El tiempo para Peter se acababa y Logan lo sabía. Durante muchos años intento acostumbrarse a la idea de que en algún momento ya no podría estar junto a él, porque Peter envejecía como un humano normal y él no.
Pasaron casi 60 años juntos antes de que la muerte amenazara con llevarse a Pietro. 60 años donde pudo disfrutar de las sonrisas del más bajo, sus carias y besos, por dios, incluso se atrevería a decir que disfruto de esas bromas y juegos que en más de una ocasión le sacrón de quicio.
Pero nada de eso volvería a pasar, el tiempo corría, y no era a favor de ninguno de los dos. Porque Logan podía ver en ese pequeño monitor al lado de la Cama de hospital que el corazón de Peter dejaría pronto de latir.
— Logan, que mires el monitor no cambiara nada – dijo Peter con voz cansada, posando su mano encima de la de Logan.
— Lo sé, no tienes por qué repetirlo. – fue la única respuesta de logan
— Sabes...— dijo Pietro posando su vista en la contraria — Estar a tu lado fue lo mejor que me pudo haber pasado, gracias a ti viví los mejores 60 años de mi vida. Es por eso que quiero decirte algo antes de que me vaya — hizo una pequeña pausa— Gracias por dejarme amarte.
— El que debería de decir eso soy yo, aun con todo y mi carácter te quedaste conmigo, pudiste tener a cualquier persona, pero me escogiste a mi—replico Logan.
— Tú también pudiste tener a cualquiera, no me mientas diciendo que no. Yo era un adolecente inmaduro, hiperactivo y un real dolor en el trasero, pero aun así tú te quedaste conmigo. Es por eso que te agradezco. Agradezco que me dejaras quedarme contigo, que me permitieras amarte y demostrarte que no te arrepentirías de tu decisión, pero sobre todo...— la voz de Peter se iba apagando cada vez más, a la vez que sus ojos se humedecían — te doy gracias por amarme.
Antes de que Logan pudiera responder algo el corazón de Pietro se había detenido, su mano sin vida era sostenida por la de Wolverine que no podía más que lamentarse.
Había perdió a Peter. Todos los momentos que había vivido con él pasaron por su cabeza, cada uno más lúcido que el anterior. La tristeza poco a poco se apodero de él. Peter fue lo que más había amado, fue la cura a sus pesadillas y el remedio a su soledad.
Aun recordaba las palabras de Peter unas semanas a tras, cuando su estado había comenzado a empeorar: "no quiero que mi recuerdo te torture, por favor no dejes que eso suceda. Yo estaré bien así busca a alguien que pueda ayudarte a superar el dolor, así como yo lo hice hace tanto tiempo atrás". Pero logan sabia que eso no ocurriría, era algo que él no podría cumplir, lo supo esa primera noche que paso sin Pietro al lado suyo en esa ahora gran y fría casa.
El funeral fue llevado a cado dos días después de su muerte. En el entierro nadie oculto sus lagrimas, todos lloraron, excepto Logan. Nadie se podía explicar cómo era eso posible.
Cuando el entierro termino, y poco a poco la gente se fue, la única persona que quedo fue Logan. Fue ahí, ala sombra de ese árbol viejo y la lapida de Pietro como unció testigo, que pudo dejar caer sus lágrimas. Por primera vez en años Logan se permitió llorar.