La semana paso sin mayor sobresalto, y llego al fin el día de la fiesta. Minho había conseguido de su hermano unos pantalones negros entallados que le quedaban fabulosos, una camisa blanca con cuello en ve que resaltaba su privilegiado cuerpo y se había arreglado el pelo hacia atrás. El plan era pasar a buscar a Luna por su casa y encontrarse en la puerta con Key. Onew no había querido ir, para él las únicas fiestas que valían la pena eran en las que te regalaban comida y no en las que tenías que pagar por ella. Minho llego a la casa de la chica, toco el timbre y espero unos segundos. La puerta se abrió revelando a la joven que llevaba un vestido rosa claro de gasa corte evasé, unos zapatos estiletes blancos y el pelo semisuelto cayendo en bucles sobre su hombro y espaldas. Minho se quedó paralizado por un segundo, la visión era lo más parecida a un ángel. Tuvo que recordarse a él mismo que tenía que articular palabras o quedaría como un idiota.
-wwwooowww Luna, te ves muy bien – dijo el moreno mientras tomaba la mano de la joven para ayudarla a subir a su auto.
- ¡De verdad! Gracias Minho. Tenía miedo de no haber quedado bien. Ya sabes que no soy muy buena arreglándome – comento Luna mientras trataba de ocultar un poco el sonrojado de sus mejillas
- Realmente estas muy bien… hoy creo que podrías conquistar a la persona que quisieras jajaja – rio el alto mientras ponía en marcha el auto.
El viaje fue en silencio. Esa era una de las cosas que más le gustaba de la chica tanto cuando estaban conversando como cuando no, el ambiente era agradable. Al llegar al Instituto los jóvenes encontraron a Key en la puerta. Llevaba una camisa negra con detalles dorados y unos pantalones ajustados haciendo juego, sus zapatos eran de charol brillante y completaba su atuendo con un poncho bordo y dorado. Sin lugar a duda, él era el rey del buen gusto. Minho envidiaba su habilidad para saber que ponerse.
-Woooowww Key wwwooowww – acoto el morocho mientras se acercaban al rubio.
-Tomare eso como un cumplido, pero ustedes no se quedan atrás, se ven muy bien también – comento Key mientras le daba una vuelta a Luna - no sé quién de nosotros va a tener más suerte hoy.
- ¿Eso no es un poco egocéntrico de tu parte? – pregunto Luna mientras se reía.
- Saber las fortalezas de uno no es ser egocéntrico es ser consiente – respondió Key causando que todos comenzaran a reír.
El Instituto era un edificio de varios pisos en el centro de la ciudad, contaba con varias salas de bailes específicas para las distintas áreas, 3 teatros internos, varias aulas en los pisos superiores, 2 salones de fiesta y un recibidor del tamaño de un piso entero. La fiesta se desarrollaba en ese lugar que lo habían arreglado para que pareciera un boliche y hacia el final del cuarto se encontraba un escenario montado que habían puesto para la ocasión. El Instituto además articulaba con las academias regionales de Canto y Teatro así que además de ser una fiesta, la noche estaba organizada como un festival. Los alumnos y algunos profesores de las academias y del mismo Instituto harían algunas presentaciones esa noche. Todo esto se había organizado para recolectar fondos.
Al entrar en el edificio Minho comenzó a buscar a Yuri con la mirada, él sabía que esta era su mejor oportunidad para casualmente comenzar una conversación con la joven y no iba a perder su oportunidad. En cuanto a Key y Luna lo primero que hicieron al entrar fue ir a dejar sus pertenencias al guardarropa eh ir a bailar. El alto amaba ver bailar al rubio y él amaba que lo miraran bailar así que se había convertido en una costumbre el bailar prácticamente para él. Pero esta noche era distinta, Minho tenía que hablar con Yuri y no podía perder el tiempo admirándolo y esto molesto mucho a Key.
- ¡Te diste cuenta Luna! No pasó ni medio segundo con nosotros que ya se fue a buscar a esa zorra – se quejó el joven molesto. Luna ya estaba acostumbrada a esa rutina, Key se pasaba noche y día tratando de llamar la atención de Minho y el no parecía notarlo. Desde que lo había conocido estaba enamorado de su amigo, pero nunca se animó a decirle nada.
- Sabias que iba a ser así, no sé porque te sorprende. Ha estado esperando este día desde que se enteró que ella iba a venir. Además, no viste lo bien vestido que vino… claramente quiere llamar su atención – comento Luna un poco decepcionada.
- Claro que me di cuenta como estaba, si parecía un modelo de revista… Luna realmente no sé qué más hacer, creo que jamás va a fijarse en mi - Key estaba realmente desanimado, así que se acercó a la barra y pidió un trago para los dos.
- Vamos Key no te arruines toda la noche solo por un chico, vamos a bailar… además quien te dice que no conoces al amor de tu vida en la pista – y dicho esto Luna tomo a Key y su bebida y se fueron a bailar al medio de la pista.
Se movían al ritmo de la música como si fuera una coreografía ensayada, llamando la atención todo el mundo, no solo por su danza sino también por lo bellos que eran. Juntos captaban todas las miradas… Todas menos una y tal vez la que más les importaba a los jóvenes. Cuando se cansaban un poco, volvían por bebida y luego a la pista otra vez. Continuaron con ese ritmo un rato largo hasta que Key casi había perdido el equilibrio por completo.
-Key… creo que es momento de que dejemos de tomar… ya no puedes ni estar en pie solo jajajaja – le aconsejo la chica cuando noto que estaba más tiempo tratando de mantener en pie al rubio que bailando.
- Nooooooooo – dijo Key en un estado un tanto lamentable – este es mi último tragooooo lo prometo… además la noche recién está empezando ¿desde cuando tienes ese vestido?
-Keeeeeeeeyyyyyy – grito la chica exaltada, en un estado mucho mejor que su amigo – ¡tenemos que bailar! Este es mi tema favorito – dicho esto arrastro al rubio al centro de la pista nuevamente. Entre un giro y un paso, Key perdió el equilibrio y termino estampado contra el cuerpo de un chico.
- Pero que rayos haces en mi camino – se quejó el rubio tratando de acomodar su ropa – no te das cuenta que estábamos bai… - El chico no pudo terminar su frase. Frente a él estaba uno de los hombres más lindos que había visto en toda su vida. Era un poco más bajo que Key, tenía un rostro angular, una nariz perfecta, ojos de cachorro, el cabello castaño claro y un cuerpo de infarto.
- No era mi intención chocarte, lamento el accidente ¿Te encuentras bien? – cuestiono el joven preocupado mientras trataba de ayudarlo a componerse.
- Si, no hay problema… fue mi culpa – agrego pudoroso el de mirada felina un poco avergonzado por su primera reacción.
- Que bueno que no te hiciste nada – contesto el chico - nunca me hubiera perdonado lastimar a un chico tan lindo como tú – Las mejillas de Key se pusieron de un color bordo por lo que le dijo – Lamento tener que irme, pero me espera un amigo al final del salón. Espero verte pronto …
- ¡KEY! – le grito Key sin poder medir bien el volumen de su voz.
- jajaja entonces espero verte pronto Key – agregó mientras extendía su mano para besarla y se alejaba de ellos.
- Yo también espero verte pronto – concordó el rubio una vez el joven se hubiera alejado.
- Key…. ¿Quién era? – pregutno Luna que había estado observando toda la escena desde un costado.
- No sé – respondió Key y fue recién ahí que se dio cuenta… no le había preguntado su nombre. - Dios Luna, no le pregunté su nombre… como voy a encontrarlo – el rubio estaba comenzando a hiperventilarse
- Tranquilo Key, ya vamos a averiguarlo, no te preocupes, vamos a encontrar la forma.
Al otro lado del salón Choi Minho se encontraba en plena misión para poder llamar la atención de Yuri que se encontraba en la barra. Ya la había visto y se estaba acercando lentamente. El plan era llamar su atención con su baile y después ir casualmente a la barra para hablar con ella.
Comenzó a bailar haciendo unos movimientos un tanto sugerentemente. Se encontraba en un lugar estratégico donde sabía que la castaña tenia visión directa. Él poseía muchos talentos, pero uno de los que se le daba mejor era bailar y lo sabía. Muchas veces había sido elogiado por Key y no era de las personas que lo hiciera por cualquiera, y mucho menos cuando se trataba de bailar. No le costó mucho encontrar compañeras de baile y cuando se quiso dar cuenta estaba rodeado de jóvenes que intentaban ligar con él.
Cuando la última canción termino estaba seguro que ya tendría que haber llamado la atención de Yuri, en un radio de 5 metros todos los jóvenes lo miraban así que se dispuso a acercarse a la barra y seguir con su plan. Pero la música seso de repente y el salón se ilumino. Se escuchó por el parlante que el anunciador decía que iba a comenzar el primer show de la noche. Sobre el escenario aparecieron unas jóvenes bailando con unas telas cubriendo el escenario con ellas, creando efectos y figuras, era un espectáculo digno de ver, aunque Minho tenía sus ojos puestos en Yuri. El problema era que ella esta estaba absorta en la presentación. El baile de las chicas debió haber durado unos 10 minutos y cuando estaba por terminar, el salón se volvió a oscurecer y el centro del escenario se ilumino con la figura de un joven. Alto, esbelto, solo llevaba un pantalón blanco suelto y su pecho al descubierto. Tenía un maquillaje extraño sobre todo el cuerpo que no permitía distinguir bien su cara. Estando sobre el escenario y con la iluminación usada, hacia parecer que el chico fuera una de esas estatuas romanas de los dioses. Minho rápidamente quedo absorto con la imagen. Era la visión más hermosa que alguna vez haya visto. El joven del escenario rápidamente comenzó a bailar al son de la canción, sus movimientos eran de otro mundo, parecía que volaba sobre el escenario y no que bailaba, por momentos Minho se preguntó si era un humano o si realmente un dios había bajado del cielo. El baile del chico provocaba algo muy extraño en el pecho del alto. Había visto miles de veces a Key bailar, pero nunca había sentido algo como esto… el joven hacia que su pecho se cerrara y que su respiración se acelerara. Estaba hipnotizado por su danza y sin embargo algo adentro suyo le resultaba tremendamente familiar. Como si ya hubiera vivido alguna vez esa situación. La música finalizo y el joven termino su acto desapareciendo por uno de los costados del escenario. Cuando el numero finalizo Minho tardo unos minutos en salir de su letargo y al mirar a la barra encontró el espectáculo más horrible que le podía haber pasado. Yuri estaba a los besos con uno de sus compañeros de grupo: Cho Kyuhyun.