Estaban dormidos en la casa de los Uchiha, ya eran pasadas de las tres de la mañana y todos estaban en un profundo sueño, el cual termino.
Pov Madara.
--¿Qué hago aquí? ¿Por qué todo se ve como antes?-- Las habitaciones, paredes, todo estaba exactamente igual, no entiendo nos encargamos de que todo fuera remplazado.
Escuche unos pasos, ahí fue cuando comprendí que estaba pasando. Corrí a mi antigua habitación encontrando a Izuna dormido, sé muy bien que es lo que sigue.
De ahí solo gritos escuche, mi mente se puso en blanco, no me podía mover, estaba paralizado, todo estaba pasando de nuevo, no, por favor, ya basta. Ese repugnante olor... ese maldito color... todo se silenció.
La misma imagen de la que siempre trate de escapar, estaba pasando una y otra vez frente a mí, paren esto por favor...
Mi mamá... mi hermanito... mi papá... no sigan... ¡Ya paren! ¡DETÉNGANSE! ¡SE LOS SUPLICO! ¡IZUNA NO! ¡ES LO ÚNICO QUE ME QUEDA!
--¡NO! ¡ALÉJENSE!--
Fin Pov Madara.
La paz que había esa noche se terminó por el grito del mayor, todos los demás habitantes se despertaron por el mismo, Izuna que estaba alado de la habitación de su hermano llegó de inmediato y entró cerró la puerta para despertar a Madara.
-- Hermano, ¡Madara!-- El ultimo llamado logró despertarlo, estaba sudando frió con la respiración agitada. Dirigió su mirada a Izuna que lo veía preocupado.
-- ¿Izuna?-- El nombrado lo abrazo con fuerza y sin pasar mucho tiempo fue correspondido, le acariciaba el cabello a su hermano mayor con cariño buscando tranquilizarlo.
-- Tranquilo hermano, ya paso, estoy aquí contigo.-- Sintió como la zona de su playera se humedecía poco a poco, y eso le rompió el corazón, Madara estaba llorando y lo entendía afrontar con eso solo aun después de que pasaran 20 años, un trauma así no se podía olvidar de la noche a la mañana.
--¿Tío, está todo bien?-- Se escuchó la voz de Tobi, debieron sospechar que sus sobrinos se levantarían por el grito que había dado Madara.
-- Si chicos, vayan a dormir que será un día algo pesado.-- Les respondió Izuna al ver que su hermano no estaba muy dispuesto a responder sin que la voz se le entrecortara.
-- Bueno, cualquier cosa nos llaman.-- Agregó Sasuke para que los demás fuera cada quien a su habitación con la pregunta. "¿Qué fue lo que paso?"
-- ¿Quieres que me quede?-- Le pregunto el menor al otro sin dejar de abrazarlo, este en respuesta afirmo con la cabeza, a veces pensaba que ya estaba grande como para dormir con alguien, tal a un niño que teme a la oscuridad solo que él... le teme a la oscuridad de ese pasado.
Izuna lo hizo se quedó con él a dormir para que estuviera más tranquilo y lo logro después de un rato, le preocupaba mucho su hermano, y varias veces intentó convencerlo de llevarlo a un psicólogo pero esté siempre se negaba, y conseguía una forma de zafarse.
En la mañana...
Esa mañana le tocaba a Tobi cocinar, ¿qué significaba esto? Si, algo muy dulce tendrían en la mesa. El buen chico se levantó feliz de la vida, bajo las escaleras y se dirigió a la cocina saltando emocionado, haría lo primero que encontrara en el recetario.
Opto por hacer Welsh Cakes (Pastas Galesas), para su fortuna si tenían los ingredientes que eran muy pocos, y sin más se puso manos a la obra.
Pasado un rato termino de hacerlos y para eso Indra junto con Sasuke ya estaban abajo debido a que fueron despertados por el olor. Ambos estaban sorprendidos de ver que su primo había cocinado algo que se veía comestible, no como otras cosas que había hecho desde un principio que se mudó ahí, lo cual... no era muy grato recordar.
Hace un año...
Tobi había sido el último de los demás integrantes de la banda en mudarse con ellos, y ahí su pudieron aclarar cómo se organizarían para los desayunos, comidas y cenas; el motivo de esto, para que no fuera solo uno el que tuviera que cocinar todos los días.
Se iban rolando los turnos así que no les tocaba un día exacto, aunque no tenían problema con eso puesto que les tocaría una vez a la semana y el día sobrante tenían la costumbre de ir a comer para que a uno no le dieran dos días.
La primera vez que Tobi cocino fue un desastre total; intento hacer lo más común, huevos revueltos, pero se le fueron trozos de cascara demasiado grandes (uno de ellos se le encajo leve en la lengua a Itachi), y por lo que se dieron cuenta se tardó en echar los que iban después del primero, puesto que salieron algo crudas unas partes y quemadas otras, se le olvido la sal así que estaban muy desabridos. Hasta él terminó por vomitar su desayuno, era demasiado para su estómago.
Los únicos fuertes para que no se sintiera mal, fueron Izuna y Madara que a los pocos días estaban enfermos, si así de trágico estuvo todo. Pero le sirvió a Obito de experiencia.
En la actualidad...
-- Vaya Tobi, eso huele demasiado bien.-- Comentó Sasuke aspirando el aroma que desprendían los Welsh Cakes.
-- Digamos que estuve practicando para que no volviera a pasar lo de... bueno ustedes saben.-- Recordó esos huevos del infierno (como los bautizaron Itachi, Sasuke e Indra) con una gota. Entre los tres fueron acomodando la mesa esperando a que los demás bajaran.
No esperaron mucho, ya que a los cinco minutos llegaron Itachi, Madara e Izuna algo sorprendidos; se fueron sentando en su lugar, Obito sirvió el desayuno esperando ansioso las reacciones de sus primos y tíos, la cual fue buena hasta los que no estaban muy familiarizados con el dulce (Sasuke y Madara) lo estaban disfrutando.
--"Ya soy Master Chef"-- Pensó el buen chico para ponerse a desayunar.
○●○●○●Con Deidara y los demás.○●○●○●
--¡No quiero! ¡No quiero!-- Se escuchó por toda la manzana el grito de Ashura que no se quería levantar. Ese día iba a ser su segundo concierto y los nervios desde la noche anterior se lo estaban comiendo vivo. Desde temprano debían ir a ver el escenario para ver como acomodarse, ensayar ahí mismo, etc., pero él no quería salir de su cama.
-- ¡ASHURA, NO SEAS LLORÓN COMO HASHIRAMA Y SE UN HOMBRE!-- Le gritó Tobirama jalándolo de los pies con ayuda de Deidara para que este se soltara de la cabecera de la cama, pero no tenían mucho éxito en eso.
-¡Oye! Yo soy un hombre que se respeta.-- Respondió Hashirama ante la ofensa a su persona.
-- Lo serías si dejaras de ponerte depresivo cada cinco segundos, idiota.-- Ante lo dicho por parte de Tobirama, el castaño mayor tuvo otro de sus tantos ataques depresivos, terminando en una esquina de la habitación haciendo círculos con la punta de su dedo índice.
-- Bueno, tendré que decirle a Itachi que siempre no lleve a Indra. Hum.-- Comentó Deidara alzándose de hombros haciéndoles señas a los otros de que hicieran como si se fueran a salir para irse. Pero grande fue su sorpresa al ver a su primo frente de la puerta ya vestido y listo para irse.
--¿Qué esperan? Tenemos que apresurarnos en preparar las cosas.-- Habló sacando les una gota a los otros cuatro. Nada como ese viejo método.
Después de ese "contratiempo" fueron directo a donde se presentarían unas horas más tarde. Cuando llegaron al lugar, Naruto y Ashura no evitaron abrir la boca por la sorpresa de ver el lugar que a su opinión ya era algo de otro mundo. No era muy grande, máximo era de un cupo de 200 personas.
Conforme fueron pasando las horas entre ensayar una y otra vez, tener breves descansos, revisar los efectos que usarían y demás se dio el momento de su presentación, que iniciaba en el atardecer. Deidara le había llamado a Itachi (por ruegos y suplicas de Ashura) pidiéndole que llevara a Indra, este acepto asegurándole que los verían ahí.
Y tal como prometió el Uchiha, llegó un poco antes de la hora, para poder encontrar lugar al frente. Casi había tenido que arrastrar al mayor, y en cierto modo lo comprendía después de todo no le dijo a donde iban ni nada, hasta que con ayuda de Tobi y Sasuke lograron meterlo en el taxi (Madara aún no deja que Itachi vuelva a manejar el de él).
--Indra, ¿me podrías esperar? Tengo que ir a saludar a alguien.-- Iría a desearle suerte a su pareja pero temía que dejando solo, este se le escapara.
-- Ahh, ya me trajiste hasta acá, tú eres el que trae el dinero y las llaves de la casa, no tengo opción.-- Si, se había rendido, y no era para menos el que sospechara de que se le fuera a ir; se quiso aventar en cada semáforo o cada que el auto se detuviera, por suerte no lo logro.
-- Muy bien, ahora vengo.-- Y se fue, su pareja días antes le había dado un pase a Backstage para que no tuviera problema en entrar, y así fue el guardia le permitió el paso sin complicación alguna. Toco la puerta del camerino, la cual fue abierta por Hashirama que alegre lo recibió.
--¡Itachi! Tanto tiempo de no verte.-- Lo abrazó emocionado, antes de llamar al rubio mayor.-- Ahora viene Deidara~.-- El azabache le agradeció y espero paciente a que apareciera su rubio, el cual no tardo mucho.
-- Hola amor.-- El primero en saludar fue Itachi antes de abrazarlo y darle un corto beso en los labios que fue correspondido de inmediato por Deidara.
-- Hola, ¿cómo estás? Se te ve algo tenso.-- Preguntó preocupado por su pareja, acariciándole la mejilla con ternura.
-- Ya sabes que siempre me pongo así cuando vas a salir.-- Respondió cerrando los ojos ante la caricia.
-- Jaja, se supone que yo debería ser el nervioso Itachi.-- No pudo evitar soltar una risa, esa actitud en el azabache fue de las principales razones por las que se fijó en él.
-- Eso y que odio cuando las mocosas esas te gritan como histéricas, ni se diga los hombres que te ven de una forma que me dan ganas de...-- Y fue interrumpido por los labios del otro, le correspondió el beso alejando por breves momentos esas tendencias homicidas.
-- Ya Itachi, sabes que es una de las consecuencias de empezar a tener fans, aparte... ahora entiendes como me siento cuando pasa lo mismo contigo.--
-- Pues sí, creo que es "justicia divina" ¿no?-- Y hablaron por otro rato más, hasta que ya iba a ser hora de que saliera la banda de su novio, por lo que tuvo que ir de regreso a donde había dejado a su primo (que por cierto, por estar metido en la plática se olvidó de él), solo esperaba que no hubiera optado por irse caminando.
Y para su suerte seguía ahí, sentado con cara de pocos amigos, sonrió algo nervioso para acercar cele tratando de disimular su tardanza.
-- Ya volví, dime ¿ya hiciste amigos?-- Trato de bromear pero la mirada asesina que el otro le mando fue suficiente para saber que no tardaría en ponerse histérico y ahora si cumplir el irse caminando hasta la casa, que quedaba como a siete kilómetros.-- Es que... es que.--
-- Si, si ya no digas nada.-- Bueno esa fue una buena señal, parecía seguir de buenas.-- ¿Ahora ya me vas a decir a quien vinimos a ver?--
-- No, aún no. Vamos Indra, no me des esa cara, te va a gustar la "sorpresa".-- Y justo en ese momento apagaron las luces para dar inicio a la presentación. Itachi le guiño el ojo al mayor que solo soltó un suspiro.
Un reflector iluminó la silueta de Deidara a la par de la música que comenzó a escucharse; el rubio se movía al compás de la canción, mientras que, los demás tocaban el instrumento que les correspondía, buscando transmitir esa misma emoción que sentían al público lo cual al parecer estaban logrando.
Itachi gritaba emocionado apoyando a su pareja, mientras que Indra, no perdía de vista a Ashura, el cual al sentir una mirada fija se puso a buscarla entre el público hasta que lo vio. Una sonrisa boba se figuró en su rostro, ahí estaba aquel joven de cabello largo y negro que no le había pedido su número por idiota.
Y así fue transcurriendo la presentación, entre miradas fijas escaneando al otro, uno con sonrisa boba pegada en el rostro, otro animando a su pareja y uno casi casi cantándole la canción a su novio. Sin duda una noche de las que se ganan un lugar en los recuerdos de quienes lo disfrutaron. Y pensar que este evento desencadenaría otros más en el futuro, tanto buenos como malos.