12.-Solo.
Acomodé las últimas cosas de las maletas en los estantes. Haruhiko había sido muy bueno conmigo, rento un departamento para mí mientras me acomodaba en un lugar estable. Yo le dije que no era necesario, con mi trabajo de medio tiempo podría pagar la renta de un lugar menos costoso.
Ya había pasado una semana desde que me había ido de la casa, y a este paso todo se sentía tan solitario. Pude evitar hablar con Takahashi, pero sabía que un día íbamos a encontrarnos en el mismo lugar si íbamos a la misma universidad.
El celular sonó, los mismos mensajes de siempre. El dolor en mi pecho sólo crecía, no tenía por qué ser así. No me tenía porque sentir culpable de no hablarle. Agarre el teléfono y revise los mensajes.
“Espero estés bien, en cuanto puedas comunícate conmigo”-Misaki Takahashi
“¿Adivina qué? Salió el nuevo volumen de “The Khan” compre uno para ti”-Misaki Takahashi
“¿Todou? Te he buscado estos últimos días, haha. Quizás sea ideas mías pero ¿Estás enojado?”-Misaki Takahashi
—Parece que sigues teniendo contacto con Takahashi después de todo. Todou, no me molesta que lo tengas pero sólo quiero cuidado.
— ¿¡Haruhiko!?—Di un salto al escuchar su voz. No pensé que estaría aquí para comer, era algo inesperado. — ¿Qué sucedió con tu junta?
—Quería pasar tiempo contigo. —Aquello me sonrojó, ¿Cómo podía decir cosas tan vergonzosas con una cara tan seria? Inesperadamente me tomo de mi mentón, para poner sus labios sobre los míos. — ¿Crees que es extraño?
—N-no…—Separé mi cuerpo del suyo, para ir a la cocina. Sabía qué él sólo quería protegerme. La persona que menos tenía era él. Quite del fuego la comida, un poco más y se quemaba por completo todo. Sólo espero que le guste.
—Se ve delicioso, no sabía que tenías los dotes de cocinar. —Puse el estofado sobre la mesa y serví en ambos platos. Él ya estaba sentado, esperando la comida con ansia. Había cocinado otras veces, pero ninguna había sido tan especial como esta
Debía afrontar las cosas, si no iba jamás lograría nada ¿Eso era lo que quería no es así?
—Tome un curso de cocina cuando cursaba la preparatoria. —Comencé a comer disimulando mis pensamientos, hacía mucho no mantenía la inquietud. No podía simplemente separarme de mi amigo, a pesar de lo que hizo me gustaría saber sus razones. —Haruhiko, sobre lo de Takahashi…
—Prefiero que cortes lazos con él ¿No te das cuenta lo que te hizo? Puedes ser su amigo desde luego, pero una vez que una persona te hace daño lo volverá hacerlo sin titubear. ¿Entiendes lo que te digo?—Asentí, mientras movía la cuchara de un lado para el otro. Él no quería que dejara de ser su amigo, pero temía que volviera hacerme daño. —Así que ¿Por qué no cortarlo de una vez?
—Yo no estoy seguro… Aún no sé porque lo hizo, me gustaría saber sus razones. —De igual manera dejó de comer con el motivo de dirigirme la mirada.
— ¿Me amas Todou?—Dejé lo que estaba haciendo y lo miré fijamente. De lo único que estaba seguro era de mi amor por él. —Si me amas, entonces me harás caso en lo que te digo.
—Yo… dejaré de ser amigo de Takahashi. —Firme mi sentencia, rodando mis ojos para abajo. Quizás si tenía razón después de todo.
—No sabes, lo feliz que me haces.
Luego de terminar de comer, ordené mis cosas para irme a la universidad. La manifestación de emociones hizo que me dieran nauseas, tome mi mochila para irme al instituto. Lo mejor sería hacer lo que me dijo, y terminar las cosas apropiadamente pero ¿Eso me haría feliz? Ni si quiera sabía lo que pasaría conmigo luego de eso.
Haruhiko se había ido a un trabajo urgente, así que tendría libertad de irme justo como cuando vivía con mi madre. Aún me hacía falta ordenar las cosas de mis maletas y sobre todo tener una estabilidad, no pensaba depender de mi pareja por el resto de mi vida.
Llegué al instituto igual de temprano que siempre, viendo que apenas entraban unos cuantos estudiantes. En realidad era mejor así, si llegaba antes eso significaba que o tendría la posibilidad de retardo o faltas. Antes de darme cuenta noté a Takahashi en la entrada del instituto, estaba buscándome con su mirada. Era ahora o nunca. Fui hasta donde estaba él.
—¡¡Todou!! He estado buscándote por varios días. —Mostró su risa nerviosa, pero su mirada se veía complaciente de verme de vuelta. —La verdad te extrañe mucho, imaginé que estabas enfermo, últimamente te has mostrado…—Antes de que terminará, lo interrumpí. Tenía que dejar las cosas en claro de una vez por todas.
—Takahashi, lo mejor es que ya no seamos amigos.
— ¿Ah? ¿¡Pero porqué!? ¿Hice algo que te molestará? Si es así lo lamento mucho Todou. —De verdad se notaba preocupado. Pero lo que Haruhiko me enseñó no dejaba de ser verdad. Así que me vi obligado a mantener mi rostro serio. — Aún si es así, no es necesario que dejemos de ser amigos por eso ¿No crees?
—Yo ya no quiero ser amigo tuyo, lo único que puedo hacer es agradecerte por todo. —Si lo que estaba haciendo era lo correcto, entonces ¿Por qué se sentía tan mal?
—Todou n-no podemos dejar de ser amigos. —Por primera vez, vi la seriedad en él. — ¡Yo no quiero dejar de ser tu amigo! No creo haber hecho nada para que enojaras, pero si llegué hacerte sentir mal u otra cosa…yo lo siento.
— ¿Qué no lo escuchaste? Él ya no quiere ser tu amigo Takahashi, es mejor que te alejes de él—La voz de Haruhiko era tan fuerte y firme que retumbaba en mis oídos con fuerza, él me agarro fuertemente del brazo para arrastrarme lejos de Takahashi. Quién estaba corriendo para alcanzarnos.
— ¡Haruhiko-san! No puede hacer eso…—Abrió la puerta del automóvil y me metió de golpe, lastimándome el cuerpo. Noté que le gritaba algo muy fuerte que no pude escuchar. En cuanto menos pensé el carro ya se estaba moviendo, íbamos al departamento.
—Yo lo lamento, no quería ocasionar un problema. —Él apenas dirigió su mirada hacia mí. De verdad estaba muy molesto.
—Lo único que quiero es protegerte, así que no te vuelvas acercar a él.
—No me volveré acercar a él. Lo prometo. — Haruhiko sabía porque me decía las cosas, él lo único que ha hecho en todo este tiempo es portarse bien conmigo, incluso me ayudo cuando me fui de la casa. Así que no puedo dudar de sus palabras porque a pesar de todo sólo lo tenía a él.