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Against all odds por KittieBatch

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Notas del capitulo: Hola, hola, bueno, ante todo una disculpa por tardar tanto con el capítulo, sé que he dado prioridad a otros trabajos y no tengo justificación. Algunas cosas a aclarar, se supone que según dije subiría el capitulo final un día después de éste pero aún no está listo, así que lo subiré el viernes 27 por la noche. Junto a él publicaré el epílogo y la correspondiente nota de agradecimientos. 
 
Es nuestro penúltimo capítulo así por favor disfrútenlo, no tengo experiencia con la descripción de batallas así que busqué hacer lo mejor que pude con esta. Hay un par de sorpresas que les dejé. Espero les guste, y recuerden que pueden seguir mi página de Facebook para futuros trabajos y el horario de la publicación del capítulo final. ¡Muchas gracias por su paciencia!

Capitulo XI

─Vengadores Unidos─

 

Decir que Visión era el mismo que cuando vio este mundo por primera vez sería una tremenda estupidez, aquel humanoide que se alzaba altivo ante un enemigo más que poderoso tenía por todos lados la marca del carácter de Tony. Para el Capitán América la prueba estaba en que enfrentó al enemigo con una frase sobre su atuendo.

 

─He escuchado de ti pequeño─ El Coleccionista se fijó en Visión con curiosidad ─El segundo hijo de Stark, por cierto Capitán ¿Qué se siente que su amado Tony hubiese creado un hijo con otro hombre? ¿O es que no lo pensó? Ultrón es el fruto de Banner y Stark ¿Celoso?

 

Steve quiso darle un puñetazo, sin embargo se detuvo, tenía que ser inteligente y contestar con algo que lo desarmara, lamentablemente no se le ocurría nada, Tony era el de los sarcasmos, el bueno con las palabras, el hombre del juego mental. Y para ser sincero, claro que le molestaba la idea de que, puesto en palabras y contexto, Ultron fuese hijo de Tony y Banner, le molestaba tanto, pero quería ser sensato y pensar que eran solo dos científicos haciendo cosas de científicos.

 

─¿Por qué tan callado Capitán? Dicen que el silencio otorga, así que interpretaré su silencio como una respuesta afirmativa─ soltó otra risa burlona y fue suficiente para Steve.

 

─¿Puedo interpretar su interés en mis sentimientos como un vil intento de vulnerabilizarme?─ respondió Steve y se sorprendió de lo bien que sonó esa respuesta, tanto tiempo con Tony daba sus frutos.

 

─Interesante─ sonrió Taneleer y agitó su capa ─Veo que sus neuronas terminaron de descongelarse.

 

Steve apretó los puños buscando contenerse, aquel ¿hombre? Conseguía sacarlo de quicio, pero debía ser más astuto que él. ─Que interesante Capita, ¿insultando a un anciano?─ la voz de Tony se escuchó y de pronto apareció la armadura del genio volando hacia ellos.

 

─Creí que te perderías el espectáculo─ Taneleer hizo una reverencia al verlo llegar ─Es una pena que deba matarte también, hasta me caíste bien hace unos cientos de años.

 

─Imposible resistirse a mis encantos─ Y casi podrían jurar que ellos estaban coqueteando, cosa muy común en Tony, además de ser el maestro del sarcasmo también podía un seductor empedernido.

 

─Tu fama te precede, y puedo decir Capitán, que conozco esos encantos de primera mano─ sonrió superior.

 

─Espero que lo disfrutaras─ Tony usó un tono grave, uno que Steve conocía de sobra, ese que lo incitaba a tomarlo en cualquier superficie a la mano y hacerlo gritar su nombre.

 

─Aunque no lo creas, hago esto porque la eternidad es lo suficiente aburrida y tú solo estuviste unos cuantos años vivo… y para ser honesto, también me gustaría repetir un par de aventuras─ Taneleer se lamió los labios y para Steve fue suficiente, no permitiría que nadie le coquetee a su Tony, era suyo, y ese loco inmortal no pondría sus manos sobre su futuro esposo, padre de sus hijos.

 

─Topaste con pared imbécil─ Steve habló y su rostro reflejó toda la furia que podría albergar. ─No vas a conseguir nada.

 

─Ya veremos Capitán─ el ataque de Taneleer no esperó y casi da en su blanco, de no ser por los reflejos de Steve estaría muerto, Visión atacó al enemigo con una suerte de rayos solares, a él se unió Wanda intentando penetrar la mente del hombre. Taneleer se cubrió sintiendo la potencia del poder del humanoide dar en su cuerpo. Una sonrisa se dibujó en sus labios y de pronto una onda expansiva repelió el ataque de ambos, el visitante chasqueó los dedos y varios rayos dirigidos a los Vengadores atacaron, un par dieron en el Quinjet haciendo que uno de los motores fallara, aquellos que aún quedaban en el interior tuvieron que salir. Black Widow fue sostenida por Sam y Hulk dio un enorme salto que lo llevó a aterrizar sobre el atacante.

 

─No. Debilucho─ el hombre verde gruñó aquellas dos palabras y procedió a moler a golpes al Primogenio.

 

En Manhattan las cosas no iban precisamente bien, a pesar de que Olimpia y Austin desplegaron un escudo sobre la ciudad algunos de los rayos enviados por Taneleer era tan potentes que traspasaron el escudo y dañaron algunos edificios provocando que escombros cayeran sobre la multitud que corría despavorida hacia los aviones de SHIELD que los llevarían a un sitio lejano y a salvo. Todos aquellos implicados en la evacuación de la ciudad corrían por todos lados buscando hasta en el rincón más pequeño que nadie se quedara, posiblemente ese día Manhattan caería, pero no la tierra.

 

Austin observó a Olimpia la chica parecía cansada, la gema robaba gran cantidad de poder, no podría estar bien, sin embargo la necesitaba para mantener el escudo en pie, era lo único que protegía a la ciudad de la batalla que se desató en el cielo, en ocasiones la tierra temblaba y el mar se agitaba de tal mantera que de no tener aquel escudo la ciudad sería invadida por el agua. Bucky llegó a ellos anunciando que el último grupo había partido y Austin respiró tranquilo. ─Aún no pueden bajar el escudo─ la voz de Tony se escuchó en sus intercomunicadores.

 

─¿Qué no estás peleando con ese loco?─ dijo Clint y la risa del genio los sorprendió a todos.

 

─Sí y no Barton, se puede estar en dos lugares.

 

─Estás dando ventaja a los Vengadores con una armadura─ Austin sonrió, su amigo era todo un genio incluso para la lucha, un estratega nato.

 

─Así es y también a un par de invitados, tuve que llamar a mi buen amigo de manos hábiles, también es su batalla después de todo.

 

─¿Stephen Strange?─ preguntó Austin.

 

─El mismo─ la profundidad de una voz nueva inundó el comunicador, el Hechicero Supremo estaba en algún sitio, pero nadie podía verlo. ─Estaré alejado hasta que sea propicio, si me acerco tan solo un poco más el poder de las dos gemas del tiempo podrían alertar al enemigo.

 

─Señor… ¿Podría alertar al Profesor Xavier?─ pidió Olimpia y la mención de susodicho sorprendió a varios.

 

─Con gusto─ y Stephen desapareció, también lo pensó, pediría a Xavier que usara a Cerebro para alertar a todos los mutantes que protegieran las ciudades del Globo, si ellos fracasaban, nada detendría a Taneleer que tomara la Tierra como su propio parque de diversiones, debían proteger el mundo si querían seguir teniendo uno. Charles se encargaría de ello, junto a Lehnsherr llamarían a la alerta mundial de los únicos seres en el planeta que podrían proteger a los humanos en caso de que los Vengadores fracasaran. Stephen buscaría proteger las entradas a las otras dimensiones, si por algún error las criaturas bajo el dominio de Dormammu cruzaban estarían perdidos.

 

Tony trabajaba desde su centro de mando en la Mansión Stark, tenía un plan pero necesitaría ayuda, una muy peculiar y que fue recomendada por su hombre gato favorito, T’challa. ─Me tomo unas vacaciones y se va todo al demonio─ Everett Ross apareció con una sonrisa amplia y ropas casuales.

 

─Espero que esto no sea un problema─ saludó Tony señalando al cielo donde se libraba la batalla.

 

─Solo un contratiempo, amenacé a Stephen que si termino teniendo a este bebé en un mundo lleno de caos lo mato, así que tiene que arreglarlo─ comentó Ross y Tony rió, ¿cómo no conoció a ese tipo antes?

 

─¿Cómo va el primer trimestre?

 

─Tan terrible como debe ser… y los constantes “lo siento” de Strange no ayudan… pero dejando a mi bebé de lado, soy un experto en Wakanda ¿Qué hago en una batalla de Manhattan?

 

─Vibranium, lo vamos a necesitar.

 

─Bien, ¿Qué hay que hacer?

 

─El primer IronVibranium.

 

─Me gusta, supongo que tienes el material en tu alacena.

 

─Algo así.

 

El plan de Tony era sencillo, había investigado en los archivos de los Guardianes la información sobre el Coleccionista del presente y sabía que era imposible destruirlo, en cambio, si causaban el suficiente daño para que abandonase sus planes y quedara escarmentado, ganarían, sin embargo cada armadura era tan simple que podría destruirla con un soplo, o peor, retorcerla con él adentro, por ello necesitaría una nueva armadura con el metal más fuerte de la tierra.

 

Conseguir el Vibranium hubiese sido un problema de no contar con la aprobación de su gato preferido, T’challa. Tras contarle sobre sus planes no solo abrió las reservas para que Tony se hiciera con lo necesario, sino que envió al único ser humano totalmente experto en Wakanda que gratamente no vive allí, Everett Ross, el compañero de vida del Hechicero Supremo. El pequeño rubio sabía mucho sobre el manejo del metal, no necesitaba ser un genio para conocer sus propiedades, el mismo T’challa le había instruido sobre algunos aspectos que ayudarían a Tony.

 

Olimpia y Austin estaban llegando al límite de sus capacidades, mantener un escudo de tremendas proporciones no solo era una locura sino que los debilitaba cada vez más, sin embargo las luces en el cielo de Manhattan les advertían que aguantar era la única opción. Tony tenía un plan, cualquiera que fuese necesitaba tiempo y ellos debían ganar tanto como pudiesen. A lo lejos uno de los Vengadores caía en dirección al mar, el impacto podría herirlo seriamente, Rhodey que se mantenía en tierra pudo divisar de quién se trataba y sin pensarlo se dirigió para rescatarlo, el herido no era otro que Falcón, sus alas fallaban tras un golpe de Taneleer, luchaba por quitarse el artefacto que le permite volar, sin embargo no lograba nada, si caía con él al mar podría ahogarse, estaría muerto, entonces sintió que un par de manos de metal lo tomaron, la armadura de War Machine relucía con los rayos de sol, el Coronel Rhodes fue a salvarlo, el hombre a quién él dejó paralítico evitó su muerte. Sam se aferró a la armadura y por fin pudo sacarse las alas de encima. Aterrizaron dentro del escudo que Austin y Olimpia mantenían, Sam se tambaleó al poner los pies en la tierra, quiso agradecer al Coronel, sin embargo antes que pudiera decir nada salió volando para cubrirlo en la batalla.

 

Rhodey llegó justo en el momento en que Steve era atacado por una ráfaga de rayos que luchaba por desviar con el escudo, Natasha no se encontraba entre ellos, al caer Sam ella también cayó, sin embargo se hallaba a salvo en la playa, lugar a donde querían empujar a Taneleer, en aire solo unos cuantos podrían soportar la pelea, Visión tomó al intruso y junto a T’challa lo desestabilizaron los suficiente para que Hulk le diese un golpe que lo envió hacia la ciudad, atravesó el escudo rompiéndolo y pronto el hombre verde llegó a su lado para molerlo a golpes. Aquellos Vengadores que quedaron en tierra sintieron como la ciudad se cimbró con la llegada de Hulk.  

 

─¿Cuánto falta?─ la voz de Bucky se escuchó.

 

─Solo un poco más─ pidió Tony, le estaba tomando mucho más tiempo del planeado.

 

─Tony, no tenemos mucho tiempo─ Anunció Steve, el loco de su atacante había traído un pequeño regalo, criaturas venidas de otra dimensión aparecieron por toda la ciudad haciendo añicos todo y atacando a los héroes.

 

─Ross, tienes el mando─ dijo Tony corriendo por una de sus armaduras.

 

─Bien─ fue lo único que el rubio contestó, se hallaba inmerso en lograr que el Vibranium recubriera por completo la armadura del genio.

 

Tony llegó volando a donde Olivia y Austin peleaban, ellos estaban agotados y Tony los cubriría hasta que estuvieran en mejor forma, era claro que ambos mutantes habían gastado suficiente energía en el escudo. Olimpia parecía angustiada por la venida de los seres de otra dimensión, las consecuencias de mezclar tantas dimensiones al mismo tiempo eran inciertas, reescribir el tiempo era tan peligroso que pondría en peligro el universo entero. Se estaban quedando sin opciones.

 

─Recuerden que es inmortal─ dijo Tony ─Es un Primigenio, tenemos que disuadirlo de sus planes, y sí, significa que debemos demostrar que no somos algo que él quiera tener, hay que proteger a Visión, a Olimpia y a cada portador de una gema del universo del mundo.

 

─Comprendido─ dijo el Capitán viendo como Bucky aparecía para servir de refuerzo, el hombre del brazo metálico estaba dispuesto a morir si con ello lograba parar todo eso, en cierta forma se creía culpable de los sucesos.

 

Cada golpe que se dirigían a Taneleer se volvía a ellos, incluso Visión estaba teniendo problemas al pelear, era inútil que pudiera ignorar el poder de las hermanas de la gema que sostenía en su frente, el Primigenio veía como el humanoide caía seducido por la fuerza de sus hermanas. En un momento tomó la mente de Visión y le ordenó protegerlo, atacar a cada uno de sus compañeros, el humanoide obedeció, su mente solo escuchaba el llamado que le hacía el portador de sus hermanas. Olimpia sintió caer a Visión, un golpe invisible en el pecho le anunció que su hermano fue vencido y la próxima en caer sería ella si no lograba ignorar la seductora voz de las otras gemas.

 

─Resiste─ pidió Austin al notar como la mirada de ella cambiaba y se volvía vacía.

 

─¿Es que no las escuchas?─ susurró ella y se elevó por los aires buscando el llamado de las gemas. Austin quiso seguirla pero fue Tony quién voló tras ella.

 

─Bienvenida─ Taneleer la recibió con una sonrisa, la portadora de la gema del tiempo estaba allí, postrada a sus pies, no la conocía pero qué más daba si eventualmente la mataría, aunque de momento se le antojaba mantener tanto al humanoide como a la chica vivos y a su servicio, dos entes poderosos que lo ayudarían en su empresa de recolectar las gemas de todos los tiempos y de paso traer nuevas adquisiciones a su colección, Iron Man sería uno de ellos, alguno de los soldados, el hombre verde y la mujer araña, quizás ese gato enorme también, ya lo decidiría al terminar de jugar.

 

─Mi señor─ dijo ella, sus ojos se veían vacíos, el azul de sus pupilas parecía más que muerto.

 

─¡Olimpia!─ Steve y Tony gritaron al mismo tiempo y a Taneleer le pareció curioso ver dos armaduras de Iron Man y la obvia preocupación de ambos hombres por la jovencita.

 

─Déjame adivinar, ¿su hija?─ sonrió el Primigenio y Rogers lo fulminó con la mirada. ─Eso la vuelve una adquisición mucho más preciada… tal vez deje ella sea quién los mate, solo por los sentimentalismos.

 

─Aleja tus sucias y ancestras manos de ella─ gruñó Steve y la armadura de Iron Man se lanzó contra el hombre.

 

─Estúpido señuelo─ dijo retorciendo la armadura vacía. ─Odio que me engañen.

 

─No era un engaño─ Tony envió un ataque hacia el hombre, Steve y Bucky tuvieron que distraer a Visión y a Olimpia que se giraron para atacar a Tony. Wanda por su parte se hallaba ocupada con una de esas cosas que el enemigo convocó, cada uno de los Vengadores se hallaba peleando con su propio grupo de entes y el cambio hecho en Olimpia y Visión era grave. Dos de las piezas más poderosas estaban bajo el dominio de Taneleer, los dos hijos de Tony, la hija de Steve.

 

─¡Espera!─ Austin llegó a donde Olimpia atacaba a Steve, empujó al Soldado y la enfrentó, no quería hacerle daño, sin embargo podría ser la única forma de neutralizarla, tendría que atacarla. Austin Black, un mutante de nivel cinco, jamás usó su poder contra nadie, o bueno, jamás como lo usaría contra Olimpia. Atacó a todos sus sentidos, bloqueó su contacto con el exterior buscando encerrar su mente, sin embargo ella no lo permitiría, repelió el ataque estrangulando al albino, ella solo atendía al llamado de Taneleer.

 

Steve tuvo que usar todo su coraje y atacó con su escudo a Olimpia logrando que soltara al mutante, éste no perdió tiempo y volvió a intentar neutralizarla. ─No las escuches─ decía pegando por todos lados, buscando derribar sus defensas.

 

Tony por su parte atacaba a Visión, le dolía tener que pelear con su hijo, sin embargo jamás podrían derrotar a Taneleer y devolverlo a la realidad si no usaba la fuerza. Bucky ayudaba a Tony pero también debía atender los ataques del Primigenio. ─Stark, está listo─ la voz de Ross anunció que la nueva armadura estaba dispuesta para que la usara, justo a tiempo pues la suya no parecía resistir más. T’challa tomó su lugar para que pudiese volver a la mansión y vestirse con la armadura. En su viaje de vuelta Tony pudo apreciar como la ciudad era todo caos y escombros, vio a Widow y Hawkeye pelear sin descanso, a Hulk azotando a tantos enemigos como podía, Ant-Man y Falcón peleaban juntos y War Machine junto a Wanda buscaban los portales para impedir que esas cosas llegaran a la ciudad.

 

─¿Dónde está?─ dijo Tony tan pronto como llegó al laboratorio.

 

─Allí─ Ross señaló el traje que descansaba listo para que Tony lo porte, el genio sonrió, era negro en tonalidad mate, perfecto.

 

─¿Tu esposo?

 

─Llegará pronto y también los Guardianes se acercan, pero yo no confiaría tanto, vienen con severos daños.

 

─¿Cómo lo sabes?

 

─Estuve monitoreando la actividad fuera de la Tierra y parece que pelearon con los refuerzos de ese loco, mantenía una flota dispuesta a atacarnos.

 

─Demonios, ¿qué más puede salir mal?

 

─Escucha Stark, esto se está yendo al demonio pero no por ello perdimos, tienes la armadura, tienes que darnos tiempo, Stephen cerrará las puertas de otras dimensiones y ustedes encárguense del loco ese.

 

─¿Siempre eres así de mandón?

 

─¿Qué tú no?─ ambos hombres rieron y Tony volvió a donde todos peleaban.

 

Stephen apareció en la ciudad cumpliendo con lo que Ross dijo, comenzó a cerrar tantos portales  como podía buscando no alterar más las dimensiones, suficiente daño se había hecho y el chocar de dos gemas del mismo tipo en la misma ciudad podría ser un punto crítico. Él no podía deshacerse de la gema, Olimpia tampoco, lo único que quedaba era terminar con todo eso pronto y que él cambiara de dimensión hasta que ella volviera a su tiempo. Como único punto de ventaja sobresalía que únicamente esas cosas que servían a Taneleer atacaban y las fuerzas de Dormammu estaban alejadas de la batalla, Strange hacía todo lo que podía con ayuda de Ross en la mansión, él monitoreaba toda la actividad y guiaba a los Vengadores. Friday por su parte tenía órdenes de mantenerse alejada, algo aprendieron de Ultrón y fue que, las IA podían ser susceptibles a poderes de otros, aunque Tony confiaba en ella, era mejor mantenerla alejada, era una desventaja que garantizaba un enemigo menos.

 

Los guardianes ingresaron a la atmósfera aterrizando en la mansión Stark, tal y como Ross advirtió, todos ellos venían con serios golpes, sin embargo estaban dispuestos a seguir la lucha, pelearían aunque la Tierra no fuese su campo de acción ─Hay una solución─ Star-Lord habló a todos ─Necesitamos al Coleccionista de nuestro tiempo, sin embargo es arriesgado, puede estar de acuerdo con este loco y sería traer un enemigo más.

 

Nadie respondió de inmediato, la empresa que proponía el viajero era una locura, los riesgos a correr no solo eran grandes, podría ser su golpe de gracia, todos estaban agotados, y luchaban únicamente por el poder de sus convicciones, algunos sangraban y otros tenían el corazón hecho añicos. ─¿Crees que él pueda ayudarnos?─ Tony respondió antes de emitir un jadeo adolorido por el golpe que Visión le dio, peleaba con Taneleer, sin embargo el humanoide aprovechó un descuido para atacarlo.

 

─Stark, tú más que nadie sabe qué podría pasar…─ contestó Quill ignorando el dolor de las costillas rotas y la pierna sangrante.

 

─Su ubicación es incierta─ habló Rocket ─Sin embargo tal vez podríamos dar con él…

 

─Solo hace falta que usen una de esas gemas para ubicarlo… ─Gamora intervino intentado acomodar el hombro de Rocket a su lugar normal.

 

─Tony─ Steve habló, Olimpia dejó inconsciente a Austin y ahora atacaba a Steve ─Por ella, tenemos que hacerlo, por nuestra familia─ gimió por la falta de aire tras un golpe que lo envió contra una pared de concreto sólido. ─Debemos arriesgarnos…

 

─Hagámoslo─ Aceptó Tony yendo a defender a Steve, la sangre cubría su rostro, la batalla lo dejó herido y si no apuraban un plan estaría muerto. Muchas cosas pasaron por la mente de Tony, el rubio Capitán era todo cuánto tenía, no dejaría que lo abandonase ahora, pasaron por demasiadas cosas para una batalla los separe, no, ellos iban a salvar el mundo y lo harían juntos.

 

Stephen apareció justo frente a Olimpia y la presencia de las dos gemas de tiempo causaron la anulación del poder de las gemas por unos instantes, lo suficiente para que el humanoide y la mutante lograran salir del trance que Taneleer mantenía sobre ellos. ─¡Papá!─ gritaron ambos al notar a Tony y Steve, ambos corrieron a ayudarlos, Steve sangraba y Tony estaba agotado, su cuerpo no era fuerte, la metralla en su cuerpo parecía querer matarlo en ese mismo momento. Su cabeza estaba dando vueltas, el traje de pronto le parecía una prisión y en contra de todo lo inteligente tuvo que salir de él. Tony vestía un traje negro, ceñido a su figura con puntos clave que se conectaban con el traje, en otra situación nadie hubiese dejado pasar lo terriblemente guapo que se hallaba, sin embargo en este momento las prioridades giraban sobre cosas mucho más importantes.

 

Steve ofreció un abrazo a Tony él lo aceptó, se acurrucó contra el pecho del soldado, si moriría en ese momento, prefería estar con el único hombre que amó, el estúpido y anticuado Steve Rogers. Su cuerpo temblaba, su pecho no solo dolía sino que comenzaba a arder, sus ojos se llenaban de un halo de rojo escarlata, escuchaba el latir lento del corazón en el pecho de Steve y suspiró, presentía que moriría ese día.

 

Ubicar al Coleccionista de este tiempo fue un asunto complicado pues se hallaba inmerso en algo llamado “Ragnarok” en Asgard, Strange tuvo que ir por varias dimensiones antes de dar con él y arrastrarlo para los ayudara a detener a su yo.

 

─Esto es un caos─ fue lo primero que dijo cuando el Hechicero lo empujó frente a sí mismo. Las diferencias eran notorias, el Coleccionista actual tenía el cabello corto y menos plumas en su atiendo que el otro, además podrían descontársele un par de arrugas.

 

─¿Qué haces aquí?

 

─Vine a recordarte nuestro deber… Ya me dijeron que causaste aquí, ¿tan bajo he caído para ensuciarme las manos?

 

─Oye, la eternidad nos ha hecho mal.

 

─Este hombre de allí─ señaló a Strange ─Nos puede encerrar en una dimensión sin mucho entretenimiento, así que si los dejas en paz podría recordarte la diversión. No necesitas esas estúpidas gemas, recuerda la premonición sobre ellas.

 

Taneleer recordó aquella premonición, un ser oscuro llamado Thanos aparecería eventualmente para reclamarlas, aquel ser oscuro sería peor que él mismo, agresivo, obsesionado, con el único propósito de ser el amo de todo. Acabaría con la vida tal y como todo ser en el universo la conoce, incluso los Primigenios tendrían severas consecuencias. La vida y la muerte serían relativas, las batallas serían eternas, ellos no ganarían.

 

─¿Estás seguro? ¿No quieres llevarte a uno de estos para tu colección? ¿Qué tal el gato negro?

 

─No, los prefiero donde puedan detenerlo, parece que olvidaste lo cómo jugar tus piezas─ El Coleccionista sonrío, su igual estaba cambiando de opinión. Para ser honesto consigo mismo, hallaba a su versión más anciana un poco idiota, ahora sabía que él nunca querría hacer una cosa como esa, vendrían peores males y tener a los Vengadores de su lado era un movimiento inteligente.

 

Taneleer suspiró, debía tomar una decisión, escucharse así mismo o seguir peleando, pero el pensamiento de que llegaría aquel ser oscuro no abandonaba su mente, era cierto que solo no podría encargarse de ese hombre, era cierto que lo único que vio fue la destrucción de todo, no más colecciones, no más diversión, llegaría al punto en que desearía por primera vez en toda su infinita existencia morir. No lo hizo cuando su esposa murió, tampoco lo deseó cuando su hija murió, él siguió, anduvo porque la vida se le hace interesante, se repuso del dolor y se creó una vida lo suficiente interesante como para merecer vivirla, con cada mundo podía hallar nuevos seres que lo mantenía vivo, si esos seres desaparecían cometería el único sacrilegio que no desea cometer, moriría.

 

Ningún idiota lo vencería, ningún ser de oscuridad llegaría para molestarlo y derrotarlo ¿era acaso estúpido? Y en contra de sus deseos actuales tuvo que darle la razón a su versión más joven, sabía que Thanos podría llegar mañana o en otro centenar de años, mantener vivos y de su lado a los seres que pelearían por defender al universo sería un buen movimiento, no movería ni un dedo, serían sus peones.

 

─Bien─ dijo deteniendo los ataques de sus bestias ─Están a salvo, pero sepan que no dejo de interesarme por llevarlos a mi colección personal… los estaré vigilando─ dijo sin mucho entusiasmo, Strange abrió un portal para que ambos Primigenios desaparecieran junto a él. ─Sin rencores ¿sí? Solo estaba aburrido.

 

─Largo─ gritó Steve casi inconsciente, Tony no se movía, apenas podía sentir su respiración, a su parecer estaba el dolor intenso lo dejó inconsciente.

 

Strange se llevó a ambos seres del universo y Olimpia y Visión llevaron a Tony y a Steve de vuelta a la mansión donde tendrían que ayudarlos o morirían, Sam y Hawkeye estaban en igual condición y los demás apenas podían ponerse en pie, solo Austin y Bruce estaban lo suficiente enteros como para encargarse de los heridos y salvar la vida de Steve y Tony. 


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