Catorce de febrero, Logan odia la fecha; todo el mundo hace alboroto y malgasta el dinero por cosas innecesarias, todo en esa fecha eran puras estupideces mezcladas con mercadotecnia...pero sin embargo ahí estaba, al frente de la puerta de esa casa como ya lo había hecho durante varios años antes. Abriendo la puerta con la poca delicadeza que tenía o que intentaba tener para no hacer ruido, entrando a su casa y caminando por sus pasillos buscando a su esposo en cada cuarto que la casa tenia.
¿Desde cuando se había dejando envolver por las cursilerías del día de los enamorados? Bueno, la respuesta era sencilla, desde que Peter Maximoff apareció en su vida. Desde el primer san valentin que pasaron juntos donde su único regalo para el chico fue algo improvisados: su placa. No le importó dársela, aun que el hacer algo esa vez fue mas una obligación porque al chico parecía importarle la fecha pero fue al momento en que vio su sonrisa por ese simple acto que para el no significó mucho, pero que para Peter lo fue todo, que comenzó a tomarle importancia a la fecha.
Y era así como, cinco años después, se encontraba con un ramo de flores frente una puerta blanca, abriendo con igual cuidado para no llegar a despertar a la pequeña que sabia a estas horas el velocista arrullaria mientras su hijo mayor vería curioso a su hermanita en la cuna.
— Feliz catorce de febrero, Peter — dijo acercándose a la silla donde se encontraba el menor, arrodillándose a su lado entregándole las flores.
— Feliz San Valentí, Logan — respondió tomando el ramo para después depositar un suave beso en los labios de su marido. Mostrándole esa sonrisa por la que Logan estaba seguro mataría y haría lo imposible por preservarla en el rostro del chico siempre.
— Que bueno no puedes ver eso Laura, es asqueroso ver a los adultos besarse — dijo el pequeño a su hermana quien dormía plácidamente en su cuna. Causando una risa de parte de los mayores.
— Estoy seguro no pensaras lo mismo cuando seas mayor, Daken — dijo Peter levantándose de la silla — dejemos dormir a Laura, es tarde así que también tienes que dormir, Daken. Mañana ahí clases.
— Pero no tengo sueño.
— obedece a tu madre campeón, ve a tu cama — ordeno Logan revolviendo los cabellos negros de su hijo. El primogénito de los howlett/maximoff solo pudo obedecerle con desgano, hasta el sabia era muy noche para discutir con el anciano sobre que no quería dormir aun.
— y bien...algún otro plan para la fecha — dijo el plateado coqueto cuando su hijo se fue y ellos quedaron frente a la puerta de su habitación.
— mas de lo que crees — respondió tomándolo de su cintura antes de besarlo y meterse a la habitación.
Quizá odiaba el día de San Valentí, pero celebrarlo tenia sus ventajas; como ver la felicidad en el rostro de Peter por detalles tan sencillos como una simple rosa y un par de cosas más...