Epílogo. Mi One Piece
28 de Abril de 1920, Londres, Inglaterra. Un año más tarde…
Los últimos rayos de sol desaparecían en la lejanía del horizonte para dar paso a la bella noche estrellada. Las calles de la ciudad comenzaban a inundarse de gente que salía de sus duras jornadas laborales y buscaban algo o alguien para inhibirse, para sentirse en compañía, en sociedad. Entre el bullicio, risas y pequeñas luces adornaban cada pasaje de la que antaño fuera "la gran ciudad" y que ahora volvía a serlo. Atrás quedó la destrucción para dar paso a la recuperación, olvidando esos años de penurias, dolor y guerra. Ahora, el mundo volvía a tener la oportunidad de mirar más hacia el futuro, hacia un tiempo mejor. Por eso, poco a poco cambiaron las armas por los bailes o los rostros acaecidos durante la guerra por divertidas sonrisas incontrolables, dando lugar a una época de prosperidad y, lo que más tarde se conocería en la historia como "los felices años 20"
Pero, sobre todo, dejaron atrás sus vidas piratas, marines o de agentes del gobierno. Tuvieron la oportunidad de recordar cómo eran sus vidas en aquel mundo que hacía del mar la principal aventura de su día a día, pero de igual forma que la recordaron, la olvidaron. Aquel universo caduco ya no tenía cabida en este nuevo mundo, en esta historia que todavía quedaba gran parte de ella por escribir. One Piece había dejado de existir, pero no con ello sería olvidado para siempre ya que muchos años más tarde un joven de origen nipón, inspirado por las historias que habían llegado a sus oídos, iniciará una, la historia de One Piece, dando comienzo a la gran aventura de la que hoy ponemos punto y final.
No obstante, lo primero de todo y lo último también de este relato es conocer las nuevas vidas de aquellos personajes que nos han guiado durante nuestra aventura. Para ello, regresemos a ese atardecer en la ciudad londinense y pongamos el ojo en una pequeña taberna, de nombre "La Gran Era" que, a pesar de pasar desapercibida para la multitud no lo era para tres jóvenes que entre risas se contaban las anécdotas vividas en el año en el que no se habían visto.
-¿Qué tal chicos? Cuanto me alegro que podamos vernos después de tanto tiempo- dijo un chico de risueño rostro- ¿Cómo lleváis la vida de casados? Jajajaja
-¡¡¡Luffy!!!- saltó Sanji ante la inocente pregunta del que antaño fue su capitán. A su lado, su pareja de verdosos cabellos intentaba que no se notara la risa para no enfadar más a su novio- ¡¡¡No estamos casados!!!
-Pero como si lo estuvierais, jajajaja. Tanto tiempo alejados del mundo con vuestras vidas de granjeros que ya pensaba que estabais casados- contestó entre risas el joven Luffy.
-Decidimos pasar un tiempo juntos apartados de los problemas, pero ya es hora de retomar nuestras obligaciones- explicó Zoro su experiencia vivida con su pareja- Pero siempre llevaré en mi corazón el año que hemos pasado.
Esta última frase la dirigió de cara a su rubia pareja, quien no pudo evitar cierto sonrojo en su tan predecible cara.
-Y ¿tú qué, Luffy? Veo que todavía no ha caído el reino de Inglaterra a pesar de que seas el rey, jajaja- se burlaba Sanji de su compañero en venganza por lo dicho anteriormente por el otro chico.
-No seas así, Sanji- le reprochó Zoro a su novio- Por cierto, Luffy, ¿cómo has conseguido venir hasta aquí sin guardias ni nadie de seguridad?
-Pues… la verdad es que me he escapado…jajajaja- los hábitos del joven no cambiaban a pesar de la edad y las obligaciones- Pero tengo un buen apoyo para llevar mi tarea como rey y, además, es lo que Vivi hubiese querido. Aunque le pedí que fuera mi primera dama y se negó…
Zoro y Sanji se echaron a reír como si no hubiera un mañana. A pesar de conocer a su capitán desde hace tiempo, la inocencia e idiotez de éste no dejaba de sorprenderlos día tras día.
-Oye, ¿y cuándo va a venir él? A este paso vamos a llegar tarde a la fiesta de Nami- preguntó Sanji al joven de oscuros cabellos- Y sabemos cómo se puede poner de furiosa, el retorno de la oscuridad, jajajajaja.
Los tres no pudieron evitar las carcajadas que les causaba ese comentario del chico de rubios cabellos.
-Acaba de salir del trabajo, lo que le cueste llegar. Mientras, ha dicho que vayamos poniéndonos al día- respondió Luffy cuando pudo recuperarse de las risas- Oye, ¿qué sabéis del resto? Con todas las cosas de rey apenas he sabido nada de nadie.
-Pues poca cosa, como hemos estado fuera tanto tiempo- respondió escuetamente el chico de verdosos.
-Bueno, Zoro, tú le puedes contar lo de la Nueva Galley-La Company, no seas tan modesto- insistió el rubio a su pareja.
-¿Qué pasa? ¿Ha ocurrido algo malo con la empresa naval? No he escuchado nada de mis consejeros- decía confuso e inseguro Luffy.
-No, no, no ha ocurrida nada malo ni nada por el estilo. La verdad es que me han ofrecido un puesto de trabajo y he aceptado- explicaba de nuevo de forma poco detallada Zoro.
-Cómo nuevo jefe del reabierto astillero de la Galley en Londres, jejejeje- parecía que al rubio le gustaba alardear sobre su pareja.
-Cuanto me alegro- dijo contento el chico de goma- Entonces, ¿volverás a estar bajo las órdenes de Franky, no?
-Sí, la verdad. Bueno, aunque él está de allí para acá, sobre todo ahora que ha abierto en Nueva York otra sede de la empresa- explicaba Zoro- Y tengo entendido que hay algo más que lo ata a esa ciudad, jajajaja.
-Cierto, jajajaja- Luffy sonrió al recordar a cierta amiga que tenía en Nuevo York el peliazul del que hablaban, cosa que le hizo rememorar su experiencia como modelo en aquel ciudad y sentir nostalgia- Me gustaría volver a desfilar por aquella pasarela alguna vez, con aquellos grandes amigos.
-¡¡¡¿Fuiste modelo, Luffy?!!! No nos lo habías contado nunca- se sorprendieron los dos chicos ante tal revelación del pasado del joven.
-Sí, aunque no a todos les gustaba la idea al principio. Hancock y Shyarly eran las dueñas de la marca por la que desfile e incluso le pusieron el nombre en mi honor. Straw Hat se llamaba, jajaja- explicó contento mientras recordaba aquellos tiempos- Tengo entendido que ahora les va muy bien, que incluso han vuelto a desfilar y que hay una pareja de modelos que está triunfando mucho entre las neoyorquinas.
-Hablas de Kid y Drake, ¿verdad?- dijo Sanji- Hasta a nosotros nos han llegado noticias de su gran éxito. Pero, ¿de veras se han convertido en pareja con el mal genio de ese pelirrojo?
-Parece que Kid le enseñó lo que era el amor a Drake y éste lo aceptó. Ambos tuvieron una segunda oportunidad de amar a alguien- explicaba Luffy recordando a su archienemigo que le quería quitar a la persona más importante de su vida- Y Sanji, ¿qué sabes de tu amiga rusa, la que bailaba?
-¿Te refieres de Violet, no?- preguntó Sanji y el chico asintió con la cabeza- Pues regresó a Rusia por el nacimiento de su sobrina Rebeca y allí casi le provoca un infarto a su padre, el rey Riku, tras presentar a Domino como su pareja, jajajajaja. Ahora creo que está ayudando de vez en cuando a Nami.
-Es verdad, nunca me acuerdo que es una princesa. De estos temas reales estoy muy perdido, mi hermana Vivi los llevaría mucho mejor…- de nuevo, el rostro del rey se volvió turbio y afligido- Aunque también tengo mucha ayuda de parte de la armada inglesa, de Smoker y Hina.
-Me sorprendió mucho que el capitán Smoker no se convirtiera en el nuevo general de la armada y que el puesto pasara a la actual general Hina- expresó Zoro su opinión ante un tema de hace casi más de una año.
-Se le ofreció el puesto primero, por la experiencia que tiene, pero se negó. Decía que quería vivir una vida más tranquila y que como mucho se encargaría de instruir a las nuevos reclutas, que con su entrenamiento dejarían de morir tantos soldados- explicó Luffy y los dos chicos presentes entendieron perfectamente el camino que el chico de grisáceos cabellos había tomado- Pero entre nosotros, él es el que acaba ejerciendo el papel de general cada dos por tres siempre que Hina se marcha a visitar a su amor secreto en Francia.
-Pero si todos saben que es el príncipe Fukaboshi, jajajaja- saltó Sanji y de nuevo, los tres se sumaron en unas risas imparables, pero de repente, algo llamó la atención del rubio- Oye, ¿esos que están escondidos de allí no son Ace y Sabo?
Los tres miraron hacia el sitio que indicaba Sanji, una mesa del bar donde se encontraban bastante apartada del resto y con dos chicos que en efecto eran los que decía Sanji pero camuflados con sombreros y gabardinas para esconder su identidad.
-¡¡¡Ace, Sabo ¿qué hacéis ahí?!!!- gritó Luffy desde la otra punta del bar.
-Mierda Sabo, nos ha descubierto- dijo Ace- El plan se ha ido a la mierda.
Tras ser descubiertos, a los dos chicos no les quedó otra que salir.
-¿Qué hacéis ahí? ¿Teniendo una cita a escondidas, tortolitos?- hoy el rubio estaba con ganas de chinchar y sacar los colores al personal.
-¡¡¡No!!!- saltaron los dos avergonzados por lo dicho por el rubio- Estamos protegiendo la seguridad del rey de Inglaterra.
-Pero no tenéis porque hacerlo, yo se cuidarme por mi mismo- dijo Luffy algo que nadie le podía rebatir.
-Pero los problemas acuden a ti como moscas- añadió Ace cosa que hizo que todos rieran.
-No os preocupéis por él, nosotros dos le protegeremos si algo malo pasa- dijo Zoro- ¿Por qué no vais y pasáis un rato juntos los dos solos? No creo que hayáis tenido mucho tiempo últimamente.
-La verdad es que desde que volvió Ace tras desaparecer, no hemos tenido una cita o una salida ajena al trabajo…- decía apenado Sabo cuando de repente una mano le cogió y se lo llevó.
-Entonces es hora de tener esa cita- dijo Ace riendo- No vaya a ser que vuelva a desaparecer, jajaja.
-No bromees con eso, tonto- se quejó Sabo- Bueno, pues os dejamos a cargo de nuestro hermano, quiero decir, del rey.
-Hermano me gusta más, Sabo- contestó el risueño Luffy y los otros dos chicos sonrieron mientras se marchaban.
-Me quedé muy sorprendido cuando me enteré que Ace había regresado- explicó Luffy su sorpresa.
-Tiene lógica. Este mundo es un mundo que ha empezado de cero, entonces los muertos de un mundo acabado como el de One Piece no afectan a este. Solo que en ese caso, cuando luchamos se entremezclaron ambos mundos y provocó que Ace y otros desaparecieran. Pero me alegro que todo haya acabado bien- dijo Sanji- Por cierto, me viene a la memoria ahora la mujer que vino con Robin y Brook, ¿cómo se llamaba? Honey Queen, creo. Me parece muy bonito lo que han hecho ella y su ex marido Hogback, montar un orfanato con el nombre de Victoria Cindry, y ayudar a pequeños para recompensar lo que no pudieron hacer por su hija.
-Es cierto, es otro claro ejemplo de que las segundas oportunidades existen- añadió Zoro.
-Al igual que lo que les ha ocurrido a los asesinos del CP9, Lucci y Jabra. Me quedé muy impactado al conocer la relación de estos y el novio de mi hermana Vivi. No hace mucho me enviaron una carta diciendo que se iban a retirar a Hungría, donde vivieron de pequeños en el orfanato del padre de Kohza, pero que si necesitaba la corona inglesa realizar algún trabajo complicado que ellos estaban al servicio de nosotros, de la familia de su padre adoptivo, el señor Toto.
-Bueno, no todos han cambiado. Cavendish y Bartolomeo siguen actuando igual de imbéciles que siempre, pero en el fondo se les quiere, jajajaja- dijo Zoro entre risas- Aunque bien lejos, en su condado de Liverpool, jajajaja.
-No seas malo, Zoro- ahora le tocaba reñir el rubio al peliverde- Y, de Shanks y los guardianes no sabemos nada.
-Shanks y Mihawk están viviendo una vida tranquila y serena ahora que se han retirado, una eterna luna de miel en su castillo, jajajaja. Más ahora que su hija Perona se ha marchado de viaje y los ha dejado solos, aunque de eso nos contará más Robin esta noche- decía Luffy- Y de los guardianes lo que sé es que se marcharon todos a vivir con Puzzle, en España. Izo y Whitey Bay llevan al extremo la paciencia del pelirrojo y la pareja de este ya no sabe cómo calmarlo. Además, Whitey Bay adoptó a los tres guardianes de la tierra, Apis, Momo y Adelle y la cosa la tienen movidita por allí con tanto enano. Aunque lo que sí sé es que su guardia ya ha acabado.
-Eso es muy cierto, se merecen un buen descanso- dijo el rubio de ceja rizada y de repente algo le llamó la atención- Mira quien viene por ahí, Luffy.
El chico de oscuros cabellos volteó la cabeza y su rostro se llenó de plena felicidad al ver a la persona que se aproximaba hacia él.
-¡¡¡Torao!!!- como loco, se abalanzó hacia su pareja hasta subirse encima de él a modo koala.
-Ya vale, ya vale Luffy, que solo no nos vemos desde esta mañana- Law intentó bajar el ímpetu de su amor cosa que era imposible.
-No da igual, siempre me siento intranquilo cuando no estás a mi lado porque no quiero volver a perderte- explicó sonrojado Luffy sus sentimientos cosa que ruborizó al joven médico.
-No debes sentirte así ya que no voy a irme a ningún lado nunca más. Tú mismo se lo pediste a la isla, ¿no? El deseo de recuperar a la persona que amas para siempre. Pues ahora tendrás que aguantarme por el resto de tu vida- tras decir esto, ambos se fundieron en un tierno y apasionado beso que no pasó desapercibido para los otros dos chicos que silbaron y todo.
-Vaya forma de tratar al mismísimo rey de Inglaterra, Law- chinchó Sanji a su amigo cosa que hizo que el beso terminara y ambos se acercaran a la mesa.
-Buenas, Zoro, Sanji, siento llegar tan tarde pero las cosas se me han complicado en el hospital- se disculpó muy cortésmente el joven Law.
-Entiendo que estés muy ocupado con tantas obligaciones, señora primera dama, jajajaja- Zoro no pudo aguantar la broma.
-¡¡¡¿Cómo les han contado eso, Luffy?!!!- Law se puso rojo como un tomate al escuchar aquel episodio tan vergonzoso de su vida. Mientras, Luffy se escondía detrás de una columna para amortiguar las posibles represalias.
-Bueno, dejemos vuestras peleas matrimoniales para otro momento y marchémonos ya para la fiesta, que Nami debe estar echa una furia- sugirió Sanji y los cuatro se marcharon del bar.
Pocos minutos pasaron hasta que llegaron al lugar donde se celebraba la fiesta, lugar que conocían bastante el peliverde y sobre todo, el rubio. La noche oscura ya había dominado los cielos pero apenas lo parecía con aquella cantidad de luces que iluminaban toda la calle con el nombre de X Nakama’s Cabaret, el nuevo cabaret de la ciudad construido en el mismo lugar que el anterior.
-Bienvenidos al X Nakama’s Cabaret- dijo una de las dos chicas que estaba recibiendo a la gente en la entrada- Ustedes deben de ser los invitados especiales que espera la dueña. Les guiaré hasta el salón donde se celebra la fiesta.
-No se preocupe señorita, esta es como una segunda casa para mí- explicó Sanji- Por aquí, chicos.
Los cuatro entraron al local que a pesar de tener una nueva apariencia, seguía siendo igual que antaño. Guiados por el rubio, llegaron al hall donde los invitados disfrutaban de una de las fiestas más locas y geniales de todos los tiempos. Bailarinas y bailarines, bebidas alcohólicas por todas partes y muchas risas eran los ingredientes principales de aquella tan especial velada. Aunque el ambiente alegre cambió cuando una malhumorada chica de anaranjados cabellos fue cara a ellos y le pegó una bofetada a Zoro.
-¡¡¡¿Qué horas son estas de llegar?!!! Seguro que ha sido culpa de tu mal sentido de la orientación, Zoro- se encaró la chica con el grupo y en especial con el peliverde quien no tenía la culpa de nada. Pero de repente, su malhumor cambio a llanto- ¡¡¡Sanji!!!
-¡¡¡Nami!!!- los dos amigos se fundieron en un abrazo que desde hace tiempo querían tener los dos.
-¡¡¡Luffy, Zoro, Sanji, Law!!!- gritó un joven reno desde la barra donde se estaba hinchando a zumos de naranja. Tal fue el grito que alertó a todos los allí presentes de la llegada de estos cuatro. Todos eran amigos y conocidos, especialmente sus antiguos compañeros de tripulación y de batallas que no tardaron en aproximarse.
-¡¡¡Chicos, cuanto me alegro de veros!!!- ahora, los nueve Mugiwaras se abrazaron junto a su capitán.
Robin, Franky, Usopp, Chopper y Brook también estaban en aquel lugar, muy contentos de reencontrarse con sus antiguos nakamas.
-Oye Zoro, ¿qué haces aquí? ¿No deberías estar preparándote para ser digno de trabajar de nuevo en la Galley?- se burlaba Franky de su compañero y amigo.
-Cállate Franky, jajajaja- se reían los dos mientras bebían grandes tragos de sus copas.
-Robin, ¿Cuándo has llegado y cómo? Y tú, ¿Chopper?- preguntó Luffy a sus amigos.
-A mí me ha traído Franky en su barco. Deje hace una semana mi trabajo de ayudante de la Dr. Kureha y el Dr. Hiruluk y me vine para acá porque no me podía perder esta reunión- dijo alegrado el pequeño reno.
-Ármate de paciencia con aquellos dos vejestorios- dijo Law que sabía perfectamente de lo que hablaba y el reno se rio.
-Robin ha tenido una entrada algo más triunfal, jajaja- dijo riéndose Brook.
-Nunca más me subo en un portal de Perona. Nunca salen bien y todavía me duele el golpe que he recibido al caer- se quejaba Robin entre risas mientras contaba su anécdota- Aunque es un lujo poder viajar por el tiempo y conocer de primera mano los hechos arqueológicos.
-Y yo estoy muy feliz de que Nami me haya contratado como músico del cabaret. A este paso conseguiré que me enseñe las bragas algún día, jajaja- dijo riendo Brook cosa que le otorgó un puñetazo de su actual jefa.
-Hablando de trabajo, Sanji, ¿me harías un gran favor?- le preguntó Nami a su viejo amigo.
-Pide por esa boquita- dijo entre risas el rubio.
-Ahora que regresas a Londres, ¿te gustaría volver a trabajar en el cabaret, conmigo?- la petición de la chica pilló bastante por sorpresa al rubio pero una alegría comenzó a llenarle todo el cuerpo. Sin embargo, esa alegría se esfumó cuando pensó que aquello tenía que hablarlo con una persona, pero cuando la miró, no esperaba recibir aquella grata contestación.
-Será un placer que me conquistes noche tras noche, después de un largo día a plena luz del sol, con tu baile de los abanicos como aquella vez- la aprobación de Zoro no pudo llenar de felicidad más al rubio, cosa que se vio cuando le dio un beso enfrente de todos los allí presentes.
-Acepto encantado, Nami- sonrió Sanji y Nami también se alegró de volver a tener a su amigo cerca y junto a ella- Por cierto, Usopp ¿qué es ese aro que llevas en la nariz?
-Nuestro anillo de bodas…- dijo resignado el joven de nariz larga- Nami me obliga a llevarlo ahí para espantar a todas las lagartas, como dice ella, cuando estamos separados por culpa del trabajo. Pero en lugar de eso soy el hazme reír en toda Gales…
Todos se echaron a reír nuevamente. Sin duda era una noche de risas, amor y mucha felicidad.
-Tengo que contaros algo a todos, chicos. Daros una importante noticia, sobre todo a ti, Usopp- Nami pidió la atención de todos y la tuvo- El motivo por el que he hecho esta fiesta, aparte de para juntarnos después de tanto tiempo es para deciros que… la familia crece. Estoy embarazada.
Las felicitaciones y los aplausos no tardaron en llegar a la pelinaranja y al conde de pronunciada nariz. Todos estaban muy contentos por la noticia, pero alguien no pudo con aquella revelación. Usopp se desmayó tras conocer la noticia.
Después de unos minutos para reanimar al conde, Luffy tomó la palabra.
-¡¡¡Prestad atención todos!!! Vamos a hacer un brindis- comenzó a decir Luffy- ¡¡¡Un brindis por todas las cosas buenas que nos han pasado estos últimos años, por el embarazo de Nami y por haber encontrado la felicidad!!! ¡¡¡Deciros a vosotros mismos lo siguiente!!!- todos los allí presentes se voltearon hacia el lector que ahora lee estas palabras- ¡¡¡POR MI ONE PIECE!!!