-No me mal entiendas, imbécil- me miro de mala gana y refunfuño un poco mientras se acomodaba en el asiento del carro.
-¿entonces?- bueno si no quería que mal pensará todo esto debió explicarlo con más detalle.
-Sé que tu amigo es muy bueno analizando, lo necesitamos en el caso- miro irritado a mi persona. ¿Quién se creí este sujeto para pedirme tal cosa? Obviamente me negaría pero eso era una gran oportunidad para sacar información de pro y así hacer imposible mi captura, aunque no quiero arriesgarme demasiado con Armin.
-Tienes que preguntarle a él, no a mí- respire con pesadez, este sujeto era tan irritante, no puedo creer que me pareció atractivo hace algunas horas.
-Eso le dije a Mikasa pero ella sugirió esto primero, sabe que Armin no es mi fácil para aceptar trabajos y pensó que tu podéis convencerlo, ¿qué dices?- alzó un poco su ceja haciendo un gesto de intriga y me miro a los ojos.
-No lose...- mi cara se tiñó de rojo.
-lo tomaré como un ``Si´´ - comentó sin ninguna expresión y dio marcha al carro mientras volvíamos a la carretera.
^ El día había sido tranquilo para el azabache, muy a pesar de que casi murió ayer por pura calentura y es que la maldita de su amiga lo había timado y le dio uno de los afrodisíaco más fuertes que encontró, sólo el señor Titán sabe que tiene suficiente auto control para no lanzarse a cualquiera y hacerle salvajemente lo que su ser quisiera. Si le costó mantenerse al margen con la castaña, fue aún más difícil conseguirlo después de que su estúpida hermana trajera consigo a una belleza. Es que ese chico era realmente bello y no comprendía como es que estaba con ella. Sus caderas se movían al compás con sus pasos torpes y se trasero se movía muy sensual, casi invitándolo a una hecho salvaje de sexo, su caballero parecía chocolate que lucía muy sexy en él y sus ojos... esos hermosos ojos color esmeralda que brillaban radiantes.
-Buenas noches oficial Levi Ackerman- aún recuerda con claridad esas palabras y podía jurar que en ese momento quiso lanzarse contra ese mocoso para hacerlo suyo, suyo solamente. ^
-¡Levi, Levi! Estas sordo...- dijo exaltado el castaño, este llevaba más de 5 minutos hablándole y no respondía.
El pelinegro salió un poco del trance en el que se había metido y con mala gana miró al castaño, entendiendo que el otro había querido entablar una plática normal con él y se había negado, no porque quisiera, sino porque se encontraba tan metido en sus pensamientos que no prestaba atención a lo demás.
-continúa- comentó para aparentar que no le había presentado atención.
-¡oh!- se asombró el castaño- bueno, te decía que ¿por qué Mikasa no vino personalmente a decírmelo?- cuestionó. Él se llevaba mejor con la chica, así que... ¿porque había venido Levi?
-yo le gane- comentó serio
-¿Tú le ganaste?- dudo
^ -Uno de ustedes tiene que ir, sólo uno- la castaña decía mientras escribía no sé qué en su computadora.
-yo iré- el azabache tomó su chaqueta y su paraguas-
-¡No! Eren es mi amigo y futuro esposo, yo iré- refunfuño la chica.
-Eso que me importa, ya termine mi turno y tú no, yo estoy de paso y tú no, yo lo dije primero y tú no, fue justo mi choza- una vez que abrió la puerta y paso por esta la cerró de un golpe y se largó de ahí.^
-Mikasa es muy lenta en este tipo de cosas, además sería más rápido si yo venía-
-Si me pregunto si ya se le habrá pasado el enojo de esa vez-
-esa vez...-
^ -¡Maldito enano!- grito al verse manchada de batido de chocolate. El idiota de su hermano quien sabe porque se enojó y le lanzó a ella y Eren un batido de chocolate en la cara. Ella claro que se enojó pero Eren sólo río un poco y se dispuso a limpiarse lamiendo mensualmente su ropa y parte de sus manos dando a entender unas dobles intenciones en eso.
-vaya ese chico si es sensual- comentó Hanji-
-¡Cállate!- gritaron ambos ^
-No aguanta ni una broma- Levi miro hacia otro lado.
-¿me estaba seduciendo o quería hacer enojar a Mikasa cuando se acercó a mí y lambio mi cuello?-
-estaba haciendo ambos- sonrió.
-y... no quiere terminar lo que pensaba en ese momento- este freno de golpe y miro serio al castaño. Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro y se acercó al oído de este.
-no hay vuelta atrás, sólo serás de una noche- le susurró mientras mordía su oreja.
-e igual usted, sólo será de una noche, al menos que quiera más sabe dónde encontrarme- desató el cinturón que lo tenía amarrado al asiento y subió el vidrio haciendo imposible la vista dentro y fuera del carro. Volteo un poco la cabeza mientras veía a los ojos a Levi Ackerman. Levi Ackerman estaba a punto de ser suyo y lo mejor de todo era que iba a disfrutarlo como nunca antes.
Él estaba a punto de acostarse con la persona que ha querido matar durante mucho tiempo, él estaba jugando con fuego en ese momento.
Continuará...