POV Hyperion
Me siento mal...
No estoy seguro del porque, Abraxas dice que es normal cuando te decepcionan... Pero estoy seguro de que ésto no tiene que ver con Dorea, ella aún me hace sentir el estómago revuelto y las manos sudorosas, pero no me deprime que le guste otra persona, ya no desde ese sueño.
Porque desde entonces mi corazón solo duele por culpa de Tom, no quiero verlo convertirse en un monstruo y menos que se alejé de mi. No le tengo miedo, yo lo quiero y... No sé que hacer. Me ha dado jaqueca de tanto intentar pensar en algo y... Yo... ¡No puedo! Nunca ser tan tonto me había hecho sentir tan mal. Talvez no debería ponerme a llorar por un estúpido sueño y menos creer que es real, pero cada vez que me acuerdo y veo a Tom sonreír se me rompe el corazón, esto es demasiado para mi solo pero se lo puedo contar a nadie...
Dejamos de hablar por casi tres meses. De un momento a otro pareció volverse amigo de Abraxas, Druella y Walburga, y entonces sentí que me había vuelto invisible a sus ojos, fue imposible poder llamar su atención, y juro que lo intenté de todas las maneras pero siempre estaba ocupado. De pronto ya no tenía ni a mí hermanito ni a mí amigo, me encontraba solo. No es que no apreciara la compañía de otras personas, pero no era lo mismo.
Y entre Tom más se alejaba, las pesadillas iban creciendo llenándose de nombres, rostros, gritos, y muerte... Sobre todo muerte. Dejé de dormir por miedo, aunque el cansancio solía alcanzarme en clases y provocarme problemas. Pero preferiría quedarme castigado a tener que volver a cerrar los ojos, las pesadillas me persiguieron aún despierto cuando los cerraba por mucho tiempo...
Y mientras todo ésto pasaba el rostro que mostraba Tom en mis sueños comenzaba a volverse real, y aunque mi cerebro no tuviera mucho que dar tenía que ponerme en marcha he intentar hacer algo para detener un futuro que se venía a enormes pasos.
—Hyperion —escuché a alguien llamarme pero no hice caso— ¡Hyperion! Malfoy...
—No me interesa... —respondí al aire sin saber muy bien quién me hablaba, me sentía mareado y demasiado cansado, no podía ni pensar bien—
—¿Cariño, te encuentras bien?
La luz era demasiado brillante, y todo daba vueltas...
—Si.
—No creo que...
Y todo se puso negro. Desperté en la enfermería tras otra horrible pesadilla.
—Oh Hyperion... —volví mi cara hacía la otra persona que me acompañaba y mis lágrimas saltaron cuando descubrí a Tom— gracias al cielo que ya estás despierto...
—¿Tom?
Fue rápido, se puso de pie y se acercó a mí con preocupación en el rostro antes de abrazarme y besarme en la nuca, ésto me demostraba que aún no había perdido a Tom, talvez si luchaba lo suficiente... Podría cambiar las cosas, y me dolió reconocerlo pero mi cabeza hizo click y no pude evitar pensar que el problema debía ser Abraxas.
—¿En qué rayos estabas pensando? Madame Trius dijo que el cansancio por no dormir te ha estado matando, si tenías problemas debiste haberlo dicho antes.
—Lo siento.
—¿Qué pasa? ¿Tienes insomnio o es una clase de reto entre tú y Cygnus que no comprendo?
—¿Cygnus?
—Está en la cama de al lado con sus hermanos, no eres el único con problemas para dormir aparentemente.
—Solo tengo pesadillas. Y dan mucho miedo.
—Existe una poción paran dormir sin sueño si mal no recuerdo.
—Lo sé, y ya lo intenté pero la poción no hace nada.
—Así que eres inmune a lo que te puede ayudar... ¿Quieres que durmamos juntos? Al menos así cuando despiertes ya no tendrás miedo.
—Oh por Merlín si, gracias.
—... —me miró un par de segundos en silencio antes de besarme en la mejilla y sonreír— lamento tanto no haber estado contigo todo éste tiempo, tenía algo en la mente aunque ahora eso puede pasar a segundo plano. Prometo cuidarte bien de ahora en adelante, realmente eres la única persona que me importa y... He estado haciendo las cosas mal.
Abraxas llegó poco después agitado y cansado, también me abrazó y me besó la frente. Fue extraño, le primera vez me molestó tenerlo cerca, pero le sonreí y le expliqué que me sucedió. Ambos me acompañaron hasta nuestra habitación en la sala común pero mi hermano se fue poco después por una cita programada con su novia Amanda
Agradecí en secreto por ello. Y es que ahora me encontraba a solas con Tom mientras me rodeaba con sus brazos en la cama, tenerlo así me daba tanta felicidad... …l me hacía sentir bien, y mi pecho ya no dolía. Sus manos acariciaron mi cabello y me deje caer dormido sabiendo que al despertar él estaría allí.
En ésta ocasión no hubo ninguna pesadilla. Sin embargo soñé con algo maravilloso, con nosotros juntos y riendo sentados en una escalinata de la mansión, Tom tomaba mi mano y sonreía con alegría al mirarme con sus perfectos ojos verdes, si, éste si era el futuro que quería.
Al abrir mis ojos me encontré con el Tom real durmiendo tranquilo.
—Te prometo que nunca te voy soltar, aún si terminas siendo ese tipo malo y sin nariz de mis sueños. Yo siempre te voy a querer Tom, pero... También te prometo que voy a cuidarte y haré todo para que eso no pase. Aún si eso me causa problemas con Abraxas.
Entonces la puerta de la habitación se abrió dejando pasar a Cygnus quien no se veía muy bien, tenía moretones por todas partes y los labios lastimados.
—Ni una palabra a nadie —dijo mirándome y se dirigió a su cama cojeando, se lanzó a ella de cara y cerró las cortinas con un hechizo—
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