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NOCHE SIN FINAL (ENDLESS NIGHT) por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Thor comienza a revelarle su identidad a Serrure, y los recuerdos llegan en forma de pesadilla.
Al mismo tiempo, comienza a soñar con hacerle el amor a Lukan.

Serrure lo vió acercarse y entonces decidió que era la hora de salir de ahí. Cerró el juego, tomó los billetes que estaban sobre la mesita y corrió con rumbo al subterráneo. No quería hablar con él, no quería verlo o recibir nuevos favores de su parte. Así regresaran los días de hambre, de frío y de zozobra si la policía lo atrapaba, de aquel enorme tipo rubio ya no quería nada, ni el más insignificante saludo…

No le importaron los gritos de los turistas a los que apostaba en esos momentos, reclamando su dinero, ni le importaban las voces del mayor llamándolo... era importante para el niño que nadie lo viera llorar. Y es que las lágrimas se escapaban de sus ojos de esmeralda, grandes, abundantes, saladas... le daba más rabia no poder contener aquella inundación mojando sus mejillas de alabastro y corrió con todas sus ganas, esperando perder de vista al terco rubio.

Tres noches atrás, presenció, escondido bajo la estructura de las graderías, como su dulce ángel se disculpaba con Thor, mencionó que había exagerado al reclamarle sobre las relaciones que había dejado atrás, que en realidad no se conocían lo suficiente ni tenía derecho alguno para molestarse en la forma que lo hizo y también le dijo, que si no estaba muy molesto con él, le gustaría retomar lo que tenían pendiente justo donde se quedaron.

Serrure no comprendió muy bien a lo que se refería hasta que vió a Thor sonreír de medio lado y acercar el rostro de su ángel, con una de sus enormes manos en el cuello de cisne, hasta su rostro anguloso y barbudo y devorarle los labios con engolosinamiento. Lukan correspondió el beso con un gemidito de satisfacción y después se separaron, pues esperaban la llegada del chiquillo de un momento a otro. No querían ser descubiertos, aunque sin que se enteraran, esa precaución ya era absolutamente inútil.

-No te escapes de mí...- dijo una voz grave y varonil tomando fuertemente el hombro del callejero- No tengo la menor idea de la causa de tu molestia, pero creo que es tiempo de terminar con tus caprichos y de que escuches los motivos que tengo para seguirte...

-Te odio... no quiero que te acerques a mí... ¡Suéltame y no me toques o gritaré!

-¿Quieres calmarte, pequeño Loki? Ya basta de pataletas... ya me cansé, ahora es tiempo de que me escuches y que sepas que, por todos los infiernos de Surtur, es lo que hago aquí, en medio de esta ciudad buscándote e intentando hacerme tu amigo...

Esta vez la voz sonó tan severa, que Serrure se estremeció y se quedó petrificado.

-¿Cómo me llamaste?

-Loki. Así te nombraron tus padres, Loki… hijo de Laufey. Ese eres tú y también eres uno de los hijos de Odín, igual que yo, somos hermanos..
.
-Claro...- respondió el niño, encongiéndose de hombros y alzando los ojos al cielo, en un perfecto gesto de incredulidad y condescendencia- ¿Y vienes de parte de mis queridos padres que se han arrepentido de haberme abandonado?

-No. Nuestro Padre aunque seguramente sabe que estoy buscándote, no me ha enviado ni estará de acuerdo con mis acciones... Pero eres mi querido hermanito menor, y mi deber es devolverte tus recuerdos, tus memorias, y llevarte a donde correspondes.

-Es lo único verdadero que has dicho, Thor... mi memoria no está conmigo... no recuerdo nada de mi pasado, por mucho que me esfuerzo, no logro recordar nada...

-Puede ser que no recuerdes todo, pero tu origen debes conocerlo, para que aceptes quien eres y regreses a tomar tu lugar...

-Creo que estás loco... muy loco… ¿Inventas toda esta historia para que me olvide que no quiero verte ya?

-Dime, Loki... Serrure... ¿Por qué no quieres verme, por qué has abandonado tus prácticas de patinaje y también has abandonado a Lukan?

-Es algo que no te importa...

-No deberías ser altanero conmigo, pequeño hermanito... Lukan compite hoy en rutina corta, ha trabajado mucho para llegar con las mejores calificaciones y se entristece porque no estás ahí para verlo. Si tú quieres, no me digas nada, pero ve a verlo… y piensa un poco en lo que te he dicho. Poco a poco creerás.

***

La cadencia de la rutina, la elegancia de los movimientos, la fuerza y precisión de sus saltos y giros, terminaron por arrancar ovaciones al público presente la primera noche de eliminatorias entre los equipos de patinaje artístico. Percusiones y cuerdas resonaban por los altavoces, dando un clímax dramático a la perfecta presentación de Lukan, el traje elástico en color negro, bordado en los hombros y cayendo a los costados con pedrería de color jade, el suave y transparente velo del mismo color que caía gracioso por los largos brazos, como alas etéreas de ángel, enmarcando aquel cabello negro, sedoso y libre, que deslizaba los despeinados mechones de azabache sobre los felinos ojos de verde infinito, el pálido blanco de su rostro, animado por el inevitable sonrojo que le daban las luces y el esfuerzo físico, el cuerpo elástico y esbelto, todo se conjugaba para hacer en ese momento todavía más seductora la presencia de aquel increíble muchacho

Y Thor estaba absorto y fascinado presenciando su triunfo... Las notas sonoras terminaron y de nuevo un aplauso unánime se dejó escuchar, incluso Serrure aplaudía y gritaba “bravos” y “hurras” a todo pulmón. Lukan sonrió satisfecho y patinó tranquilo a la salida de la pista, donde esperó sus calificaciones mientras bebía grandes cantidades de agua.

-¡Rankeado en primer lugar!- exclamó su entrenador, entusiasmado por los resultados- ¡Directo a los preolímpicos, directo al campeonato mundial! ¡Lukan, estás dentro!

Lo esperaron hasta que las luces se apagaron, cuando los equipos comenzaron a retirarse y el público ya había abandonado el complejo deportivo. Entonces Serrure parecía estar olvidado de los enfados hacia el joven patinador, apenas lo vió corrió para echarse en sus brazos y felicitarlo por el triunfo… Lukan correspondió lanzando una cristalina carcajada y el corazón de Thor se llenó de un extraño calorcillo al escucharlos reír, verlos abrazarse y comentar felices.

-Vamos a festejar... yo invito la cena… ¿Algún antojo especial?

-¡Hamburguesas!- exclamó Serrure

Thor y el pequeño devoraron seis hamburguesas entre los dos, cuatro paquetes de papas fritas y dos malteadas de fresa y chocolate. Lukan desistió de romper el duro régimen que llevaba durante las competencias y se conformó con una ensalada de pollo sin aderezos y agua natural. Después de comer hasta casi reventar, Serrure se dirigió hasta el área de juegos y como cualquier niño de su edad, se embelesó en las máquinas de videojuegos, dejando a los mayores a solas durante algunos minutos.

-Hubiese querido llevarte a un lugar más elegante...

-No te preocupes, Thor... donde mi pequeño amigo sea feliz, seré feliz yo...

-¿Cómo es que nunca veo a nadie de tu familia esperándote? Has triunfado... deberían estar aquí...

Lukan se sonrojó un poco, bajó sus magníficos ojos hasta fijarse en la cálida mano que intentaba entrelazarse con la suya. Dejó a Thor hacer, tomarle la mano y besar levemente la punta de sus dedos largos y fríos, antes de responder.

-Igual que Serrure yo fui un paria, un abandonado... Mis padres se olvidaron de mí a pesar de que los conozco y sé donde encontrarlos... Tuve un hogar adoptivo en el que fui relativamente feliz, pero nunca me aceptaron del todo, por eso decidí irme... antes que los rencores con mis hermanastros causaran una tragedia o algo así... por fortuna, las becas deportivas cubren todas mis necesidades, mientras pueda mantener mi nivel, podré seguir estudiando y participando en competencias... Esa debe ser la razón por la que siento como un deber proteger a ese niño...

Thor condujo de regreso al departamento que ahora ocupaba en un barrio elegante de la ciudad luz. En el asiento trasero, Serrure roncaba con una sonrisa traviesa bailándole en los labios, estaba harto de comer y de jugar, reflejaba una paz que raramente sentía, y al menos aquella noche, dormía sin la preocupación de verse descubierto o acosado por la policía o por delincuentes de mayor edad que en ocasiones le quitaban el dinero ganado durante el día.

Lukan también sentía que los párpados le pesaban, se acomodó como un gatito sobre el hombro del rubio, permitió que lo abrazara y se relajó, gozando de la calidez del cuerpo de Thor.

-¿Y si te quedas hoy conmigo, Lukan?- se aventuró a murmurar el rubio, aspirando el perfume del menor mientras su mano se deslizaba lentamente hacia abajo, buscando la cintura pequeña y las caderas que se levantaron un poco para que tuviera mejor acceso a su anatomía- Hemos salido un par de veces, me gustas muchísimo y me parece que no te soy indiferente... podría enamorarme perdidamente de ti...

-Me gustas más cuando eres totalmente sincero, rubio lindo...- respondió Lukan, besando el recio cuello y dejándole sentir su cálido aliento- Y te agradezco que no intentes acostarte conmigo con mentiras. Te odiaría en el mismo instante en que me dijeras un “te amo” que no sientes tan solo para tenerme.

-Oh, Lukan... Dejemos eso al tiempo, por favor. No es mi intención ofenderte de ninguna manera...

-Iré si me prometes revelarme algún día la relación que existe entre la muerte de tu hermano y el rompimiento con tu amante... porque cuando me cuentas de ellos, me parece que a veces me confunden tus palabras y no sé exactamente cuando me hablas de uno y cuando del otro...

-Lo prometo...- dijo Thor, acariciando por primera vez la redondez del trasero que no dejaba de mirar cuando el joven pelinegro patinaba. Delineado por la ropa de lycra que todavía llevaba bajo los pants, Lukan ronroneó al sentir la mano cerrarse en sus redondeces… comenzó a desear también al rubio, y su corazón latió con fuerza ante la perspectiva de quedarse toda la noche con él.

-Es un edificio elegante- declaró, al ver el lujo que los rodeaba- ¿Cuál es tu ocupación, que te deja tan buenas ganancias?

-Ayudo a mi padre en el negocio familiar- respondió Thor, subiendo en sus brazos, sin esfuerzo alguno, al joven Serrure, que seguía profundamente dormido.

Había dos alcobas en el departamento… en una de ellos instalaron al niño, Lukan convenció a Thor de que fuera a preparar dos copas de vino mientras él lo cambiaba para ponerle un pijama adecuado. El rubio solo le dijo que procurara no despertarlo... el de ojos verdes rió encantadoramente y apenas se quedó a solas con el niño hizo un ademán con sus manos, una luz color verde apareció y de inmediato, Serrure descansaba vistiendo ropa de cama, mientras que su desgastada ropa de diario apareció colgada en el respaldo de la silla.

Thor lo esperaba con una botella de vino y dos copas en la mano, sin sospechar siquiera que el joven patinador poseía una naturaleza mágica. Para el asgardiano, se trataba simplemente del más hermoso mortal que pudiera existir, y eso era obviamente, porque se parecía extraordinariamente a su amado Loki, en su juventud temprana… de hecho, verlos juntos a Lukan y a Serrure, era como ver a Loki en su niñez y en su adolescencia al mismo tiempo.

Y se propuso no hablar de más, desde luego Lukan estaba enredado de sus historias porque el amado con el que Thor terminó y su hermano, eran la misma persona… Loki fue muy cruel con su amor, lo lastimó mucho y muy profundamente, pero siempre lo amó, y todavía le dolía, le traspasaba el alma recordar el instante de su muerte, y sus últimas palabras diciéndole: “Lo siento, hermano…” Jamás dejaría de venerar su recuerdo, por eso se proponía rescatar la reencarnación de Loki y llevarlo de regreso entre los dioses. Serrure era solo un niño y no recordaba el amor que los había unido, ni las mentiras, ni las peleas... era un ser limpio al que cuidaría y ampararía como lo que era: su pequeño hermano.

Para su fortuna, estaba Lukan. Con él podía perderse noche tras noche a partir de aquella, olvidar poco a poco su obsesión por su hermano muerto, cuidar al pequeño renacido y quizá, con el tiempo, volver a amar. Lukan era el mejor candidato para acompañarlo y lograr todo eso. No importaba que su padre Odín rabiara desde su trono dorado, era un adulto, dueño de su vida y sus decisiones y la que acaba de ser aceptada le llenaba de alborozo… tenía meses, muchos meses desde la última vez que había hecho el amor y se sentía listo para hacerlo de nuevo… con aquel bello, talentoso y joven mortal...

-Por nosotros... por lo que podemos ser...- le dijo, chocando el fino cristal con delicadeza.

-Por este momento, Thor... ya que nada está escrito, no pienses en mañana y dedícate solo a este precioso y único momento...

Thor pensó que estaba a punto de seducir a un inexperto, que poseer a aquel joven sería como devorarse un tierno cervatillo, carne inmaculada para hincarle el diente... pero Lukan no se mostró tímido y por el contrario, entrelazó al grandote por el cuello para que Thor lo besara y lo lamiera, gimió con el gusto que le daba ser tocado de aquella forma. Thor bajó las manos para abarcar el redondo y firme trasero... era muy muy bueno poder al fin, demostrarle cuanto lo deseaba... lo empujó hacia adelante para que sus centros hicieran contacto, y se movió en círculos para comenzar a frotarse de manera deliciosa. Pasó una de sus manos hacia adelante e intentó entrometerla bajo sus ropas para acariciarle directamente, entonces Lukan tomó la iniciativa rehuyendo la caricia íntima, se inclinó y se colocó sobre sus rodillas, dispuesto a liberar el instrumento de Thor y comenzar a adorarlo...

-¿Qué haces…?- balbució el mayor, acostumbrado a ser el que llevara la batuta en sus relaciones.

-¿Tienes miedo? Te aseguro que te va a gustar...

Lukan tenía una mirada brillante y traviesa, sabía exactamente qué hacer y como tocar a su pareja de esa noche que apenas iniciaba… y volverlo loco de placer... Acarició todo el bulto que amenazaba romper la tela del pantalón comprobando que poseía buen tamaño ya, sonrió con encantador gesto y bajó la cremallera en un movimiento insufriblemente lento. Thor lo ayudó deshaciéndose de la prenda en un segundo, quedando en camisa y bóxers ceñidos, apretados, que ahogaban su poderosa arma.

-No te tengo miedo... eres apenas un chiquillo unos años mayor que nuestro pequeño protegido...

-Pero... a diferencia de él- ronroneó Lukan, acercándose hasta el centro del rubio- Yo sí puedo comerte completito... Thor Odinson...

Cuando el falo se liberó de la ropa interior, Lukan se relamió los labios, humedeciéndolos lo suficiente para pasar su lengua a lo largo del cuerpo endurecido... repasó cada contorno y cada vena, hizo círculos deliciosos sobre el glande y apretó con dulzura la bolsa del escroto. Thor lanzó un gemido de animal herido... tenía un temperamento ardiente y desde la muerte de su hermano y amante no había tenido sexo de ninguna clase, ni siquiera recordaba haberse masturbado. Con aquel delicioso espasmo brotándole desde el bajo vientre, el hijo de Odín daba por terminado un largo y doloroso luto, dándose una oportunidad de ser feliz y recomenzar...

-Ah, por todo lo eterno... ¡No te detengas!- exclamó, al sentir como su enorme pene era tragado hasta el fondo por una boca húmeda y lasciva, que de inmediato comenzó a succionar con fuerza, entrándolo y saliéndolo mientras provocaba una enloquecedora fricción con su lengua- ¡Maldición, esto es tan bueno!

Lukan arrugó el ceño, aunque el rubio no se dio cuenta ¿Así que disfrutaba el sexo con otro que no fuera el amante al que juró devoción infinita? Pensó de inmediato en escarmentarlo y dejarlo así, como una de las lámparas de aceite de los pasillos del Palacio de Valhalla, colgado y ardiendo… o también, hacerlo gritar de placer, provocarlo hasta que sacara de su mente y de sus entrañas el recuerdo del amor pasado.

Para suerte del Dios del Trueno… Lukan eligió lo segundo...

Prosiguió su labor hasta llevar al mayor muy cerca del orgasmo, podía sentirlo, en la forma en que se empujaba, tomándolo fuertemente del cabello y adelantándolo hasta hacerlo tragarse entero el enorme pene, y los líquidos que derramaba, dejando un regusto ligeramente salado en su boca. Dejó el mástil erecto a punto de explotar y se situó un poco más abajo, dándole atención a cada testículo y pasando su lengua caliente por la línea del periné, pero sin dejar de masturbarlo halándolo inmisericordemente con la diestra. Thor estaba encorvado, sudando frío, galopando a la velocidad luz hasta la cima del éxtasis... y finalmente, estalló, bañando el rostro hermoso del joven patinador.

Sin duda era una vista maravillosa, ver la juventud hermosa del pelinegro cubierta con su blanca eyaculación, Lukan sonreía y repasaba sus labios con su lengua sonrosada, degustando el sabor del rubio.

-¡Lo siento!- dijo Thor, llenándose de arrepentimiento, de golpe no solo había liberado su placer, sino también su culpa por faltar al juramento de amor y fidelidad hacia su hermano muerto. Ahí estaba, con aquel maravilloso muchacho, dispuesto a compartir la noche… había sido demasiado sencillo convencerle, solo se lo había propuesto y ya... muy sencillo... demasiado… Y todo el deseo y la excitación se habían ido al carajo cuando observar el rostro juvenil, tan dolorosamente igual al de otro, lleno de su esencia, empapado con el semen derramado mientras se dejaba dar placer por Lukan… pero pensando en Loki- Yo... no debí... Lukan, perdóname... ¡Perdóname!

Thor se alejó del muchacho, se echó una bata encima y salió al balcón, deseando poner en órden sus pensamientos y buscar la forma de conformar su espíritu. Tampoco quería ofender a Lukan, pero no encontraba como decirle sin contarle su verdad… su única verdad... que su corazón pertenecía por entero a su hermano. Además, Loki no estaba muerto... había reencarnado, pero su reencarnación tenía la forma, el cuerpo y los pensamientos de un niño de once años. Era imposible en ese momento, hacerle ver que los unía algo más que lazos familiares, algo más que lazos de hermandad y de lealtad… los unía el amor, la pasión insensata e incestuosa que cuidaron e hicieron crecer durante muchos años, a espaldas de sus padres, a espaldas de los nueve reinos y que solo unos pocos sospechaban o conocían...

Lukan estaba muy lejos de sentirse ofendido, por el contrario, aquella inesperada reacción que podía ser desalentadora en cualquier otra circunstancia, le halagaba y le llenaba de vanidad. Odín podía haberlo arrancado del libro de los muertos, su alma podía estar ahora renacida dentro de aquel lindo midgardiano que sin saber por qué, se sentía atraído hacia aquel par de desconocidos que lo cuidaban a cambio de nada... pero lo cierto era que la esencia de Loki estaba separada de su alma, de su cuerpo y de su memoria… Era su resentimiento, su odio, su ambición y su indiferencia a los daños que causaba mientras conseguía lo que quería. Todos esos sentimientos, emociones y tribulaciones juntas, transformadas por la magia que aún conservaba en un hombre joven, hermoso y dispuesto a ayudar a su hermano y amante en la búsqueda de su yo infantil… o quizá a entorpecer su trabajo, no lo sabía a ciencia cierta.

Y la duda radicaba en que aquel Loki dividido conservaba el amor… el único sentimiento bueno de su antiguo corazón. Quizá había muerto envilecido, humillado y furioso, pero también arrepentido... y sus últimas palabras encerraban todo: “Lo siento, hermano…” aunque hubiese querido gritar: “Rescátame, te amo” y no lo dijo para proteger a Thor, para que nadie se diera cuenta ni siquiera en su hora suprema que ambos se amaban... había sido su obsequio postrero y obtuvo como respuesta el perdón. De alguna forma, el rubio logró que el poderoso Padre de Todo lo rescatara de Hel y le diera una nueva oportunidad.

-Es imposible resistirse a ti, cariño...- murmuró Lukan, limpiando los restos de semen de su rostro y recostándose en la amplia cama para sollozar en silencio- Es imposible estar a tu lado y no amarte, y no desearte... Y a pesar de que ha pasado ya tiempo, a pesar de que conservas el amor limpio y fraternal por mi representación de niño en este mundo de mortales...

***

Thor no quería convocar la lluvia, pero las nubes se cerraban de prisa y las gotas comenzaban a caer sobre su cabeza... no eran demasiadas, así que permitió que cayeran y comenzaran a resbalar por sus mejillas tostadas. ¿Qué era lo que le sucedía, por amor de todo? ¿Por qué se había escapado, asustado como un colegial? No estaba traicionando a nadie, no estaba engañando a nadie... se había conservado desde la muerte de Loki alejado de las parrandas, de las fiestas y de las orgías, no participaba de ningún festín amoroso organizado por los guerreros en Asgard, no salía con mujeres ni con hombres en plan romántico hasta que conoció a Lukan. Entonces la vida le cambió... se sintió alegre, motivado… la felicidad de encontrar al pequeño Loki fue doble cuando conoció a aquel mortal, cuyo talento lo cautivaba, cuya personalidad le atraía, así como el parecido físico lo mantenía ilusionado… y a la hora de la verdad, cuando comprobó que en sus manos y boca expertas disfrutaba de un placer solo comparado al que disfrutaba con su antiguo amante... se acobardó por completo.

-¡Oh Dioses antiguos! Lukan debe pensar que soy un perfecto idiota...- se lamentó, retorciendo sus dedos con desesperación. Podía volver y pedir perdón nuevamente, dejar las cosas así o volverlo a intentar… ¡Claro que lo deseaba! ¡Deseaba la piel, la boca y la intimidad de aquel soberbio muchacho! Pero el recuerdo de otra piel, de otro aroma, de otro sabor se interponía- ¡Oh, Loki… cuánto te extraño!

-Pero yo estoy aquí...

Thor alzó la cabeza y se volvió al escuchar aquellas palabras. Se topó entonces con Serrure... que le miraba desde el alféizar de su ventana. El niño había trepado en forma temeraria, ya que se encontraban en el piso veinte de aquella torre de departamentos, sin que le afectara la altura o lo resbaladizo de los ornamentos de piedra, todo lo que sabía era que estaba respondiendo en forma inconsciente, al llamado de su hermano… o de su amante...

-¡Loki!- exclamó el rubio, espantado de verle saltar hasta su balcón con una agilidad insospechada- Loki ten cuidado, por favor… Aún no podrías resistir una caída desde esta altura...

-Una caída me mataría sin duda… Pero te escuché llamarme... ¿Por qué te escuché hasta la alcoba? ¿Por qué escuché tu voz gritando mi nombre con terror?

Serrure tenía los ojos enrojecidos, la tez lívida y temblaba de pies a cabeza.

-Dime lo que sentías, pequeño hermano...- preguntó Thor, abrazándolo y alzando los ojos de zafiro al cielo, para que la lluvia cesara. Podía estar él en medio de un dilema personal, pero nada de eso importaba ante una necesidad de Loki- Dime que cosa escuchaste...

Nada era más importante que confortarlo, que hacerlo sentir bien... ni siquiera él mismo importaba.

-Tuve una pesadilla...- dijo el niño, hipando entre sollozos- Siempre tengo pesadillas, ya no habían regresado... desde que tú y Lukan aparecieron, mis malos sueños se fueron… pero esta noche... ¡Es horrible! ¡Es lo mas horrible que he soñado!

-Cuéntame...

Dentro de la alcoba, con la luz apagada, Lukan atestiguaba la conversación de los hermanos. Pensaba ir y también confortar a Serrure, él sabía (¡Por supuesto que lo sabía!) lo que era pasar noches llenas de terror, soñando con monstruos... soñando con rechazos y soledad… Pero decidió aguardar...

-Había una guerra- comenzó a contar el más pequeño- Una guerra terrible con monstruos de piel azul, con hachas de hielo... con demonios de fuego también... y había muchos soldados... soldados diferentes a los que he visto, soldados que podía volar por los cielos y que llevaban espadas de las que salían rayos poderosos... una guerra muy cruel en la que todos decían que se terminaría cuando muriera el que desató el nudo... cuando alguien matara al que liberó todos los males del universo...

Thor lo observaba con atención, el labio inferior de Serrure temblaba al hablar, mientras sus ojos verdes se dilataban y la blanca piel se hacía casi transparente. Su respiración era rápida y superficial, y sin duda, su corazón estaría latiendo muy de prisa... con todo eso concluyó que la encarnación de su hermano había soñado algo más que por el momento, no se atrevía a contarle.

-Fue una pesadilla terrible... ven, hermanito querido... descansa en mi alcoba, duerme en mi cama y yo velaré tu sueño. No te preocupes por nada en adelante, pues ahora me tienes a mí... yo estaré despierto toda la noche, cuidándote...

-Tengo miedo de dormir… no quiero volver a soñar así...

-Te prometo que estaré pendiente de ti. Y si te causa inquietud otro mal sueño, te despertaré para que lo olvides pronto...

-¿Y Lukan?

Thor se quedó mudo y boquiabierto... se olvidó del joven patinador por completo. Pero Lukan estaba ya asomando hacia el balcón, disimulando todo para que creyesen que solo había escuchado las últimas frases de la conversación. Se unió sonriente al abrazo y le dijo al niño, usando su modulada y suave voz:

-No hay nada más importante que tú, querido Serrure... Si a Thor no le importan las multitudes, yo me quedaré también velando tu sueño... ninguna pesadilla se atrevería a acercarse si nosotros dos velamos.

-Pero tú debes descansar... mañana... la competencia...

-Importas tú... la competencia estará bien. Soy fuerte, no menosprecies mi resistencia...

Ante los ojos azorados de Thor, que en realidad no sabía muy bien lo que estaba sucediendo, en cuanto a acuerdos para dormir se hablaba, Lukan se metió en la cama, esperando para abrazar a Serrure, que se acomodó con tanto desamparo y necesidad de consuelo, como si fuera un cachorro abandonado… Lukan acarició el cabello negro del niño, hablándole con ternura y en cuestión de un par de minutos, se quedó profundamente dormido.

-En realidad estaba muy cansado el pobrecillo- dijo Thor, terminando de vaciar una de las copas que restaban servidas y tomando una frazada del clóset- Me voy a dormir al otro cuarto...

-Hay mucho espacio en esta cama... ¿No quieres quedarte con nosotros?- sugirió Lukan, con un acento de dulzura en su voz- ¿Conmigo…?

-¡Oh, Lukan! Si apenas puedo mirarte a los ojos... yo no...

-No te estoy pidiendo nada, excepto tu compañía... Comprendo que aún no olvidas a aquel que amas y yo respeto eso... No haremos el amor esta noche, pero velaremos juntos, tal y como prometimos… a Serrure.

Thor asintió con un movimiento de su rubia cabeza, aunque se mostraba todavía un poco indeciso, Lukan abrió la blanca sábana y se hizo un poco hacia adelante, de manera que el rubio pudo recostarse con comodidad y hacer descansar al muchacho y al niño sobre su fuerte pecho.

-No estoy muy seguro de esto... supongo que te debo muchas explicaciones...

-Sí me debes, muchísimas explicaciones... pero no hoy... Hoy solo quiero que sepas que aunque quizá tú tengas motivos diferentes a los míos, los dos estamos interesados en este pequeño vagabundo. Y vamos a ayudarlo... mira como duerme... confía en nosotros con la inocencia de su edad. ¡Será una lástima que crezca y se dé cuenta que las cosas no son como piensa! O como uno quisiera...

Serrure suspiró y se acomodó entre los brazos de Lukan, extendió una mano y murmuró el nombre de Thor: “Hermano... te quiero mucho…”

-Y yo te quiero más, mi pequeño, querido y extraviado hermanito...- respondió el mayor, tomando entre las suyas la manita del niño, depositando un ligero y fraternal beso en su dorso y dejando resbalar un par de lágrimas.

Lukan sintió un nudo en la garganta... Thor seguía amando a Loki, más allá de su muerte... más allá de la pasión carnal, porque era capaz de tomar todos los sentimientos de su corazón y convertirlos en un amor limpio, en un amor puro y protector hacia aquel desamparado. La sangre le hirvió de rabia... Thor estaba portándose más noblemente de lo que esperaba y en esas condiciones, tan solo aumentaba sus propios sentimientos, su inconmensurable amor, el que viviría por la eternidad, aunque en ese momento no pudiera revelarle nada...

Si se descubría ante el rubio, si revelaba su esencia verdadera, como una parte faltante de las memorias de aquel niño... entonces todo su plan se vendría abajo. No tendría otra opción que desaparecer, unirse a Serrure o desvanecerse para siempre, porque Thor no permitiría que la parte obscura de su hermano volviera a renacer... Y él mismo no sabía con certeza que sucedería si era descubierto. No podía entonces volver el rostro y decirle que él también era Loki… SU Loki... y que lo amaba...

-Me gusta mucho como tratas a Serrure... lo consideras realmente tu hermano pequeño...

-Y lo salvaré de las calles, de la soledad... lo salvaré de sí mismo, Lukan. Lo veré crecer libre, fuerte, listo para destruir los malos sueños que ahora lo atormentan y que tenga una vida próspera y feliz...

-¿Y que sea amado?

-Principalmente que sea amado... lo juro... de eso me encargo yo... Crecerá con mi apoyo y mi cariño, para que en su mayoría de edad, elija sabiamente y quizá, solo quizá... forme una familia, eso dependerá por completo de lo que él quiera hacer con su vida.

Lukan estaba emocionado, Esas palabras eran para el niño y eran para él, de alguna forma. ¡Dioses, cuanto amaba a aquel rubio tonto!

-Sabes... todavía deseo hacer el amor contigo… me gustas, tipo grande… y me gustó mucho tu sabor- dijo el joven pelinegro, volviéndose a mirar al otro y entreabriendo sus labios con sensualidad- Supongo que tienes bastante que ofrecerme con ese paquete tuyo que tanto se me apetece. Pero tendré paciencia y te esperaré... a menos que sea yo quien no te provoque para el sexo...

-¡Oh, Lukan!- murmuró Thor, apoderándose de los labios frescos y húmedos, besándolos larga y deliciosamente- Se necesitaría ser un necio para no desearte... ya te lo dije: Podría enamorarme de ti… y si me esperas, seguro te demostraré cuanto me apetece poseerte, entrar en ti, destrozarte por el medio...

-Solo te pediré que no vuelvas a dejarme a medias, como hoy… o yo personalmente te cortaré las bolas.

***

-¿Y Lukan?

-Buenos días, niño dormilón- respondió Thor, ya bañado y cambiado, listo para entrar el desayuno y disponerse a devorarlo- La ducha está libre, Lukan está en la pista desde las cinco de la mañana y si no te apresuras, se hará tarde… Nos perderemos la eliminatoria de hoy…

-¿La rutina larga, la de baile?

-No... pero hoy inicia, vamos flojo… a la ducha.

-Tengo hambre… mejor comeré y al final, mi ropa es la misma de ayer… da lo mismo si evitamos el baño.

-Por supuesto que no…- dijo Thor, con aire severo- Hay una gran diferencia entre tú, jovencito y mi hermano Loki. Loki no permitiría una partícula de suciedad en su cuerpo, ni un embrollo en su cabello…

-Dejame en paz... yo no me voy a bañar y salir con este frío...

Thor no se limitó a las palabras. Se acercó al menor, lo tomó por la cintura y no le interesó ciertamente que se negara, que pateara o gritara… lo llevó consigo y lo metió a la ducha, abrió la llave y el agua fría lo empapó al instante.

-Si no quieres convertirte en un Jotunn, abre el agua caliente y tállate bien detrás de las orejas… no hagas que sea yo quien te desnude y te lave el cuerpo ¿Quieres?

-¿Estás loco???? ¡Eres un sádico! ¡Si quieres matarme no uses agua helada! ¡Me muero de frío!

Thor rió a carcajadas, disfrutaba enormemente volver a pelear con un Loki versión prepúber... exactamente igual que años atrás, cuando por la fuerza lo obligaba a hacer cosas que no quería (bañarse a fuerza no, a Loki le gustaba la limpieza) y escuchar a Serrure maldecir, gritar, quejarse y volver a maldecir le causaba demasiada gracia.

-¡Cuida tu lengua o te juro que iré y te tallaré la boca con el jabón hasta que te lo tragues!

Serrure salió y encontró ropa nueva, a la moda y de su talla. Fingió que no le había gustado y se dispuso a comer todavía envuelto en su toalla. La vista de una montaña de panqueques con fruta y miel lo hizo olvidarse del mal rato.

-Quiero ver a Lukan ganar esa maldita competencia...

-Apresúrate entonces para irnos… y además ¿Qué no sabes hablar sin decir palabrotas? Has perdido tu memoria, tu edad y por supuesto, tu educación, Loki.

-¿Mi edad? ¿Acaso me perdí algunos años en coma o a qué te refieres?

Thor prefirió ya no decirle nada. Las revelaciones acerca de su pasado serían poco a poco, para evitar un shock emocional en el niño.

La competencia no fue nada sencilla. Figuras obligatorias, rutinas cortas y rondas rápidas. Lukan las salvó todas prácticamente sin esfuerzo y quedó en segundo lugar… no muy contento con una baja calificación que un juez le había otorgado y que a las claras favoreció a otro de los competidores.

“Gente amargada!” le dijo su entrenador “No permitas que te afecte... eres el mejor y lo demostrarás en la competencia final. Tu rutina libre es simplemente portentosa… olvídate de este tipo que mañana no tendrá otra opción que reconocer tu talento…”

Terminó su participación y salió de inmediato a los vestidores. Vendrían ahora las finales femeninas y las primeras rutinas de pareja. Así que se quitó el traje de spandex, se puso un cómodo deportivo color negro y turquesa, compró varios envases de bebida rehidratante y se unió a Thor y a Serrure en las gradas.

El niño de nuevo le abrazó y le felicitó con sincero entusiasmo, detalló cada uno de los movimientos que lo impresionaron y prometió regresar a las lecciones apenas terminara la competencia. Lukan lo escuchaba con atención, pero miraba constantemente al rubio... Serrure pescó esas miradas y comprendió.

-Les mentiría si no digo que siento que hay algo malo cuando se besan ustedes...- les dijo, haciéndoles saber que no ignoraba la atracción que existía entre ambos- Quisiera que Thor solo me hiciera caso a mí… pero es estúpido pensar eso. Les debo mucho a los dos… así que… ¿Por qué no se toman de las manos ahora mismo y se dan un beso? Thor, yo sé que estás muriéndote por felicitar a Lukan con un poco de babas tuyas en la boca de él… anden pues… tienen mi permiso...

Al terminar el día, Lukan estaba tan exhausto, que solo quería ir a su departamento a dormir. Ni Thor ni Serrure insistieron que se quedara nuevamente en el departamento del rubio, así que lo llevaron a su edificio. El pequeño le dijo al mayor “Anda, no seas tonto… aprovecha y llénalo de babas, luego nos iremos por un par de hamburguesas, por mi ropa al atelier y a dormir a tu casa…”

Lukan lo esperaba reclinado de espaldas a un lado de su puerta. Con la mirada baja, pasando su cabello tras la oreja con ese gesto de inocencia que enloquecía al rubio. Thor no medió palabra alguna, llegó hasta el patinador para recargarse sobre su esbelto cuerpo, apoderándose de sus labios, entrometiendo su lengua, y dejando que sus manos volaran por el cuerpo estilizado… por la espalda recta, por los hombros magros por el vientre ardiente... acarició los muslos, sin dejar de besarlo, devorándole la piel del blanco cuello, regresando por los mismos caminos de humedad que dejaba por su barbilla, mordiendo ligeramente su labio inferior y al final, abarcando su intimidad…

Thor gruñó, Lukan suspiró… las manos enormes del mayor apretaban, acariciaban y frotaban ansiosamente la entrepierna del ojiverde, lo deseaba… lo deseaba mucho… y no podía esperar el momento de hacerlo suyo.

-Basta... si te permito entrar ahora... me desmayaré mañana en la pista… basta...

-Mañana me pertenecerás, Loki… me pertenecerás...

Lukan sonrió traviesamente, pero sin que Thor lo viera, haló la rubia cabeza para que besara su cuello y sus hombros por última vez esa noche y no corrigió el error… esa noche, Lukan soñaría con ese instante fugaz en que Thor lo había llamado, sin darse cuenta “Loki”... el cansancio se había ido… ahora lo llenaba un sentimiento de triunfo y felicidad...

Notas finales:

Hey, gracias a Rigo por el hermoso fanart... me hace agradecerles tanto!

Les dejo lectura para el fin de semana,

Gracias por sus comentarios!


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