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Beyond 2 Soul por hikari shindou

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Notas del capitulo:

¡¡Enjoy!!

Ahora me encontraba en la oficina de Shingen, acaba de terminar con las pruebas del día de hoy. Consideraba al más alto como uno de los adultos que podía confiar. Bueno, mi lista de confianza no era extremadamente larga, solo consistía en Shingen y Tom.

 

-          Shingen, me aburro~~  – Canturrie, pero fui olímpicamente ignorado por el pelinegro – ¿Qué tanto lees Shingen? – Me levante de la silla que se encontraba enfrente del escritorio del mayor, me acerque y coloque mis manos en el escritorio para así llamar su atención. Pero no tuve éxito – Humm… – Braveó molesto, así que me subí al escritorio y me senté en las hojas que Shingei estaba leyendo.

 

-          Si tan aburrido estas ¿Por qué no vas a ver que está haciendo Tom? – Me sugirió, esta vez mirándome directamente a los ojos, parecía estar serio – ¡¡Kyaaaa!! – Grito de repente, asustándome ¿Qué demonios le pasaba? – ¡Como has crecido Shizuo-chan!  – Me acaricio mi castaño cabello – Te has podido subir a mi escritorio por ti mismo ¡Ahh! Recuerdo cuando tenías seis años y acercabas la silla para poder subir al escritorio – Salto de su asiento para poder cargarme en brazos y pasearme por toda su oficina imitando una danza de la época victoriana. – ¡¡Auchh!! Eso dolió pequeño – Se quejó por el fuerte apretón de manos que le proporcione, soltándome en el proceso. – Aun me sorprende la fuerza que poses muchacho – Incluso a mí me sorprendía. Me encogí de hombros restándole importancia al asunto y me dispuse a salir de la oficina

 

-          ¿Quieres ir a molestar a Tom? – Para una persona que no conocía sobre mí y Kasuka, ver a un niño hablar solo por los pasillos incomodaría a cualquiera, pero como se trataba del Departamento de Actividad Paranormal, ya era conocido por todos. – Hola Tom-san – Llame su atención

 

-          ¿Qué pasa Shizuo-chan?

 

-          Estoy aburrido – Fui directo. Tal vez con él podía pasar un buen rato.

 

-          ¿Qué te parece si ves la televisión? – Una vez que estuve cerca me paso el control remoto, pero sinceramente no me apetecía, así que lo rechace. – Si me esperas un rato, prometo jugar contigo después ¿Okey? –  ¿Pero qué haría mientras esperaba? Asentí con la cabeza y volví a salir de la oficina numero doscientos trece. Aun aburrido me dispuse a recorrer las instalaciones, tal vez encontraría algo con que entretenerme. Camine y camine, no fue hasta que llegue a la habitación número ciento treinta que me detuve completamente. Justo frente a mis ojos vi como un sujeto salía del cuarto y pude apreciar que dentro de este se encontraba una mujer sin cabeza. Mi cuerpo se estremeció de miedo ¿Qué es lo que estas personas tenían en mente? ¿Harían lo mismo conmigo?

 

-          ¿Qué te ocurre Shizuo? – Escuche la voz de Shingen detrás mío – ¿Shizuo? – Coloco su mano en mi hombro, pero me aleje inmediatamente, sorprendiendo al mayor. Seguí mirando esa habitación fijamente. Oí como suspiro y se acercó a mí, esta vez sin tocarme. – No tenías por qué ver eso. Tu bien sabes a que se dedica esta organización, todo su nombre lo dice: Departamento de Actividad Paranormal.

 

-          ¿Yo terminare así? Se bien que para todos en este lugar no soy más que una rata de laboratorio….Tal vez no tenga una grandiosa vida dentro de estas instalaciones pero quiero vivir, quiero lograr descubrir lo que hay afuera.

 

-          Shizuo…no digas esas cosas  –  Note que su voz era pagada  –  No eres una rata de laboratorio, eras una persona…una persona especial. Te doy mi palabra que mientras yo siga con vida no dejare que nadie te lastime  – Su mano se posó en mi cabellera y esta vez no negué el contacto. Me permitiría en depositar mi confianza en Shingen, después de todo, en estos años nunca había roto sus promesas. 

 

Caminamos juntos hacía la oficina donde se encontraba Tom, ya se había desocupado y ahora estaba libre ¡Podía jugar conmigo! Aunque ya tuviera nueve años me cargo de caballito, jugamos a las escondidas (Aunque los lugares para esconderse eran reducidos porque algunas de las habitaciones estaba restringidas)  incluso Shingen se unió a nosotros. Pero lamentablemente tuvieron que volver al trabajo. Se encontraban revisando papeles, haciendo anotaciones, usando el computador  y de vez en cuando realizaban llamadas. Yo por otro lado decidí quedarme a ver televisión junto a ellos, esto era mejor que estar solo en mi habitación. No fue hasta que el sueño estaba siendo demasiado para mí que tome la iniciativa para hablar.

-          Tengo sueño ¿Puedo irme a dormir?  – Dialogue captando su atención. Me talle mi ojo derecho con somnolencia

 

-          ¿Qué? ¡¿Oh Dios ya es esta hora?! – Shingen dirigió su mirada a su reloj de mano y se percató que ya eran las doce y media de la noche – Por supuesto Shizuo, estas no son horas para que un niño este despierto ¿Qué te parece si te leo para dormir el libro que te regale la otra vez? – Eso sin duda me emociono, asentí con la cabeza frenéticamente. – Bien, entonces ve a buscar el libro en el almacén de atrás mientas yo ordeno un poco aquí – Rápidamente me dirigí al pequeño almacén. Era algo así una pequeña oficina dentro de otra donde guardaban cientos de miles de documentos. Divise el libro “El principito” sobre la pequeña mesa que se localizaba en medio del almacén, estaba algo oscura pues solo una pequeña lámpara iluminaba. Me gire para salir de ese lugar pero me quede petrificado al ver una mujer de pelo negro, sus ropas estaban desgarradas y tenía una herida en la cabeza. Pero al momento en que parpadee, esa extraña mujer se esfumo. No quería averiguar qué era lo que acababa de pasar así que apresure mi andar y me dirigí hacia Shingen   – Excelente, lo encontraste. Andando – Tomo mi mano para irnos juntos a mi habitación, escuchamos que el teléfono de oficina sonó pero no nos detuvimos hasta que Tom lo hizo.

 

-          Kishitai, es para ti. – Soltó mi mano y sus pasos  llegaron hasta Tom. No pude escuchar que fue lo que la persona tras la línea le comunico, pero no eran buenas noticias. Observe como el pelinegro dejo caer el teléfono, Tom se acercó a él, Shingen susurro algo, no sé si era para que yo no escuchara o en realidad su voz muy apenas salía. – Lo lamento Shingen –  ¿Lo lamento? ¿A qué se refería Tanaka?  El moreno se giró a verme – No te muevas – Le ordeno al mayor – Shizuo vamos a tu habitación. – Tom se encargó de cerciorarse que estuviera en mi cama, iba a irse pero lo detuve. – Shingen ¿Esta bien? – Pregunte intranquilo y Tom lo noto.

 

-          No tienes de que preocuparte – Me arropo con las sabanas – Descansa – Y sin decir más salió de la habitación dejándome solo con Kasuka.

 

-          Sé muy bien que está mintiendo – Le dije a Kasuka – Shingen es una persona alegre, incluso he llegado a decirle que es raro por su forma de ser…Ahhh – Suspire cansado – Ojala todo este bien. Buenas noches Kasuka.

 

****

Los días pasaban y no había visto a Shingen en mucho tiempo, me estaba preocupando ¿Qué habrá pasado? Cada vez que le preguntaba a Tom-san, él evadía a todas mis preguntas, la única respuesta que me daba era que Shingen necesitaba estar solo para aclarar sus ideas. Una noche cuando estaba a punto de apagar la luz para irme a dormir, esa extraña mujer nuevamente apareció delante de mí. Las luces parpadearon y esa persona desapareció….o eso creí hasta que escuche un gran estruendo en la cocina: Varios platos acabaron en el suelo. Inconscientemente me dirigía ahí. Y confirme mis sospechas: Esa mujer se encontraba parada en medio de la cocina, al instante en que la vi…desapareció. La puerta se abrió. “Tom ¿Eres tú?” Pregunte pero nadie respondió ¿Qué era todo esto? ¿Quién era esa persona? No podía seguir con la incógnita, decidí salir, algo me decía que si seguía adelante lo descubriría. Mis pies descalzos pisaban los pasillos de las instalaciones deshabitados y oscuros. Termine por seguir a la pelinegra conduciéndome a la oficina de Shingen. Entre como siempre solía hacerlo, vi a Shingen acostado en su escritorio, levanto sus cabeza (Probablemente por el ruido que hice al entrar)

-          Shizuo ¿Qué estás haciendo aquí? Ya es tarde, ve a tu habitación a dormir – Ignorando sus palabras me acerque a él. Esta persona no era el Shingen que conocía. Esta versión del pelinegro se encontraba destruida, arruinada: Tenía unas grandes ojeras (Señal de que no había dormido en días) Sus ojos estaban hinchados y rojos de tanto que había llorado y pude percatarme del olor a licor que desprendía – Shizuo ve a tu habitación – Dijo en tono severo, pero no le preste la atención debida ya que mis ojos se concentraban en la figura de la mujer atrás de Shingen. Divise como aquella extraña tocaba el hombro del pelinegro y como lo miraba con cariño. Mi cuerpo actuó por si solo: Tome las manos de Kishitani, cerré los ojos y sentí como de pronto se apoderaban de mi cuerpo, pero aun así mi mente estaba consiente de todo lo que hacía.

 

-          “Mi amor…No estés triste. Sabes que nunca me gusto verte en ese estado…Tienes que ser fuerte…Aun tienes a nuestro hijo Shinra que necesita de un padre y más ahora. Nuca olvides que los amo” – Recupere por completo el control de mi cuerpo. Ahora lo comprendía…Shingen había perdido a su esposa en un accidente, es por eso que el pelinegro estaba tan depresivo. Con mis brazos lo rodee en un abrazo, trasmitiendo todo mi cariño. Él siempre ha estado conmigo todo este tiempo brindando su cariño, su protección…su gentileza. Ahora era mi turno de brindarle mi apoyo absoluto.

 

Después de aquello, solo bastaron unos días más para que Shingen volviera a ser el mismo, incluso me conto sobre su familia, de su hijo Shinra que tenía dieciséis años, por como lo describía era una persona muy inteligente: Había saltado dos años  de la secundaria, ahora se encontraba en su primer año de universidad su hijo quería convertirse en un gran médico. Shingen me prometió que algún día lo conocería. Eso me emociono mucho. Conocer a Shinra ¡¿Se imaginan?! Espero que ese día llegue pronto.

Los días pasaban y las pruebas continuaban, incluso más, ahora que habían descubierto que puedo canalizar espíritus de los muertos para ayudar a que hablen con los vivos a través de una conexión psíquica causada por el contacto físico con los vivos. Todo volvía a la normalidad.

 

~~~~~~

 

El tiempo transcurría  y por fin ¡¡Por fin saldría!! ¿Cómo sucedió? Bueno fue gracias auna de las tantas asistentes de Shingen. Ella le dijo que el contacto con personas de mi edad podría ser positivo para mi desenvolvimiento. Trece años encerrado en este laboratorio rodeado de personas mucho mayores que yo, sumando las personas decapitadas, entidades malignas que aparecían (Por suerte con el pasar de los años ya no era extraño ver una a mi alrededor) pruebas todos los días, hablar con muertos y tolerar el humor raro de Shingen…Ya era tiempo de que conociera algo más que este mundo paranormal.

Shingen y yo nos manteníamos dentro del carro, afuera de la casa de la asistente: Hoy su hija cumplía años. Fue muy amable al invitarme. Siempre había deseado salir y conocer a personas de mi edad…ahora que lo he logrado no puedo evitar sentirme nervioso.

-          Anda, te están esperando  – Me animo el pelinegro – Tanto que habías deseado salir y ahora estas como un adorable niño asustadizo – Se burló de mí, logrando molestarme y así salir del auto – No olvides el regalo – Volvió hablar para que regresara y tomara el regalo envuelto a través de la ventanilla – Diviértete, te recogeré más tarde. – Se despidió de mí alejándose. Toque la puerta y la asistente de Shingen me recibió

 

-          Adelante Shizuo. Ella es mi hija Shirley Fenette

 

-          Hola, un gusto – Salude, tratando de esconder mis nervios.

 

-          Si ¿Qué hay? – Respondió neutral – ¿Qué es eso? – Pregunto con su vista a mi mano que sostenía el regalo, automáticamente se lo di – ¿Un regalo para mí? Genial – Al fin notaba algo de alegría en aquella mujer.

 

-          Regresare dentro de poco, mientras tanto ¡Diviértanse chicos! – Observe como la mujer mayor salía de la casa.

 

-          ¡Vamos! – Shirley tomo mi mano y me guío a lo que era la sala – Oigan chicos saluden, él es Shizuo – Al pronunciar esto todos los que se encontraban en la habitación voltearon a verme. Eran al menos unas ocho personas incluyéndome a mí y a la festejada. – Mi mama ya salió así que ya podemos empezar bien esta fiesta.  Yui cierra las cortinas, Ayano las luces, Vincent y Lau traigan algo de comida y Shizuo pon algo de música. – Todos se movieron rápidamente, realizando lo que Shirley había ordenado, así que me dirigí al estéreo, mire varios de los CD´s era toda una revolución en mi cabeza, para  ser sinceros no conocía mucho de música, puse lo que al parecer era música Rock. La tal Yui se acercó a mí.

 

-          ¿Qué es eso?

 

-          Música – Respondí lo obvio molestándola

 

-          Hazte a un lado. Yo me hare cargo –  Al parecer no conocía los gustos musicales de  los chicos de mi edad

 

-          ¡¡Ya llego lo mejor!! – Regreso Lau a la sala con lo que parecía ser una caja completa de bebida alcohólica. La repartió a los invitados yo la tome dudoso.  Algunos platicaban y otros bailaban parecían divertirse, mientras que yo me mantenía sentado en el sofá.

 

-          ¿Acaso es la primera vez que tomas? – Me interrogo una pelirroja cuando se sentó a mi lado.

 

-          Si – Decidí responder con la verdad. Por Dios solo tenía trece años de edad. Me sorprende que estos tipos ya ingieran bebidas alcohólicas

 

-          ¿No puedes estar hablando enserio? – Al ver que no me reía con ella capto que no era mentira alguna – Wow Lo siento, es que en verdad me sorprende…. – Por un momento se tornó un incómodo silencio, pero doy gracias que no duro mucho – Escuche de Shirley que trabajas con su mama ¿Qué es exactamente lo hace un crio de tu edad en un lugar como la DAP?

 

-          …Puedo hablar con los muertos…veo cosas que las personas normales no pueden – Al ver la cara de susto de a chica decidí reírme para pretender que era una simple broma – Caíste jajaja

 

-          Maldición, por un momento  estuve totalmente asustada jajaja ¡Oh! Me gusta esa canción – Dijo emocionada al escuchar una canción lenta que obviamente yo no conocía. – Vamos Shizuo, bailemos – Sin esperar mi afirmación, tomo mi mano y me llevo a un lugar de la sala perfecto para danzar.

 

-          Sé que nunca en tu vida has bailado con una mujer….Pero de perdido has un intento Shizuo. Tómala de su cintura y sigue su ritmo.

 

-          ¡Eso intento Kasuka! – Regañe al nombrado dentro de mi cabeza. – Si te crees todo un maestro ¿Por qué no bailas tú con ella?

 

-          Si pudiera lo haría – Se estaba burlando ¡Kasuka se estaba burlando! Maldito

 

-          ¿En qué tanto piensas Shizuo? – La voz de la muchacha me regreso a la realidad.

 

-          En nada, lo siento

 

-          Oigan ustedes dos, ¿Por qué no van al armario para sus siete minutos en el paraíso? – Nos sugirió el tipo de cabello dorado ¿Qué demonios era eso? Mi curiosidad fue más fuerte y asentí con mi cabeza. Me miraron con picardía y asombro, no le di importancia. Deje que mi antes compañera de baile me guiara a un pequeño cuarto, supuse que era el armario por todos los abrigos colgados.

 

-          Diviértanse~~ – Canturreo Yui.  La joven se acercó demasiado hacia mi persona, hasta el punto de colocar su cabeza sobre mi pecho.

 

-          Dime… ¿Acaso tienes novia? – ¿Novia? ¡Ja! Si claro. Como si eso fuera posible.

 

-          No

 

-          ¿Cómo es eso posible? – Simplemente estar encerrado durante trece años,  no ayuda mucho a una gran relación amorosa. Pensé sarcástico

 

-          No ha llegado la persona correcta

 

-          ¿Cómo piensas reconocerla?

 

-          No lo sé. Cuándo sienta las ¿Mariposas en el estómago?  

 

-          ¿Y que sientes justo ahora, Shizuo? – Poco a poco acorto la distancia entre nuestros rostros. Eso sin duda me puso nervios. Esa joven pretendía darme un beso. Justo en ese momento los abrigos salieron volado, -más específicamente contra la joven-  y la luz parpadeaba. La fémina sin pensarlo y como pudo abrió la puerta cayendo en el proceso. Todos se encontraban de pie mirando a la escena con terror.

 

-          ¡¿Qué demonios fue eso?! – El miedo en las palabras de Ayano era notorio. Sin duda escucharon los gritos y golpes. Vincent ayudo a levantar a la pelirroja,esta temblaba sin poder controlarse. Yo salí despacio del armario y en un reflejo  retrocedió.

 

-          ¡¡Los malditos abrigos empezaron a golpearme!! ¡Algo muy raro está sucediendo! – Todos la miraron escépticos, sin poder creer en sus palabras.

 

-          ¡¡¿Qué le hiciste a Kallen?!! – Exigió furiosa la cumpleañera. No supe cómo responder ¿Cómo explicar que una entidad fuera de este mundo causo todo ese alboroto? Sonaba tonto, vieras por donde quieras.

 

-          Es cierto. Mama dijo que tú tienes una extraña habilidad de conectarte con los muertos o algo así. – La ojo verde revelo mi secreto como si fuera una conversación normal. Las miradas de pánico no tardaron en posarse en mi persona.

 

-          ¿Es verdad eso?

 

-          ¿Qué tal una demostración? 

 

-          No….eso es mentira. Y si fuera cierto….cosa que no, no lo haría  – Negué rotundamente. Como me negué a sus peticiones, bruscamente me empujaron al armario bajo llave. Golpe ese pedazo de madera y grite que por favor me liberaran, pero como si no hubiera dicho algo…subieron el volumen de la música, comenzaron a ingerir más alcohol  y a bailar. Me deslice por la puerta, quedando de cuclillas. Lo único que quería era poder convivir con personas de mi edad, sin tener que hacer uso de mi conexión con Kasuka. Al parecer eso no iba a ser posible. Levante mi mirada con determinación. Si querían una demostración de lo que Kasuka y yo éramos capaces….la tendrían. No tuve que pensarlo dos veces, mi amigo fiel inicio por destruir las lámparas, reduciendo por completo la iluminación, prosiguió con hacer explotar las bocinas y el reproductor de música, los globos, dejando al último el pastel. Los gritos de desesperación aumentaban con cada objeto que era destruido. Me levante del suelo y con mi puño derribe la puerta, si antes no lo había hecho era porque aún tenía la esperanza que me liberaran por voluntad propia. Camine tranquilamente entre todo el alboroto, teniendo la confianza que mi amigo no me lastimaría. Kasuka hizo que la mesa levitara y sin remordimiento alguno la estrello contra la pared, logrando que todos se tiraran al piso. Se arrastraban por el suelo como asquerosos gusanos, se detuvieron exactamente en su única salida, justamente donde me encontraba. Sinceramente los observe sin ninguna expresión en mi rostro. No me sentía superior al causarles toda esa agonía, tampoco furioso por el trato hacia mi persona. Las palabras que les dedique fueron: “¿Les gusto la demostración?” Al decirlas me gire, al instante la puerta sin necesitad de tocarla se abrió, dándome la libertad solo a mí….Ellos siguieron encerrados en la vivienda. Gracias a la conexión de Kasuka observe que ellos se mantenían llorando e implorando salir. No paso mucho tiempo para que Shingen aparcara el automóvil, su mirada no disimulo su confusión al verme fuera de la casa. Subí al automóvil antes de que él saliera del mismo.

 

-          ¿Te divertiste? ¿Qué tal te fue?  – Interrogo, evitando así que se formara un silencio incómodo. Me encogí de hombros y recargue mi cabeza en el cristal y respondí….

 

-          La diversión que una persona como yo solo puede tener. – No hablamos como durante el resto del trayecto. Llegamos a las instalaciones DAP sin ánimos de nada, fui directo a mi habitación. Shingen me dijo que estaría en su oficina por si algo se me ofrecía. Al entrar me deje caer por completo en mi cómoda cama – Valla primera fiesta a la que voy – Susurre con desgano. ¿Es que jamás podré integrarme a la sociedad como alguien normal? Odio el hecho de estar encerrado en este centro de investigaciones, pero con lo sucedido el día de hoy era un recordatorio que yo jamás sería normal.

 

-          Lamento que tu primera salida al exterior haya terminado de esa manera – La voz de Kasuka sonaba deprimida. – En verdad lo lamento Shizuo. Pero esa tipa era toda una resbalosa

 

-          ¿Sabes? Una pequeña parte de mi sabía que algo así podía suceder.

 

-          Vamos Shizuo, no tienes por qué dejarte deprimir. Puede que tu primera salida no haya sido todo un éxito como lo imaginabas, pero aún existe la esperanza de que la próxima será mejor. – Kasuka había cambiado su tono a uno más alegre, con toda la intención de elevar mi ánimo.

 

-          No creo que Shingen me deje salir después de lo ocurrido – Comente disgustado

 

-          No te preocupes por él. Mientras no se entere todo saldrá a la perfección.

 

-          Tienes razón – Mi voz salió más alegre. Me sobresalte al escuchar la puerta de mi habitación abrirse estruendosamente.

 

¡¡Shizuo!! ¡¿Quieres explicarme el por qué jodidos destruiste la sala de mí asistente?! Ahora existen varios adolecentes totalmente horrorizados por lo que hiciste – Expreso colérico. Kasuka y yo sacamos conclusiones muy rápido sobre que Shingen nunca se enteraría de nuestra pequeña maldad. 

 

Notas finales:

¿Qué les parecio? ¿Merece un rr? ¿Desean que en próximo capítulo aparezca Shinra? Les dejo el link donde pueden ver las portadas ;) https://www.facebook.com/profile.php?id=100008807803401&sk=photos&collection_token=100008807803401%3A2305272732%3A69&set=a.1562906770679568.1073741872.100008807803401&type=3
Nos leemos luego. Xoxoxo 12.Jul.16


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