[Hannibal]
Nota: los personajes de Hannibal no pertenecen, este fic es sin ánimo de lucro.
Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.
Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos.
Atentamente Luna Shinigami
Hannibal Au
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Gourmet
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Will sintió una suave mano que acarició su cabello y sólo allí se permitió abrir sus grandes ojos azules.
El monstruo le sonrió, sus garras estaban llenas de sangre, escurriendo, en un sonoro y estridente sonido que llegaba a sus pequeños oídos.
La boca dentada del monstruo estaba con trozos de carne y huesos, escurriendo por su barbilla.
Con cuidado el dedito de Will toco una parte de los colmillos afilados y lo sintió afilado. Su otra manita apenas si la movía.
Su padre la había fracturado, así como su costilla y su pierna, su carita estaba llena de moretones y su boca estaba hinchada y partida, así como un uno de sus dientes de leche.
Sus cabellos fueron peinados con suavidad por las garras y el niño escondió su rostro en el hombro del monstruo. Si se lo comía ahora, no importaba, el monstruo le había mostrado más cariño en la última hora que su padre en toda su corta vida.
-estas a salvo - escucho del monstruo-yo te cuidare y nadie más te lastimara- susurró la voz con un ligero acento. Will le miro y supo que el monstruo le declaraba que le salvaría de monstruos más grandes y feroces. El niño toca suavemente las pequeñas astas del monstruo y sólo pudo sonreírle
-gracias monstruo-
-Sólo Hannibal- susurró el monstruo y a Will le gustó mucho más ese nombre.
-gracias Hannibal- dijo el pequeño besando suavemente la mejilla de Hannibal y mirando de reojo la masa sanguinolenta que alguna vez llamó padre.
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Hannibal miro la casa desvencijada, la fachada sucia, los motores de barcos viejos y botellas esparcidas como decoración en el jardín.
Sucia, fría, dejada, quien la viera jamás diría que allí había un pequeño niño, si él no hubiese visto el niño por la ventana en aquella sucia cama del segundo piso de esa casa vieja, tampoco creería que había uno.
Eso más enojó al joven lituano.
Los monstruos que le habían lastimado y canibalizado a su hermana eran ajenos, demonios de unas guerra que no era suya, demonios crueles vestidos de resistencia. Este demonio era peor, era el padre de esa pequeña criatura, de sólo un niño que debería sentir el calor un padre, no el dolor físico y emocional de un hombre transformado en bestia que lastimaba a su propia sangre.
Vio entrar a la bestia, entrar borracho, tambaleándose en su propia crapulencia, en su propio hedor, golpeando la puerta como un animal, llamando a gritos al pequeño y subiendo a trompicones por las escaleras y luego Hannibal sólo escucho gritos y llantos del pequeño y no pudo soportarlo más y entró.
Su traje de humano aún sin perfeccionar, lo hizo ser autodestructivo y lo hizo peligroso. Tomo un cuchillo encima de la mesa y cuando el hombre golpeaba la carita del pequeño, lo tomo por el cuello y lo jaló. El hombre no tuvo oportunidad, jamás la tuvo, aun cuando era dos veces más grande que Hannibal y dos veces más ancho.
Will cayó al suelo y se escondió detrás de un desvencijado sofá, mientras le veía, era un muchacho que se volvió un monstruo con pequeñas astas, de color oscuro.
Hannibal tumbo al padre de Will y lo empezó a golpear con el cuchillo en el suelo, clavo la punta roma en su pecho lejos del corazón, en el hombro, en el brazo, escucho con sádica satisfacción los gris y fue cuando giro a ver el rostro del niño, casi desfigurado por los golpes.
El enojo llego al rubio a sus venas y su boca se transformó, sus dientes se calvaron sin piedad en la piel del cuello, en la carne, haciéndolo sangrar y llorar – maldito bastardo… como te atreves a lastimarlo- dijo Hannibal con el dolor del alma –¡es un niño!- pero no le dio oportunidad de defenderse, clavo el cuchillo desde el vientre hasta el cuello, lo eviscero vivo… vio como aun palpitaba el corazón mientras sus órganos salían y se regocijo de sacarlos, tomando entre sus manos el corazón y jalarlo, viendo como la vida se iba de la bestia.
Will gorgojeo y Hannibal le sonrió estirando su mano – pequeño- dijo acariciando con suavidad la manita besándolo con ternura y Will le devolvió la sonrisa, arrastrándose entre la sangre y vísceras y llegando a los brazos de la oscura criatura recibiendo con suavidad su primera muestra de cariño.
Continuara…
Perdón la tardanza, pero estaba de vacaciones, mis primeras vacacione en tres años!!... así que espero que lo gocen!!!
Matane!!!
Ps. Muchas gracias a todas y todos los que me leen!!! Muchas gracias!!
Ps. Los chapters serán cortos pero escribir mas seguido.