Abrí los ojos y me enfrente a un doloroso panorama, Hernán se aferraba a mi mano sin ya nada ya mas por hacer, me hubiera gustado decirle algo… pero la verdad no puedo, estoy tan cansado que no puedo ni hablar. Tengo miedo y ni siquiera puedo expresarlo… ¿esto es lo que me merezco?... ¿este es el pago de mis pecados?... creo que sí.
Con esfuerzo junte mi frente con la de él, sentí cuan cálido es su piel mientras que la mía esta fría y sudorosa… que horrible… no me gusta que Hernán este solo cuando me duerma definitivamente. Sé que pasara… me hundiré en un mundo silencioso e inerte, si tengo suerte podre soñar con algun día despertar… pero… no me gustaría que él me esperara, no… el no debe hacerlo, debe seguir adelante… debe encontrar a alguien más…
“No llores Kirk… yo… ¡maldición!” –me abrazo con fuerza y eso lo agradecí con el alma. Qué bien se siente que alguien nos ame, al menos el me ama… con eso basta.
Cerré los ojos y respire su aroma, es tan característico, es único… que podría reconocerlo donde este, aquel hombre… este hombre… fue quien me devolvió la alegría, tuve la suerte de estar a su lado… quizás el tiempo fue corto pero para mí es suficiente, basta con los recuerdos que tengo, ellos me harán compañía… desde ahora y para siempre.
“no te duermas Kirk… llame a Bekka, viene en camino, ella nos ayudara a encontrar alguna solución… me dijo que quiere ayudarte… ¿escuchaste?” –Sentí que me movió entre sus brazos para hacerme reaccionar, cuando lo logro, sonrió—“debes ser fuerte… aguanta un poco mas… tu… tu… no puedes hacerme esto… no me dejes”
¿Cómo puede el hombre más poderoso del mundo, llorar de esa manera?, ¿qué ironía es esta?... ¿en qué mundo estamos viviendo?, ¿desde cuándo se le exige al débil ser fuerte mientras que el fuerte no lo es?... no se trata de voluntad, de ser así, me quedaría eternamente con él… de ser así yo seguiría despierto… de ser así… podría decirle: “lo lamento”
Sus ojos celestes me parecieron tan hermosos que me motivaron a seguir observándolos, el tiempo se está agotando… ya es tarde… ¿él lo sabrá?... espero que si… no quiero que guarde esperanzas… quiero que me deje a mi suerte y siga con su vida. Eso sería lo mejor… que siga con su vida… que Bekka lo haga feliz… dejándome atrás de esa manera sufrirá menos… me encantaría haberlo dicho antes… que tonto fui… ¿por qué espere hasta ahora?... no debí, no debo irme sin decirle que cierre los ojos que para que no me vea cuando suceda…
Mis ojos se cierran a cada instantes y me cuesta mucho volverlos abrir, es una batalla perdida Hernán, no puedo contra esto, mi cuerpo ya casi no me responde, cada vez esta mas frio… todo comienza a fallar… todo. Nuevamente siento que trata de despertarme, usa mas y mas fuerza sobre algo que ya casi no existe, le miro y siento su dolor… “no llores” –pienso— “no llores… deja que me duerma y no sufras mas por eso”.
Me atrajo más hacia su cuerpo y me sentí a salvo, estoy con Superman así que supongo que nada malo puede pasarme estando a su lado. Cerré los ojos y trate de sonreír, realmente no sé si lo logre o no.
“Kirk… tenemos tanto por hacer… tenemos un futuro… somos felices juntos… separados… separado de ti sentiré que todo me falta… así que no te atrevas a dejarme… ni siquiera lo pienses” –junto su mejilla contra la mía y me beso.
Según la ley de la metafísica.
Nada ocurre por casualidad.
Es horrible aquella afirmación, porque si la aplicamos a la vida, a nuestra vida… entonces quiere decir que cuando nos suceden cosas malas es porque deben pasar, ocurren por un fin, están destinadas… ¿destinados a sufrir?... que horrible.
A toda causa le sigue un efecto del mismo signo.
En palabras simples… debemos pagar el precio de lo que hacemos, en mi caso… el precio alto, muy alto. Tan así, que no me es permitido ni siquiera despedirme… de consolarlo... no, no tengo derecho a eso.
Perdí mi vida estudiando, arruine mi vida por experimentar… ¿qué quería lograr con aquella investigación que al final salió mal?... ¿en verdad quería hacer un bien o solo quería que mi nombre fuera asociado a algo importante?... ahora sufro las consecuencia, de ser como soy… si fuera normal como era antes, esto no sucedería… quizás hasta nunca me hubiera topado con Hernán… quizás ambos seriamos felices sin siquiera saber de la existencia del uno del otro. Todo es culpa mía… todo… debí tenerme hace mucho, debí haberme auto eliminado… pero tuve miedo de hacerlo, tenia esperanza de regresar el tiempo y que todo fuera como antes… que mentira… he vivido mintiéndome una y otra vez… solo que esta vez, he arrastrado a Hernán al dolor… “lo lamento, lo lamento mucho”
“¿Kirk?... ¿aun estás conmigo?” –sentí que movió su rostro y beso mis labios. Aquel beso tierno y significativo me deja tranquilo, de alguna forma u otra, él se está despidiendo de mí. Será más fácil de esta manera… mañana le dolerá pero a medida que pasen los días, estoy seguro todo estará bien, bien para él.
Mis ojos se cerraron definitivamente pero aun podia escuchar lo que pasa a mi alrededor, pude escuchar llegar a Bekka, su voz angustiada por mi estado me alegra, no conserva rencor en mi contra… hasta puede que aun seamos amigos.
“¿intentaste todo?” –le escuche preguntar
“todo, incluso le di de beber mi sangre… Bekka… lo estoy perdiendo… ayúdame por lo que más quieras… salva a Kirk… no dejes que se duerma, porque si lo hace… no volverá a despertar”
“… ¿qué puedo hacer?... tal vez mi sangre le ayude” --Sentí un sabor dulce en mi boca pero no pude absorberla, la deje escapar sin siquiera tragarla aunque sea un poco.
“¡no puede estar pasando!” –me acobijo aun mas entre sus brazos
“lo lamento Hernán… en verdad lo hago. Ustedes son mis amigos, no quiero verlos sufrir de estar forma”
“… es culpa mía… no debí matar a ese vampiro… de seguro que él sabe que es lo que le ocurre a mi Kirk… hubiera obligado a Vlad a ayudarnos”
Kirk se durmió de forma definitiva y antes que Superman pueda tan siquiera sufrir por aquello, de pronto alguien susurro: “que lastima”. Un hombre de cabello y ojos rojos estaba sentado en un sillón observando toda la escena, ni Hernán ni Bekka se habían dado cuenta de su presencia. Le miraron asombrados que ni un sonido allá sido perceptible para el agudo oído de Superman.
Hernán se levanto de la cama con Kirk entre sus brazos, no lo apartaría de él y menos en frente de aquel vampiro que desde un principio quiso tener a su novio. Cuando se enfrentaron aquella vez, Superman había escuchado perfectamente cada palabra y eso fue lo que le hizo enojar, aquel monstruo no podía quitarle al amor de su vida… pero ahora… necesitaba de su ayuda… dudando fue que bajo la vista y observo a Kirk, lucia como si ya no fuera más que un cadáver entre sus brazos. Su palidez se agudizo más de lo que nunca pensó ver, su cuerpo frio daba la sensación de que había fallecido hace horas o días atrás. Tenía que tragarse su orgullo porque tenía que salvar a Kirk, tenía que pedirle a él, de la mejor forma posible que le dijera que hay que hacer.
“… por favor… dime que le sucede a Kirk… dime como se puede recuperar” –dijo Hernán manteniendo la vista fija en el rostro de su amor
Vlad se puso de pie y se acerco a la pareja de forma lenta y segura, Bekka no conocía aquel sujeto pero por el color de ojos, debía ser un vampiro, debía ser el monstruo del que Hernán había comentado tiempo atrás. Bekka observaba con desconfianza al intruso y más aun cuando le vio acariciar la mejilla de su amigo Kirk.
“… mi pequeño Kirk solo necesita una cosa para volver a despertar otra vez” –susurro Vlad con tranquilidad
Soportando las ganas de golpearlo por atreverse a tocarlo, Hernán se mordió los labios con furia, respirando varias veces profundamente logro controlar en parte su mal humor, le pregunto que necesitaba Kirk.
“…me necesita a mi” –extendió los brazos sonriendo levemente con esa acción sus afilados dientes sobresalieron de sus labios— “si quieres que despierte, debes entregármelo… debes renunciar a él… deja que viva la vida que le pertenece, deja que viva eternamente a mi lado”.
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