Ilusión Séptima. Cuadrúpedo, prestamista y cazador
9:11 a.m. Bosque Sabaody, al norte de la fortaleza.
Unos instantes antes, de camino al bosque situado al norte de la fortaleza, tres mujeres cabalgaban a lomos de una bestia para ir a en auxilio de su amigo. De repente, el estruendo causado por la caída de la estatua de piedra, resonó hasta aquel lugar. Tal fue el ruido que el bravo animal se detuvo en seco y estuvo a punto de tirar a sus tripulantes al suelo.
-¡¿Qué ha sido eso?!- preguntó alterada la doctora de entrada edad mientras su corazón se recuperaba del susto.
-¡Una bomba! ¡Una bomba como la que cayó hace cuatro años en Londres!- exclamó muy agitada la princesa rusa Violet quien todavía recordaba el dolor que causaba esa arma destructiva que le arrebató a sus amigos del cabaret- ¡Vamos a morir todos!
Sin duda, la ex bailarina había entrado en estado de pánico tras el fuerte sonido. Apenas reaccionaba a los llamamientos de las otras dos mujeres.
-Violet, tranquilízate- Domino agitó a su pareja para tratar de calmarla. Pero como vio que las palabras no bastaban, empleó otra técnica más efectiva. Esta era un beso en los carnosos labios de la bailarina y, el cual, devolvió el sentido a esta.
-Uiiii, estas jóvenes de hoy en día son muy liberales- comentó, riéndose, la doctora al presencia aquella escena.
No obstante, la prolongación del beso fue corta debido a los pasos que empezaron a escucharse próximos.
-El enemigo se acerca- informó Domino, antigua militar aliada, a sus dos compañeras.
Instantes después, sus ojos se cruzaron con los dos de su novia y como si de un gesto de telepatía se tratara, esta asintió. Tras este juego de complicidad, ambas jóvenes se bajaron del animal.
-¡¿Qué hacen?! ¡Suban!- se alteró aún más la Dr.Kureha al ver que descabalgan las dos chicas.
-Vaya a salvarle la vida, doctora- dijo la chica joven y de rubios cabellos mirando a los ojos de la más vieja y de pelo grisáceo.
-Nosotras nos ocuparemos de la retaguardia- ahora fue el turno de Violet para mostrar su determinación después del bloqueo que había sufrido hace escasos minutos.
-¡No sean estúpidas, suban!- insistía Kureha a las jóvenes, pero estás ya habían tomado su decisión y sabían perfectamente que era a la doctora a quien más necesita el reno en estos momentos.
-Vamos Ucy, lleva a la doctora hasta su esperado reencuentro- dijo Domino tras palmear a la bestia que les portaba.
La bestia Ucy, perteneciente a la raza de los toros bravos, comenzó a galopar y, aunque los reniegos de la doctora no se detuvieron, poco a poco quedó alejada en lo más profundo del bosque.
-¿Preparada?- preguntó Domino a su pareja.
-Contigo siempre lo estoy- contestó Violet con una tierna sonrisa justo antes de adoptar una posición de combate- Equipo mágico activado: Seringan.
Tras decir estas mágicas palabras, Violet se envolvió en una luz blanca que la comenzó a transformar. Sus ropas desaparecieron y, en su lugar, una capa en tonos violetas, haciendo honor a su nombre, le cubría hasta el cabello por el que sobresalían de la capucha un par de mechones. Acompañando a la capa, unos preciosos pendientes en forma de ballenas se colocaron en sus orejas y unos zapatos de tacón del mismo tono, calzaron sus pies descalzos.
-Equipo mágico activado: Domination- dijo la joven Domino momentos antes de desaparecer en un rayo de luz blanca.
Cuando aquella blancor se disipó, apareció nuevamente la rubia, pero su aspecto había cambiado y mucho. Comenzando desde arriba, su melena rubia había quedado en libertad y estaba coronada con un sombrero militar con una calavera como estandarte. Sus ropas también tenían aspecto bélico: vestido marrón con hombreras de flecos y varias medallas en la parte superior. Para completar, unas medias de rejilla, unas botas negras y un látigo sobre la mano.
-Domino, no sabes cómo me pones con esa ropa- susurró la joven flamenca a la otra chica de forma indecente pero algo hizo que se detuviera- ¡Domino, a tu izquierda!
-¡Ibara Road! (“Camino espinoso”)- la ex militar asestó al flanco izquierdo con su látigo de púas, casi como si este tuviera voluntad propia y conformara un camino. El ataque llegó hasta su objetivo, un híbrido mitad humanoide mitad cuadrúpedo, el cual, cayó al suelo enzarzado en las espinas del látigo de la muchacha y quedando fuera de combate.
De repente, las dos chicas quedaron rodeadas de enemigos. Todos pertenecían a la misma raza de híbridos, pero cada uno de ellos tenía su parte baja de un animal, desde caballos hasta cocodrilos.
-Soy Chahige, líder de la tropa Centauro de la armada oscura. Ahora, las dos moriréis en nombre de la oscuridad- Chahige era un híbrido con la parte inferior de cocodrilo, el cual, no era desconocido para la joven Domino.
-¡Domino, dos a tu derecha y otros dos a tu izquierda!- le anunció Violet a su novia los próximos atacantes con los que se iba a enfrentar.
-¡Ibara Loop! (“Lazo de espinas”)- la rubia volvió a lanzar un potente ataque. SU látigo comenzó a girar como si se tratará de una cuerda de rodeo que golpeaba furiosamente a sus oponentes. Pero todo esto no sería posible si no fuera por la habilidad Seringan de Violet, la cual, le permite detectar los movimientos que están a punto de suceder en un radio de un kilómetro.
-Malditas bastardas, como osáis derrotar a mis hombres- se cabreó el comandante centauro Chahige y volvió a mandar una oleada de sus mejores hombres.
-Tres al frente, dos a tu derecha y otros dos a tu izquierda y… mierda- cuando Violet le predecía los siguientes atacantes a Domino, esta quedó indefensa de un ataque. Dos centauros, uno mitad jirafa y una joven mitad ciervo, atacaron con sus lanzas a la joven ex bailarina, pero esto no la amedrentó- ¿Pensáis que no puedo defenderme sola? ¡Hierro Lágrima: Mekujira! (“Lágrima de Hierro: Ojo Ballena”)
De los ojos de la joven salieron unas gigantescas lágrimas en forma de ballena que se convirtieron en piedra y derrotaron a sus atacantes.
-¿Tú pertenecías a la Alianza, no? Chahige, uno de los principales proveedores de negocios del señor Doflamingo. ¿Cómo has podido unirte a este disparate de destruir el mundo?- recriminó Domino a su ex compañero mientras se deshacía de sus hombres.
-¡Cállate, traidora!- Chahige se llenó de ira y estaba a punto de descargarla al ver a todos sus hombres derrotados- Si me libro de esa mujer, no podrá predecir mis ataques. ¡Chairu no shinshui! (“Lanza Marrón”).
Chahige estaba a punto de hacer contacto con la joven Violet, quien estaba recuperándose de su ataque, pero los pasos de aquel centauro fueron detenidos.
-¡Ibara Arrow: Redemption! (“Flecha Espinosa: Redención”)- Domino se adelantó a su enemigo y con atacó con su látigo. Éste se estiró de forma recta lo más que pudo hasta impactar de lleno en el corazón del enemigo, detenerlo y salvar a su novia.
-Gracias Domino, te debo una- le dijo su novia con una linda sonrisa.
-Gracias por salvarme… jamás pensé que iba a ser salvado otra vez- en su último aliento antes de morir, Chahige pronunció estas palabras de gratitud cosa que desconcertó a las dos chicas.
Batalla en el Bosque Sabaody.
Pelea: Cuadrúpedos, Seringan y Domination.
Ganadores: Domino y Violet.
Perdedores: Chahige y la Tropa Centauro.
Notas: No todos los traidores consiguen la salvación.
Mientras tanto, el inocente animal se estaba acercando a su cazador. Chopper, siguiendo un olor que había percibido desde el castillo, se había adentrado a lo más profundo del Bosque Sabaody. El centro del bosque tenía un claro en el que la maleza dejaba de ser espesa y frondosa, y la luz diurna iluminaba cada belleza de aquel lugar. Allí, una terrible emboscada le estaba esperando.
Tan solo bastó que Chopper pusiera una pata sobre el claro para ser atacado. Una flecha salió disparada para matarle. Nada de avisos, ni presentaciones, el pobre reno se sentía más animal que nunca, siendo cazado por un enemigo que todavía no hacia acto de presencia.
-¡Tide Arrows: Flare! (“Marea de flechas: Llamarada”)- de repente, una voz masculina anuncio un ataque y posteriormente, el cielo quedó cubierto de puntas afiladas a punto de asesinar al animal. Esas puntas se clavaron en el claro incendiándolo con feroces llamas.
Chopper apenas pudo escapar de este vil ataque. Un par de flechas se clavaron en su lomo, provocándole horribles gemidos de dolor y fuertes quemaduras. Tuvo que esconderse en el espesor del bosque para defenderse mejor del ataque y de las llamas que le seguían, pero sus enemigos le siguieron. Se escondió detrás de un árbol para protegerse y ver el estado de sus heridas.
-Este olor… se parece a…- pero a Chopper no le dejaban ni tiempo para pensar cuando las flechas volvieron a acecharle, de una forma tan brutal, que rompían incluso la corteza del árbol.
-Sal de ahí, pequeño reno…- le tentaba el cazador al animal con tal de ponerle furioso.
-Esa voz…- a Chopper le seguía mosqueando algo.
-Acaso no me reconoces, pequeño reno… han pasado unos cuantos años pero la situación es muy similar- estaba provocando el cazador a la presa.
-No puede ser…él…- de repente, los movimientos de Chopper se volvieron torpes, su vista se turbio y quedó acorralado entre un par de ramas. Su mente no estaba en aquel lugar, sino en su pasado, en el peor día de su vida. Fuego, dolor, tristeza, eran algunas de las imágenes que se le pasaban por la cabeza. Y mientras estaba perdido en sus pensamientos, no vio como su enemigo lo tenía acorralado entre el fuego que había comenzado a extenderse por el bosque.
-¡Recuerda el nombre de Peterman, como el hombre que te cazó y te volverá a cazar!- aquel cazador en realidad era el mismo hombre que antaño había capturado a Chopper y que lo había separado de su familia. Y, ahora, estaba en la misma situación- ¡Tide Arrows: Dartboard! (“Marea de flechas: Diana de dardos”)
Como si fijara el blanco, el cazador apuntó directo a la cabeza del reno. Ya no buscaba capturarlo vivo como en antaño, ahora, deseaba matarlo. La flecha salió disparada de su arco, entre llamas y su destino estaba fijado. Pero el pobre reno era incapaz de moverse y su final estaba por acontecer.
Mientras tanto, Shyarly se había reencontrado con un mal hombre de su pasado al entrar en el interior del castillo.
-¡Enel! ¡¿Qué haces tú aquí?! Deberías estar en prisión- la mujer empresaria estaba realmente alterada por la presencia de aquel sujeto de su pasado.
-Vine únicamente para cobrar venganza- dijo sin tapujos aquel individuo alado frente a su máxima enemiga- Y cuando acabe contigo, iré y violaré a Laki frente a la pequeña Aisa y mataré a Wiper.
-¡Bastardo! ¡Equipo mágico activado: Amabie!- la furia de la mujer hizo que activará el poder que le había sido entregado. De nuevo, una luz blanca la envolvió hasta cubrirla. Cuando se disipó, Shyarly se había convertido en una hermosa sirena que se alzaba de un salto hacia su enemigo- ¡Madame Sirène: Trident! (“Señora Sirena: Tridente”).
Un tridente de agua se formó en la mano de la mujer. Shyarly lo lanzó con fuerza hacia Enel, pero sin duda, la fuerza era totalmente desigual.
-¡¡¡El Thor!!!- Enel contratacó con todas sus fuerzas y un rayo surgió en medio de aquel edificio. Ese rayo fue tan potente que destruyó de una estocada el tridente de agua de Shyarly, quien estaba a punto de ser golpeada por el rayo si no hubiese sido por la rapidez de Franky, que la apartó.
-¿Shyarly, estás bien?- le preguntó su pareja pero no recibió respuesta.
Pero poco tiempo tuvieron para recuperarse cuando fueron nuevamente atacados.
-¡Hola, hola, yo soy Hatori, el mejor, yuju! ¡Este chungo es Ohm, el malhumorado es Shura y el rarito es Gedatsu! Y ahora conoceréis a mis amigos, mis puños. ¡Hotori y Kotori!- aquel hombre de grueso y extravagante aspecto atacó con sus dos puños a la pareja. Cada uno recibió un fuerte golpe, siendo lanzados a cada uno de los lados de la sala, siendo separados.
-Nosotros somos el Ejército Alado de la armada oscura, capitaneado por nuestro líder Enel- dijo orgulloso uno de los atacantes con alas cuyo nombre era Shura.
La estrategia de los alados estaba en marcha, separar la complicidad de la pareja y debilitarlos para hacerles frente de forma más sencilla. Shura y Hatori comenzaron a atacar indiscriminadamente a Franky y, como tenían alas, le resultaba difícil devolverles los golpes.
-¡Fire Bird: Fosa!- de repente, una llamarada en forma de ave salió expulsada de un artilugio en forma de caracola que Shura portaba en su mano derecha.
-¡Puños Hotori y Kotori!- atacó con el mismo ataque Hatori. Ambos ataques impactaron de lleno en Franky, quedando este por los suelos.
-¡¡¡Franky!!!- gritó preocupada Shyarly al ver a su pareja en tan mal estado. Pero, de repente, el hombre cuyo nombre era Gedatsu se posó delante de ella como si quisiera decir algo, pero cerraba la boca y no podía. En realidad, éste estaba anunciando un ataque que pilló desprevenida a la mujer, una feroz patada como si fuera un hierro que hirió gravemente las escamas de su cola de sirena.
-Jajaja, no tenéis nada que hacer contra nuestra fuerza- decía enorgullecido el antiguo prestamista Enel- Y ahora no tienes de tu lado a la policía para ayudarte, estás sola.
-¡Eso no es verdad! ¡Me tiene a mí!- afirmó Franky como si de una declaración de amor se tratara justo antes de ponerse en serio en la batalla- ¡Equipo mágico activado: Franky Shogun!
Franky había activado su equipo mágico que le había sido otorgado. De él, un enorme robot salió, de aspecto similar al suyo y con una fuerza descomunal, similar a la de un coloso.
-No tendrá a la policía, pero nos tiene a nosotras. ¡Chicas, defended el castillo con vuestra vida!- de la nada salió Kikyo y un grupo más de sirvientas y dio la vuelta al asunto- ¡Fuerza Kuja!
Las sirvientas sacaron un arco en forma de serpiente y atacaron con flechas a Hatori, Gedatsu, Shura y Ohm. Tales flechas llevaban una gran fuerza que hizo que los enemigos quedaran inmóviles al ser atados con las flechas a la pared. Solamente quedaba el jefe, el prestamista, pero éste estaba dispuesto a dar su vida con tal de conseguir la tan deseada venganza.
-¡200.000.000 Voltios: Raijin, Dios del trueno!- Enel, en su ataque final, se convirtió en un gigante eléctrico que amenazaba con estallar el castillo en su totalidad con la fuerza de sus rayos. Pero Franky y, sobre todo, Shyarly, no estaban dispuestos a dejarle.
-¡Ataque combinado! ¡Madame Sirène: Boule de Cristal! (“Señora Sirena: Bola de cristal”)- Shyarly invocó una gran bola de cristal que casi ocupaba toda la sala.
-¡Franky Shogun: Radical Beam!- un rayo láser de Franky impactó de lleno en la bola destruyéndola. Los pedazos de cristal se repartieron por toda la sala, impactando en los seres alados y dejándoles las alas y el cuerpo maltrechos. Enel no tuvo tiempo de lanzar su ofensiva cuando fue detenido, nuevamente, por Madam Shyarly.
Batalla en el interior del Castillo Saint Michel.
Pelea: Alas, rayos, robots y sirenas.
Vencedores: Shyarly, Franky y las sirvientas Kuja.
Perdedores: Enel y la Tropa Alada.
Notas: Que te derrote dos veces la misma persona debe de ser un duro golpe. Sin embargo, la verdadera venganza estaba a punto de cobrársela Shyarly.
-Venga chicas, detener a esos hombres y encerrarlos en los calabozos- ordenó la ama de llaves Kikyo a sus compañeras.
-Oye, por cierto, ¿y ese hombre con alas quién era? ¿De qué lo conocías?- preguntó intrigado Franky a su pareja.
-¡¿Qué acaso estás celoso?! Jajaja- Shyarly vio en esta ocasión la oportunidad perfecta para vengarse de su pervertida pareja- Nada, solo ha sido un hombre de mi vida, jajaja.
-Pero, ¿qué significa eso? ¡Shyarly, Shyarly no te vayas!- las dudas afloraban más en Franky ante esta respuesta mientras la mujer se marchaba cobrando su venganza.
No obstante, era hora de retomar una de las batallas que estaba a punto de cobrarse una víctima. A escasos centímetros de su cabeza se encontraba la flecha que pondría fin a su vida animal. Entre llamas, con su cazador frente a él de nuevo, a Chopper no le quedaban fuerzas de seguir luchando y se rindió para morir.
-¡Equipo mágico activado: Doctorine! ¡Paracetamol!- un escudo mágico apareció para proteger la cabeza del reno contra la flecha que estaba a punto de clavarse. Ese escudo no lo habría activado otra persona que no fuera la Dr. Kureha, quien había encontrado su tan deseado hijo. Pero cuando se esperaba que fuera a abrazarle, no fue el caso- ¡Jovencito, cómo osas estar tanto tiempo fuera de casa! ¡Estás castigado sin salir de por vida!
-¡¡¡Doctorina!!!- y aunque la doctora se resignaba a ponerse sentimental, el reno no podía acallar sus sentimientos de felicidad, los cuales, se habían desbordado nada más ver a su madre. Sin escuchar los reproches de ésta, abrazó fuertemente a la doctora mientras la empapaba de lágrimas. Y aunque la doctora no lo mostrara, jamás había sentido tanta felicidad como aquel día en aquellos brazos de su hijo.
-Jajaja, qué conmovedor, la vieja y la bestia por fin reencontrados. Me temo que tendré que separarlos nuevamente- Peterman, el cazador, no le gustaba perder su presa y estaba ansioso de sangre. Con solo decir estas palabras, la doctora entendió quién era aquella malvada persona y que era lo que debía hacer- ¡Twin Poisoned Arrows!
-Adelante Chopper, yo te cubro con mis escudos- de esta forma, madre e hijo estaban dispuestos a vencer al enemigo que más daño les había hecho en toda su vida- Espera, ¡¡¡¿Hablas?!!!
-Sí- dijo riéndose el reno sorprendiendo aún más a la doctora, quien no podía pensar jamás en sus años como médica que un animal hablara- ¡Equipo Mágico Activado: Rumbleball! ¡Monster Point!
De repente, el dulce e inocente reno se convirtió en un gigantesco monstruo que asusto a su fiero enemigo. Pero, a pesar de su apariencia intimidante, seguía siendo el mismo dulce y adorable reno que Kureha había adoptado como hijo. Chopper atacó ferozmente y sin piedad a Peterman y, con tan solo un manotazo, lo mandó a volar, ganando así la batalla.
Batalla en lo más profundo del Bosque Sabaody.
Pelea: Cazador contra Presa.
Vencedores: Chopper y la Dr.Kureha.
Perdedor: Peterman.
Notas: Consejo de la Dr.Kureja “Mantén a tu hijo en casa hasta que cumpla los 110 años, como mínimo”
-Vamos, regresemos al castillo, te necesitan para algo importante Chopper- le dijo la doctora a su hijo.
-Sí- se limitó a asentir mientras seguía feliz al reencontrarse con la madre de la que había sido arrebatado.
Sin duda, estas primeras batallas habían estado la mar de interesantes con sus reencuentros, con los equipos mágicos, etc, pero no tienen ni punto de comparación con lo que estaba a punto de llegar.
-Oye Kasi, vayamos ya a destruir la siguiente estatua como ha ordenado el jefe- preguntó uno de los gigantes llamado Oimo a su compañero pero no recibió respuesta. Se volteó y encontró el mismísimo infierno.
-Habéis elegido al enemigo incorrecto. Hoy no estoy de humor- al voltearse, el gigante se topó con un hombre pelirrojo, con una capa negra y una cicatriz en el ojo.
Pero lo que más impactaba era su cuerpo ensangrentado. Ensangrentado con la sangre de la cabeza degollada de su amigo Kasi que había perecido a manos de aquel pelirrojo. Este acontecimiento desataría lo que se podría llamar como Furia de Gigantes.