Cada vez era más llevadero y reconfortante dormir, y a la mañana siguiente, despertarse junto a él. No le daba tiempo a sentir la soledad, pues eso, desde que Sasuke llego, no tenía cabida en su hogar, y se había desvanecido como la neblina de la noche en un resplandeciente día de sol. Nunca antes había sentido la calidez de un cuerpo humano, solo Sasuke se la había hecho sentir en su piel, y en su cuerpo. Empezaba a acostumbrarse a su varonil olor, su elegante presencia y su tosca compañía. Cada vez le resultaba más familiar hallarse entre sus protectores brazos, acurrucándolo como a un niño pequeño, haciéndole olvidar que alguna vez tubo pesadillas, donde casi siempre él era el protagonista.
Sus tiernos párpados se abrieron, mostrando aquellos brillantes ojos azules. Miró hacia arriba, observando el rostro dormido de Sasuke.
Naruto: "Nunca lo había visto dormir, siempre es el que se levanta primero." Parece un niño bueno cuando duerme jeje.
Sasuke: Tu eres el que parece siempre un crio, dobe.
Naruto: ¿Estabas despierto?
Sasuke: Me has despertado al moverte.
Naruto: Perdón.
Ambos se espabilaron y tomaron el desayuno que Sasuke había preparado en un par de minutos. Mientras estaban sentados en la mesa, comiendo, sus ojos no dejaban de encontrarse furtivamente, dejando a veces que las miradas duraran varios segundos, intentando leer la mirada del otro y sus pensamientos.
Sasuke: "Si me sigue mirando así seguro que quiere que lo viole, esos ojitos azules podrían estar llorando de placer, y esa dulce boquita, je, podría hacer tantas cosas con ella..... Mierda, Sasuke deja ya esos estúpidos pensamientos, bastante que no ha huido corriendo a decirle a la Hokage que lo has atacado en la cama sin que sus guardias se enteraran, aunque solo fueron un par de besos. Debo de decirle hoy sin falta que no cuente nada, ese dobe podría pedirle consejo a alguien, y si cuenta un poco de lo que le hago nos separaran de inmediato, joder".
Naruto: ¿Qué tanto piensas teme?
Sasuke: No es nada.
Naruto estaba harto de ese ambiente. No podía besarlo por la noche y al día siguiente ignorarlo como si nada.
Naruto: ¡Deja ya de ignorarme teme!
Sasuke: No te estoy ignorando, solo pensaba.
Naruto: ¿¡En que!? ¡Apenas me has hablado!
Sasuke: Para ya de gritar y ve a bañarte mientras recojo esto, en seguida iré a ayudarte.
Naruto se levantó de su silla bruscamente y fue a pata coja hasta el baño, intentando no caerse, mientras maldecía una y otra vez al estúpido de Sasuke. Este a su vez recogió ágilmente la cocina en unos minutos, no era prudente dejar que Naruto estuviese solo. El pelinegro entró al baño, encontrándose frente a él la espalda desnuda de su zorrito. Aprovecho y rodeo con sus fuertes brazos a aquel pequeño, sintiendo la calidez de estar piel con piel.
Sasuke: Haciendo rabietas desde por la mañana, ¿ves cómo aun eres un niño?
Naruto: ¡No lo soy!
Sasuke se puso enfrente del rubio y con una sonrisa burlona en su rostro le miro a los ojos y le retó.
Sasuke: Pues demuéstramelo, si es que puedes.
Naruto: ¡Claro que puedo! ¡No hay nada que Naruto Uzumaki no pueda hacer!
Sasuke: ¿Incluso besarme?
Naruto tardó apenas unos segundos en asimilarlo, cambiando su tez a un tono rojizo, al igual que el dulce color de una fresa madura, lista para su cosecha.
Naruto: (O////O) ¿¡Q-queee!?
Sasuke: "Que lindo, se puso tan nervioso" Ya oíste, je, pero seguro que el gran Naruto Uzumaki no puede con esto.
Naruto: (7/////7) S-sasuke, no quiero que algo como eso sea por un reto, y-yo no sé... como besar, p-pero se... se siente bien cuando tú lo haces.
Sasuke agarro conuna manola cintura del rubio, y lo atrajo hacia él, poso suavemente la otra sobre su mejilla con marquitas zorrunas, y lo miró de forma tierna y burlona.
Sasuke: ¿Quieres que te bese?
Naruto desvió la mirada avergonzado, sentía que si contestaba cavaría su propia tumba. Pero por alguna extraña razón tampoco quería decir que no.
Sasuke: Tomare eso como un sí.
Los gestos, las palabras, el modo en que hablaba Sasuke, todo tenía un magnetismo que te atraía dulcemente al abismo. Tentándote cual diablo para caer en su trampa, y cuando estuvieses cautivo en ella y quisiese escapar, te fuese imposible, no habría retorno.
A pesar del rubio estar nervioso, ese magnetismo lo hacía dejarse llevar, y que su mente se nublase, dejase de razonar. Solo al sentir su intensa mirada y como el calor de su cuerpo se acercaba más a él, simplemente cerraba los ojos, y comenzaba a sentir. Cada roce, cada suspiro en su aliento, cada latido, todo se intensificaba. Cada poro de su piel reaccionaba.
Sasuke quería ir tortuosamente lento, sin incitarlo al miedo, si no al placer, que sintiese cada acercamiento, y desease más.
Aprisionaba aquel cuerpo con esa piel tan irresistible de color caramelo, que te hacía la boca agua, y querer morderla y marcarla hasta dejarla con un tono rojizo más tostado.
Su boca, solo tentaba, a su alrededor. Haciendo roces muy sutiles en sus carnosos labios entreabiertos, suspirando y marcando su respiración cerca de sus mejillas, su cuello, su oreja, acompañándola con la caricia de su nariz.
Naruto, gracias a su impaciencia arrojo a un lado su timidez, olvidándose completamente de ella. Sus manos, en un rápido movimiento, se enredaron en la selva negra de su pelo, atrayendo a Sasuke hacia él y juntando en un ávido beso sus labios. Sentía que no podía esperar más, y que su sangre había empezado a ebullir.
Naruto sin saber nada sobre besos estaba marcando una pasión salvaje, moviendo con ansia su lengua para no parar de enredarla con la de Sasuke, buscándola constantemente y sin dejarla escapar, y solo retrocediendo para que lo persiguiesen a él e invadieran su boca de la misma forma.
Sus brazos cada vez se cerraban más alrededor del cuello de Sasuke, pero sus manos seguían en su pelo azabache, controlando la cercanía. Sus gemidos salían sin timidez alguna, con un tono que denotaba sensualidad, pasión y no tener intenciones de detenerse.