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Conviviendo con el pasado por Miyuchi

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Notas del capitulo:

perdonen si no he estado actualizando. Sinceramente antes de empezar las vacaciones me propuse a continuar el fic pero después de empezarlas me dio mucha flojera y quise disfrutar un poco de la vida- la golpean con un zapato- en serio que lo siento!- la golpean otra vez- bueno espero que disfruten del capítulo!

-Bien, estamos listos para regresar a la época del Noveno- dijo desinteresado el hombre de los lentes.


-Apresúrense kora! Quiero regresar- dijo el rubio de ojos celestes.


-Despídete de ellos Dame-Tsuna- tomando otro sorbo de su expresó- oh, y no te olvides de cambiarte ese vestido..... oh mejor no lo hagas, tratar con hombres persiguiéndote es más fácil que con las mujeres


-R-Reborn? C-cómo han logrado venir?- preguntó nervioso Tsuna apuntándolos con su dedo índice.


-Bueno, pues sucedió así...- dijo el asiático.

 

Flashback

 

Verde se encontraba tranquilamente bebiendo su café luego de no haber dormido durante toda la noche.


-No flojees, haz tu trabajo- dijo Reborn- o acaso no sabes qué hacer?- sonriendo.


-Cierra la boca, deberías de estar agradecido de que estuviese pensando en una forma de traer al Décimo y a sus guardianes de vuelta- señalando la máquina que estaba construyendo.


-Entonces por qué aún no funciona?

 

-Tch, no está perfeccionada- parándose sobre la silla- cuando lo esté, podremos usarla

 

-Esto es preocupante- dijo Fong. Recibiendo un asentimiento de parte de Los otros arcobalenos.

 

Skull iba a comentar algo pero fue interrumpido.


-Perdí a mí heredero- lloraba desconsoladamente el Noveno en una esquina- a mi adorable Tsuna


-Ne Noveno- dijo Mammon mientras hacía una ilusión de Tsuna- aquí está el Décimo, pero si lo quieres de vuelta, tienes que pagar por eso


El Noveno, cegado por la tristeza, no vaciló y firmó un cheque. Mientras se lo acercaba a la arcobaleno le dijo:

-Yo lo firmé, pon la suma que quieras pero por favor, devuélveme a mi nieto

 

Antes de que el actual capo de Vongola cometiese tal estupidez, uno de los guardianes de la novena generación tomó el cheque y lo destrozó.

 

-Jefe, mire con claridad por favor, es obvio que es una ilusión de esa arcobaleno

 

El capo se dio cuenta de lo que casi comete y regresó a ser como era antes. Fingió toser y le preguntó a Reborn si la máquina ya está lista

 

-Mis más sinceras disculpas Noveno, pero no se ha logrado mucho hasta ahora


-Muejeje les permitré que el grandioso Lambo-sama resuelva esto- saltando de la nada un niño con traje de vaca desde quién sabe dónde. Sin embargo, El Niño no calculó su aterrizaje, chocando con Verde, haciendo que el café que estaba tomando caiga sobre la máquina.

De ella comenzaba a salir chispas de electricidad, todos intentaron alejarse lo más posible de ella pero algunos fueron atrapados: Fong, quien estaba demasiado cerca de ella como Coronello, Verde, quien iba a caer directamente sobre ella, y Reborn, que podría haber evitado eso si no fuese por hecho de querer salvar a cierto niño vestido de vaca.

 

 

Fin del flashback


-Y así terminamos aquí- terminó de relatar Fong.


-Jajaja tengo una pregunta- dijo Yamamoto levantando la mano- cómo regresaremos?

 

-Tengo este control en mis manos- dijo Verde mostrándolo- me transporta a la época y momento exacto de donde me fui. Solamente hay que apretar el botón naranja( qué? No todos los botones son rojos ).

 


-P-pero no quiero irme todavía- susurró Tsuna.

 

-Mmm, qué has dicho Dame-Tsuna?


Generalmente Tsuna diría " n-nada" balbuceándolo, pero esta vez no fue igual a las otras.


-No quiero irme todavía- dijo mirando a su tutor con los ojos llenos de seguridad y valentía.

-Jaja kora, y si nos quedamos algunos días más? - lo apoyó Coronello al ver la valentía del muchacho.


-No


-Reborn, creo que algunas veces debes de permitirle algunas cosas a Tsuna- dijo Fong.


-No

 

-Reborn, te recuerdo que soy yo el que tiene el control- dijo Verde intentando de fastidiar al sicario, no podría desperdiciar una oportunidad de molestarlo como esta.


-Pues ya no- e hizo que Leon utilizase su lengua para trasladar el control de las manos del científico al dueño del camaleón.


-Reborn! Si yo logro ganarte en una batalla, nos quedamos unos días más, si pierdo, iré de regreso contigo- dijo el castaño con toda la confianza del mundo.


-O-oigan- dijo Giotto pero fue interrumpido por sus amigos.


-No podemos interferir en esto- dijo G negándole la cabeza.


El arcobaleno del Sol miró por un par de segundos al castaño y aceptó el duelo. Con la condición de que se realice mañana, ya que hoy no se encontraba de humor.


Ya era de tarde, no importa cuántas veces lo intentara el castaño, no podría derrotar a su tutor.


Los demás guardianes, o mejor dicho, todos, querían ayudar a Tsuna, pero sabían que no podían hacer nada, ninguno podía interferir entre ellos.

Pero a Giotto le dolía ver a su futuro heredero tan malherido. Pero no era el único.

Reborn solamente tenía su camisa naranja algo desabrochada y no llevaba su fedora. Estaba ileso.


Tsuna se encontraba en el suelo, con la respiración agitada, tenía rasguños en toda su cara y cuerpo como moretones.


Su tutor se le acercó, quedando frente a él cara a cara:


-Preparado para irnos, Dame-Tsuna?- le preguntó con indiferencia mientras miraba que él menor se encontraba demasiado agitado.

 

-no!- Tsuna activó sus llamas de la hypervoluntad sin ayuda de las pastillas de Leon e intentó golpear a Reborn con todas sus fuerzas. Reborn simplemente lo esquivó y lo pateó para que el muchacho cayera de nuevo al suelo.

 

-Mira Dame-Tsuna, comprendo que quieres quedarte aquí porque has conseguido nuevos seres queridos a los cuales también quieres proteger, pero piensa en tu presente. Eres el heredero de Vongola, tienes la responsabilidad de cuidar a toda tu fagmilia, y ellos se encuentran en nuestra época, mueve tu maldito trasero y protégelos como prometiste


Al terminar de decir eso, Tsuna cayó inconsciente.


Reborn cargó a Tsuna como una bolsa de papas y llamó al resto para irse.


-Espe- Giotto quiso despedirse de ellos, pero Reborn fue más rápido.


-Gi-giotto, te encuentras bien?- preguntó G.


Primo no dijo nada y no miró a nadie, simplemente se dirigió a su cuarto.

 

 

 

 

 

 

 


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