Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Armas... por Lei Chann

[Reviews - 38]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Mejor ya ni les pongo excusa por el tiempo que estube desaparecida del mapa :'v Solo lo siento mucho xd 

 Tengo un nuevo estilo de redacción, chequeenlo por favor :)

 A leer, se que esperaban saber que pasaria :'v Asi que ahí ienen xd

 Takano se sentía sorprendido y, al mismo tiempo, sintió como cientos de golpes devastadores  arremetían contra su mente; Abriendo una puerta que estaba fuertemente sellada por orgullo. Cada golpe, cada estruendo, resonaba dentro de él y liberó sentimientos confusos. La sensación de ver a esa persona frente a él de nuevo, después de tres años, tres difíciles años. Estaba feliz, pero también estaba al borde del llanto, a punto de estallar en locura.

 Todos los ruidos se detuvieron para él, solo era consciente del leve sonido de la respiración de Ritsu, como delicadamente entraba y salía el aire de su cuerpo. También todo se vio borroso, las imágenes se difuminaban lentamente, la luz se perdía; Lo único claro frente a él, era Onodera. Lo único real, lo único maravilloso, era que Ritsu estaba ahí, tan cerca de él.

—Volviste… —Las palabras apenas salían de sus labios. Ni siquiera era capaz de lanzarse para abrazarlo de la impresión, pero más que impresión, también era la impetuosa sensación de alivio lo que lo hacía querer verlo así, sano, por un rato más.

 —S-i… Ha pasado mucho tiempo, emm… Takano-San —. Ritsu deslizo sus ojos al suelo, mientras sus cejas se separaban lentamente y una expresión de melancolía y recelo invadía su cara, en su cabeza mil y un imágenes pasaron de repente.

—Ritsu, yo-

—Onodera, Takano-san —. Al mencionar el nombre de Takano, marcó más el tono de voz, duro y seco. Ahora dolía, muy en el fondo, quemaba lenta y tortuosamente escuchar su nombre de labios de Takano; Con esa voz que antes anhelaba volver a oír. Que no lo llame por su nombre.

-¿…Qué? —Confundido, la voz de Takano estaba siendo susurrada, como una sutil brisa apenas audible. Llena de dolor, sintiéndose herido. Onodera ya no lo llamaba por su primer nombre, ahora usaba su apellido y honoríficos.

 Es verdad, pasaron tres años, todo había cambiado y ellos ya no eran nada. Se quedaron mirando desde el momento en que Onodera volvió a levantar la vista y, cuando se cruzaron, no pudieron separarse a pesar de todos los sentimientos que eso ocasionara. Nadie se había percatado de su situación, mientras algunos se distrajeron hablando entre ellos, otros revisando a Hiroki, y Kuroda examinando cada centímetro de Misaki. Pero…

—Uhh~ ¿Takano-San conoce a Ritsu? —Kisa se acercó a Takano desde atrás, miró su cara y era imposible que el perceptivo del pelinegro no se diera cuenta de que algo pasaba; Mucho más cuando no era de los mejores momentos.

—Bueno, nos conocemos de hace tiempo… —Respondió el más alto sin dejar de ver a Ritsu. A pesar de que quería decirle un montón de cosas, las palabras simplemente no podían salir, como si un nudo en su garganta estuviera fuertemente atado; Causando una molesta sensación de presión dentro de él, silenciándolo perjudicialmente.

—Asique es así, eh~ —. No necesitaba más, el más alto ni siquiera lo miró a la cara cuando le habló. Sus ojos ámbar no podían captar otra cosa que no sea el castaño, mientras este también tenía la vista fuertemente aferrada al azabache; Lo cual le dijo mucho de la situación a Kisa. —Takano-San~ Ya estamos por irnos a casa… ¿Vendrás, no?... ¡Rit-Chan, también deberías venir hoy!

 Lo último lo dijo mientras abrazaba por la espalda al más alto y miraba a Ritsu con una sonrisa.

—N-No, yo- —El estratega intentó responder y, a pesar de que lo intentó cuando tampoco salían muchas palabras de su boca, fue bruscamente interrumpido.

—Los amigos se visitan entre ellos~ —Dijo Kisa con ahora una sonrisa irónica y esa voz media chillona que empleaba cuando sabía que ganaba la batalla.

—Chicos, ya estamos por irnos —. Misaki logró escabullirse de los brazos de su padre, respirando un poco agitado, fue con su primo y los otros dos para avisarles los planes. Quería salir de allí lo más pronto posible. A pesar de que estaba rodeado de personas queridas en un café que frecuenta desde que tiene memoria, se sentía el aire más pesado de lo normal y un aura terriblemente incómoda. — ¿Ritsu-kun vendrá también a casa, verdad? Aún tenemos que agradecerte por la ayuda

—E-h… Sí, claro. Iré —. Respondió Ritsu, estar frente al chico lo alivió un poco; Logrando darse el lujo de relajar un poco sus facciones y esbozar una gentil sonrisa. —Aunque primero iré a mi casa, quiero una ducha

—Eso no es necesario Rit-Chan. Siempre puedes bañarte en nuestra casa porque ahora somos amigos~ —. Kisa seguía hablando con cierto grado de burla porque sabía que no sería lo mismo para Onodera si Takano estaba en la casa junto a ellos.

—No, gracias. Iré a bañarme a mi casa —

—Si así lo quieres… —Agregó Misaki mientras se encogía de hombros y seguía mirándolo con una sonrisa que fácilmente contagio al otro chico. Se sentía muy agradecido con Onodera. Seguramente que sin él no hubiesen podido idear un buen plan ni aunque pensaran todos juntos y, como él quería tener amigos, invitarlo a alguna pequeña reunión era ideal para iniciar una relación de amistad normal y así aprovechar la ocasión para demostrar su gratitud como se debe. Ordenó lleno de entusiasmo: — ¡Pero vendrás a nuestra casa cuando apenas termines con eso!

—Sí. Ahí estaré asique no se preocupen por eso ¡Bueno, nos vemos más tarde! —. Se despidió con entusiasmo, olvidándose completamente de que Takano aun estaba frente a él sin despegar la mirada ni un segundo de su persona. Este solo trataba desesperadamente de acabar con el nudo de su garganta sin conseguir resultado alguno.

 Ritsu estaba frente a él de nuevo, sano, vivo. La impaciencia lo carcomía, enojado contra su propio patético ser que no era capaz de articular palabra alguna en ese momento tan importante que había estado esperando por tres largos años. Simplemente se quedó pasmado ante su figura ahora mayor, incapaz de mover un solo musculo a voluntad propia.

—¡Hasta pronto Onodera-Kun/Ritsu-Kun! —Todas las personas conocidas en Jacksons’ se despidieron del chico cuando este anunció su partida e hizo una reverencia dirigida a todos allí. Todo ese ambiente ruidoso lleno de bullicio era algo que fácilmente atraía la curiosidad de Onodera; Después de una vida donde solo invadía el silencio y la calma; Toda la adrenalina que él imagina se sentiría tener ese tipo de vida pudo atraerlo a comenzar a ofrecer servicios como estratega, lo cual hizo su vida un poco más inverosímil.

 El chico se fue y luego de unos minutos el ambiente comenzó a aclararse para Takano, la luz que lo cegada de cualquier otra cosa ya se había marchado y él no había sido capaz de detenerlo ni un poco. Pero, ahora sabe que no están tan lejos y el momento para hablar del  pasado ya llegaría o sino, lo haría a la fuerza; Porque no pensaba dejarlo escapar de nuevo, yéndose sin ningún tipo de aviso. No olvidaría tan fácilmente como, un día, Ritsu desapareció de su vida. Sin mensajes, sin cartas, sin despedida.

—¡! —. Zumbido en recuerdos de su quebranto, no se dio cuenta de que se le acercaba una persona; Apenas cuando esta lo zarandeó por los hombros desde atrás.

—¡Oy, Masamune! —

—¿…qué sucede? —. Pregunto confundido al ver la cara de Akihiko frente a él luego de haber sido volteado bruscamente. Las cejas de Akihiko formaban un hueco entre ellas, mostrando lo molesto que estaba.

—Diablos… ¿Cómo qué ‘qué sucede´? Te estoy hablando desde hace un rato y tu estas ignorándome; Sabes que es jodidamente molesto, caray… —

—Ah, lo siento… —. Pasó por su mente el recuerdo de que Akihiko odia rotundamente ser ignorado, mucho más cuando se interesa en hablarle a una persona lo cual es muy extraño. Lo miró soltar un suspiro pesado, claramente por su causa y luego prosiguió:

—¿Qué harás? El Sr. Takahashi nos invito a su casa para cenar. Quiere agradecer la colaboración — Menciono Akihiko con su expresión relajada. A pesar de que eran primos y hayan pasado gran parte de sus vidas juntos, no hubo muchas veces en las que podía verlo en un estado tan tranquilo y un rostro despreocupado.

—Eh… Aún no lo sé, de hecho ellos me salvaron también a mi; Asique primero iré a agradecer al Sr. Kuroda —

 Luego de que Akihiko asintió a las palabras, Masamune avanzo en su camino a una mesa redonda en la que se encontraba Kuroda jugando y hablando con su compañero, Tsukishima.

 Takano estuvo mucho tiempo entrenando para servir al clan Takahashi. Las ganas de querer probar suerte en tan  escandaloso clan surgieron de la nada, justo después de que su tío le ofreciera puesto en su organización. De alguna forma sentía que las cosas no iban a ir bien si se quedaba en el clan Usami como es la costumbre de parientes biológicos; Simplemente no quería estar allí y extrañamente la familia Takahashi le llamaba mucho la atención. Ni siquiera él sabía que tenía asique solo lo denominó “Ganas de romper costumbres” y ser indiferente ante lo tradicional, eligiendo servir primero a una familia de corazón antes que la a suya biológica.

  Pero aún así, siempre estaba al tanto de las cosas que transitaban la vía rumor entre los Usami; Procurando nunca dejar de lado a quienes lo acompañaron durante toda su vida.

 Además de estar muy conforme con el estilo de trabajo del clan Takahashi, sumamente encariñado con cada persona que había conocido allí. En especial con la cabeza de todo, Kuroda; Quien aceptó a Takano en la familia aunque este esté conectado por sangre al clan rival, tratándolo como un compañero más sin ningún tipo de defecto.

—Takahashi-San —Llamó Masamune atrayendo la atención de Kuroda cuando llegó a la mesa que buscaba.

—Oh~ Hola Masamune-Kun ¿Cómo te encuentras después de todo? —

—Yo estoy bien Takahashi-San, todo gracias a usted que puso en marcha tal trabajo para venir en rescate de Hiroki y mío. Realmente estoy muy agradecido, no hubiésemos podido salir de allí sin ayuda—. Dictaba el chico con una suave sonrisa en su cara.

—No por favor. No tienes que agradecer he he… —El hombre, a pesar de tener años y años de experiencia en todo tipo de situaciones riesgosas, seguía avergonzándose y sintiéndose un poco apenado al momento en que alguien agradecía su trabajo; Dejando totalmente expuesto en su cara divertida un apenas visible sonrojo y, el único en darse cuenta de esto, fue Tsukishima. —Hace ya dos años que estas sirviendo a mis órdenes Masamune-kun, prácticamente eres parte de mi segunda familia más importante, por no decir primera. Realmente no fue nada extravagante lo que hice, solo podía pensar en recuperar a mi familia lo más pronto posible.

—…Igualmente, gracias por todo —. El tono de voz de Kuroda logró causar conmoción en el chico frente a él, haciéndolo sentirse sumamente afortunado por estar donde está ahora, junto a tan maravillosos compañeros.

—Por cierto, más tarde irás a casa ¿Verdad? —.

—Así es, aunque primero me pasaré por la mía un rato —.

—Bien, asegúrate de no faltar. Tengo una importante noticia que dar—.

 Takano asintió a las palabras y luego se despidió de la parejita con un “Hasta pronto”. Hizo lo mismo con los demás, prometiéndoles que en un rato estaría en la mansión Takahashi sin falta. Luego, se marcho a su casa; Ver a Ritsu de repente le había dado muchos temas para pensar y necesitaba un poco de soledad que le haga pensar en mente fría.

En un costado de Jacksons’ estaban, ahora sentados a una mesa, Kisa junto a Yukina en un lado y Akihiko con Misaki en sus piernas por otro, este último algo avergonzado de que el peli-gris le haya pedido sentarse así.

 Kisa y Akihiko ya se habían dado cuenta de que la situación de Takano no estaba en su máximo esplendor y que tenía que ver con Onodera el que se notara tan perdido y preocupado, pero a la vez asombrado por algo en particular.

—Oy Aki-Chan ¿Sabes por qué Takano-san actuaba así mientras Rit-chan estaba aquí? Lo noté demasiado perdido y sorprendido —. Preguntó Kisa directamente a Akihiko. Ya que ellos son primos, tenía la sensación de que quizá él podría saber algo de la situación y poder informarlo un poco.

—Bueno, desde que vi a Onodera hoy temprano, enseguida lo reconocí… —

—¡¿Eh?! ¿Entonces si sabes algo? —. Kisa se veía más interesado de lo normal por este tema. Takano le caía bien, pero no era otra cosa más que  molesta curiosidad lo que lo hacía querer saber todo lo que pasaba con las personas a su alrededor. Hiroki a  menudo lo molesta con su parecido a abuelitas chismosas que se meten en la vida de los demás, cosa que enfurecía de gran manera al enano; Aunque no lo negaba.

—Creo que Masamune y Onodera antes tuvieron una relación de novios, fueron unos meses en los que mi primo brillaba asquerosamente —. Narraba Akihiko un poco nostálgico por recordar como Masamune parecía flotar por amor. —Pero, un día simplemente su relación se desvaneció de la nada completamente… —.

—¿Quieres decir qu- —.

—Que Takano mencionó que Onodera desapareció del mapa sin ningún tipo de señal y a pesar de sus intentos por contactarlo fue muy difícil dar con su paradero —. Recapitulaba esos días en los que Takano, con apenas diecisiete años, andaba sumergido en depresión, alcohol y un terrible descontrol emocional que no era soportado por nadie. Días grises en los que costó mucho volver a encontrar la luz. —… Un día un amigo de mi primo que mantenía contacto con Onodera le pasó su número celular y entonces Masamune sin dudar ni un segundo lo llamó —.

—… —. Incluso Misaki, quien escuchaba la conversación mientras se mantenía al margen, se sintió mal por Takano que a sus ojos era una persona realmente increíble.

—Cuando hablaron por llamada Onodera dijo que su tía se lo llevó con ella a Inglaterra repentinamente, pero… —.

—¿”Pero”? —. Kisa estaba sumamente impaciente por saber qué es lo que había sucedido, aun si no podía hacer nada de nada por ayudar. Simplemente su deseo de chisme era más fuerte que él.

—…Pero también dijo que no quería volver a ver a Masamune de nuevo y que se abstenga de buscarlo porque, según él, ya no sentía nada de amor—. Continuó Akihiko pensando en las actitudes de Onodera que vio hace un rato; Aunque se sentía un leve deje de odio en él, no podía decir que ya no tenía sentimientos de afecto por Masamune. En su mirada se notaba, muy en el fondo, la felicidad ambigua.

—¿Dijo eso? >:v —. Esta vez fue Misaki quien habló con sus cejas juntas, totalmente molesto por la actitud de Onodera. Aunque ahora debían ser amigos, no estaba seguro de poder actuar con normalidad frente a él si todo ese cuento resultaba ser verdad. —Diablos… ¿Qué le pasa? Irse de repente, abandonando a tu pareja…

—Tú no me harás eso ¿Verdad, Misaki? —. Preguntó Akihiko mientras lo miraba con una sonrisa divertida en su rostro, esa expresión engalanada que lograba patear el corazón de cualquiera.

—Cl-Claro que no, idiota…  —Dijo mirando a otro lado mientras trataba de ocultar sus pómulos rojos. Ni siquiera era capaz de dejar de pensar en Akihiko ¿Cómo carajo iba a ser capaz de dejarlo de la nada? Lo amaba mucho a pesar de que se conocían desde tan poco tiempo y era esa misma razón la que le hacía pensar que todo eso no podía ser más que una ilusión momentánea. — ¿Y quien decidió que ahora somos pareja? —.

—Yo por supuesto —.

 Mientras Misaki seguía peleando y refunfuñando con el otro chico que solo le seguía la corriente porque era muy divertido ver avergonzado al castaño; Kisa pensaba en lo que le había contado su “cuñado” sobre la relación de Takano y Onodera. Se sintió pesaroso por el simple hecho de imaginarse a Takano en un estado de descontrol emocional y abandono como mencionó Akihiko. Era realmente insoportable el dolor ajeno que sentía en ese momento, asique simplemente alentó a todos para que ya se vayan a su casa para preparar una gran cena y olvidarse del pensamiento de que querer ayudar a Takano. Al menos, por un rato.

                       .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

El agua se deslizaba por sus cabellos, siguiendo sus hombros, su cadera y finalmente terminaba perdiéndose en el suelo que la llevaría al desagüe. Tan caliente, parecía hervir mientras enrojecía su blanca piel y quemaba cada pensamiento afligido que se atrevía a circular por la cabeza de Onodera.

—¿…Por qué él está allí? —. Pensaba mientras buscaba alguna explicación para su encuentro.

 AL fin había conseguido lo que quería desde hace tiempo amigo, pero ahora que lo hizo, también se encontró con la única persona por la cual se había interesado de una forma especial.

 Se sintió algo confundido cuando vio la expresión que Takano empleó cuando se encontraron frente a frente. Claro, si te encuentras con que regresó la persona de la que tanto querías deshacerte era muy obvio que use una expresión tan congelada y sorprendida.

 La sensación de ser tan estúpido no dejaba de molestarlo y, aunque lo intente, no podía dejar de sentir un poco de felicidad por volver a ver al chico. Realmente se sentía afortunado a pesar de que también estaba furioso por lo que pasó gracias a él.

 Cuando tenía quince años, vivía extremadamente feliz junto a sus dos padres en Tokio; Además de que había conseguido salir con él chico que acosaba desde primer año de secundaria. La vida era realmente colorida en esos tiempos, pensaba que nada podía oscurecer aquellos días llenos de irradiación.

 Pero cuando todo se derrumbó en su vida, se dio cuenta de que fue un error haber creído en la felicidad eterna. Sus padres, dueños de la exitosísima editorial Onodera, murieron un día en el que, repentinamente, el edificio de la editorial exploto. Arrasando con todo quien esté allí, llevándose cientos de vidas en una sola tarde.

 Inmediatamente, su tía paterna llegó desde Inglaterra para llevárselo con ella. Pero era inútil, Ritsu no aceptaría nada así porque aún tenía a alguien a su lado, a Takano.

—“Él no me quiere, tía Sayo demostró que yo siempre fui un juego para él…” —. Pensaba Onodera mientras salía de la ducha, directo a secarse y cambiarse.

 Tía Sayo de las había arreglado para manipular la mente de Ritsu y llevárselo de Japón sea como sea, necesitaba sacarlo de allí por su bien.

 El castaño terminó de vestirse y, respirando tranquilamente mientras trataba de calmarse, emprendió camino a la mansión Takahashi donde se encontraría con su viejo amor, ahora conocido.

Notas finales:

Bueno, espero les haya gustado y me vuelvo a disculpar por el tiempo que no di ningun tipo de noticia xd 

 Les aseguro que desde ahora me esforzare mucho para tratar de actualizar, minimo, uno vez por semana. Realmente no me gusta dejarlos esperando, pero lo unico que me detenia era la falta de ideas :'v 

 Nos vemos la proxima vez babys, dejen un lindo reviews pah colaborar y si tienen alguna idea, adelante xd 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).