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Aún de esa forma... yo te amo. por Adri6

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Nada en este mundo provocaba mi compasión de forma espontanea, nada excepto él… cuando le encontré con una rata en la boca, supe que era alguien que no merecía aquella vida, le salve pero creo que lo hice para que Kirk me salvara a mí también.

Con el tiempo se alimento de personas que se lo merecían, se acepto a sí mismo y lo que era pero aun así, buscaba una salida a su condición, no se rendía, quería volver a ser normal. Siempre le mire extrañado de que quisiera lo ordinario y no lo especial o diferente… aunque a decir verdad, mis poderes en ciertas ocasiones solo me han traído más problemas que ventajas.

Entonces, mientras día tras días, confiaba más en él, me di cuenta de que lo que estaba sucediendo, del problema que tenía entre mis manos. El científico Kirk Langstrom era quien actuaba de forma principal en mis fantasías… fantasías sexuales que me provocaban erecciones difíciles de calmar, no era tan raro ni tan extraño, ¿quién no ha tenido un amigo el cual soñamos tener?, en mi caso, estaba bien porque era solo un sueño, un juego y no tenía pensado hacerlo realidad. El era un verdadero amigo, mi único amigo y de pronto, no solo soñé con él, sino que también me enfadaba con quien se atrevía a relacionarse con Kirk, era tonto pero me tuve que morder la lengua miles de veces para no reprocharle aquellas juntas que ante mis ojos, no tenían razón de ser… sabía que no tenía derecho alguno a increparle, pero a sus espaldas, si lo hice con ellos o con ellas, me daba igual quien fuera, no quería que nadie lo tocase, ni siquiera mediante un saludo casual ya sea con un apretón de mano o un beso en la mejilla. Kirk era mi adicción y esperaba la privacidad de mi cama por las noches para tratar de calmar mi sed, el deseo de tenerlo aumentaba cada día un poco más, ¡sí!... así es, porque al final mis fantasías ya no me satisfacían, no resistía tenerlo tan cerca y no caer en la tentación de mirar aquellas nalgas cubiertas por su traje.

De aquello, mis celos se volvieron aun peor cuando sentía aromas que no era habitual en él, ¿de dónde venían aquellas fragancias masculinas?... ¿de las caserías o de encuentros amorosos?... sentía que la vida no me podía castigar de esa forma, la única persona que me interesaba no se fijaba en mi, comencé a entender que no era solo atracción física… sino que también era afectiva, sentía envidia de los hombres que podían sentir los labios de Kirk en sus cuellos, era una muerte trágica pero a la vez mágica, un ser como él los asesinaba de una forma sensual, “que suerte tienen” --pensaba mientras lo vi asesinar en más de una ocasión.

Al aceptar mis sentimientos, trate de demostrárselos, pero como siempre mi fuerte carácter y mi apariencia de rudeza extrema, me jugaron en contra, más que coquetear parecía que estaba intentado dominarlo a la fuerza. Nuevamente jugamos al gato y al ratón, me acercaba y él huía, se refugiaba en la oscuridad de la cuidad y no era como si yo no pudiera encontrarlo, el problema era que si lo hacía, estaba invadiendo su espacio personal, se enfadaba y me dejaba hablando solo.

Lo siguiente que también quise controlar, eran sus caserías, él se perdía por horas y no era porque buscara un gran número de delincuentes sino más bien lo hacía porque disfrutaba de la soledad de la noche y de la luna. Las horas que pasaba esperándolo se volvían una pesadilla cuando me imagina que por azares de la vida, él encontraba a alguien que le gustara y me abandonara para irse con él. Le esperaba con mi actitud petulante que para mi mayor fastidio, lo alejaba más de mí. Las discusiones se volvían patéticas, infantiles e insostenibles, le seguía por toda la casa buscando que me respondiera con quien había estado o porque diablos tardaba casi cinco horas, pero yo era tan directo con el, que varias veces me gane una mirada de odio y después, me cerraba la puerta de su cuarto en la cara.

En las misiones, seguía sus planes pero yo también tenía los míos, le protegía más de lo que lo hacía con Bekka, le seguía atento y cuando alguien le lastimaba, destruía todo sin importarme nada, mi instinto me decía que era lo correcto, media ciudad podía perecer pero Kirk no, su integridad tenía que estar intacta desde principio a fin de cualquier misión o en la vida cotidiana, el dolor no debía tocarlo, el sufrimiento no debía hacerlo llorar, la angustia debía estar alejada miles de kilómetros de su vida, la felicidad… bueno aquello era otro problema, descubrí que odiaba cuando él era feliz, sentía aquello cuando yo no era producto de esa alegría, celos… sentía celos a cada instante, primero pensé que era normal, Kirk era un amigo muy especial y no quería que nada ni nadie lo apartara de mi, disfrutaba conversar, luchar, investigar, planear, discutir, permanecer en silencio, viajar… en fin, cualquier actividad que hacia lo quería hacer con él, tenía que ser con él.

Pero todo empeoraba, lo que yo consideraba cariño, él lo consideraba arrogancia, mis torpes palabras terminaban siendo gritos cuando se negaba a estar a solas conmigo, siempre terminaba buscando a Bekka, siempre buscaba a alguien más y no a mí. Algunas veces, pensé, que debía dejarlo hasta ahí, si él no daba señales de que yo le gustaba entonces debía desechar lo que sentía… pero… cuando escuche a un hombre gritar y después un sonido característico de alguien bebiendo, que en este caso, era sangre, supe que no era Kirk, ya que el estaba en casa. Era evidente de que se trataba de otro vampiro, decidido fui a su encuentro y me encontré con alguien que tenía los mismos ojos de mi amigo pero el cabello también tenia ese color. Mas que sangre, su pelo parecía hecho de fuego, aun con la poca iluminación brillaba reluciente.

“¿Quién eres?” –le pregunte sin rodeo

“Que modales tan malos tienes… pero los pasare por alto” –sonrió y dejo caer el cuerpo sin vida al suelo, con desprecio paso por sobre él y camino directo hacia mi

Espere que se acercara, no le tenía miedo ni me preocupaba por lo que pudiera hacer, porque no podía hacerme daño bajo ninguna forma. Camino a mí alrededor y evaluándome de pie a cabeza, dijo: “ahora sé porque él no se fija en ti y me alegra de que así sea” –sonrió burlesco

Supe al instante de que estaba hablando, le mire con enfado y le grite: “¡¿Qué diablos quieres con Kirk?!” En un segundo vi un arma y sentí el dolor del disparo en mi abdomen, caí de rodillas y frente a mi debilidad, aquel vampiro seguía observándome fijamente.

“Ve a casa… ve con él… deja que te cure la herida” –aparto el arma y entre las sombras, desapareció como si fuese neblina siendo arrastrado por el viento.

Apreté los puños con furia por los celos y por lo que sentía, me sentía endeble pero aun así, debía a toda costa ver a Kirk. Hice un esfuerzo sobrehumano, me apoye de muralla a muralla por las eternas calles hasta que mi voluntad de seguir vivo me dio el último aliento para llegar hacia él. Entre en su habitación y le llame, Kirk me miro preocupado y se acerco, sentía mi cuerpo frágil y no pude más que buscarlo para apoyarme en él. Era un alivio estar, verlo y abrazarlo, parte de mi problema ya estaba solucionado. Me recostó en su cama y note como sufría por la sangre de mi herida, trataba de controlarse y mientras lo hacía, su indecisión me generaba dolor, mi vida dependía de la persona que amaba, ahora bien, si legaba a morir entre sus brazos, por fin dejaría de sentir celos por quienes lo hicieron.

Le llame varias veces y él reacciono, evaluó mi herida pero el tiempo seguía avanzando, pese a que trataba de resistir, me sumergí en una debilidad que me llevo a dormirme profundamente, tanto así que deje de sentir dolor o de darme cuenta de lo que sucedía a mi alrededor.

En mi oscuridad, escuche la voz de ese vampiro, estaba sucediendo lo que había sospechado, él quería a mi Kirk, que horrible sensación me invadió, me angustie que pudiera apartarlo de mi, enamorarlo y convencerlo de irse lejos. Cuando escuche los gritos de mi amado, cuando sentí que sufría, me obligue abrir los ojos y tratar de incorporarme, vi a mi lado un recipiente de agua enrojecida, paños ensangrentados, aguja e hilo y la bala… pese a la tentación… Kirk me había salvado.

Aun con dificultad, me puse de pie, me apoye contra la pared y respire profundamente, sin más, me lance al vacio corriendo el riesgo de estrellarme contra el pavimento pero no, volé, lo hice tan rápido que llegue justo cuando él decía: “Debes recordar mi nombre, pequeño Kirk… llámame Vlad” Le golpee con todas mis fuerzas y lo arroje contra un edificio, por un segundo pensé que sería suficiente pero me sorprendió que él también me tacleara y me arrojara contra otro, él era tan poderoso como yo y eso me enfado aun mas. No podía perder con él y menos en frente de Kirk. Tuve que arriesgarme y atacarlo incansablemente, el hecho que se atreviera hacerle daño a mi amado era motivo para convertirlo en una mancha de sangre en el cemento, le atrape y lo arroje contra el suelo, caí sobre él y comencé a despedazarlo vivo, cada golpe deformaba su piel, músculos y huesos, no me detuve, la excitación de la ira me motivo a seguir hasta que escuche la voz de Kirk. Le mire y me acerque a él, le abrace y sentí el aroma de ese vampiro en su cuerpo, eso no, cualquier cosa menos eso.

Lo lleve a casa y lo deje bajo la ducha, lucia desconcertado pero no podía mas, tenía que decirle lo que en verdad estaba sucediendo. Cuando insinuó que yo aun tenía algo con Bekka, fue el pie para tomar una decisión, no solo le confesaría que le quiero sino que también lo tendría, lo poseería. Le pregunte: “¿Alguna vez has estado con algún hombre, Kirk?” –Lo hice susurrando sobre sus dulces labios— “espero que no” –dije con la esperanza de ser el primero… tenía que ser el primero.

En un principio debo reconocer que lo obligue, le saque la ropa a tirones y también lo hice así con la mía, lo lleve frente al espejo para no perderme ni una sola expresión, él era mío y como tal, tenía derecho de capturar todas las demostraciones de placer de su cuerpo siendo tocado por el mío.

Me frustraba enormemente que siguiera rechazándome pero no fue por mucho tiempo, poco a poco se excito, su erección era tan vigorosa como la mía… todo era mágico, el agua que recorría su cuerpo se mezclaba el sudor propio de nuestra fiebre, no pude más que restregar mi miembro entre sus nalgas solo para sentir cuan suaves eran. Estaba seguro que aquella parte de su cuerpo era virgen, cuando metí mis dedos fue la confirmación a mis sospechas ya que sentí que me apretaba con resistencia, por instinto. Cuando logre introducirme un poco, el calor de su interior era peor que el infierno mismo, en su conjunto, su expresión me decía que le dolía y no era para menos, mi miembro estaba tan excitado que ni en mis mejores fantasías o masturbaciones, había logrado que estuviera tan duro como lo estaba en ese momento. Lo penetre sujetándolo de la cadera y así de simple me deje llevar, por fin era mío y solo mío, a toda costa quería quitarle el aroma de ese vampiro y dejarle con el mío, pero no solo quería hacerlo en su piel sino que también dentro de él.

El orgasmo que tuve fue maravilloso, me vine con abundancia y sin esperar ni perder tiempo, inicie la segunda ronda, esta vez mi miembro se deslizaba más fácilmente producto de mi propio fluido, continúe el vaivén mientras él no dejaba de quejarse, “le gusta… yo le gusto” –pensé y me sentí mas hombre que nunca. Penetrarlo era estar flotando frente al sol, era una sensación de calor tan irresistible que ya me imaginaba haciéndolo por tercera vez, no quería que esto se terminara… quería venirme una y otra vez en su cuerpo, quería disfrutar estar entre sus piernas, quería gozar de la imagen vergonzosa de Kirk, sus mejillas sonrojadas, su boca entre abierta y su disposición de mantener las piernas abiertas para mi… de aquí, tan solo había un paso para que me amara… tenía que amarme.

Termine como la primera vez, él se rindió producto del cansancio y le sostuve para que no cayera, salí de su interior y lo cargue en brazos, al dejarlo sobre la cama, vi como mi esencia salía de su entrada, eso me ínsito al placer… me entregue de forma absoluta de la locura que él ejercía sobre mí… aun después de haberlo tomado dos veces… sentía que podía darle más de mi, mucho más. Con voz segura le dije: “Mi amor… aun no termino… ahora que estas muy bien lubricado con mi esencia, es ahora cuando te mostrare lo hombre que soy… te demostrare que soy tu hombre”. Me posicione entre sus piernas y lo tome con total derecho de hacerlo.

Al tiempo despues, cuando Bekka regreso, me sentía feliz porque todo marchaba bien en mi vida, le comente orgulloso como había eliminado a ese monstruo, el mismo que quiso apartar a Kirk de mi lado, estaba tan eufórico por haberlo impedido que hable sin pensar. No me di cuenta de que había lastimado a mí amado con aquel comentario. Con los días note que algo sucedía, era evidente ya que incitaba abiertamente que Bekka estuviera conmigo, después de mucho, me enfrento, entendí perfectamente su postura y le pedí perdón, odie haberle hecho entender a Kirk que era un monstruo y que yo solo lo quería como mi amante. Aquello estaba muy alejado de la realidad, era imposible que yo pensara o pretendiera eso. Al regresar a casa, Bekka golpeo a Kirk y eso me descontrolo, la lleve a su habitación de forma brusca, le sujete del brazo casi fracturándoselo y al llegar, cerré la puerta de un solo golpe, la mire con desdén y ella lo noto enseguida.

“Si vuelves a golpear a Kirk… te advierto que olvidare que eres mi amiga, mujer y aliada… considérate advertida” -- la mire fijamente

“¿Qué te paso?... yo pensé que me querías… que querías estar conmigo… ¿entonces porque estabas casi sin ropa frente a mi?”

“¿Piensas que lo hacía por ti?” –contra pregunte— “le quiero más que a mi vida y si te interpones en mi camino saldrás lastimada… ahora arregla tus cosas y lárgate de mi casa… no regresaras hasta que le pidas perdón a mi pareja… a Kirk”

Al final, las cosas mejoraron entre nosotros cuando le escuche decir que también me quería, era un sueño… mi sueño hecho realidad, lo amaba y él también lo hacía, tenía la certeza de que debía luchar contra quien estuviera frente a mí. Pero lo que no pude prever, fue que de la noche a la mañana, mi adorable vampiro desapareció sin dejar rastro alguno y en mi desesperación, use mis poderes sin descanso para encontrarlo. Pensé en lo peor, pensé que lo habían asesinado y no sabía cómo lo habían hecho pero lo habían hecho, aquello me enloquecía, me cegaba en una furia que parecía de los mismos dioses, quería destruir el mundo antes de permitirme vivir en el sin Kirk. Noche tras noche, día tras día… todos me vieron sobrevolando la cuidad, las ciudades y al planeta Tierra, en ninguna parte pude obtener información alguna, tanto así, que llegue incluso de sospechar de Bekka, por horas la vigile pero me di cuenta de que nada tenía que ver. Frente a mi cansancio mental y físico, de pronto escuche pasos en mi casa, voltee y observe hacia el norte, puse más atención y la llave de la ducha se abrió de pronto. Volé a la velocidad de la luz y llegue casi destruyendo el techo, me moví rápido y me quede boquiabierta de ver a Kirk tomando una ducha. Le hable pero no contesto, lucia extraño… lucia como hipnotizado. Cerro la llave, tomo una toalla y cubrió su cuerpo, salió ignorando mi presencia, camino hasta su cuarto, se seco un poco el cuerpo y se acostó en su cama. Cerró los ojos y se quedo dormido al instante, mientras que yo le miraba entre furibundo y alegre.

Cuando despertó, inmediatamente le pregunte: “¿Puedes decirme en dónde has estado?”. La expresión que se formo en su rostro era de clara extrañeza, se quedo pensativo y contesto, pero lo hizo con otra pregunta: “¿Por cuánto tiempo me fui?” aquello era el colmo, ¿en verdad no sabía?, cuando le dije que se fue por una semana, fue cuando en verdad vi la incertidumbre en persona.

No quise correr el riesgo de que suceda otra vez, le acompañe y fiscalice a donde quiera que fuera, y así fue por un tiempo hasta que me relaje y le permití salir solo, su falta de memoria aun seguía siendo un misterio pero como veía que actuaba normalmente lo deje pasar. No paso mucho para que me dijera que la sangre le daba nauseas y vómitos, inmediatamente lo pensé, pensé: “voy a ser padre”, no sabía cómo pero estaba seguro que si, se lo dije y cuando desecho esa idea, me sentí defraudado, en verdad me hubiera gustado formar una familia con Kirk.

Cada día le veía mas y mas débil, su estomago no soportaba sangre alguna y sus ojos rojos me observaban con pesar, casi despidiéndose de mí. ¿Qué podía hacer?, no sabía nada de vampiros y prácticamente él tampoco, el único que sabía era Vlad pero yo lo había matado. Nunca me había arrepentido tanto en mi vida como lo hice en ese instante, no hace mucho estaba jactándome de haberlo eliminado y ahora resulta que lo necesitaba más que nunca. Trataba una y otra vez de hacerlo reaccionar, en mi angustia llame a Bekka y por suerte ella ya estaba dispuesta a ayudarme. Cuando llego pensé que se solucionaría pero finalmente Kirk ya no despertó más. Ni un segundo de duelo pude tener ya que de la nada, porque así fue, apareció el famoso vampiro, en pocas palabras me dijo que solo él podía despertar a Kirk pero lo haría con una condición, que yo se lo entregase y renunciara a él. ¿Qué otra opción tenia?... mi amado lucia como si nunca hubiese estado con vida. Le observe detenidamente y acerque mi rostro al suyo, le bese la frente y después los labios, sobre ellos susurre: “Te amo… te amo tanto que no te perderé”. No quería pensar que era una despedida, no quería pensar eso cuando se lo entregue y lo vi sonreír.

“Cuando despierte… no te recordara… ni a ti” –miro a Bekka-- “no recordara quien era… solo me tendrá a mí en el mundo por siempre”

Bekka me sostuvo el brazo con fuerza, porque de no haber sido así, le hubiera vuelto a golpear como aquella vez. Cuando se fue, se llevo todo, me había robado y aniquilado, me senté en la cama y respire angustiado, “por lo menos despertara” –pensé para consolarme en algo y no sentirme tan culpable de haberle entregado a Kirk así como así.

Cuando le volvi a ver, note que Kirk estaba demasiado cerca de Vlad, tanto así que daba la sensación de que eran pareja, trate de calmarme, de forma lenta me acerque y le hable. Pero él me miro con una indiferencia nunca antes vista, me vio y parecía que era la primera vez que lo hacía. Se acerco y observándome de pie a cabeza me dijo: “eres extraño”. Sonreí triste porque esas palabras no eran lo que esperaba escucharle decir. Lucia como siempre, hermoso, quise acercarme, tenía que hacerlo, sentir su cuerpo junto al mío era tan vital para mi existencia como lo es el agua para cualquier ser vivo.

Vlad había cumplido su palabra, no supe cómo pero había logrado borrar todo, yo no existía y nunca lo hice, era horrible como consiguió destruirnos. Sabía que en el fondo Kirk debía estar sufriendo, lo sabía y por eso lo lleve a casa, le mostré su habitación, me esperance como nunca en mi vida cuando poso sus ojos en la foto de los tres. Pensé que sería fácil pero no, noche tras noche, los perseguí de aquí para allá, nada cambio y mi amado prefería y seguía al lado de ese.

A veces, notaba como me miraba, lo hacía con dudas… como tratando y esforzándose por recordar, me alegraba eso, me daba ánimos para seguir pero el tiempo pasa a una velocidad impresionante… sin darme cuenta, me acostumbre a verlo casi a escondidas, de lejos… como si estuviera haciendo algo malo. Logre entablar conversaciones pero ninguna de ellas me dio lo que quería, Kirk seguía perdido y yo tratando de encontrarlo, era nuestro juego de meses que pronto se volvió de un año. No quería desistir pero… me había cansado, ya no era feliz, llegue a pensar en que dejándolo de amar sufriría menos y cuando me dijo: “Haz lo que te haga más feliz”, tome la decisión, tenía que intentar seguir adelante sin él.

Lo más bajo que caí en mi vida, fue pasar la noche con un chico que prácticamente se subió sobre mi y se movía de forma desenfrenada tratando de excitarme, caí tan bajo que cerré los ojos e imagine que era Kirk con quien yo estaba en ese momento, lo imagine con tan fervor que al final lo creí, y eso me hizo feliz, entre caricias toque su espalda, estaba tan confiado que era mi amado que me atreví a besarlo, a disfrutar de la unión de su cuerpo y el mío, pero todo se esfumo cuando escuche mi nombre siendo pronunciado en aquella voz tan horrible para mis oídos, abrí los ojos y no vi más que un rostro y un cuerpo desconocido. No pude terminar y el chico se burlo de mi, pero no me importo… lo único que quería era regresar a casa ya que me sentía derrotado… me había comportado como un completo imbécil.

Bekka me recibió y casi llore en su presencia, estaba dolido conmigo mismo, era injusto no poder amar a nadie más que no sea a él y si no lo tengo, moriré tan lentamente que sufriré con cada suspiro que de.

Aquella bestia, lucia como un gran perro pero deformado, su cuerpo era grotescamente musculoso y feroz, rápido y fuerte, tan fuerte como yo, lo había escuchado deambular y yendo a investigar lo encontré, nos ataco a mí y a Bekka, pero por suerte, si es que puedo llamarlo así, Vlad nos socorrió en ese momento. Tan solo tenía que esperar y esperar… hasta que… Kirk apareció frente a mí.

La frustración que sentí esa noche cuando busque a ese chico desapareció, mi corazón volvió a latir con la misma intensidad de siempre, todas mis heridas estaba cerradas con solo verlo, volverlo a ver. Sin querer y por fortuna, aquella bestia hizo que Kirk regresara a casa, le veo trabajar con Vlad en el laboratorio pero no importa, ahora sé que está sucediendo.

Vlad planeo todo esto, el día en que me disparo y me dio la oportunidad de regresar a casa, esperaba que Kirk cediera en la tentación y me asesinara. Como eso no sucedió, tuvo que hacer acto de presencia, fue por Kirk y le dio de beber su sangre, lo hizo con la intención ver cómo reaccionaba. Después de que le di aquella paliza, no se amedrento, al contrario, regreso con mas obstinación, quería a toda costa tener lo que es mío. El fue quien hizo desaparecer a Kirk por toda esa semana… le dio de beber su sangre todo ese tiempo y bajo aquella influencia, le dijo que regresara conmigo, lo hizo con el fin de que yo viviera en carne propia como era perderlo sin poder hacer nada al respecto. Quería que yo mismo tomara la decisión de hacerme a un lado, de olvidar y dejar todo atrás.

Lo estaba logrando pero por azares de la vida, aquel chico que trate de tocar me confirmo que era Kirk a quien yo en verdad debía tener… cuidar… proteger… amar… amar por siempre.

Lo planeo muy bien, pero no previó que no soy humano, no soy como el común de los seres humanos… soy tan obstinado que puedo esperar una eternidad para tener lo que quiero. No me engañara otra vez, no se burlara de mi… le demostrare que con recuerdos o no… Kirk sigue siendo mío, solo mío.

Notas finales:

gracias por leer!!!

besos!!


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