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La manipulación de la serpiente. por kitsune_nya

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Notas del capitulo:

Sé que solo han pasado 2 días ( considerando que son las 5 a.m hasta menos Xd) desde que actualice, pero estoy inspirada. Dejen sus comentarios

 

incluso el capítulo es mucho más largo de lo habitual, pero cuando te inspiras, te inspiras, si tienen suerte quizás tenga otro capítulo en 3 días más XD

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Como cada mañana desde que había llegado a Hogwarts hace apenas unos dias, Draco Malfoy despertó perfectamente descansado en su mullida y suave cama. Se estiró como un gato, mientras escuchaba como sus huesos crujían en sonoros ruidos nada naturales. Convocó un reloj con su varita en un suave floteo perezosos, mientras se preparaba mentalmente para otro día de clases.

—Al fin despertaste — Draco deshizo el hechizo perezosamente, mientras se levantaba de la cama con cara de total flojera. Se sentía más cansado de lo normal, seguramente por el hechizo de hace algunos días, el cual seguía dejado sus músculos totalmente adormecidos por el flujo ininterrumpido de magia que pasaba por todo su cuerpo.

—¿Draco? — Neville lo llamo al verlo tan atontado. Harry y el ya estaban listos, parados justo frente a él, esperando a que el corriera al baño y se alistara para ir a clases .

—Espérenme — Susurro en un tono malhumorado, mientras abría su baúl de un tirón de mala manera. Sacó las cosas que necesita para ducharse, y una muda limpia de ropa, antes de entrar sin decir palabra alguna dentro del baño.

Luego de unos minutos Draco salió ya listo, con una mejor cara, ya sin tanto sueño. Neville y Harry lo esperaban sentados en las camas. Se veian bastante impaciente, pero aún así sonrieron al verlo salir.

—¡Ohhh! ¿estás vivo? Pensé que la bañera te había tragado — Exclamó Harry en un gesto dramático, Neville solo río un poco.

—No sabia que le tenías miedo a una simple bañera Potter, no te preocupes, ellas no muerden — Draco rio al ver la cara molesta de su amigo — ¡Vamos! ¿Llegamos tarde a clases? — Neville le pasó una hoja de papel que resultaba ser sus horarios de clases. Reconoció la caligrafía de Snape, Draco siempre había amado su caligrafía, pero nunca había podido imitarla no importaba cuando lo intentara.

—Todavía no, falta más de 1 hora para la primera clase— Le dijo en un tono suave — Nos toca Historia de la magia —.

—¿Qué hacen levantados tan temprano? — Pregunto con los ojos entrecerrados, bastante molesto por ser apurado tan temprano .

—Snape vino — Draco elevó una de sus pálidas cejas en un gesto curioso. Harry se notaba bastante incomodo. Se hizo una nota mental para hablar con su padrino con respecto a Harry.

—Estabas tan cansado que no quisimos molestarte. Snape pasó por todos los cuartos de los de primero — Los miró curioso y algo divertido. Para él era obvio que era mentira, seguramente su padrino querría hablar con el.

 

—Vamos a desayunar — Exclamó Draco en tono desganado. No quería ir a historia de la magia con el profesor Binns, ese fantasma aburrido y anciano tenía la habilidad de noquear a cualquiera solo con hablar, y él no estaba de humor para escuchar sobre guerras de ogros que a nadie le interesaban. Empaco los libros que necesitaría para ese día, y se dispuso a salir del cuarto en compañía de sus amigos.

—¿Qué tenemos después? — Pregunto suavemente Neville, mientras bajaban por las escaleras a toda prisa. Harry tomó su horario para leerlo.

—Veamos......pociones — Harry dijo eso último con desagrado — Luego Transformaciones y por último DCAO — Dijo eso último mientras pasaban por las puertas del gran comedor con dirección a la mesa de Slytherin, la cual estaba prácticamente vacía. Seguramente todos seguían profundamente dormidos.

El desayuno paso entre risas y bromas, después de un rato Crabbe y Goyle se les unieron, esta vez un poco más cómodos con la presencia de Harry y Neville entre ellos. Los demás Slytherin se mantenían a una distancia prudente, evitando a toda costa la esquina donde el grupo normalmente se sentaban , sobre todo Pansy que no parecía del todo repuesta después de su discusión de hace algunos días.

Justo en aquel momento llegó el correo. Como cada mañana vio a Harry totalmente impresionado cuando una de las cientos de lechuzas que entraron súbitamente en el Gran Comedor durante el desayuno, volando sobre las mesas hasta encontrar a sus dueños, para dejarles caer encima cartas y paquetes.


Draco vio al Halcon real de su familia, el cual dejo sin delicadeza sobre su plato 3 sobres de sus padres y claro, un paquete con los dulces para esa semana, y otro paquete envuelto más pequeño que tenía una tarjeta arriba. La bella lechuza de Harry llamo su atención al pasar volando entre la mermelada y la azucarera y dejó caer un sobre el plato de Harry, haciendo que se embarrara de puré de papa. Este lo abrió de inmediato.


—Querido Harry -Harry leyó en voz alta-baja- para que él y Neville pudieran escucharlo —sé que tienes la tarde libre, así que ¿te gustaría venir a tomar una taza de té conmigo, a eso de las tres? Quiero que me cuentes todo lo de tu primera semana. Envíame la respuesta con Hedwig. Firma Hagrid — Harry tomó un pergamino y la pluma de Neville. Escribió una corta, pero Cortés aceptación a su invitación, antes de levantarse para encaminarse ala aburrida clase del profesor fantasma.

La clase paso larga y aburrida. El, Nott y Hermione Granger eran los únicos capaces de mantenerse despiertos, mientras seguían escribiendo los apuntes con mucha dificultad .... Cuando la clase termino, todavía faltaba tiempo para pociones, cosa que lo hizo sentirse un poco más tranquilo. Gran parte de los estudiantes seguían dormidos como troncos sobre los pupitres. Draco río al ver el pequeño hilito de saliva que salía de la boca de Harry.


—Hora de pociones bola de flojos — Exclamó en un grito, mientras despertaba a sus compañeros dormidos con duros golpes con su cuaderno en la cabeza de sus amigos. Los 4 se levantaron de mala manera por el golpe, mirando mal al rubio por algunos segundos, mucho más al verlo como sonreír con inocencia. Pero aún así se levantaron y salieron tranquilamente del aula para encaminarse a su siguiente clase. Cuando llegaron a las mazmorras, el profesor Snape ya los esperaba impaciente.

Snape comenzó a pasar su lista cuando vio que todos habían entrado, y ya se encontraban sentados, deteniéndose en el nombre de Harry.

—Harry Potter— Susurro simplemente. Draco le lanzó una mirada significativo que obviamente despertó la curiosidad de Snape, el cual parpadeo al ver la extraña actitud de su ahijado. Decidió con mucho desagrado, no molestar a Harry Potter esa vez, pero a cambio Snape exigía explicaciones de su parte por esa extraña aptitud.

—Nott — Draco llamó en voz baja a otro compañero Slytherin, mientras Snape seguía pasando lista. Nott lo miró con curiosidad, bajando su libro un poco para escucharlo —¿Podrías hacerme un favor?— Draco sabía que Nott era un chico “amable” demasiado callado, pero bastante amable. Solo no esperaba que le escupiera en la cara por lo que le iba a pedir.

—¿Qué necesitas Draco? — Ambos habían crecido “jugando” juntos, y se habían vuelto amigos por su gusto particular por los libros,. Después de tantos años se tenían confianza mutua, pero Draco sabía que Nott no era alguien en quien se debía confiar, demasiado solitario y misterioso, pero aún así era alguien con quien poder conversar.

—Podrías ponerte con Longbottom cuando nos pongan en parejas, él es un desastre y tú eres muy bueno. Solo quiero evitar una explosión — Nott parpadeó sorprendió, pero al final termino asintiendo.

—Por lo menos no es un Sangre sucia, me pondré con el, solo para que no destruya el salón. Solo lo pondré a pelar y cortar — Draco asintió suavemente.

—Estan aquí el día de hoy para aprender la sutil ciencia y el arte exacto de hacer pociones —comenzó Snape luego de que terminó de pasar lista . Hablaba casi en un susurro, pero se le entendía todo. Como la profesora McGonagall, Snape tenía el don de mantener a la clase en silencio, sin ningún esfuerzo— Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita y muchos de ustedes no creerán que esto sea magia. No espero que lleguen a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, engañando los sentidos... Puedo enseñarles cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte... si son algo más que los alcornoques a los que habitualmente tengo que enseñar— Todos permanecieron en silencio, Harry le dirigió una mirada de desagrado a Draco.

—Pónganse en parejas — Exclamó Snape en tono molesto. Vio a Nott ser interceptado por unos cuantos Slytherin, pero este los rechazo a todos o simplemente los ignoraba al pasar de largo.

—Harry ¿Tú y yo ? — Harry asintió suavemente, mientras se acomodaba junto a él. Vio a Snape fruncir el ceño furioso al verlos tan juntos.

Como él lo temía, Neville fue aislado de inmediato por todos. Los Slytherin lo ignoraban y los Gryffindor también. Nott se acercó a él para decirle algo, Neville asintió con algo de nerviosismo y se colocó junto a él.

Como había dicho Nott, había puesto a Neville a cortas y pelar, mientras le explicaba cómo debía hacer los procedimientos sin tanta prisa.

—Muy bien señor Malfoy — Snape estaba junto a él, examinando con orgullo la poción perfecta de su ahijado. Frunció el ceño hacia Harry, el cual seguía cortando totalmente nervioso —¿a eso llama Cortés uniformes? Esfuércese un poco más Potter — Dijo con desprecio, mientras volvía a su ronda. Harry se encogió sobre el mismo, mientras trataba de hacer cortes menos torcidos.

—Nott, ten cuidado con eso, tienes que poner ya los trozos de espina-algas o la poción perderá fuerza— Exclamó en un tono frío le profesor. Nott hizo lo que le indicaban lentamente —Muy bien, un color muy bueno —

Una explosión llamo la atención de todos los presentes. Draco miró de inmediato a la mesa de Nott y Neville, pero su poción seguía estando bajo control y ellos estaban igual de sorprendidos que todos los demás. No como el caldero de Seamus Finnigan y Ron Weasley, el cual había explotado. Después de limpiar y regañar a los alumnos de Gryffindor (Y claro bajarle puntos). Snape ordenó que un adolorado Seamus fuera llevado a la enfermería de inmediato.


Una hora después estaban saliendo todos de las mazmorras, con 5 puntos más por las 2 únicas pociones que estaban perfectas. Tristemente a Granger la explosión la había tomado en el peor momento, y aunque su poción no había quedado arruinada, no era perfecta.


Les tocaría clases de transformaciones antes de descanso. Entraron al salón en silencio, la profesora McGonagall ya estaba dentro, y parecía bastante impaciente.

—¿Están todos? — Pregunto, mientras cerraba la puerta con un hechizo —Transformaciones es una de las magias más complejas y peligrosas que aprendan en Hogwarts —dijo— Cualquiera que pierda el tiempo en mi clase tendrá que irse y no podrá volver. Ya están prevenidos —.


Entonces transformó un escritorio en un cerdo y luego le devolvió su forma original. Todos estaban muy impresionados y no aguantaban las ganas de empezar, pero muy pronto se dieron cuenta de que pasaría mucho tiempo antes de que pudieran transformar muebles en animales. Después de hacer una cantidad de complicadas anotaciones, les dio a cada uno una cerilla para que intentaran convertirla en una aguja.

Draco ni siquiera tuvo que pensarlo mucho, el cerillo se transformó entre sus dedos en una aguja, tan pronto como tocó su piel.

—¡Muy impresionante señor Malfoy — Draco vio con diversión como a Hermione parecía haber recibido una cachetada en ese mismo momento. Harry le dedicó una mirada curiosa, mientras que Neville lo miraba con admiración. Pero Draco no se detuvo allí, tomó su pluma delicadamente. La profesora supo de inmediato sus intenciones.

—No creo que pueda con eso joven Malfoy, todavía no tiene — Abrió los ojos sorprendida cuando vio como la pluma se volvía una camada pequeña de mariposas apenas con un movimiento suave de su varita —¡Eso es algo sorprendente! — Exclamó con un brillo extraño en sus ojos —¡5 puntos para Slytherin! — Y tal como había pasado cuando le habían dado puntos en pociones, Hermione lo miró como fuera la cosas más desagradable del mundo— Continuemos — Exclamó.

—No puedo hacerlo — Casi grito Neville. Draco se mordió el labio inferior, mientras recordaba lo que le había dicho el sombrero. ¡Tenía que liberar a Neville de ese hechizo! O nunca podría alcanzar su verdadero potencial.

—Si puedes, solo tienes que concentrarte— Draco se dedicó a ayudar a Harry y a Neville con sus cerillos, hasta que al final había logrado que el de Harry fuera plateado, y el de Neville encandiló le salió una punta

—Es todo por hoy — Todos salieron apresurados de salón. Después de eso la clase que todos esperaban era Defensa Contra las Artes Oscuras, pero las lecciones de Quirrell resultaron ser casi una broma. El aroma desagradable a ajo lo hizo fruncir el ceño. Sabía que tenía que mantener vigilado muy de cerca a ese hombre, el cual solo se dedicaba a ponerse en ridículo frente a su clases. Draco podía sentir la magia oscura que provenía de el. Su poder, aunque débil, le ponía los pelos de punta.


—¿Puedo acompañarte a donde Hagrid? — Pregunto suavemente a Harry cuando salieron al fin de la clase.

—Claro ¿ vienes Neville? — Neville negó suavemente.

—Tengo que ir por un libro, Nott me lo prestará para la redacción de pociones — Se dio media vuelta — Nos vemos después— Se despidió, corriendo hacia la sala común con prisa.

—¿Vamos? — Pregunto Harry en un tono suave. Draco asintió.

Comenzaron a caminar hacia los terrenos externos del castillo, mientras conversaban de cosas banales.

—¿Quién te enseñó a hacer eso? — Le preguntó Harry, con una expresión curiosa.

—Tenía un tutor, muchos libros y una mente hambrienta (Además que ya vi todo eso y lo reforcé durante mis años veteranos ) — Sonrió con malicia — Por ahora me lo estoy tomando con calma, pero apenas cuando comience la escuela con fuerza — sonrió aún más, mostrando sus blancos dientes, algunos aún de leche — Los arrastraré a la biblioteca y los obligaré a sacar buenas notas — Harry hizo un puchero.

Llegaron a la Cabaña unos minutos después. Harry tocó la puerta suavemente. Los ladridos del perro de Hagrid se escucharon del otro lado de la puerta.

—¡Oh! ¡ hola Harry! — El enorme hombre abrió la puerta para ellos, topándose de frente con Draco — ¡Hola joven Malfoy ! — Lo saludo efusivamente, un poco cohibido por lo presencia del niños rubio —No se queden hay. Por favor pasen — Les cedió el paso a más jovenes, ofreciéndoles te.

—Muchas gracias — Draco le agradeció la tasa de té que le pasó una vez que estuvieron sentados—¡cierto! ¡Mi madre le manda esto! — Saco de su túnica el un pequeño paquete que había recibido por correo esa misma mañana — Como agradecimiento por lo que pasó en el callejón — Fingió vergüenza delante del semi- gigante, el cual se sonrojó al ver el presente que le habían mandado — De verdad lo siento— Se disculpó. Hagrid acaricio sus cabellos rubios con una enorme sonrisa.

—¡muchas gracias Draco! — Hagrid le sonrió en agradecimiento, mientras abría el paquete con la mayor delicadeza que pudo. Draco se sintió esta ves genuinamente avergonzado por el trato tan familiar de Hagrid—Galletas ¡y son caceras! — Exclamó Hagrid encantado con el dulce olor, mientras guardaba la tarjeta de agradecimiento. El paquete se volvió mucho más grande una vez que no tuviera el papel cubriéndolo, alcanzó el tamaño de una cesta.

Era una lata llena de galletas caseras de todos los tamaños, formar y decoraciones. Draco estuvo seguro que seguramente que su madre había preparado ella misma. Las galletas humeaban como recién echas, resultado de un hechizo. Draco pensó por un segundo que seguramente también le había mandado algunas a él, en su paquete de dulces de esa mañana.

Comenzaron a hablar sobre muchas cosas mientras comían las galletas de su madres, junto con los horribles y duros pasteles de Hagrid. Hablaban de como le había ido esa primera semana, como se adaptaban a Hogwarts poco a poco, y un poco de los amigos que habían echo, entre otras cosas, y claro, del horrible Filch y su horrible gata. Hagrid solo río un poco mientras les contaba lo poco que soportaba a ese hombre también.

—¿Y esto? — Pregunto Harry él voz alta. Draco lo vio examinar un diario del profeta que estaba sobre la mesita. Draco se acercó un poco más para leer lo que decía.

“Asalto a Gringotts”


“Continúan las investigaciones del asalto que tuvo lugar en Gringotts el 31 de julio. Se cree que se debe al trabajo de oscuros magos y brujas desconocidos.
Los duendes de Gringotts insisten en que no se han llevado nada. La cámara que se registró había sido vaciada aquel mismo día ”.


Como nota extra había una declaración de uno de esos horribles Gnomos, el cual decía: “Pero no vamos a decirles qué había allí, así que mantengan las narices fuera de esto, si saben lo que les conviene“ —Draco rió un poco ante la declaración del duende.


—¡Hagrid! —El grito de Harry sobresalto un poco a Draco, el cual le dirigió una mirada de enojo—¡ Ese robo en Gringotts sucedió el día de mi cumpleaños! ¡Pudo haber sucedido mientras estábamos allí! — Draco le echo una mirada crítica al semi gigante, el cual decididamente evitó la mirada de ambos infantes, ofreciéndoles más pastel o galletas. La mente de Draco comenzó a trabajar. Mil ideas se le cruzaron por la mente tan rápido como un rayo.

Unos minutos después estaban caminando devuelta al castillo. Draco y Harry se mantenía callados y pensativos, seguramente su mente estaba fija en lo mismo.

 

—Malfoy — Escucho cómo alguien lo llamaba cuando estaba apunto de entrar al castillo. Era Blaise Zabini, el cual se encontraba sentado en uno de los escalones, rodeado de otros Slytherin que Draco no se tomó el tiempo para detallar.

—Zabini— Escupió sin intentar cubrir su desagrado ¿para qué mentir? Odiaba a ese niño idiota y engreído hasta la médula.

—¿Podemos hablar? — Blaise le echo una mirada agresiva a Harry, el cual ni se inmutó — A solas— Harry lo miró con nerviosismo.

—Adelántate, te alcanzo luego — Draco miró a Harry de forma tranquilizara. Harry suspiró y dio 20 pasos cortos, Draco quiso reír cuando lo vio apoyarse en la pared de piedras para esperarlo.

— Ahora que tu novia nos a dejado solos — Escupió el italiano, mientras se paraba para mirarlo fríamente —Fue divertido al comienzo , pero ya se está volviendo penoso ¡Incluso fuiste a la cabaña del empleado, eso es enfermizo Malfoy! Es suficiente de actuaciones Malfoy — Draco curvo elegantemente su ceja, pero sin quitar su expresión fría y despectiva.

—No tengo ni idea de a lo que te refieres Zabini — Zabini lo miró serio, detallandolo de forma extraña que por un segundo lo hizo sentir incómodo.

—Malfoy, Malfoy, Malfoy. Fue divertido al comienzo, pero esto ya se volvió ridiculo. ¡Incluso le pediste a Nott que trabajará con la alimaña de Longbottom en pociones ! ¡Crees que no te escuche, no necesite que no me lo contara para saberlo! — Se mantuvo serio, mientras apretaba su mandíbula de forma molesta —Pero ahora yo tomaré las riendas de esto. ¡Estas son tus opciones Malfoy!: O tiras a la alimaña de Longbottom y al marginado patético de Potter lejos y dejas de avergonzar a los puros, o me aseguraré de que sus vidas se vuelvan un infierno — Draco sonrió cuando El Niño italiano termino de hablar, a pesar de lo furioso que se sentía en ese momento, no pensaba darle ese gusto a Blaise de verlo enojado.

—¿Es todo lo que tenías que decirme? — Zabini frunció el ceño, fulminándolo con la mirada —Si me disculpas — Antes de que pudiera decir otras cosa, me fui lentamente hasta donde me esperaba Harry.

—¡Prepárate Malfoy! ¡Haré tu vida un infierno! — Logró escuchar, pero no le presto atención.

—¿Qué fue eso? — Pregunto Harry al verlo llegar.

—nada— Se encogió de hombros con desinterés.

Esa misma tarde escribió una lechuza, la más difícil de todas. Les informa a sus padres sobre su amistades en Hogwarts: la contestación había sido simple y odiosamente clara: “ Hablaremos de eso en Navidad”. Letra de Lucius, después de eso no habían hablado a fondo de eso, su madre comenzó a mandarle más dulces para que los compartiera con sus amigos, y eso lo alegro bastante.

Como había prometido Draco, cuando las clases se habían comenzado a volver más complejas, y poco a poco los días pasaban, Draco comenzó a arrastrar a todos sus amigos a la biblioteca para que estudiarán en conjunto. Claro que el los ayudaba y explicaba con paciencia, sobre todo en pociones y transformaciones que eran los eslabones más débiles de la mayoría. Habían logrado con éxito que sus amigos no se atrasarán, y sobresalieran un poco de entre todos los demás.

Otra promesa que se había cumplido era la de Zabini, que había comenzado a molestarlos a diestra y siniestras con su grupo de amigos idiotas, lo que había causado una guerra campal dentro de su propia casa. Ningún otro Slytherin trataba de meterse en medio, pues no querían ganarse de enemigos a ninguno de los 2, así que ahora estaban hasta más aislados que antes. Pero eso no le importaba a Draco, el tenía a su Harry a su lado, a Neville que era un amigo incondicional, incluso tenía el apoyo de Crabbe y a Goyle, los cuales lo seguían a pesar de la rabia de Zabini, incluso aveces tenía a Nott, el cual se había vuelto el asesor de pociones de Neville, y siempre se ponían como pareja para ayudarlo un poco.

Con los Gryffindor, eso era otro cuento. Ron Weasley se había vuelto una molestia incondicional y un verdadero dolor de cabeza para Harry ( por qué su guerra era principalmente con Harry) Harry lo detestaba para completo placer de Draco, mientras que Ron lo consideraba un “ traidor”. Y claro, tenía que soportar las miradas de odio de Hermione Granger solo por hacer las cosas antes que ella o recibir algunas ovaciones por los maestros, cosa que le causaba mucha risa y irritaba a enormemente a Harry. Aveces podía sentir como sus ojos quemaban su nuca en la biblioteca, en la cual siempre permanecía sola y aislada completamente.

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Draco despertó por una sonora alarma que sonaba incesantemente dentro de su cabeza, al ver el Reloj que había convocado no pudo evitar suspirar. Eran las 2 a.m.

—Amo— Su elfo doméstico apareció en un pequeño “pop” haciendo una reverencia. Miró alrededor con cautela. Sus amigos dormían suavemente, sin notar lo que ocurría alrededor.

El elfo tomó su mano y desapareció.

Aparecieron en el antiguo estudio escondido en la mazmorras de la mansión Malfoy. Justo en medio del piso, 3 calderos burbujeaba violentamente, uno en color verde, otro en color violeta y el ultimo estaba sellado. Draco caminó hasta uno de los libreros del estudio, el cual estaba lleno de pociones embotelladas y clasificadas, tomando uno en el que se leía “Multijugos ” y la guardo en su Tunicia. Sacó su varita, y en un floteo el libro que había tomado de Hogwarts apareció frente a él, pasó las páginas hasta encontrar la página que buscaba.

—¿hace cuando cambio de color? — Draco señaló a la poción de en medio. El líquido era color verde musgo, el elfo se encogió sobre el mismo con miedo.

—Hace 23 minutos y 44 segundos amo — La criatura hablaba de forma nerviosa y sumisa. El simplemente asintió. Se acero a otro librero lleno de ingrediente de pociones, y tomó un enorme jarrón trasparente lleno de líquido rojo fuego.

—Y este es el último. ¿Ya son las 2:05 a.m? — La criatura sacó un pequeño reloj de bolsillo, examinando la hora.

—En 5 segundos, 4, 3, 2, 1 — Draco arrojó el líquido rojo en un solo movimiento sobre el caldero de la izquierda con líquido morado, haciendo que la poción burbujeara, explotando violentamente y se volviera totalmente blanca—Esta lista— Apago el fuego con la varita.

La criatura comenzó a embotellar con magia el liquido blanco

— Necesito solo 2 de estas para esta noche, las demás guardarles y etiquétalas —El elfo le pasó 2 viales del líquido blanco, y las demás las guardo en el enorme librero —Esta todavía le falta 1 mes — Señaló a la poción que estaba sellada a la derecha, la cual temblaba de forma violenta —En un mes exactamente, debes ir por mi a las 5 a.m. Debe haber luna llena ¿Trajiste lo que te pedí? — La criatura asintió mientras se ponía pálida.

Apareció en un chasquido una camisa vieja, la cual estaba dentro de una bolsa, tenía hoyos y estaba rasgada y sucia. Draco frunció el ceño por el aroma desagradable que desprendía.

— ¿Cuándo fue la última vez que utilizó esto? — Pregunto con asco, mientras arrojaba la camisa dentro de la poción que antes estaba sellada. Sellando de nuevo de inmediato.

—Hace unas horas mi señor. El Auror dijo que acababa cambiarse — Draco asintió. Ahora concentro su atención a la tercera poción.

—Esta solo le falta— Acerco con magia un pequeño recipiente de los estantes, el cual tenía algas extrañas — Listo— Dijo al arrojarle 3 de las algas azules y babosas. La poción cambio a un color verde claro.

—Embotellalas. A partir de mañana tu deber es poner esta infusión a la comida de Neville Longbottom — Draco suspiro pesadamente al ver la casa de horror de la criatura —Esto no es nada malo, una vez que comience a tomar esto el hechizo que sirve como tapadera para su magia se irá desbloqueando, dándole mejor control y haciendo que la magia se mueva por su cuerpo como debería ser. Esta poción fue creada por mi, para el ministerio, realmente sirve para “ Desbloquear” también evita la sangre Muggle sirva como inhibidor para el potencial de la sangre mágica. Si se usa con Sangre sucia evita que sus hijos nazcan sin potencial mágico. Pero también funcionará con Neville para su problema, ya que hay algo evitando que su magia siga su camino — Suspiro, sin saber muy bien por qué siempre le contaba todo al elfo, seguramente por qué se sentía un poco solo y sabía que el nunca le contaría a nadie. El elfo lo miró de forma extraña.

—¿Lo otro que te pedí? — El elfo se sobresaltó, mientras sacaba esta vez un poco de pelo.

El saco la infusión que hace pocos minutos había guardado. Abrió el corcho y arrojo el cabello dentro, para luego beberlo de un sorbo. Su cuerpo comenzó a burbujear, cambiando de forma gracias a los efectos de la multijugos. Se convirtió en un hombre alto, con ojos azules y rostro anguloso, pelo negro y muy atractivo.

—¿Quién es este? — Pregunto al verse a un espejo. La piyama se había rasgado y destrozado dejándolo casi desnudo. Se quitó los restos de ropa regada u la cambio por una muda de ropa que su elfo le ofrecía .


—Como el amo ordenó, Smoky buscó un mago desconocido y joven. El nombre es Sir Mcleod Billis, el amo ahora tiene 21 años, es Escocés y mestizo — Draco asintió.

—Bien me voy, volveré en unos minutos, espérame para llevarme de nuevo a Hogwarts— La criatura asintió, mientras le hacía una reverencia . Draco camino hasta la chimenea para dirigirse a la mansión Malfoy.

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-----Narcissa Malfoy---


El recibidor de la mansión Malfoy se mantenía en completa silencio, apenas tenuemente alumbrado por las lámparas que nunca había sido apagadas. Una fila de elfos domésticos se mantenían a una distancia considerable, en espera de órdenes de algunos de sus amos.

Narcissa Malfoy se encontraba parada, totalmente rígida en su lugar frente a la chimenea. Severus Snape, y su esposo se encontraban parados a cada de ella, Lucius sostenía su mano delicadamente para calmarla, entrelazando sus dedos suavemente en un gesto íntimo y dulce. Estaban tensos y rectos, totalmente nerviosos y expectativos. El oscuro los había citado allí hace algunos días. La chimenea se mantenía abierta, para poder darle paso a esa persona que llevaba años escribiéndoles cartas. El nerviosismo sobre ese encuentro invadía su cuerpo delicadamente, haciendo que sus manos templaran de forma compulsiva. Unas ganas enormes de escapar de ese lugar la invadiendo, en un ataque de pánico mudo que apenas podía contener. Miró el reloj de la pared sobre la chimenea para distraerse un poco de su caótica mente. ¡Eran las 2:15 a.m!. Estaba demasiado cansada por la falta de sueño de la noche anterior. Solo deseaba escribirle una carta a su hijo, luego tomar un té e ir a la cama.

La llamarada de fuego de la chimenea llamó su atención, haciendo que saliera súbitamente de su pensamientos. Una persona entro a la sala con paso suave, era solo un joven. Uno bastante atractivo, vestido de negros y con una expresión de total tranquilidad. Lo que más la sorprendió era que venía totalmente solo, movió la cabeza un poco para ver si atrás de él alguien más aparecía, pero nada pasó.

—Malfoys, Snape— Saludo en tono cortante, su voz se escuchaba fingidamente gruesa.

—Multijugos — Exclamó Severus, mientras entonaba los ojos sobre él hombres.

—Así es, por ahora no puedo dejar que averigüen quién soy. Un paso adelante — Susurro de repente el muchacho. Lucius se veía incómodo y expectativa a lo que iba a hacer el muchacho.

Ninguno de los Malfoys se movió, fue Severus Snape el que dio un paso decidido, para encarar al muchacho trasformado.

—Dame tu antebrazo — Severus Lucía totalmente fastidiado. Sus ojos oscuros fulminaban al hombre con intensidad. Narcissa sabía que quería ver en su mente, pero su cara de frustración pocos segundos después le indico que el muchacho tenía sus defensas puestas firmemente. Le pasó su antebrazo blanco, mientras se descubría la manga para dejar la piel expuesta ante los ojos curiosos del hombre joven. El muchacho le parecía extrañamente familiar, algo dentro de ella le daba una sensación enternecedora cuando lo veía.

—¿Y bien? Adelante mocoso — Escupió Severus con furia. El estaba totalmente desconfiado de ese hombre, pero aún así había aceptado venir ese día solo por qué Lucius se lo había pedido.


El muchacho saco de entre los pliegues de su túnica un frasquito con un líquido blanco. Severus examinó el líquido con su ojos expertos, tratando de averiguar que era eso, pero el muchacho solo derramó sobre el antebrazo de Severus, el cual sólo atinó a estremecerse.

—Listo — Exclamó, su voz salió igual de fingida que antes. Vimos como la marca tenebrosa aparecía claramente, tan negra y horrible como siempre y como poco a poco se comenzaba a borrar con un brillo negro. Un humo oscuro salió del antebrazo de Severus, que estaba con la boca abierta.

Saqué mi varita para examinar el brazo con un hechizo.

—La magia de — Las palabras se atoraron en su garganta, formando un fuerte nudo que evitará que dijera ese nombre —De EL a desaparecido completamente de tu antebrazo Severus— Lo miró con ojos brillantes.

—¿Esta listo señor Malfoy? — Lucius solo asintió. Su esposo dio un paso al frente, soltando sus dedos y con eso arrancándole toda sensación de seguridad.

—Bien, ahora discutamos de cosas más importantes — Exclamó el muchacho. Lucius tocaba compulsivamente su antebrazo, como esperando sentir algo que ya no estaba allí.

—¿Cuáles son tus intenciones? — Exclamó Serverus, irguiéndose frente a él totalmente molesto. Narcissa mordió su labio inferior en un gesto nervioso.

—Debemos asegurarnos primero que Harry Potter gane esta guerra. El muchacho es la clave, el primer paso — El más joven su varita, la cual saco una extraña energía.

—¿Potter? — Severus elevó una ceja.

— Seguramente ya le contaste, pero después de Voldemort —Todos los presente, exceptuando el más joven se estremecieron —hay una guerra peor que debemos enfrentar. Una vez que el ministerio sea debilitado por la guerra, y ya con sus nombres en lo alto y totalmente libres, simplemente hay que dar un pequeño empujón a la infraestructura débil para terminar de destruir al ministerio, antes de tomar el poder. Pero por ahora, solo hay que asegurarnos que Potter gane. Pero sobre todo que salga vivo, y tratar de terminar esta guerra lo antes posible. Una guerra de 10 años es inaceptable — Todos se miraron entre ellos.

—Estamos con usted, mi señor — Dijeron al unísono Lucius y Severus.

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Draco Malfoy

Draco se encontraba sentado en su viejo estudio, totalmente aburrido en espera de que él multijugos dejará de hacer efecto para poder irse a Hogwarts y dormir un poco. El libro grueso que había robado de la biblioteca privada del despacho de director ahora descansaba sobre sus piernas. Seguía pasando las páginas suavemente, con la mirada aburrida y cansada puesta perezosamente sobre las antiguas páginas.

—¿Hn? — Exclamó al pasar otra página. Puso una sonrisa enorme al encontrar algo que llevaba buscando desde hace mucho —Smoky — El elfo apareció frente a él — Pásame una poción revitalizante y una anti-sueño, creo que esta noche no dormiré — La criatura asintió ante las órdenes de su amo .

 

----Hogwarts-----


Draco apareció en su cuarto a exactamente las 6:50 a.m totalmente lleno de energía. Ese día se encontraba muy emocionado pues tocaba su primera lección de vuelo y era una de las pocas cosas que añoraba desde hace más de 50 años. Había procurado bañarse rápido y esperar impaciente que Harry y Neville despertaran (Llos cuales despertaron mientras estaba en el baño) se bañaran y se vistieran, para luego salir con dirección al gran comedor .

—Hola princesas ¿listas para volar? — Blaise Zanini los miraba con diversión a unos cuantos puesto de donde se encontraba Draco. Tenía una estupida sonrisa socorrante entre sus labios, sus odiaras amigos rieron ante lo dicho por su líder. Draco al fin pudo detallar a su grupo, eran Jody Jacknife de su mismo año, Neil Lament de segundo, Pansy Parkinson junto a Irfan Mustaq y a su lado Milicent Bulstrode. Pansy se reía sonoramente, como si él hubiera dicho lo más gracioso del mundo. Draco solo los ignoro.

Crabbe y Goyle llegaron en ese momento, saludando a todo y sentándose junto a Neville, el cual lo saludo amigablemente.

—Nos toca vuelo ¿emocionado? — Pregunto Draco, vio con diversión como Harry y Neville tragaban saliva totalmente pálidos . En ese momento veía una lechuza hermosa dejaba caer elegantemente algo frente a Neville— Mama no envía esto, pidió que lo compartiera con ustedes — Draco sacó una lata de galletas muy parecidas a las que le había mandado su madre a Hagrid el día anterior.

Goyle y Crabbe se le iluminaron los ojos al ver las famosas galletas caseras de la señora Malfoy, las cuales hacia aveces cuando eran niños e iban a jugar con Draco a su casa.

—¡Los hizo la señora Malfoy! — Los 2 niños más grandes se aventuraron a tomar unas cuantas de una vez. Draco solo río y asintió. Harry y Neville tomaron una cada una.

—¡Están deliciosas! — Exclamó Neville, abriendo el paquete que le acababa de llegar, sin dejar de comer unas cuantas de chocolate.

—De verdad son muy ricas, Hagrid todavía debe estarse atascando con ellas ¿Viste cómo se las comió ayer? — Bromeó Harry con una sonrisa enorme.

—Es verdad, no dejaba de tomar las de chocolate. Casi llora cuando se comió la última — Draco rio en tono animado.

—¡Miren esto! — Exclamó Neville, mientras sacaba una bola de cristal del tamaño de un canica, la cual estaba llena de humo blanco —¡Es una Recordadora! —explicó totalmente feliz. Draco posó su vista en el objeto con curiosidad—La abuela sabe que olvido cosas y esto te dice si hay algo que te has olvidado de hacer — Crabbe miró el objeto totalmente embelesado, mientras Goyle se seguía comiendo las galletas de nuez —Miren, uno la sujeta así, con fuerza, y si se vuelve roja... oh..— Derepente el humo se volvió escarlata—... es que has olvidado algo — Neville puso una expresión pensativa.

—¡Quizás olvidaste dónde dejaste tu orgullo o tu dignidad !— Exclamó Zabini en voz alta, todos los de la mesa de Slytherin que estaban cerca rompieron en risas, mientras Neville enrojecía violentamente, ocultándose atrás de Crabbe y Goyle. Goyle se levanto totalmente enojado, listo para ir a golpear a Zabini, pero Draco lo jaló del brazo para que se sentará, y en su lugar se levanto para mirar a toda la mesa con odio. Tan pronto como notaron la mirada de Draco todos callaron, encogiéndose nerviosos al sentir como una corriente fría pasaba por su espalda.

—¡A callar todos! — Fue una orden dada por Draco lo que los hizo estremecer aún más. Zabini frunció el ceño, mientras miraba con odio a Draco, el cual le devolvía la mirada llena de odio.

En ese momento apareció Nott en el panorama, el cual acaba de entrar al gran comedor con la nariz aún metida dentro de un libro. Camino hacia ellos tranquilamente.

—Olvidaste esto en la sala común — Dijo Nott, mientras le tendía un pergamino a Neville —¿Ocurre algo? — Pregunto al ver su rostro totalmente rojo aún por lo que acababa de pasar de Neville. Neville negó, recibiendo el pergamino con una pequeña sonrisa.

—Gracias— Nott asintió, mientras daba media vuelta y se iba otra vez del gran comedor. La recordadera entre sus dedos volvió al blanco de antes.

—Con que esto es lo que habías olvidado — Exclamó Harry para aligerar el ambiente. Crabbe y Goyle rieron un poco, mientras Draco solo dejaba salir una sonrisa y Neville se relajaba.

Las horas pasaron luego de ese incidente y nadie volvió a mencionarlo, se terminaron las galletas con algo de leche en las escaleras, durante unos de los resecos, mientras conversaban de cosas tontas. Cuando se hicieron las 2:15 de terminar se dirigieron al fin a los terrenos de afuera para su primera lección de vuelo. Harry iba un poco más tranquilo, mientras caminaba tranquilamente contando un chiste Muggle que todos parecían entender menos el.

—Hnn— Alguien chocó contra Harry, el cual se volteó para ver con quien se había chocado.

—¡Fíjate por dónde vas! — Exclamó Ron Weasley, mientras empujaba a Harry para poder seguir caminando.

—¿¡Qué te pasa Weasley!? — Grito Harry, mientras le devolvía el empujón a Weasley. Ambos parecían listos para pelearse hay mismo, los amigos de Weasley dieron un paso adelante, mientras que Crabbe y Goyle hacían lo mismo listos para defender a Harry.

—¿¡Qué está pasando aquí!? — Snape apareció en ese momento. Su mirada oscura vio con intensidad al grupo reunido, dándole una mirada intensa a su ahijado.

—Nada señor, solo íbamos a la clase de vuelo y sin querer nos chocamos por ir demasiado distraídos. Pero no se preocupe, ya nos íbamos — Draco le hablo, mientras le dirigía una mirada suplicante a su padrino. Snape endureció su ceño.

—Entonces andando — Exclamó en tono ácido. Weasley y Harry se separaron de inmediato, para continuar su camino hacia afuera —Y señor Malfoy.... Quiero verlo en mi oficina a las 6 — Draco asintió, continuando su camino con su grupo hasta llegar al terrenos donde los esperaba la profesora de vuelo. La señora Hooch. Junto a una hilera de escobas viejas, esperaban impacientes a que todos llegaran.

—Bueno ¿qué estan esperando? —bramó en tono fastidioso la profesora —Cada uno al lado de una escoba. Vamos, rápido.


Draco tomó su escoba. Era vieja y se veía bastante destartalada.


—Extiendan la mano derecha sobre la escoba —les indicó la señora Hooch. Draco rodo los ojos— y gritar arriba —.

—¡ARRIBA! —gritaron todos los estudiantes al unísono


De inmediato la escoba de Draco y Harry llegó a sus dedos, en un movimiento violenta, ambos se sonrieron. Pero para sorpresa de todos la de Neville también se elevó un poco, como su hubiera dado un salto. Nott que estaba a su lado lo felicito, mientras Draco solo pensaba en su poción con satisfacción.

Luego de eso la profesora les mostró cómo debían montarse correctamente.

—Ahora, cuando haga sonar mi silbato, datan una patada —Hablo la profesora en tono fuerte.

— Mantener las escobas firmes, se elevarán solo un metro o dos y luego bajaran inclinándose suavemente. Preparados... tres... dos... — Pero Neville, nervioso y temeroso de quedarse en tierra, dio la patada antes de que sonara el silbato.

—¡Vuelve, muchacho! — Draco tragó saliva, mientras veía a Neville subir seis metros... Se veía muy asustado.


¡BUM!... Neville se había caído de su escoba, y ahora yacía sobre el pasto totalmente inerte. Su escoba seguía subiendo, cada vez más alto, hasta que comenzó a torcer hacia el bosque prohibido y desapareció de la vista.

—La muñeca fracturada — Draco quizo darse un golpe mental al no prever esto, pero ese echo se había ido de su mente anciana y ahora por su descuidó su amigo estaba herido—. Vamos, muchacho... Está bien... A levantarse — La señora Hooch lo tomo delicadamente.

Neville estaba llorando, su rostro se encontraba rojo al no poder contener las lágrimas.

—¿Está bien? — Pregunto Nott, cuando lo profesora paso a su lado. La profesora asintió.


—No deben moverse mientras llevo a este chico a la enfermería. Dejen las escobas donde están o estarán fuera de Hogwarts más rápido de lo que tarden en decir quidditch — Exclamó la profesora, mientras entraba al castillo.


Neville, con la cara surcada de lágrimas y agarrándose la muñeca, cojeaba al lado de la señora Hooch, que lo sostenía. Draco y Harry se miraron sin saber qué hacer.


Casi antes de que pudieran marcharse, Zabini ya se encontraba riéndose
—¿Han visto la cara de ese gran zoquete? —Los otros Slytherins rieron, exceptuando a Crabbe, Goyle, Harry, Nott, y claro el mismo Draco, los cuales fruncían el ceño. Los Gryffindor comenzaron a reír también, excepto Granger.

r32;—¡Cierra la boca, Blaise! — Para sorpresa de todos fue Nott el que grito. El muchacho se cruzó de brazos con los ojos llenos de enojo.

—¿y a ti qué te pasa?— Pansy Parkinson le grito —¿Te volviste defensor de los perdedores? — Nott dio un paso atrás, mientras dejaba su escoba.

—Es nuestro compañero de casa, además de que tal como nosotros es un sangre pura ilustre y sobre todo ¡es mi amigo ! — Grito, mientras se sentaba en la grama —¿Cómo puede hacerles gracia eso? ¡Pudo haberse matado! — Exclamó furioso Nott, mientras sacaba un libro de los pliegues de su túnica y comenzaba a leer. Zabini camino hasta aún lado, tomando algo del piso.

—Miren lo que me encontré—Zabini mostró el brillante regalo de la abuela de Neville, con una sonrisa malvada alumbrando sus facciones.

—¡Dame eso ahora Zabini! — Harry encaró al italiano con enojo.

—Ahora es mío — Exclamó Zabini en tono burlón. Mientras se subía sobre su escoba para comenzar a subir en el aire —Pero si lo quieres ¡Ve por el Potter! — Harry camino hasta donde había dejado su escoba.

—¡No! — Grito Hermione Granger — Nos meterás en problemas —.

—¡Cállate Granger — Exclamó Draco mirándola con enojo — Ve Potter, dale una lección a ese inbecil — Harry asintió, dedicándole una sonrisa .

Draco se mordió el labio inferior al verlos maniobrar por un buen rato, vio como Harry iba a toda velocidad a un punto, deteniéndose de una forma elegante y habilidosa antes descender suavemente, ahora con la recordadora de Neville entre sus dedos.

—¡Potter! — Snape exclamó, mientras caminaba hacia ellos con la cara roja del enojo— ¿¡Qué cree que hace Potter!? ¡venga conmigo en este instante — Exclamó, mientras arrastraba a Harry sin delicadeza hacia el castillo, dejando a Draco con la boca abierta.

— Se lo merece— Draco tomó su varita entre su túnica, sin sacarla completamente para que nadie pudiera verla. Hizo un hechizo que volvía las piernas Zabini suaves como fideos — ¡Ahhh!— grito mientras daba contra el piso. El hechizo desaparecería en 1 hora.

—Andando, vamos a ver a Neville a la enfermería. Ya se acabo la hora de vuelo y ya no tenemos más clases —Exclamó Draco a Crabbe y Goyle, los cuales asintió mientras se reían de Zabini. Nott se levanto para caminar hacia ellos, mientras guardaba su libro en su túnica.

Mientras caminaban por los pasillos, un alegre Harry llegó corriendo con una enorme sonrisa.


—Por esa cara diría yo que no te expulsaron — Dijo Draco totalmente divertido, aunque ya sabia la respuesta y con que venía a continuación.

—Estoy en el equipo de Quidditch — Exclamó Harry dando un saltito de alegría.

“No importa tu casa o el tiempo, Harry sigue teniendo esa suerte” se dijo Draco divertido.

 

 

 

 

 

 

 


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