comenzaba a sentir que tenia un vinculo especial con giotto-san, como si algo mas nos uniera. me sentia muy bien estando con el, era muy amable y considerado conmigo, aunque yo no lo sabia, giotto-san le habia dicho a mi madre de nuestra relacion, ella estaba muy contenta, incluso esta noche dejo a giotto-san que se quedara a dormir, ella misma se lo pidio con la excusa de que tenia que ir a cuidar a lambo al hospital y bueno eso de lambo en el hospital era cierto, pero no era nada grave, reborn le empujo del segundo piso de la casa y se lastimo, estaria alli por una semana al menos, mi madre le pidio a giotto-san o gio-kun como ella le dice quedarse para cuidar de mi y de la casa mientras ella no esta, el accedio por supuesto con estas aunque vergosozas tambien muy dulces palabras de su parte.
"claro que cuidare de mi caramelito. no dejare que se quede solo, el es lo mas importante para mi"
mi madre y bianchi que estaban alli se conmovieron por sus palabras, suspiraban si no hubiesen estado alli incluso yo habria suspirado de lo emocionado que me sentia, trate de ocultarlo bien. en verdad estaba muy enamorado de el, aunque en un principio me parecio un poco extraño, el acercamiento que tuvimos la primera vez no fue muy buena primera impresion, me sentia nervioso despues de eso a su lado pero comenze a ver el amor que me tenia, en sus ojos podia ver reflejado ese amor, era maravillosos contemplar esos ojos azules y llenos de vida, sentir las caricias de este le hacian sentir que estaba en el mismo cielo ese cielo tan reconfortante que veia en sus azulados ojos. sonreia cada vez mas al pensar en todo eso, y sus mejillas se volvian rojas, poso su mano en su mejilla sintiendo el ardor de estas pero no le tomo importancia y siguio pensando en esa persona que ahora era muy importante para el.
-tsuna. tsuna-llamo el mayor insistente.
-¿si?-respondio sin salir de sus pensamientos.
-deja de ignorarme. ¿en que tanto piensas?-le pregunto con un cierto aire de celos al notar su mejillas sonrosadas y una sonrisa en su rostro mientras estaba perdido quien sabe donde pensando quien sabe que o quien.
-en nada-trato de desviar la mirada para no colocarse mas nervioso, aun asi no lo logro, el mayor se arrodillo en el sofa acercandose a el y tsuna por reflejos pero equivocos subio sus piernas al sofa quedando atrapado entre el final de este y el rubio frente a el. no, no, tsuna mal jugada, ahora eres una victima inocente. aunque giotto le habia dicho que irian con calma, eso no significaba que no podian jugar un poco, de todas formas no era tan malo eso. apoyo su mano en su pierna bajandola para adentrarse y encajar a la perfeccion entre la pelvis del otro, subio la pierna de este para apegarla mas a su cintura.
-espero que estes pensando en mi-decia moviendo sus caderas. en verdad pensaba en el pero tsuna se sentia avergonsado de si debia decirselo o no-yo... aahh.. mmm..-se quedo sin palabras el chico sobre el restregaba sus partes bajas contra las suyas haciendole sentir extraño, ademas de haber comenzado a atacar su cuello con pequeñas lamidas y besos que se convertian en mordiditas de amor. mientras debajo suyo el caramelito mas dulce que alla probado se retorcia al sentir su contacto, se moria de las ganas de saber como serian sus gemidos y reacciones al sentir un contacto mayor, como seria su primera vez con el, sus pensamientos pecaminosos se desbordaban por su mente nublando un poco su razon. sin embargo sintio de inmediato la negacion del contrario que intenaba debilmente quitarselo de encima, sus rostro denotaba miedo e incomodidad, en seguida se levanto separandose de el, ¿que habia hecho?, y si su caramelito estaba molesto con el y no queria verle de nuevo, no podria soportar eso. trato de acercarse pero este corrio hacia arriba rapidamente para escapar seguramente.
arriba.
podia oir su pequeña voz quebrandose mientras lloraba, en verdad se sentia mal de haberle hecho eso sin su consentimiento, queria remediarlo pero le asustaba el pensar que este huiria de el nuevamente aterrado, no queria que las cosas empeoraran, se sento al lado de la puerta mirando por la misma entre abierta a su caramelito limpiarse las lagrimas.
-en verdad lo lamento...-susurro. el menor se exalto al escuchar su voz y miro hacia la puerta, se quedo alli inmovil viendo a este, sus ojos se oscurecieron totalmente, ese bello cielo que veia en ellos ahora estaba oscuro. ignorando lo que habia pasado se acerco a el, no sentia ningun tipo de mala intencion ni nada, se relajo mas y se acomodo a su lado, aferrandose a su brazo y apoyando su cabeza en su hombro.-de verdad lo siento, tsuna. no era mi intencion asustarte. lamento si hice algo que no te gusto. yo no quiero lastimarte y si asi fue, me siento arrepentido. eres muy importante para mi, tsuna, nunca te haria daño-junto sus frentes acariciando su nariz con la suya, mientras acariciaba sus sedosos cabellos castaños, el menor de los dos entre lazo su mano con la del mayor-olvidemoslo ¿si?-dijo, el otro le miro sorprendido y trato de replicarle pero este lo callo de inmediato con un beso-tambien eres muy importante para mi. esto no debe convertirse en un problema para nosotros. te perdono y es todo lo que importa. si, asi era, giotto era muy importante para tsuna y este era muy importante para giotto.
por las mañana.
se sentia un delicioso aroma a comida recien hecha, desperto inquieto al no sentir la presencia del otro a su lado. se preguntaba quien estaba cocinando, su madre llegaria a medio dia, entonces quien...
se levanto y fue hasta la cocina, donde consiguio a su rubio novio cocinandole el desayuno. al verlo el mayor salio corriendo hacia el levantandolo del suelo.
-buenos dias, tsuna. que bueno que ya allas despertado, yo no habria podido hacerlo te veias muy lindo durmiendo.
-buenos dias, giotto-san.-dijo observandole, el mayor llevaba puesto un delantal rosado y unos guantes de cocina del mismo color en sus manos, este le miro confundido.-¿porque me miras asi? ¡ah! ¿tengo algo en la cara?-dijo avergonzado, el menor sonrio divertido por su reaccion y asintio-si.
-¿donde?-pregunto, el castañito se acerco tomando su rostro y le beso la mejilla derecha diciendo "aqui", luego la izquierda, "aqui", y por ultimo los labios, "y aqui". al separarse lo miro a los ojos sonriendo inocente, el oji azul solo pudo decir "oh, tsuna", antes de arrojarse hacia el para deborar sus labios y sacarle mas de esos gemidos que tanto le enloquecian. pero esta vez claro con el consentimiento del otro.