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Conviviendo con el pasado por Miyuchi

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Notas del capitulo:

realmente lo siento si no pude actualizar antes, sé que esperaban mucho este capítulo!! y sé que merezco la muerte pero en serio que no tuve tiempo!!! Se los juro!!  

 

Espero que disfruten del capítulo y me perdonen!

Ese día había comenzado con un hermoso amanecer frente a la playa, todo se encontraba muy tranquilo hasta que se escuchó un grito proveniente de la habitación de Tsuna.


La primera generación fue de inmediato a ver qué era lo que estaba sucediendo.


Los guardianes de la décima generación estaban intentando alejar al jefe de los Cavallone de Tsuna, ya que el castaño se encontraba acorralado en los brazos del autoproclamado hermano mayor desde que despertó.

 

-Ne, Cavallone-san, podrías soltar a Tsuna?- preguntó Giotto con una sonrisa tan tenebrosa que se la podría igualar con la de Daemon o la de Mukuro.


Dino lo consideró durante unos segundos y aceptó hacerlo. Aunque le empezó a desagradar Primo, Dino pensó que , sin razón alguna, éste lo trataba con odio.

 

En el desayuno, Gokudera y Yamamoto intentaron sentarse al lado de su mejor amigo, al igual que otros, pero ésos ya fueron tomados por Giotto y Dino.


-Ne, ne Juudaime, coma- dijo Gokudera sonriéndole al castaño con una cuchara con cereal.

Tsuna simplemente abrió la boca y... Ambos rubios tiraron la cuchara del peliplateado y le metieron, por un lado, Primo un pedazo de pastel, ya, quién come pastel como desayuno?, por otro lado, Dino le metió un pudín, lo que no fue mejor que el pastel.


-A que está rico Tsuna- dijeron ambos jefes al unísono. Y al darse cuenta que lo hicieron, se irritaron.

 

Giotto comenzó la batalla pateando la silla de Dino, haciendo que se cayera al piso. Y el Cavallone, al sentirse ofendido, agarra la de Giotto y la jala diciendo:

 

-Mis más sinceras disculpas, Primo, quise sostener algo para levantarme pero veo que tiré de su silla, no quise hacerlo, como yo creo que usted no quiso patear mi asiento


"Es obvio que fue a propósito!!" Pensaron el resto al ver la escena.


-JA... Qué gracioso Cavallone-san- dijo Giotto para luego lanzarle una tostada a Dino.


El rubio, al notar que el alimento iba dirigiéndose a su cara, agarró de la camisa a Gokudera para luego acercárselo.

 

-Pero qué dem- antes de que el autoploclamado mano derecha de Tsuna dijese algo, recibió un tostado en la cara.


-Jajaja Gokudera, recibiste un tostallazo- Yamamoto intentó hacer un juego de palabras. Del que solamente Asari se rió.


-Ne, podemos- y Tsuna fue interrumpido.


-Primo, acaso intentó de pegarme? Por cierto, solamente llámeme Dino


Giotto sonrió.


-Cómo crees que haría eso? No fue a propósito, solamente quería comerlo pero se me resbaló la mano.


-ah, pues.. Ups- dijo Dino al lanzarle té al otro.


Giotto, al tener su súper intuición, jaló de las mangas a Lampo hacia él y recibió la bebida.


-Cómo te atreves a ensuciar la camisa del gran Lampo-sama! Sabes lo que cuesta limpiar una camisa blanca con té?!?!- dijo cruzando los brazos Lampo. Quien fue olímpicamente ignorado por Primo quien comenzó una guerra de comida con el jefe de los Cavallone.


-Extremo!!- gritó Knukles mientras se metía al conflicto.


Luego, Lampo, ofendido porque lo ignoraron, también se unió.


Más tarde, Alaude y Hibari también se introdujeron a la batalla diciendo " los arrestaré por imterrumpir la paz/ los morderé hasta la muerte por interrumpir la paz".


Y como verán, a Daemon y a Mukuero no les gustan la mugre ni cosas relacionadas con ensuciarse, pero como les encantaba la idea de molestar a Alaude/Hibari, se metieron en el caos.


Los guardianes de la tormenta estaban sorprendentemente tranquilos hasta que vieron que Tsuna se encontraba volando en medio del conflicto por lo que se unieron.


Los únicos que no hicieron nada fueron los guardianes de la lluvia, quienes miraban la escena con diversión mientras comían.


Cuando ya se había terminado todo, cada uno se fue a hacer quién sabe qué.

 


Mientras tanto, en una de las salas de la casa, Giotto se encontraba dando vueltas sin sentido murmurando algunas cosas que nadie podía entender, de vez en cuanto decía cosas como "Tsuna", "ese rubio", "hermano mayor" entre otras. Palabras que estaban
colmando lo poco que le quedaban de paciencia a algunos guardianes.


Claro que como sus guardianes se encontraban anormalmente todos juntos sin motivo alguno y sin crear algún escándalo, empezaron a quejarse.


-Nufufu cállate Giotto- dijo Daemon con una sonrisa maquiavélica.


-Por perturbar la paz y tranquilidad, te arrestaré- dijo Alaude con un brillo en sus ojos.


-Maldición Giotto!! Cállate de una vez por todas!!


-Pero G, quiero que Tsuna sea mi hermano menor y ese maldito Cavallone me está quitando el puesto- dijo haciendo un puchero el rubio.


-Tch acepta que Tsuna no puede ser tu hermano y supéralo de una vez por todas- dijo G con una vena sobresalida.


-Creo que esas fueron las palabras menos alentadoras que escuché durante toda mi vida- dijo Giotto.


-Ma, ma Giotto, no te rindas, si te lo propones de seguro lo conseguirás- sonrío Asari.


-Eso es Asari! Lucharé por ser el hermano mayor de Tsuna!!- gritó Giotto con flamas de motivación en sus ojos. Luego miró a G y sus ojos eran inexpresivos- eres una mierda animando gente.


Al terminar de decir eso, salió preparado para la batalla de hermanos no sin antes recibir una queja del pelirrojo.

 

Tsuna se encontraba estresado, en los brazos de Dino, él no lo soltaba y sus guardianes no lograban nada para ayudarlo. Creyó que así viviría el resto de sus días hasta que Giotto, apareciendo de la nada como una bala de Reborn, los separa.


-Suéltalo, Dino-san- dijo serio Giotto.


El castaño creyó que el problema se resolvió, aunque no entendía la seriedad de Primo, pero estaba feliz de que lo soltaran, ahora podía seguir jugando. O eso es lo que pensaba antes de que Giotto lo tomaba entre sus brazos y lo apretujara.


-Él es mi hermanito- dijo con unos ojos asesinos Giotto.


-Primo- lo llamó Dino con una mirada de pocos amigos- discúlpeme por mi ignorancia pero, quién dijo que eres su hermano mayo? Él es MI hermano.


-Pues, quién dijo que lo eres?- dijo Primo.


-Yo conocí a sus padres, hemos estado juntos desde hace mucho, tuvimos el mismo tutor, somos como hermanos y Tsuna lo acepta!- gritó mientras intentaba quitar a Tsuna de los brazos del otro- además, eres su antecesor, ni siquiera viven en la misma época!


-Por lo menos compartimos la misma sangre!- jalando a Tsuna a su lado.


-La sangre no es lo que importa en una familia, sino el vínculo que se forma- y Dino copió el movimeinto de Giotto intentando atraer a Tsuna hacia su cuerpo.


-Entonces el tiempo tampoco importa, por lo que Tsuna y yo podemos ser hermanos, ya que tenemos un GRAN vínculo- haciendo más fuerza.


-Mi relación con él es mejor que la tuya!- y en ese momento, llegaron los guardianes de la primera generación, así reuniendo a todos en la peculiar escena.


Esto duró hasta que Tsuna lloró por el dolor y ambos lo soltaron. El resto vio lo sucedido como un crimen imperdonable. Tsuna salió corriendo del lugar llorando mientras que la décima generación se estaba encargando de Giotto y la décima de Dino.


Rato después, todos se encontraban buscando al castaño, pues digamos que nunca más regresó.


Se dividieron en grupos de a dos, al azar, para encontrarlo.


Gokudera y Yamamoto

 

-Tch, maldito, cómo se atreve a hacer llorar a Juudaime! Imperdonable- dijo mientras buscaba entre los muebles del cuarto de su amigo.


-Jaja Gokudera, no seas así, ya le dimos su merecido así que está bien- sonrío con una pizca de maldad Yamamoto.


Knukles y Lampo


-Maldito niño, hizo que el gran Lampo-sama esté perdiendo su preciado tiempo en buscarlo. Por eso odio a los niños, son tan molestos- comentó Lampo buscando entre los arbustos.


-Tenemos que encontrar a Tsuna al EXTREMO!- dijo Knukles mientras saltaba de un árbol de otro en los árboles de la zona.


G y Asari

-Maldición! Ves lo que haces con animarlo? Ahora no sabemos en dónde se ha metido Tsuna- dijo G en la cocina.


-Maa, pero no creí que terminaría así- dijo preocupado el guardián de la lluvia.


Giotto y Dino

-......

Se desprendía dos auras asesina por los pasillos.

-......


Alaude y Daemon

-.....

Se presentían auras de odio en la sala principal y miradas de muerte mutuas.

-.....


Hibari y Mukuro


-......

Auras de odio entre ellos y de preocupación por Tsuna. También  miradas de odio.


-.....


Miraban por todos lados sin éxito de encontrar a Tsuna, hasta que Hibari y Mukuro escucharon un sonido proveniente de uno de los cuartos de huéspedes desocupado. Ya que la casa de playa de Asari era demasiada grande.


Ambos se acercaron y pudieron notar que lo que habían oído era el llanto de Tsuna. Ambos derribaron la puerta e intentaron de consolar al castaño que se encontraba hecho un ovillo en una esquina.


-Ve y llama a los demás- dijo Hibari.


-Kufufufu y por qué debería ser yo quien los llamé mientras que tú te quedas aquí?- dijo Mukuro con una vena sobresalida. Pero lo reconsideró al ver el estado del castaño y era mejor llamar a los demás primero.


-Ganaste esta vez Alondra-kun, pero no habrá una próxima- advirtió la cabeza de piña antes de irse.


-Hey, herbívoro, deja de llorar- dijo directamente el pelinegro.


De repente, Tsuna intentó de clamarse y dejar de llorar pero no podía del todo.


Hibari suspiró. Miró al muchacho, le acarició la cabeza y dijo:


-La disputa entre esos herbívoros ya se ha acabado, le dimos su merecido, así que tranquilízate- lo que no tuvo mucho efecto con Tsuna.


Hibari intentó acumular toda la paciencia que le quedaba y le preguntó qué le había sucedido.


-E-es que creí que Dino-san y Giotto-san se llevarían bien pero al final no fue así- dijo mientras intentaba acurrucarse más entre las paredes.

El pelinegro suspiró.


-Puedes decirles eso y solucionarlo, sé que te van a hacer caso- dijo Hibari extendiendo su mano. La verdad, es que ni a él le caía bien ambos rubios, se apegaban demasiado al castaño pero por lo menos sus intenciones eran buenas y solamente querían una relación de hermanos con él.


Tsuna le hizo caso y tomó la mano del otro para levantarse del suelo. Al rato, llegaron todos.

Rápidamente, al momento que lo vieron, Giotto y Dino se arrodillaron ante el castaño y pidieron su perdón. Éste, al ver la reacción exagerada de los rubios, sonrío nerviosamente y les dijo que no se tenían que pelear, deberían de llevarse bien, recibiendo un asentimiento de ambos.


POOF


Un humo rosa apareció de repente. Al disiparse, vieron a Tsuna en su versión de secundaria, de cuando tenía 15 años.


Pero lo que les sorprendió más, fue ver que Hibari y Mukuro también se transformaron, pero eso no fue lo sorprendente, sino que fue vernos con el aspecto de un niño de entre 9/10 años.


Como ya estaba oscureciendo, todos ya se sentían cansados para discutir los acontecimientos que acababan de suceder y lo dejaron para el día siguiente.


Tsuna terminó de cepillarse los dientes y se dirigía a su cama para descansar cuando vio a Giotto y a Dino en ella.


-HIIIII


-Yo, hermanito- dijo Dino mientras le indicaba un espacio vacío en el medio de ambos.


-Q-qué se supone que están haciendo?


-Bueno, Tsuna, decidimos compartirte para que dejes de preocuparte por nuestra convivencia- sonrío Giotto.


-A que somos unos grandiosos hermanos mayores, ne?- sonrío Dino.


Tsuna simplemente se dio vuelta y se dirigió hacia otro cuarto de huéspedes.


En el camino se encontró con Mukuro y Hibari con ojos de cachorro abandonado. Él fue conmovido por lo adorables que eran y durmieron los tres juntos.


Mientras tanto, el par de rubios buscaban en todas partes a su hermanito para dormir con él.

 

-Tsuna!!- gritó Giotto en la orilla de la playa- vamos a dormir!!

 

-Hermanito!- gritó Dino en  el techo. Y recibió un zapato en la cara por parte de alguno haciendo que se cayera  a la fría arena.

 

Todos se encontraban  muy agradecidos con quien quiera que sea esa persona.

 

 

 

 

 

 


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