14 de febrero:
El mayor se despierta con todas las ganas del mundo pensando en el beso que tuvo con el menor el día anterior, ¿debería preparar chocolates o galletas para declarar su amor al menor?
(Tradición coreana, las chicas declaran su amor el 14 de febrero dando bombones, galletas o chocolates echas por ellas, el 14 de marzo (día blanco) los hombres lo agradecen dándole un regalo a la chica como su confesión de amor, quien no obtuvo pareja en este tiempo el 14 de marzo (día negro) se junta con más amigos solteros a comer fideos y frijoles con salsa negra, de ahí su nombre.)
No mejor no. Piensa Luhan, solo hemos compartido dos besos, si es que se pueden considerar besos, aparte de eso no ha habido más demostraciones de sentimientos de por medio y no podría cocinar sin llamar la atención.
Un ligero golpecito en la puerta saca a Luhan de sus pensamientos y va a ver que es, le llama la atención que alguien lo busque siendo tan temprano.
-Uh, hola. –Dice al ver a la reina muy animada en su puerta.
-Buenos días. –Le responde sin darle alguna pista de porque está en la puerta de su cuarto.
-Esto. ¿Puedo ayudarla en algo? –Dice viendo que la reina no le dice nada.
-Sabes es algo un tanto gracioso, ¿tienes un traje formal que te siente bien que puedas prestarme?
-No, no he traído ninguno ¿porque? –Es una petición muy rara, dice Lu en su mente despertando de su propio sueño.
-¿No? Bueno no es de gran importancia después de todo. Ven conmigo. - Young Mi toma el brazo de Luhan y tira de él.
-¿Qué? ¡No! No puedo ir a ninguna parte, todavía llevo puesto el pijama. –Luhan agradece que siendo invierno el este ocupando un pantalón y una polera vieja para dormir, si fuera verano o hiciera más calor el no estaría usando pantalones y no le gustaría que la reina o alguien más lo viera con ropa interior y polera.
-No importa, así es mejor, a él se le facilita más la tarea. - Young Mi vuelve a tirar del menor, solo que esta vez lo hace más fuerte, logrando sacar a Luhan de su cuarto y hacer que de un par de tropiezos antes de ponerse a caminar al lado de ella.
-¿Se le facilita la tarea a quién? ¿A dónde vamos?
Recurren un par de pasillos por los que Luhan casi nunca ha pasado para detenerse frente a una puerta cien por ciento desconocida para el mayor.
-Ya lo veras. –La reina le responde a la pregunta hecha unos pasillos atrás y golpea la puerta.
La puerta es abierta por una de las empleadas de la casa, Luhan ha visto a esa mujer varias veces con la reina, parece ser unos años mayor que ella y Luhan está seguro de que los reyes tienen completa confianza en ella.
-Por fin llegan. –Dice un hombre sentado en una butaca que hay en el cuarto, dicho cuarto parece una pequeña biblioteca con repisas blancas, un escritorio del mismo color y muchísimos libros en las repisas.
Pero en cuarto debe estar siendo ocupado para otras cosas que para su función original, piensa Luhan, hay montones de géneros esparcidos por el suelo de la habitación, una máquina de coser en el escritorio, unos cuantos maniquíes de costura esparcidos por el cuarto y una banqueta pequeña en el suelo sin géneros alrededor con un espejo de cuerpo completo frente a este pero apoyado en la muralla, Luhan de pronto comprende para que esta el en la habitación, le van a tomar las medidas para su traje de bodas.
-Ok, veamos qué es lo que tenemos aquí. –El hombre sentado en la butaca se pone de pie y se dirige directamente hacia Luhan esquivando las cosas que hay en el suelo.
-Bonita cara. –Dice tomando y revisando la cara del menor en esa habitación por todos los ángulos, a veces tirando de sus mejillas o deformando un poco su cara. –Libre de granos y puntos negros. Sin ojeras. También tiene ojos bien grandes con pestañas largas. –Después el hombre deja a Luhan en el centro de la habitación para revisar su cuerpo. –Buena altura, cuerpo bien formado, saludable aunque delgado. Sí. Sera todo un honor hacer un traje para él.
Luhan mira a la reina con cara interrogativa, no confía en ese extraño hombre. La reina al ver su cara interrogativa le responde su pregunta aun no formulada.
-Luhan él es el diseñador encargado de hacer los trajes para la boda, llego cuando tú no estabas aquí, estabas en China y por eso no lo conoces. Cuando establecimos el compromiso entre tú y mi hijo no tomamos en cuenta las tradiciones de cada país, pero hemos decidido que en la boda si habrá tradiciones en pequeños detalles. Ahora él ha estado todos estos días investigando y buscando la manera de hacer trajes que cumplan con las tradiciones de ambos países pero que al mismo tiempo sea contemporáneo, y ahora está listo para hacer tu traje.
La reina está muy emocionada por eso, Luhan lo puede notar por sus expresiones y su tono de voz, una gran diferencia en comparación a él, no está nada emocionado, su plan era comprarse un traje en Corea que le quedara bien unos días antes de la boda, en su mente no existía la posibilidad de que alguien diseñara su traje, y menos así sin más, sin preguntarle. Recorrió la habitación con sus ojos en busca de algún dibujo o diseño que le diera una idea de lo que le iban a hacer para poder opinar al menos, pero no vio nada.
-Sube a la banqueta muchacho, aunque aún falta para la boda es necesario tener el traje listo antes para hacerle los últimos arreglos.
Luhan sube con cuidado a la banqueta, no es muy alta pero no le agradaría para nada caer y torcerse un tobillo o que le pase algún otro accidente. El hombre, que Luhan puede asegurar por su cara y por su acento que no es asiático, empieza a tomar la medida de sus hombros, brazos, piernas desde la cadera, cualquier cosa que sea necesaria para para que él pueda hacer un traje
Luhan quiere saber cómo va a ser su traje y si se van a ocupar las tradiciones de ambas dinastías espera que él no tenga un vestido tradicional, no le gustaría que a él lo etiquetaran con el papel de la mujer o como el sumiso de la relación, es obvio que el tendrá este papel en la cama con Sehun y a él le gusta así, pero asumirlo y rebajarlo a esa posición en el matrimonio en general y demostrarlo desde el inició a través de su traje es algo que él no va a aceptar, lástima que no pueda hacer nada si en primer lugar ni siquiera sabe que es lo que van a hacer exactamente. Se rinde luego de un rato de buscar por la habitación algo que le dé una idea, no va a hurgar en la mente de alguien más para saberlo y solo deja que le tomen las medidas necesarias para después ir a su cuarto y encargarse de sus asuntos.
***
Horas más tarde Sehun y Luhan recorren en centro comercial en busca de algo que le guste al contrario, tarea dada por la psicóloga, y la nombrada estaba a unos metros más atrás de ellos viendo algo de la ropa.
Por la mente de Luhan solo pasaba el beso que compartió con Sehun, había estado pensando en eso desde que término sus actividades dado que podía perder su tiempo, pero ahora no podía sacar eso de su cabeza para centrarse en otra cosa y Lu no estaba siendo de gran ayuda, todo el rato, desde que se juntó con Sehun, había estado hablando de los labios del menor y tomaba ocasionalmente el control para hacer que Luhan mirara los labios del menor y luego se relamiera los suyos.
Las cosas entre ellos dos habían sido un poco incómodas al inicio, pero curiosamente gracias a Jessica las cosas se habían vuelto bastante normales, ayuda que los haga hecho dejar de lado el cómo relacionarse después del beso de anoche. Pero ahora Sehun se preguntaba hasta cuándo podría durar la normalidad ya que está viendo a Luhan mirar sus labios y luego relamerse los propios cada cinco minutos, lo cual le era incómodo, pero también debía reconocer que él había estado desde el camino al mall mirando inmensamente a Luhan y era asombroso que el mayor no lo notara aún.
Hay estaba de nuevo, mira su boca, luego recorría con la mirada su cuerpo, volvía a su boca y se lamia los labios de una forma que hacía que Sehun quisiera volver a probar sus labios ahí mismo en el centro comercial frente a todos, y solo se contenía pensando en que a ninguno le gustaría dar ese espectáculo.
Solo que esta vez Luhan se distrajo cuando se iba a lamer los labios, sus ojos se posaron en los balones de fútbol que se podían ver a través de la vitrina de una tienda de deporte y se mantuvo así hasta que perdieron la tienda de vista, estando todo ese rato con la boquita un poco abierta, tentando al menor y más cuando su lobo le decía que así el mayor lo estaba invitando a besarlo de nuevo.
Ese lobo iba a hacer que le diera un infarto en cualquier momento con sus imaginaciones e ideas.
A una determinada hora Jessica los hizo separarse para que cada uno fuera a buscar el objeto que le gusta al contrario, con la orden de encontrarse con ella en el patio de comida en media hora o menos.
Sehun pudo ver como Jessica se encaminaba al ascensor para ir al partió de comidas y como Luhan se perdía entre la multitud, esperaba que el mayor supiera a donde iba y no se perdiera, él en cambio volvió a la tienda de deportes varios pasillos más atrás, Luhan se había quedado muy ensimismado mirando un balón azul y blanco antes, Jessica lo vería muy pronto de regreso.