Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te estaba esperando por Yae

[Reviews - 206]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

 

23.- Solamente niños

 

 

 

 

Se acomoda en el asiento más relegado del tren, coloca su pequeña maleta a un lado junto a esa caja de cartón donde Kuro esta agazapado al rincón, viendo con recelo desde el hoyo que han cortado para su comodidad.

Itachi suspira viendo hacia al lado por la ventana cuando el transporte se pone en movimiento y contiene un bostezo.

— ¿Tienes frío?

El pelinegro se gira para ver a Naruto quien se ha sentado a su lado sonriéndole con suavidad, — no… solo tengo algo de sueño — otro bostezo quedito que cubre con su mano derecha.

— Vamos a llegar pronto ya verás y buscaremos un lugar donde pasar la noche, — se arrima más a su lado abrazándole de lado.

El mayor asiente devolviendo el afable gesto, no va a negar que siente nervios y un ligerísimo temor por lo que están haciendo, pero tampoco tiene la menor intención de retractarse. Se acomoda mejor en el abrazo que lo cobija, parpadeando con lentitud va cerrando los ojos dormitando con cierta placidez.

Si todo resulta como esperan su vida está a punto de mejorar.

 

 

 

/////////////

 

 

 

 

Sasuke ha despertado bastante temprano aquella mañana, bostezando con cansancio se incorpora en su cama antes de que su madre se asome. Hasta que se habituase tuvo que colocar su despertador más temprano y sonoramente menos desapercibido para que su progenitora ya lo hallase casi listo para ir a clases.

Está evitando a sus padres pero le resulta difícil al vivir con ellos, toma una ducha rápida y se coloca el uniforme con cuidado antes de bajar por las escaleras, quiere llegar temprano porque su hermano apenas le ha mandado un mensaje la noche anterior diciéndole que todo está en orden.

Pero dadas las situaciones actuales le resulta imposible relajarse. Quiere que el asunto de Madara se resuelva de una vez, que su tío deje en paz a su hermano y sobrino antes de que la o el pequeñín nazca. Estornuda sin poder evitarlo cuando llega al último escalón.

— Buenos días Sasu-chan, ¿no tienes fiebre? — pregunta Mikoto desde el comedor donde ha servido el desayuno.

— No — responde parco sentándose para comer de inmediato.

— Sasuke…. — ella lo llama con cierto tono de seriedad a la par que se acomoda en frente tomando una taza de café en manos.

— ¿Hn?

— Veras, como hoy nos reuniremos con el juez quisiera que tú te quedaras en casa.

Enarca una ceja ligeramente confundido, — ¿por qué?

— Porque este asunto es delicado y tu hermano…

— No — responde terminando su desayuno, — ya le prometí a Itachi que lo acompañaría — miente.

Mikoto se muerde el labio inferior unos instantes, — tu hermano no te necesita, él ya decidió que hacer con su vida y tu padre…

— Cierto — interrumpe de nuevo poniéndose de pie — los necesita a ustedes pero es evidente que no quieren ayudarlo, me confunden, desde que recuerdo siempre estuvieron orgullosos de Itachi y de sus logros. Pero repentinamente todo eso parece no valer nada solo porque se equivocó una vez… me pregunto si van a pasar de mí en cuanto cometa cualquier fallo,

— ¡Sasuke! — molesta eleva la voz.

— Ya debo irme, gracias por la comida — agrega tomando su maletín antes de apresurarse a la salida, su madre lo llama un par de veces y sabe que se ganará un regaño de su padre en la noche por la manera en que le habló, pero ya ha llegado al hartazgo de aquella pantomima que sus padres están montando por simple desilusión.

 

 

///////////

 

 

 

— No tardo, espérame aquí.

 

Había sido el encargo de Naruto hace algo más de una hora, luego de pasar una de las peores noches por el frío y todo el tiempo que les demoró el llegar a Yokohama. Tuvieron suerte de llegar a tiempo al tren pero una vez allí  deambularon por algunas horas buscando un lugar no muy costoso para pasar la noche y al ser mas tarde aún no les quedó de otra que pagar tarifas poco acordes a su situación.

Por ello al amanecer han tenido que hacer algunos cambios en sus precipitados planes. No están muy lejos de Tokio por lo que alejarse cuanto más sea posible es lo mejor, sin embargo Itachi se fue sintiendo algo más indispuesto ese día, razón por la que Naruto lo conminó a esperar en ese parque mientras él iba a comprar unos nuevos boletos con la liquidación que le rogase a su jefe el día anterior.

El cielo está despejado pero Itachi no se toma la molestia de disfrutar del clima, la ciudad es bastante grande parecida a Tokio, el bullicio de los automóviles y las personas andando de un lugar a otra están cansándolo.

Quiere escuchar algo de música en su móvil pero acordaron dejarlos apagados en tanto, en cuanto sus hermanos se den cuenta de su huida no tardaran en buscarlos por todos lados.

— Sasuke — murmura para sí, le hubiese encantado decirle a su menor para no preocuparlo pero de momento es mejor así. Suspira echándole un vistazo a los árboles y arbustos de aquel parque donde algunos niños juegan, tuvo que dejar salir a Kuro-chan para que el gato no terminase volviéndose loco dentro de la caja donde pasó la noche, solo espera que el felino no se haya alejado demasiado.

 

— ¿Estas solo?

 

Itachi respinga al oír la pregunta, se gira de inmediato sin reconocer al hombre que acaba de hablarle y que se ha sentado a su lado en esa banca de madera.

— Espero a mi esposo — responde con suavidad y por mera educación. Hablar con desconocidos no es de sus actividades favoritas, lleva ambas manos para cubrir su redondo vientre al sentir una leve patadita.

— Pues… pareces estar esperando un buen rato.

Es la respuesta cansina que solo lo fastidia más, el hombre luce no muy mayor, de cabellos grisáceos y ojos negros le sonríe con demasiada confianza.

— No debe tardar, — Itachi vuelve su atención hacia el frente notando como esa persona observa el equipaje que tiene a un lado.

— Puedo acompañarte hasta entonces. Mi nombre es Mizuki — le extiende la mano.

— No es necesario, — no responde el gesto, con obligatoria parsimonia se pone de pie tomando todas sus cosas, — iré a buscarlo — se fuerza a hacer un leve reverencia a modo de despedida — me retiro.

— ¿No me dirás tu nombre?

Itachi niega apartándose en ese instante, aquel hombre no le ha inspirado la menor confianza, sin poder alejarse demasiado porque Naruto regresará a buscarlo a ese lugar y porque Kuro aún no ha vuelto da unas vueltas por el parque confirmando que ese hombre se mantiene en la banca observándolo con atención.

El maullido de su gato negro logra espabilarlo luego de un buen rato, el felino se aproxima desde unos arbustos.

— Me alegra que no huyeras — le sonríe al minino acercándole la caja donde debe viajar, el peludo parece receloso a entrar en un lugar tan pequeño e incómodo, maúlla de nuevo. — Solo hasta que consigamos un lugar estable, no seas quisquilloso que es lo que hay.

Otro maullido y es solo cuando un perro se aproxima olfateando que el gato brinca dentro de la caja para que su dueño pueda llevarlo.

— Vamos a esperar a Naruto en otro lado — dice para si cuando la pesada mirada de ese hombre no se le quita de encima, resopla para ponerse a caminar.

 

 

 

 

//////////

 

 

— Demonios, — Nagato maldice sin poder evitarlo cuando halla la casa de Naruto e Itachi vacía, se hubo levantado bastante temprano para recoger a los muchachos, llevarlos al instituto y hablarles de lo que Kisame ha planeado para cuando se lean los resultados del examen de paternidad frente al juez.

Le llamó al rubio en la noche pero tenía el celular apagado igual que el pelinegro, creyendo que seguramente estarían hablando por lo acontecido ese día no creyó que sus malos presentimientos tuviesen fundamentos.

— Esto no puede estar pasando… — masculla tocando de nuevo el timbre de la pequeña casita — en verdad que no — resopla sacando su celular para marcarle a Sasuke.

 

— Habla Uchiha  — le responde al cabo de unos segundos.

— Soy Nagato, Sasuke… siento molestarte pero, ¿tu hermano ya está en el instituto?

—No, acabo de llegar y no lo he visto, ¿sucede algo?

— Hazme el favor de buscarlo y a Naruto también, le llamaré a Menma para preguntarle.

— ¿Sucede algo? — repiten la pregunta.

— Estoy en casa de Naruto e Itachi, no hay nadie… estoy algo preocupado solamente — suspira tocando de nuevo el timbre pese a saber que no le abrirán.

— Los buscaré ahora mismo — Sasuke corta la llamada tras eso y Nagato sabe que ha preocupado al muchacho, solo espera que la pareja no haya tomado ninguna decisión estúpida, — no compliques las cosas…Naruto. — Menta en voz alta antes de dar media vuelta y subirse a su automóvil.

 

 

 

 

Luego de la repentina llamada Sasuke no hace otra cosa más que buscar a su hermano y dobe cuñado por todo el instituto, a pasos rápidos y marcando en cada ocasión el número de su mayor va sintiéndose más inquieto cuando el repetitivo mensaje de “el usuario no se encuentra disponible o se halla fuera del área de servicio” es lo único que escucha, mordiéndose la lengua para no mascullar algún improperio se detiene delante del salón de Itachi en el momento justo cuando la campana toca.

Se queda observando a un lado de la puerta viendo a los estudiantes ingresar, las chicas le sonríen y los muchachos le miran curiosos.

— ¿Itachi no vendrá?

El pelinegro observa a Deidara quien es el único que se ha plantado delante suyo sin entrar al aula.

— Se… le hizo tarde.

— Esta bien, lo veré después, hum — no muy convencido el rubio entra en el salón antes de que el profesor llegue.

Sasuke chasquea la lengua, es mejor salir del instituto antes de que cierren las puertas, apresura los pasos hasta las taquillas topándose con Menma quien ya ha cambiado sus zapatos aparentemente con las mismas intenciones.

— Le…

— Naruto tiene el móvil apagado — le explica el Namikaze antes de que si quiera le diga algo, seguramente Nagato ya le llamó también. — ¿No hablaste con Itachi?

— Desde anoche — resopla yendo a su taquilla — me envió un mensaje diciéndome que todo está en orden.

— Voy a buscar a mi hermano, no creo que los trenes se hayan retrasado tanto.

— Te acompañaré, de todos modos es seguro que Itachi y Naruto esta juntos — Sasuke resopla, la conversación del día anterior con Menma no terminó en nada, fue incapaz de resolver la disputa tragándose su orgullo como suele hacer el otro de vez en cuando.

— Mejor nos separamos.

El Uchiha respinga consternado por la proposición, ¿estaban terminándole acaso?, clava sus negros ojos preocupados en los azules que le observan pacíficos.

— Así recorreremos más lugares a la vez — agrega cargándose la mochila en la espalda, — Nagato no me dijo nada pero es evidente que si esos dos se han escapado y no se presentan hoy en la tarde en el juzgado, es más probable que tu tío logre su cometido.

Aquello le queda más que claro, solo esperaba que su hermano no estuviese tan desesperado que dejase de pensar con lucidez. Será mejor llamarle a Nagato de nuevo.

 

 

//////////

 

 

Un agradable cosquilleo golpeaba sus pies, como cuando las olas del mar chocan contra las puntas de los dedos a la orilla del mar, bosteza removiéndose y se cubre más con las sábanas.

— Vamos Madara… llegaremos tarde de nuevo y vas a echarme la culpa otra vez.

El nombrado se encoge cuanto puede sabiendo al fin de donde proviene la sensación en sus pies, Hashirama está jugando con sus dedos, — déjame dormir, eres muy molesto — masculla debajo de las cobijas.

— Si anoche estabas muy a gusto — el de piel más oscura sonríe subiéndose encima casi aplastándolo con su peso, — dijiste que hoy tenías muchas cosas que hacer… si me dices de que se trata te ayudo y nos quedamos más tiempo en la cama — murmura a la altura de su oído derecho.

Madara no responde, soporta el peso del otro sin muchos problemas, es solo el recordatorio de lo que debe hacer aquel día responsable de no querer responder. Suspira cansado pese a acabar de despertar, debe reunirse con Zetsu y acordar los últimos detalles antes de hacer oficial su paternidad sobre el bebé que Itachi espera, ya tienen todos los argumentos necesarios para exigir la custodia total y en caso de que Fugaku junto a su esposa estuviesen de acuerdo en dejarle a Itachi… tendrá que aceptar… al menos hasta que pueda forzar a su sobrino de cederle toda custodia de buena manera o armar una separación donde quede como incapaz de cuidar al bebé.

— ¿En qué piensas? — el Senju le habla removiendo un poco las sábanas que cubren el rostro del pelinegro.

— Nuestro hijo va a nacer pronto — habla sin cambiar de postura.

— No.

Entonces Madara hace amago de incorporarse sin importar el peso extra, —¿Qué dices?

— Es tu hijo — le sonríe intentando cambiar el ceño fruncido del Uchiha — tuyo y de ese muchacho.

— Pero ya te dije que me lo entregará cuando nazca y…

— Bueno, pero no dejará de tener a su madre… ¿no pensaste en que puede arrepentirse cuando tenga al bebé en brazos? Suele pasar con frecuencia.

— No pasará — Madara frunce el entrecejo molesto, aparta al otro pelilargo de encima para levantarse del todo. — Es solo un niño que no sabe lo que quiere, tú y yo criaremos a mi hijo, — espeta fastidiado para dirigirse al cuarto de baño sin decir más.

Hashirama suspira al apreciar la silueta del más bajo, la perfecta espalda blanca que le ofrece al girarse, no puede evitar sentir una curiosidad enorme de conocer a ese muchacho que tendrá al hijo de su nueva pareja. Resopla dejándose caer sobre la mullida y amplia cama que está en medio de esa elegante y gran habitación.

No quiere presionar a Madara para que le presente a ese chico, de todos modos el pelinegro jamás le pidió explicaciones sobre su divorcio con Mito; tuvo que cederle la mitad de sus bienes a la pelirroja para que no le hiciese más largo el proceso, no le interesa el dinero… de todos modos podrá conseguir más. Solo quiere que las cosas con el Uchiha mejoren, porque si vuelven a la misma rutina de hace tiempo el desenlace será el mismo.

Ruptura.

 

 

 

//////////

 

 

Ya pasa de medio día y Naruto aún no da señales de aparecer. Itachi empieza a preocuparse, está en un café cerca del parque donde se supone debe esperarlo, ha buscado una buena mesa para poder observar por los ventanales del local. Lleva con ese diminuto pastelillo en su plato un buen rato, quisiera pedir más de comer pero no puede gastar más dinero del que tienen.

La dulce mesera por fortuna no lo molesta por el exagerado tiempo que está usando la mesa.

Suspira quedito llevando otra cucharadita del pastel a su boca para masticar con toda la calma del mundo, degustando la mezcla de sabores entre fresa y vainilla. Ya sin poder contener su nerviosismo decide encender su móvil esperando que Naruto lo llame, siendo que quizá no lo halló en el parque y debe estar buscándolo.

Pero ni bien la pantalla se ilumina le saltan las notificaciones de todas las personas que han querido comunicarse con él desde hace horas, mensajes y llamadas perdidas se aglomeran en la página principal mientras los revisa mordiéndose el labio inferior.

Sasuke parece estar muy preocupado.

 

Nagato ha dicho que solo empeorarán las cosas…

 

Es lo que viene escrito en uno de los últimos mensajes escritos por su menor, Itachi resopla segundos antes de que el aparatillo empieza a sonar y a vibrar en su mano, respinga dejando caer el móvil sobre la mesa sin querer.

Otouto.

Viene escrito en el identificador y considera no contestar, pero se trata de su pequeño hermano y por ello toma en móvil de nuevo para responder.

— Sasuke…

— ¡¿Dónde rayos te has metido?! — le gritan apenas pronuncia el nombre del más joven.

— Estoy bien, no te preocupes…

— Dime donde estas, Itachi no puedes irte así como así — repentinamente el tono de reproche se suaviza.

— Estoy con Naruto — inspira hondo — no vamos a regresar Sasuke, te pido por favor que no le digas a nadie que hablamos, solo quería decirte que estoy bien.

Un silencio pesado prosigue hasta que escucha el resoplido de su menor, — no… no lo entiendes… o si lo entiendes te estas dejando llevar por el miedo… vamos Itachi, tarde o temprano van a encontrarlos.

— No lo harán, nos iremos muy lejos.

— ¿Te estás oyendo acaso? ¿Desde cuando eres tan ingenuo? — oye un bufido molesto — si… te has vuelto muy crédulo… — y un chasquido de lengua después que le hace encogerse en hombros — dime donde estas, hablemos. Tienes mi palabra de que no le diré a nadie.

— Sasuke…

— Te prometo que solo hablaremos, si después aun insistes en  irte con el dobe, no te detendré.

Sabe que no debería aceptar, pero la única familia que aún conserva y por la que se preocupará toda su vida es su hermanito, — nadie debe enterarse Sasuke…

 

 

Al cabo de unos dos minutos cuelga la llamada y apaga su celular, suspira nervioso.

 

— Te puedo traer un vaso de jugo para acompañar.

Itachi levanta la mirada para ver a la dulce mesera que con libreta en mano le sonríe.

— Así puedes quedarte un rato más — cierra los ojos con tremenda dulzura — no lo pondré en la cuenta descuida.

— Esta bien así, gracias — corresponde el amable gesto — pero si me gustaría pedirte algo.

La chiquilla respinga ante el repentino pedido de aquel curioso cliente.

 

 

 

////////////

 

 

 

Nagato suele ser bastante paciente, pero en ese instante está a nada de morderse las uñas por los nervios que lo invaden, está en la oficina de Kisame tamborileando sus diez dedos sobre la mesa de madera que es el escritorio.

—Podemos pedir una nueva audiencia si conseguimos que Dan argumente que los análisis tuvieron un retraso por alguna razón — el de tez azulada le mira de lado con cierta preocupación, — pero será solo temporal, si no hallamos a los muchachos y Madara se entera que se escaparon será casi imposible ganar este caso.

— Tiene… que haber otra solución — el pelirrojo se pone de pie, hace poco ha vuelto a la casa de los chicos junto a Sasuke el único que tiene la copia de la llave que Itachi le entregó por seguridad, fue fácil saber que ambos chiquillos se han escapado; se llevaron ropa y documentos.

— Van a buscarlos, Nagato. Si Madara se entera es evidente que pondrá una denuncia— con expresión seria se acerca al más joven, — entiendo que te preocupen pero estas haciendo suficiente, no deberías…

— Sé que es tonto pero me gustaría ayudarlos en verdad — interrumpe sonriendo con amargura — no sabes cómo me emociona verlos juntos a pesar de todo… son unos niños pero sus sentimientos son tan honestos que es inevitable no tenerles simpatía.

Kisame asiente, no conoce tan a fondo la historia de esos muchachos, pero la mirada apaciblemente ilusionada de Nagato le basta para suponer una cursi historia de amor… ese sobrevalorado sentimiento que casi todos creen entender. Sus ásperos y toscos dedos se elevan apartando los poquísimos cabellos que han caído en el rostro blanco del más bajo, en una acción involuntaria.

— Tu tacto produce cosquillas…

Solamente ante el comentario es que el abogado cae en cuenta de su poco profesionalismo en ese instante, pero ya es tarde, la puerta de su oficina se ha abierto por Yahiko, quien como en incontables veces abre la puerta sin golpear para entrar con alguna  noticia curiosa.

— Lamento interrumpir — el de cabellos naranjados borra la sonrisa que esbozaba al entrar al ver a Nagato y Kisame tan incómodamente juntos, con la mano de uno de sus mejores amigos sobre quien es…quien debería ser…quien fuese… su pareja. — Trajeron los papeles del caso Seramu.

— Los estaba esperando, — Kisame se aparta de Nagato quien parece el menos enterado de lo que se supone se ha interpretado de esa escena.

— Volveré después, iré a dar otra vuelta en automóvil, quizá los encuentre. — El pelirrojo se dirige a la salida pasando de largo a Yahiko.

— ¿Alguien está perdido?

— Algo así, — resopla.

— Puedo ayudarte si quieres… no tengo mucho trabajo el día de hoy…

 

 

 

 

 

 

Itachi camina por el parque buscando a Naruto, tuvo suerte de poder dejar su equipaje en aquel pequeño café, la muchacha que lo atendió resulto bastante amable, ya pasa del medio día y quedó de verse con Sasuke en un par de horas, pero aun no localiza a su esposo.

— ¿Por qué demoras tanto? — se pregunta soltando un resoplido, se ha vuelto a sentar en esa banca donde acordaron, agradece que ese tal Mizuki ya se haya ido. Suspira en silencio cerrando los ojos unos instantes… sabe que en Japón la custodia de los hijos no es compartida, el padre que la posea tiene el libre derecho de decidir si quiere que la otra parte vea a los hijos… si Madara solo quiere quitarle a su bebé seguramente no le dejará verlo de nuevo.

Pero…

¿Y si en verdad quisiese formar una familia?

Tarde.

De ser ese el caso podría convencer a su tío, decirle que le permitirá ver al bebé si deja de insistir en aquel absurdo, pero conociendo todo lo orgulloso que es… no es muy probable que acepte. Lleva ambas manos sobre su enorme vientre dando unas caricias al sentir golpecitos bastante seguidos.

— ¿También quieres ver a Naruto, verdad? — Sonríe — él ya es tu papá… — emocionado contiene su angustia para ponerse de pie y dar otra vuelta por el parque, tiene bastante hambre que el diminuto bocadillo no ha podido contrarrestar, mordiéndose el labio inferior vuelve a levantarse, el apetito le obliga a buscar una máquina expendedora.

Se desvía por unos cuantos callejones hasta dar con su objetivo, rebusca entre sus bolsillos algo del dinero que lleva encima, tendrá que encender de nuevo su móvil si no encuentra a Naruto pronto, sus dedos pulsan los botones escogiendo su pedido, un poco de fideos parecen una buena opción para el precio que está pagando, indudablemente mucho menos de lo que cuesta en un establecimiento de comida.

Bufa algo cansado, caminar con su peso extra a cuestas ya no es de sus actividades favoritas, suele darle bastante sueño por las tardes.

 

— Pero si es una linda ballena embarazada.

 

Nuevamente una voz desconocida capta su atención, Itachi se gira con cautela para ver al dueño de la aguda voz que ha lanzado aquel “amable” comentario. Una mujer de cabello negro largo y ojos del mismo color es lo que ve primero, a su lado hay un par de chicas también, de cabello corto y oscuro.

Lucen claramente como poco amistosas.

Así que para evitarse algún tipo de lio que no podría resolver debido a su estado prefiere ignorarlas, se gira de nuevo y toma su pote de fideos para irse cuanto antes pero presiona los dientes fastidiado cuando le sujetan de los cabellos reteniéndolo.

— No nos dejes con la palabra en la boca. — Sisea la que parece ser la líder.

— Debe tener algo de valor — agrega otra.

Pero antes de que piensen en arrinconarlo Itachi opta por girarse con violencia aventando el bote con fideos calientes sobre quien jalonea sus cabellos, la chica algo mayor que él grita dejándolo ir.

— ¡Serás imbécil! — se queja resintiendo las leves quemaduras en el rostro consecuencia de la comida caliente.

Aprovechando la escasa sorpresa por su acción el pelinegro aprovecha para alejarse lo más rápido que su embarazo le permite, se aparta de esa callejuela llegando a la avenida principal, no cree que vayan a seguirlo hasta ahí. No obstante se voltea para confirmar que no lo persiguieron, puede ver a una de las mujeres observarlo a escasos metros, como si no hubiese ocurrido nada Itachi continúa avanzando.

Solo fue un poco de mala suerte.

Suspira y trata de olvidar el mal momento. Regresa de nuevo a aquel parque donde se supone debió verse con Naruto hace horas, observa hacia todos lados antes de sacar su móvil dispuesto a encenderlo.

 

— ¡Itachi!

 

Se sobresalta al oír su nombre de labios de su esposo, de inmediato busca al rubio a su rededor, sonríe cuando un espantado muchacho de ojos azules le da alcance.

— ¡¿Dónde rayos estabas?! ¡Estuve buscándote por todos lados dattebayo! — le toma por los hombros dándole un par de leves sacudidas.

— Y se supone que no tardarías tanto — reprocha frunciendo el entrecejo — ¿Dónde estabas?

Naruto inspira hondo calmando los nervios que lo asaltaron al pensar que su esposo se hubo extraviado en esa ciudad, — consiguiendo algo de dinero extra… — suspira yendo a sentarse a una de las bancas.

— Llevo horas esperando, — tuerce los labios molesto sentándose a su lado.

— Perdona pero me ofrecieron ayudar a cargar algo del equipaje en la estación… necesitamos el dinero´ttebayo. ¿Por qué no me esperaste aquí?

— Hablé con Sasuke por teléfono, le dije dónde estamos — suelta con ligereza viendo hacia el frente.

Naruto tarda unos instantes en asimilar lo dicho por el pelinegro, cuando lo hace abre más los ojos con claras intenciones de gritar de nuevo.

— Necesito hablar con él, Naruto — dice antes de que eleve la voz, — me prometió no decírselo a nadie…

El rubio se muerde la lengua llevando su mano derecha para darse un golpe en la frente con la palma extendida, — el tren… — inspira hondo, tan hondo como puede para tragarse cualquier residuo de enfado que está aflorando con rapidez — va a salir dentro de poco…

Pero los negros ojos de Itachi le miran atentos y Naruto solo suspira porque sabe que terminará cediendo.

 

 

 

 

///////////////

 

 

 

Acaba de llegar a Yokohama y rebusca su móvil para revisar las indicaciones dadas por su hermano, Sasuke chasquea la lengua al percatarse de que ya dan más de las cinco de la tarde y que Nagato ya debió reunirse con Madara…

Resopla, solo espera que Dan haya podido facilitarles la mentada excusa para que su tío no se entere de la tremenda chiquillada que Naruto e Itachi han cometido.

Porque es de esa manera.

Sasuke no está de acuerdo en la inventiva apresurada que han optado, aunque todo parece estar complicándose con el paso de los días, rendirse tan pronto es algo que jamás comprenderá.

Suspira apresurando sus pasos hacia el lugar citado. Menma lo estuvo llamando, preguntando si ha tenido suerte o pudo comunicarse con alguno de los fugitivos, fue bastante sencillo decirle que no, cortarle la llamada sin delicadeza.

Quizá no fue buena idea.

Se reprocha tras ello, en verdad que quiere sentarse al lado de Menma y soltar algunas palabras para resolver su pleito pero antes debe solucionar el asunto de esa fuga. No se sentiría satisfecho si ambos simplemente actúan como si jamás hubiesen salido, dando por sentado una ruptura sin mediar palabra.

Lo habían prometido de todas maneras.

Esperar el uno por el otro.

 

 

 

*

 

Nunca imaginó que su hermano lo dejase botado aquel día justamente.

Apenas ha terminado la ceremonia de inicio de curso e Itachi desapareció sin decir palabra y apagando el celular.

A Sasuke no le hubiese molestado de no ser porque repentinamente una copiosa lluvia casi lo dejó empapado en la salida, maldiciendo a su mayor por asegurarle en la mañana que llevaría una sombrilla fiándose de las noticias del clima para dejarlo botado sin decir nada.

— Estúpido Itachi — masculla abrazándose a sí mismo, espera que la lluvia pase pronto porque resguardarse al pie de un edificio que poco cobijo le proporciona no le agrada, el viento helado le hace temblar, lleva solo su camisa de mangas cortas porque su extraviado hermano mayor llevaba su chaqueta en su maletín. Maldice de nuevo a Itachi soltando un estornudo después.

 

— Tengo mi abrigo si lo necesitas.

 

Respinga al oír esa voz. Sus negros ojos observan confundido como Menma se halla delante suyo sujetando una sombrilla con la cual se cubre y ahora también a él. En su otra mano lleva una chaqueta, curiosamente el muchacho un año mayor ahora con dieciséis años luce bastante empapado…

Como si hubiese ido hasta su casa y vuelto a prisa.

— ¿Qué te hace pensar que lo necesito? — pregunta soberbio ladeando el rostro.

— Porque llevas un buen rato ahí de pie, el tiempo suficiente para que pudiese llegar a casa y regresara.

Chasquea la lengua contrariado ante la confesión, dejando en claro que regresó para ayudarlo, — todo es culpa de Itachi — masculla entre dientes, hace tiempo que no habla con ese Namikaze, desde que dejó el concejo estudiantil no se cruzan como antes.

Fastidiado y prometiéndose estrangular a su hermano mayor cuando lo encontrase toma el abrigo que le ofrecen y se lo coloca, tendría que ser demasiado estúpido parea buscarse un resfriado gratuito.

— Sasuke…

Pese al bullicio del chubasco oye a Menma a la perfección, — ¿hn? — murmura  empezando a caminar siendo seguido por el otro que opta por cubrir a ambos con la sombrilla gris.

— ¿Es evidente, no?

Ante la extraña pregunta solo le mira de soslayo sin dejar de caminar.

— ¿Verdad que si?

Insisten y resopla fastidiado al no entender, — no lo es, así que dime de que se trata.

Unas cuantas gotas de lluvia en el rostro le indican que Menma se ha detenido, imitando la acción se gira para ver al Namikaze que ha quedado a un par de pasos de distancia aun cubriéndole de la lluvia.

—…

El otro guarda silencio por algunos instantes y antes de que Sasuke pueda decir algo puede sentir como acorta la distancia entre sus rostros, retrocede por inercia… pero en lugar de sentir algo sobre su boca escucha un murmuro en su oído.

Y las simples palabras han producido un tremendo cosquilleo en toda su espalda.

¿Acaso ha escuchado bien?

 

*

 

Continua.

 

 

 

Notas finales:

 

 

Saludos, antes que nada mil disculpas por la demora, estas semanas he tenido más trabajo que yo misma pedí (necesito ahorrar porque quiero una tableta gráfica, no lo hago tan bien pero el dibujo era mi pasatiempo inicial antes de escribir fics y quiero retomar algo de eso) los extras nunca hacen daño pero me dejan poco tiempo libre.

En cuanto al capi, lo sentí algo corto y no lo es, supongo que se debe a que corté tres escenas que hubiesen hecho muy muy largo el capítulo y como aun me quedan tres capítulos más para finalizar el fic preferí dejarlo para el siguiente.

¿Han notado que casi siempre que pongo algo de Menma y Sasuke es en tiempo pasado? (Flashbacks) Y cuando se trata de Naruto e Itachi es en tiempo presente la mayor parte de las veces, je je no tiene importancia pero quizá haga un intercambio de escenas para las parejas.

Gracias por los hermosos comentario y las lecturas que me hacen muy feliz, cuídense mucho y espero les haya agradado este capítulo.

Yae.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).