Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Jugando con el destino por ami4alice

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, que puedo decir. Tuve que dividir el cap en dos parte pues me salieron 51 pag, y me parece demasiado para colocarlo todo de una vez. 

Así que el cap estara dividido en dos partes.(no se preocupen, las dos estaran de una vez)

Bueno, los personajes no me pertenecen pero amo verlos sufrir.

Espero disfruten el cap.

Cuando el caballo de nuevo tuvo la fuerza no dudaron en regresar al castillo de Waltorana. No se comentó más nada en todo el viaje, no se dijo nada, un completo silencio fue lo que hubo en todo ese camino al castillo. Aun en la cabeza del moreno se encontraba las últimas palabras de aquella chica que había visto aun sin comprender su significado. Al bajar del caballo suspiro para mirar de reojo a Wolfram quien también ya había bajado. El rubio se acomodó la ropa antes de llevar su vista al moreno.

-Majestad. Usted y yo aún tenemos un asunto. –Dijo Wolfram sin dejar de ver a Yuuri.

-¿Un asunto? –Dijo sin entender sus palabras el otro.

-El compromiso… -Murmuro levemente –El compromiso, ¿Cuándo piensa romperlo?

Y aquella pregunta le llego como un puñal al corazón. No había querido tratar ese tema pues aún no se sentía preparado para hacerlo, pero ahí se encontraba frente a la persona que quería romperlo. Si hubiese estado seguro de sus propias decisiones quizás le fuese visto fijamente, pero tristemente no era de esa forma. Sin poder evitarlo Yuuri desvió la mirada del otro.

-Ya hemos hablado de eso y no lo romperé. –Dijo de manera titubeante.

-Majestad, ¿Acaso no ve el problema del asunto? –Pregunto Wolfram. Yuuri al fin se atrevió a mirarlo.

-¿Problema? ¿Acaso que estemos comprometidos es un problema? –Soltó con cierto deje de enojo.

-Le recuerdo Majestad que originalmente usted deseaba eso. –Le dolió. Le dolieron aquellas palabras porque eran ciertas.

-El pasado es pasado y se deja atrás, Wolfram. –Indico intentando evadir el tener que contestarle.

-El pasado es aquello que nos hace lo que somos. Así que eso no quita que usted en un tiempo no lo quiso, ¿Cuál es su insistencia en mantenerlo? Ahora es el momento de que sea completamente libre. ¿Cuál es el motivo? –Comento el rubio con confusión.

-¿Motivo? –Dijo un tanto pensativo –Tu no estarás ahí, ¿Cierto? –Soltó sin pensarlo mucho.

-¿Estar? –Dijo en un suspiro –Majestad, no se confunda. Yo siempre estaré ahí para usted, después de todo soy su guardia, así que no confunda mi presencia con otra cosa. ¿Qué es lo que realmente busca? –Pregunto dando un paso hacía el moreno.

-¿Lo que busco?

-Sí. –Dijo estando a un paso del moreno -¿Qué es lo que quiere realmente de mí?

Wolfram llevo una de sus manos a la mejilla del moreno para así levantar su rostro y que le mirara directamente a los ojos. Aunque Yuuri se hubiese esperado una sonrisa de parte del otro, esta nunca llego pues Wolfram solo le miraba de manera tranquila, sin inmutarse.

-Si te digo lo que quiero, ¿Qué pasara entonces? –Pregunto el moreno frunciendo levemente el ceño.

-Eso queda a decisión suya. Después de todo, si es algo que viene de usted entonces yo no dudaré en cumplirlo. –Dijo el rubio mientras alejaba su mano del rostro del moreno. Por su parte Yuuri solo tomo con cierto enojo la muñeca ajena.

-¿¡Entonces si yo lo ordeno harás lo que sea!? –Casi grito en su enojo mirando fijamente al otro.

-Si es una orden directa. –Contesto sin ninguna duda, provocando que se enojara más Yuuri.

-¡No quiero que sea algo así! ¡Yo no quiero que estés conmigo porque sea una orden! ¡Quiero que desees estar conmigo por tu propio deseo! –Grito mostrando su enojo, enojo que Wolfram no entendió.

-¿Mi propio deseo?

-¡Sí! Que seas tú el que venga a mí por tu propia voluntad. –Dijo con más seguridad Yuuri.

-Majestad. –Y con la típica delicadeza se soltó del agarre –Creo… Creo que es demasiado tarde para buscar esos ideales. –Contesto sin ninguna pizca de duda en su voz.

-¿Eh? ¿Demasiado tarde? –Soltó confundido Yuuri.

-Porque el pasado que está hecho no se puede cambiar. –E hizo una pausa en la que Yuuri se dedicó a observar a Wolfram fijamente –Y ya tu tenías eso Yuuri, pero lo dejaste ir.

-¿Eh? –Se quedó completamente paralizado cuando fue llamado de esa forma de nuevo.

Pero había sido demasiado tarde su reacción. Cuando pudo captar el asunto de lo que posiblemente había pasado ya se encontraba completamente solo en el lugar. Wolfram le había llamado de nuevo por su nombre, no solo eso sino que la expresión que le había mostrado estaba llena de emoción… Emoción que reconoció al instante como dolor y tristeza.

Aun con el asunto en la cabeza decidió regresar adentro. Ya el cielo estaba completamente oscuro y su cabeza era un completo lio. Todas las cosas que pasaron, todas las cosas que vio y oyó, todas se repetían al momento en que se encontró acostado en aquella gran cama. Se sentó en la cama al darse cuenta que era inútil buscar el sueño en ese estado, miró por la ventana un momento dejándose hipnotizar por aquel hermoso cielo estrellado.

Se levantó de la cama sin ninguna duda yendo a la ventana abriéndola y así saliendo al balcón que tenía. Afinco sus codos en el frío yeso sin dejar de ver aquel cielo, aun preguntándose qué era lo que debía de hacer con todo lo que estaba pasando. ¿Qué era lo que estaba buscando realmente? ¿De verdad lo hacía por el amor de Wolfram o solo era para autosatisfacerse? La respuesta que buscaba estaba cada vez más lejana.

Cerró un momento los ojos mientras repasaba todos los momentos de su día. Desde el momento en que se despertó hasta ese. Detallando cada uno de los escenarios y preguntándose qué era lo que realmente estaba buscando. Lo estaba perdiendo. La motivación inicial con la que se movía la estaba perdiendo lentamente, la sentía irse de su cuerpo en pequeños destellos de luz. ¿Realmente quería recuperar el amor de Wolfram? ¿Ese era en serio su mayor deseo? Sentía que ya no era eso lo que buscaba con desesperación.

Escucho un ruido a lo que por reflejo abrió los ojos con todos sus sentidos activos. Miró a todos lados hasta que pudo divisar como a lo lejos había una sombra, cuando detallo mejor pudo darse cuenta que era Wolfram. Reconocería aquella rubia cabellera en cualquier parte. Analizo el lugar donde le veía parado para sin más salir de su habitación en dirección a aquel lugar. Le llevo poco tiempo llegar al lugar viendo como el rubio estaba sentado en el pasto.

-Wolfram… -Pronunció su nombre a lo que el otro se giró para saber quién le llamaba.

-...

-Por favor no me llames de esa forma. –Interrumpió Yuuri de inmediato antes de ser llamado de manera tan fría.

El moreno sin dudar o hacerse esperar se sentó en la grama junto a Wolfram bajo su mirada. Primero pensó que le regañaría por haberse sentado en el lugar, pero lo único que obtuvo fue un gran silencio. Miró de nuevo el cielo no sintiéndose preparado para enfrentar la mirada del otro.

-Es un bonito cielo. –Escucho al fin las palabras del otro.

-Sí. –Fue lo único que se atrevió a contestar.

-Yuuri…

Su nombre le sorprendió tanto que no pudo evitar tensar sus hombros mirando aún más en dirección contraria a la del otro. Wolfram ya llevaba tanto tiempo sin llamarle así que ahora se encontraba con un sentimiento de confusión, quería ser llamado de nuevo así, pero se sentía extraño luego de tanto.

Yuuri se hubiese quedado sin mirar al otro sino fuera por lo que sintió rato después. De pronto sintió un jalón en su camisa lo que le hizo girar, pero antes de lograr esa acción había sido jalado con tal fuerza que termino teniendo enfrente a aquel cielo estrellado. Al parecer estaba en el regazo de Wolfram. Aun sin creérselo giro un poco su vista para encontrarse con la mirada del otro.

-¿Estas preocupado por algo? –Pudo escuchar decir a Wolfram. Iba a contestar pero sus emociones comenzaron a brotar cuando la mano cálida del otro comenzó a pasar por su negro cabello.

-Wolfram… -Pronunció su nombre en su revuelto de emociones.

-¿Sí? –Dijo y luego de tanto tiempo Yuuri pudo ver una sonrisa en el rostro del rubio.

-Wolfram…Wolfram… -Pronunció sin parar su nombre mientras se giraba en su dirección y se abrazaba de la cintura ajena.

-¿A sido realmente difícil, no? –La voz suave de Wolfram le calmaba más de lo que podía pensar –Todo estará bien, ya verás que lograras resolver los problemas. Siempre lo has logrado ¿No?

-No lo sé. Esta es la primera vez que no sé qué es lo que debo hacer. ¿Está bien seguir adelante? –Y no pudo evitar comenzar a sacar todas las preocupaciones que había tenido acumuladas.

-¿Por qué piensas que no?

-Porque ya no sé qué es lo que quiero. Normalmente siempre lo supe, pero ahora no sé qué es lo que debo hacer. –Dijo teniendo su rostro pegado al pecho de Wolfram mientras recibía sus suaves caricias.

-¿Qué hace esta vez diferente?

La pregunta le dejo pensativo. Encontrarse en toda esa situación le hizo recordar a todas esas veces donde pasaba lo mismo. Siempre cuando perdía que era lo que quería hacer tenía ese tipo de conversaciones con Wolfram. Como lo que estaba haciendo en ese momento, Wolfram siempre acariciaba su cabeza con suavidad mientras de manera calmada le hacía salir lentamente sus frustraciones.

Aunque todos pensaran que Yuuri era una persona impulsiva, él también tenía sus preocupaciones y sus dudas, como cualquier chico de dieciséis años también poseía sus miedos y frustraciones. Nadie conocía a aquel Yuuri pues él siempre se había molestado en ocultarlo, el único que si lo conocía era Wolfram. Wolfram era el único que había logrado llegar a ver a aquel Yuuri de solo dieciséis años. Todos estaba acostumbrados a ver al Yuuri siendo Maou, pero él también era un adolescente con debilidades, debilidades que solo Wolfram conocía.

Jamás lo había llegado a admitir, pero el momento en que Wolfram conoció ese lado patético de él, había creído que le dejaría de amar, después de todo no era aquel ser genial y poderoso que siempre había mostrado. Pero en vez de eso fue todo lo contrario. Wolfram jamás le contó a nadie sobre ese estado de Yuuri, más bien siempre que se encontraba frustrado o perdido Wolfram de manera calmada le consolaba y animaba.

Era igual a como lo estaba haciendo en ese momento. Mientras él soltaba todas sus dudas y miedos, Wolfram le ayudaba a buscar una solución mientras acariciaba su cabeza. Había pasado tanto tiempo desde que había pasado eso que Yuuri no pudo evitar comenzar a sollozar. Ese era el Wolfram que quería, ese era el Wolfram que amaba. El Wolfram que a pesar de lo patético que estaba siendo seguía estando ahí para él. En ese momento fue que se dio cuenta el por qué le había dolido tanto su comportamiento frío. Yuuri no se daba cuenta que en realidad, quien siempre había sido su fortaleza había sido Wolfram.

-Eso mismo quisiera descubrir yo. –Soltó con una risa apagada, sintiendo sus lágrimas correr por sus mejillas.

-No debes ser flojo Yuuri, debes pensar con más claridad. Si tú no sabes qué hacer, ¿Qué le dejas a los demás?  -Y aunque no la vio pudo imaginarse la expresión de Wolfram cuando soltó una risa.

-Es demasiado. Quizás es mejor que lo deje todo. –Dijo sin muchas ganas. Separo un poco su rostro cuando dejo de sentir las caricias viendo aquella expresión de molestia en el rostro de Wolfram.

-Nunca digas algo como eso Yuuri. Ni en broma. –El tono serio de Wolfram hizo que no pudiera  quitar su vista de él.

-Lo sé. Por favor dime las razones por las que nunca debo decirlas… -Soltó para volver a ocultar su rostro mientras abrazaba con más fuerza al otro.

-Porque ese es un lado de ti que más me gusta. –Murmuro luego de un suspiro cerca del oído del moreno.

Yuuri iba a decir algo más pero de pronto un gran sueño le invadió no pudiendo controlarlo. Comenzó a quedarse dormido en aquella posición hasta que finalmente le cedió el paso a Morfeo. Con aquella frase, con aquella pequeña frase con la que había finalizado Wolfram era suficiente para que Yuuri pudiera volver a comenzar. Era lo suficientemente fuerte para que Yuuri olvidara todas sus frustraciones y de nuevo se enfrentara al problema con una nueva perspectiva. Después de todo, las personas siempre buscan lucirse delante de las personas que le gustan. Y Yuuri siempre lo había hecho sin darse cuenta.

Quería cumplir con aquellas palabras dichas de Wolfram. Sin darse cuenta siempre buscaba hacer que con sus acciones Wolfram se enamorara más de él. A pesar de siempre haber estado huyendo del compromiso jamás lo había roto, pues, él no era consciente de sus propios sentimientos. Yuuri no era consciente que quizás desde un tiempo para acá él ya correspondía los sentimientos de Wolfram, lo único era que era de manera inconsciente.

Yuuri no se daba cuenta de que sus propias acciones buscaban corresponder los sentimientos de amor de Wolfram.

 

Un fuerte ruido provoco que el cristal que tocaban sus manos se rompiera, causando así que cayera al piso por reflejo. Ulrike quien miraba a través de una pequeña esfera de cristal todo lo que pasaba, se vio sorprendida de aquel repentino ruido. Se levantó del suelo sacudiendo un poco su traje, viendo de nuevo lo que reflejaba aquella esfera.

-Sigue siendo increíble. –Murmuro de pronto.

En aquella esfera de cristal con una gran rasgadura en ella reflejaba al actual Maou y a su prometido. Pero eso no era lo único que mostraba, una pequeña luz que salía de Wolfram creando un camino a una dirección que no pudo descubrir. Una luz que Ulrike había deducido como las emociones. Como un globo que había estado inflado buscaba de nuevo estar en el mismo estado. Acerco uno de sus dedos a la esfera sintiendo de pronto un pequeño corrientazo, alejo su mano de golpe sin quitarle la vista a la esfera de cristal.

-Me haces las cosas más difíciles. –Volvió a decir para ella misma –Pero, aunque me hagas las cosas difíciles, el amor siempre buscara regresar a su dueño, por mucho que luches.

-Santidad. –Escucho una voz ajena a la que se giró a ver de quien se trataba.

-Elizabeth, ¿Qué sucede?

-Le ha llegado una carta. ¿Se encuentra bien? –Pregunto luego de ver el estado de la esfera.

-Sí. Estoy bien, solo estaba viendo algo para certificar mis dudas. –Comento acercándose a la otra chica. Al encontrarse al frente tomo la carta de las manos de la otra – ¿De quién es la cara?

-Al parecer es de Lord von Christ Günter. –Indico la chica.

-Es raro que él mande una carta. –Comento con sorpresa mientras la abría para leerla –Así que él también se dio cuenta…

-¿Disculpe?

-No, no es nada Elizabeth, por favor espera para que mandes la respuesta de la carta. –Le indico para caminar hasta una pequeña mesa que había en la habitación, sacar una hoja y una pluma para comenzar a escribir la respuesta.

-Sí. –Dijo la mujer mientras observaba a la sacerdotisa escribir.

A los minutos Ulrike termino de escribir dejando la pluma en la mesa y doblando aquella hoja donde había escrito. Luego de hacerlo saco un pequeño sobre donde introdujo el escrito doblado. Al acabar camino a donde estaba la chica y le entrego el sobre.

-Por favor has que envíen esta carta a pacto de sangre a Lord von Christ Günter. –Le indico de manera seriedad.

-Sí. –Dijo Elizabeth antes de retirarse de la habitación dejando de nuevo a Ulrike.

-Será mejor que comente esto con Shinou. –Dijo llevando su mano al mentón –Si esto continua así Wolfram se volverá un filtro de sentimientos. –Murmuro.

Sin pensárselo más salió de la habitación no sin antes darle una última mirada a la esfera de cristal. Todo se estaba saliendo de control, se podía dar cuenta, lo hacía porque ella recordaba aquello que nadie más lo hacía. Por ser una sacerdotisa y tener contacto con la parte sagrada era que podía recordar todo lo que había pasado con anterioridad. La única que recordaba aquella segunda vida que habían tenido causante de todo eso, era Ulrike.

Iba caminando por los pasillos con dirección a la sala de Shinou, tenía que comentar todo ese asunto con él. Tenían que hablar sobre una solución a ese problema que se iba transformando en algo grande lentamente. De pronto sintió su alrededor inestable a lo que se detuvo de golpe para mirar un poco a su alrededor, encontrándose con que no había nada.

-Lo lamento mucho, pero tendré que llevármela. –Una voz desconocida le hizo sentir miedo. Giro su vista encontrándose con una mujer vestida como aprendiz de sacerdotisa.

-¿Quién?

-Lo lamento, pero las preguntas las hago yo a partir de ahora.

-¿Eh? Tú… ¡Hana! –Grito su nombre pero aunque resonó en sus oídos había sentido que no había salido de su boca -¡Esto es un error!

-¿Error? Usted está equivocada. Esto es lo mejor que puede pasar.

-No entiendes lo que estas causando. –Dijo con severidad –Si esto continua así comenzara a haber caos.

-¿Y qué si los hay? A las personas les gusta vivir en sufrimiento. –Comento con una pequeña sonrisa la castaña mientras movía un poco la falda de aquel traje.

-En todo esto el que más sufrirá será Wolfram, ¿Estas bien con eso? –Pregunto con cierto tono triste.

-¿Wolfram? No sé de lo que estás hablando y tampoco quiero saberlo, yo solo quiero que todos paguen como debieron hacerlo. –Comento mientras levantaba una de sus manos.

Antes de que Ulrike pudiera decir algo más de nuevo sintió su alrededor moverse y antes de que pudiera hacer o decir algo iba cayendo en la inconsciencia mientras escuchaba a los lejos la risa de aquella chica. Ella no entendía. Ulrike se había dado cuenta que aquella mujer llena de odio y resentimiento no entendía lo que realmente estaba causando.

“Majestad, Excelencia… Por favor sean fuertes… Excelencia…Perdón por no poder ayudarlo… Majestad…Lamento no serle de ayuda en nada… Shinou…”

Esos fueron los últimos pensamientos que cruzaron la mente de Ulrike antes de caer en la inconsciencia completamente.

 

-¿Qué? –Soltó con una molesta Shinou.

-¿Qué sucede? –Pregunto Murata que se encontraba con él.

-No lo sé. He sentido algo extraño. –Comento el rubio con una cierta molestia.

-Tal vez sea algo relacionado con Shibuya. –Comento pensativo, llevaba tiempo sin verlo.

-No, creo que es otra cosa….

-¡Gran sabio! –Un fuerte golpe en la puerta hizo que los dos hombres se exaltaran.

-¿Qué sucede Elizabeth? –Pregunto confundido por la alteración de la chica.

-¡Tenemos un problema! ¡Su santidad…! ¡Su santidad ha desaparecido! –Grito la chica de un solo golpe.

-¿Qué Ulrike que…? –Soltó Shinou de pronto.

-Eso es imposible…Ella no puede salir de este lugar. –Dijo el moreno mirando fijamente a la chica.

-No la encontramos por ninguna parte, llevamos ya horas buscándola.

-¿Desde cuándo no la han visto? –Pregunto Shinou completamente serio sobre el asunto.

-¿Cuándo fue la última vez que la vieron? –Pregunto ahora el gran sabio.

-Creo… que la última vez que se vio fue cuando yo la vi… Me pidió que entregara una carta para enviar luego de eso nadie la vio más. –Comento con cierta duda.

-Está bien, gracias por informarme. Puedes retirarte, sigan buscando por si acaso. –Comento antes de ver a la chica partir del lugar.

-¿Qué es lo que está sucediendo? –Pregunto de pronto Shinou mirando al moreno fijamente.

-Eso mismo quisiera saber yo… Para que alguien haya entrado en este lugar se necesita de demasiado poder. No solo eso, que entrara sin que nos diéramos cuenta es lo de temer. –Indico el moreno mientras se acomodaba los lentes.

-Será mejor llamar a Yuuri ahora mismo. No tengo un buen presentimiento de todo esto. –Le dijo al moreno en tono serio.

-Ahora mismo iré a buscarlo. Tampoco siento nada bueno de todo esto. –Finalizo antes de girarse para irse por la puerta de aquella gran habitación.

Al momento en que el rubio quedo solo miro un instante el techo del lugar preguntándose qué era todo lo que estaba pasando. ¿Quién se había llevado a Ulrike? ¿Para qué se la habían llevado? Para lograr entrar sin que él se diera cuenta se necesitaba de un poder casi igual al del Maou. ¿La persona a la que se enfrentaban ahora tenía ese nivel de poder? Shinou no podía evitar hacerse un sinfín de preguntas con aquello que había pasado.

 

Yuuri despertó de golpe viendo el techo de la habitación donde estaba durmiendo en los aposentos de Waltorana. Al ver el techo de la habitación se dio cuenta que se encontraba en su cama, bien arropado. Entonces cayó en cuenta que quizás lo que había visto y sentido en la noche solo había sido un cruel sueño. Un dulce y cruel sueño para recordarle lo que había perdido o estaba perdiendo con toda esa situación.

Se sentó en la cama llevando una de sus manos a su rostro. Sentía sus ojos rojos además de que le ardían bastante, quizás por aquel sueño que había tenido había llorado. Miró un momento al frente luego de frotarse un poco los ojos, después de todo le había dado un poco de picazón. Al ver al frente fijamente le hizo recordar lo que había soñado en la noche. El Wolfram que palmaba su cabeza mientras le ayudaba a resolver sus conflictos era una de las cosas que le había llevado a enamorarse de él.

Con aquel sueño que había tenido se comenzó a dar cuenta de todas sus acciones, entonces cayó en cuenta de que siempre busco a Wolfram, aun en esos momentos lo seguía buscando solo a él. Comenzó a rememorar todas esas situaciones con Wolfram, sin él, y todas la llevaban a la misma conclusión que nunca quiso aceptar. Él también estaba enamorado de Wolfram, a pesar de lo malcriado que decían que era, a pesar de tener un gigante orgullo para toda una ciudad, a pesar de todo lo que le celaba, él amaba a Wolfram, porque cada una de aquellas características conformaban lo que era Wolfram y Yuuri había aprendido a amar todo eso de él.

Pero él no se había dado cuenta a tiempo de todo eso. Yuuri no se había percatado ante de todas sus emociones hasta que era demasiado tarde. Yuuri se sintió de alguna manera estúpido por lo lento que había sido con todo ese asunto, quizás si hubiese descubierto antes sus sentimientos nada de aquello estuviera pasando, pero ya no había tiempo para pensar en que fuese pasado, lo hecho, hecho estaba y no había vuelta atrás.

Se levantó de la cama de un solo brinco para buscar su uniforme y comenzar a colocárselo rápidamente para salir. Ya tenía la mente más despejada y sus objetivos bien definidos. A pesar de que lo de la noche era solo un sueño le había ayudado suficiente para que Yuuri no tuviera duda de lo que estaba buscando. Al ya estar vestido salió de su habitación encontrándose al abrir la puerta con Conrad que parecía iba a hacer la misma acción de él de abrir la puerta.

-Majestad… Buenos días. –Indico con una pequeña sonrisa alejando su mano de la puerta.

-Conrad… Buenos días. –Dijo para salir al fin de la habitación bajo la mirada del castaño.

-Parece más animado Majestad. –Dijo Conrad al notar el buen ánimo que le había visto al moreno.

-¿Animado? –Comento llevando su mano al rostro. Entonces recordó su sueño –Supongo que he encontrado mi respuesta. –Dijo con una sonrisa.

-¿Respuesta? –Dijo con confusión Conrad.

-Sí. He encontrado que es lo que quiero hacer. –Dijo mientras iban caminando por los pasillos.

Conrad iba a preguntar más sobre el asunto pero cuando pudieron divisar a Gwendal no le gusto para nada la expresión que estaba mostrando. Gwendal estaba parado al lado de Gunter quienes estaban a unos pasos de un soldado que estaba amarrado con una soga mientras se encontraba sentado en el piso. Yuuri iba a replicar pero pudo entender la razón de toda esa situación. Antes de poder comentar algo el soldado comenzó a actuar de manera agresiva.

-¿Qué es lo que pasa? –Pregunto de una Conrad.

-No lo sabemos, de pronto esta mañana comenzó a actuar así. –Dijo Gunter con los brazos cruzados.

-No es normal que alguien comience a actuar agresivamente de pronto, ayer no actuaba así. –Dijo Yuuri mirando a aquel soldado.

-¡¿Qué es lo que ves?! ¿Acaso te debo algo? No, ya sé ¡Usted lo único que quiere es explotarnos! ¡Ni siquiera piensa en nosotros! Solo le interesan aquellos asquerosos humanos. –Mientras más le escuchaban más sentían que salían serpientes por su boca.

-¿Con quién fue el último que estuvo? –Pregunto Yuuri a los otros tres hombres.

-No le gustara la respuesta Majestad. –Dijo Waltorana quien estaba llegando junto a otro soldado.

-¿Por qué no me gustara? –Pregunto frunciendo levemente el ceño.

-No lo tome a mal Majestad. –Dijo en un suspiro el rubio –Pero la última persona con la que estuvo fue Wolfram, en realidad él es uno de los principales de su guardia.

-¿Con Wolfram? –Soltaron los cuatro hombres en su impresión.

-Sí. No solo es eso… -Dijo en un suspiro mirando al soldado que le acompañaba –Diles lo que me has contado. –Le indico al otro para hablar.

-Majestad. –Dijo haciendo una reverencia –Por favor no crea que quiero con esto difamar a su Excelencia, pero estoy preocupado por él.

-¿Por qué debes estar preocupado? –Pregunto Gwendal seriamente.

-Ustedes saben de los problemas con los humanos, ¿No? –Y todos asintieron en respuesta –Desde que su Excelencia se volvió parte para solucionarlo los humanos se han vuelto más agresivos. No solo es eso...Hoy en la mañana a pasado algo.

-¿Algo? ¿Qué clase de cosas? –Pregunto Yuuri con seriedad.

-Bueno…Esta mañana como de costumbre fuimos a chequear a los humanos para controlar que no se ataquen entre si. Su Excelencia nos acompaño como de costumbre, todo estaba bien al comienzo hasta que llego una humana, una niña pequeña.

-¿Una niña? –Pregunto Gunter curioso.

-Sí. Una niña pequeña, normalmente ella nos trae algo de lo que cultivan, es una niña bastante amable. Ella se siente atraída por su Excelencia. –Comento mirando un instante al piso no sabiendo si continuar.

-¿Y? ¿Qué paso? –Pregunto Yuuri con el ceño fruncido.

-Los padres de la niña murieron hace tiempo y esta siendo cuidada por parientes, ya todos conocíamos su situación, ella a veces se quejaba de sus familiares pero era lo normal que se quejaría un niño en esa situación. A la hora del almuerzo comió solo con su Excelencia porque fue su petición. –Hizo una pausa que uso para respirar un poco.

-¿No estas tardando mucho en llegar al asunto? –Dijo Gwendal con molestia.

-Lo lamento mucho, pero si no lo relato no se evidenciara mi preocupación. Luego de comer con su Excelencia, la niña comenzó a quejarse más, al inicio no le prestamos atención pero eso parece que solo activo aun más sus emociones negativas. Aquella niña comenzó a amenazarnos con un cuchillo mientras soltaba pestes de sus familiares. No solo es eso, cada vez que su Excelencia se acerca a los humanos parece que estos actúan más agresivos que antes.

-¿Estas diciendo con eso que Wolfram es la causa? –Pregunto Yuuri aun con el ceño fruncido y apretando su puño, no quería oír la respuesta a su pregunta.

-A mi tampoco me gusta la idea de pensar en que su Excelencia sea la causa, pero es la verdad. Cada que él se relaciona con los humanos se vuelven más agresivos y parece que no solo con los humanos. –Finalizo aquel soldado dándole una última mirada al otro en el suelo.

-Yo tampoco había querido aceptarlo, pero después de analizarlo un poco creo que él tiene razón. –Comento Waltorana luego de un rato.

-Entonces la causa de todo esto es Wolfram. –Soltó Conrad en un suspiro.

-Eso explicaría su comportamiento. –Soltó Gunter de pronto bajo la mirada de todos –No me vean con esas expresiones, Lord mocoso ha estado actuando extraño desde hace tiempo, no se como eso relaciona el caos que hay con los humanos, pero sería ¿Cómo un catalizador inverso?

-¿Cómo?

-O sea, que es vez de catalizar las emociones buenas con las negativas hace que resalte una en específico. ¿Algo así? –Dijo Gunter aun bajo la mirada de los cinco hombres.

-Pero, ¿Cómo? ¿Cómo una persona puede hacer algo como eso?

-Eso es lo que debemos de descubrir Majestad. –Dijo Gunter al moreno.

Un silencio invadió el lugar luego de que Gunter dijera aquellas palabras. Todos los presentes sabían que eso es lo que desconocían y debían averiguar, el asunto estaba en el cómo era que lo iban a averiguar. Nadie lo sabía y por mucho que se lo pensaran ninguno llegaba a una solución, querían regresar todo a la normalidad, pero el asunto es que no sabían el cómo.

-Yo… -Murmuro el moreno sin mirar a nadie –Yo iré a hablar esto con Wolfram. –Fue lo único que le vino a la mente para decir.

-¿Esta seguro Majestad? –Pregunto Gunter de inmediato.

-Pero ¿Qué más podría hacer? ¿Sentarme a esperar por todo? No acepto algo como eso. –Dijo para girarse dándole la espalda a los otros hombres –He decidido no seguir huyendo. –Sin decir más nada o esperar una respuesta de parte de todos los demás el moreno comenzó a caminar en busca de Wolfram.

Parecía ser más fácil decirlo que hacerlo, después de todo, a pesar de haber dicho que lo discutiría con Wolfram no lo había logrado encontrar, a cada lugar que llegaba siempre le decían que no había estado y si había estado ya llevaba tiempo de haberse marchado. No tenía suerte, no lo estaba teniendo para nada. A veces pensaba que había algo que le estaba evitando tener una conversación normal con Wolfram, no es que no hubiese hablado con él, pero parecía que mientras más dejaba pasar el tiempo, más difícil era hablar con él.

Ya era la hora del almuerzo y aun seguía sin discutir aquel importante asunto con el rubio, no era de menos si ni quiera lo había visto en todo el día a pesar de haberlo estado buscando por todos lados. Llego a pensar que quizás Wolfram lo estaba haciendo a propósito, pero había sacado esas ideas de su cabeza, después de todo no quería creer que eso podía ser cierto. A pesar de que Conrad le había dicho para comer con ellos se había negado completamente, no quería comer con los otros, con el que quería comer y pasar tiempo en esos momentos era Wolfram.

Al final, después de todo su recorrido por todo el castillo logro encontrarlo en el patio trasero. Suspiro con alivio al poder ver al fin su rostro, cuando se acerco creyó que iba a evitarlo o tratarlo como de costumbre, pero para su sorpresa se encontró con que Wolfram estaba sentado en una banca completamente dormido. Primero se quedo mirándolo de frente, admirando aquel hermoso rostro del otro. Se podría decir que hasta se quedo embobado un buen rato solo mirándolo. Tuvo la tentación de acercarse a tocar el rostro de Wolfram, pero sintió que si lo hacía despertaría al otro y no podría seguir observando su rostro en silencio.

Con el mayor cuidado se sentó al lado del otro quien dormía tranquilamente en la banca. Cuando estuvo sentado le miró un momento a ver si se despertaba, pero además de moverse un poco parecía que no iba a despertar pronto. Yuuri sin decir o hacer nada se quedo ahí sentado. No es que esperara algo al estar ahí sentado, pero había pasado tanto desde que le sentía tan cerca, que no pudo evitar quedarse ahí solo a su lado. Le escucho moverse a lo que creyó que se despertaría, pero para su sorpresa solo se movió incomodo y en su movimiento de alguna manera termino recostado en su hombre, suponía que Wolfram debía pensar que era un pared o algo.

Se quedo completamente quieto en el lugar sintiendo la respiración ajena en su hombro. Le miraba de reojo pues sentía que si se movía mucho iba a despertarlo y quería disfrutar un poco más aquella situación. Notó que su mano había quedado cerca de una de las de Wolfram, no sabía si eso iba a producir que se despertara pero de manera lenta tomo la mano ajena intentando sostenerla aunque sea por un corto tiempo. A pesar de todo eso Wolfram no se despertó y no sabía si eran cosas suyas o que, pero sintió que aquel agarre estaba siendo correspondido.

Miro un momento al cielo viendo el hermoso cielo que tenía, agregado al agradable viendo que le daba en el rostro de vez en cuando, el sonido de las aves unido al sonido que producen las ramas de los árboles al moverse. Todo eso estaba produciendo que entendiera el por qué de que el otro se fuese quedado dormido. Era un sitió bastante cómodo para estar, era un lugar perfecto para tomar una siesta. Sin darse cuenta había comenzado a cabecear, el ambiente le estaba provocando sueño.

Dio unos cabeceos más antes de cerrar por completo sus ojos dejándose ganar por Morfeo. A pesar de aquel sueño que había tenido Yuuri había sentido que no había dormido nada, lo que había sido uno de los factores por los que no pudo evitar quedarse dormido en aquel lugar tan cómodo para descansar.

Conrad quien había estado preocupado por el moreno se había ido a buscarlo, camino por gran parte del lugar en su búsqueda pues desconocía su paradero. A los minutos de iniciar su búsqueda logro dar con él encontrándose con aquella pequeña sorpresa. Cuando sus ojos dieron con el moreno también pudo ver una cabellera rubia. Los había encontrado a ambos, a Yuuri como a Wolfram y la escena que le daban al haberlos encontrado era algo para guardar en su memoria. Yuuri y Wolfram durmiendo en un banca uno recostado del otro, disfrutando de aquella siesta que estaban teniendo mientras se tomaban la mano, había pasado tanto tiempo desde que el castaño los había visto en ese estado que se sentía realmente feliz de ver aquella escena digna de admirar.

Se giro dispuesto a irse dejando a los otros dos completamente solos, no quería ser el aguafiestas que arruinara ese momento que estaban teniendo. Pero al girar pudo escuchar un ruido a lo que llevo su vista de regreso encontrándose con la mirada de Wolfram. Conrad se sorprendió de ver al otro completamente despierto. Primero creyó que era su imaginación por eso tuvo que parpadear un par de veces antes de hacer cualquier cosa, pero cuando acabo se dio cuenta que no eran cosas suyas, Wolfram si se había despertado.

-Wolfram… -Susurro su nombre sin dejar de verlo.

-Sir Weller, podría por favor ayudarme con esto. –Comento sin ninguna duda o molestia en su voz.

-¿Eso? ¿Habla de su Majestad? –Aunque se imaginaba la respuesta aun así pregunto.

-Sí. Es incomodo moverme teniéndolo encima de mi. –Expreso sin ninguna duda.

-¿Incomodo? ¿De verdad te molesta tanto estar de esa forma con su Majestad? –Pregunto con un tono lleno de tristeza.

-No me deja continuar con mi trabajo. –Fue lo único que le contesto.

-¿Tú trabajo? Así que ya no es tu trabajo estar con Yuuri. –Dijo unido a un suspiro.

-¿Estar con su Majestad? –Pregunto durando unos minutos en silencio –Si solo sirviera para estar al lado de su Majestad…Entonces no hay razón para que yo este aquí. Cualquiera puede permanecer a su lado, estoy seguro que hay muchas personas que se ofrecerían gustosos. –Contesto sin inmutarse.

-¿Otros? Pero yo creo que su Majestad te quieres es a ti Wolfram. –Comento el castaño no sabiendo a donde iban con esa conversación.

-¿A mi? –Pregunto clavando esos orbes verdes en el castaño.

-Sí, su Majestad solo te quiere a ti a su lado…

Wolfram miro fijamente a Conrad, hundiendo más su mirada en el mayor de lo que lo estaba haciendo antes. Duro unos minutos en silencio donde Conrad creyó escuchar un chasquido. Le vio suspiro cerrando los ojos, Conrad sintió que Wolfram estaba pensando en las palabras que acababa de decir. Creyó que al fin las había aceptado, pero entendió que seguía sin comprenderlas cuando le regreso la mirada.

-Entonces te lo cedo a ti.

Al haberlo murmurado el castaño no escucho con claridad las palabras del rubio. Estuvo tan concentrado en saber que era lo que había murmurado que no presto atención a su alrededor por esa razón no se dio cuenta cuando el otro se había levantado de manera algo rápida. Wolfram aprovechando el agarre que tenía con el moreno se levanto de la banca provocando que un dormido Yuuri se medio despertara y sin siquiera decir o advertir algo uso de apoyo aquel agarre para de un impulso lanzarlo al castaño.

Conrad por suerte logro reaccionar a tiempo sino lo más seguro era que fuese caído al piso con el moreno, quien se quejaba por el repentino movimiento. Aun en shock Conrad llevo su vista a Wolfram buscando una respuesta de su reacción tan agresiva. Pero antes de poder encontrarse con los orbes verdes de Wolfram este ya pasaba por su lado sin siquiera importarle lo que había hecho con el moreno.

-Te cedo mi puesto, después de todo eso fue lo que siempre quisiste…

Aquello si lo había escuchado con perfecta claridad dejándolo más en la sorpresa. Conrad aun no se creía que todo eso había pasado, pero lo que más le dejaba en shock había sido la reacción que había tenido Wolfram más esas ultimas palabras que le dedico antes de dejarlo con el moreno. Yuuri por su parte se quejo del dolor abriendo al fin los ojos encontrándose con Conrad, rápidamente se separo girando su vista buscando en la banca a Wolfram, pero ahí ya no había nadie.

-Conrad… -Y sin siquiera formular la pregunta ya el castaño sabía por donde venía el otro.

-Se acaba de marchar Majestad. –Indico en un suspiro.

-¿Se fue? Diablos, yo aun no he hablado con él. –Dijo enojado por no haber estado pendiente.

-Majestad… Yo creo que sería mejor dejar a Wolfram por los momentos… -Dijo de pronto el castaño.

-¿Qué? –Soltó incrédulo Yuuri -¿De qué estas hablando Conrad? –Dijo frunciendo el ceño.

-Bueno… -Y desvió la mirada de pronto no sabiendo que contestar. Sin darse cuenta se había dejado llevar por las palabras de Wolfram –Majestad… Lo he decidido.

-¿Qué has decidido? –Soltó más confundido que antes el moreno.

-Regresaré a pacto de sangre. –Dijo sin ninguna duda –Creo que… Creo que entiendo ahora a mi madre…

-¿A Cherry? ¿De qué hablas?

-Creo que…Creo que aun no estoy preparado para enfrentar a Wolfram.

-¿Qué? –Soltó en la sorpresa Yuuri.

-Lo lamento mucho Yuuri… -

-¿Eh? –Fue lo único que logro decir antes de que el castaño le diera la espalda y se marchara.

Yuuri se quedo mirando la espalda de Conrad alejarse, notando lo contraída que se encontraba. ¿Qué había pasado para que actuara de esa forma Conrad? No lo sabía. Ahora no solo se le agregaba el problema de Wolfram sino que Conrad le colocaba más ladrillos en su montaña de preocupaciones. Jamás le había visto actuar de aquella manera tan cobarde. Quizás todos comenzaban a volverse cobardes.

Como Conrad le había dicho en aquel momento cumplió con su palabra. Al día siguiente ya tenía listo su caballo para irse de regreso a pacto de sangre. Todos a excepción de Wolfram estaban en la entrada para despedir al castaño. Todos se preguntaban las razones del otro para irse sin más, ni siquiera porque el mismo Yuuri le había dicho que no era necesario hicieron que se quedara en las tierras Bielefeld. El castaño les dio una última mirada a los cuatro hombres que le despedían soltando un leve suspiro.

-¿Estas seguro de tu decisión? –Pregunto Gwendal sin entender las razones del otro de irse.

-Es raro que alguien como tú decida de la nada regresarse. –Indico Gunter un tanto curioso del asunto.

-¿De verdad estar seguro Conrad? –Pregunto Yuuri intentando ver si encontraba una manera de hacer que se quedara.

-Majestad… -E iba a decir algo, pero justo cuando iba a empezar levanto su mirada a la entrada del edificio viendo en esta a Wolfram quien estaba parado a lo lejos mirando en esa dirección. Y de pronto comenzó a temblar lentamente.

-¿Conrad? –La voz del moreno le hizo exaltarse.

-Lo siento mucho Majestad. –Fue lo que dijo para subirse rápido al caballo –No me creo capaz de soportarlo… -Murmuro antes poner a andar al caballo.

-¿Qué es lo que le pasa? Irse de esa manera… -Soltó un Gunter molesto de ese extraño comportamiento.

-De verdad que ha sido extraño. –Le siguió Waltorana en la conversación.

Yuuri por su parte miro la partida del castaño hasta que sintió una mirada detrás. Sin ninguna duda se giro para ver quien le observaba, pero al hacerlo no encontró a nadie. Entonces pensó que quizás Conrad había visto algo y ese algo había sido la causa de su rara partida. Normalmente el castaño se tomaría su tiempo con las despedidas antes de irse, pero esta vez había cortado de un solo golpe todo sin pensarlo dos veces.

Dejando a los tres hombres en la entrada el moreno decidió entrar en busca de aquello que había provocado la rara partida del castaño. Camino hasta la entrada principal donde se pregunto en que dirección debía de ir para saberlo. No sabía si solo eran cosas suyas que de pronto comenzó a ver como un pequeño destello, destellos que iban en una dirección en especifico, sin ninguna duda comenzó a ir a donde iban esos destellos. No se sorprendió para nada cuando al llegar al final de aquellos raros destellos se encontró con Wolfram quien estaba preparándose para practicar.

-Wolfram…

-Buenos días Majestad. –Dijo haciendo una reverencia como siempre.

-De nuevo estas entrenando, a pesar de estar herido. –Dijo en un suspiro sin dejar de verle.

-He notado que Sir Weller se ha marchado. ¿Ha ocurrido algo importante para tan rápida partida? –Pregunto de pronto buscando una manera de cambiar de tema.

-No, nada de eso. Ni siquiera yo mismo se porque lo ha hecho. –Comento pasando su mano por el cabello no dándose cuenta que Wolfram le había cambiado el tema.

-Ya veo, tal vez solo quería regresar a su zona de confort. –Dijo sin darle mucha importancia al asunto.

Yuuri entendió que era inútil hablar sobre ese tipo de cosas con Wolfram. En realidad entendió que a esas alturas era inútil hablar de cualquier cosa con el otro. Wolfram no entendería jamás las razones de las personas, pues estas estaban llenas de sentimientos, sentimientos que Wolfram no comprendía para nada. Entonces el moreno cayó en cuenta de algo. Tal vez era esa la razón, Wolfram no estaba comprendiendo los sentimientos ajenos y por eso pasaba todo aquello. Aun a pesar de todo eso Yuuri sentía que tenía que hablar de algo muy importante con él.

-Wolfram, necesitamos hablar. –Dijo con seriedad, seriedad que capto de inmediato Wolfram provocando que detuviera toda acción para fijar toda su atención en él.

-¿De qué vamos a hablar? –Pregunto mirando en su dirección.

-Necesitamos hablar de nuestro compromiso…

-¿Al fin ha decidido romperlo?

-Eso nunca pasará, por eso debemos hablarlo.

-Majestad. –Comento el rubio en un suspiro –No hay razón para que sigamos manteniendo este compromiso. Ya le he dejado en claro que no quiero ninguna relación con usted.

-Wolfram. –Y no podía evitar sentirse dolido por oír aquello directamente -¿Y? ¿Qué pasa con lo que yo piense?

-Majestad, usted ahora mismo solo esta encaprichado conmigo. Ya verá que cuando todo esto acabe usted se olvidara de mi fácilmente. –Dijo tranquilamente mientras pasaba su mano por el cabello.

-¿Encaprichado? ¿De verdad crees que mis sentimientos son tan superficiales? –Dijo con evidente enojo el moreno.

-Majestad, debe entender una cosa. Todas las personas siempre tienen enamoramientos mientras van en el proceso de encontrar a su persona destinada. Y yo no soy más que uno de sus enamoramientos para encontrar a esa persona. Lo que siente por mi no es amor, solo quiere que me quede a su lado como un niño pequeño.

-¡No rebajes mi sentimientos de esa manera! –Grito con evidente enojo apretando sus puños -¡Mi amor no es tan superficial como tu dices!

-Si no fuese algo superficial, no hubiese durado tantos años huyendo de él. –Sentenció el rubio mirándolo fijamente.

-Eso es por que era complicado.

-¿Complicado? –Soltó Wolfram acercándose al moreno, ahora parecía que era él quien estaba molesto -¡¿Qué tenía de complicado todo eso?!

-¡Era complicado! –Comento Yuuri cuando lo tuvo a un paso de él –Era complicado pues era la primera vez que me sentía atraído a un hombre. ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué tirara todas mis creencias a la basura? ¿Qué solo aceptara todo sin preocuparme de todo lo demás? ¡No es tan fácil! ¡¡Si lo fuera cualquiera podría gobernar un reino!!

-¡¡No tiene nada que ver con el reino o con las ideologías!! –Y por primera vez en mucho tiempo escucho gritar a Wolfram -¿Qué tenía que ver todo eso realmente?

-Tenían que ver… -Y de pronto Yuuri no encontró las razones que usaba antes para huir de Wolfram, ¿De verdad importaban todas esas cosas? Estaba dudando de su propia palabra.

-¿Seguro? –El murmuro del otro le hizo levantar su vista que había estado en el suelo todo ese rato. Al levantar la mirada no se encontró con la de Wolfram.

-Yo…

-¿No está seguro? Entonces… ¿Cómo estás seguro ahora de que tu amor es de verdad? ¿Cómo me aseguras que no es más que un enamoramiento? ¿Cómo aseguras que ahora lo que sientes hacía mi es amor? ¿Cómo aseguras que no te arrepentirás años más adelante? ¿Cómo aseguras que soy la persona destinada para ti? ¿Cómo lo haces?

Yuuri con cada pregunta que escuchaba dudaba aún más de sus propias decisiones, siempre pasaba lo mismo cuando hablaba con Wolfram. Cuando al fin tenía determinación para hacer las cosas Wolfram llegaba y con una sola frase rompía todo aquello que le había costado obtener. Wolfram le hacía perder su determinación y no solo eso, le hacía entrar en la duda, si realmente lo que había decidido era lo correcto. Esa era la principal razón de que Yuuri Shibuya no pudiera seguir avanzando en su lucha.

Apretó el puño con fuerza sintiendo la impotencia de no saber qué contestarle al otro. Miró un instante al suelo mientras pensaba una manera de responderle, ¿Qué podía decir? ¿Qué podía hacer para convencerlo? Lo dudaba, dudaba en sus propias decisiones. Levanto su vista para encontrarse con la de Wolfram. De nuevo se encontró en un gran vacío al hacerlo. Yuuri quería que regresaran aquello orbes verdes llenos de vida que siempre le miraban, quería hacerlo, pero para eso no era necesario que se quedara a su lado.

Entonces el moreno comenzó a pensarse si realmente quería tener al otro a su lado. Podía querer recuperar al antiguo Wolfram, pero entonces ¿De verdad le amaría? Al tenerlo enfrente de nuevo ¿Podría dejar de huir como un cobarde? Lo dudaba, tristemente dudaba de poder certificar que no lo haría. Seguro la presión lo llevaría a las mismas decisiones que en aquel entonces, pero eso solo le dejaba una idea en mente, ¿Todo eso que deseaba no se debía también a la presión que estaba teniendo?

-Me haces dudar… -Dijo de manera calmada luego de un suspiro.

-¿Qué?

-Cada vez que hablo contigo me haces dudar de mis propias decisiones. –Comento observando un momento su mano viendo la marca que habían dejado sus uñas.

-Ha obtenido su respuesta Majestad. –Dijo sin ninguna emoción.

-¿Qué?

-Usted mismo lo ha dicho, le hago dudar de sus propias palabras, que alguien así este a su lado es demasiado peligroso. ¿Qué pasa si la decisión que usted tiene es la correcta y por encontrarme a su lado como consorte le hago dudar llevándolo a una decisión errónea? Eso podría producir un gran caos.

-No c… -Y no se atrevió a terminar cuando vio directamente a Wolfram. Tenía un punto a su favor –Aun así, estas simplemente dejando de lado lo que yo deseo.

-Bien. –Comento pasando su mano por el cabello, dejo la espada que tenía en la otra mano en el suelo para estar más cómodo, luego, la misma mano que estaba en el cabello la llevo hasta el rostro ajeno -¿Entonces qué quiere hacer para así tener en consideración tus deseos? –Comento mientras pasaba su dedo pulgar por los labios del moreno.

-¿Hacer? –Soltó un tanto pensativo no deteniendo la acción del otro – ¿Cualquier cosa? –Y recibió una asentida a su pregunta.

Al saber que el otro había aceptado cualquier cosa comenzó a pensar que era lo mejor que podía pedir, después de todo sabía que eso no se iba a volver a dar de nuevo, no debía de desperdiciar el momento. ¿Qué debía de pedir para dejar las cosas claras? ¿Qué necesitaba para él mismo tener las cosas claras? Solo se le ocurrió una sola.

-Entonces… ¿Cuál es su deseo? –Escucho preguntar al otro.

-Un beso… -Dijo primeramente dudando, pero luego de unos minutos apretó su puño mirándolo con más determinación –Quiero un beso.

-¿Un beso?

-Sí. Eso es lo que quiero… -“Por los momentos.” Pensó el final de la oración mientras veía al otro fijamente esperando a ver qué haría.

Wolfram quien había estado todo ese rato mirándolo fijamente y con su mano en el rostro ajeno simplemente soltó un leve suspiro al fin quitando la vista del otro. Duro unos minutos en silencio donde Yuuri creyó que estaba dudando, después de todo si fuese algo sencillo lo haría de una vez. Ese pensamiento le hizo tener un poco de esperanza. Wolfram le regreso la mirada y sin alejar su mano de la mejilla del moreno termino por acabar la poca distancia que les separaba.

Le besó. Sin decir nada, sin dudarlo, simplemente se acercó y lo besó. Yuuri no pudo evitar sentirse un poco decepcionado por como lo había iniciado, pero dejo esas ideas de inmediato cuando pudo sentir mejor los labios del otro junto a los suyos. Aun recordaba aquella vez que le beso por primera vez. Esa primera vez, era una que Wolfram desconocía, pues Yuuri lo había hecho un día en su habitación mientras el otro dormía. Jamás acepto que lo hubiese hecho y por eso guardo ese recuerdo en lo más profundo de su ser. Pero al estar de nuevo uniendo sus labios con los ajenos le hizo tener el mismo sentimiento.

Sin poder evitarlo llevo sus dos mano hasta el rostro de Wolfram, donde las coloco lentamente en las mejillas, usándolas de apoyó para que el otro no rompiera el beso tan rápido. Entonces sin ninguna duda Yuuri tomo la decisión de profundizar aún más el beso, si esa iba a ser su única oportunidad iba a tomar ventaja de ella. Mientras le besaba iba introduciendo su lengua en la boca de Wolfram, también pudo sentir como este pasaba sus brazos por encima de sus hombros sin separarse o romper el beso.

Se separaron por falta de aire en ambos, pudiéndose evidenciar la duración del beso cuando un pequeño hilo de saliva unía ambos labios, no solo eso, por la mente del moreno paso que Wolfram se veía realmente bien con sus labios enrojecidos, la respiración agitada y aquel pequeño hilo de saliva que caía de estos. Cruzo miradas con el rubio por un corto tiempo, suficiente para que ambos por inercia hicieran lo mismo. Sin hacerse esperar de nuevo se encontraron iniciando un segundo beso.

Más duradero y más erótico que el anterior. Esta vez Wolfram se dio a la tarea de seguir el ritmo con que el otro le besaba. De pronto se encontró pasando sus manos por el cabello negro del otro en aquel beso. No se dieron cuenta en que momento estaban pegados a la pared, el primero en hacerlo fue Wolfram al sentir el frío en su espalda, pero aun a pesar de eso no se detuvo. Su cuerpo si era consciente de su alrededor por eso fue que el moreno coloco su mano en la pared para usarla de apoyo, como si con eso lograría detener la pared o que siguieran pegándose a ella.

Se separaban por cortos periodos lo suficiente para obtener un poco más de aire antes de continuar con aquel beso. Su mano que originalmente se encontraba en la mejilla ajena ya se encontraba en el cuello, disimuladamente comenzando a quitar el pañuelo del otro. Las piernas de Wolfram comenzaron a fallarle y aunque estuviera concentrado en el beso el moreno se dio cuenta así que mientras aquellas piernas iban bajando él también iba haciendo lo mismo sin romper aquel beso que parecía eterno. Al final terminaron en el suelo sin dejar de besarse, a ese punto ya la mano de Yuuri había logrado su objetivo, dejando al descubierto el cuello ajeno.

Después de un largo rato tomaron la decisión de al fin separarse. Ambos se les notaban la respiración agitada pues sus hombros subían y bajaban de manera pausada. Se miraron un instante y antes de que alguno de los dos pudiera decir algo el moreno se inclinó hacía el cuello ajeno y sin hacerse esperar mordió levemente aquella zona, obteniendo como premio el quejido del otro, quien por reflejo jalo un poco los cabellos negros del otro.

Se volvieron a mirar y si no hubiese sido por un fuerte ruido que escucharon no muy lejos de donde se encontraban ambos en el suelo, lo más seguro es que fuesen iniciado un tercer beso y quizás algo más. Cuando el moreno quiso retomar lo que estaban haciendo el otro ya se había levantado rápidamente y lo había apartado para sin más irse. Al momento de captar la situación ya se encontraba mirando la espalda de Wolfram en la lejanía. ¿Qué era lo que acaba de pasar?

Con todo lo que podía pasar podía certificar una cosa. Se podía excitar con un hombre, específicamente podía hacerlo si se trataba de Wolfram. Y se daba cuenta cuando al moverse un poco una molestia entre sus piernas se le hizo evidente. Pudo reconocer perfectamente que era aquella incomodidad, pero agito su cabeza un poco antes de terminar pegando su frente a la fría pared. Si no fuesen escuchado aquel ruido ¿Qué era lo que iban a hacer en ese lugar? No se podía creer aun que se había dejado llevar con todo aquello.

Cuando sintió que ya no tenía ninguna molestia se giró para sentarse en el piso teniendo su espalda pegada a la pared. Miró un instante el techo de aquel lugar repasando todo lo que acaba de suceder.  Aun no podía creer lo que acaba de hacer con Wolfram. Siempre había pensado que eso jamás iba a poder pasar, después de todo él nunca se había visualizado haciendo ese tipo de cosas con un hombre y ahí estaba, había besado a un hombre y si no fuese por la interrupción seguro fuesen llegado a más. Paso su mano por su boca un momento, aun podía sentir los labios ajenos sobre los suyos.

Podía decir que ahora se encontraba aun más confundido que antes. Wolfram le hacía dudar, pero también le hacía regresar a tener razones para continuar, al final ¿Qué era lo que le provocaba Wolfram? Aun a pesar de todas las situaciones que estaba pasando seguía desconociendo la respuesta. Era como si lo tuviera en la punta de la lengua, pero jamás daba con ella. Inseguridad, motivación, inseguridad, motivación, así iba constantemente cada que hablaba con el otro. Cada una de las conversaciones que había tenido con el otro siempre le daba una de las dos y en ese caso había sido las dos. Le había hecho estar inseguro para finalizar con que lo había motivado. Ese era el poder que tenía Wolfram sin darse cuenta.

A los minutos decidió al fin levantarse del suelo, sacudió un poco su uniforme y camino hasta la entrada del lugar, al hacerlo se encontró con Gunter quien estaba recostado de la pared. Iba a soltar una exclamación de sorpresa, pero antes de hacerlo el mayor le indico con una mano que le siguiera. Sin protestar ni nada hizo lo que le indicaron siguiendo al otro. No sabía de que iba a hablar, pero la mirada sería que le había mostrado antes le hizo captar de inmediato que era algo importante lo que comentarían. Terminaron por llegar a la que era su habitación donde entro primero y luego Gunter.

-¿Qué sucede? –Pregunto cuando se encontraron solos en la habitación.

-Majestad… -Dijo unido a un suspiro –Estoy consciente de lo que quiere hacer, pero hay cosas que no se deben hacer. –Indico volviendo a suspirar.

-¿Cosas que no se deben hacer?

-Sí. –Comento mirándolo fijamente -¿Qué era lo que iba a hacer hace unos minutos?

-¿Hace…? –Y no duro mucho en llegar a lo que hablaba Gunter –Eso es… -Comento evidentemente avergonzado.

-Estoy consciente de que quiere recuperar a Lord Mocoso, pero por favor, debe de controlarse, ¿Qué cree que hubiese pasado si fuese alguien más quién los encontrara en esa situación?

-¿Pasado? Eso no tiene nada que ver, al final Wolfram sigue siendo mi prometido. –Comento con molestia.

-Majestad… -Y volvió a decir en un suspiro –No se lo queríamos comentar pues aun no es completamente oficial, pero…

-¿Pero qué? –Soltó el moreno frunciendo el ceño.

-Su compromiso esta a un paso de acabarse.

-¡¿Qué?! –Dijo levantándose de la cama donde había estado sentado -¡¿De qué estas hablando?! ¡Yo no he firmado el rompimiento!

-Majestad, debe entender una cosa. Los nobles harán lo mejor para usted.

-¿Los nobles? ¿¡De qué estas hablando!? –Soltó histérico el moreno.

-Wolfram ha obtenido la aprobación de una gran parte de los nobles para el rompimiento de su compromiso.

-¿Qué? –Dijo en estado de shock mientras regresaba a la cama lentamente -¿Aprobación?

-Sí. Eso es lo que habíamos estado discutiendo con Waltorana hace unos minutos. Por supuesto ninguno de nosotros tres esta de acuerdo, pero la mayoría de veces se hace por votación y si él tiene la mayoría de nobles a su favor, entonces el compromiso quedara anulado. –Explicaba de manera calmada Gunter.

-Entonces… ¿Mi compromiso se acabo? –Comento aun sin creérselo el moreno.

-Todavía no hemos pautado una reunión para terminar de decidir eso, pero según el informante de Waltorana hay más nobles a favor del rompimiento que a favor de mantenerlo. Por eso mismo le pido que se mantenga al margen.

-¿Al margen? ¡Cómo pretendes que lo haga! –Grito en su enojo.

-Majestad, entiendo lo que esta pasando, pero con ese comportamiento solo le esta dando más pie a que los nobles estén a favor del rompimiento. –Comento con el ceño medio fruncido Gunter.

-¿A favor? ¿Por mi comportamiento?

-Sí. Debe tener en mente Majestad, que a usted jamás lo tomaran como el malo. Si usted hace una locura, como la que acaba de pasar, al que mirarían mal sería a Wolfram. Sería tachado como mala influencia para su Majestad. –Se cruzo de brazos mientras miraba directamente al moreno.

-¿Mala influencia? ¡Wolfram no es nada de eso! –Dijo demostrando en su rostro el enojo que sentía.

-Lo sé. –Sentenció haciendo que el enojo del menor fuera disipando –Lo comprendo, pero no todos pensamos igual, tanto Gwendal, como Waltorana, como yo sabemos que no lo es, pero debe tener presente que eso lo sabemos porque hemos convivido con ambos, pero para los otros, que no saben la situación real, jamás lo verán. Ellos tomaran lo más fácil, que es culpar a Wolfram.

-Así que es de esa forma. –Comento ya más calmado que antes –Entonces si vuelve a pasar algo como lo de antes y es esta vez un soldado quien nos ve u otro noble, al final dirán que Wolfram es el que anda provocando en mi actos indecentes, ¿No? –Y como respuesta tuvo una asentida de cabeza.

-Es correcto. Por suerte, esta vez solo fui yo el que lo presencio, pero por favor le pido que no lo vuelva a hacer y tenga presente que a usted jamás lo verán como el malo, pues nunca ha hecho algo que de pie para pensar eso. Jamás dirán cosas como que fue que usted inicio el acto o algo así, dirán que fue Wolfram quien lo inicio, provocando así que él quede mal visto ante los ojos de los demás… Quedaría como alguien fácil.

-Realmente… Todo se esta poniendo cada vez peor. –Dijo en un suspiro pasando su mano por el cabello -¿Qué deberíamos hacer?

-Yo pienso que lo principal sería regresar. En tierras Bielefeld no lograremos nada. –Dijo sin ninguna duda.

-¿Irnos? Pero eso significaría dejar a Wolfram aquí, no pienso hacer algo como eso. –Comento con completa determinación.

-Yo no he dicho algo como eso Majestad. Solo he dicho que es mejor estar en terreno conocido y de confianza. –Indico –Además, usted muy bien sabe una manera de hacer que Wolfram regrese con nosotros.

-Una forma… -Dijo. Sabía a lo que se refería el otro, por eso no pudo evitar suspirar –Me lo pensaré un momento…

-Como desee. –Comento Gunter antes de caminar a la puerta y salir por ella.

Al estar completamente solo en la habitación se dejo caer por completo en la cama, viendo el techo de aquella cama. Todo, de nuevo, se le estaba saliendo fácilmente de las manos, pero entre todas las cosas lo que más le dolía era saber que Wolfram de verdad estaba buscando romper el compromiso, lo peor era que lo hacía mientras él no se daba cuenta. Sentía en esos momento que si cerraba los ojos unos minutos al abrirlos ya no tendría el compromiso con Wolfram, así de rápido comenzaba a sentirlo.

A veces deseaba que las respuesta a las dudas llegaran más rápido, así de esa forma sabría como enfrentar aquella nueva situación que le había presentado. Corrección, las dos nuevas situaciones que se le habían dado. La de haber besado a Wolfram de aquella manera y la de enterarse de que su compromiso se rompería, pues hasta el mismo entendía que ese sería el final de aquella situación. Su compromiso sería roto sin poder evitarlo, pues sería lo más correcto en esa situación. Suspiro mientras se volvía a sentar en la cama.

Duro unos minutos en ese estado, luego al fin decidió levantarse saliendo de la habitación y caminando en dirección al despacho de Waltorana. Ya había tomado una decisión de qué era lo que iba a hacer. Al entrar a dicho lugar se encontró con los tres hombres quienes parecían estar discutiendo sobre algo, se silenciaron cuando le vieron entrar al lugar. Al estar adentro cerro la puerta tras de sí para mirar fijamente a cada uno de los tres hombres.

-Regresaremos a pacto de sangre. –Sentenció sin ninguna duda.

-Entonces regresaremos. –Dijo con el ceño fruncido Gwendal.

-Bien, prepararé todo lo necesario para nuestra partida. –Comento Waltorana.

-¿Nuestra? –Dijo con cierta confusión el moreno.

-Si Majestad, yo también voy a pacto de sangre con ustedes, después de todo ya se pacto la fecha y el lugar de la reunión. –Dijo viendo la cara no muy satisfecha que había hecho el menor.

-Supongo que esta bien. –Fue lo único que dijo antes de ver marchar al mayor. Miro a los otros dos un momento -¿Esta bien de esta manera?

-Si es algo que ha decidido usted no debe dudar de ello. –Comento Gwendal –Además, ya hemos tenido suficiente aquí. Después de todo no hemos resuelto nada. –Dijo poco después en un suspiro.

-Eso es bastante cierto, no hemos logrado resolver nada, no estamos haciendo nada quedándonos más tiempo aquí. –Comento Gunter después.

-Entonces esta decidido. Iré a hablar con Wolfram. –Dijo sin más.

-Majestad, yo le acompañaré. –Dijo Gwendal. Yuuri se iba a negar pero cuando miro un momento a Gunter termino por aceptar.

-Esta bien. –Comento para así ambos salir del despacho en busca de Wolfram.

Caminaron un poco antes de encontrarse con el rubio. En todo el camino no comentaron ni dijeron nada, Yuuri por una parte lo agradecía pues no quería hablar de toda esa situación, además de que seguro ya el mayor sabía sobre lo que había hecho antes, así que verdaderamente no quería hablar sobre el tema. Aun había muchas cosas las cuales no estaba seguro y que debía de pensar mejor, pero como había indicado Gunter, tal vez lo mejor era regresar a lugares conocidos para sentirse más cómodo y pensar con más calma.

Lograron encontrar a Wolfram junto a su escuadra practicando de nuevo. No sabía si eran solo cosas suyas, pero sentía que eran menos de los que recordaba, pero dejo de pensar en eso cuando su mirada se encontró con la de Wolfram. Al verlo todos se detuvieron para hacer una reverencia de inmediato. Le indico que quería hablar con él a lo que Wolfram iba a retirar a su escuadra, pero Yuuri simplemente negó la acción, no era necesario, mientras más personas hubieran mejor para él. Así de esa forma no volvería a cometer el mismo acto que antes.

-¿Qué desea hablar conmigo? –Le escucho preguntar a Wolfram.

-Wolfram von Bielefeld, te revoco el permiso por herida y te ordeno directamente que regreses a tus tareas. –Fue directo al punto, sabía que no debía dudar delante del otro.

-¿Regresar? –Murmuro levemente sin dejar de verlo. Entonces hizo una reverencia –Como ordene.

-Saldremos pronto, así que alista todo para marcharnos. Regresaras con nosotros que también volveremos. –Indico de manera tranquila.

-¡Sí! –Dijo antes de hacer una tercera reverencia y sin más irse con su escuadra. El moreno por su parte solo suspiro.

-Es realmente difícil dirigirme a él así. –Dijo sin muchas ganas.

-No se puede evitar, si no es de esa forma entonces él no vendría con nosotros de regreso.

-En eso tienes razón. Bien será mejor nos preparemos nosotros también.

Al acabar de decir aquellas palabras los dos se giraron para regresar adentro del edificio para preparar todo para poder marcharse de las tierras Bielefeld. Como Waltorana le había indicado tuvo todo listo para la tarde, pero terminaron por decidir por decisión de todos que lo mejor era partir al día siguiente para que no tuvieran ningún inconveniente. Los cuatro hombres cenaron y luego de sus respectivas despedidas se fueron a sus habitaciones, debían de levantarse temprano al día siguiente.

Yuuri iba caminando por el pasillo soltando un par de bostezos, a pesar de que su cabeza era todo un lió eso no quitaba que no estuviera completamente cansado. Sobre todo mentalmente. Se detuvo de manera lenta para mirar el cielo estrellado de esa noche. La luna estaba realmente brillando mucho pues podía ver con perfecta claridad el patio gracias a la luz de la luna. Se quedo observándolo un momento en completo silencio, quizás eso ayudaría a aliviar el laberinto que había en su cabeza. Aunque si eso fuese tan fácil ya todo estaría resuelto.

Río levemente por su pensamiento simplemente agitando un poco su cabeza en negación. Las cosas jamás serían fáciles. Observo un poco más aquel cielo antes de decidirse a continuar su camino a la habitación. Al llegar de inmediato se quito el uniforme que llevaba colocándose el pijama para acostarse a dormir. Cuando tuvo los ojos cerrados deseo volver a tener el mismo sueño que había tenido el día anterior, quería volver a soñar con el viejo Wolfram que le amaba. Así, sin darse cuenta se quedo completamente dormido.

Notas finales:

Bueno, se que prometií lemon y lo van a tener, pero en la segunda parte... en esta parte los dejo con un beso intenso(?) 

Posdata: Ame la parte donde estan Yuuri y Wolfram... 

O sea, la cosa va así... Grerta es la fortaleza de Wolfram, Wolfram de Yuuri... Y Yuuri de Greta... ¿No creen que es una adorable familia bien unida?

Gunter es el único que tiene los puntos sobre las Ies. 

Conrad eres un cobarde(?)

¡Ulrike! Y-Y


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).