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¿cómo demuestro mi amor? Facil, con una canción por Yami Night

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--Mucho tiempo de no vernos.-- Habló una mujer con el cabello castaño, piel blanca y ojos negros.

 

--¿Cómo supiste dónde estabamos?-- Respondió un hombre de cabello negro.

 

--Un pajarito que llamaremos Doza, me informo de lo que ustedes buscan, que justo esta cerca de a quién yo he buscado por mucho tiempo.-- Contestó la castaña tomando asiento sin esperar a que se lo ofrecieran, cruzo su pierna sobre la otra antes de volver a hablar.

 

--¿Cómo supiste que lo buscamos?-- 

 

--Tengo mis medios, ahora, a lo que vine. Yo no tendría problema de decirles dónde se encuentra escondido, digo su comprometido ya sabe esto así que no se gasten en contactarlo.-- 

 

--¡Dinos dónde está!-- Se exaltó la esposa del hombre de cabello negro, levantandose de su lugar.

 

--Tranquila, saben bien que las cosas se consiguen a cambio de algo. Yo les doy la ubicación, que iré a comprobar a cambio de cierta cantidad de dinero.-- La castaña ya esperaba el rechazo po lo que tenía su segundo plan pero la respuesta de los otros la tomo por sorpresa.

 

--¿Cuánto quieres? Te lo daremos.-- Y una sonrisa se ensanchó en su rostro.

 

Con la banda...

 

Sasuke y Judal estaban en la sala de estar, pues segun ellos no querian que sus resoectivas habitaciones fueran "infectadas" por el otro, algo infantil a opinión de Madara pero ya era un progreso el que esos dos estuvieran en un lugar sin estarse insultando.

 

El azabache mayor había mandado a su cachorro a estar vigilando a esos dos, por lo tanto no tenían forma de pasar "desapercibidos" del castigo si alguno de ellos le decía algo al otro.

 

—muévete princesa, que no tengo tiempo de estar esperando a que se te ocurra algo.— Sasuke fue el primero en ceder recibiendo la mirada del cachorro, pero ni así se retractó.

 

—Y tú ¿porqué no pones a funcionar esa única neurona que tienes? Dulzura .— Respondió Judal, no se iba a dejar del otro.

 

—Tu...— Y antes de que Sasuke pudiera hablar un ladrido de Shiro le interrumpió, ambos azabaches palidecieron, el canino estaba llamando a su tío.

 

—Sasuke, Judal, ¿qué les dije?..— Pero Madara se quedó callado al ver a sus sobrinos con la mitad de la canción hecha, se les quedo viendo para volver a los ensayos.

 

—Viste lo que casi provocas dulcesito.— Acusó Judal en voz baja, soltándole un pequeño golpe a su primo.

 

—Cállate princesa que tú fuiste quien me provocó.— respondió el otro antes de volver a ponerse a escribir, tenían solo dos días si no contaban ese, que ya estaba perdido al estar escribiendo la canción, solo esperaban que saliera bien todo.—Traidor.—viendo al perrito.

 

—No lo llames así.— Judal defendió al cachorro.— Y date prisa que no quiero estar contigo dos días mas.—

 

En cada que tenían oportunidad de nuevo esos dos, se soltaban codazos pero eran amenazados por Shiro quien les gruñía como modo de advertencia de llamar a Madara.

 

De ahí todo pasó con normalidad, a excepción de Ashura que no había visto en todo el día a Indra y eso le comenzaba a preocupar, pero como Madara lo estaba vigilando no pudo preguntarle a Izuna.

 

El ensayo finalizó justo cuando Sasuke y Judal terminaron de escribir la canción pues temían que Madara les diera la sorpresa de que la quería para ese día, los de Mokuton se fueron dejando a los Uchiha solos y cada quien se fue a su habitación.

 

Con Indra...

 

En todo el lapso del viaje estuvo hablando con Hikaru, no le molestaba en lo absoluto la chica era buena para conversar de diferentes temas, pero el había tenido la esperanza de dormir unos minutos en lo que duraba el camino pero que podía hacer.

 

Después de unas horas llegaron al hotel donde se hospedarían el cuál era reconocido por tener cinco estrellas, sin duda el productor se había esmerado, aunque a su opinión no era necesario tanto pero, se agradecía el detalle pues Hikaru le había comentado que ese hotel había sido reservado por ellos para que a él le dieran un buen servicio, se sentía mal por tantas cosas que hacían por el y no les daba nada a cambio.

 

Les entregaron sus llaves de las habitaciones y fueron a estas teniendo una hora para instalarse, debían terminar rápido el video, que era ya lo único que les faltaba.

 

Hasta que llegó la ansiada y temida noche para el azabache, debía admitir que estaba cansado pero le ganaba el temor de volver a recordar todo aquello qué pasó en su "infancia".

Pero fue quedando de lado cuando comenzó a revisar la galería de su celular, donde habían fotos en las que estaba con sus primos, tíos, con Shiro; sin duda estaba acostumbrado a pasar tiempo con ellos, y ahora pasar unos días lejos de ellos le hacía  sentirse solo.

 

—Espero que estén bien.— Se dijo antes de buscar algo en que centrar su atención, el miedo de dormir le dominaba.

 

Con los Uchiha...

 

Al día siguiente cada quien estaba en lo suyo, Izuna revisando las canciones, Sasuke y Judal ensayando la de ellos, Itachi leyendo, Madara estaba en la cocina y Tobi que se puso a jugar en la consola de la sala.

 

El buen chico después de un buen rato pegado en la consola, terminando el juego se levanto y fue con su tío quien estaba en la cocina cortando vegetales; Óbito no había visto en todo el día anterior y el presente a Indra, que era a quien recurría para jugar porque conociendo a los otros le dirían que no, algunas veces Izuna si jugaba con el pero otras no y lo entendía pues tenía que tener su atención en la edición o las siguientes canciones.

 

—Tío Madara.—

 

—¿Qué pasa Tobi?— Respondió sin voltear, conociendo a su sobrino sería algo sin mucha importancia.

 

—¿Dónde está Indra? No lo he visto desde ayer.— 

 

—Salió de viaje regresa más o menos pasado mañana.— Y recibió como respuesta silencio, iba a voltear pero el llanto sorpresivo que le causó un susto lo detuvo e hizo que el cuchillo se le resbalara y rozara uno de sus dedos.

 

—¡Indra! ¡¿Porqué no llevo a Tobi?!— El buen chico se puso a llorar más escandaloso, mientras que Madara abrazaba a su dedo.— ¡Tobi lo extraña!—

 

—Tobi, ¿qué pasa? ¿Porqué lloras ahora?— Entró Izuna asustado por el grito que había dado su sobrino, una gota en su cabeza apareció al ver cómo su hermano abrazaba a su dedo después de golpear al menor en la cabeza, soltó un suspiro, no era nada grave.

 

— Indra se fue y no se despidió.— El buen chico fue a abrazar a Izuna quien le correspondió, dejándolo "llorar" a gusto, para voltear con su hermano.

 

—¿No les dijiste nada hermano?—Preguntó con una mirada acusadora al nombrado quien solo negó, sacándole un suspiro a su hermano menor.— Pudiste evitar casi perder tu dedo si les hubieras dicho.— Fue la respuesta de Izuna antes de salir de la cocina, aunque entendía a su hermano puede que se le haya pasado decirles por todo el trabajo que tiene encima.

 

Después de ese incidente llegaron los de Mokuton, con un Ashura emocionado de ver a "su" azabache como lo denominaba en su mente, y Naruto no estaba peor que su primo pues el ir cada día a ver a su mejor amigo lo llenaba de emoción.

 

Y las ilusiones de Ashura cayeron cuando por preguntar por Indra, Tobi le respondió con un —"Se fue de viaje"— que hizo que todo su mundo se viniera abajo, y para colmo no lo podría ver en la competencia pues más o menos como tenían calculado Indra llegaría cuando ellos estén allá.

 

—"Maldita sea"— Pensó para ponerse a ensayar con los otros, no quería volver a sentir como si vida peligraba gracias a Madara, quien lo mantenía vigilado.

 

Judal y Sasuke lograron terminar la canción, ya tenían el ritmo, las notas que se usarían en los instrumentos, todo solo les quedaba ensayarla y para eso aún tenían dos días.

 

Con Indra...

 

El joven Uchiha en toda la noche no se atrevió a dormir, tuvo que recurrir a estar tomando café para mantenerse despierto, pues el temor le obligaba a eso; y eran dos días seguidos en los que no dormía y unas ojeras comenzaban a formarse en su rostro, el cansancio le ganaba pero debía seguir para no causarles problemas a los de producción.

 

—Bien, para la siguiente toma, Indra, ¿prefieres estar sin playera o con ella? pero sería sin mangas.— Habló un joven de cabello plateado, ojos ámbar y de piel morena.

 

—Con la playera, si no es molestia.— Respondió el azabache después de un pequeño escalofrío que recorrió su espalda.

 

—¿Porqué Indra-san? ¿No quieres que te vean sin ella?— Preguntó una inocente Hikaru viendo con extrañeza al mayor.

 

—"Solo no quiero que me hagan preguntas..."— Pensó antes de responder.— No, no me gusta que me vean sin playera.— La joven de cabello azul noto un brillo triste en los ojos del mayor, pero para no incomodarlo, no indagó más.

 

—Perfecto, solo cámbiate y comenzamos en dos minutos.— Le entregaron la prenda y se fue a cambiar.

 

Ya estaban en la parte final del video para el día siguiente ya estaría listo, debía admitir que si le sorprendió esa velocidad con la que hicieron las cosas, según tenía entendido les dejarían parte del día libre para no desperdiciar ese lugar al que habían ido.

En un momento en el cual les dieron un breve descanso le envió un mensaje a Madara pues este le había dicho que le enviara uno, para saber que estaba bien. Y en respuesta un video le llego, esto se le hizo raro pero aún así lo vio.

 

—¡Tobi devuélveme mi teléfono!— Se escucho la voz enojada del Uchiha mayor, acompañada de esa risa característica de Tobi quien se vio a la cámara.

 

—¡Hola Indra! Eres cruel no me llevaste.— Unas lagrimitas se asomaron en los ojos del buen chico.— ¿Sabes? Ashura te extraña~.— Y se vio como un florero salía volando en dirección del buen chico.

Indra por su parte se sonrojó por la declaración, no se había atrevido a hablar con el castaño que en un buen tiempo de su día era quien ocupaba sus pensamientos.

—¡Cállate Tobi!— El gritó de Ashura resonó sacándole más risas al buen chico.— Pero Ashura, bien que sueñas con mi primo.— Ese pequeño tono de maldad con el que respondió el de bufanda causó un sonrojo en los dos implicados.

 

—¡Te dije que me dieras mi teléfono!— Y antes de que se cortara el video se vio como un cuchillo se clavaba en la pared, justo a un lado de Óbito quien solo sudo frío.

 

Indra sonreía por ese video, que solo hizo extrañarlos pero dentro de un día más o menos estaría de nuevo con ellos.

 

El día de la competencia, con los Uchiha y Mokuton.

 

Ya estaban de camino a donde se llevaba a cabo la competencia, como las anteriores veces se verían allá con los de Mokuton. 

Cuando llegaron al lugar fueron al camerino que se les había asignado encontrándolo solo, ya se les hacía normal eso, ellos eran los que llegaban primero y después el equipo de Hashirama, ya el Uchiha mayor ni se molestaba, se había terminado por acostumbrar.

 

El tiempo pasó y ya habían llegado los restantes, como las veces anteriores mandaron a Tobirama para que les avisara cuando ya fuera a ser su turno, mientras se estarían preparando.

 

Con Indra...

 

Cuando Indra llegó de nuevo a su hogar se quedo parado frente a la puerta, sin duda había extrañado ese sitio. Pero una sensación a sus espaldas lo ponía nervioso, era como si alguien le mirara desde la lejanía. Optó por no tardarse más y entrar, culpando el no dormir de que lo estaba poniendo paranoico, que equivocado estaba...

 

Y si, en todos esos días no durmió para nada, el temor lo dominaba al grado de que ya poco le importaba lo que le trajera de consecuencia, como las ojeras por ejemplo, con maquillaje se las podría tapar.

Shiro le recibió alegre, como el cachorro que es, repartiéndole besos en el rostro sacándole una sonrisa, lo bajo y subió a su habitación para dejar sus cosas, tomar una ducha y entretenerse en algo para no caer ante el cansancio, aún le sorprendía el no haber caído ante este mismo, pero debía de admitir que estaba acabado.

 

—Me acostumbrare.— Se dijo para tomar su pijama, ropa interior y entrar al baño y buscar relajarse un rato con eso, Shiro se metió con el, lo dejo pues el cachorro estaba solo y no tenía corazón para dejarlo afuera.

 

En la competencia...

 

Las dos primeras canciones habían terminado, solo quedaba la de Sasuke y Judal lo cual tenía nerviosos a ambos, pues la presión de estar sentenciados por Madara era demasiada, aunque este no tendría tanta maldad en su ser, pero ya estaba cansado de ver y escuchar siempre pelear a sus sobrinos. Las luces se apagaron y comenzo a soñar la música...

 

 

 

Quien dio inicio fue Sasuke, que por el tono que estaba utilizando hizo que el público bajará el tono para poder escucharlos mejor.

 

Debían de admitir ambos que le pidieron ayuda a su tío Izuna, quien les comento que no eran tan diferentes después de todo, y fue lo que descubrieron.

Ambos tenían un rencor a diferentes personas pero se dieron cuenta de que sus sentimientos eran iguales, solo querían que desapareciera la persona que les provocaba ese sentimiento de rencor.

 

Sasuke hacia Danzo, pues por culpa de este Itachi pasó una temporada muy mal, perdió su gran amistad con Shisui siendo culpado de algo en lo que no tenía nada que ver.

 

Judal por su parte, guardaba un muy grande resentimiento contra sus padres, ellos solo recordaban su existencia cuando debían quedar bien con los demás. Siempre en los estereotipos de que eran una "familia perfecta".

 

Madara junto con los demás estaban impresionados de que esos dos logran hacer una canción, ya había sido mucho esfuerzo hacer que trabajarán juntos. La canción continuo, manteniendo una gran euforia en el público, pues no era muy común que Sasuke cantara, y ahora con ese nuevo integrante era mejor aún.

 

Termino la canción y con ello su acto, volvieron al camerino esperando los resultados pero Tobi se atrasó...

 

—Mis baquetas, mis baquetas, no, no, no.— Comentaba apurado, preguntándoles a los del Staff si no las habían visto, recibiendo respuestas negativas. Hasta que vio a un albino pasar a su lado.— Hola, disculpe, ¿no vio unas baquetas que decían "Tobi"?— 

 

—Justo iba a buscar al dueño.— La ilusión de Óbito se hizo obvia pero se borro cuando vio la expresión del desconocido.— Perdón, las perdí de vista por un momento y ya no estaban, lo siento mucho.— El azabache bajo la mirada, había juntado dinero para comprarse esas baquetas y ahora ya no las tenía en sus manos.

 

— Oh, no se preocupe, gracias por decírmelo.— Apenas iba a comenzar a caminar cuando el otro le llamo.

 

— Puedo comprarte otras, ¿te parece? Tú escoge las que quieras, eran mi responsabilidad.— La mirada del azabache brillo emocionado, pero cambió su expresión a una de vergüenza.

 

— No le quiero causar molestias, no se preocupe.—

 

— No es ninguna molestia, como te dije yo soy el culpable de perderlas, déjame recompensártelo.— Óbito termino por aceptar quedando de ir el día siguiente por ellas, se pasaron su número y cada quien tomó su camino con una sonrisa en el rostro.

 

—"Es lindo".—

 

Continuará...


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