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Un gatito amarillo y ojos dorados. por Lnemesis

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Notas del capitulo:

y aqui el segundo y ultimo capitulo, espero les haya gustado el primero...

 

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El gato esta vez era el gato de un niño, era la primera vez que le pertenecía a un niño, se sentía extraño, su pequeño amo era diferente, tenía el cabello morado al igual que sus ojos, pero al gato también le pareció esos ojos muy bonitos. El niño era muy alto, muy diferente a los otros niños de su edad.

 

El niño le había salvado de una muerte segura, él fue abandonado en una caja de cartón al pie de un rio, y ese día llovía mucho, y el rio casi lo lleva con todo y caja, pero el niño lo recogió salvándolo y llevándolo a su casa. Le puso un collar de cuero color morado, por primera vez el gato no llevaba joyas, pero se sintió más liviano.

 

Los padres del niño eran buenas personas, la madre siempre le daba leche calientita y lo acariciaba, el padre siempre le invitaba pescado seco. Era una familia normal, y una vida normal pero en otra época, ya que las casas lucían diferentes y también sus vestimentas. Al parecer ya nadie lo veía como especial, pero eso no le importaba.

 

Su niño amaba los dulces, siempre compraba muchos de la ancianita cerca a la casa, pero también era  poco sociable con los demás niños, mientras que a él y a los dulces les miraba con ternura, a los demás niños los miraba con fastidio.

 

Los demás lo molestaban por su tamaño, tildándolo de monstruo, el niño a veces los golpeaba, se metió en muchas peleas, nunca se le vio llorar, al menos no delante de esos chicos, porque cuando llegaba a casa y estaba a solas con sus padres y con su gato, lloraba mucho por no ser aceptado, su niño era muy tierno y el gato lo sabía, solo que era incomprendido, por eso el gato deseaba  con todas sus fuerzas que conociera buenos amigos pronto.

 

¡Y se le ocurrió una idea!, y fue así que se escapaba de casa e iba a jugar con los niños de las casas vecinas, por su belleza y su adorabilidad muy pronto supieron sobre “el gato de la felicidad” como lo habían apodado, pero no sabían nada más de él, porque venía y se iba muy pronto.

 

Un día cuando su niño fue a jugar al parque, (aunque no les gustará mucho porque los demás le  buscaban pelea), el gato lo siguió y comenzó a jugar con él, cuando los demás que le temían lo vieron jugar con el gato,  reconocieron al gato de la felicidad, y aunque el  peli morado no quería compartir a su mascota, al final termino accediendo y todos terminaron jugando muy amenamente.

 

Desde ese día el niño no estuvo solo.

 

Un día el niño salió de casa sin permiso de sus padres para comprar dulces y jugar con sus nuevos amigos en el parque, el gato lo siguió, y fue cuando vio un hombre extraño que se acercaba a ellos, quiso llevarse a una niña a la fuerza, el gato por haber vivido mucho supo reconocer las intenciones malas en los humanos, y sin más atacó al hombre, clavando sus uñas en la mano y mordiéndolo, este cogió al gato y lo empujo contra el suelo,  para luego patearlo violentamente en el abdomen una y otra vez, los niños al ver esto comenzaron a llorar desesperadamente, hasta que otras personas cercanas se percataron y corrieron al auxilio , el peli morado al ver que atacaban a su gato corrió a empujar al hombre, quien al no esperarlo se cayó, el gato tenía miedo que ese hombre atacara a su niño, pero pronto llegaron más personas y entre ellas sus padres, que lo estaban buscando, atraparon al hombre y llevaron al gato muy rápido a una veterinaria.

 

Mientras lo revisaban el niño y su madre lloraban, su padre preocupado preguntaba,  pero el gato ya veía esa mirada en el doctor, sabía que moriría de nuevo y pronto.

 

-Lo siento, las patadas fueron muy brutales lo han deshecho por dentro, lo mejor sería ponerle una inyección letal para que no siga sufriendo.

 

El niño grito que a su gatito no lo maten, su madre lo abrazó lo más fuerte que pudo, el padre me miró y comprendió que sufría y le agradecí su decisión.

 

Esa fue la primera vez que lo mataban por su bien y lloraban por ello.

 

El niño peli morado  enterró al gato amarillo en una caja de zapatos, junto con muchos de sus dulces favoritos, sus padres lo ayudaron, lo hicieron al pie de unas flores muy bonitas, eran unas flores de girasol, el niño lloro por muchos días.

 

 

**************************************************

Esta vez el gato era libre, ya no tenía ni dueños, ni amos, pero le gusto el poder ir de aquí para allá sin ataduras, aunque su pelo ya no era brillante porque nadie lo cuidaba,  pero no le importaba, era un gato normal  y esta vez solo un gato vagabundo.

 

A pesar de eso, los demás gatos lo admiraban por su belleza y magnificencia, y muchas gatas deseaban ser sus consentidas.

 

-¡Esta vez solo viviré para mí mismo! decía el gato a los demás, ¿saben? Yo he vivido y reencarnado muchas veces, ¡he sido el gato de un Emperador! y vivido en un castillo de oro y joyas, también el gato de un pirata, ¡que era respetado y temido por los sietes mares!, y un gato de un mago, ¡que tenía poderes sorprendentes! y también el gato de un niño donde tenía leche calientita todas las noches, ¡he vivido más que todos ustedes sé y conozco mucho!, -el gato se vanagloriaba e hinchaba el pecho, se sentía superior a otros gatos.

 

Los demás felinos solo lo veían asombrado hasta que uno muy joven preguntó.

 

-¿Y porque siempre has decidido reencarnar en un gato? ¿No vez que siempre mueres y feo al final? Lo siento pero no te envidio si tienes un final así, ¿has pensado ser otra cosa cómo un humano?

 

Sus palabras dejaron desestabilizado al gato amarillo, nunca pensó en eso de reencarnar en otro animal que no fuera un gato, le gustaba serlo,  pero en verdad ¡nunca pensó en reencarnar!, cada vez que moría pensaba que era la última, pero él seguía naciendo, y ¿cómo decidir si ser gato o no? Nunca pensó en ello, pero ¿por qué volvía una y otra vez? , acaso no era eso una maldición.

 

De pronto escucho esa voz tan conocida.

 

-¡Vengan todos a comer!

 

Y todos los gatos corrieron hacia aquella voz.

 

Si bien era un gato callejero que dormía y comía donde le daba la gana, siempre era bien recibida una buena comida y fácil de conseguir y una vez al día ese joven de baja estatura de cabello y ojos celestes, les daba las sobras del restaurant donde trabajaba como camarero, ese chico le llamó la atención desde el primer día que lo vio, sus ojos eran muy bonitos, como ver el celeste puro del cielo.

 

-Aquí estas Amarillo kun,  -ese era el nombre por cómo le llamaba el chico, su nombre más simple, si los comparaba a los otros que había tenido-

 

Y siempre le separaba una ración especial para él, se notaba a leguas que era su favorito, aunque nunca dejo que lo cargara o acariciara, él ya no quería tener contacto íntimo con los humanos, quería ser un gato salvaje.

 

-¿Porque eres siempre tan huraño Amarillo kun?, ¡ven no te hare daño!, solo quiero ver esos ojos dorados.

 

Pero el gato le daba la espalda ignorándolo olímpicamente, ya no quería comprometerse ni querer a un humano, si al final terminaba alejándose de ellos.

 

El joven era pintor, el gato amarillo también lo visitaba en su casa, y aunque no se dejara agarrar o acariciar cosa que el peli celeste siempre intentaba, iba a visitarlo, sabia del arte del chico y era muy bueno en ello, y sabia también cuando deseaba pintarlo, así que se quedaba horas quieto para que el joven pudiera hacerlo, más por curiosidad, porque quería ver como se veía ahora, aunque antes ya una vez el emperador se había retratado en una oportunidad con él. Pero sabía que cada artista tenía diferente método y quería saber como salía su retrato pintado por manos del peli celeste.

 

Los días pasaron y con ello los meses, el cuadro que el chico estaba pintando era enorme, y aún no acababa, pero no tenía nada mejor que hacer pensaba el gato, así que cada vez que el chico quería iba a ser de su modelo particular.

 

Un día el chico enfermo, era un día frio y el chico no vivía en una casa cómoda o moderna, más bien lo hacía en una casa antigua con sus paredes de madera muy ligeras, lo único que heredo de sus padres antes de quedarse huérfano eso le había contado  al gato.

 

Se acercó hasta su futón el chico temblaba, bien no le quedaba de otra, le daría calor sólo por esta vez, y se acomodó dentro de la colcha estirándose,  se sentía aún más grande de lo que ya era,  el felino  esa noche durmió y calentó al peli celeste toda la noche.

 

Al día siguiente el gato trató de despertar pero sintió que algo lo aprisionaba fuertemente, vió que eran los brazos del joven que lo apretaban como almohada.

 

-¿y ahora como me suelto?- pensaba el gato

 

Mientras pensaba el joven despertó, se asombró al verlo a su lado pero luego sonrió, era la primera vez que veía sonreír a ese chico, que de por  sí era muy serio y frio, parecía más un muñeco. Pero ahora esa mirada y sonrisa cálida lo anonadaba, cuantas veces había visto esa mirada de amor hacia él, en tantos diferentes colores,  recordó al Emperador, al pirata, al mago y al niño, un sentimiento de nostalgia lo llenó y solo decidió dejarse abrazar y ser querido.

 

Desde ese día dejo que el chico lo acariciara y lo visitaba más seguido. Esté le había regalado y colocado un listón celeste en su cuello muy parecido al color de sus ojos.

 

Un día el chico lo esperó con una sonrisa radiante  y la miraba expectante, ¡había terminado el cuadro! y quería mostrárselo.

 

Y tenía razón, esa pintura era mejor que la del pintor  del Emperador, en ella se mostraba un gato grande majestuoso de pelaje dorado y reluciente al igual que sus ojos, parado al lado de unas margaritas amarillas, si parecía que se  veía al sol con pelaje puesto, ¿ese era yo? Pensaba, no, ese era el “yo” visto a través de sus ojos celeste, pero no es malo, fue y poso una de las patas en la mano del chico mirándolo fijamente, trasmitiéndole un “ no está mal, eres muy bueno tienes futuro”

 

El chico que no entendía el actuar del felino, pero al ver sus ojos lo comprendió, no sabía cómo, pero entendió que quería trasmitir ese gato, que desde el principio le pareció muy especial.

 

Se sentó adecuadamente e inclino la frente, brindándole “un gracias” con mucho respeto.

 

El gato sonrió para sus adentros “este chico es extraño” pensó, “pero me cae bien”.

 

Un día mientras el gato dormía panza arriba en un tejado, el grito de una mujer lo sacó de sus sueños, corrió más por la curiosidad, cuando vió a los demás gatos sentados donde siempre lo hacían, frente al restaurant donde trabajaba el pintor.

 

-¿Qué pasa?-preguntó

 

-¡Están asaltando el restaurante donde trabaja el joven que nos alimenta, el hombre ya disparó contra una persona, creo que es un psicópata!

 

-¿Y él está adentro?

 

-Sí, le tocaba turno hoy, está junto a otros comensales, pero el ambiente está muy tenso.

 

-¡Estúpidos humanos!, como puede ser posible que se maten entre su propia especie, pero lo han hecho durante siglos, supongo que no hay nada que hacer, será el destino de ese muchacho si sale bien o mal de esto.

 

-¿No harás nada para ayudarlo?  -Le pregunto una gatita blanca-,  antes ya lo has hecho, ayudaste a tus otros amos.

 

-Tú misma lo dijiste: “eran mis amos”, pero esté no lo es, y créeme, morir es horrible, sientes que caes a un vacío y sin nada que te ate, no, esta vez no lo haré.

 

-¡Pero lo hiciste por los otros humanos!

 

-Porque eran especiales para mí.

 

-¿Y él también no es especial?,  ¿pensé que ya eran amigos? ¿Quieres que muera?

 

-¡No es asunto mío!  -y diciendo esto dió media vuelta para irse del lugar, fue cuando escucho otro disparo y nuevamente un grito, agudizo la vista, el hombre desquiciado había disparado ahora contra una mujer y estaba apuntando al joven peli celeste quien  protegía con su cuerpo a una niña que lloraba sin parar.

 

-¡Cállenla o la mato!, ¡escuchaste cállenla no soporto sus gritos!

 

-Señor es solo una niña está asustada.

 

-¡Entonces le dispararé!

 

El gato sintió esa sensación de peligro que tantas veces conoció, era una locura, ¿por qué lo hacía? Pero su cuerpo se movió por sí solo, saltó hacia el restaurante entró por la puerta sigilosamente, su corazón latía a mil, no sabía muy bien lo que hacía pero sabía que tenía que hacerlo, con habilidad subió donde estaban los platos y los tiró, el ruido hizo voltear al desequilibrado  y disparar directamente donde escucho el ruido, a duras penas el gato pudo escapar.

 

-¿Que fue eso, fuiste tú, fuiste tú, no?

 

El hombre tenía los ojos desorbitados y apuntaba al peli celeste.

 

-No fui yo señor

 

-¡Cállate!, entonces quien fue ¡dímelo!

 

-Nadie señor

 

-¡Mentira! todos ustedes creen que estoy loco ¿no? Pero no lo estoy, ¡morirán todos y comenzaré contigo!

 

No había tiempo de crear planes, así que el gato saltó pesadamente a la cara del hombre arañando y mordiendo lo más fuerte que pudo, era la segunda vez que atacaba a un humano, pero esta vez era mucho más salvaje y letal que la primera. ¡Porque esta vez no moriría! era él o ese humano enfermo, y el sobreviviría rompiendo esa cadena de maldiciones.

 

El hombre comenzó a disparar teniendo el gato en la cara, pero se tropezó y cayó, momento que aprovecho otro comensal para quitarle el arma, pateándola lejos, viendo al hombre desarmado todos los demás atacaron dejándolo reducido.

 

El gato se soltó al ver que ya el joven peli celeste no corría peligro, sin embargo una bala perdida le había lastimado el brazo.

 

El gato se le acerco y comenzó a lamer su mano.

 

Estoy bien amarillo kun, ¡eres un héroe!, me salvaste la vida.

 

Mientras que lo levantaban, el hombre tenía profundas mordeduras en el rostro y arañazos profundos en la cabeza que sangraban.

 

¡Llamemos a la policía!, ¡primero a una ambulancia para los heridos!, decían los demás.

 

De pronto la policía que esperaba el momento para entrar llegaron, y se hicieron cargo del  hombre, mientras otro sujeto le acercaba el arma con el cual había disparado a varias personas.

 

El peli celeste aún estaba sentado en el piso con el brazo sangrando y el gato al lado, la niña que hasta ese momento protegía y había quedado muda por el miedo comenzó a llorar con desesperación gritando que le dolía.

 

El policía al escuchar el llanto de la niña y creyéndola herida bajó la guardia, el hombre muy rápido  tomó el arma que tenía cerca, y empezó a amenazar con ella,  el joven albiceleste y  la niña estaban muy cerca de él,  todos los demás se fueron para atrás.

 

Solo el gato quedó en posición de alerta, y lo enfrentó,  tenía que llamar la atención de ese loco para que no lastimara a nadie más.

 

El hombre disparo varias veces, todo fue muy rápido, pero los disparos no iban para los comensales o policías, luego de disparar tres veces soltó el arma y comenzó a reír como desquiciado, fue reducido y golpeado por la policía.

 

Fue cuando suspiraron con alivio que nadie estaba herido por ese nuevo ataque, pero un joven peli celeste tenía la mirada fija al suelo.

 

Allí en un charco de sangre y con tres balazos que le destrozaron el cráneo, corazón y estómago estaba el gato amarillo.

 

Esa vez no solo el joven camarero lloró también lo hicieron la niña, y todas las personas que estuvieron ese día en el restaurante y los gatos  maullaban tristemente.

 

El pintor cremó los restos del gato y los lazo al viento, pidiendo un deseo, y que esta vez el gato aún sin tener cuerpo físico logro escuchar.

 

-“Espero poder verte algún día de nuevo”.

 

Ese deseo poco a poco se escuchaba unido a otra voz y a otra y pronto se volvió un coro, reconocía esas voces, era la voz del Emperador, del pirata, el mago y el niño junto con la voz del pintor, todos deseaban poder verlo de nuevo, y por primera vez el gato lloró y  también “deseó verlos de nuevo a todos juntos”…

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-Kise Kun, ¡despierta Kise Kun!. Ya nos vamos.

 

-¡Hey kise!, despiertas o te golpeo con el balón.

 

-Ki se chin se quedó muy dormido ¿lo aplasto Aka chin?

 

-¡Tienes que despertarlo no aplastarlo! Murasakibara ¡nanodayo!

 

-Ryouta ¿qué haces dormido en el suelo del gimnasio y solo?

 

Uhmm  esas voces, esas voces tan familiares, el rubio despertó estirándose al igual que un gato.

 

Al verlo un recuerdo extraño se les vino a la mente de cada chico algo como un beyabú.

 

-¿No les parece que Kise chin parece un gato grande dormido y enrollado como esta?

 

-Eso mismo pensaba Atsuchi.

 

-Oh

 

-¿Qué pasa Tetsu?

 

-Pues,  en la casa de mi abuela hay un cuadro de un gato amarillo grande de ojos dorados, lo pintó mi bisabuelo cuando era joven. No sé porqué  pero ese gato se parece mucho a Kise Kun.

 

-¡Un gato eh! - pensó Aomine-, no sabía porqué pero eso le traía nostalgia.

 

Lo mismo sintieron los demás chicos que miraron sin darse cuenta, de manera tierna al rubio.

 

En esos instantes Kise abría los ojos con un gran bostezo y al ver esas miradas en  él, sobre todo de ellos le hicieron sentir nervioso.

 

-Chicos… ¿por qué me miran así?, me dan miedo, sé que soy lindo pero eso se siente raro.

 

Y en un abrir de la boca del rubio se rompió el encanto y los chicos también se preguntaban así mismos que había pasado.

 

-Mejor vamos por algo de comida, ¡tú pagas Kise!.

 

-Kise Kun, yo quiero un batido grande de vainilla por favor.

 

-Eh ¿porque yo Aominecchi?

 

-Porque tienes un trabajo y ganas bien como modelo.

 

-Moo  ¡eso no es justo!

 

-¡lo harás como castigo Ryouta! porque te quedaste dormido en el gimnasio.

 

-¡Eso  es injusto Akashicchi!  ¡Me quede dormido esperándolos!  Además,  he estado trabajando duro como modelo y en los entrenamientos, sólo pegue los ojos un ratito.

 

-Kise chin, ronroneaba como gato.

 

-¡Eso no es cierto!, yo no ¿ronroneaba? ¡Murasakibaracchi!

 

-Deberías tomar más vitaminas y suplementos nanodayo.

 

-Midorimacchi con ese gesto no sé si te preocupas o me estas retando. ¡Hay porque son tan crueles conmigo!

 

Mientras todos salían el rubio se quedó aun tratando de desperezarse un poco estirándose, había tenido un sueño  extraño, pero lo peor es que no lo recordaba, aun así sentía un sentimiento de tristeza y felicidad en su corazón en ese momento.

 

Mientras que esos cinco chicos salían y conversaban, ya la noche había caído,  él se quedó viéndolos desde atrás,  era extraño, pero en ese momento parecía que los volvía a ver después de tanto tiempo, mucho pero mucho tiempo atrás.

 

Fue cuando los chicos al notar su falta, voltearon y se dirigieron a  él,  cada quien con su sonrisa única.

 

-¡¡¡Qué esperas vamos!!!

 

-Sí - respondió el rubio muy alegre, para correr al lado de ellos.

 

“…Si vuelvo a nacer, me gustaría ser humano y volverlos a ver,  que conozcan mi sonrisa y escuchen mi voz, abrazarlos como lo hacían conmigo y caminar junto a ellos”

Fin

 

  

Notas finales:

Me diverti mucho escribiendo!!!! espero que haya sido bueno, fue un pequeño cuento muy sano creo xD.

los quiero un abrazo!!!!!y les mando un saludo a traves de esta historia, que espero merezca al menos un comentario ;P

bye bye


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