Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Armas... por Lei Chann

[Reviews - 38]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disculpenme la actualización tan retrasada que hice xd Pero parece que ya es parte de mi esencia escribir doscientas palabras a la semana :'v 

Ultimamente me centro demasiado en el desarrollo de los personajes, asique son mas largos, mas serios, y toda la wea :'v 

 Espero disfruten

Kuroda permanecía sentado en una reposera de tela en el patio trasero, arrojando las mismas pelotas una y otra vez para que luego sus perros las recogieran y volvieran a entregárselas, así siguiendo una larga rutina. Estaba esperando con toda la paciencia que podía generar ese día, que resulto ser uno tranquilamente nublado sin rastros de viento ni frio, el sol estaba oculto por las grises nubes y aún así el aire se sentía tan cálido; Aguardando la llegada de su sobrino Kisa, quien ya estaba tardando más de lo predicho hace un rato. Se supone volvería en menos de dos horas pero, viendo el reloj en su muñeca, Kuroda pensó que, cuando se trataba del tiempo, las promesas de su sobrino valían casi lo mismo que una mentira de Misaki; Ambas son increíbles. Suspiró cansado, y mirando al cielo gris se decidió esperar por un rato más.

La cena que transcurrió la noche anterior sin duda lo llevó en un inesperado viaje al pasado, donde recordó aquellos tiempos en que la mesa del gran comedor permanecía llena todos los días; Aquellos días en los que Misaki y los trillizos eran apenas unos pequeños bebes; Esos momentos en los que, en ese mismo patio donde se encontraba ahora él, siempre  permanecía una bella mujer con un pincel en mano que coloreaba felizmente un blanco lienzo. Esos lienzos que más tarde decorarían los pasillos de su hogar, las pinturas de Kymei que abundan en recuerdo la mente de Kuroda. Ella cantaba hermosas melodías y mientras lo hacía, su mano con el pincel parecía tener vida propia al pasear por una base blanca, casi como si siguiera el compas de sus palabras; terminaba todo en un descontrol de experiencias diferentes, todas enmarcadas en la distintiva silueta dibujada en el cuadro. Cada lienzo pintado cuenta una historia llena de emoción; Cada cuadro llena de vida su hogar, aunque ella no esté más…

—Mierda… — Pasó sus manos juntas por sus ojos, refregándolos contra sus palmas y muñecas quería conseguir borrar hasta el más minúsculo rastro de las lágrimas que se estaban formando en ellos.

Recordar de esa manera a Kymei le hacía mal en varios sentidos. En primer lugar porque, aunque todo haya ocurrido hace varios años, no es lo mejor para el jefe de un clan andar flojeando con cosas así; Y en segundo puesto porque, aunque aún llore por ella, él ya tenía a alguien más a quien amar, Tsukishima.

Así es, se supone que él tenía todos esos sentimientos encerrados en lo más profundo de su memoria; pero cree que siempre ocurrirá que, cuando se encuentre solo, los ojos verdes de ella vendrán volando a su mente y no se querrán ir de allí por un buen tiempo. Dispuesto a desplomar esas sensaciones nostálgicas, se levantó de la reposera para entrar a su casa y justo cuando volteó, se encontró con Tsukishima.

—ah, Kuroda…— Tsukishima con una curva hacia arriba en sus labios veía con cariño a Kuroda.

—Tsukishima… ¿Qué sucede? —Él caminó unos pasos hasta llegar a quedar justo frente a su amado, devolviéndole la misma sonrisa.

—Venía a decirte que Kisa está en la sala con otras personas, me mandó a avisar porque dice que no quiere dejarlos solos —.

—Ah, bien, gracias…

—Dime ¿No son las mismas personas que estuvieron aquí el otro día? —.

—…Efectivamente.

 Tsukishima miró a su pareja demostrando su preocupación. Sabía que no era usual que Kuroda invitara a gente que causó algún mal a su familia, normalmente iría hasta el punto de querer contarles la cabeza; pero esta ocasión estaba actuando de manera diferente. Aún así, la seguridad de que Kuroda estaba totalmente consciente de lo que hacía mantenía a Tsukishima con indiferente paz interior.

—Vamos adentro —. Dijo Kuroda y continuó con su camino seguido por el otro.

Ya dentro de la casa, el mayor se dirigió directamente a la sala donde estaba siendo esperado por Kisa, Nowaki e incluso, mirando hacia abajo como esperando un cruel sentencia, Shizuku.

Cuando vieron que Kuroda pasaba hacia el lugar caminando con la cabeza en alto y rostro serio, Nowaki pensó que este podría ser el momento en donde se decidirá la pena para su amigo Ishi; Sintiendo como el corazón le latía en la garganta, cerró disimuladamente sus ojos y esperó a que alguien dijera las primeras palabras.

—Bueno, veo que al fin llegaron… —El jefe de la casa habló dejando escuchar las palabras que darían inicio a la larga conversación que tenían por delante.

—Sí, encontrarlos no fue fácil pero lo pude hacer en poco tiempo —. Mencionó Kisa desde uno de los sillones donde estaba echado; Se levantó y miró serio a Kuroda, con su mirada le dijo todo lo que pasaba por su cabeza.

El joven pelinegro no entendía porqué, de entre tantas personas a su disposición, le pidió a él que se hiciera cargo de encontrar a ese par. Kuroda sabe de todos los problemas que le ocasionó Ishi a su sobrino; sabía de las veces que pasó aterrado oculto en su habitación, repitiéndose una y otra vez que él no era culpable de nada; Pero, aún así, fue él el encargado de buscar a quien lo jodió tanto y su amiguito, y quien le dio esa misión no fue nadie menos que su tío, testigo de todo lo sucedido.

—Bueno, me voy… —Dijo el joven partiendo con la intención de llegar  a su habitación y volver a encerrarse por un rato o, quién sabe, tal vez ir a ver a Misaki y molestarlo un poco; La idea era salir de allí mientras Shizuku estuviera presente, pero fue frenado por el fuerte agarre que mantenían a su manga.

—Shouta, quédate que esto también te involucra —. El mayor dijo esas palabras, tosco, con la firmeza de obligarlo a quedarse allí. No era una petición, le estaba ordenando que no se vaya, que se siente a escuchar lo que tiene que decir.

—Tío, tengo que ir a ver a Misaki a su habitación —. Quiso huir sin importar qué.

—Misaki no está en casa Shouta, fue a ver a Akihiko-kun —.

—… ehhh, bueno entonces iré con Hiroki

 Kuroda bufó molesto luego de mencionar lo último, en realidad no le gustaba mucho la idea de que su hijo paseara por ahí con otro hombre, mucho menos si se trataba del hijo heredero del clan rival. Pero no podía pelear contra Misaki cuando, mientras le pedía permiso para salir, lo miraba con una sonrisita tímida y evita mirarlo a los ojos; En esos momentos, admite la derrota ante la ternura que veía en su único hijo. —Mira, sé que seguramente no queres estar en el mismo lugar que Shizuku-kun, pero necesitamos que te quedes en esta charla…

Kisa asintió, renunciando a la idea de volver a evitar este tema del que es tan sensible y se animó una vez más a lo que nunca se quiere enfrentar. Se sentó en el mismo sillón donde estaba antes, frente del en que estaban sentados Nowaki y Shizuku; El ángulo perfecto para que ambos, Shizuku y Kisa, se vieran a la cara, pensaba Kuroda.

Solamente los cuatro en la sala; Kuroda en un sillón individual a parte miraba tranquilamente por la ventana, todavía sin decir nada y jugando con la impaciencia de los chicos que nerviosos esperaban la dicción de quien los citó allí.

—Bueno… —Comenzó a hablar. —Shizuku, Kaede-kun, gracias por la ayuda que nos dieron para recuperar a Masamune-Kun y Hiroki, en verdad fue muy beneficioso

Aludió con una leve sonrisa, mirándolos de frente. Shizuku aún con la cabeza agachada tanteó con su codo el brazo de su amigo, haciéndole saber que él no quería decir nada.

—Takahashi-san, no es nada… en realidad no creo que tenga algo que agradecer —. Nowaki mencionó con una tintineante voz, apenada y aún así llevaba la cabeza en alto mirando a Kuroda, aunque para él no sume nada de nada.

—Está bien Kaede-Kun, pero a quien quiero escuchar no es a ti… Es a Shizuku ¿Si? Tú no tienes nada que ver esto, aún así, muchas gracias por tu participación

Nowaki se quedó callado, ya no había nada más que pudiera hacer si lo que Kuroda quería era escuchar a Shizuku hablando; Es verdad que él solo se involucró para ayudar a su mejor amigo y que no tiene nada que ver directamente con los clanes y grupos, pero aún así, se arriesgó por querer ver en paz a su Shizuku. Giró su cabeza agachándola un poquito, cuando veía a su compañero, susurró. —Ishi-kun…

—Lo sé… —Contestó en otro susurro. Sabía que debía afrontar lo que sea que le diga el gran hombre frente a él, y ese no era el momento para huir. —Takahashi-San…

El nombrado concentró toda su atención en Shizuku, quien con un poco de pena levantó su cabeza, enseñando su rostro lleno de determinación; Kisa, aislado de la conversación, veía desde el frente como Shizuku miraba fuerte a su tío.

—Lo que dijo mi compañero es verdad, usted no tiene nada que agradecer… Yo lo hice con la intención de tratar de arreglar mi propia relación con su grupo… y con Kisa-san —Aquello último lo dijo con cierta vergüenza y ansiedad, apenas ladeando su cabeza para mirar de reojo a Kisa que sin inmutarse insistía en un rostro totalmente inexpresivo.

—Bien, eso lo comprendo y, reitero, estamos agradecidos… Personalmente no tengo mucho en tu contra, ni creo que Misaki guarde algún rencor contigo si te disculpas apropiadamente con él, pero… —Haciendo una notable pausa para hacer una seña y avisarle a una empleada que traiga un aperitivo, juntó sus manos entrelazándolas y dijo: —Los problemas que tengas personalmente con mi sobrino Kisa es algo en lo que yo no puedo ni quiero intervenir, aún así deseo que lo vean entre ustedes

—Me imaginaba que era por algo así —. Habló el joven pelinegro juntando sus cejas, en realidad no quería hablar del tema. —Me pediste que me quedara para hacer las paces con él sin consultarme, que sucio

Kisa miró a Shizuku, encontrándose que este ya estaba reverenciado ante él desde el otro sillón, agachado y con la cabeza mirando el suelo, Shizuku dijo: —¡Siento mucho los problemas que te causé Kisa-San, espero puedas perdonarme!

Asqueado, el joven Takahashi respondió:

—¿Crees que con una disculpa es suficiente para que yo olvide todo lo que nos hiciste pasar, basura? —Automáticamente, el tono de voz de Kisa subió de golpe al igual que la temperatura de su sangre; Encarnando la humillación que sintió en aquel momento, ahora no captaba otra cosa que no sea su ira queriendo estallar de una vez por todas. —¿Sabes cuán mal la pasé? Todos los problemas que me hiciste causar… ¡¿Los sabes?!

—Tranquilo Kisa. —Kuroda buscaba frenarlo.

—¡Pero tío! ¡Por su culpa maté a alguien! ¡Soy un asesino! —Confesó al fin soltando algunas lágrimas, llenas de rencor y sufrimiento, con sus manos jalaba su cabello negro.

—Matar… —En un susurro repitió Shizuku y su respiración comenzaba a agitarse poco a poco, sintiendo como su pecho empezaba a contraerse al pensar en eso. —Yo no causé eso ¿o sí? Nada pasó así ¿Verdad?

—¡¿Quieres que te lo niegue?! No, mejor te cuento todo lo que pasó —. Kisa desesperado afrontaba el dolor en su pecho que llegaba con cada una de sus aceleradas palpitaciones, como si algo dentro de él se estuviera destrozando poco a poco. —Esa vez, cuando volviste a intentar llevarte a Misaki… ¿Lo recuerdas, verdad? Que cuando quise detenerte sacaste un arma… —El tono de su voz bajaba poco a poco y miraba algo invisible frente a él, moviendo sus manos para recrear las escenas de sus recuerdos y empezaba a sonreír maquiavélicamente, despacio. —Después pude sacarte la pistola, pero ¿Qué hiciste? ¡Claro! Jajajá!!! Es verdad!!!

Shizuku, con sus ojos negros brillosos por las lágrimas que amenazaban con desprenderse y su boca semiabierta, observaba a Kisa; grabándose en su mente como con lentitud éste paraba de reírse mientras le recriminaba sus actos del pasado.

—Cuando yo tenía la pistola en mis manos, enseguida pateaste a tu compañero contra mí haciendo que se chocara conmigo y se escape un disparo en su estómago… —Todo estaba grabado en la memoria y verdad, ambos lo sabían perfectamente. —Y para nuestra mala suerte, bueno, la de él… era un arma con balas especiales que rebotan dentro del cuerpo, rompiendo todo a su paso…

Rememorar todo eso le hacía terriblemente mal, era abrir un viejo libro que supone debió haber quemado hace mucho tiempo, pero jamás pudo… Se acomodó a otra posición en el sillón, ahora cruzaba sus piernas y respiraba con profundidad. Sabía que enojarse por algo que pasó hace tanto tiempo no tenía sentido, pero en realidad no se sentía cómodo con la idea de permanecer como si nada frente a el causante de todo ese mal; Asique eligió quedarse callado y tratar de no decir nada más.

—…Sé —En respuesta a su silencio, Shizuku empezó a hablar. —…Sé que no sirve para remediar nada, absolutamente nada, que yo me disculpe ahora… ni aunque lo haya hecho ayer ni nunca, pero… Kisa-san, en serio, no puedo dejar de arrepentirme de lo que pasó, además… —Shizuku, bajo la miraba desahuciada del joven Takahashi y su tío, llevó sus manos a su cabello negro y tiró de él; al compás de su frenético llanto. —¡Ahora que sé en qué terminó todo eso… me quiero morir, recién ahora me doy cuenta del tipo de persona que fui!

—… ¿Qué queres decir con eso? —Preguntó Kuroda. Kisa permanecía atento a la respuesta de la pregunta que él también quiso hacer. —¿No eras consciente de lo que causaste? ¿Nunca se te cruzó esa posibilidad por tu cabeza?

—…Lo lamento. Kisa-san, no eres un asesino ni nada parecido, toda la culpa es mía… —. Y no quiso decir nada más mientras aguardaba la sentencia que decidirían para él.

 Nowaki a su lado, esperaba que las cosas permanezcan tan tranquilas como lo hacían hasta el momento. Conocía muy bien a Shizuku como para decir que él puede soportar situaciones mucho peores; Pero, al mismo tiempo, sabe perfectamente que será algo difícil de procesar para él el hecho de conocer que había causado la muerte de una persona y peor aún, saber que la culpa no la llevó todo el tiempo él, sino otra persona había sufrido en su lugar. Era algo muy complicado de perdonarse.

 Kisa, masticando su bronca, respiraba profundo para encontrarse con la paz y tranquilidad que siempre lo inunda y que, en ese momento, se veía tan lejana. Aún si lo perdonara o no, las cosas ya pasaron hace mucho tiempo y no hay nada que puedan hacer. Shizuku permanecía sentado cabíz bajo y con Nowaki de igual manera, como si él también estuviera por recibir un castigo. Kisa, pensando que nada de nada importa mucho en el momento pues, si lo perdona, aquella persona no volverá, y si no lo hace, tampoco volverá; Tenía en mente que Shizuku lloraba, y no sabía exactamente si creer o no en esas lágrimas, además fue un miembro clave para recuperar a Hiroki y a Takano y se expuso totalmente a los riesgos, aún en contra de quien fue su compañero por tantos años.

>>No todo siempre va a ser una mentira<< Pensó y suspiró relajando sus facciones, ya sabía qué hacer.

—Bueno… No hay nada que alguien pueda hacer, no te perdono… —Sentenció, a lo que Shizuku levantó la cabeza y abrió la boca para decir algo, sin embargo no pudo hacerlo. —Pero, tampoco guardo rencores… Aún después de todo lo que ocurrió, pasó un tiempo y pude volver a vivir tranquilo… que hayas aparecido de nuevo en frente mío no quiere decir que volveré a vivir el pasado, tampoco voy a estar tranquilo pero, ya me levanté y no pienso volver a caerme…

—Shizuku ¿Qué piensas hacer ahora?

—¿Ahora?

Shizuku no sabía qué contestar a la pregunta de Kuroda.

—Creo que solo continuaré con mi vida, pero, también quiero estar a su disposición…. Para lo que sea —. Dijo, agachando la cabeza, ofreciéndose como una marioneta bajo el poder de Kuroda. Se sentía tan miserable que pensaba que nada de lo que haga ahora iba a poder compensar sus errores, pero al menos quería ser de ayuda; aún si eso implicaba dejarse en ridículo frente a quienes alguna vez fueron sus rivales.

—Como quieras

Kisa miraba tranquilamente por la gran ventana de la sala. La conversación le hizo mal, sí; pero también, fue el detonante adecuado para desencadenar su paz. Tranquilo, sentía que un gran peso bajó de su cuerpo. Ya no podía estar enojado.

Notas finales:

Ahora mismo, actualizaré "junjou Argentina" con algo muy interesantes, asique si alguno de ustedes lo sigue, atentos :'D!!! Se viene la de los Egoistas.

 Bueno, el proximo cap de Armas será más romantico, disculpen haberlos dejado con las ganas del amor en este cap, pero es necesario.

 El proximo arco inicia en luego del siguiente cap, y será algo más emocionante, se los puedo asegurar, se imaginan cual tema viene?????? Lo dejo a su imaginacion, Nos vemos!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).