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NUNCA ES TARDE por LaureenSaif

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Notas del capitulo:

Para quienes ya habia seguido mi fic hasta "este" capitulo saben que hace falta algunos pero he decidido aplazarlos... porque... pos creo que ayudara a la trama xD 

Por el resto del día, Rei ya no tuvo a Nagisa preguntándole nada no volvió a dirigirle la palabra después del receso y el lo aceptaba pues le había gritado, lo hacia sentirse algo culpable. El único de sus compañeros que le hablaba y lo había tratado mal, no era justo haberse desquitado con el por haber pasado tan terrible semana. 




Quería pedirle disculpas a Nagisa, claro por educación, así que dio la vuelta al escuchar el timbre de salida pero al hacerlo se dio cuenta de que este no estaba en su asiento sino que ya iba afuera del salón –Hey... Kagami-kun –le hablo intentando encontrarlo pero entre todos los alumnos que salían el pequeño rubio se había perdido entre la multitud. 




Creía perdidas sus intenciones, quizá mañana le hablaría, llego a la puerta del colegio viendo a Nagisa que tenia la cabeza baja mientras jugaba con el maletín en sus manos; dispuesto a pedirle disculpas se encamino a el –Rei –pero escucho su voz -¿Daiki? -se extraño al verlo -¿Qué haces aquí? -intentaba ver por sobre el hombro de su padre para buscar al rubio. 




–Vine por ti, dudo mucho que te aprendieras el camino con solo una vez que lo hayas tomado –poniendo atención en Rei, lo notaba distraído, por curiosidad o mas bien por metiche volteo a ver donde este miraba que era a un solo punto a pesar haver varios alumnos aun su mirada seguía un punto en especifico, se sorprendió al notar que Rei veía al pequeño rubio de la mañana. 




-¡Nagisacchi! ¡Momocchi! -al parecer para Aomine las sorpresas no terminarían, casi se fue para atrás cuando frente a el estaba Kise, estaba entro de un auto negro hablándole al par de chicos quienes con una sonrisa entraron para tomar asiento -¿Cómo les fue? -sonrió el rubio viéndolos por el retrovisor antes de comenzar a manejar. 




Daiki seguía en shock estaba tan impresionado que aun no se le pasaba, había visto a Kise. 




"¡¿Que?! ¡¿Estaban viviendo en la misma ciudad?!




Rei no dejaba de ver a su padre arqueando la ceja extrañado de que no reaccionara –Hey... Daiki –intento llamar su atención, no quería esperar a que este reaccionara, ya quería regresar a casa –Daiki –volvió a hablarle mientras movía su mano frente al rostro de su padre quien parecía aun sin creer lo que había visto, para Rei ese día hasta su padre precia estar de acuerdo con hacerle fruncir el ceño. 




Esa misma noche, en la casa numero 1021 del complejo habitacional, Kagami Taiga y Kise Ryouta se encontraban en la cocina de su hogar, uno lavando los platos en tanto el otro los secaba y acomodaba, se veían muy tranquilos, aunque Kagami no pudo evitar hablar –Ryouta, ¿Pasa algo? -lo había notado desde que llego a la hora de la comida. 




-No se si es algo malo Kagamicchi –suspiro mientras dejaba el ultimo plato para que el pelirrojo siguiera lo suyo –Hoy que fui a recoger a Nagisa y Momo, vi un tanto decaído a Nagisa –dijo rememorando ese momento; a lo que claro el Ex-As de Seirin se extraño pues su hijo no era así –¿Le paso algo?. 




Tomando quizá todo el valor que tenia y solo lo dejo salir -Dijo que se encontró con el hijo de Aomine -ante el nombre suspiro creando un poco de tensión en el cuerpo del pelirrojo –Le pregunte que si le había molestado o hecho algo malo pero... –volteo a ver al pelirrojo –No me quiso decir. 




Ante aquello Taiga lo abrazo –Tranquilo –sabia que Kise se preocupaba por sus hijos, los amaba como a nadie pero no podía dejar de preocuparse por Nagisa, al verlo se veía a si mismo, Ryouta solo esperaba que en ningún momento el pequeño rubio se sintiera como él antes de conocer a la Generación de los Milagros. Sin embargo no era el único preocupado, Kagami también adoraba a sus hijos y consideraba a Nagisa el mas vulnerable por esa inocencia que le notaba -Él estará bien -le dijo seguro pues él se encargaría de que lo estuviera. 




Esa noche en cama, Rei pensaba en lo que paso en el día al parecer el mundo lo deseaba ver sufrir por alguna razón divina, pues justo del otro lado de la pared un par de niños parecían estar saltando sobre la cama, claro ese fue su primer pensamiento ya que escuchaba el rechinar de los resortes de la cama, hasta que volvió a escuchar cada vez mas constante y de repente una voz masculina –Ah… Miyagi –ese sonido no era de risas sino de placer, de seguro se equivocó, no era podía ser… “eso”. Sus mejillas se tornaron rojas pero volvió a escucharlo y decidido golpeo la pared esperando que entendieran el mensaje. 




Se hizo el silencio unos minutos pero no fue eterno –¡Ultimadamente es mi casa! –al parecer la persona al otro lado no le importaba su salud mental –Y… -entre gemidos no dejaba de quejarse –Ha-hago… lo que quiero –eso le ponía los pelos de punta y le saco un fuerte sonrojo, saliendo del cuarto como rayo, toco la puerta de su hermano pero al no escuchar respuesta se asomó –Ren no está, llegara más tarde  -escucho a sus espaldas a Daiki -¿Quieres una hamburguesa? –le ofreció la bolsa de comida rápida a lo que solo negó con la cabeza –Rei, tengo que hablar contigo –eso le hizo poner los pelos de punta de seguro era algo serio. 




A la mañana siguiente, no sabía porque pero Rei se sentía observado... Si así podía llamar a las constantes miradas de sus compañeros o quizá fue solo estaba tenso por la platica que había tenido con su padre el día anterior. Quedo de acuerdo con Kuroko de competir antes de clases por eso se dirigía a los vestidores dispuesto a prepararse para ir con aquel chico. 




Mientras caminaba iba pensando, en lo que había hablado con su padre anoche, la competencia con Kuroko no le era tan importante, dudaba que fuera vencido pues sabía que el pelinegro sólo practicaba basquetbol y en definitiva ese deporte no era competencia al atletismo que tenía técnica y se ajustaba a los movimientos corporales del hombre convirtiéndolo así en uno de los deportes más hermoso para competir. Además el no tenía porque preocuparse el era un Aomine y ellos nunca perdían.  




No llego si quiera a la cancha cuando vio a varios alumnos rodeándola, gritaban emocionados o con carteles similares apoyando a... ¿A el? ¿Qué era eso?. Camino y vio dos personas paradas justo en medio de la pista -Kuroko-san -le hablo al pelinegro arqueando la ceja al notar que aún usaba su uniforme y no ropa deportiva -Va a tardar mucho en cambiarse? -le dijo un tanto altanero antes de empezar a estirarse.  




Sin embargo el otro quedo callado, si hubiera sido otra persona se dejaría sólo interpretar su silencio, pero era Haruka el no hablaría, así que Makoto siendo su amigo y quien mejor le conocía, decidió hablar por el -Lo que pasa es que Haru no va a competir contigo -ante aquello Rei frunció el ceño algo confundido -Yo te rete, pero no dije que competiría contigo -hablo al fin el de ojos azules.  




-Entonces, ¿quien irá contra mi? La condición fue que yo aceptaba el reto y ustedes me dejaban de insistir en jugar baloncesto -les dijo cruzándose de brazos. 




-Y así será -tres alumnos, que supuso el eran de Samezuka por el gakuden blanco, se encaminaron a ellos encabezados por un pelinaranja -Nagisa competirá contigo –y a lado del chico estaba el pequeño rubio con ropa deportiva -Hola, Rei-chan -le sonrió, se veía algo nervioso.  




-Jajaja -soltó una risa altanera y falsa -No me hagan reír -les vio negando con la cabeza -Sin ofender a Nagisa -levantó los hombros -No me va a ganar, esto es una pérdida de tiempo.  




-Típico de un Aomine -atrás de Nagisa, uno de los tres alumnos que no era el pelinaranja ni el azabache, sino el mismo chico con quien vio hablar a Kuroko hace dos días, camino a el -Si estas tan seguro que le vas a ganar, ¿por que no compites con el? -sonrió demostrado le sus dientes de tiburón -Mine-chin.  




Ante el apelativo Rei casi sintió un escalofrío que pudo ocultar bien, no así su cara de asombro; no le habían llamado así desde hacía años y sólo había una persona que se refería así a él -Murasakibara -susurro el peliazul.  




-Rin -asintió el pelirrojo -Rin Murasakibara -levantó lo hombros -Ahora, ¿vas a competir con Nagisa o no? -sonrió -No seas cobarde Rei -y sin más empezó a caminar, siendo seguido por el pelinegro que dio una ligera vista atrás sonriendo antes de seguir a su amigo así pues el pelinaranja hablaba aún con el pequeño rubio -Tu puedes bro' -chocaron sus puños -Suerte -y sin más se despidió -Gracias Sei-chan! -agitó se despidio Nagisa con la mano antes de voltear a ver de nuevo al peliazul.  




-¿Vamos a competir o no? -frunció el ceño Rei mientras tomaba una de las garrochas y dirigía a la línea de salida. 




En las gradas donde estaban todos los alumnos, los chicos de Samezuka que veían con curiosidad la escena -¿Crees que le gane? -pregunto Sousuke con las manos en los bolsillos del pantalón -Para ser sincero -suspiro Rin mientras veía con el ceño fruncido la escena -No lo se, Kise nunca le gano a Aomine -comento analizando la situación quizá algo muy de familia. 




Ante esto el pelinaranja de ojos ámbar que estaba al otro lado con los brazos cruzados sobre el pecho sonrió de sobre manera -Pero si un Kagami -y esa fue toda su respuesta mientras veia aquella escena 




Corrió por el pequeño camino de tierra balbuceando algunas cosas antes de poner la punta en el cajetín metálico para impulsarse, una vez arriba aquel salto fue tan perfecto que sin duda impresiono al pequeño rubio y a todos los presentes. 




Nagisa apenas salió de su trance cuando le escucho -Es su turno Kagami-kun -poniéndose de pie después de haber caído al colchón, Rei se encaminó confiado a la banca, ante los gritos de impresión de más de uno y especulaciones que quizá el pequeño rubio no lo lograría, pero a pesar de eso sólo de una cosa estaba seguro Nagisa.  




Al igual que el otro fue a la salida y empezó a correr haciendo que Rei le viera curioso "¿Que pasaba aquí?" De igual manera puso la punta de la garrocha en el cajetín metálico impulsándole hacia arriba moviéndose de la misma manera que el, sólo que Nagisa parecía tan ligero como una pluma al saltar al pasar por casi veinte centímetros por arriba de la barra, riendo justo al caer sobre el colchón -Jajaja... Eso fue divertido -dijo a la casi boquiabierta expresión de Rei quien no creía lo que vio.  




Ante eso Rei se paró una vez más, tomando una vez más la garrocha y dirigirse corriendo al poso, dispuesto a repetir lo mismo -Súbanla -dijo señalando la barra que de inmediato fue olvida por los alumnos auxiliares que "voluntariamente" se ofrecieron para ayudar o más bien ver en primera fila el espectáculo, aún le parecía impresionante, a el le había tomado años hacer algo parecido y se veía que Nagisa (por el pequeño cuerpo de este a comparación de sus amigos) no practicaba el deporte antes de aquella vez.  




Lo mismo se repitió en la segunda ronda sin duda eso le frustraba porque el podía romper su propia marca y el pequeño rubio feliz parecía superar todo sin problema; esta era la tercera y última ronda, sólo esperaba que el otro se equivocara pues el no quería saber nada de basquetbol, el no tenía talento para eso y se negaba a intentarlo.  




Así que decidido, corrió una vez más con la garrocha en manos y esta vez al saltar, justo cuando estaba sobre la barra lo sintió. 




Desde lejos pero de donde podía verse a la perfección la cancha, ambos adultos hablaban lo que pasaba -Gracia por decirme Midorima-kun –comento mientras -Kazunari me lo dijo ayer –respondió a Kuroko –Dice que lo escucho de Makoto y Haruka sin querer, creo que Akashi ya lo sabe –le dijo viéndole de reojo. 




Si bien ambos no eran los mejores amigos, en esos últimos años, la amistad de sus hijos los volvió mas cercanos aunque llevaba las expectativas de Midorima a otro nivel pues Cáncer y Escorpión eran un buen combinación, la prueba de eso eran el y Takao sin embargo Oha San le había dicho desde hacia un tiempo que tuviera cuidado con un Virgo y el unico virgo que conocía era sin duda Aomine.

Notas finales:

Siguiente capitulo:

 

"-No, no es nada capitán -contesto el pelinegro de lentes -Donde esta Kiyoshi? -pregunto al ver de reojo por toda la cancha. -Fue a dar unas vueltas al gimnasio -comento -Pero no creo que tarde ya... -vio su reloj pero al escuchar una vez más la puerta del gimnasio volteó a ver -¿Sousuke? -pregunto mientras le veía entrar con varios papeles en manos a lado de un alumno de Iwatoby."

 


Nos leemos luego :3 bye


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