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Otra oportunidad por Yeta

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─¡Espero que no te pierdas tanto tiempo la próxima vez muchacho!─ El rubio sonrió mientras pagaba a la anciana por el pan y las demás provisiones. Se encontraba en el pueblo más cercano a su hogar y como siempre antes de volver pasó por la tienda de aquella anciana que le agradaba y que cuando ella notaba que no estaba muy exhausto le contaba alguna que otra anécdota de su vida.

Luego de despedirse salió de aquella tienda para encaminarse hacia donde había dejado a las personas que lo acompañaban de regreso a casa.

Por obvias razones evitó los caminos más transitados y los pueblos para que la bruja y el intento de ladrón que llevaba no fueran vistos. También porque tenía un leve presentimiento de que no debía dejar que el castaño fuera visto por extraños.

La verdad era que ser el niñero de esos tres no fue tan exasperante como pensó. Sus pies dolían y estaba cansado por la falta de sueño, pero estaba acostumbrado a pasar días en vela y a la intemperie así que lo que más le preocupó fue el no tener la paciencia para tratar con el quejumbroso y el parlanchín ladrón. La bruja era la que menos lo tensionó, irónico pensó sonriendo.

─¡Apestamos!─ Fue lo primero que escuchó al llegar al sitio donde los dejó y aguanto el casi impulso de rodar los ojos. Llevaban cuatro días durmiendo en la intemperie y de los cuatro él era el más sucio gracias a que se encargaba de hacer el fuego y cazar, aparte de que en ningún montó a Ménade para descansar su maltratados y cansados pies. Todo sin ninguna queja.

─Estamos cerca de un lago, con aguas curativas─ Informó entregándole el pan al castaño para que lo repartiera con los otros. Por su parte el rubio se sentó en el suelo apoyando su espalda en un árbol y cerrando los ojos.

─¿No quieres?─ escuchó la voz del castaño y sin abrir los ojos negó con la cabeza, había comido un poco mientras se encontraba en la tienda de la anciana. Quería descansar un poco antes de seguir ─ Como quieras.

Tony miró al rubio un momento y luego se encogió de hombros para sentarse junto a Wanda y Scott, el cual seguía con las manos atadas, pero sin la mordaza en su boca. Si el rubio quería hacerse el súper hombre y no comer nada que no lo hiciera, eso no le quitaría el hambre a él.

─Las aguas curativas les harán bien a ustedes─ habló tímidamente la única mujer del grupo.

─Nunca estuve en unas, mi padre me contó que él estuvo en una junto con mi madre─ acotó Scott frunciendo el ceño recordando aquella charla ─. Me hubiera encantado que solo dijera eso y que luego no agregara: “ahí fue donde te concebimos, hijo”

Tony se rió al ver la mueca de disgusto en el contrario y escuchar la risa tímida de Wanda, de a poco la muchacha entró más en confianza y se animaba a hablar un poco más. El único que no abría casi la boca era Steve, el rubio era una tumba y las pocas palabras que decía eran para darles indicaciones o informarles lo que fuera que para él fuera importante.

Ya no encontraba tan parecidos a estas versiones con las de su mundo, bueno, si tenía el parecido físico. Pero las expresiones y vivencias eran otras.

Wanda no entró en detalles pero le dio a entender que la relación con su hermano no era la mejor, siendo que la otra fue muy unida con Pietro. Scott tenía dos hermanos y no estuvo casado o tuvo una hija, además de que estaba escapando del comerciante al cual su hermano mayor lo vendió cuando sus padres fallecieron. Del que nada sabía era Steve, si entendió que era un cazador o algo parecido pero más allá de ese dato no tenia ninguno.

Se dio cuenta que ya no estaba tan alterado por el estar lejos de su torre, su vida y todo lo conocido. No quiso pensar mucho en eso, decidió que tomaría esta experiencia lo mejor posible hasta que Wanda lograra devolverlo a su tierra.

Tardaron como una hora hablando y comiendo tranquilos el pan antes de que Steve se levantara y les dijera que ya era momento de seguir. Tony admitió que, omitiendo el dormir a la intemperie con todos esos monstros que pasaban por su mente y ver como Steve degollaba a cada animalito para darles de cenar… estaba bastante relajado. Hasta había logrado dormir sin problemas cosa que últimamente no hacía.

Al llegar al pequeño lago miró el agua un poco desconfiado, ¿Qué tal si algún bicho o animal raro salía de ahí? El prefería las piscinas y ni siquiera en algún momento de su vida le interesó meterse al mar cuando visitaba las playas.

─¿No te estabas quejando de que apestabas?─ Habló el rubio mirando el ceño fruncido del castaño.

─¿No hay bichos o animales?─ Preguntó Tony pensando en que estuvo en peores fachas antes que esta después de días sin dormir o bañarse por estar encerrado en su taller, así que no vió la urgencia de arriesgarse a ser comido o picado por algún animalito del lago.

Steve frunció el ceño al ver como el castaño se giraba con la intención de ir hacia donde se encontraban Ménade con la bruja. Suspiró cerrando los ojos y miró al ladrón antes de ir hacia él, cortar sus cuerdas y de un solo tirón arrojarlo al agua antes de que siquiera el otro pudiera decir o hacer algo.

─¡¿Por qué hiciste eso?!─ Tony corrió hacia la orilla para ver como Scott salía del agua tosiendo y pasándose sus ahora liberadas manos por el rostro confundido.

─No haya nada peligroso en este lago─ dijo mientras se desasía de su ropa sin pudor alguno, estaba cansado y no era mentira cuando dijo que era curativa el agua. Sus músculos estaban contracturados y tensos por todo el viaje.

Tony levantó una ceja al ver como Steve se desvestía como si nada frente a ellos, tenía que admitir que aunque este Steve no tenía el suero del super soldado estaba muy bien. Los músculos eran notorios pero no exagerados y con aquellos pectorales podría experimentar el lavar su ropa a mano por primera vez.

No podía despegar su mirada del rubio y agradecía que él no levantara la vista para atraparlo en el acto. Solo era simple curiosidad sobre la anatomía del Steve sin ayuda del suero.

Ladeó su cabeza cuando vio que se giraba para lanzar la parte de arriba de su vestimenta lejos, seguramente para que no fuera salpicada o algo así, dejando a la vista aquella espalda ancha y con algunas cicatrices, también pudo ver un gran hematoma en su costado izquierdo y al seguir bajando la vista se encontró con las caderas de Rogers antes de que este se sacara el pantalón revelando que iba de comando por la vida.

Casi se atraganta con su saliva al ver el culo de Steve, ¡el maldito era perfecto! ¡No solo tenía perfectos dientes sino que también perfecto cuerpazo!

Entrecerró los ojos a la espera de ver otra parte de la anatomía de aquel cuerpo, pero de repente se le dio por levantar la vista para sentir un poco de vergüenza, raro en él, al chocarse con aquella mirada del rubio. Steve lo estaba viendo con una ceja levantada, no parecía molesto y Tony levantó las cejas cuando lo escuchó bufar antes de meterse al agua.

Bien, él no quedaría como un quisquilloso o un cobarde. Un poco brusco se sacó su ropa para meterse también. Suspiró pesadamente sintiendo de repente como sus músculos se relajaban, el agua estaba tibia y la verdad ya ni le importaban los bichos que podrían esconderse en esta al relajarse de repente.

Nadó un poco hasta quedar junto a Scott que se quejaba por lo bajo de que por lo menos le hubieran dejado sacarse la ropa. Fue una experiencia agradable, pero no lo admitiría en voz alta. Más al ver la sonrisa ladina de Steve al verlo disfrutar del agua del supuesto peligroso lago.

Su cabello rubio era corto y se oscureció por estar mojado, Tony se encontró de nueva cuenta observando otra vez el cuerpo ahora brillante por el sol y el agua de Steve. Odiaba admitir que si, el maldito era perfecto.

Desvió su mirada para luego volver a sumergirse, no tenia porque estar fisgoneando el cuerpo de Steve.

─Tus moretones se fueron y, no te ofendas, pero ahora te vez mucho mejor─ le dijo Scott y Tony se llevó una mano a la cara para comprobar que no le dolía.

Al salir se quedó un rato desnudo para dejar que el sol lo secara mientras se compadecía un poco por Scott que tenía que esperar que también su ropa se secara. Disimuladamente vio la espalda del otro para ver aquellas cicatrices, al parecer Scott no mentía cuando decía que su hermano fue un maldito abusivo con él.

─¡Wanda, ¿por qué no te metes?!─ Le gritó a la chica pensando que si a ellos les curo sus moretones y demás heridas dejándolos casi como nuevos entonces a Wanda eso le haría bien y lograría recuperarse más rápido para hacer su magia.

─Es una bruja, si se mete va tener el efecto contrario. El lago va a quitarle fuerzas, lo que le queda de energía─ Steve ya se estaba vistiendo relajado y mirando al ladrón que tocaba su ropa casi seca. Pensaba volver a atarlo, pero no le importaba si ese hombre escapaba y en realidad no creía que lo hiciera así que se haría el desentendido por el momento.

Ya con todo listo y sin más distracciones volvieron al camino. Scott caminó disimuladamente junto al caballo, del lado contrario del rubio. Podía escapar, pero seguramente seria atrapado o muerto ya que no era muy bueno defendiéndose que digamos.

Tony ya estaba por comenzar a preguntar cuando demonios llegarían a la dichosa casa de Steve cuando notó que después de cruzar un puente y seguir por el camino este se desvió para adentrarse en otro bosque.

─Quiero bajar─ dijo antes de terminar por desplomarse sobre el caballo cansado de tanto viaje. El paisaje que recorrieron antes era muy lindo, agradable, pero jamás fue muy amante de la naturaleza para aguantar otra noche más a la intemperie. Quería un jodido techo sobre su cabeza.

Steve lo bajó ya que el castaño era un enano que seguramente caería de cara contra el suelo si intentaba hacerlo solo y luego escuchó un aleteo conocido haciéndole saber que sus amigos se enterarían pronto de su regreso. Sonrió luego de unos momentos al escuchar unos pasos acercarse y soltó a Ménade para ir a saludar al encapuchado que se acercaba a ellos.

Tony se encontraba a unos pasos atrás del caballo y Scott así que apenas vió como Steve los dejaba atrás para saludar a alguien que no dejaba ver su rostro. Se cruzo de brazos esperando que el rubio se dignara a recordar que no viajaba solo.

─Veo que no vienes solo─ dijo el encapuchado levantando una ceja al reconocer a una bruja entre ellos.

─Larga historia, déjame llegar a casa para contarles  a todos de una sola vez─ se encogió de hombros y se encaminó de vuelta a sus acompañantes para presentarlos.

─El es Scott, intentó asaltarnos. Ella es Wanda, una bruja y él es Tony─ dijo señalando con la cabeza y notando el jadeo de asombro de su amigo cuando el castaño salió de detrás de Ménade y Scott para mostrarse.

─Steve eres un idiota…─ gruñó el encapuchado dando unos pasos atrás para alejarse, dejando a todos confundidos y en especial al rubio ─Él es Anton* Stark.

Tony levantó una ceja esperando una explicación ya que de pronto se sentía extremadamente fulminado con todas las miradas sobre él. Miró a Wanda porque ella era la que más le contaba cosas sobre su mundo pero la chica se encontraba aparentemente en shock o algo parecido.

─No es él─ habló Steve luego de unos largo minutos de silencio incomodo, notando la incomodidad y molestia del castaño por ser mirado como si tuviera algo raro.

─¡¿Qué no es él?! ¡¿Vas a decirme a mí que lo conozco en persona?! ¡Acabas de condenarnos!

─¡Que no es él!

─¿Qué no soy quien?─ preguntó Tony ya casado de estar ignorante de lo que pasaba y abriendo los ojos exageradamente al mismo tiempo que levantaba las cejas sorprendido cuando el desconocido reveló su rostro molesto y acusatorio ─¿Cuernitos?

─¿Lo conoces?─ Preguntó curioso Steve levantando la mano para que su amigo no gritara nuevamente y comenzaran una discusión.

─Si, es Loki. Un demente manipulador que intentó conquistar el mundo, aunque falló y supongo que debe seguir preso en Asgard o desterrado. Al menos es así en mi tierra─ se encogió de hombros esperando que no sea así en este mundo. Sin su  traje no esperaba lograr mucho contra un Semi Dios demente.

─¿De que está hablando?─ Frunció el ceño el ojiverde un tanto más calmado al mirar mejor al que creía su enemigo y dándose cuenta que la mirada era distinta, ese no era Anton.

─Él no es de aquí─ dijo Steve y luego rodó los ojos al darse cuenta que no respondió bien ─Él no es de este mundo, es de otra tierra. La bruja lo trajo por error.

Loki miró sorprendido a la mujer que miraba sus manos nerviosa y luego al castaño que mantenía el mentón en alto, desafiante. Había leído algunos libros de su madre donde hablaba sobre otros mundos, pero nunca creyó que hubiera alguien capaz de lograr hacer un portal. Esa bruja debía ser muy fuerte para haber hecho algo así, aunque creía que si él no estuviera sellado tal vez podría hacerlo.

Se acerco para comprobar lo que acababan de decirle y sonrió burlón cuando el castaño se tensó.

─¿Qué?─ Tony entrecerró sus ojos desconfiado.

─Solo quiere confirmar que no me estas engañando, que no eres Anton─ le dijo Steve justo cuando los dedos de Loki tocaron su cien haciendo que sintiera una leve puntada y cerrara los ojos por un momento antes de alejarse.

Loki miró fascinado al castaño que estaba notablemente enojado por lo que le hizo. El enano no estaba engañando a su amigo, era verdad. Pudo ver en los recuerdos de Tony aquel otro mundo.

─Ahora entiendo lo de “cuernitos”

Notas finales:

Hola! Me tardé, lo siento… estaba deprimida y no quise escribir algo raro. Más raro de lo normal jaja

Apareció Loki, ¿Cómo creen que será esta versión del villano favorito y querido por much@s? jaja a mí me gustaba por los Comic, más que Thor en realidad XD

*Anton y Anthony  vendrían a ser la variable del mismo nombre: Antonio. Xb

¿Cómo creen que es “Anton” y que relación tiene con este Loki?

Ok, me dejo de preguntas ya jaja

Gracias por leer y comentar!!! Besos y que anden mejor que yo!!!


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