-es sólo un amigo, nada grave Mikasa- contestó el rubio. No podía notarse, pero estaba muerto del miedo, la chica casi lo descubría, si eso llegará a pasar estaría en serios problemas.
-bueno, si tú lo dices- la verdad ella no estaba para más sorpresas, sólo quería pasar un buen rato con su mejor amigo y eso era todo.
-vamos al restaurant- cambio rápidamente el tema, no quería que lo empezará a interrogar, sobre, su supuesto amigo, eso era lo que menos quería.
-si, vamos- ambos comenzaron a caminar. En menos de dos minutos habían llegado y tomaron una mesa cerca de la ventana. Por supuesto no falto la gente que veía a Mikasa con mala cara.
-Mikasa, ¿Por qué te miran de ese modo?- estaba incómodo, no le gustaba que la gente mirara de esa forma a su amiga.
-¡La gente sólo ve por sí misma, pero no piensa que cada vez que trató de ayudarlos pongo en riesgo mi vida!- lo dijo en un tono alto. Estaba harta que la gente sólo viera por ella misma y no pensará un poco en los demás.
Más, al escuchar esas palabras, todas las miradas sobre ella desaparecieron, no es que hayan aprendido su lección, pero un Ackerman enojado no es bueno.
-¿ya han descubierto algo sobre el asesino?- pregunto. No le importan realmente, él sabía que no, y así sería por un par de años más, claro, hasta que se retiraran.
-No, estoy harta de eso. Llevó más de cinco años en este maldito caso y ni siquiera la identidad del asesino hemos descubierto, es tan frustrante, a veces pienso en retirarme, pero no sé qué me lo impide- apoyo ambos brazos sombrero la mesa y su manos cubrían su cara, producto del cansancio.
-sé que pronto lo descubrirás- sentía lástima por su amiga, ella era lista, pero no sabía que cometía un gran error. Ella no sabía nada sobre lo que trataba Armin, así que podía decirse que el asesino siempre estaba un paso adelante que ellos.
-eso quisiera, si no lo descubro pronto, te juro que me mato-
-vamos Mikasa se positiva, eres una mujer que ha llegado muy lejos, no puedes rendirte, haz avanzado aunque no lo creas, todos lo hacemos- trató de animarla. A pesar de ser su rival, aunque esta no lo supiera, era igualmente su mejor amigo y no iba dejar de lado eso.
-me gustaría creerte- decía un poco cansada. Ya no podía llevar más este tipo de vida, debía retirase, su hermano se haría cargo, él era más fuerte que ella.
-No hay remedio contigo, verdad- no se rendiría tan fácil, pero era mejor dejar ese tema para después.
^*^*^*^ Con Eren ^*^*^*^
-bien, hora de deshacerse de este cuerpo sin vida- estaba dispuesto a bajar al sótano, más jamás pudo predecir una inesperada visita.
``toc.....toc.....toc....´´
-¿quién es?- contestó irritado. No quería ni abrir la puerta, sea quien sea, quería que se largara.
-¿quién será?, soy yo habré maldita sea-
-¡¡Lárgate Reiner, no quiero joterias- la visita era más que indeseada, además no tenía tiempo para andar de cuatro patas, como quería desde hace tiempo Reiner.
-olvídate de eso y abre, tengo algo importante que decirte- sonaba enojado. El castaño decidió, por única vez, ignorada sus instintos e ir a abrir la puerta.
-¿Qué es lo que quieres?- dejo que pasar de mala gana a su casa y se acomodada en el sofá.
-Armin es amigo de Mikasa Ackerman- dijo sin más rodeos. No quería llevarse media hora para explicarle todo, sólo era venir y decirle de golpe, así de sencillo.
-¿¡Qué!?- eso realmente no se lo esperaba. Armin, amigo de Mikasa Ackerman, eso era nuevo.
-vaya, al parecer te tomé por sorpresa cierto- se notaba cierta burla en su tono de voz.
-cierra tu boca, que sólo sale mierda de ella -no le gustaba que se burlaran de él, es era algo que no podía soportar.
-tranquilo, veo que te vas a deshacer de otro cuerpo, si no me equivoco-
- eso no te incumbe, tengo mejores cosas que hacer que andar matando gente por ahí todos los días como un loco. Ahora largo de mi casa, voy a salir- paro al chico del sofá y lo arrastró hasta la puerta.
-bien, me iré, pero volveré para que folle......- el castaño le tapó la boca antes de que terminará esa oración.
-sólo fue una vez, supéralo, ya te dije que no me interesa nadie en este momento, ahora larga - lo empujó fuera de su casa y cerró las puerta, poniéndole segura al instante.
-sé que pronto te arrepentirás Eren, vendrá a mis brazos- fue lo último que dijo, para después irse por donde vino.
-maldición, Reiner, cuantas veces tengo que decirlo, no me interesas- dijo en un tono bajo. Guardo las cosas que iba a utilizar, en su lugar y cerró el sótano con llave, prendió el aire acondicionado, algunas velas aromáticas y salió de su apartamento.
Comenzó a correr, no sabía a donde iba, sólo tenía en cuenta que tenía que buscar un restaurante, el único que estaba más cerca de la residencia de donde vive esta ha una o dos horas, como máximo, así que esa sería su primera parada. Estaba más que confundido, Armin lo estaba traicionado, ¿por qué esta con ella?, ¿por qué una chica como ella conoce a Armin?, ¿cómo se conocieron?, esa y miles de preguntas se formaban en su cabeza. El dolor era insoportable, su cabeza daba vueltas, pero pronto llegaría a aquel restaurante.
Estaba más que cansado, tenía buena condición física, pero al descubrimiento aquella noticia había hecho que su corazón fuera a mil por segundo, podría jurar que le daría un infarto.
Cuando por fin se tranquilizaba, se recargo sobre un cristal y tomó aire. No esperaba ver a Armin y ni siquiera reviso, estaba dispuesto a irse, más algo lo detuvo.
-¡Hey me tapas la vista!- dijo Mikasa. Ahora que estaba mejor, y disfrutaba la hermosa vista, venía ese extraño y tapaba la ventana.
-¿eh?- no sabía quién le había hablado, aún están aturdido por todo lo anterior. Dio la vuelta y vio directo a los ojos a la chica.
Por dentro todo en él se derrumbó, lo habrán descubierto. Más ese no fue el caso, la chica lo miraba más bien sorprendida y podía notarse cierto sonrojo en su cara. Tal vez para ella amor a primera vista. Estaba tan concentrado en ella, que no me di cuenta de la presencia de Armin, que imagino, debe estar igual que yo.
Nos miramos algunos segundo, bueno hasta que me sentí incómodo, ya no había nada que hacer, simplemente me miraba y de eso, me puse igual de rojo, me estaba dando mucha atención y no me gustaba.
Di media vuelta y me aleje, ya no tenía porque seguir ahí, tenía que buscar a Armin.
-Armin, lamento dejarte, pero tengo que ir tras ese chico - se levantó de la mesa.
-¿Por qué?, lo conoces-
-no, pero míralo, es hermoso, debo ir tras el- no dijo más, dio vuelta y trato de alcanzarlo. No sabía porque le había llamado tanto la atención, ni porqué se había puesto tan nerviosa, de lo que estaba consciente era que, es muchacho era alguien especial y tenía que ir tras él.
Salió rápido del restaurante, y tomó le mano antes de que se alejará demasiado.
-¡Espera, no te vayas!- jalo su mano y atrajo su cuerpo con el suyo.
-¡Eh!- grito en forma de molestia. No se esperaba tal acción y lo tomó por sorpresa.
Más eso no fue el final, fue tanta la fuerza que hizo que ambos se dieran un beso.
-Mikasa espera......- él no podía creer lo que estaba viendo. Dos sentimientos se formaron en él, miedo y celos, pagarían caro lo que le habían hecho.
Continuará.........