La noche llegaba y con esta traería muchas sensaciones en alguien o en varios.
El salón principal del palacio, se encontraba completamente iluminado y muy elegante, en un lado una gran mesa con un gran banquete y bebidas, como también las personas invitadas en su mayoría por la familia de los guerreros elites, por la corte real y por supuesto por la familia real sayayin todos finamente vestido con sus trajes formales.
En una parte del salón se encontraba un soldado de clase elite, esperando que apareciera su príncipe, ya que no se aguantaba las ganas de verlo , besarlo y abrazarlo, esta desesperación le provoco dar vueltas de un lado a otro, que le sirvió de burla a su hermano mayor para que a la vez dejara de hacer esa tontería.
Raditz: Parece que ya no aguantas la ganas de verlo
Kakaroto: ¿Por qué se tarda tanto?
Raditz: Ya sabes cómo es, mejor tranquilízate.
Kakaroto: No, tengo una mejor idea, lo iré a buscar.
Raditz: Como quieras. Mientras le decía eso, tomaba una copa de vino.
Mientras tanto en una de las terrazas del palacio, se encontraba un príncipe observando el horizonte, el cual prácticamente era la vista de la ciudad, la cual era iluminada por dos lunas inmensas, y junto a ellas las estrellas y abajo las casa y edificios iluminados y construidos de distinta forma a la vez rodeado por muchos árboles y a lo lejos por montañas de color rojizo, mientras subían y bajaban naves en todas direcciones. Esa era la ciudad, ese era su planeta, su hogar y que al ser un príncipe tendría que cumplir con sus obligaciones de protegerla.
Se encontraba parado, con las manos apoyadas en el pasamanos, ya se encontraba vestido con su traje formal de príncipe, lo cual lo hacía ver muy guapo, pero su mirada era pensativa, le intrigaba ver mucho a Freezer y de esa manera saber que era lo que sentía realmente por el al volverlo a ver. Pero no olvidaba que tenía un romance con Kakaroto, el amor de su vida, su fiel compañero y que no podía traicionarlo pero que no podía negar lo que pasaba con el tirano y quería descubrirlo esa noche.
Kakaroto, lo fue a buscar por todas partes, a su alcoba, al cuarto de entrenamiento, al jardín, y nada, hasta que pasando por uno de los pasillos vio como una de las terrazas más alejadas se encontraba con la puerta abierta y allí pudo ver a Vegeta parado.
Kakaroto: ¡Vegeta te encontré!
Vegeta: Sabia que eras tú, diciendo esto pero sin voltear a verlo.
Kakaroto: ¿Porqué escondes tu ki?, sabes que no me gusta porque no te encuentro de esa manera y me hace que me preocupe por ti, diciendo esto Kakaroto se acerco por detrás, tomándolo por la cintura y abrazándolo para darle también un beso en el cuello.
Vegeta: Lo sé, pero sabes que no me gusta que sepan dónde estoy principalmente mi padre o mi familia. Al terminar de decir eso, Vegeta se volteo y se encontró frente a frente a Kakaroto.
Ambos se miraron fijamente, se sonrojaron un poco, como si fuera la primera vez que se hubieran visto, y fue Vegeta que tomo la iniciativa de besar a Kakaroto, su beso fue suave y a la vez dulce, Kakaroto al sentirlo, comenzó a bajar por la espalda del príncipe tocándola y luego comenzando a bajar un poco más en su cola y luego su trasero. Mientras Vegeta, colocaba sus brazos en los hombros de Kakaroto y luego comenzar a besarlo en el cuello.
Ambos se amaban, se atraían, no podían negarlo, el beso se profundizo más y más, que ambos tuvieron que parar recuperar aire y seguir con ese apasionado beso.
Luego ambos se separaron, y Kakaroto acaricio una de las mejías de Vegeta, esto ocasiono en Vegeta un poco de sonrojo y desviando la mirada pero sin alejarse del otro.
Kakaroto le susurro al oído:
Kakaroto: ¿Te recuerdas de nuestra primera vez Vegeta?, mientras lo abrazaba nuevamente y le daba otro beso.
Vegeta, se separo del un poco, para ver detenidamente el rostro de su soldado favorito.
Vegeta: Como olvidarlo, nos estábamos dando la paliza de nuestra vida, más bien yo te estaba dando tu merecido.
Kakaroto: Eso no es cierto, pero como ha pasado el tiempo, Ahhh, Como si fuera ayer….
Recuerdo:
Ambos sayayines eran los únicos que aun entrenaban en la sala de entrenamiento, ya que los demás se habían retirado a dormir ya que era muy tarde, pero tanto Vegeta y Kakaroto no querían parar, habían superado ese día la transformación de súper sayayin fase 3, sus instintos, su poder y sus ganas de seguir peleando estaban al máximo, además no había nadie quien los detuviera y tenían todo el lugar de entrenamiento que además de grande, también solo para ellos.
Kakaroto: ¡Oye Vegeta!
Vegeta: ¿Qué pasa Kakaroto? ¿Acaso ya te cansaste?
Kakaroto: ¡Eso nunca lo veras! Pero es que tengo mucha hambre, porque no vamos al comedor, di que sí.
Vegeta: Ahh, siempre pasas con hambre, deja de poner pretextos y pelea.
Cuando de repente se escucho un gruñido.
Kakaroto: Ves, tu también tienes hambre, tu estomago te delata. Esto hizo que Vegeta se sonrojara de vergüenza.
Vegeta: Bueno está bien, es cierto tengo un poco de hambre, pero antes de irnos demos el último combate.
Kakaroto: Esta bien, ¡ahí voy!
Ambos continuaron con el combate, ninguno de los dos cedía, eran golpes, patadas, expulsión de energía, y una y otra gota de sudor y sangre.
Cuando de repente Kakaroto golpeo en el estomago fuertemente a Vegeta, tirándolo a la pared, esto hizo que Vegeta se quejara del dolor, pero no hizo que se detuviera, al contrario hizo que se enfureciera y le devolviera el golpe a Kakaroto, que al estar confiado, Vegeta le dio una patada en el estomago y luego aprisionado por el príncipe en el suelo.
Kakaroto: ¿Pero qué haces?
Vegeta: Nada, solo te daré tu merecido.
Ambos cuerpo estaban jadeantes, tan cerca, que sus cuerpos sentían el latir del otro.
Kakaroto: Eso es lo que tú crees, el que te dará tu merecido soy yo, y de un solo movimiento, Kakaroto se posiciono encima de Vegeta, dejándolo inmóvil e indefenso.
Vegeta: ¡Suéltame insecto!
Kakaroto: Ahah, Ahora me toca a mí. Y al decir eso miro el rostro de Vegeta, lo tenía tan cerca, se veía tan atractivo que no dudo en unir sus labios con los del príncipe. Fue un beso casto, suave y dulce en donde el tiempo se detuvo y ocasiono un choque eléctrico en ambos que hizo reaccionar a los dos.
Vegeta: ¿Por qué lo hiciste Kakaroto?
Kakaroto: Yo… Vege…ta
Vegeta: El que, dilo.
Kakaroto: Esta bien lo diré, levantándose de Vegeta y sentándose a su lado, pero sin dejar de mirarlo.
Vegeta: Sigo esperando. Con su mirada seria y a la vez confundida, ya que había sentido una sensación muy cálida con el beso que le dio su soldado más cercano.
Kakaroto: Hemos crecido juntos, te he visto toda mi vida, y por alguna razón no dejo de pensar en ti, te veo en mis sueños, me enamore de ti Vegeta, y sé que no tengo merecido tu amor, solo soy un soldado, no soy de la realeza, pero tenía que decírtelo, te he amado siempre y daría mi vida por ti, entendería si después de esto me rechazas o me expulsaras del ejercito e incluso del planeta pero tenía que decírtelo.
Vegeta, por su parte se levanto y cruzo sus brazos, de una manera seria miro a Kakaroto, en ese instante Kakaroto se paro y quedo frente al príncipe.
El semblante de Vegeta paso de ser serio a un poco más tranquilo, no dejo de ver a Kakaroto ni un instante. Para luego acercarse más a él y tocar sus labios con uno de sus dedos dentro de su mano enguantada.
Vegeta: Lo sé, podría incluso matarte por este atrevimiento, soy un príncipe que jamás se fijaría en un soldado aunque sea el más fuerte del planeta, así que tendré que eliminarte a mi manera.
Kakaroto: Como quieras Vegeta.
Kakaroto pensando lo peor, que una bola de energía lo mataría, no importaba, porque moriría en las manos del amor de su vida, a pesar de no ser aceptado, moriría con dignidad. No pondría oposición alguna, incluso miro fijamente a su príncipe por última vez para no olvidar su rostro.
Pero lo que esperaba no ocurrió, al contrario sus labios fueron invadidos por los de Vegeta, Kakaroto quedo sorprendido pero a la vez alegre, de que su príncipe lo había aceptado a su manera.
Kakaroto: Pensé que me matarías por amarte.
Vegeta: Cállate Kakaroto, silenciándolo con otro beso mucho más largo y profundo.
Kakaroto, no dudo y tomo por la cintura a Vegeta, el cual este último no le importo e incluso dio un pequeño gemido al sentir los brazos de su soldado tocándolo.
Vegeta, se separo y le susurro al oído:
Vegeta: Si realmente me amas de verdad, quiero que me lo hagas ahora mismo.
Kakaroto, al escuchar que su amado príncipe, le daba el permiso de hacerlo suyo, no dudo en quitarse la parte de arriba de su armadura y de comenzar a desvestir a Vegeta, mientras lo hacia se devoraban a besos, hasta que de tanto movimiento Kakaroto acorralo contra la pared a Vegeta golpeándolo al hacerlo, este ultimo dio un gemido aun más fuerte que el anterior.
Luego de esto, Vegeta subió sus piernas a la cadera de Kakaroto, donde este último no dudo en hacer simulaciones de embestidas en la entrada de Vegeta que aun se encontraba aun cubierta por su spandex.
Sus cuerpos ardían de deseo, sus instintos sayayin les provoco mas excitación, lo que quedaba de sus ropas cayeron y al estar completamente desnudos, Kakaroto comenzó a besar y a lamer el cuello de Vegeta, mientras este se aferraba a los bien fornidos brazos de su amante.
Kakaroto: Te amo Vegeta.
Vegeta: Mmmm, sigue Kakaroto.
Kakaroto no tardo mas y lentamente introdujo su miembro ya con liquido pre seminal en el interior virgen de Vegeta, al principio era dolor para el príncipe pero luego el placer invadió su cavidad al ser embestido lentamente y luego rápidamente por su soldado favorito.
La pasión se había desatado, Kakaroto tenía en sus brazos a su príncipe y Vegeta se había entregado a su soldado, sus cuerpos bien formados, sudados, habían alcanzado el éxtasis.
Kakaroto: Mmmm Vegeta eres una delicia.
Vegeta: Ahhhhh.
Kakaroto dio unas embestidas mas dentro de Vegeta, para luego venirse dentro del esparciendo su semilla. Ambos cansados y sin energía cayeron rendidos al suelo, sin antes darse un beso y quedar uno a la par del otro.
Recuperaban el aire, ambos se habían entregado, y su relación ya no sería como antes.
Kakaroto: Pensé que me matarías.
Vegeta: No digas tonterías, jamás mataría a mi soldado favorito.
Kakaroto, acercándose a Vegeta, para darle un beso en los labios y luego en la frente.
Vegeta: ¿Que fue eso?
Kakaroto: Nada, solo que siempre estaré contigo.
Vegeta, no dijo nada, solo un pequeño sonrojo y una sonrisa de lado.
Después de esto ambos acordaron mantener su relación en secreto, sin que nadie se enterara, sin que nadie interrumpiera su amor incondicional, y así paso el tiempo y ambos sayayines se amaban cada vez que podían, devorándose por completo una y otra vez.
Fin del recuerdo.
Kakaroto: Por cierto Vegeta, no piensas bajar a la fiesta.
Vegeta: Agg, ni te imaginas las ganas que tengo.
Kakaroto: Tú y tus sarcasmos, pero igual tienes que ir, tu padre y los demás esperan. Y por cierto, que el Gran Freezer viene esta noche.
Vegeta: Si así es, después de tanto tiempo lo veremos de nuevo.
Kakaroto: Casi no me recuerdo de él, pero si me daba mucho miedo, era muy fuerte según escuche.
Vegeta: Hmm es cierto, lo había olvidado, sería bueno comprobar que tan fuerte es, ¿No te parece Kakaroto?
Kakaroto: Vaya que sí, me entusiasma esa idea. (Sin imaginar que más adelante se enfrentaría a muerte con él)
Vegeta, se adelanto y comenzó a caminar para ir a la fiesta, dejando a un Kakaroto despistado.
Kakaroto: ¡Espérame!, acercándose a él para darle otro beso en los labios y mejía.
Vegeta: ¡Bueno ya para! que mira que nos verán y ya sabes que no quiero que sepan que me gusta hacer eso.
Kakaroto: Esta bien su alteza como usted diga, haciéndole una reverencia. Haciendo que Vegeta se enojara.
Ambos bajaban para la fiesta, mientras en las afueras del palacio una nave aterrizaba y dentro de ella Freezer se presentaría a la fiesta donde se encontraría con la persona que una vez llamo su atención.
Continuara…….