— Es Draco Malfoy — Escucho su nombre a la lejanía, dicho con asco y desagrado por una una niña con enormes trenzas rubias, la cual hablaba con otra chica de cabello largo y rubio. Hagrid los guiaba en silencio por un sendero oscuro, mientras sostenía la lámpara de aceite firmemente. Draco sabía que podía escuchar claramente los cuchicheos fastidioso, pero estaba más concentrado en agudizar su oído ignorando a los estudiantes (Cosa que debía ser muy difícil), más pendiente de algún peligro que pudiera venir de bosque.
Algunos estudiante cuchicheaban sobre él sin reparo al verlo pasar, señalándolo de forma grosera, e incluso insultadolo desde lejos, pero ninguno atrevía se meterse en su camino por miedo. Los Slytherin o hijos de mortifagos se mantenía en grupo a parte, ignorando totalmente el bullicio y simplemente hablando entre ellos en susurros.
Venía todavía en compañía de Neville y Harry, el ultimo venía algo cohibido por la extraña actitud de todos a su alrededor, y Neville solo intentaba ignorar toda la conmoción infantil que lo rodeaba y abrumaba, y simplemente pensaba en lo aterrador que era el bosque. Ya no los traía de la mano a ninguno de los, pero si caminaban muy cerca los unos de los otros, a no menos de 2 pasos a cada lado.
— Malfoy — Lo llamó Longbottom en un susurro apenas audible. Su voz se escuchaba nerviosa y algo irritada, pero aun así no había tomado distancia o intentaba tomar otro camino, simplemente continuaba a su lado.
—¿Qué ocurre? — Pregunto, sin dejar de seguir a Hagrid por el oscuro sendero del bosque. Los otros 2 venían muy pegados a él, casi rozándolo por el miedo que les daba el bosque y las criaturas que se asomaban para mirarlos con curiosidad. Los sonidos de criaturas hambrientas, que solo se mantenía alejadas por la presencia de Hagrid hacia que todos sus cabellos se erizaran.
—Yo......— Un chirrido lo hizo salta en su lugar, encogiendo aún más sobre el mismo —No es nada— El tono temeroso de Neville delataba su estado de terror.
—Pronto veremos el castillo niños— Exclamó Hagrid con una sonrisa enorme —¡ Miren!— Señalo en tono animado y entusiasta. El castillo se alzaba imponente y hermoso a una lejanía corta que emocionó a todos los jovencitos, que no pudieron evitar soltar una exclamación de sorpresa cuando vieron el castillo a la lejanía.
Tan Bello, tan grande, con Torres coronadas con estandartes, que se movían suavemente con el viento helado de alrededor. Draco sólo atinó a sonreír con nostalgia, recordando los años hermosos que había pasado en esa misma construcción, todas sus aventuras y desventuras que tanto se emocionaba por repetir (Solo algunas).
Se acercaron a los botes que lo llevarían hasta el castillo, que estaban justo frente al lago el cual lucia totalmente calmado. Draco les señaló uno que de los botes faltaban 3 puestos, pero ya habían otros 2 niños en el.
— No pienso compartir un bote con esa cría de Mortifago — Escucho claramente como unos cuantos futuros Gryffindor no dejaban de quejaban sobre el, mientras lo seguían señalando sin dejar de cuchichear. Harry miraba confundido alrededor, en búsqueda de una explicación a lo que estaba ocurriendo.
Draco no le presto atención, ayudo con amabilidad a Longbottom y a Potter a subir sobre el bote, para luego subir el haciendo tambalear un poco el bote al dejar caer su peso sin cuidado. Neville lo miró con enojo, pero no dijo nada.
Los futuro Hufflepuff que antes estaban en su mismo bote, se levantaron apresuradamente, como si la madera del bote quemara, y salieron con prisa para montarse el otro bote, dejando solos a los 3 niños.
—¿Están todos ya en los botes? — Escucho claramente el grito de Hagrid desde su bote particular, pero no le presto atención. Estaba demasiado ocupado viendo la reacción de Harry, el cual lucia confundido y hasta cierto grado, molesto .
—¿Qué fue eso? — Pregunto con nerviosismo Harry. Draco se mantuvo en silencio, mientras Neville se dedicaba a mirar a otro lado, como si el aterrador bosque fuera lo más interesante del mundo, pese al obvio terror que le infundaba—¿Neville? — El aludido miró nervioso al niño rubio. Draco dejó escapar un largo suspiro, y procedió a hablar.
—Los Malfoy no somos muy acogidos por aquí Harry.....— El bote se puso en marcha en un movimiento suave. Draco vio como Neville palidecía por el movimiento del barco, tomando con fuerza los bordes de madera dura, haciendo crujir bajo sus dedos —¿Recuerdas lo que te conté en mi última carta? Te dije que hay algunas cosas que no sabes de mi familia....... Y que te escondí por miedo a que me odiaras — Harry asintió, totalmente nervioso y curioso.
—Dijiste que tenía que ver con el hombre que mató a mis padre..... — Sus ojos brillaron con intensidad.
—Mi padre...... Mis padres cometieron muchos errores — Se mordió el labio inferior —Ellos...... Eran parte del ejército del que no debe ser nombrado — Harry lo miró sorprendió. Draco sintió como su estómago se contraía con nerviosismo al ver la cara de Harry. Neville solo se dedicó a mirarlo con pena.
—Harry..... Los mortifagos desertores como los Malfoy no son muy queridos, a pesar de que cambiaron de bando y apoyaron a la reconstrucción del mundo mágico — Neville habló tratando de explicarle a su amigo. Se mordió el labio inferior antes de continuar hablando — Incluso mi abuela todavía los odia... Es algo muy complicado — Neville guardó silencio de forma abrupta.
—Como dijo Longbottom. Mis padres son desertores; traidores cuya única razón por la que siguen libres, es por qué cambio de bando al final .... Mi familia hizo cosas malas, pero de verdad están arrepentido — Miró atrás. Parkinson caminaba hacia el bote en compañía de todos los demás Slytherin.
—Draco...... — Harry tomó su mano con delicadeza. Draco lo miró sorprendido — No importa eso ya.... Tú no eres tus padres, y no tienes la culpa de las cosas que pasaron cuando teníamos 1 año — Neville lo miró con intensidad. Draco sonrió y volvió su rostro para mirarlo.
—Longbottom. Sé que esto no cambia nada lo que pasó con tus padres......Pero, yo lo siento mucho — Harry miró curioso a sus 2 amigos. Draco sintió como su pecho se contraía. Realmente se sentía mal por Neville.
—Como dijo Harry...... No es tu culpa. Tú no le hiciste eso a mis padres—Tomo la otra mano del rubio con delicadeza —Somos amigos después de todo — Les dedico una sonrisa afable. Draco y Harry asintieron — Harry...... ¿Tú eres Harry Potter? — Harry lo miró sorprendido un segundo, para luego asentir suavemente. Draco notó su nerviosismo.
—¡Lo sabía! Mi abuela dijo que eras idéntico a tus padres —Neville frunció un poco el ceño al notar su incomodadas —Entiendo si no quieres hablar de eso. ¡Cambiando de tema!— Harry se relajó un poco al escuchar que ya no hablarían de el. Draco sacó 3 paquetes de ranas de chocolate de los bolsillos de su túnica, arrojándole una a cada uno de sus amigos, sin contar con la poca coordinación de Neville, lo que ocasionó que la rana fuera a parar al rio. Neville lo miró con molestia pues se había puesto a reír sonoramente.
—Lo siento— la voz de Draco salió algo asfixiada al tratar de contener la risa, lo cual le era muy difícil. Sacó otra rana de su túnica y esta vez se la pasó sin arrojársela.
—Gracias...... Draco— Se sonrojó al decir su nombre.
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Los niños de primer año bajaron de los botes y se aglomeraron para recibir instrucciones. Hagrid los guió hasta la entrada de Hogwarts tranquilamente.
—Buenas noches jóvenes — La profesora Minerva McGonagall hizo su aparición frente a los alumnos de primero, los cuales solo se dedicaban a mirar con nerviosismo y entusiasmo alrededor. Lucia tan elegante y estricta como recordaba — Síganme por favor — Draco les hizo una señal a Neville y Harry para que se mantuvieran cerca. Comenzaron a caminar, siguiendo a la muy elegante mujer por los pasillos enormes que tantos recuerdos le traían .
—Bienvenidos a Hogwarts —dijo la profesora McGonagall al detenerse suavemente frente a la puerta del gran comedor— El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupen sus lugares en el Gran Comedor deberán ser seleccionados para sus respectivas casas — Hizo una pausa para mirarlo directamente— La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estén aquí, sus casas serán como su familia en Hogwarts. Tendrán clases con el resto de la casa que les toque, dormirán en los dormitorios de sus casas y pasaran el tiempo libre en la sala común de la casa— Finalizó su ensayado discurso con un suspiro, para luego pasar a explicarles que simbolizaba cada una de las casas y una historia corta de cada una. Draco miró el corredor distraído totalmente distraído, donde veía a los fantasmas levitar en una esquina, en una acalorada pelea que quien sabe por qué. Draco se mantuvo quieto, mientras pensaba sobre muchas cosas en ese momento .
—Les sugiero que, mientras esperan, se arreglen lo mejor posible — Exclamó antes de dar media vuelta e irse. Draco parpadeó algo confundido.
—¿Qué fue lo que dijo? — Pregunto en tono curioso.
—¿Qué no escuchaste nada de lo que dijo? Nos estaba explicando algo importante — La voz fastidiosa de Granger lo hizo fruncir el ceño, la cual parecía lista para comenzar a regañarlo justo frente a todos. Ron Weasley la jalo suavemente desde la túnica y comenzó a decirle algo en susurros.
—¡Es un Malfoy! — Fue lo único que pudo escuchar decir al final. Pero Harry, que estaba más cerca, si pudo escuchar claramente lo que decía sobre el, un signo claro de eso era su cara furia absoluta.
—¿¡Tienes problema con eso!? — Exclamó Harry plantándose frente al Weasley, Draco pudo apreciar que estaba totalmente furioso. El Niño pelirrojo lo miró sorprendido.
—¡Claro que tengo problemas con eso! ¡Es una cría de Mortifago! — Exclamó totalmente rojo. Harry temblaba de rabia. Draco por un segundo no supo que hacer, se quedo estático mirando la situación con nerviosismo.
—¡Ten cuidado con tus palabras! — Harry dio un paso hacia adelante para encararlo. Draco lo jaló del antebrazo para que se clamara.
—¡Tenemos a otra cría de Mortifago aquí! — Grito totalmente enojado. Claro que Draco le había explicado a Harry que ees un Mortifago, cosa que lo había puesto más furioso de muchas maneras. Draco lo miró esta vez enojado por el echo de que ahora se estaba metiendo con Harry —Otro niñato rico y malcriado — Escupió al ver la hermosa y cara túnica de Harry, que Draco casualmente le había regalado antes de comenzar Hogwarts.
—¿Envidio Weasley? — Draco escupió su apellido con desprecio.
—Ya quisieras Malfoy— Contrarrestó con veneno.
—Chicos— La suave voz de Neville lo hizo calmarse un poco.
—No te preocupes Neville, ya terminamos aquí. Te sugiero Weasley, que te calles ahora mismo, por qué estas apunto de meterte en un buen lío. ¿No es así Crabbe? — Crabbe y Goyle salieron de atrás de Ron, haciendo que El Niño se sobresaltara por el tamaño de los otros niños.
—¡Basta! — Hermione intervino, sacando a Ron de ese huracán de problemas, y arrastrándolo hacia un esquina que ahora los miraba receloso.
—¡Ese idiota! — Draco vio lo molesto que lucía Harry, el cual parecía querer correr hacia aun lado, e ir a moler a golpes al pelirrojo Weasley. Harry seguía con los puños fuertemente apretados, y la mandíbula tensa por la furia—¡No quiero ir a la misma casa que ese inbecil! – Neville y Draco se miraron, antes de echarse a reír por la cara de su amigo.
El humor se calmó de inmediato y volvieron a la espera, justo frente a la puerta del gran comedor que los llamaran para la “prueba” que decidiría en que casa estarían. Draco miró con diversión como Hermione repetía en voz baja los hechizos que sabía hasta ahora, y Ron a su lado solo se dedicaba a mirarlos mal.
—Formen un hilera— Draco se sobresaltó cuando escucho el llamado de la profesora, que había salido de la nada.
Se acomodaron uno tras otro y caminaron hacia el gran comedor en silencio. Harry miraba con sorpresa el techo, las paredes y hasta las personas alrededor. Su entusiasmo invadió a Draco por un segundo, el cual no pudo evitar sonreír ( solo un poco, no lo suficiente para que fuera notado) mientras miraba al profesor Severus Snape, el cual le devolvió la discreta sonrisa.
Vio al sombrero seleccionador, que descansaba totalmente quiero sobre su taburete, parecía realmente divertido por alguna razón, pero aún lucia sucio. Harry miró con duda el sombrero, el cual pocos segundos después comenzar a cantar.
"Oh, podrás pensar que no soy bonito,
Pero no juzgues por lo que ves.
Me comeré a mí mismo si puedes encontrar
Un sombrero más inteligente que yo.
Puedes tener bombines negros,
Sombreros altos y elegantes.
Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts
Y puedo superar a todos.
No hay nada escondido en tu cabeza
Que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.
Así que pruébame y te diré
Dónde debes estar.
Puedes pertenecer a Gryffindor,
Donde habitan los valientes.
Su osadía, temple y caballerosidad
Ponen aparte a los de Gryffindor.
Puedes pertenecer a Hufflepuff,
Donde son justos y leales.
Esos perseverantes Hufflepuff
De verdad no temen el trabajo pesado.
O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw,
Si tienes una mente dispuesta,
Porque los de inteligencia y erudición
Siempre encontrarán allí a sus semejantes.
O tal vez en Slytherin
Harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta utiliza cualquier medio
Para lograr sus fines.
¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo!
¡Y no recibirás una bofetada!
Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga).
Porque soy el Sombrero Pensante."
Todos aplaudieron cuando el sombrero termino de cantar. Draco solo se dedicó a disfrutar de la cara de asombro de Harry, el cual parecía apuntó de tener un ataque de euforia.
—Bien, comenzaré a llamarlos. Cuando diga su nombre, den un paso al frente y pónganse el sombrero — Exclamó la profesora con seriedad —Abbott, Hannah! —Una niña con trenzas rubias salió de la fila, se puso el sombrero, sentándose en el taburete.
—¡HUFFLEPUFF!—gritó el sombrero. La mesa de la derecha aplaudió mientras Hannah iba a sentarse con los de Hufflepuff.
—¡Bones, Susan! —.
—¡HUFFLEPUFF! —gritó otra vez el sombrero, y Susan se apresuró a sentarse al lado de Hannah.
—¡Boot, Terry! —.
—¡RAVENCLAW! —.
La segunda mesa a la izquierda aplaudió esta vez. Varios Ravenclaws se levantaron para estrechar la mano de Terry, mientras se reunía con ellos.
Brocklehurst, Mandy también fue a Ravenclaw, pero Brown, Lavender resultó la primera nueva Gryffindor, en la mesa más alejada de la izquierda.
—¡Granger, Hermione! — Hermione hizo lo que todos los demás hicieron, y casi de inmediato el sombrero la colocó en Gryffindor.
—¡Weasley, Ron! —Draco y Harry entrecerraron los ojos de inmediato al unísono. El Niño pelirrojo camino impaciente hacia el sombrero y de inmediato fue enviado a Gryffindor.
—Longbottom, Neville — El Niño tragó saliva.
—No quedes en Gryffindor — Escucho como Harry le susurraba, el solo pudo reír y negar. Sabía que el iría a Gryffindor y eso lo ponía algo triste, pero por ahora no podía hacer nada.
—¡SYTHERIN — Miró sorprendido a Neville, el cual parecía tan sorprendido como el. Lo hizo una seña a Crabbe y a Goyle, los cuales llamaron a Neville y lo mantuvieron alejado de los demás Slytherin.
—¡Malfoy, Draco! — Draco se levanto con todo el porte que pudo, y comino hasta el sombrero.
“Lindo verte de nuevo joven Malfoy” el sombrero hablaba dentro de su cabeza.
“¿por qué pusiste a Neville en Slytherin? ”
“¿Por qué? Es obvio que vi algo que cambio dentro de él.... Y creo que en Slytherin y a tu lado, ese niño florecerá muy mejor que en Gryffindor. Además, él me lo pidió ”
Todos alrededor estaban en silencio. Draco lo veía con nerviosismo.
“Él es bastante malo en la magia....... ¿Hay algo que yo realmente pueda hacer por el?”
“E visto en su cabeza, y debo informarte que no es su culpa. Algo a afectado su centro, quizás un hechizo, uno muy fuerte, tiene remedio. Tu sí sabes qué tienes que hacer señor Malfoy ¿No es así señor Malfoy? ”
“¡Si! ¡Gracias sombrero! lo cuidare bien” El sombrero sonrío, antes de exclamar.
—¡SLYTHERIN! — Se levanto, y camino hacia Neville, el cual le sonrió.
Los niños siguieron pasando uno tras otro, y a cada segundo Draco perdía la paciencia.
—¡Potter, Harry! — Escucho al fin el llamado de Harry, y como se desplazan lentamente hacia el taburete tan nervioso que apenas podía moverse. Se regocijó un poco al ver la cara de Ron, el cual parecía querer vomitar en cualquier momento.
—¡SLYTHERIN — Draco soltó la respiración, que no había notado cuando había comenzado a retener.
Luego de que todos los niños fueran puestos sus respectivas casas, pasaron a la cena la cual estaba deliciosa y luego a los anuncios del director. Draco no le prestaba la más mínima atención a lo que decían los otros.
—Tercer piso está prohibido — Sintio como si unas alarmas se encendieran en su cabeza. Estaba bastante distraído por lo tanto no lo había escuchado, así que sólo atinó a mirar confundido a Harry. Harry abrió la boca para decirle algo, pero la cerró cuando un prefecto se acercó a ellos.
—Los de primero — El prefecto de Slytherin los llamo en un grito. Draco solo se dedicó a mirar a alrededor, esperando una señal alrededor. Estaba confundido, y no sabia como comenzar todo esto más que con el tercer piso.
Todos los de primero caminaron atrás del bobalicón perfecto de Slytherin, el cual parecía bastante desagradable. Pansy todavía estaba algo alejada de el, al igual que Nott y Zabini, los cuales lo miraban fijamente, mientras tanto Crabbe y Goyle estaban en medio, sin saber a quién seguir enrealidad.
—¡Ahhhg! — Un enorme chorro de agua callo sobre todos los alumnos de primero y el prefecto.
—Jajajaja— Reconoció de inmediato la voz irritante de Pevees, el cual no paraba de reír.
—¡Cómo te atreves alimaña! — Una voz oscura salió de la nada. El barón sangriento se materializó justo frente a ellos, se veía enojado y ofendido. Pevees palideció y el prefecto le dedico una mirada furiosa.
—Ahhh— Grito mientras huía, el barón solo lo siguió lentamente con una cara de furia.
—Gracias Barón — Dijo el prefecto.
—Un placer verlos — Le hizo una reverencia a los jóvenes empapados, y luego continuó con su camino para aniquilar a Pevees.
—Continuemos — Susurro con furia, mientras continuaba su camino hacia las mazmorras.
—A diferencia de los Gryffidor. Donde todos tienen que compartir habitación, los de Slytherin tenemos un poco más de clase. Sus cuartos ya les han sido asignados, los cuartos estas divididos en cuartos dobles o triples..... Claro a menos que seas de una familia ilustre y tengas tu propio cuarto privado que le a pertenecido a tu familia por generaciones y son los cuartos más grandes y elegantes — Exclamó con fastidio nada disimulado — Malfoy, Nott, Goyle, Parkinson, Zheanh, Threvers, Beaks.. Todos ustedes tienen recámaras heredadas, pueden escoger si quieren compartir cuarto o prefieren estar solos. Hay ahora mismo 3 camas en cada cuarto, pero si desean tener la habitación sola díganme y mañana despacharemos las camas — Exclamó en tono fastidiado.
—Yo quiero un cuarto sola— Exclamó Pansy en tono caprichoso. Draco estuvo tentado a rodar los ojos.
—Yo solo quiero tener de compañero a Crabbe — Diji Goyle, Crabbe se veis sumamente feliz.
—Zanbini — Susurro Nott, sin sacar su nariz del libro.
—Yo quiero compartir cuarto con Potter y Longbottom — Draco habló en tono fastidioso.
Pararon frente a uno de las paredes.
—Colmillos de serpiente — Susurro, la pared se abrió dándoles paso a la sala común. Tan elegante y fría como recordaba.
—Esa escaleras los conducirá a los pasadizos para los cuartos de varones, es bastante larga pero gracias a un hechizo su habitación siempre aparecerá de primera — Les señaló a una de las 2 escaleras descendientes, la de la izquierda—La otra escalera lleva al dormitorio de niñas. A partir de mañana la contraseña será “Sangre de serpiente”. Pueden irse a descansar, sus cosas ya están en sus respectivos cuartos, y si no, ya se los traerán en unos minutos — El bobalicón de ultimo año se fue sin decir nada más.
Draco solo suspiro y camino desganado. Siendo seguido de inmediato por Harry y Neville, los cuales lucían casi igual de cansados que el.
Tal como había dicho el prefecto, la habitación con sus nombres era la primera entre una hilera de puertas interminable que Draco ya no recordaba, ni le importaba mucho.
—Quiero dormir — Se arrojó a la primera cama que encontró, sin quitarse los zapatos o ni siquiera cambiarse. Se sentía cansado, su cuerpo joven aún no se acostumbraba al nuevo flujo de magia tan grande que ahora invadía su cuerpo de forma violenta, y le tomaría algunas semanas acostumbrarse.
—Buenas noches — Susurro adormilado, antes de caer dormido de inmediato sobre las suaves y cómodas sabanas.
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