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Ya no hay vuelta atrás por kurolovers

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Notas del capitulo:

siento la demora pero espero que les guste mucho

Devolviendo lo que se quita.

Tenía problemas en dejar uno de los cuerpos allí, ensuciando lo que había limpiado y que alguien lo descubriera eso sería más molesto de todo, hundido en sus pensamientos sintió una sutil presencia a su lado, dirigió su vista entrenada en la persona que no era nada más que su profesor pulpo.

-Koro-sensei.-le sonrió levemente, en el momento que este con sus tentáculos tomo los dos cuerpos.

-Nufufufu Nagisa-kun yo los botaré, ya lo hice con los demás cuerpo y limpie, pero aquí ya te has encargado, buen trabajo, ve a cambiarte y descansar.-pidió con amabilidad.

-Está bien Koro-sensei, gracias.-hizo una reverencia antes de tomar su mochila y alejarse.

Hizo lo que le pidieron, se bañó, boto la ropa en una bolsa de basura y se cambió, ya había visto a algunos de los chicos en el cuarto, habían pedido comida al cuarto, converso con Itona sobre la misión encargada, escuchaba atento toda la información recolectada, asintió atento a cada palabra, después de una media hora sonrió radiante.

-Gracias Itona, has hecho un buen trabajo.-felicito ya planeando lo que haría.

El de ojos amarillos asintió monótono, acomodo su pañuelo para más comodidad, miro al grupo, había estado un tanto sorprendido por la integración de los chicos que había conocido en la secundaria, que se hayan metido en el mundo más profundo de lo que tenían dado por la misión de una sola persona, no le desagradaba la idea, eso le hacía sentir más cómodo con ellos, luego de sus antiguos episodios, comió unas papas al lado tenía a Nakamura que le sonreía y le comentaba como fue su primer asesinato real ya que el chico estaba curioso, desde allí se hundieron en una conversación de estrategias o consejos por parte del platinado sobre el asesinato y sentir la sed asesina, Nagisa por otro lado se recostó en su cama, prefiriendo dormir como la mayoría estaba considerando, la adrenalina ya estaba pasando, Sugino rió junto a Chiba entre susurros, teniendo a sus dos chicas cerca de ellos escuchándolos pero a la vez ignorándolos, dado que escuchaban a Ritsu donde estaba en la computadora de la peli celeste, los demás se habían ido a dormir, el día siguiente solo disfrutaron del día coma un descanso y para otros unas cortas vacaciones, veían como los estudiantes ideaban un plan para asesinar a su profesor, Irina se acercó a los asesinos con cautela y respeto, después de todo los reconocía por sus habilidades.

-Oh sensei.-asintió el peli celeste soltando su cabello, dejando que cayera sobre sus hombros.

-Que tal chicos.-le sonrió a todos antes de sentarse cerca de uno de sus estudiantes.-¿No harán nada?.-pregunto curiosa por no cooperar en los planes de los estudiantes de la clase E.

-No, preferimos descansar.-respondió Izumi sentada al lado de su novio.-Además solo venimos porque Nagisa-sama lo pidió.

Ken asintió serio.-Pero no quita que le hemos dado uno que otro consejo a esos estudiantes, si lo toman o no ya no es nuestro problema.-se encogió de hombros mientras tiraba su cabello hacia atrás.

Sugino río negando con la cabeza.-Ya eso a mí no me interesa Bitch-sensei.

Nakamura levanto las gafas de sol para ver a su profesora de inglés.-Si, después de todo Nagisa tiene un plan.-sonrió radiante acomodándose en su lugar en la playa.-Solo falta ser paciente.

El peli verde hizo una mueca aburrido.-No queda de otra, por cierto Irina-san ¿Que harás después de que el objetivo termine?.

La rubia le miro sorprendido antes de desviar la mirada de forma pensativa.-No lo sé.-dijo con sinceridad aun sin mirar a nadie en particular, hasta que dirigió su mirada en sus alumnos que estaban en la orilla de la playa con Koro-sensei.-Desde que estoy aquí, siento que el asesinato ya no es mi vida, había olvidado unos sentimientos que pensé que jamás tendría, pero...-sonrió con ternura.-Estar aquí me hizo feliz, no creo servir como profesora, soy un asco, a menos que sea la seducción y la infiltración.-suspiro un poco.-Pero cuando llegue ese momento tendré que alejarme de ellos.-su mirada se entristeció.-Después de todo, solo estamos aquí por órdenes, Karasuma y yo tendremos que dejarlos cuando todo termine y esperar que superen esto.-se cruzó de brazos mirándoles.-Solo espero que puedan.

-Sé que lo harán.-dijo el de ojos celeste.-Nee Bitch-sensei si te cuento una información ultra secreta ¿Tendré tu apoyo?.-miro a su maestra con seriedad.

La nombrada, aunque aún seguía odiando mucho el apodo entrecerró los ojos antes de asentir.-No diré nada, tienes mi palabra Nagisa.

El chico sonrió, miro a su alrededor antes de empezar a hablar de su plan, cada palabra fue dicha, no oculto nada de la información que tenía recolectada, hasta que termino nadie le interrumpió en ningún momento, Irina le miro sorprendía antes de empezar a reír quizás de la histeria o el shock pero luego de unos minutos paro, sin previo aviso lo abrazo, estremeciéndose por la guardia baja, se dejó abrazar.

-Eres un ángel Nagisa-kun.-susurro en su oído antes de alejarse.-Si necesitan ayuda chicas en el tema de seducción con gusto les ayudaré.-les guiño a las chicas antes de alejarse de ellos, "Son chicos increíbles, lograr tal cosa en el poco tiempo que se conocen, son muy buenos" pensó para sí misma antes de sentarse al lado del agente.

-¿Sucedió algo Irina?.-pregunto Karasuma al haberla escuchado reír a lo lejos.

Negó con la cabeza limpiando algunas lágrimas entrometidas.-No es nada Karasuma, no te preocupes, por cierto ¿Que harás cuando esto termine?.

Alzo una ceja mientras le miraba de reojo -Seguiré con mi trabajo, ya que solo estoy aquí por el pulpo mutante.-suspira un poco al ver como dicho pulpo reía ante sus travesuras en sus alumnos y esquivaba las balas de dichos estudiantes.-¿Por qué tal pregunta?.

La rubia se sonrojo.-Por nada, entonces, ya nos volveremos a ver eh~, eso es triste.-respondió en su lugar, le dio una sonrisa melancólica, se levantó al escuchar el llamado de las chicas sin dejar responder al agente.

Koro-sensei había visto y oído todo, rió dentro de sí, miro a su alumno favorito, Nagisa noto su mirada y le sonrió antes de dirigir su vista a sus compañeros, "Así que lo estás logrando eh Nagisa" pensó para sí, el resto de los días que se quedaban hubo planes fallidos, el grupo de asesinos solo disfrutaban, algunos de los estudiantes trataron de hablar con sus compañeros pero estos eran algo hostiles. Karma por otra parte estaba frustrado, su amor siempre estaba acompañado, en ningún momento pudo estar a solas, tampoco el hecho de que Manami Okuda no le dejaba tranquilo, después de haberla rechazado, no tenía interés en ella aparte de que era buena en los químicos, estaba muy molesto, no ayudaba que a veces podía oír las conversaciones del peli celeste con Asano, deseaba que su chico dejara al mocoso de la otra clase, miro nuevamente a sus compañeros, ya iban a irse a su casa, así que estaban guardando todo para el viaje de vuelta, decidió sentarse con Maehana, quien se sorprendió pero lo dejo, nadie quería caer en las travesuras del pelirrojo, el de ojos cobre se puso auriculares y ignoro a todos en el viaje, por otra parte el grupo de Nagisa dormían, aunque sus sentidos estaban alertas de todo, Ristu estaba en el celular de Yukiko, el viaje de vuelta fue tranquilo en lo que cavia, al bajarse todos empezaron a despedirse para irse a sus propias casas, el pequeño asesino miro al celo antes de hacer una seña a sus amigos.

-En la bodega a las 10, no lleguen tarde.-ordeno antes de alejarse, debía ver s su padre estaba en casa, llevando su cabello suelto, ocultaba su mirada de la gente, era más fácil cuando quería observar, no le tomo mucho tiempo llegar a su casa, abrió lentamente la puerta, salto cuando un cuchillo paso por dicha entrada, miro al culpable, no era nada más que su padre.

-Buenos reflejos hijo.-asintió orgulloso.

-Gracias padre.-le sonio antes de ingresar a la casa, dejando su bolso en el piso mientras se sacaba los zapatos-Pensé que estarías en una misión o algo así.

-No, me tome mi tiempo, además no hubo uno que sea un reto o una buena paga, por cierto, me llego un paquete para ti, está en tu cuarto.-con eso dicho se alejó.

El menor suspiro antes de ir a su habitación, en su cama estaba un paquete de tamaño medio, lo inspecciono unos momentos antes de abrirlo con cuidado, miro el contenido antes de sacarlo de la caja, miro los papales que había, rio divertido, mando un mensaje a sus amigos.

-Ristu.-llamo a la chica en su pantalla de celular, apareciendo rápidamente.

-¿Si Nagisa-sama?.-le miro con un traje militar.

-Comunícale a Koro-sensei que venga a una bodega cerca de un puerto a las 10 por favor.-pidió aun viendo los papeles.-Dile que es importante que venga.

-A la orden.-con ello desapareció.

Con todo resuelto, daría un cambio de planes en esto último, miro por la ventana pensativo, sabía que pasaría, movió su cabeza en negativa, no podía retractarse, después de todo sabía lo que pasaría si no lo hacía, no era algo que debía considerar, además era lo mejor para todos, cambiaria algunas cosas del plan, miro su celular, antes de regresar a la oscuridad de su cuarto, prendió una lámpara de mesa, escribió con decisión.

Espero que fuera una hora considerara para comenzar a ir a su destino, le aviso a su padre antes de salir de casa, fue escuchando música con tranquilidad, al llegar a su destino, abrió la puerta, allí vio a su profesor y sus amigos, miro al hora, sabía que iba algo tarde, les sonrió, ato su cabello en una coleta baja, después de haber dejado la caja en una esa, luego de ello se afrontó a todos.

-Los hice venir, era para hablar sobre el tema de Atsuko y Takeshi, pero ahora hay un cambio de planes, Ken tu hermano me trajo lo que le he pedido.-comunico mirando al hermano del chico que asintió comprensivo, dirigió su vista al pulpo que sonreía como siempre.-Koro-sensei, he logrado lo que he prometido.-saco de la caja una botella con un contenido de color azul oscuro, dejando que un tentáculo lo tomada.-Deberia funcionar.

-Gracias Nagisa-un.-le agradeció, todos se alejaron por precaución, se ocultaron también, al ver a todos seguros se tomó de un solo trago la bebida, pasaron unos minutos, que un brillo lo envolvió, todos cerraron los ojos, no sabían cuánto tiempo paso cuando esa luz comenzó a desvanecerse, al ya no tener problemas por ello, se levantaron y vieron a un hombre alto de cabello negros, ojos del mismo color, mirándose sus manos, los movía y apretar en puño para asegurase de sentir, al levantar la vista vio a sus alumnos, les sonrió con felicidad.

-Bienvenido de vuelta dios de la muerte.-dijo divertido Nagisa acercándose al asesino.

-Preferiría no ser llamado así Nagisa-kun.-su voz era más grave, le despeino el cabello con diversión.-Gracias.

Negó algo avergonzado.-No merecías morir por algo así Sensei.

-Realmente se ve mejor así Sensei.-alago Nakamura.

-Rio-chan tiene razón.-exclamo Sugino acercándose igual que Chiba.

-¿Qué haremos ahora Nagisa?.-pregunto el pelinegro curioso como los demás.

El peli celeste miro el piso, que tenía una sustancia amarilla, el viejo cuerpo de su profesor estaba algo disuelto, miro nuevamente a su maestro.-Podríamos engañar al mundo, dejaríamos que los de la clase E obtengan el dinero, sé muy bien que muchos lo necesitan, les contaremos la verdad para que no recaían, igual que a Karasuma-sensei y Irina-sensei, pero no podemos explicar que un asesino profesional y experto vuelva a hacer sus crimines como si nada.-dijo serio.

El nuevo hombre sonrió leve.-Si, tienes razón, ellos merecen ganar esta recompensa aunque no hayan logrado su objetivo, quizás deba ocultarme por un tiempo o empezar una nueva vida, todo el mundo del asesinato cree que ha muerto el dios de la muerte.-miro sus manos.-Pero te ayudare con esos chicos Nagisa-kun, creo que mi experiencia será de gran ayuda.

-No lo hice para que me ayudaras ¿Sabes?.-le miro a los ojos, brillaban con una nueva determinación.-Sigues siendo mi sensei.-al captar la atención del mayor continuo.-Gracias a ti, soy lo que soy, soy la persona que puede levantarse, que puede ser algo mas en la vida, pude alejarme de mi madre y sus deseos egoístas, de la falta atención de mi padre biológico, de que aunque era malo en algo podía ser mejor en otras cosas, pude seguir adelante por conocerte, por tus concejos, me alegro poder haberte conocido sensei.

El asesino sus ojos brillaron con alegría, recordando a la persona que alguna vez lo amo, esa sonrisa, esa determinación, sonrió un poco.-Quiero seguir con lo que empecé, me prometí a mí mismo salvar a esos chicos hasta m muerte, les enseñare hasta verlos graduarse, buscare la mejor manera para ello, creo que necesitare ayuda para cumplir una promesa, ser profesor no fue malo, fue un nuevo sentimiento, de ver como tomaban mis consejos para sus vidas, como pudieron levantarse de un grupo tan malo a ser muy bueno a su manera, quiero verlos graduarse con una sonrisa, aunque ya no sea una graduación de asesinato.-rio un poco mirando a las personas que tenía en frente.

-Bien, nosotros te ayudaremos.-dijo Yu con seriedad, mirándolo con cautela.

-No hare nada, no a ustedes si eso piensas.-dijo divertido al ver al hombre que estaba observando sus movimientos.-Además aun no me acostumbro con tener nuevamente mi cuerpo, quizás tome unos días o un buen descanso.

Asintiendo, uno de las chicas le entrego una manta, después de todo estaba desnudo, no habían notado ese detalle al ver como se veía una leyenda entre los asesinos, Nagisa junto con Chiba y Ken guardaban la sustancia o la antigua piel de Koro-sensei, Nakamura tomo el viejo traje de su profesor, deberán lavarlo, Yu al ser la persona que tenía casi la misma altura, le presto ropa que había traído consigo gracias a su jefe que le había pedido antes de venir así allí.

Al cambiarse se miró por un espejo que Izumi le había entregado, con una de sus anos recorrió su rostro, ya había pensado que jamás volvería a ser como antes e igual esperaba su muerte, despeino su cabello sintiéndolo suave, debía tomar un baño después, se sentía como si ese no fuera su cuerpo, ya se había acostumbrado tener un cuerpo en forma de pulpo y rapidez, sonrió irónico, negó con la cabeza por sus pensamientos, se dirigió al grupo.

-¿Dónde me quedare?.-pregunto con pereza.

-En mi casa sensei, pero antes, deberíamos ponerte un nombre, ya que no deseas que te llamemos dios de la muerte.-comento Sugino pensativo.

-¿Qué tal Iwasaki Dai?.-sugirió la peli celeste mirando a su jefe.

-Dai, me gusta.-sonrió el pelinegro.-Es un nuevo comienzo, así que ahora en adelante me llamare Iwasaki Dai.-asintió convencido.

-Si asi lo prefieres Iwasaki-sensei.-rio divertida la rubia.-Bueno hemos perdido mucho tiempo.-comento mirando su celular.

-Tienes razón.-se quejó el pelilla frotando sus ojos.

-Deberíamos irnos.-dijo el de ojos anaranjados mirando a su amiga pelirosa bostezar.-Después de todo el viaje era incómodo.

-Aunque dormimos todo el viaje.-respondió el azabache moviendo su flequillo, mostrando sus ojos.

-Bien, mañana tenemos día libre, así que si tienen pendientes háganlo.-ordeno Nagisa.-Ya que pronto iremos a atacar una de las bases principales de Atsuko.-miro a su profesor.-Vamos Iwasaki-sensei.

Cada uno se fue por su lado, el pequeño asesino camina en silencio con su profesor, la noche era algo fría pero soportable, ninguno hablo, ya sabían lo que el otro necesitaba, además Dai miraba la noche estrellada mientras caminaban, cerró los ojos un momento sintiendo la corriente del aire pasar, se sentía tan distinto, se sentía tan a la libertad, miro a su alumno, iba as adelante que él, recordó todo el camino que hizo, las sonrisas, las risas, los trucos, las aventuras, las enseñanzas, "Mi objetivo ha cambiado" pensó un poco "Aguri creo que no puedo dejarlos solos ahora, las enseñanzas son divertidas" sonrió con cariño, dejo sus manos en los bolsillos de su pantalón y agacho un poco su cabeza a la vez que seguía a su alumno, le miro de reojo "Has cambiado tanto Nagisa-kun, sensei está orgulloso".

Hablaron con el padre de Nagisa luego de llegar a su destino, le prestaron la habitación de invitados, los dos días de descanso, tuvieron que volver a clases, Iwasaki miro su ropa, habían ido al centro comercial por ella, ya que debía tener un nuevo guarda ropa, haba sido un evento cómico para el hombre, pero agradeció la ayuda, sabía que costaría un poco acostumbrarse a la falta de poderes pero se acostumbraría rápido como siempre lo hizo, ahora iban al edificio de la secundaria Kunugigaoka, a la clase 3-E, iban tarde, pero eso era lo mejor, ya que no querían que alguien lo vieran, iban subiendo la colina.

-¿Cómo crees que se lo tomen?.-pregunto luego de un silencio cómodo

-No lo sé.-suspiro sin dejar de caminar.-Pero debeos convencerlos de no decir nada, es peligroso para ti y para mí.

-Lo sé, no te preocupes aun puedo hacer algo.-le sonrió con amabilidad.

-Sí que sabes esconder tu sed de sangre.-murmuro el menor curioso.

Lo había escuchado al estar cerca del muchacho.-Eso es solo práctica, aun puedo sentir la tuya Nagisa-kun, aunque es menor.

-Padre ayudo, igual que los demás chicos.-le sonrió hasta llegar.-Oh ¿Listo?-le miro curioso.

-Mi listo.-le guiña.

Entraron al salón, prefirieron ir directamente al salón, todos estaban allí, después de todo la ubicación de Koro-sensei desde hace días, Karamusa estaba preocupado, después de todo eso solo traía mala noticias, todo quedo en silencio cuando la puerta se abrió, todos dirigieron su vista en las personas, allí estaba Nagisa junto a un sujeto, Nakamura, Chiba y Sugino le sonrieron.

-¡Hola Iwasaki-sensei!.-hablaron al unísono los tres acercándose a las dos personas.

-Hola chicos.-le sonrió contento antes de mirar a todos.-Que tal Karasuma-kun, Irina-san.-rio un poco.

-¿Quién eres?.-el agente frunció el ceño confundido.

-M oh lo siento, soy iwasaki Dai.-se presentó sonriendo levemente.-También conocido como dios de la muerte y Koro-sensei.

-¡¿Koro-sensei?!.-gritaron todos viéndolo sorprendidos.

-¿Qué demonios?.-exclamo la rubia asesina antes de sonrojarse luego de haberlo visto con más atención.

-Todo fue gracias a Nagisa-kun y sus amigos.-explico dejando que su brazo rodeada el hombro del menor, que ese da tenía su cabello con dos coletas.

-Sí, bueno, eso podemos hablarlo más tarde Karasuma-sensei, pero ahora tenemos otros asuntos.-dijo con seriedad.-Necesito un favor de todos ustedes, para hacer creer a la gente que Koro-sensei ha muerto.


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