Realidad Primera. Despertar.
El rumor de las olas se fundía con los cálidos rayos de sol para despertar lentamente esos ojos que habían sido encerrados en una ilusión demasiado real. Lo primero que escucharon fue el piar de las gaviotas que surcaban veloces el cielo que se extendía por el horizonte. Poco a poco, fueron sumándose a ese sonido otros como el choque de las olas contra los acantilados, la madera del barco crujiendo y el balanceo de la bandera pirata mientras ondeaba. Fue el capitán de la nave quien tuvo el privilegio de despertar instantes antes que el resto para encontrarse aquella maravillosa realidad.
-¡¿Es el…¡¡¡Es el Thousand Sunny!!!- gritó eufórico Luffy al darse cuenta que habían regresado a su tan estimado compañero de viaje, su barco.
Fue su grito el que terminó de despertar al resto de personas que estaban tumbadas sobre la cubierta del barco. Uno de los primeros en abalanzarse a abrazar al Sunny fue su constructor, Franky, quien le dedicó más mimos que a su propia novia. Seguidamente, Brook y Chopper también se aproximaron a abrazar a su barco y cuando Usopp iba a hacer lo mismo notó que una mano lo retenía.
-Nami… ¿qué ocurre?- preguntó el de nariz puntiaguda a la pelinaranja hasta que se dio cuenta de todo y gritó avergonzado al igual que ella- ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaa!!!
-¡¿Nami, Usopp, qué os ocurre?!- preguntó Chopper preocupado al ver la exagerada reacción de aquellos dos.
-Te aprovechaste de mis momentos de debilidad, maldito narizotas. Te voy a hacer pagar todo lo que me has hecho- le amenazaba Nami a Usopp mientras le estrangulaba el cuello. Tuvieron que acercarse Franky y Brook para poder separarlos.
-No entiendo, Robin, ¿qué les ha pasado a esos dos?- preguntó de forma inocente el reno come algodón de azúcar.
-Si mi intuición no me falla y basándose en mi propia experiencia, si yo misma puedo recordar todo lo que hice cuando estaba en la ilusión, me imagino que ellos también- explicaba Robin al resto- Debe de haber sido una fuerte impresión al chocar ambas vidas, la real y la de la ilusión, y seguro que están avergonzados de algo que pudieron haber hecho en la ilusión y que jamás lo hubiesen hecho en el mundo real.
-Como el hecho de estar juntos, yohohoho- dijo Brook sin cortarse ni un pelo.
-¡Cállate, esqueleto de mierda!- el pobre esqueleto recibió un fuerte puñetazo de Nami y Usopp por no callarse la boca cuando debía.
-Sin embargo, si a ellos dos les ha afectado de esa forma siendo que su relación era más cercana en este mundo aunque no íntima, sé de dos que deben de estar a punto de estallar…- Robin miró a su alrededor buscando alguna evidencia que respaldara lo que estaba diciendo y aquella evidencia no tardó mucho en aparecer.
De repente, el barco se convirtió en un campo de batalla. Barriles y cajas salían volando, destrozados, al encontrarse en medio de aquellas dos furias sin sofocar.
-¡¡¡Marimo pervertido!!! ¡¡¡¿Cómo te has atrevido a hacerme esas cosas?!!!- gritó el rubio de ceja rizada momentos antes de asestarle una patada al peliverde.
-¡No tienes consideración por una persona convaleciente, cocinero de mierda!- le gritó Zoro a Sanji tras incorporarse después de recibir el golpe del rubio.
-¡Por mi como si te vas al infierno, cabeza musgo!- Sanji no dudó en contestarle.
-Te recuerdo que fuiste tú quien se me abrió de piernas primero, ero-cook…- dijo con rabia y malicia Zoro para cabrear aún más al rubio- Aunque no sirves ni para puta, cejitas.
-¡¡¡¡MUERE, MARIMO DE MIERDA!!!- Sanji se abalanzó contra Zoro para asestarle una de sus patadas más potentes. Zoro, sin amedrentarse, desenvainó sus espadas para defenderse y atacar.
Los dos, antiguos compañeros de batallas convertidos en amantes, luchaban por no reconocer que lo que ocurrió en la ilusión había sido real y no un largo sueño. Sus ataques estaban a punto de cruzarse cuando un par de puños de goma en sus rostros los detuvo.
-¡Ya está bien, Zoro, Sanji! Os prefería cuando resultabais hasta pastelosos- fue escuchar estas palabras que el peliverde y el rubio se pusieron a vomitar por la borda del barco- Llorar o poner cara de asco pero dejar de romper el Sunny para darle trabajo a Franky y Usopp.
Con las palabras de su capitán, tanto Zoro como Sanji se callaron, pero se negaban a admitir que aquello tan bonito que había pasado entre ellos pudiera haber sido real.
-Luffy… ¿cómo es que a ti no te resulta extraña la relación que tienes con Law?- preguntó Robin ante la templanza de su capitán en esa situación, conociendo su impulsividad después de un largo tiempo.
-¡¡¡Ostras, Torao!!! ¡¡¡¿Torao, Torao, dónde estás, Torao?!!!- Luffy comenzó a desesperarse al no encontrar al joven Law- ¡¡¡Necesita curarse, está muy mal herido!!!
-¡Un médico, un médico que lo salve!… mierda, si el médico soy yo- se alarmó Chopper tras su irresponsabilidad con su paciente.
-No os preocupéis, que por suerte soy médico…- una voz masculina salió de dentro de las habitaciones del Sunny. Era Law, quien ya estaba curado- He recuperado los poderes de la Ope Ope no mi y me he operado yo mismo para sanarme.
-¡¡¡Torao!!!- se abalanzó Luffy hacia su pareja al ver que estaba sana y salva. Como un gato, se agarró a su pierna y prácticamente no le dejaba avanzar.
-Law, permítame que le haga la misma pregunta que a Luffy, ¿por qué no le extraña su relación con nuestro capitán?- preguntó de nuevo Robin cambiando de destinatario ya que la anterior vez no había sacado nada en claro.
-Qué necesidad hay de negar lo que es evidente. Da igual que fuera en la ilusión que en la realidad, yo amaba a Luffy y él a mí, y nada va a cambiarlo- dijo Law aquella declaración de amor que sonrojó incluso a los propios Mugiwaras- Además, por muy imprudente e impulsivo que sea vuestro capitán, tiene su lado reservado y por lo que veo, no os ha comentado mucho de lo sucedido en los dos años que no estuvieron con él.
Al decir estas palabras, Law se sonrió maliciosamente, cosa que no pasó desapercibida por la mayoría de los “Sombrero de paja”. Tras escuchar los puros sentimientos de su capitán y del capitán de los piratas Heart, Zoro y Sanji se miraron pero aquel gesto de posible reconciliación no duró mucho tiempo ya que volvieron a apartarse la vista.
-Hey, Luffy… ¿por qué lloras?- le preguntó Law a su pareja al ver que ésta se había puesto triste en un momento.
- Vivi… Vivi ha muerto… mi hermana… bueno, en realidad no lo es… pero aun así lo siento como si lo fuera…- dijo Luffy con lágrimas en los ojos al rememorar el sacrificio de su “hermana en la ilusión”.
-Tenemos que luchar para salvar ambos mundos y lograr que su muerte no haya sido en vano…- intentó alentar Law a su pareja y al resto de los allí presentes- Sin duda, se nota que la reina, bueno, la princesa Vivi es en parte de los Mugiwaras, luchando hasta el final y sin rendirse nunca.
Ya antes sentían admiración por la reina Vivi, pero al recordar cuan cercana había sido a ellos, todos los Mugiwaras sintieron un profundo dolor en su corazón a causa de su muerte. Todos los allí presentes estaban tristes pero aquellas palabras les había animado a continuar peleando ahora que ya solo quedaba una cosa por hacer, derrotar a Teach y a su banda.
-Escuchad, ¡¿dónde está el pelirrojo?!- preguntó Franky al darse cuenta de la ausencia de uno de sus compañeros de viaje.
-Debe de estar allí…- dijo Robin señalando hacia el suroeste del Sunny. Todos miraron a aquel lugar y, entre las nubes y la niebla espesa pudieron vislumbrar una isla. Era un islote rocoso, de altos acantilados escarpados, con profunda vegetación en sus bosques tapados por la niebla y con lo que parecían unas escaleras de piedra para subir hasta ella- Creo que Shanks se nos ha adelantado.
-Esperad, esa isla…- dijo agitada la navegante de anaranjados cabellos y al instante se marchó a por sus instrumentos de navegación y cartografía.
-¡¿Qué ocurre, Nami?!- le preguntó Usopp acercándose a ella al verla alterada.
-¡Quita, bicho! Me tapas la visión- parece que seguían las peleas entre aquellos dos pero ahora eso no importaba ya que Nami estaba absorta ante su descubrimiento- Luffy, capitán… creo que hemos llegado al lugar donde descansa el One Piece. Estamos frente a la legendaria isla Raftel.
Nami reveló el gran hallazgo ante el asombro de sus nakamas, en especial había que destacar la emoción que sintió el capitán de los piratas del “Sombrero de paja” al ver cumplido su sueño más cerca.
-¡Chicos, han pasado largos y difíciles viajes, aventuras sorprendentes y gente de toda las clases y razas, pero por fin, los piratas del “Sombrero de Paja” han llegado a Raftel!!!- gritó Luffy emocionado mientras estaba subido en el mascarón del barco cuando las lágrimas de sus ojos comenzaron a brotar- Gracias… gracias por seguir hasta el final el egoísta sueña de vuestro capitán.
Ese fue un gran momento emotivo para todos los nakamas. Pocos de ellos pudieron aguantarse las lágrimas, incluso los más rudos. Sin embargo, sabían que ahora les quedaba lo más duro.
Poco a poco, todos desembarcaron en la playa y fueron subiendo la larga escalinata hasta la isla. El primero en llegar, por supuesto, fue Luffy quien no dudó en utilizar sus poderes de goma para adelantarse al resto de sus compañeros y llegar a la cima en un periquete. Una vez arriba, les gritó a estos.
-¡¡¡Venir, mirad esto!!!- gritó desde arriba el capitán del sombrero provocando que se apresuraran el resto.
Al llegar descubrieron que era lo que había llamado la atención del joven capitán. Era una piedra con forma de cubo, en tonos azulados y con letras talladas en ella provenientes de una lengua muerta. Los Mugiwaras conocían perfectamente que era aquella piedra, un Poneglyph, y fue poco el tiempo que tardó la arqueóloga de la banda en acercarse a él.
-Debe ser la última pieza del Río Poneglyph- dijo entusiasmada Robin al poder descubrir por fin la historia del siglo vacío que tanta deseaba. Sin embargo, algo era diferente en aquella piedra en relación a las que había visto la arqueóloga durante sus viajes. Lo normal era que se centrara en el texto escrito y que pasará por alto las características de la piedra ya que todas ellas eran iguales, pero ésta no lo era. Robin comenzó a examinarla por todos los ángulos ante la expectación del resto de Mugiwaras y pronto sacó unas conclusiones- Éste Poneglyph no es del Siglo Vacío, apenas tiene más de dos décadas. Alguien copió el formato y la escritura de los antiguos para dejar este mensaje en la entrada de Raftel.
-Pero, ¡nadie ha estado en esta isla desde…- Franky se calló antes de acabar la frase al darse cuenta de lo que iba a decir.
-Exacto, aunque son solo sospechas y no debemos sacar conclusiones precipitadas. Lo mejor será leer el texto y salir de dudas- explicó Robin al resto y comenzó a descifrar y leer lo que ponía en la roca- Carta de disculpas a los futuros Mugiwaras…
-¡¿Eh?! ¡¿Una carta dirigida a nosotros?!- dijo Sanji extrañado al igual que se encontraban el resto de los allí presentes.
-Brook, tengo miedo…- dijo Chopper tras esconderse, de la forma en la que él sabe, detrás del esqueleto.
-Señorita Nico, ¿puede acabar de leer el texto antes de que cunda más el pánico?- pidió Law y la chica aceptó la petición.
Carta de disculpas a los futuros Mugiwaras:
Perdón por todo. No podría empezar éste escrito de otra forma que no fuera pidiendo disculpas a las personas a las que les dirijo éste mensaje y, que en su día, les predispuse su destino hacia el dolor y la muerte. Aunque ahora estas tardías palabras no sirvan para nada, tenía que decirlas egoístamente para lograr mi objetivo.
Siento decepcionar si esperabais las respuestas sobre el Siglo Vacío porque aquí no las hallaréis. Destruí aquel Poneglyph para construir éste encima, de nuevo, para mi propio interés. Pero la Ilusión que habéis vivido, la que yo no pude detener, ya os narró con mayor o menor detalle cual fue el gran problema de los ancestros y cuáles fueron sus consecuencias, un ser Oscuro del pasado dispuesto a destruir el mundo futuro y al que hay que detener.
Tampoco es una carta de ayuda. Yo no os puedo otorgar la carta del triunfo ya que ya fracasé en su día y por ello tuve que otorgaros esa labor a vosotros, aquellos que seguís la voluntad del hombre que porta el sombrero de paja.
Simplemente es una carta de arrepentimiento y perdón, donde debo incluir mi última y más egoísta petición: decidid cuál es el mejor camino que debe seguir el mundo y morid por ello si hace falta. No os voy a recordar más que en vuestras manos está el destino del mundo porque eso ya lo sabéis de sobra. Puramente pensar en aquella persona que más amáis y que no queréis perder por nada en el mundo y luchad por ella. La humanidad es inmensa pero puede ser representada por una sola persona que se encuentre en ella. Esa es vuestra carta del triunfo, recordarla cuando tengáis que cumplir mi tan egoísta voluntad.
Firmado: Gold D. Roger.
-¡¿Gold D. Roger…?! ¡¡¡El rey de los piratas nos ha hablado directamente a nosotros!!!- dijo Luffy emocionado con los ojos como estrellas al pensar que su ídolo pirata estaba dirigiéndose a él.
-¿Solo te has quedado con esa parte del mensaje?- se quejó Usopp por la tan poca asimilación de su capitán.
-Robin, ¿estás bien?- le preguntó Nami a su amiga al ver que esta estaba haciendo pucheros arrodillada en el suelo.
-Sí…- dijo muy poco convincente la de oscuros cabellos.
-Venga, qué seguro que encontrarás la información que te falta sobre la historia perdida- ánimo la pelinaranja a la otra chica mientras le daba unas palmaditas en la espalda.
De repente, entre los murmullos de varias conversaciones entre los allí presentes, todo se volvió oscuro.
-¡¿Quién ha apagado la luz?! No veo nada, aunque no tengo ojos yohohoho- bromeó el músico esqueleto con sus habituales chascarrillos de muerto.
-Oye chicos, siento interrumpir vuestras bromas pero… ¿alguien sabe que es eso que cubre el Sunny?- preguntó preocupado Franky al pensar que algo le pudiera ocurrir a su preciado barco.
Al soltar aquella pregunta, todas las caras se dirigieron hacia la playa donde habían ancorado el barco. Pero esos rostros risueños y despreocupados que mantenían en aquella situación cambiaron radicalmente a figuras de desesperación y odio. Fragmentos de madera, barrotes y cristales, trozos de la cubierta, el mascarón, el puesto de vigía y hasta la bandera, su símbolo pirata más preciado, todo había acabado destruido. El Thousand Sunny había sido partido en dos por un fuerte puñetazo de un hombre exageradamente inmenso y, ahora, se estaba hundiendo hasta las profundidades del océano porque había navegado.
-¡¡¡SUNNYYYYYYYYYY!!!- gritó desesperado Luffy al ver como su hogar desde hacía mucho tiempo había quedado destrozado. Seguidamente, él y todos sus nakamas se lanzaron desde lo alto del acantilado hasta la playa, sin pensárselo dos veces.
-¡¡¡Mil Fleur: Angel!!! (“Mil Flores: Ángel”)- Robin desplegó sus cuatro alas formadas por las manos que ella creaba. Con ellas, cogió a Nami, Usopp y Chopper.
-¡¡¡Sky Walk: Escalier!!! (“Camino del cielo: Escalera”)- Sanji hizo lo mismo con su poder de caminar sobre el aire. Propulsó tanto sus piernas que dejó un camino de nubes en forma de escalera al calentar el vapor de agua que había en el ambiente. Por él pasaron Zoro, Franky y Brook antes de que se evaporaran las nubes.
-¡¡¡Gomu Gomu no Fuusen!!! (“Gomu Gomu no Cuerpo Globo”)- Luffy hinchó su cuerpo como un globo, agarró a Law con su brazo y se tiró al vació. Al ser de goma, rebotó al llegar a la playa y pudo acercarse más a su enemigo, tal y como hizo el resto.
Todos los Mugiwaras y Law llegaron hasta la orilla de la costa, la cual ya se estaba llenando de restos del que fuera su barco, desde el timón hasta uno de los pétalos del león del mascarón. La furia de todos los miembros de la banda del Sombrero de Paja no se podía calmar, era como si hubieran atacado a uno de ellos. Prepararon sus más potentes ataques y se abalanzaron contra aquel gigantesco individuo todavía por identificar.
-¡¡¡Stop!!!- aquella palabra resonó en toda la playa. Instantes después, los chicos que estaban en la playa se quedaron inmóviles, sin poder mover ni un músculo, solo la boca.
-¡¿Qué nos ha pasado?!- preguntó alarmado Sanji al ver que la situación en la que se encontraban.
-¡Cálmate Sanj…- Zoro estaba a punto de decir aquella palabra, instintivamente, pero cambió en el último momento- Quiero decir, cocinero de mierda! ¡Si perdemos la calma, perderemos!
-¡¿Y éstas son las personas que pueden derrotarnos?! Jajajaja, se ven tan vulnerables ahí quietecitos- se burló una mujer de apariencia similar a una bruja.
-Podré acabar esto antes de que se me termine la botella de vino, jijiji- se rio otro de los enemigos allí presentes.
-Callaos ya y pasemos al combate, mi cuerpo tiene ganas de sangre jejeje- un tercer hombre habló sin mostrar escrúpulos alguno.
-¿He hecho mucho daño por allí abajo?- preguntó una voz que resonó como el eco de una cueva. Era la voz del gigantesco hombre que había acabado con el Sunny, lo curioso es que se percibía pena en aquellas palabras.
-¡¿Quiénes sois vosotros, malnacidos?!- preguntó Franky cabreado y con los ojos empapados en lágrimas ya que éstas no podían caer por su rostro al estar empañado.
-Pregunta estúpida, la pena es que no puedas llegar a más- dijo otro de los hombres que miraba a los paralizados a través de una mirilla de una escopeta- Solo tenéis que pensar en quienes debéis derrotar y hallareis la respuesta.
-¿Vosotros sois el One Piece?- preguntó Luffy sin pasar filtro en sus pensamientos.
-Son más idiotas de lo que pensaba…- intervino otro individuo, el cual estaba tumbado sobre un caballo en muy mal estado, tanto él como el animal.
-Dejémonos de tonterías y zurrémosles yija- gritó otro hombre de aspecto corpulento y apariencia de pocas luces.
-Son los piratas de Kurohige, la tripulación de Marshall D. Teach, el hombre que debemos derrotar. Por tanto,…- empezó a explicar Law pero fue interrumpido por su pareja.
-Por tanto, debemos pasar de ellos porque no son Teach- dijo Luffy hablando con su típica ignorancia e impulsividad característica de su persona.
-No, idiota- Law quiso pegar a su novio pero el estar paralizado se lo impidió- Son nuestros enemigos.
-¡Por fin una mente pensante entre tanta insensatez! Parece que nuestros encuentros en la ciudad de Mock Town y en la prisión de Impel Down no fueron suficientes para grabarte nuestra presencia en tu mente, Mugiwara- dijo un sujeto con sombrero de copa, bastón, alas y causante de la parálisis de los chicos de la playa.
-Es que es de mente corto- dijo Usopp sobre su capitán.
-No tiene remedio…- añadió el reno.
-A veces me pregunto cómo he podido engatusarme con un tipo así- hirió más en la herida la joven Nami dejando entre los tres la moral de Luffy por los suelos.
-Es bien sabido en mi tierra natal el conocer el nombre de tus contrincantes antes de acabar con ellos. Puesto que nosotros si venimos informados a la batalla, permítanme presentarles a mis compañeros- dijo de nuevo el hombre alado- Los tres personajes de allá son Vasco Shot “El Gran Bebedor”, Caterina Devon “La cazadora de la Luna Creciente” y Avalo Pizarro “El rey corrupto”. Y el grandullón de allá arriba es Sanjuan Wolf el “Acorazado colosal”.
-Los cuatro grandes piratas que escaparon de la prisión submarina de Impel Down…- dijo Robin al escuchar el nombre de aquellas personas.
-Ya te vale, Luffy, ya podrías haberte contenido un poco aquel día…- le reprochó de nuevo Usopp y al poco se le unieron Nami y Chopper.
-Ya que nombráis aquella incursión en la prisión, nos trajimos otro regalito de aquel lugar. El gran Shiliew de “la Lluvia”. Además, están el médico Doc Q apodado “la Muerte”, el tirador Van Augur “Supersónico” y el peleador Jesus Burgess “Champion” y un servidor, Laffitte, “el Sheriff Demonio”- Laffitte terminó de explicar el nombre de sus compañeros- Ahora, ya podéis daros por muertos.
-Ni en sueños yohohohoho. ¡Tamashī no Tōei! (“Proyección del Alma”)- detrás del cuerpo de Laffitte apareció el alma de Brook que había abandonado su cuerpo para introducirse en el cuerpo del hombre alado. Gracias a ésta habilidad, Brook podía dominar el cuerpo de su enemigo durante unos segundos, tiempo suficiente para liberar a sus amigos de la parálisis.
-¡¡¡Pagareis por haberle hecho daño a nuestro amigo el Sunny!!!- Luffy junto al resto de nakamas se abalanzaron para emprender la ofensiva contra aquellos individuos, en especial, contra la persona que había atacado su barco- ¡Gear Fourth: Gomu Gomu no Culverin! (“Cuarta Marcha: Culverin de Goma”)
El cuerpo de Luffy comenzó a hincharse y a envolverse en Haki para crear a la figura conocida como Boundman. Posteriormente, estiró su brazo y atacó a Wolf con un veloz derechazo que provocó que el cuerpo del grandullón se tambaleara. El pirata enemigo no tuvo tiempo para protegerse cuando el puño de goma imbuido en Haki cambió la dirección de su trayectoria y atacó nuevamente al coloso. Así un par de veces hasta que los puños fueron detenidos por las defensas enemigas de Burgess y Pizarro.
-¡¡¡Chicooooooooossssssssss!!!- trae su ofensiva, Luffy dio paso a sus nakamas para que atacaran sin contemplaciones al gigante.
Todos los Mugiwaras, uno detrás de otro, lanzaron sus potentes ataques contra aquellos formidables enemigos. Querían vengarse por el daño que le habían causado a su barco pero también querían acabar con ellos lo más pronto posible para enfrentarse al ser Oscuro. Sin embargo, la ofensiva de unos y otros no avanzaba, cuando unos atacaban los otros se defendían y viceversa. Por ese mismo motivo, la banda de Kurohige decidió emplear una astuta estrategia para acabar con sus adversarios.
-No hay forma de hacerles retroceder ni un milímetro- se quejó el pistolero Van Augur sin dejar de apuntar a sus contrincantes.
-Hay que decir que son unos formidables adversarios- halagó Doc Q a sus enemigos.
-Venga Doc, ¿qué somos ahora, las hermanitas de la caridad que sienten pena por los demás? Chorradas… No durarán ni dos segundos cuando les mostremos todo nuestro poder, yijaaaa- vociferó Burgess mientras alababa su fuerza- Ya es hora de ponernos serios, Laffitte. Te lo dice el capitán de la 1ºDivisión de los piratas de Kurohige.
-Te tomaría en serio si tuvieras un coeficiente de inteligencia por encima de cien, mientras tanto haré lo que me plazca- le recriminó el hombre alado a su rudo compañero- Aunque es cierto, es momento de aplastar a estos mequetrefes.
-¿Qué es lo que musitan entre ellos, Robin?- le preguntó el reno a su amiga.
-No debe ser nada bueno, Chopper. Espero que no sea nuestra muerte- dijo sin contemplaciones la arqueóloga con su distintivo sentido sádico para concebir el mundo.
-¿Recordáis cuan ignorantes erais al desconocer la verdad sobre el falso mundo en el que vivíais?- les preguntó Laffitte a sus enemigos- Estabais tan inmersos en el poder de la Ilusión que mi capitán Teach creó para vosotros, jajaja. Esa incertidumbre y sentimiento de inferioridad al desconocer hasta el lugar donde vives, hasta las relaciones que tienes día a día, eso debió de ser doloroso, no. ¿Qué tal si os recordamos ese sentimiento mientras acabamos uno a uno con vosotros?
Laffitte y todos sus compañeros sonrieron maliciosamente y los Mugiwaras se asustaron.
-¡¡¡Todo gracias al poder de la Moso Moso no mi (“Ilusión Ilusión”), la fruta demoniaca que extraordinariamente se albergaba en esta legendaria isla y que mi capitán se comió para cambiar el mundo a su deseo!!!! Un bonito regalo que dejaron los ancestros a su vengador, jajajaja- Laffitte parecía que había perdido el norte, estaba totalmente enloquecido, desquiciado incluso- ¡¡¡Préstame el poder de la Ilusión para poder derrotar a estos seres ingratos!!! ¡¡¡ILUSIÓN, LIBÉRATE!!!
De repente, en medio del océano y bajo la sombra de una inmensa tormenta eléctrica, un tornado se formó de la nada y se dirigió hacia la costa. Sorpresivamente, los miembros de la banda del Oscuro se lanzaron de lleno al tornado y desaparecieron. Todos menos Laffitte y Sanjuan Wolf.
-¡¡¡Wolf, ya sabes que hacer!!!- tras decir estas palabras, el hombre alado desapareció también en el interior del tornado. Seguidamente, el coloso levantó sus brazos y con las manos bien abiertas agarró a Luffy en el interior de sus puños.
-¡¡¡Suéltame, maldito, suéltame!!!- gritaba Luffy dentro de aquella prisión humana, pero apenas consiguió sacar un brazo a pesar de todos sus esfuerzos por intentar liberarse.
Sin embargo, la peor situación no la tenía él sino el resto de sus nakamas. EL tornado había llegado a la costa con tanta fuerza que era inevitable ser tragados por él.
-¡¡¡Luffyyyyyyyy!!!- gritó Law al alejarse de su amado.
-¡¡¡¡Law!!!!- el capitán de los sombrero de paja hizo lo mismo. Era tal su voluntad que con el brazo que tenía libre, pudo encontrar a Law entre el viento y agarrarlo fuertemente para que el tornado no se lo tragara. Pero no pudo hacer lo mismo con el resto.
-¡¡¡Usopp, no me sueltes!!!- mientras volaban, Nami se había agarrado fuertemente a su antiguo amor a pesar de haberlo repudiados estos últimas horas.
-¡¡¡Marimo de mierda!!!- gritó el rubio de ceja rizada al de pelo verde.
-¡¡¡Cocinero pervertido!!!- correspondió Zoro de la misma forma. Sin embargo, no actuó igual de brusco, sino que siguió su instinto. Y su instinto le hizo que se propulsara por el aire hasta alcanzar al rubio y no soltarlo pasara lo que pasara.
Y allí, mientras Luffy perdía por segunda vez a sus nakamas sin poder hacer nada, el primer punto del partido se lo llevaba la banda del Oscuro, que cada vez estaba más cerca de lograr sus malévolos planes. Ahora era el turno de la última de las ilusiones, la mayor de todas, la causante de sus muertes.