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Jugando con el destino por ami4alice

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Notas del capitulo:

Bueno aquí la segunda parte... es esta si hay lemon... aunque dudo que sea bueno U.u 

Sin decir más nada les dejo el capitulo para que lo disfruten.

KKM no me pertenece solo disfruto con sus personajes <3

Ulrike comenzaba a despertar lentamente en aquel lugar donde se encontraba. Abrió sus ojos con algo de dificultad enfocando un momento para poder descubrir que lugar era aquel. Al ya estar completamente despierta llevo su vista por toda aquella habitación. Se encontraba acostada en una cama matrimonial, la habitación solo constaba de aquella cama donde ella ahora estaba sentada. Movió un poco sus piernas dispuesta a levantarse, pero en ese momento se dio cuenta de que estaba encadenada al momento en que al hacer el movimiento escucho el tintinar de las cadenas.

Levanto un poco su traje de sacerdotiza para poder certificar su preocupación. Estaba encadenada de un pie. Miró de nuevo la habitación, además de la puerta principal el único lugar para salir era la ventana. Calculo el largo de la cadena, para así saber si podía llegar a la ventana, para su suerte si era así. Coloco sus pies en el piso pues estaba descalza y se dirigió de inmediato a la ventana. Al remover la cortina se dio cuenta de que tenía rejas del otro lado, no podía salir por ese lugar. Se inclino un poco hacía adelante para poder observar las afueras de la habitación, notando que era un cuarto piso. Aunque quisiera salir por la ventana ya veía que era imposible.

Suspiro levemente con su mano en la cortina sin dejar de ver las afueras del lugar. Además de un inmenso bosque no podía ver nada más. Aunque en esos momentos se pusiera a pedir por ayuda, sabía que iba a ser inútil, no parecía haber sinónimos de que vivieran personas cerca. Soltó la cortina con brusquedad como buscando liberar su frustración. Se sentía impotente al haber permitido que la secuestraran. Hubiese continuado con su frustración sino fuera porque de golpe cayó al piso, se quejo de inmediato por el dolor pero al girarse para ver quien lo había provocado se encontró con aquella mujer.

-Es malo que estés cerca de la ventana. –Le escucho decir con una sonrisa en su rostro.

-Aunque quiera huir, tú no me lo permitirás ¿Cierto? –Soltó Ulrike en un suspiro.

-Quién lo sabe, quizás, si eres una buena niña te deje ir. –Comento, aunque Ulrike sabía que no era nada más que una mentira.

-Debes de detenerte ahora mismo. –Dijo con un leve enojo.

-¿Detenerme? ¿Por qué tendría que hacerlo? –Dijo sin quitar aquella sonrisa que le comenzaba a molestar a Ulrike.

-Hana, tu no entiendes lo que estas causando. Si las cosas continúan así no solo nos afectara a nosotros sino a todo el mundo. –Dijo Ulrike intentando convencerla.

-Por mi todo el mundo puede sufrir. Eso es lo que estoy buscando crear después de todo.

-No lo entiendes. –Comento la sacerdotiza en un suspiro, sentándose mejor en el suelo –En todo esto el que más esta sufriendo es su Excelencia. ¿De verdad quieres eso?

-Wolfram nunca me intereso, lo único que quería de él era su poderoso amor. En realidad jamás me importo que sucediera con él.

-No es así, no es así. Y ambas lo sabemos. –Dijo en tono pausado Ulrike.

-De verdad que a las sacerdotisas les gusta andar adivinando las cosas. –Dijo con una pequeña risa Hana.

-No es adivinar, lo sabemos. –Sentenció la mujer sin dejar de ver fijamente a la castaña –Por eso mismo es que sé que en el fondo te importa que pase con su Excelencia. Después de todo te recuerda a esa persona ¿No es cierto?

Fue en ese momento, en ese preciso momento que Ulrike pudo ver verdadero enojo y tristeza en los ojos color miel de Hana. La observo con detalle viendo como apretaba con fuerza sus labios en impotencia por las palabras que acaba de soltar. Paso su mano por su cabello un momento sin dejar de ver a la castaña fijamente.

-No se de que estas hablando. –Dijo al fin Hana luego de un rato de silencio.

-Lo sabes. Los sabemos. –Comento Ulrike –Por eso mismo es que te pido que te detengas. Si continuas su Excelencia no saldrá de esta.

-No se de que estas hablando. –Volvió a decir no queriendo aceptar lo dicho por la otra.

-Si continuas con tu plan causara que su Excelencia llegue un punto donde no de más. –Comento haciendo una leve pausa donde se fijo si estaba teniendo la atención de la otra –Terminara casi igual que esa persona.

-¡No se de que estas hablando! ¡NO SE DE QUE ESTAS HABLANDO! –Grito la mujer con fuerza en su enojo. Ulrike solo la observo de manera calmada.

-Le estas llevando a su muerte lentamente. –Continuó Ulrike –Ahora mismo te estas volviendo igual que esas personas, estas haciendo lo mismo que ellos al darle indirectamente una espada y pidiéndole que acabe con su vida. Estas siendo igual que esas personas.

-¡No lo estoy siendo! –Volvió a gritar colocando una mano en su cabeza y la otra en la cama –Yo soy diferente a esas personas.

-No lo estas siendo. Ahora mismo estas acorralando a su Excelencia como ellos lo hicieron con…

-¡¡Cállate!!

Por primera vez en toda su vida Ulrike sintió lo que era ser golpeada en la cara. Hana sin ninguna duda se había acercado y golpeado en su mejilla para callarla. Ulrike llevo su mano a la mejilla notándose en el rostro la sorpresa. Esa emoción rápidamente se perdió regresando a su rostro sereno, mirando fijamente a la castaña, quien se notaba agitada y enojada por lo que acaba de pasar.

-¡Hana! Si esto continúa su Excelencia morirá. El no tener sus sentimientos esta causando que robe lo de los demás solo dejándoles los que están más arraigados a ellos, pero lo sentimientos son como la sangre, no todos son compatibles con el cuerpo y en el caso de los sentimiento esos son cosas únicas de cada persona, si eso continua el cuerpo de su Excelencia se dará cuenta de su falla y comenzara lentamente a detener su proceso. 

-¿Su proceso? –Y al fin sintió que estaba obteniendo su atención.

-Su Excelencia comenzara a no comprender las cosas, ahora no siente nada pero tiene el razonamiento, pero pronto eso dejara también su cuerpo, dejándolo sin sentimientos ni razonamiento, eso solo causara que se vuelva un recipiente vacío. Como una hermosa muñeca, al final morirá como si fuese una hermosa muñeca.

-Eso no puede ser posible. –Comento sin creerse las palabras de la sacerdotiza.

-Lo es. Le has quitado sus sentimientos, eso ha causado que quedara una abertura. Aunque se robe los sentimientos de los demás, ese vacío que hay en ese lugar causa que se filtre todo lo que pueda tener y lo que tenga.

-Imposible. Eso no puede ser. ¡Yo solo le quite sus sentimientos, nada más!

-Hana… -Dijo su nombre con suavidad –Ahora mismo su Excelencia es como un globo que intentas llenas con agua. Si tiene un hueco el agua comenzara a salir por este provocando que vuelva a quedar vació, si continuas llenándolo eso causara que más agujeros comiencen a aparecer. Si él continua sin sus sentimientos solo causara que haya filtraciones por todas partes y no pueda regresar hacía atrás.

- ¿No pueda… volver hacía atrás?

-Sí. Cuando llegue a ese punto no podrá ni siquiera recuperar sus propios sentimientos y se congelara, quedándose como una muñeca viviente. Sin emociones, sin expresiones y sin siquiera poder moverse o respirar.

-Morirá…

-Es lo más posible. A ese punto no hay nada que lo haga regresar. Por eso mismo es que te pido, Hana por favor, detén todo esto. Estas causando que todo termine igual.

-¡Nada terminara igual! –Comento enojada la castaña –Aunque me digas eso, como te he dicho antes no me importa que le pase, lo importante ahora es el caos que esta causando, eso es lo que yo busco. –Continuó después.

Ulrike se dio cuenta con aquello que la castaña jamás se iba a retractar de lo que estaba haciendo. Era una mujer terca, seguro se debía a lo que había vivido que la llevo a ser de esa manera. Suspiro levemente resignada, tenía que pensar en un mejor plan para poder convencerla de que acabara con toda aquella venganza. Como Ulrike no había dicho nada Hana lo tomo como que la conversación había terminado y se marcho del lugar cerrando con llave la puerta al salir. Ulrike miro a la puerta al momento de escucharla cerrarse.

-Shinou… ¿Ahora que puedo hacer? Por favor, por favor Shinou, ayuda a que todo se solucione. –Rezó la sacerdotiza mientras aun se encontraba sentada en el piso.

Rezaba por que todo lograra tener un final feliz, para todos, hasta para aquella mujer llena de odio. Nadie merecía ser infeliz, así lo veía Ulrike, por esa razón rezaba por todos. Ella esperaba que todo se resolviera de la mejor manera, que todos volvieran a tener la felicidad y la paz que siempre habían tenido. Rezaba porque las cosas terminaran bien.

 

Les llevo cinco días exactamente regresar. Hubiesen llegado antes pero un inconveniente con los humanos causo que se atrasaran, por suerte lograron resolver todo de manera pacifica, pero más adelante tuvieron otro percance. Al final su viaje se había alargado más de lo planeado así que no fue sino hasta después de cinco días que pudieron ver la entrada del castillo. Todos se sintieron aliviados excepto Wolfram de al fin haber llegado. Al entrar con los caballos fueron recibidos por Conrad, Cherry y Greta.

-Majestad Bienvenido. –Le dijo Cherry. Desvió su mirada a Wolfram, pero este solo continuó con su caballo hasta el establo sin siquiera mirarlos.

-Yuuri, bienvenido. –Le continuó la pequeña princesa.

-Lamento mucho todo el inconveniente Majestad. –Dijo Conrad apenado por haberse ido de las tierras Bielefeld de la nada.

-Ya no viene al caso. Y estoy de regreso. –Dijo con una pequeña sonrisa el moreno.

-¿Ha habido algo nuevo por aquí? –Pregunto Gwendal de inmediato cuando estuvo cerca de los demás.

-¿Qué mejor sorpresa que yo? –Dijo entre risas el gran sabio desde las escaleras.

-¡Murata! –Soltó Yuuri al verlo.

-Shibuya, al fin logro verte. ¿Qué es eso de que te vengo a ver y no te encuentras? ¿Sabes lo que me has hecho esperar aquí solitario? –Dijo mientras montaba todo un espectáculo.

-Murata… -Dijo con una leve risa Yuuri.

-¿Qué lo trae por aquí? –Pregunto Gwendal. Miro un momento al castaño y este negó con la cabeza.

-No nos ha querido decir a nosotros la razón de su visita. –Indico en un suspiro.

-¿No? ¿Por qué no lo has hecho? –Pregunto Yuuri mirando al otro que se acercaba.

-Bueno, bueno, es un tema serio lo que quiero hablar y es directamente contigo Shibuya. –Indico mientras se acomodaba los lentes.

-¿Conmigo? –Dijo sin entender mucho.

-Sí, pero no aquí. Debemos ir con Shinou para conversar juntos. –Dijo después cruzándose de brazos.

-¿Shinou? –Dijo un tanto pensativo –Bueno, me encantaría ir, pero hay un par de cosas…

-¿Un par de cosas? ¿Qué clase de cosas? –Pregunto confundido el moreno –Bueno, Sir Weller también ha estado extraño, en realidad desde que llegue todos han estado actuando extraño.

-Es… Es una larga historia. –Comento mientras pasaban su mano por el cabello y miraba en otra dirección.

-Shibuya, Shibuya, ¿Qué esta pasando?

-Es mejor hablar de ese tema en otra parte, ¿No lo creen? –Comento al fin Waltorana después de un gran silencio –Esos son temas que no se hablan en plena entrada.

-Tiene razón, mejor vamos a otra parte. –Le apoyo Gwendal sin dudar.

Sin decir más nada todos los presentes caminaron al despacho del Maou notándose en su rostro la duda en su cara. Antes de comenzar a caminar Gunter escucho a un soldado llamarlo a lo que detuvo su andar para girarse a ver quién era. Parecía un mensajero a lo que de inmediato le vino a la mente la carta que había mandado a Ulrike antes de ir a tierras Bielefeld.

-Ha llegado una carta para usted. –Dijo el soldado mostrando en su mano un sobre. Gunter lo tomo de inmediato.

-Muchas gracias. –Soltó guardando el sobre en su bolsillo y comenzar a caminar en dirección al despacho.

Gunter fue uno de los últimos que entro en el despacho por haberse detenido a recibir la carta. Al llegar Murata miro a todos los presentes, parecían dudar sobre hablar de aquel tema que nadie parecía querer abordar aun. El moreno suspiro levemente mientras se acomodaba los lentes, entonces en eso notó un detalle que quizás lo había hecho pero no quiso aceptarlo.

-¿Dónde está Lord Bielefeld? –Pregunto a lo que todos miraron en diferentes direcciones sin contestar.

-Bueno… -Inició al fin Yuuri –Él ahora no está aquí…

-Y dudo que lo esté. –Comento de inmediato Gunter al ver que parecía que nadie quería hablar.

-¿No lo estará? ¿Qué está pasando?

-Eso mismo quisiéramos saber nosotros. –Continuo Gunter sin más –Lord mocoso ha estado raro desde hace tiempo.

-¿Raro? –Dijo Murata quedando unos minutos en silencio –Más o menos comprendo la situación.

-¿De verdad? –Soltó Yuuri mirándolo fijamente.

-Sí. Aunque estoy, quizás, un poco sorprendido. –Dijo en un suspiro.

-¿Sorprendido? ¿Por qué? –Dijo con duda Yuuri.

-Te seré sincero Shibuya. Me hubiese esperado este estado si fueses tú el causante, pero no lo es ¿Cierto? Entonces te pregunto ¿Por qué crees que pensaba que podrías ser tú?

-Porque… ¿Tengo más influencia?

-Quizás, pero es el factor afecto.

-¿Factor afecto? –Pregunto el castaño mirando al fin al gran sabio.

-Sí. Si fuese Yuuri quien estuviera causando todo esto todos tendrían la misma expresión que tienen ahora.

-Pero es Wolfram. –Dijo Cherry.

-¿Y qué los hace diferente? No, déjenme cambiar la pregunta ¿Por qué creyeron que eran diferentes?

Y aquella simple pregunta provoco que todos los presentes tensaran sus hombros. Al ver tal reacción hizo que el gran sabio suspirara levemente sin quitarles la vista a todos los demás. Se notaba a distancia que no querían enfrentarse a la realidad del asunto. Acomodo de nuevo sus lentes en un suspiro antes de decidirse a hablar de nuevo.

-Tal vez es ese asunto el que hace que no puedan aceptarlo. –Dijo Murata de inmediato.

-¿El que no podamos aceptarlo? –Pregunto confundido Gwendal.

-Sí. El darse cuenta de que Lord Bielefeld estaba al mismo nivel que Shibuya les ha dejado en Shock. En sus mentes siempre estuvo que Shibuya era más importante y que reaccionarían aun más con él, pero se encuentran confundidos porque han reaccionado de la misma manera que se imaginaron haciéndolo con Shibuya. Haciéndoles preguntarse ¿De verdad estaban menospreciando a Lord Bielefeld?

Las caras que pusieron todos los presentes le hicieron ver de inmediato que sus palabras estaban dando justo en el clavo. A todos los presentes les dolían sus palabras, porque habían llegado a una conclusión con todo ese asunto. Inconscientemente estaban menospreciando a Wolfram.

-Aun así… -Dijo Yuuri luego de un rato de silencio -¿Ese no es mi caso? –Y más que una certificación pareció una pregunta.

-En eso tienes razón Shibuya. –Comento de una Murata –Ese no es tu caso, pero si el de todos los demás. La única que puedo exceptuar del asunto es a la pequeña princesa.

-¿Yo? –Soltó Greta quien había estado al lado de Yuuri todo ese tiempo.

-Sí. Tú eres la única que en ningún momento lo ha hecho por esa razón, eres la única que lo ha intentado ¿Cierto? Me refiero a tratar el asunto.

-Greta lo ha intentado, pero Wolfram no deja acercarme. –Dijo mientras se notaba como comenzaba a sollozar –Wolfram no quiere hablar con Greta.

-Pero aun así lo sigues intentando ¿No? –Soltó Murata con una pequeña sonrisa.

-¡Sí! Porque… ¡Porque Greta quiere volver a hablar con Wolfram! Quiero que vuelva a acariciarme la cabeza, que me cuente interesantes historia… quiero que me vuelva a regañar, si con eso Wolfram vuelve a mirar a Greta entonces no importa, puede regañarla todo lo que quiera. Greta prometerá ser una niña buena…

Mientras más hablaba la pequeña Greta más caían por sus mejillas las lágrimas. Aun a pesar de pasar su pequeña mano para detenerlas estas siguieron fluyendo. Todos al verla no pudieron evitar colocar en su rostro una mueca de dolor. Una niña estaba intentando una y otra vez recuperar aquello preciado, mientras que ellos ¿Qué eran lo que estaban haciendo? Evitaban cada vez más a Wolfram y ni siquiera lo miraban a la cara. ¿Quiénes eran los verdaderos cobardes en todo eso? Yuuri iba a decir algo pero antes de poderlo hacer se escucho un fuerte ruido. Cherry había caído al suelo de rodillas.

-¿Pero que querían que hiciéramos? –Casi grito con las manos en su rostro -¿Aceptar que lo hemos menospreciado? ¡No es tan fácil! –Dijo mientras se le notaba que también había comenzado a llorar.

-Cherry… -Soltó Yuuri mientras apretaba su labio fuertemente, si eso continuaba así hasta él iba a caer en lágrimas.

-Cada quien es preso de sus propias cadenas. –Dijo levemente Murata mirando a todos los presentes.

-Pero… -Dijo al fin Waltorana quien se había mantenido en silencio -¿Eso sucede para todos? No recuerdo haber hecho algo como eso. Yo adoro a mi sobrino.

-No dudo de eso. –Comento Murata en un suspiro –Pero en este caso. Por culpa de uno pagan todos. Aunque usted no lo haya hecho también cae en el mismo lote.

-Entiendo… -Dijo no muy convencido del asunto.

-Regresando al asunto. –Dijo acomodando sus gafas el moreno -¿Cuál es el asunto con Lord Bielefel que los tiene así?

-Wolfram de repente ha tomado una actitud fría hacía todos. –Comento Yuuri mientras sostenía entre sus brazos a Greta que continuaba llorando.

-¿Fría? –Dijo con cierto deje de confusión.

-Yo considero que más que fría parece no sentir nada. –Continuó Gunter.

-¿No sentir nada? –Luego de soltar esa pregunta Murata duro unos minutos en silencio –Shibuya, creo que deberíamos ir a hablar con Shinou sobre todo este asunto. –Dijo mirando al moreno.

-Yo primero creo…-

-¿Primero qué? ¿Iras a hablar con Lord Bielefeld para solucionar todo? ¿De verdad crees que lo lograras ahora? No lo hiciste antes no lo harás ahora.

Aunque sabía que el otro no decía esas palabras para hacerlo sufrir igualmente le causaron dolor. Un gran dolor en su pecho pues Yuuri entendía perfectamente que Murata tenía toda la razón. No había logrado nada hasta ese momento no iba a cambiar las cosas por unos minutos más. Suspiro levemente, quizás Murata tenía razón, era mejor ir con Shinou para que así pudiera pensar con mejor claridad.

-Está bien. Iré al templo. –Comento en un suspiro.

-Majestad… -Dijo Gwendal luego de que Yuuri hablara –Nosotros nos quedaremos, después de todo tenemos la reunión con los nobles.

-Está bien, supongo que me acompañaras, ¿Cierto Conrad?

-Sí… -Dijo sin mucha seguridad el castaño.

-Bien, entonces vámonos de una vez, ya más o menos tengo una idea de la situación, así podremos entender mejor todo este asunto. –Dijo Murata en un suspiro.

-Sí, es lo mejor. –Dijo Yuuri bajando a Greta de sus brazos –Por favor ayuda a Cherry. –Le dijo en tono suave a Greta cuando la dejo en el suelo. Esta asintió con su cabeza.

-Sí, haré mi mejor esfuerzo. –Contesto mientras intentaba colocar en su rostro una sonrisa.

-Eres una niña fuerte, quizás más que todos. –Murmuro mientras acariciaba la cabeza de la pequeña Greta.

-Por favor no me malentiendan. –Dijo Murata cuando estuvo en la puerta del despacho –Lo que he dicho no ha sido por buscar herirlos o abrir heridas. Lo he dicho porque me he dado cuenta que no quieren avanzar y si no avanzan no serán capaces de llegar a Lord Bielefeld. ¿Cómo pretenden trasmitir sus sentimientos si ni siquiera saben que es lo que sienten?

Aquella pregunta dejaba en el aire hizo a todos apretar sus labios y puños con fuerza. Ellos lo entendían, sabían perfectamente cuál era su problema, y porque lo sabían eran que no querían enfrentarse a él, porque significaba aceptar algo que jamás lo habían hecho. Aceptar aquel asunto significaba también aceptar lo equivocado que habían estado todos esos años. Era aceptar que no habían hecho realmente lo correcto y lo mejor para Wolfram, sino que solo habían pensando en su propio bienestar.

Sin decir más nada tras el gran sabio salió el castaño y Yuuri. No dijeron más nada pues todos los presentes tenían bien en claro la situación y el por qué de todas las cosas. Yuuri sin ninguna duda salió junto a Conrad y Murata al establo donde le pidieron a Dorcas unos caballos indicando que iban a salir por un momento. Por suerte en esos momentos Dorcas estaba desocupado pues aun no habían llegado todos los nobles para la reunión. Cuando iban saliendo Yuuri se pudo dar cuenta de que habían más carrozar en la entrada, se imaginaba que eran de los nobles, solo esperaba que mientras no estuviera se decidiera algo que no le gustara.

Tardaron pocos minutos en llegar hasta el templo, quizás se debió a que Yuuri estaba algo apurado. No quería que la reunión de los nobles diera inició sin que él pudiera intervenir, por eso quería acabar con ese asunto con Shinou lo más rápido posible que pudiera. Quería indicarle a todos los nobles que no había ningún problema entre Wolfram y él, que todo estaba perfectamente bien para que no estuvieran a favor del rompimiento. Sobre todas las cosas no quería que el único enlace que tenía con Wolfram se rompiera.

-Majestad. –Escucho la voz de Conrad llamarle a lo que se dio cuenta que ya habían llegado.

-Es mejor apurarnos. –Comento de inmediato mientras bajaba del caballo.

Al hacerlo pudo notar como los recibía solo una sacerdotisa aprendiz a lo que le hizo preguntarse dónde estaría Ulrike, después de todo, cada vez que iban al templo siempre eran recibidos por ella. Mientras iban caminando por los pasillos del templo le hizo preguntarse con más afinidad aquello. El ambiente que había alrededor era demasiado extraño, como si todos estuvieran preocupados por algo. La tensión se notaba demasiado en el lugar, ¿Qué era lo que había pasado? Se preguntaba sin dejar de caminar.

-Shibuya. –Le escucho decir a Shinou mientras iba entrando en la sala.

-Shinou ¿Qué sucede? Para esa repentina solicitud, además ¿Dónde está Ulrike? –Estaba confundido, al entrar no se había cruzado con la sacerdotisa.

-De eso mismo queríamos hablarte. –Le contesto el gran sabía a su espalda caminando hasta donde se encontraba Shinou.

-Ulrike. Ella ha desaparecido, no, no desaparecido, se la han llevado. –Comento Shinou mirándolo fijamente.

-¿Llevado? ¿No se supone que no puede salir? –Pregunto confuso mirando un instante a su padrino quien lo había acompañado al templo.

-Eso mismo. –Soltó Murata –De eso es lo que teníamos que hablarte. Ha aparecido un poder tan fuerte o mejor dicho una persona con un poder fuerte que se la ha llevado.

-¿Se la ha llevado? Pero ¿Por qué? –Pregunto confundido.

-Porque ella es la única que posiblemente sepa la verdad. –Dijo Shinou a lo que Conrad y Yuuri le miraron fijamente confundidos.

-¿A qué se refiere? –Pregunto al fin Conrad -¿De qué verdad está hablando?

-Ustedes mismos deben saber a que nos referimos. –Comento Murata cruzándose de brazos.

-Díganme ¿A habido algo extraño últimamente? –Soltó Shinou luego de haber mirado un instante al gran sabio.

-Algo extraño, aunque digas eso, han pasado muchas cosas. –Comento Yuuri no muy animado del asunto.

-Eso mismo es Shinou. –Soltó Murata de pronto.

-¿Eso mismo? –Dijo con un toque de confusión el primer Maou.

-Todo está girando alrededor de Wolfram. –Y con aquellas palabras pareció que los ojos de Shinou brillaban. Conrad y Yuuri se quedaron mirando a ambos, parecía que estuvieran hablando en códigos.

-Así que es eso. –Dijo pensativo Shinou. Duro unos minutos antes de volver a hablar –Entiendo. Así que la cosa es así.

-¡Esperen! –Soltó Yuuri de pronto frunciendo el ceño -¿Qué es lo que entiendes? ¿Qué es lo que entienden los dos?

Antes de continuar con la conversación, tanto Shinou como el gran sabio cruzaron mirada unos minutos. Como terminando de finalizar cualquier duda que tuvieran sobre el asunto que se estaban enfrentando. Shinou suspiro levemente llevando su mano a su rubio cabello pasándolo un momento por esa zona.

-Bueno Yuuri, más o menos nos damos una idea de lo que está pasando, por eso es que entendemos.

-¿Una idea? Y ¿Qué se supone que ustedes se imaginan que está pasando?

-Piensa un poco Yuuri. –Dijo Shinou volviendo a suspirar.

-Shibuya, te haré una pregunta. Si ahora mismo tuviéramos a Lord Bielefeld ¿Qué crees que le faltaría comparado a como era antes?

La pregunta le hizo dudar un poco. Tiempo que uso para poder analizar mejor aquella pregunta, después de todo entendía que no era una pregunta para tomársela a la ligera. Llevo su mano al mentón mientras pensaba detalladamente en la respuesta que daría a los otros dos.

-Bueno, realmente no lo sé, pero siento como si faltara algo…

-Esa es la respuesta correcta. –Contesto el gran sabio.

-¿La respuesta correcta? –Soltó un tanto pensativo.

-Sí. Esa es. Piensa un poco Shibuya. –Dijo Murata con una pequeña sonrisa.

-Faltara algo… -Susurro levemente Conrad mientras pensaba en las palabras dichas hace unos momentos.

-¿Qué puede ser? Wolfram ha estado actuando raro como si… -Y detuvo su oración cuando ambos llegaron a una misma conclusión.

-¡El amor! –Dijeron al unísono ambos hombres.

-Ya has llegado a la respuesta. –Soltó Murata en un pesado suspiro acomodándose los lentes –Esto es lo que nos imaginamos. –Dijo dirigiéndose a Shinou.

-Tienes razón, así que si era eso. –Comento Shinou un momento.

-¿De qué están hablando? –Pregunto Yuuri sin entender.

-Shibuya. –Le llamo el gran sabio haciendo que le mirara -¿Qué crees que sea la fuerza más poderosa del mundo?

-¿La más poderosa? –Dijo pensativo Yuuri. Duro unos minutos antes de poder llegar a la respuesta -¿El amor?

-Correcto. –Dijo Shinou a lo que parecía ser más una pregunta que una respuesta –El amor es algo bastante poderoso. No lo notamos porque jamás lo hemos representado de una manera como poder. Pero si representamos esa fuerza en poder es algo bastante increíble, si se tiene el suficiente amor puro es incluso más poderoso que tu poder de Maou Yuuri. –Continuó con su explicación.

-Pero a todo esto, ¿Qué tiene que ver Wolfram? –Pregunto Conrad aun sin llegar al punto.

-En todo Shin Makoku ¿Quién creen que tenga un amor tan grande y puro? –Pregunto el gran sabio mirándolos fijamente. Ambos no tuvieron que pensar mucho.

-Wolfram. –Dijeron en un susurro ambos.

-Correcto. Creo que eso explicaría muchas cosas en su comportamiento ¿No es cierto Shibuya? –Continuó el gran sabio.

-Entonces… ¿Le han quitado el amor a Wolfram? –Comento Yuuri procesando toda la información -¿Todo?

-Sí. –Le contesto Shinou –El amor que siente por ti, por su hija, por su madre, por sus hermanos, hasta el que tiene por el mismo. –Continuó hablando Shinou.

-Espere. –Dijo Conrad cambiando su semblante a uno lleno de confusión -¿Todo el amor? Entiendo eso, pero ¿Tan poderoso era ese amor? –Tuvo curiosidad aunque se imaginaba una parte de la respuesta.

-El amor es más puro cuando se guarda en lo profundo del corazón, es más y más puro si jamás es filtrado. –Le dijo Murata a Conrad –En conclusión el amor de Wolfram es poderoso porque jamás ha sido correspondido, y si no son nunca correspondido estos se guardan en lo profundo del ser, sin haber sido tocados o haber conocido otro amor impuro.

-¡Espera! –Soltó Yuuri exaltado -¿Estas indicando que el que no se correspondieran sus sentimientos ha causado todo esto? –Y como respuesta tuvo una asentida de cabeza.

-Sí. –Le dijo Shinou –Yuuri, debemos ser responsables de nuestros propios actos. El decidir no ver quién es el verdadero Wolfram ha causado todo esto. La persona que ha causado todo esto se ha dado cuenta de todo ese asunto, ha descubierto que Wolfram tenía un gran poder, pero… -E hizo una pausa no queriendo continuar.

-¿Pero qué? –Soltó Yuuri alterado.

-Shibuya. –Le llamo Murata –No se puede tan fácil quitarle el amor a alguien y menos si este está guardado en lo profundo de tu ser.

-Espera… ¿Estás diciendo que Wolfram por voluntad propia entrego su amor?

-Es una posibilidad. –Dijo Shinou –Presiento que quizás nosotros pudimos detenerlo. No sabría con claridad explicarles, pero siento que todo fue un montaje.

-¿Montaje? –Pregunto confuso Conrad aun sin aceptar toda esa información.

-Sí. Siento que mi descendiente fue engañado para entregar su amor. No sé si sea el único que los ha tenido pero ¿Han tenido un sueño extraño últimamente? –Pregunto mirando a Yuuri y Conrad turnadamente.

-¿Sueños extraños? –Soltaron ambos un tanto pensativos.

Entonces le llego. Yuuri recordó un sueño que había tenido días después de que Wolfram solicitara el rompimiento de su compromiso, no lo recordaba bien, eran más recuerdos borrosos que cualquier otra cosa, no servían de nada recordarlo. Pero no había venido a su mente por nada, recordaba que cuando se despertó el sueño le había dejado una rara sensación.

-Tristeza. –Murmuro Yuuri un instante en que todos le vieron –Hace días atrás tuve un sueño, no lo recuerdo lo suficiente para que sea de utilidad, pero lo que sí recuerdo era como me sentía luego de haber despertado.

-¿Rara sensación? –Pregunto Murata sin dejar de verlo.

-Sí, era como si al solo pensar en ese sueño me invadiera la tristeza. Como si ese sueño me estuviera diciendo o contando algo triste. –Comento Yuuri no sabiendo si se estaba dando a entender.

-¿Sensaciones? –Murmuro Conrad a lo que soltó un suspiro –También he tenido ese tipo de sueños. He hablado con Gwendal y mi madre de eso y parece que ellos también tienen esa misma sensación Majestad.

-¿Chery y Gwendal? –Soltó Yuuri mientras le miraba.

-Al parecer todos estuvimos involucrados. –Dijo Shinou provocando que todas las miradas se centraran en él –Creo… Creo que paso algo sin que nos diéramos cuenta, algo que provoco que termináramos en toda esta situación. Alguien planifico todo un escenario para tener el amor de Wolfram, debe ser alguien capaz de pasar desapercibido hasta por nosotros.

-Es extraño que haya alguien así. –Soltó Conrad. Era raro que algo pasara por alto del gran sabio y Shinou.

-Lo sabemos. –Comento Murata –Lo sabemos Sir Weller, por esa razón debemos tener cuidados. Si monto todo un escenario para que Wolfram diera por voluntad su amor sin que nos diéramos cuenta nosotros dos debe ser alguien lo suficientemente peligroso.

-Entonces… -Dijo Yuuri al fin –Entonces ¿Ese comportamiento de Wolfram es porque no tiene amor? –Soltó al fin.

-Sí. –Le contesto Shinou –Ahora mismo Wolfram no siente amor por nada, es como una pequeña muñeca de porcelana. Bella pero sin ninguna expresión. –Dijo mirando fijamente a Yuuri.

Yuuri llevo su mano hasta su pecho para apretarlo con fuerza. Entonces era eso, era esa la razón de que Wolfram actuara así, no es que lo hubiese dejado de amar, solo ya no tenía ese amor. De cierta manera Yuuri se sintió aliviado de saber algo como eso. Wolfram no lo había dejado de amar, solo le habían quitado su amor. Shinou miró fijamente a Yuuri un momento antes de dirigir su vista al gran sabio.

-Shibuya. –Ser llamado le saco de sus pensamientos –La cosa no es tan fácil. –Continuó al momento en que se le empañaron los lentes.

-¿Fácil? ¿De qué forma? –Se atrevió a preguntar Conrad.

-Somos personas. –Dijo Shinou suspirando –Personas que anhelamos el amor, nacemos con él para poder repartirlo a lo largo de la vida. Ahora les pregunto ¿Qué creen que pase cuando no tienes ese amor?

-¿Pasar? ¿Qué podría pasar? –Pregunto algo alterado Yuuri, no le gustaba por donde iba toda esa conversación.

-Hay dos opciones. –Volvió a decir Shinou –La primera es que Wolfram no vuelva a amar nunca más el resto de su vida y la segunda es que el vació que la falta de amor causa, produzca que se consuma su cuerpo.

-¿Consumirse? –Soltó con preocupación Conrad.

-Nosotros creemos que el amor no es importante, pero esa es una parte vital de nosotros mismo. Si no lo tenemos significa que no tenemos una vida la cual apreciar. En conclusión, la vida pierde el sentido de existencia. –Comento Murata.

-Están diciendo… ¿Que si Wolfram no recupera su amor existe la posibilidad de que muera o no vuelva a amar a nadie? –Dijo Yuuri en estado de Shock.

-Sí. –Contesto Shinou en un suspiro –Si Wolfram no muere entonces significara que por el resto de su vida tendrá el comportamiento que posee actualmente.

-¡Es mentira! –Soltó Yuuri sin creerlo. ¿Tendría que soportar aquel comportamiento indiferente toda su vida? No lo quería para nada.

-Aunque no quieras aceptarlo Shibuya eso es lo que está pasando. –Comento Murata en un suspiro, a veces el otro podía ser demasiado terco.

-Eso es cierto. Debemos es buscar una solución a todo este problema. Por los momentos nosotros buscaremos una pista de la persona que ha causado todo esto y a Ulrike. Ustedes deberían ir con Wolfram a buscar una manera de recuperar su amor. Debe existir una forma de conectarlo con la otra persona. –Comento Shinou mirando fijamente a Yuuri.

-Está bien. –Dijo con determinación. Normalmente dudaría, pero ese no era el caso, él quería a Wolfram de regreso.

-Bien está todo dicho. Ahora pueden regresar. –Continuó Shinou indicándoles que podían retirarse.

Al acabar de decir eso tanto Yuuri como Conrad se retiraron del templo en dirección a pacto de sangre. Aun en sus mentes rondaba aquel asunto, al regresar tendrían que hablar eso con todos los demás, quizás si se unían más cabeza lograrían llegar a una solución. Yuuri suspiro llevando su vista un momento a Conrad, antes de montarse en sus caballos.

-¿Qué crees tú Conrad? –Pregunto sin mirarle Yuuri.

-Todo esto es bastante confuso, pero lo que es claro es el cambio en el comportamiento de Wolfram. –Comento sin ninguna duda el castaño.

-Entonces es verdad. –Murmuro Yuuri en un suspiro. Todo aquello era real, el comportamiento indiferente de Wolfram era real. Aunque a esas alturas ya no tenía porque poseer alguna duda de ese hecho.

-Encontraremos una solución a todo esto Majestad. –Comento con su típica sonrisa Conrad.

-Sí, tienes razón. –Dijo subiendo al fin a su caballo –Y es Yuuri, ya hemos hablado de esto Conrad. –Comento para animarse a sí mismo.

No dudaron mucho en ver de nuevo pacto de sangre. A pesar de lo que ya había vivido Yuuri aún no quería enfrentarse a la realidad, no quería volver a ver a aquel Wolfram que no lo recibía con una sonrisa, aquel que no lo celaba por todo, que no lo molestaba, que no lo obligaba a dormir juntos, que no le decía que lo amaba. Yuuri no quería ver de nuevo la indiferencia de Wolfram.

Llegaron al fin a la entrada del castillo siendo recibidos por casi todo el mundo, todos menos Wolfram, aunque a esas alturas la sorpresa no tenía mucho sentido. Yuuri suspiro al darse cuenta de su propio pensamiento, nunca creyó que extrañaría tanto el comportamiento de Wolfram. La primera en ir hasta su lugar cuando bajo del caballo fue Greta.

-¡Yuuri! –Comento la pequeña lanzándose a sus brazos –Yuuri… Yuuri. –Repitió su nombre varias veces. A Yuuri le llevo unos segundos darse cuenta que estaba llorando.

-¿Qué ha pasado? –Pregunto con seriedad mirando a los demás. Por su parte todos miraron en otra dirección a excepción de Gwendal.

-Es Wolfram. –Dijo levemente molesto –Él le ha dicho directamente que tener una hija es algo que no le traerá ningún beneficio. Así que le ha indicado que deje de llamarlo padre y de molestarlo, que no quiere una niña detrás de él. –Continuó poco después. Yuuri sentía que le estaban hablando de alguien más.

-¿De verdad? –Pregunto mientras abrazaba a su hija. Los demás miraron en otra dirección no muy animados.

-Greta no ha sido la única. –Comento al fin Chery. Siempre había sido tan animada y en ese momento se veía tan apagada.

-¿Eh? ¿A qué se refiere? –Pregunto confundido mientras sostenía en sus brazos a la pequeña Greta.

-Majestad. –Llamo Gunter teniendo una actitud sería, actitud que comenzaba a mostrarse más seguido –Cada una de las personas en este castillo ha tenido su enfrentamiento con Wolfram.

-¿Enfrentamiento? ¿Acaso han peleado? –Pregunto aun confundido Yuuri.

-Ojala fuese de esa manera. –Dijo Gwendal llevando su mano hasta el entrecejo –Lo único que ha hecho es decirnos lo que piensa. –Comento Gwendal en un suspiro. Yuuri miró un instante a todos antes de atreverse a preguntar.

-¿Qué ha dicho Wolfram? –Pregunto dudando si quería escucharlo.

-A mí. –Comenzó hablando la anterior Maou –Me he intentado acercar para lograr recuperarlo de nuevo y solo me miró diciéndome ¿Ahora es conveniente para ti tratarme como tu hijo menor? Lo lamento, pero tú no eres conveniente para mí en este momento. –Comento la mujer en un suspiro lleno de tristeza.

-A todos nos ha dicho algo parecido. –Comento Gwendal. Hasta el mismo había recibido un comentario así “¿Acaso esa es una manera normal de dirigirte? ¿Qué es eso de Por favor no me trates de hermano menor, soy un soldado y quiero que me veas de esa manera. Los sentimientos no protegerán a su majestad? ¿Acaso es una broma?” Pensó para sus adentros Gwendal.

-¿A dicho todo eso? –Pregunto, aunque ya sabía la respuesta, solo la certifico cuando todos asintieron –Yo… yo iré a hablar con Wolfram.

-Esa no es la única noticia. –Indico Waltorana quien había estado observando la escena en silencio.

-¿Eh? ¿De qué está hablando? –Pregunto el moreno confundido.

-Majestad. Hemos intentado todo lo posible. –Dijo Gunter en un suspiro.

-¿Intentado?

-Sí. –Continuó Gwendal –Pero a la final solo hemos sido nosotros tres. Esta vez ha ganado Wolfram. –Dijo sin muchas ganas.

-¿Ganado? –Soltó con cierta sorpresa, pero pronto entendió de que hablaban –Esperen…Me están diciendo… El compromiso, ¿Cómo quedo?

-Oficialmente… -Inicio Waltorana –Oficialmente su compromiso está roto. Solo hemos sido nosotros tres quienes hemos estado a favor de mantenerlo, la mayoría voto por el rompimiento.

-¿Qué? –Dijo apretando levemente el cuerpo de Greta sin darse cuenta -¿Es una broma? –Soltó queriendo obtener una respuesta positiva.

-No. –Dijo Gunter –Majestad, oficialmente usted es un hombre libre al igual que Lord mocoso. –Dijo en un suspiro.

-Entonces…Al final he perdido. –Dijo en un murmuro el moreno –He perdido…

Nadie quizás se lo espero. Ni siquiera el mismo Yuuri se espero que aquella noticia le doliera tanto como había pensado. Sin darse cuenta sus lágrimas habían comenzado a salir de sus ojos. Ya no estaba unido a Wolfram, ahora era solo un soldado y rey. No había nada, no había nada que pudiera usar de excusa para poder recuperar a Wolfram, la única esperanza que tenía se había acabado con aquellas palabras.

Sintió los pequeños brazos de Greta apretarle con la poca fuerza que tenía mientras también sentía uno de sus hombros húmedos. Al parece Greta le estaba acompañando en aquel sollozo. Nunca se había imaginado llorando delante de todos los demás, hasta ese momento no lo había hecho, él se había mantenido como un rey resistente hasta ese momento. Pero la noticia le había dolido tanto que sus lágrimas no pudieron seguir conteniéndose. Aunque deseara terminarlas no lo iba a lograr, después de todo ahí estaban acumuladas tantas ganas que tenía desde hace tiempo.

-Majestad… -Soltó Conrad luego del gran silencio que tuvieron todos. Yuuri no era el único que deseaba llorar con todo eso.

-No… Lo lamento. –Soltó mientras pasaba uno de sus brazos por el rostro buscando detener sus lágrimas.

-Majestad, está bien. –Comento Cherry de pronto –Déjelo salir, no lograremos nada conteniéndonos a estar alturas. –Dijo notándose como sus mejillas estaban levemente sonrojadas, al parecer ella también había estado llorando.

-No, está bien. –Dijo intentando colocar una sonrisa en su rostro. Aunque en ese momento parecía lo más difícil del mundo.

-Suficiente. –Se escucho con firmeza la voz de Gunter –Esto ha ido demasiado lejos. –Dijo mirando a todos los presentes –Majestad será mejor que vaya a descansar por hoy. –Sentenció de una vez.

-Pero…

-¡No! Nada de peros, no lograra nada en el estado que ahora mismo se encuentra. En realidad nadie lograra nada en el estado que se encuentra. –Dijo sintiendo como a todos le dolía sus palabras.

-No es nada… -Ahora hablo Waltorana pero se silencio cuando Gunter le fulmino con la mirada.

-He dicho que es suficiente. Ninguno está pensando con cabeza fría. Majestad, usted ahora se encuentra en un estado que solo le dejara a los nobles pensar que tomaron la decisión correcta. Es mejor que vaya a pensar con mejor claridad todo el asunto. Todos deberían hacer lo mismo. Y por favor pido, no crucen palabra con Lord mocoso, parece que eso solo les hace dudar más. –Dijo con el ceño fruncido.

Tenía razón. Todos ahí presente le daban la razón a Gunter. Mientras más trataban de hablar con Wolfram se confundían más aun. ¿Qué es lo que deberían sentir? ¿Cómo deberían reaccionar? ¿Qué es exactamente lo correcto? ¿Qué está bien en realidad? Hablando con Wolfram solo causaba que más preguntas aparecieran en su mente. Dudaban, dudaban de ellos mismos y sus propias decisiones, eso era lo que causaba Wolfram con una sola mirada.

-Está bien. –Dijo de manera calmada Yuuri –Acepto tus palabras.

-Por los momentos es lo mejor. –Dijo en un suspiro –Han pasado muchas cosas. Es mejor relajarse un poco para despejar la mente. –Continuó poco después

-Sí. Vamos Greta, descansemos por hoy. –Dijo acariciando un poco su cabello sin bajarla de sus brazos.

-¿Dormiremos juntos? –Dijo con un pequeño sollozo.

-Sí. Yo te acompañaré esta noche y tu harás lo mismo por mi ¿Está bien? –Dijo teniendo por respuesta una asentida de cabeza.

Al acabar de decir eso el moreno se despidió de todos los demás para sin agregar más nada caminar a su habitación con su hija en brazos. Al entrar se cambiaron rápidamente para meterse a la cama. Era lo mejor para poder tener las ideas más claras, debían de descansar para así lograr que las cosas fueran mejor. Al estar acostado en la cama Yuuri tomo la pequeña mano de su hija quien aun sollozaba de manera baja.

No hizo más nada que tomarle la mano y acariciarle la cabeza. No sentía como si fuese necesario hacer algo más que aquello. Dejaría llorar a su pequeña hija todo lo que quisiera, de esa manera podría enfrentarse a lo que estaba por venir. En un punto, sin que se diera cuenta él también estaba llorando en silencio, quizás tener a Greta en ese estado había hecho que él también se pusiera sensible. Aun rondaba la noticia en su cabeza. Aquella noticia de que ya no estaba comprometido con Wolfram realmente la odiaba, el solo pensar en dicha noticia hacía sentir su pecho más apretado.

-Yuuri… -Escucho de pronto la voz entrecortada de su hija.

-¿Qué sucede? –Pregunto de manera pausada sintiendo la almohada debajo de él algo húmeda.

-¿Podremos recuperar a Wolfram? ¿Volverá a estar con nosotros?

-Eso es lo que quieres ¿No? –Soltó teniendo una asentido de cabeza como respuesta –Entonces eso pasara. Recuperaremos a Wolfram.

-¿De verdad? –Dijo dudando de que pasara.

-Sí. Haré de todo, moveré hasta el mismo cielo para traerlo de regreso. –Dijo con una pequeña sonrisa mientras apretaba levemente la mano de Greta.

-¿Es una promesa? –Comento ella estirando su mano libre hacía Yuuri, dejando su dedo meñique resaltante.

-Sí. Es una promesa. Lo traeremos de regreso, juntos. –Le dijo con una sonrisa  uniendo sus dos meñiques en la promesa que estaban sellando.

Después de aquellas palabras ambos fueron cerrando los ojos lentamente mientras su visión seguía borrosa por las lágrimas. Al final terminaron dejando ganar a morfeo en esa batalla. Lo mejor era dormir y despejar cualquier preocupación que les estuviera atormentando. De esa forma podrían pensar una mejor manera para enfrentar aquel problema que ahora tenían enfrente. Debían encontrar una solución para poder recupera a Wolfram a toda costa, no se quedarían de esa forma. Traerían de nuevo al Wolfram que ambos amaban sin importar que tuvieran que hacer. Esa era su promesa.

Mientras dormía Yuuri de pronto comenzó a tener un sueño. Uno que no se esperaría tener. Era bastante extraño para la clase de sueños que estaba teniendo últimamente. En aquel sueño se encontraba parado en un lugar desconocido. Todo estaba cubierto por una neblina a la vez que no se veía bien los alrededores, parecía todo estar cubierto por una oscuridad, entonces comenzó a escuchar un sollozo en la lejanía. Sin ninguna duda comenzó a caminar a donde escuchaba aquel llanto. Al final del camino se encontró con una pequeña figura que reconoció de inmediato.

-Wolfram…-Murmuro su nombre sin poder evitarlo. Por el tamaño de su cuerpo podía deducir que era joven, después de todo tenía la apariencia de un niño de siete años.

El pequeño Wolfram continuó sollozando un poco más antes de levantar su rostro para mirar la persona que le estaba llamando. Al verlo Yuuri pudo notar el como ya llevaba rato en ese estado. Sus mejillas y ojos estaban completamente rojos. Le miró un instante como buscando que decir. Yuuri iba a continuar hablando hasta que escucho un murmuro de parte del otro. Se quedo en completo silencio esperando que repitiera lo que había dicho.

-¿Quién eres? –Aquella pregunta le descoloco por unos minutos.

-Yuuri…Shibuya Yuuri. –Fue lo único que se atrevió a decir -¿Por qué estás aquí solo llorando? –Wolfram fijo sus orbes verdes en el mayor un momento.

-Pensé… -Y comenzó a hablar notándose como comenzaba a sollozar de nuevo –Pensé por un momento que quizás si me perdía alguien se preocuparía por mí. Pero me equivoque.

-¿De qué estás hablando? –Comento con algo de preocupación.

 -Tal vez. Tal vez si me perdía, si desaparecía de sus vidas ellos se preocuparían por mí, pero me equivoque. Llevo rato en este lugar y nadie me ha encontrado. –Soltó el pequeño Wolfram en un sollozo.

-¿Nadie? –Dijo mirando un instante a su alrededor. Todo estaba cubierto por una oscura neblina –Este lugar no es para que alguien como tu este.

-¿Alguien como yo? ¿Qué importa realmente? Al final nadie ha venido por mí. –Dijo mientras caían por sus mejillas más lágrimas.

-¿De qué estás hablando? Seguro hay alguien preocupado por ti.

-Esa es una mentira. –Dijo con firmeza –Nadie se preocupa realmente por mí. Si fuese de esa manera entonces ya me hubiesen encontrado, pero no es así. –Comento bajando la mirada.

-No hables de esa manera, no lo sabrás hasta que le preguntes. –Soltó intentando convencerlo.

-¿Preguntarles? –Murmuro para levantar su mirada -¿Si pregunto me querrán más? –Dijo poco después clavando sus orbes verdes en el moreno.

-Eso…No lo puedo saber.

-Me lo imagine. –Dijo en un suspiro –Quizás alguien como yo es mejor si no hubiese nacido. –Dijo con una pequeña sonrisa llena de tristeza.

-¡Nunca digas algo como eso! –Grito en su impotencia.

-Pero es la verdad. Nadie se preocupa realmente por mí. Mi existencia no tiene significado…

Iba a gritar de nuevo pero antes de poder hacerlo la oscuridad desapareció de un solo golpe y entonces se encontraron en una habitación. En aquella habitación había un montón de hojas llena de dibujos, varias espadas de madera juntos a un montón de libros que parecían tener relación con la esgrima. En otra parte habían otros libros, lo que alcanzo a ver era que trataba sobre cosas diplomáticas. Regreso su vista a Wolfram para mirar como sus pies estaban completamente llenos de barro y descalzo, se notaba que había caminado por la tierra descalzo por un largo rato.

-Mi vida no tiene sentido. ¿Para qué exactamente nací? Hubiese sido mejor no haber nacido… -Y podía notar como las palabras que dejaba salir por su boca eran completamente serias. Era verdad que aquel pequeño Wolfram pensaba de esa manera.

-¡No es así! –Grito apretando su puño –No es de esa manera. Tú si tienes una razón para existir. –Dijo con insistencia.

-¿Sí la tengo? –Soltó dudando de las palabras de aquel extraño.

-Sí. Si la tienes… -Dijo con una leve sonrisa.

-¿Cuál es?

-¿Cuál? Yo… lo lamento pero no la sé. –Dijo dudando un momento -¡Pero! Si no la tienes entonces yo te la daré. Te daré una razón para continuar.

-¿De verdad? –Soltó con un deje de alivio el pequeño Wolfram.

-Sí. –Dijo con más seguridad –Yo te daré una razón para seguir existiendo.

-¿Es una promesa? –Soltó estirando su mano hacía Yuuri. Y al fin, luego de ese rato pudo ver la sonrisa de Wolfram.

-Es una promesa. –Fue lo que dijo mientras unía su dedo meñique con el del pequeño Wolfram.

-Es una promesa. No se te vaya a olvidar…

Lo que quedo de aquel sueño fue la sonrisa que le dedico el pequeño Wolfram al soltar aquellas palabras. Una sonrisa llena de esperanza. Si se ponía a pensar esa sonrisa era la misma que siempre le dedicaba desde la primera vez que se conocieron. Quizás aquel sueño que había tenido no era un simple sueño.

Abrió los ojos lentamente sintiendo como el sol de la mañana pegaba en su rostro con gran fuerza. Llevo su brazo hasta su rostro para taparlo un poco. ¿Por qué tenía que recordar ese sueño de entre todos los que había tenido? ¿Por qué había tenido esa clase de sueños? Separo un poco su brazo del rostro para observar un momento su mano, específicamente su dedo meñique.

-Una promesa ¿Eh? –Soltó en un suspiro lleno de tranquilidad –Hay que cumplir nuestras promesas ¿No es cierto Wolfram? –Soltó con una pequeña risa.

Gunter había tenido toda la razón, había sido lo mejor que descansara un poco para calmar cualquier duda que tuviera y si aun la mantenía pensar con calma una solución. Estaba ahora más calmado y aunque le seguía doliendo sobre la noticia del rompimiento aun así debía mantenerse tranquilo, si actuaba de una manera indebida, entonces solo lograría hacer que aceptaran aun más el rompimiento. La vida se trataba de oportunidades, así que Yuuri seguiría teniendo las suyas sin importar que pasara.

Se sentó en la cama mientras pasaba su mano por el cabello negro. Se giro un momento para poder notar que aun Greta seguía dormida a su lado. Su rostro tranquilo mientras dormía le trajo más calma. Amaba mucho a Greta ella era su pequeña hija, llena de más valor que cualquiera en pacto de sangre. De verdad que se había esforzado mucho para poder recuperar a Wolfram, ahora les tocaba a los verdaderos adultos tomar cartas sobre el asunto. Con lentitud se fue levantando de la cama para no despertar a Greta, cuando al fin estuvo fuera de la cama se vistió de manera rápida para salir de la habitación con una sonrisa llena de seguridad.

Al salir de la habitación como si fuese cosa del destino con el primero que se encontró fue con Wolfram. Había pensado en hablar con él, luego de aquel sueño quería certificar algo, no solo eso, quería ahora fijarse si a la conclusión que había llegado con Shinou era la correcta. Wolfram al verlo hizo su típica reverencia. Al acabar de hacer la reverencia se levanto dispuesto a marcharse. Yuuri quería decir algo pero parecía que las palabras se habían atorado en su garganta. Cuando notó que su oportunidad se iba por reflejo tomo de la muñeca a Wolfram. Este le miró un instante sin decir nada, como esperando a ver que iba a decir.

-El compromiso… -Logro al fin decir -¿De verdad no hay vuelta atrás?

-No. –Dijo de inmediato luego de un suspiro –Ya hemos hablado de esto, Majestad. –Continuó poco después sintiendo como resaltaba su titulo al final.

-Aun así… -Dijo apretando con algo de fuerza la muñeca ajena –Aun así… ¿De verdad tiene que ser el final? ¿No puede ser solo el comienzo?

No supo si había sido cosa suya, pero por un momento sintió la confusión en el rostro de Wolfram, pero tristemente no duro mucho, pronto apareció de nuevo aquella expresión sin emoción. Wolfram le miró un instante, uno que a Yuuri le parecía eterno, era la primera vez que le miraba fijamente durante tanto tiempo, después de todo, aunque varias veces le había visto no las sentía tanto como esa, quizás era porque por su cabeza pasaban las palabras de Shinou.

-Todo tiene un final y donde hay un final no puede haber un comienzo. No somos ninguna ave extravagante. –Dijo en un suspiro logrando al fin soltarse de aquel agarre.

-Entonces es el final. –Comento en un susurro el moreno.

-Véalo como su comienzo Majestad. –Soltó antes de dejar completamente solo al otro.

-¿Mi comienzo? No digas algo como eso ni en broma. –Soltó en un suspiro mientras se agachaba en el suelo sin poder evitarlo.

Aun a pesar de lo que había pasado Yuuri no se sentía para nada desanimado como las otras veces. Quizás se debían a aquel sueño que había tenido, si, se había debido a aquel sueño que había tenido en la noche. Esa era la causa de que en ese instante no estuviera tan decepcionado o perdido luego de hablar con Wolfram, por lo menos ese era un paso para seguir avanzando. Lentamente de manera calmada, a su manera, Yuuri seguiría avanzando en busca de solucionar aquel problema que tenía enfrente.

Sin hacerse esperar se levanto de nuevo soltando un leve suspiro. Sin más comenzó a caminar a su despacho donde se imaginaba lo esperaban los demás hombres. Tenían que hablar sobre el tema que había tenido con Shinou para así juntos buscar una solución a todo ese problema. Debía haberlo, ningún problema se quedaba sin una solución. Sin importar que, siempre había algo para resolverlo y eso era lo que iban a buscar entre todos. Al llegar y abrir la puerta como se esperaba se encontró con los otros cuatro hombres junto a Cherry.

-Es momento de dejar de huir. –Fueron sus primeras palabras cuando vio a todos los presentes en el despacho.

Ninguno dijo nada sobre el asunto, todos tenían en claro que era lo que debían comenzar a hacer. Debían buscar una solución, nadie quería a aquel Wolfram que les trataba con indiferencia, querían de regreso a aquel Wolfram que sin querer habían dejado de lado. Si juntos se unían a pensar seguro que encontrarían más rápido la respuesta. Así lo pensaban todos lo presente y lo seguirían pensando, por lo menos hasta que de nuevo se encontraran con la gran pared que detenía todo el tiempo su avance.

Discutieron el asunto y hablaron sobre la conversación con Shinou. Con eso a todos les quedaba más claro que era lo que estaban intentando solucionar, además de sus propios problemas internos que tenían. Al acabar habían decidido que cada quien pensaría un momento en una solución y luego juntos discutirían cual sería la mejor de todas. De esa forma quizás llegarían a la respuesta de cómo recuperar el amor de Wolfram y cómo enfrentarse a aquel Wolfram que tenían enfrente.  Al terminar Yuuri quedo completamente solo en aquel despacho. Suspiro levemente con algo de alivió mientras se levantaba de su silla para ir a la ventana.

Al hacerlo pudo observar a Wolfram a la lejanía, aun a pesar de que su compromiso estaba oficialmente roto no podía evitar buscarlo con la mirada. Y si, ya no estaba comprometido con Wolfram, ya era completamente oficial pues esa misma mañana había visto el papel donde indicaba la aprobación de rompimiento de los nobles. Ya no tenía ninguna relación con Wolfram, además de la de Rey-Soldado. Al ver por la ventana al otro pudo notar como este hablaba con alguien más, lo cual causo enojo en el moreno. A pesar de que no tuvieran ya el compromiso Yuuri sentía que Wolfram era más suyo que en cualquier otro momento.

Y podía saber que se sentía de esa manera al momento en que lo veía con otras personas, notando como su enojo crecía. Yuuri estaba molesto de que Wolfram anduviera por ahí de lo más relajado siendo cortejado por otras personas. Lo había estado observando con molestia, si continuaba así iba a terminar con el entre cejo como Gwendal. No pudo seguir resistiendo y por eso termino saliendo de su despacho para ir donde se encontraba Wolfram. Este estaba de lo más tranquilo en el establo.

-Majestad. –Dijo al verlo haciendo una reverencia. Era extraño, no importaba cuantas veces lo hiciera era extraño para Yuuri que Wolfram se reverenciara ante él.

-Wolfram. –Murmuro antes de acercarse a él. El enojo era más grande que cualquier cosa. Al irse acercando el otro se fue alejando produciendo que se enojara más.

-Lo lamento Majes…

-¡Deja de retroceder! –Casi grito furioso el moreno mientras interceptaba su salida con su brazo. Había golpeado la pared para evitar que el otro se marchara. Wolfram le miró un instante antes de decidirse a hablar.

-Majestad. –Y un puñal era clavado en su corazón al oírlo -¿Me desea?

No era necesario que respondiera a la pregunta, Wolfram al ver su reacción pudo saberla perfectamente. Yuuri quiso ocultar el hecho de que había sido descubierto, pero no lo logro, después de todo él mismo sabía que deseaba con todo su ser a Wolfram.

-¿Hay algún problema con eso? –Comento intentando ocultar no solo su enojo sino su cobardía.

-Majestad. –Otro puñal hacía su pecho. Wolfram suspiro para llevar sus manos hasta el rostro ajeno –Usted sabe. Como rey es la máxima autoridad de este lugar. Si lo desea con tanto anhelo solo tiene que pedirlo. –Murmuro levemente el otro. En todo ese rato Yuuri se había centrado en mirar los labios ajenos.

-¿Pedirlo? –Aunque se imaginaba la respuesta no había podido evitar preguntar. Por su parte Wolfram solo suspiro.

Sin decir algo Wolfram bajo la mirada cerrando un instante los ojos. Yuuri se lamentó de no poder seguir viendo aquellos orbes verdes. El rubio alejo una de sus manos del rostro ajeno para llevarla hasta su propio cuello comenzando a desatar aquel pañuelo del traje. Volvió a abrir los ojos para mirar fijamente al otro.

-Si es una solicitud de usted Majestad evidentemente no me negaré. –Comento pasando su mano por el cabello negro del otro, acercando lentamente su cuerpo al del otro.

Yuuri tardo unos minutos en darse cuenta de lo que estaba pasando. En ese instante su reacción fue separarse bruscamente del rubio. Lo miró un instante mientras sentía su respiración agitana ¿Acaso Wolfram se le había insinuado? Eso era imposible, el Wolfram que él conocía jamás haría algo de esa forma. Pero entonces recordó lo que habían hecho en tierras Bielefeld y pronto le dejo de importar el asunto.

Volvió a llevar su vista al rubio, pues en algún punto lo había dejado de mirar. Seguía ahí parado mirándolo fijamente. Lo estaba provocando, pero la pregunta era ¿Por qué? ¿Acaso era alguna clase de venganza? No lo sabía, pero no negaba el hecho de que aquella escena frente a él le incitaba más de lo que Yuuri quisiera. Paso su mano por su boca un poco antes de volver a incorporarse.

-No digas tonterías. Jamás podrías hacer eso. –Comento tratando de tranquilizarse Yuuri. Wolfram por su parte se acercó a donde se encontraba el moreno inclinándose un poco.

-Si es algo que traerá un beneficio. Entonces no hay por qué haber duda. –Murmuro el rubio cerca del moreno sin dejar de verlo fijamente.

Esas palabras. Esas palabras eran suficientes para romper la poca cordura que aún mantenía en ese momento.  Yuuri tiro de lado cualquier razón que pudiera evitar lo que estaba a punto de hacer. Tomo el brazo de Wolfram apretando con algo de fuerza su muñeca antes de atraerlo a su cuerpo y morder el cuello descubierto.

-Es en su beneficio. –Murmuro el rubio antes de sentir como era despojado de su ropa. No supo en qué momento se encontró en el suelo con el moreno encima.

A aquel mordisco en su cuello le siguieron muchos más, en sus brazos, en sus hombros, en su pecho, en todas las zonas que al contrario le fuese provocado morder. Yuuri estaba ignorando cualquier excusa que se hubiese creado en ese instante, en su mente solo había una cosa: Poseer a Wolfram. Ese deseo que comenzaba a grabarse en su ser dirigía su cuerpo en todas sus acciones. Sin darse cuenta Yuuri estaba siendo preso de aquel Wolfram que robaba las emociones.

Disfrutar de aquella porcelana piel. Jugar con aquellos rosados pezones, oír los jadeos y gemidos de parte del otro. No podía detener aquello que estaba haciendo pues con cada toque su deseo aumentaba aún más. Y continuaría creciendo aun cuando llego a la entrepierna del rubio.

A pesar de que siempre había negado todo eso, a pesar de que siempre se había dicho que era imposible, ahí se encontraba. Quito de su mente cualquier pensamiento que le evitara hacer aquello comenzando a acariciar el miembro ajeno. Creyó que no le podría excitar escuchar los gemidos de otro hombre y ahí se encontraba sintiendo como su propia entrepierna comenzaba de nuevo a molestarle.

Llevo su mirada en dirección a Wolfram un momento, viendo como tenía la espalda medio encorvada separada del suelo. En ese instante Yuuri ya no sabía que era real. En su mente repitió el nombre del otro sin parar creyendo que lo estaba diciendo pero no era así. Como si Wolfram supiera que pensaba Yuuri este le miró fijamente, clavando sus orbes verdes en la persona que lo estaba tocando.

Con ayuda de sus brazos separo por completo su espalda del suelo para llevar ambos brazos hasta el moreno. Este por su parte se había detenido sin saber qué hacer, era la primera vez que se iba a acostar con un hombre. Como si Wolfram pudiera leer los pensamientos del moreno se acercó más a este para tomar una de sus manos y llevarlas hasta su entrada un momento.

-Aquí Majestad. Aquí es donde usted debe entrar. –Susurro en el oído ajeno. Sin más ninguna explicación el moreno continuó con sus acciones.

Aquella mano que Wolfram había dejado en su entrada comenzó a hacer su trabajo. Primero introdujo un dedo que hizo que todo el cuerpo del rubio se contrajera. Oír en la palma de su oreja los gemidos que dejaba salir Wolfram era algo que estaba acabando con el poco razonamiento de Yuuri. Su cordura comenzaba lentamente a dejar su cuerpo sin que se diera cuenta de ello.

Al primer dedo le continuó el segundo iniciando un vaivén en aquella entrada. No supo en que momento Wolfram había desabrochado su pantalón, se vino a dar cuenta cuando su miembro tuvo contacto con el del otro, Wolfram había comenzado a masturbar ambos miembros en conjunto produciendo que sus gemidos fueran ligados con los del moreno.

-Majestad… -Soltó entre gemidos Wolfram para mirarlo fijamente –Yo no puedo más.

Y al decir aquello provoco que su espalda regresara al suelo. Yuuri saco sus dedos de un solo golpe provocando un fuerte gemido por parte de Wolfram, este volvió a gemir con fuerza cuando sintió otra cosa diferente a los dedos. Yuuri le había penetrado, duro unos minutos quieto en donde sus respiraciones iban en un vaivén acelerado. Ambos estaban inundados de placer.

Comenzó a moverse minutos después que los dos tenían una respiración más pausada, sintiendo como su miembro era contraído en aquella entrada. El placer dominaba cada parte de su cuerpo, hasta la más pequeña que pudiera pensar. Yuuri había dejado que sus deseos más carnales dominaran su ser. Comenzó a aumentar las embestidas cuando sintió que no era suficiente, quería más… Deseaba más de Wolfram.

Había tenido el deseo de besarle, pero cuando se inclinó buscando realizar aquella acción sintió la mano ajena tapar sus labios. En ese momento no había entendido que Wolfram había declinado de ser besado, pero el placer lo inundaba tanto que no se había percatado de que todo eso solo le iba a causar un gran vacío.

-Ma…Majestad… Me co… ¡Me corro! –Soltó Wolfram con un fuerte gemido sintiendo como todo su cuerpo se tensaba. Al sentir su miembro más apretado en aquella zona provoco que Yuuri también llegar a su límite.

Ese acto termino al momento en que ambos habían llegado al climax.

 Al acabar Yuuri comenzaba a salir del placer regresando todo su razonamiento. Abrió un poco sus ojos luego de haber recuperado su respiración normal. Se había acostado con Wolfram, aun en su mente no se procesaba aquella información. Wolfram al tener su respiración estable con delicadeza se separó del moreno sacando su miembro que aún continuaba en su entrada. Llevo una de sus manos hasta el rostro ajeno un instante.

-Si es para complacer los deseos de su Majestad, entonces con gusto lo haré. –Soltó Wolfram haciendo caer en cuenta a Yuuri de la realidad.

Había dormido con Wolfram. Lo que jamás pensó que haría había pasado, pero no se lamentaba por eso. Al momento en que se quedó completamente solo en aquel establo pego su rostro al suelo con frustración. Jamás pensó que pasaría, nunca se había imaginado estar con Wolfram, pero lo había hecho, lo que tanto negó lo había hecho, pero su lamento era que en todo ese momento no había recibido ni una pizca de amor.

Wolfram había dormido con él sin estar enamorado y ese era el mayor dolor de Yuuri. Habían estado juntos sin una pizca de amor de uno de los dos lados y para su mala suerte no era de su lado. En ese momento Yuuri entendió todo lo que estaba pasando, la había perdido, había perdido esa batalla sin darse cuenta.

Yuuri había perdido aquello que tanto había amado y no se había dado cuenta.

Su frustración era tanta que sin darse cuenta sus lágrimas comenzaron a caer.

Era ya demasiado tarde para él.

Notas finales:

¡Ulrike! No me gusta hacerte sufrir....

¡Murata apareció para andar diciendo unas cuantas verdades! Bien esa Murata. 

¿No creen que tardaron mucho para darse cuenta de es? xD

¡OMG! Pobrecito Yuuri... le dolio más el rompimiento del compromiso de lo que se imagino </3

¡Greta! No me gusta hacerte llorar Y-Y 

Aunque al fin tuvo su cuerpo no tuvo su corazón </3  mal Yuuri, mal. 

 

Espero les halla gustado este cap... esperen pacientes el siguiente, que ese si no tengo ni idea que hacer... XD

nos veremos pronto.


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