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B.R.E.A por Friday

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Notas del capitulo:

¿Alguien mas pensó que Steve moriría y Tony usaria la B.R.E.A para superarlo? ¿No? ¿Solo yo? Ok.

-Hola Tony

Tony dio un paso hacia atrás, entrecerrando los ojos

-No puedes estar aquí -Respondió él mirando hacia ambos lados. El cuarto seguía en la misma disposición de siempre, muebles blancos por allí y por allá, las gafas aun en sus manos. Aún más importante que eso, Steve jamás había estado en esa sala antes y por lo tanto no compartían una memoria juntos -Friday, cierra la simulación. -Dijo de todas formas para intentar convencerse de que no tenía al rubio frente a el en esos momentos.

-La B.R.E.A esta desactivada jefe...- La voz de su IA sonó dubitativa como si ella también se cuestionara lo mismo que él.

-Siempre has olvidado revisar los conductos de ventilación. – Claro, Visión se lo había dicho. Pero la simplicidad en su voz le exaspera. Todos los sentimientos que había intentado enterrar y olvidar luego de semanas comienzan a subir por su garganta cuando se da cuenta de que está allí, de verdad, frente a el luego de dos meses. Dos solitarios y dolorosos meses.

-Vete -Ordenó sin mirarlo.

-Pensé que podíamos hablar... -Hay una especie de duda en la voz del supersoldado como si hubiera olvidado el discurso que tenía ensayado- Todo este tiempo pensé que llamarías...

-¿Yo?- Preguntó ahora  mirándolo y se arrepiente casi al instante. Steve esta en medio de la sala vestido con unos ridículos pantalones ajustados y una camiseta blanca. Sobre ella hay una chaqueta oscura de cuero y el cabello desordenado y puede casi imaginarlo conduciendo su motocicleta hasta la base como si toda una nación no estuviera buscándolo, rompiendo nuevamente las reglas. Él entre todos, precisamente.

 Pero le parece tan descarado de su parte simplemente pararse frente a él y esperar que lo reciba con los brazos abiertos que no toma en cuenta su nerviosismo ¿Qué demonios pensaba Steve que era él?

 -¿Por qué iba a llamarte yo Rogers? ¿Teníamos algo de lo que hablar en realidad tu y yo?

-Tony…

-No Rogers, no tengo porque escucharte. De hecho nada me impide ahora mismo ponerte tras las rejas como el fugitivo que eres. Friday llama-

-Hazlo entonces- La calma de Steve llama su atención y cortan sus palabras. Tony vuelve a poner distancia y eso parece detener otra vez al rubio- Luego de que hablemos eres libre de hacer lo que desees. Encarcelarme, dejarme ir. Odiarme. Hare lo que tú quieras.

Una sonrisa sarcástica cruza el rostro de Tony.

Ahí estaba el Capitán América que el recordaba.

Dejó las gafas sobre uno de los cubículos blancos y movió su cuello tenso de un lado a otro. Luego volvió a fijarse en el intruso.

-¿A fin de cuentas haremos lo que tú quieras no es así Steve? Eres lo suficientemente egoísta de todas formas. Aunque no quiera escucharte vas a hacerlo de todas formas porque no piensas en nadie más que en ti. Vas a mover cielo y tierra si es posible con tal de que puedas decir todo lo que traes sin pensar en si yo quiero oírlo –Siseo lanzándole algo del veneno que llevaba dentro. - Por eso no firmaste. Todo se trataba de ti.

-No firme los acuerdos porque no eran justo para nadie.-Respondió tensándose.

-Era lo que necesitábamos.

-¡No Tony! No era lo que necesitábamos maldita sea- Grita y los ojos castaños se entrecierran – Hacíamos lo que era correcto. Tú, yo, el equipo por completo.

-Gente murió-

-¡Y más gente hubiese muerto sino hacíamos nada! ¿Teníamos opción contra Loki y los Chitauri? ¿Tenía opción contra Hydra infiltrada en Shield? –Steve se pasó una mano por el cabello, relajando su expresión. Se tomó unos segundos antes de continuar- Supe sobre lo que ocurrió luego de tu charla en el MIT. Esa mujer que te culpo de la muerte de su hijo.

-No te atrevas…

-No, no te atrevas tú Tony. ¿No lo comprendes? ¡Tú no eras el culpable! ¡Deja de cargar con el maldito peso del mundo en tus hombros! Firmaste porque te sentiste presionado por la culpa, no porque realmente pensaras que lo necesitabas. ¿Crees que no me di cuenta de tu mirada cuando volviste de esa charla?

Se removió inquieto en su lugar. Esto no era lo que esperaba Tony de su conversación si es que había esperado algo.


-Gente muere Tony. Y el hijo de esa mujer e incluso ella podría haber muerto si dejábamos a Ultron seguir con sus planes. Incluso podrían haber muerto antes, gobernados por Loki si los Vengadores no hubiesen existido.

Un pesado silencio se extendió entre ellos. Stark se sobresaltó otra vez ante lo pasos de Steve pero este solo se acomodó la chaqueta y no hizo ademan de acercarse más.

-¿Por qué me dices todo esto ahora? Oh ya se, quieres hacerme sentir bien para que olvide el pequeño detalle de que me mentiste ¿No es así? De que fue tu amigo el que mató a mis padres. –Preguntó sintiéndose nuevamente fuerte debido a los sentimientos de rabia que las palabras de Steve de alguna forma había logrado aplacar- Mala jugada soldado.
 

-Me equivoque –Admitió entonces el Capitán. –Tenías todo el derecho de saberlo. Tenías toda la razón en sentirte traicionado.

-Y casi me matas con ayuda de tu amigo y entonces huyeron lejos. Oh si Rogers, sabes cómo hacer bien las cosas.

-Tenía miedo Tony... ¿Qué hubiese hecho tú en mi lugar?

-No te atrevas a echarme a mí la culpa ni intentes que me sienta como tú. No tienes ningún derecho de hacerlo –Siseo, gruñendo cuando las manos poderosas del ahora fugitivo Capitán tomaron sus hombros, intentando alejarlo como si quemara- ¡Ya no tienes ningún maldito derecho aquí y lo perdiste el día en que te fuiste con él Steve!

-¿¡Que hubieses hecho tu entonces Tony!? Es la única persona que queda de mi pasado, mi mejor amigo, el único que se quedó cuando no valía nada. ¿Qué hacía entonces Tony? ¿Decírtelo y que fueras tras el para matarlo? ¿Sentarme y esperar que dieras con él, porque sí, lo harías y entonces no impedir que cometieras un error? Le lavaron el cerebro todos esos años, lo congelaron y descongelaron sin que pudiera hacer nada.

-¿¡Y tan poco confiabas en mi como para saber que reaccionaría así!?- Ya a estas alturas ambos gritaban  pero tampoco importaba. Que toda la base supiera que una vez as Tony Stark y Steve Rogers estaban discutiendo-¡Nos acostábamos todas las malditas noches y no lograste conocerme!

-¡Te conozco mejor que nadie aquí Tony! ¿Cómo crees que me di cuenta de lo que había sucedido? Lo habrías buscado porque tu madre es lo más importante que has tenido en la vida. Porque ella es la razón por la que creaste esta máquina. ¡Si, estaba confundido! Nunca quise perderte pero tampoco podía dejarlo solo.

-¡Lo elegiste sobre mí!

-¡No!... Oh Dios Tony, ¿has pensado eso todo este tiempo no es así? –Rogers trago  saliva duramente pero no se alejó. Sus ojos azules recorrieron lentamente las facciones furiosas y heridas del hombre frente a él y se odió aún más de lo que ya había hecho esas semanas lejos.

“¿Una carta, Steve? ¿Solo eso para la persona por la que has dejado de comer y dormir todo este tiempo? ¿Por la que pasas horas frente a ese teléfono? Peggy hubiese estado  decepcionada de ti”  

Las palabras de Bucky se le habían clavado profundamente en el alma. Steve no sabía si Tony algún día podría perdonarlo pero estaba claro que el no. Jamás iba a perdonarse todo el dolor que le había provocado al genio.

La carta fue una idea desesperada. Se había callado por meses hasta que todo simplemente les exploto en la cara. Quería una forma de disculparse con Tony por lo que había hecho y hacerle saber solo un poco de lo que el mismo había pasado.
El teléfono se le ocurrió en el último momento. Necesitaba un medio como ese para saber que si algo sucedía, cualquiera cosa, Tony iba a llamarlo. Días después admitió frente a si mismo que solo esperaba cobardemente que Tony diera el primer paso.

-Tenía tanto miedo de perderte Tony que no sé cómo es que finalmente paso todo. Pensé estúpidamente que si no decía nada, que si te ahorraba el dolor estaba cuidándote. Debí hablar, debí sentarme frente a ti y contarte todo lo que había descubierto… Y luego espere demasiado tiempo para venir aquí. Incluso demore en llamar. Cuando lo hice y la señal-      

-Debiste hacerlo- Cortó  Tony. Steve no necesito mirar sus ojos para saber que estaban levemente enrojecidos, soportando perfectamente los sentimientos de su dueño –Debiste al menos quedarte. Debiste impedir que volviera a esta habitación. ¡No quería estar sin ti! –De un movimiento se alejó finalmente del rubio. La B.R.E.A le había mostrado ya como terminaban las cosas cuando estaban demasiado cerca. Demasiada tensión sexual entre ambos que siendo polos opuestos se atraían una y otra vez.

Además ya no quería ver esta versión de Steve con la culpa carcomiéndole el alma. Le era más fácil guardarle rencor de lejos. O perdonarlo como había tratado de hacer en la última simulación. Cualquiera de las dos opciones que no le mostraran al  Capitán siendo algo a lo que no estaba acostumbrado.

-¿Y sigues pensando que yo sí?
        

-Para mí esta todo perfectamente claro. ¿Algo más que quieras decirme? Porque sino es así puedes irte –Cortó dispuesto a irse y dejarle escapar por la ventilación otra vez cuando Steve lo empujó con fuerza contra la pared más cercana.

-Sí, hay algo más.

No, no,no,no, él sabía lo que seguía y su orgullo le gritaba bastante claro que no le dejara a acercarse a él, que llevaba demasiados días siendo el fantasma de un Tony Stark decidido y dueño de sí mismo. Que Steve Rogers había tirado por la borda su posible relación.
¿Pero había mencionado ya que el correcto Capitán América era un egoísta de primera?

Bastó con que tomara su mandíbula y retuviera sus manos para inmovilizarlo. Steve sabía cómo usar su cuerpo y no demoro en tomar su boca en un beso demandante que el  intentó evitar  golpeándolo unos segundos más  aunque fuera con las rodillas antes de dejarse llevar reaciamente por el mal nacido que tiró de su labio inferior y re descubrió su boca por completo, introduciendo su lengua para reclamarlo.

-Nunca… voy a perdonarte- Susurró mordiéndolo con saña, gruñendo cuando fue empujado otra vez más. Maldito el día en que ambos se habían dado cuenta cuanto les gustaba tener sexo rudo. Se sintió satisfecho cuando una de sus manos finalmente escapó del agarre de Rogers y se estrelló contra su mandíbula. La satisfacción de ver esos ojos encendidos en furia otra vez  y su labio roto le llenó muchísimo más que sus estúpidas disculpas. Se limpió el labio inferior dispuesto a seguir desquitándose cuando FRIDAY habló.

-Jefe, el general Ross viene hacia acá- La voz de su IA lo anunció poco antes de que las alarmas se encendieran, interrumpiendo la silenciosa batalla de miradas

-¿Qué es lo que quiere? –Preguntó aunque comenzaba  a sospecharlo, un peso extraño e incómodo llenándole el estómago.

-Dice que es un código rojo y que usted tiene problemas, Señor… Dice que viene por el Capitán.

Notas finales:

Como cuando planeas demostrar que Steve tuvo sus razones pero Tony sigue pareciendote demasiado herido para perdonar (?)



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