contestó Honey Queen como si una puñalada se clavara en su corazón de tanto dolor- La persona que tienes a tu lado ya no es ella. No es su sonrisa, no son sus ganas por bailar ni tan siquiera muestra amor alguno hacia sus seres queridos. Debes comprenderlo Hogback, debes dejarla marchar.


-Pero…- las lágrimas comenzaron a brotar por los ojos del doctor. Sabía que su mujer tenía razón, era la cruda verdad que tanto tiempo había intentado negar, pero seguía siendo la única y verdadera realidad.


De repente, los brazos que protegían a la joven bailarina se soltaron. Lentamente, el doctor fue cayendo al suelo hasta desplomarse en él. Por detrás de su espalda tenía clavado un puñal, con una herida aparentemente superficial pero que le causaba un fuerte dolor.


-¡¡¡Hogback!!!- gritó su esposa al ver que éste había sido herido. Junto a él estaba su atacante, su propia hija. Todavía tenía el puñal en la mano, ensangrentado. Honey Queen se abalanzó hacia su marido pero fue atacada por su propia hija.


Kaku Zara to! (“Espadas de Platos Cuadrados”)- comenzó a lanzarle a su madre un montón de platos a gran velocidad.


Pero ninguno de ellos le dio. Nami, Sanji y el resto la protegieron hasta llegar a su marido y a su hija. Una vez allí, la abrazó cosa que hizo que se quedara paralizada y de esta forma, aprovechó para introducirle la sal por la boca.


Poco a poco fue perdiendo la poca vida que le había sido concedida. Se desplomó en el suelo, junto a su malherido padre y éste se aferró a una de sus manos. A la vez, la madre hizo lo mismo con la otra hasta que murió. Después, ayudó a Hogback a curarle la herida.


-Es lo mejor…- le dijo mientras inspeccionaba la gravedad de la herida.


-Sí…- contestó el hombre- Siempre seguirá viva en nuestros corazones.


-Bueno, ya solo quedas tú- dijo Nami mirando a Paula quien nuevamente estaba al margen de lo que ocurría.


-Mátame, por favor, hazlo- le pidió, para extrañeza de todos, la camarera revivida- He aprendido que esta no soy yo… no quiero ser así… mátame mientras retengo a mi cuerpo. ¡Doble Stinger! (“Púas Dobles”)


Paula se había clavado al suelo con sus propios pinchos. Sin duda, estaba dispuesta a hacer lo que fuera para acabar con esa tortura, cosa que conmovió a los allí presentes. Lentamente y con algo de precaución, Nami se acercó a esta ella.


-Siempre fuiste una gran amiga, siento mucho lo que ha pasado aquí- dijo la pelinaranja a la de azulados cabellos. Posteriormente le introdujo la sal y, mientras Paula moría, su rostro mostraba una cara de felicidad por haber vuelto a ser ella.


De repente, tras la muerte de Paula y el resto todo se hizo silencio. Los chicos miraron a su alrededor, viendo los cadáveres de sus amigos. En la vida habrían pensado que iban a tener que asesinar a sus propios amigos y menos en circunstancias como estas. No obstante, ese silencio duró poco, hasta que ella lo detuvo.


-¡Bravo! Os felicito. Habéis conseguido vencer a todos mis guerreros- sobre el escenario, apoyada en el micrófono, Big Mom se dirigió a su público- Ha sido un espectáculo digno de ver. Jamás ha tenido el cabaret un show de tal calibre. Os doy las gracias, pero… ahora me toca a mí poner fin a esto. ¡Gâteaux Humain! (“Pasteles de Humanos”)


Desde la tarima, todos los soldados oscuros que se encontraban viendo el cabaret comenzaron a transformarse en dulces y suculentos pasteles. La ola glaseada del ataque de Big Mom también se dirigía al resto de chicos y lo único que podían hacer para salvarse era correr.


¡Wallearth! (“Muro de Tierra”)- de repente, un gran muro de tierra se levantó en medio del campo de batalla, parando la oleada de glaseado de Big Mom y salvando a los chicos- ¿Os encontráis todos bien?


-Sí, muchas gracias- contestó Violet en nombre de todos.


-Bien. Debéis marcharos, esta es mi lucha- dijo aquel hombre que recién había aparecido.


-No jodas Kaido, recién apareces y ya piensas largarte- detrás suyo, sobre un pájaro  alado de color amarillo, un chico de rojizos cabellos llamado Puzzle se quejó de la actitud del hombre- Aquí estamos bastante ocupados para que te marches ahora.


Mientras decía esas palabras, sus compañeros estaban atacando a las tres grandes bestias aladas que surcaban el campo de batalla con sus poderosas alas.


-Lo siento mucho, deserto de los guardianes- dijo el hombre mientras e marchaba en dirección a donde estaba el escenario- No sé si saldré vivo de esta, ir buscando un reemplazo para mi puesto.


-Pero ¡¡¡¿qué coño estás diciendo ahora?!!!- pero ya no había vuelta atrás a pesar de las réplicas de Puzzle. Kaido se había marchado a encontrarse con su destino.


Una vez encima de la tarima…


-Pero bueno, si es el mismísimo Kaido en persona- dijo con recochineo la mujer al ver a aquel hombre.


-Lilin… me alegro de verte- respondió escuetamente el hombre- He venido a detenerte.


-Era lo que me temía. Mi magia es incapaz de derrotar a la tuya. Sin embargo…- el rostro de Big Mom cambió radicalmente. Se volvió oscuro pero no malvado, sino más bien mostraba miedo- Sin embargo, ellos me han provisto de un arma letal por si algo iba mal. ¿Recuerdas lo que ocurrió hace cuatro años, la bomba que cayó sobre nuestra ciudad?


-Cómo no iba a hacerlo, fue el peor día de mi vida. El día que te perdí- respondió Kaido afligido por sus propias palabras y por recordarte aquellos dolorosos recuerdos.


-Pues entonces esto te va a gustar. ¿Qué te parece si te digo que albergo en mi interior el mismo poder destructivo y que lo usaré aquí y ahora?- reveló Big Mom sus planes, asustando gravemente a Kaido.


-No lo harás, tú aprecias la vida y las vidas de tu gente. No serías capaz de matar a todos. Tú no eres así, lo sé porque te amo- dijo Kaido con la intención de hacerla entrar en razón.


-Pero esta no soy yo. No soy la mujer que amas, no soy nada. No soy vida ni tan siquiera muerte, solo soy dolor y destrucción. Para eso fui traída de nuevo a la vida, para eso lo fuimos todos- respondió Big Mom- Nada me impide destruir mi cuerpo y a toda esta gente conmigo. Nada, ni tan siquiera tú.


-Entonces tendré que detenerte- contestó Kaido.


-No podrás, no como tú quieres. Acabarás perdiendo. O sacrificas al resto y me perderás a mí para siempre- respondió Big Mom con el gran dilema en el que se encontraba Kaido- Tú eres el único que tiene que perder algo, yo no.


-Entonces con gusto lo perderé- dijo Kaido mientras se acercó, frente con frente a donde estaba Big Mom.


-Muere, mi amor, muere conmigo y destruyamos a todos por delante- dijo Big Mom mientras retiró el seguro de la bomba que estaba a punto de estallar en menos de un minuto.


-Yo también te quiero, Lilin. Siento haber tardado tanto tiempo en decírtelo- tras estas palabras, Kaido la besó. Cuando sus labios se separaron, la cara que mostró Big Mom no era la suya, no la que había mostrado hasta ahora, sino la de Lilin, la de su gran amor. Instantes antes de que estallara la bomba, Kaido había tomado su decisión- ¡¡¡Eternal Domearth!!! (“Eterna Cúpula de Tierra”)


Una gran cúpula de tierra y roca se levantó en aquel lugar, rodeó las ruinas y las envolvió por completo. Su grosor era inmenso y su fuerza mayor, capaz de detener cualquier cosa en su interior. Pero lo único que estaba reteniendo eran unos sentimientos viejos y todo el dolor que estos habían aguantado durante años.


La bomba estalló. Kaido se aferró a Big Mom, no la soltó, no se separó de ella. La cúpula protegió al resto de la explosión pero quedó hecha añicos después. Kaido decidió perder su vida pero a cambio salvó a todos y salvó su amor.


Pero entre los escombros, las rocas hechas trizas y la polvareda del ambiente dos figuras salieron a la luz. Se presentaron ante Nami y Sanji que habían observado con detenimiento todo lo de la cúpula y el sacrificio del hombre. Sin embargo, al ver a aquellos dos, sintieron que su mundo había acabado.


-Bellemere…- reveló la identidad de una de aquellas personas.


-Zeff…- reveló Sanji la identidad de la otra.


Ante ellos estaban las dos últimas personas revividas. La batalla estaba en la recta final y como tal, iba a suponer mucho dolor y sacrificios.


-¡Ace! ¡Ace! ¡¿Dónde estás?!- comenzó a gritar el rubio mientras miraba a todo a su alrededor.


-Te amo, Sabo…- una suave brisa besó las mejillas del chico rubio. Tras esto, sus ojos derramaron lágrimas que apenas podía contener.

Notas finales:

Bueno, qué os ha parecido? os ha gustado? Espero que sí, ya me comentais. Nos vemos.

TO BE CONTINUED =)


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