8.- Estoy loco por él.
— ¿¡Hehhhh!?—Me sorprendí bastante por su proposición y negué con la cabeza. —No dejaré de ser su amigo. Esto sólo fue una equivocación.
Él sonrió cálidamente, dejándome de abrazar para agarrar nuevamente el volante y comenzar a manejar. Me gustaría conocer la razón por la cual Haruhiko me dijo eso. Y también descifrar por qué habla de ese modo de Takahashi. Aunque suene tonto, a veces presiento que fueron algo. Pero es ilógico porque Takahashi solo tiene ese brillo cuando se habla de Akihiko Usami. Tal vez si hubiera pasado algo entre ellos, me lo hubiera dicho sin ningún problema. La sensación de imaginarlo, ocasionaba celos en mí. En cierta parte me sentí frágil al pensar en ello, por eso desvíe mis pensamientos
—Eres un buen amigo. Muchos darían lo que fuera por tener a su lado a una persona como tú. —No pude evitar sonrojarme, siempre decía cosas que provocaban esto en mí. Baje la mirada, ocultando una sonrisa. Quizás, lo único que quería Haruhiko, era mi bien.
—N-no es cierto, cualquiera hubiera hecho lo mismo. Valoro mucho mi amistad con Takahashi y que nos hayamos peleado, no significa que vayamos a terminar o algo peor—Me encantaba escuchar sus halagos pero también, tenía que aceptar mis responsabilidades y yo había tenido la culpa.
—De cualquier modo, eres único. —Desvió un poco la mirada para mirarme y notar que estaba algo inquieto. — ¿Le dijiste a tu madre sobre el viaje? —Negué con la cabeza. Demonios, lo había olvidado. —Mañana será. ¿No querías ir?
¡Claro que quería! Incluso había ahorrado estos días. Yo sólo quería estar con Haruhiko pero a veces me resultaba difícil.
—P-Perdona, se me olvidó. Ayer tuve un trabajo importante y no pude decir…—No me dejó terminar cuando detuvo el coche y me miró como si fuera la peor persona del mundo. Ciertamente así me sentí al no poder hacer lo que él quería.
—Si no vas a tomar esto en serio, es mejor que nos detengamos aquí. — ¿Heh? Me quedé estático. ¿Cómo debería actuar? De pronto el corazón se detuvo por unos instantes y parecía que él era alguien diferente.
—N-no es eso. ¡¡Yo si quería ir!! Aún lo deseo. —Me abrió la puerta del carro y me hizo una señal que me bajara. Todo sucedió tan rápido, ni siquiera lograba entender por qué no me comprendía—No me hagas esto, Haruhiko. Yo te amo.
—Si me amarás como dices, le hubieras dicho a tu mamá sobre esto. Pero me equivoque contigo Todou. No pensé que fueras esa clase de persona. —Intenté contener las lágrimas que estaban a punto de salir y esperé un rato para reponer.
—Le diré hoy. —Agaché lo más que pude la cara y agarre la puerta para cerrarla. Aún me mantenía en el asiento. Ninguno de los dos dijo nada. —Fui tonto al no decírle pero voy en serio. No estoy jugando contigo.
—Bien, si ya no te comportarás de esa manera está bien. —Asentí con la mirada puesta abajo. El darme esa respuesta no ayudo mucho a que me sintiera mejor.
Fuimos a un restaurante lejano. Donde nos sentamos en un lugar lejos de las miradas ajenas. Su mirada era constante y podía sentir el peso de su inquietud. Mi respiración se volvió confusa y me pregunte el porqué de estas sensaciones tan confusas.
— ¿Te gusta?—Tome la carta y comenzó a ver los platillos, desviando levemente su mirada hacia mí.
— ¿Heh? Oh, sí me gusta mucho. —Había sido un día duro, con lo de Takahashi y los exámenes en puerta no quedaba mucho tiempo, además mi mente solo pensaba en Haruhiko, las veinticuatro horas del día. —Gracias Haruhiko.
De pronto toco me mentón y lo levantó con fuerza, la acción no me molesto pero me inquietó más al ver sus orbes azules tan desafiantes. Exactamente que le preocupaba a Haruhiko ¿Y por qué? Sólo me daba cuenta que lo conocía muy poco y eso me provocaba irritación. Siempre había sabido afrontar todo de forma optimista pero ahora era distinto. ¿Así es el amor? ¿Inquietante?
—Me molesta que no me digas lo que piensas Todou. Yo quiero ser dueño de todo tu ser, incluyendo tus pensamientos. —Me sonroje rápidamente, el mesero se acercó y cambiamos de posiciones. Puse la carta encima de mi rostro para que no se notara lo avergonzado que me había puesto. Si tan solo supiera que ya era dueño de ellos.
Ordenó por mí, yo no pude ordenar nada porque se me había ido el habla. Rápidamente me levante de la mesa e hice una reverencia, disculpándome.
—L-lo siento. Necesito ir al baño. —Rápidamente me fui, no quedaba tan lejos. No camine mucho para llegar. Me metí, para ir rápidamente al lavamanos y lavarme la cara. Esperaba que se me quitara lo rojo de mis mejillas. Al levantarme, vi las pequeñas ojeras que se acumulaban debajo de mis ojos. Era cierto, me había desvelado en las noches y en mis tiempos libres seguía haciendo tarea o terminando mis deberes. Bostecé.
Saqué mi celular de mi bolsa del pantalón y le mandé un mensaje a Takahashi, pidiéndole disculpas. Al momento recibí su contestación, vibrando entre mis manos.
— ¿Ah? —Moví mis dedos en la pantalla para recibirlo y sonreír al momento de leer. “No hay problema Todou, yo tampoco me supe explicar. No me gusta que estemos peleados. También lo siento. Veamos para ver la película de “The kan”” Nada podía ser mejor que leer aquellas palabras. Lo guardé para volver a la mesa. Los platillos ya estaban servidos.
Me senté y agarré el tenedor con pereza. Miré como comía y bebía. No dejaba de ser tan hermoso, de cualquier manera lo era.
—Cuéntame de ti Todou. ¿Qué te gusta?—Dejé de comer para responderle. En realidad había muchas cosas que me gustaban.
—Me gusta el kendo, leer manga y sobre todo el trabajo de Ijuuin-sensei. Lo he admirado desde la escuela media. Y además es una persona muy amable, cuándo Takahashi y yo lo visitamos nos enseña sus antiguos borradores y nos compra comida. —Al hablar no me daba cuenta que estaba siendo muy parlanchín y ni siquiera sabía que llevaba hablando de mí todo el rato. —Es sumamente genial, te lo tienes que leer Haruhiko…
Él parecía fascinado con mi plática. Me detuve un momento para reponer con curiosidad.
— ¿Dije algo malo?
—No, al contrario. Eres muy apasionado en tus pasatiempos. Hace tanto que no escuchaba a una persona hablar así. —Sonrió de forma sincera, apagando una leve risa.
—Siento que he hablado mucho de mí. Me gustaría saber más de ti. —No comprendía porque si era tan fácil esa oración, estaba temblando. — ¿Haruhiko que le gusta?
—tú.
Mi tonalidad volvió a la de antes y los esfuerzos por ocultarlo fueron un total desperdició.
—Me gustas completamente, si preguntas por mis pasatiempos son la arquitectura, y la empresa de mi padre. Aunque no lo quiera, sigo siendo el sucesor. —Su voz sonaba amarga al mencionar a su familia. —Pero soy feliz de hacer lo que me gusta. Y creo que todo eso se lo debo a una persona.
¿Quién será la persona que lo motivó? Sin duda deseaba conocerla. Hizo que Haruhiko fuera más feliz en su vida. Y escogiera lo que le gustaba.
— ¿Vives con tus padres?—Asentí,
—Mis padres están muy ocupados, pero siempre tratan de estar conmigo. —Moví mi tenedor en la ensalada con una sonrisa tonta.
—Así que eres hijo de familia. —Torpemente volví a asentir y le pregunte.
— ¿Y tú familia?
—Al contrario de ti, mi familia está separada. Mi padre raramente está y si está es un viejo entrometido. Tengo un hermano, pero mi relación es igual de mala con él. Supongo que nada se le puede hacer.
—Y ¿Tu mamá? Supongo, que debe estar orgullosa de tener un hijo como tú. —Quizás la relación con su mamá era lo contrario. No la había mencionado en ningún momento. Realmente Haruhiko estaba envuelto en un aura muy triste y quería apoyarlo, no solo eso. Quería ser una parte importante en su vida.
—Murió.
—L-lo lamento, no quise molestar con mi pregunta. —Bajé la cabeza. No debí haber abierto la boca.
—Descuida. Si preguntas, es porque te importa y eso me hace muy feliz. —Tomo con delicadeza mi mano y posiciono sus labios sobre esta. Plantando un sutil beso. —Realmente me gustas Todou. Por ello quédate conmigo sin importar que.
—S-sí.