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Gitano por Midori-Hikari1312

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Después de haberse vestido y descansado un poco decidieron ambos salir de su refugio.

Ya era muy pasada la noche, tal vez cerca de la media noche, estaban cansados pero eso no los detendría ahora. Para disimular un poco las marcas de su piel, Theo usó el collar grande que usualmente llevaba en sus presentaciones, cubría prácticamente todo su cuello y era discreto, además de que abotonó su camisa, no era que le agradará mucho pues mostrar parte de su piel era algo a lo que ya estaba acostumbrado y con lo que se sentía cómodo, pero debía hacerlo si no quería tener problemas más rápido de lo que llegarían.

Montando de nuevo el caballo, con un poco de dificultad por parte de Lucca, ambos se encaminaron con cuidado y cautela por el pueblo tratando de ser lo más discretos posibles.

—Debemos encontrar a Wim...— murmuró Theo en medio de la oscuridad.

—Lo sé, ¿pero cómo se opone que lo haremos? Toda la corte está rodeada—

—Subí una vez a la torre sin que nadie me viera, esto es pan comido— alardeó el orgullo el castaño.

—Theo...— siseó el mayor no muy confiado por las palabras del menor.

—Tú solo... Confía en mi ¿Si?—

—No es en ti en quien no confío...—

Después de decir esto ambos permanecieron callados el resto del camino, no fue muy largo, pero si se hizo algo tedioso considerando el hecho de que debían ser tan silencios como les fuera posible.

A pesar de no haberle dicho a Lucca, Theo estaba comenzando a sentirse realmente preocupado, no sólo por su hermano, también por él, por Damian y por su propia persona. No quería que las cosas saliera mal por su culpa, Benjamín estaba más enfurecido que nunca y sabía que si veía a uno de ellos les haría daño tan sólo porque eran cercanos para el castaño, no quería que los demás cargaran con eso, jamás se lo perdonaría, si era él a quien Benjamín estaba buscando, era a él a quien tendría, sólo debía hallar la forma correcta de alejarse de los otros y mantenerlos a salvo... Así le cueste la vida.

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Ya habían llegado a la corte, como era de esperarse, en la entrada estaba un par de guardias atentos a todo, Theo suspiró pesadamente sin saber realmente que hacer para quitarlos de ahí. Bajaron del cabello con sumo cuidado, alzó la vista para ver los ojos verdes del chico a su lado y éste acarició su cabeza para tranquilizarlo.

Ambos vieron como un grupo de guardias llegaba a la corte y no sabía si era para preocuparse o alegrarse que Benjamín no estuviera con ellos. Para vigilar, dos guardias ya estaban frente a la puerta aletas ante cualquier cosa. Se escabulleron detrás de los guardias en completo silencio, casi de forma invisibles ambos dieron un golpe certero en la nuca de cada uno logrando así desmayarlos, antes de dejarlos caer en un ruido sordo los sostuvieron y arrastraron hasta la oscuridad del callejón de dónde venían y entraron a la corte.

—Trabajamos bien en equipo ¿No lo crees?— comentó el gitano con burla.

—Concéntrate— regañó con una ligera sonrisa el azabache, Theo igualmente sonrió.

Al entrar, Lucca guió al gitano por los pasillos hasta lograr llegar al calabozo. Al tratar de abrir la puerta se dieron cuenta de que estaba cerrada por dentro, y aunque tocaron como locos, no lograron hacer que abriera.

— ¿Dónde están?— susurró Theo algo preocupado.

—Calma, solo déjame hacer una cosa más...— indicó el mayor reparando de la puerta, y con un par de patadas había destrozado la puerta, a pesar de haberse lastimado, no dijo nada, y se aguantó como pudo las ganas de quejarse y casi querer arrancarse la pierna. Con cuidado ambos se adentraron al lugar revisando las celdas una a una, pero ni rastros de Wim o Damian.

—Wim— llamó el castaño en susurros, pero nadie le contesto— Maldita sea... ¡Wim!— se desesperó el gitano teniendo lo peor. Suspiró con fuerza y tranquilidad cuando vio a su hermano a al pelirrojo en la última celda, al parecer no les habían escuchado por estar durmiendo.

—Flojos...— susurró el azabache llegando hasta dónde estaba el gitano y Theo le dio un pequeño golpe en la costillas con su codo.

—Oye, es de mi hermano de quién hablas, más respeto— regañó casi ofendido, pero en realidad él estaba pensando exactamente lo mismo.

— Aún así lo son— se encogió de hombros. Theo rodó los ojos con una sonrisa y se acercó a los chicos durmiendo.

—Hey, bellos durmientes, arriba, hora de despertar— Theo movió ligeramente a su hermano, sin embargo éste se aferró aún más al pecho del Damian sin querer despertarse, y el menor al sentirlo más cerca de sí hizo exactamente lo mismo. La ligera risa contenida de Lucca se escuchó de fondo—Wim, Damian~...— los movió un poco más pero estos seguía sin despertar. Una pequeña vena salió en la frente del gitano ya harto de perder el tiempo y simplemente explotó— ¡Maldita sea, despierten de una vez!— gritó fuerte y claro haciendo que ambos despertarán de un brinco separándose de inmediato uno del otro viendo entre asustados y sorprendidos al Fischer menor.

— ¿Theo...?— Preguntó Wim confundido restregando se los ojos un par de veces.

— ¿A quién más querías ver?— preguntó sarcástico, se levantó y se cruzó de brazos viendo a ambos aún somnolientos.

— ¿Damian es la pareja de tu hermano?— preguntó un poco sorprendido el azabache viendo de la misma forma al gitano menor, quien sólo asintió con la cabeza. El que Wim sea pareja de Damian era... Extraño, muy extraño, considerando lo extrañamente ignorante y desinteresado que era con el bienestar de las personas al mismo tiempo que era egoísta y mal educado en algunos casos. Si, sólo un par de días le bastaron para darse cuenta de todo lo que Damian podía llegar a hacer.

— ¿Como lograron... entrar sin ser vistos?— Damian se levantó mientras se frotaba la cara con las manos para despertarse un poco más.

—No es importante ahora. Rápido, tenemos que correr, debemos que irnos ahora mismo ya que Benjamín aún no vuelve, y no queremos tentar a la suerte si seguimos perdiendo el tiempo— apuró el azabache llegando hacia la puerta y asomándose por ella cerciorándose de que nadie estaba cerca de esa zona.

Damian se fue al frente junto con Lucca para así guiar a ambos gitano dentro de la corte hacia la salida.

— ¿Qué te paso en la pierna?— preguntó el pelirrojo al ver el notable cojear de la pierna derecha de su superior.

—Una flecha— respondió con simpleza continuando con su caminar.

— ¡Una flecha! ¿Y tú estás bien?— algo preocupado comenzó a revisar a Theo encontrando la venda en su brazo— Dios, estás herido— se alarmó Wim.

—Estoy bien Wim, sólo fue un rasguño, No te-...—

—Silencio...— advirtieron ambos guardias al escuchar pasos acercándose, ambos gitanos se pusieron alertas y se pegaron atrás de su respectiva pareja escondiéndose y preparados a cualquier ataque, sin embargo, los pasos no se acercaron a la zona donde ellos estaban, y después de una rápida vista, continuaron el paso.

—Ve y busca un caballo, lo más rápido que puedas, nos veremos en la entrada del establo y saldremos de aquí de inmediato— ordenó el azabache y Damian asintió.

— ¿A dónde se supone que iremos?— preguntaron ambos gitanos.

— Iremos a la iglesia si es posible, hasta ahora es el único lugar que sabemos estarás a salvo— vio por unos segundos a Theo antes de volver a retomar el caminar hacia la salida, Damian y Wim fueron en la dirección contraria acatando las ordenes de mayor.

—Está silencioso...— murmuró Theo caminando un poco más tranquilo, el hecho de que todo estuviera tan callado lo ponía un poco menos tenso.

—Todos los guardias están afuera buscándote, era de esperarse que no haya nadie o casi nadie aquí adentro... Aunque, está demasiado silencio—

— ¿Capitán?— ambos voltearon de inmediato a donde se escuchó la voz, viendo a un guardia de cabello rubio, el mismo que antes había llevado a Wim al calabozo— ¿Tiene al gitano?— preguntó entre confundido y sorprendido, Theo y Lucca se miraron por unos segundos antes de volver a ver al rubio.

—Sí, bueno, lo encontré desprevenido cerca de aquí y pensé que Benjamín ya había llegado, pensaba entregárselo ya— Lucca tomó a Theo del brazo y lo jaló un poco hacia sí de forma más o menos brusca, Theo sólo se dejó hacer.

—Que bueno, ya no tendremos más problemas por ahora...— caminó hasta el gitano y lo tomó con fuerza de la mejillas obligándolo a verlo— Espero que Benjamín te dé el peor de los castigos, Gitano— una sonrisa algo torcida apareció en sus labios y Theo gruñó enojado, Lucca volvió a jalarlo para apartarlo de las manos del rubio y mirándolo de igual forma enojado.

—Todos esperamos eso, pero por ahora lo llevaré a otro lugar donde podrá esperar su castigo— comenzó a caminar de nuevo llevándose consigo a Theo.

—Am... Capitán, el calabozo está de este lado— indicó señalando a la dirección contraria a donde ellos iban.

—Ya lo sé— respondió con simpleza. El rubio de quedo algo confundido, pero analizó un poco más la situación y se dio cuenta de algo extraño, muy extraño.

—Capitán Lucca— volvió a llamar el chico, pero estos sólo lo ignoraron acelerando más el paso casi perdiéndose de su vista, por lo que los siguió— Hey, alto ahí, quería preguntarle algo— insistió pero estos cada vez iban más rápido, con un poco de dificultad por parte de Lucca. Llegó el momento de salir del recinto, estaba a sólo unos pasos de llegar cuando algo jaló a Theo apartándolo de Lucca.

— ¡Hey!— se quejó el castaño tratando de soltarse del agarre, el mismo rubio lo había tomada del cabello con fuerza y lo zarandeó de un lado a otro causándole más daño.

— ¿Qué acaso estás loco?— gruñó furioso el azabache.

—Es un gitano, seguro ni le duele— se burló volviendo a zarandearlo logrando así hacer que Theo volviera a quejarse. Sin pensarlo dos veces, Lucca terminó por apartar al muchacho de un sólo puñetazo, tomando a Theo y poniéndose detrás de él para alejarlo lo más posible.

— ¡No vuelvas a tocarlo!— amenazó Lucca con voz grave, una mirada completamente fría fue dirigida hacia el aturdido rubio que se levantaba del suelo para encarar al ex capitán

—Ya veo, lo que creí si era cierto— el chico pasó uno de sus dedos por su labio ahora roto, notando la pequeña mancha de sangre y lamiéndola de inmediato con su lengua— De verdad cayó tan bajo al defender también a un gitano ¿Qué demonios está pasando en este lugar, ah? ¿Qué sigue? ¿Todos seremos buenos con ellos como si no fueran sólo un estorbo?— hablaba con rabia el rubio.

—Dios, eres tan irracional y despreciable como Benjamín— lamentó el castaño viéndolo entre sorprendido y asqueado.

—Calla, Gitano. Nadie dijo que podías hablar —

—Ven y cállame, hijo de perra— retó el pequeño dando un paso hacia adelante y el chico gruñó dispuesto a hacer lo que el gitano pedía, pero Lucca de nuevo se puso en su camino.

—Deja de provocarlo o empeorarás las cosas— regañó el azabache y Theo se cruzó de brazos cual niño regañado murmurando algunas cosas sin sentido— Y tu... Será mejor que te vayas y hagas como que no nos viste— amenazó de nuevo el ex capitán.

— ¿Ah, sí? ¿Y qué vas a hacer al respecto?— preguntó con sarcasmo.

—Te diré lo que haré...— tronó sus dedos lentamente.
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— ¿Por que tardan tanto?— Preguntó Damian ya harto de esperar, a pesar de que seguro no llevaban ni 5 minutos ahí.

— ¿Y si les pasó algo?— preguntó el castaño montado ya en el cabello— ¿Y si los atraparon? Tenemos que ir a ver— indicó queriendo bajarse del animal.

—No, no, no, quédate ahí— El pelirrojo lo detuvo a tiempo para que no terminara de bajarse, Wim lo miró evidentemente enojado — Tranquilo Wim, seguro se atrasaron con algo, recuerda que Lucca está cojo— dijo sin ninguna vergüenza mientras aún sostenía al castaño para que no bajara.

—Pero... Y si...— en ese momento se escuchó el rápido galopar de un caballo, ambos se pusieron alertas, pero al ver que eran Theo y Lucca se tranquilizaron.

—¡Rápido, no hay tiempo!— gritó Lucca deteniendo el caballo por unos segundos para luego volver a correr, Damian subió al cabello lo más rápido posible y lo hizo andar con Wim a sus espaldas aferrado a su cintura hasta alcanzar a los otros dos.

— ¿Qué pasó?— preguntó el pelirrojo casi gritando.

—Benjamín estaba casi llegando cuando salimos, no estamos muy seguros de que nos vio pero no queremos correr riesgos— informó Theo de igual forma aferrado al azabache.

— ¿Por qué tardaron tanto?— preguntó el Fischer mayor.

—Te contaré cuando lleguemos, así es muy molesto—

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Casi parecía un milagro el hecho de que hayan llegado a la iglesia sin ser detenidos o perseguidos a mitad de camino, es más, el lugar estaba tan tranquilo que parecía complemente aislado, algo que no le dio buena espina a ninguno de los chicos. Damian ayudó a Lucca a entrar al lugar casi corriendo, pues la herida en su pierna ahora estaba nuevamente abierta, y el hecho de que aún sabiendo que estaba sangrando y siguió caminando y corriendo como si nada, le estaba causando un dolor realmente insoportable.

Damian dejó a Lucca sobre uno de los tantos bancos de la iglesia donde ya estaba Theo, quien con cuidado lo acomodó sobre sus piernas y le acarició un poco su cabello de forma cariñosa, Lucca ladeó su cabeza recibiendo gustoso las caricias y escondió su rostro en el vientre del gitano. El padre de hace unas horas fue quien colaboró en curar, desinfectar y vendar nuevamente la herida de Lucca, y a pesar de que al principio los miraba algo raro por la forma tan apegada y demasiado cariñosa para su gusto en la que ambos jóvenes se compartan el uno cerca del otro, no dijo nada y sólo hizo su trabajo. Lucca permanecía casi completamente quieto y de vez en cuando se aferraba al cuerpo de Theo por el dolor, pero sin omitir ningún sonido demasiado fuerte.

Wim miraba a poca distancia la escena de brazos cruzados, Theo continuaba calmando a Lucca con ligeras caricias y éste no se alejaba ni un centímetro del castaño. La mirada de preocupación de Theo al mismo tiempo reflejaba un poco culpabilidad, y esto le hizo entender que él se sentía culpable por envolver a todos los demás en un problema del que no debíanr03; estar enterados. Wim suspiró, conocía a su hermanito, y lo más seguro que intentaría hacer una locura, de la que no podrá detenerlo aunque quisiera, y como era el único familiar que le quedaba y el que hasta ahora seguía conociendo los más que nadie, debía apoyarlo en sus decisiones, aunque estas más suicidas no podían llegar a ser.

— ¿En qué piensas?— susurró preocupado el pelirrojo parándose al lado del castaño mayor, Wim solía ser alguien muy fuerte, pero desde que comenzó todo eso había estado comprando se débil y vulnerable, algo que lo tenía bastante inquieto.

—En el futuro...— suspiró recostando su cabeza en el hombro derecho de Damian, y ambos continuaron viendo a ambos jóvenes hasta que el padre logró terminar con lo que había empezado.

—Ya está. Traeré algo para que el dolor disminuya un poco, sugiero que no te muevas mucho— anunció el sacerdote y tanto Lucca como Theo y Wim le agradecieron, Damian sólo asintió con la cabeza y el sacerdote se fue.

—Lo hiciste bien...— felicitó el castaño menor con una mirada dulce y una sonrisa enamoradiza mientras retiraba de la frente a Lucca algunos mechones que se había estando pegando a ella por el sudor, su respiración estaba ligeramente acelerada y sus ojos aún permanecían cerrados, lo cual lo extrañó un poco— ¿Te encuentras bien?— Preguntó acariciando su mejilla izquierda.

—Estoy bien...— Lucca lo miró unos segundos sonriéndole antes de volver a esconder su rostro en el mismo lugar. Theo rió ligeramente por la acción y no dejó de acariciar su cabello en ninguno momento, desvió su vista hacia la pierna herida del ojiverde que estaba perfectamente vendada, la vio durante unos segundos y aunque siquiera tocarla no podría alcanzarla, por lo que no se lo molestó en estirar su brazo para intentarlo. Tan sólo segundos después llegó el sacerdote con una clase de caldo o remedio que por sus propias palabras, afirmó que eso le ayudaría con el dolor. Lucca se levantó de mala gana del regazo de Theo y se sentó a tomar el tazón que el padre le había extendido, no sabía para nada bien, pero si él decía que era un remedio efectivo, simplemente debía obedecer. Nuevamente y en silencio, el padre desapareció tras cruzar el umbral de la puerta.

Theo se levantó del banco y fue a asomarse por una ventana algo alejado de los demás para poder despejar su mente, o al menos eso intentó. El pueblo era tenuemente iluminado por las lámparas de aceite que yacían por todo el lugar, y las estrellas tal vez nunca había brillado tanto como esa noche, pero su mirada realmente estaba ida, tenía tantas cosas en la cabeza que apenas podía terminar una cosa cuando ya otra venía a su mente.

Estaba asustado, preocupado, angustiado y molesto, pensando que tal vez todo eso era su culpa por simplemente no entregarse y hacerse el importante huyendo de aquí para allá molestando a todos. Si él no se hubiera salido con la suya en primer lugar ninguna de las personas que Benjamín castigó estuvieran involucradas en todo eso, nadie excepto él debía cargar con el problema, pero ahora se daba cuenta de que fue demasiado egoísta al pensar sólo en el mismo, ahora Lucca estaba herido, Wim estaba cansado, Damian posiblemente estuviera preocupado por él y Wim y... Bueno, el estaba siendo protegido por la personas a las que él quería proteger ¿Qué clase de sentido tenía eso? Seguramente si no fuera por esas personas él ya estaría muerto, o tal vez siendo torturado por Benjamín y todos los demás estuvieran a salvo de una amenaza latente. Pero no, está a ahí, libre y con vida, pero no sabía que tan malo podía llegar a ser eso.

—Theo...— el nombrado saltó ligeramente al hallarse de vuelta a la realidad y fuera de sus depresivos pensamientos. Theo ladeó su cabeza y notó que era llamado por su hermano y volvió a apartar casi de inmediato su visita a la ventana evitando verlo a los ojos, quien sabe por qué. Wim vio a Theo por unos segundos en completo silencio, se veía realmente fatigado, a pesar de que en todos momento, sin importar las circunstancias, el siempre llevará una energía y una felicidad intocable, era algo que nadie podía quitarle pues era parte de él mismo, pero ahora, parecía una clase de muerto andante, con cara larga y miraba ausente—... ¿Estás bien?— preguntó luego de un rato de silencio.

—Sí, claro...— murmuró mirándolo con una ligera sonrisa completamente falsa.

—No me mientas, hermano— Wim dio un paso más cerca de Theo, poniendo su mano en el hombro izquierda del menor y acariciando un poco.

—Lo siento...— susurró apenado bajando la mirada. Wim apretó los labios al verlo de esa forma, era realmente frustrante.

— ¿Vas a contarme ya lo que sucedió?— insistió más para hacerlo pensar en otra cosa.

—No es la gran cosa, un guardia realmente molestó se nos interpuso en el camino, tratamos de actuar lo más "normal" posible, pero al final se dio cuenta de que Lucca estaba ayudándome y nos causo un par de problemas, sobre todos a Lucca, pues terminaron peleando y en algún punto ese chico pateó su pierna herida un par de veces...— al terminar suspiró pesadamente volviendo a bajar la mirada. Wim miró casi aterrado al Lucca quien seguía tomándose a duras penas el caldo, tratando de imaginarse el dolor que estuvo sufriendo y que ahora mismo lo hace, la voz de Theo lo hizo voltear de nuevo— ¿Crees qué...Todo es culpa mía?— preguntó en voz baja.

—Claro que no Theo, eso es ridículo, la culpa es todo de Benjamín por ser un caprichoso que no entiende cuando rendirse— Wim se pegó un poco más a Theo, solo para cerciorarse que estaba temblando, sin embargo no sabía realmente por qué. Theo pasó sus dedos de forma inconsciente por el grueso collar de su cuello y lo acarició un poco, imaginándose que pasaría si el de ojos rojos lograba verlas y supiera lo que había hecho con anterioridad. Wim observó su acción y sonrió un poco.

—No creas que no las vi...— susurró el castaño mayor, quizás para aminorar el ambiente pesado, el sólo quería relajar un poco a su hermano. Al escuchar sus palabras, Theo cambió de cara enseguida y de inmediato se puso bastante nervioso.

—Ah... ¿V-Viste? ¿Q-Qué viste?— de forma casi inconsciente comenzó a jalar su ropa con la intensión de ocupar más su piel expuesta.

—Ya sabes... las marchas, cuando te buscaba alguna herida de flecha— recordó con expresión bastante divertida, alzó ambas cejas antes de soltar una ligera carcajada por la forma tan rápida en la que el rostro de Theo ya se encontraba tan roja.

—Bueno... Pues...— Theo se removió de forma incómoda y con ganas de alejarse de su hermano quien parecía quererse pegar más a él conforme aumentaba su bochorno.

—Calma Theo, no estoy molestó, fue decisión de ambos, ya estás lo bastante grande para saber lo que haces— sinceramente, dijo eso más para calmar a Theo que parecía que estaba a punto de desmayarse por lo roja de su cara, que para ocultar el hecho de que en cierta forma, no tan en el fondo, si le molestaba que alguien tocara a su hermano.

—L-Lucca pensó que nos materias por, ya sabes... "hacerlo" en esta clase de situación... Tenemos muy poco de habernos conocido— jugó un poco con sus dedos viendo a su hermano mientras entrecerraba un poco sus ojos, evidentemente estaba cada vez más nervioso.

—No dudo que me molesta, sinceramente pensé que pasaría más tiempo antes de que te entregaras a alguien pero... Reconozco que no estoy seguro de que Lucca es esa clase de hombres que sólo buscan un polvo y se olvidan de tus sentimientos, pero parece tenerte mucho aprecio en este poco tiempo que llevan conociéndose— en algún punto de la conversación ambos voltearon a ver a Lucca, que se encontraba hablando junto a Damian muy tranquilamente.

—Lo siento, no quisimos molestar a nadie, supongo que estábamos más que todo era experimentando...— bajó nuevamente su cabeza apenado y se quedaron en silencio unos segundos. Theo volvió a mirar hacia la ventana al recordar todas las ideas que tenía ya antes en mente.

—Hey...— llamó Wim preocupado al ver como saludos mirada de Theo comenzaba a cristalizarse.

—Voy a entregarme— soltó de repente sin apartar la vista de la ventana.

— ¿Qué?— más que sorprendido Wim estaba asustado por la repentina confesión de su hermano—No puedes... Theo no puedes hacer eso, quien sabe que te hará cuando te tenga en frente— lo tomó de ambos hombros y lo obligó a permanecer frente a frente, buscó su mirada con desesperación pero Theo seguía con la mirada baja.

—No puedo permitir que Benjamín siga haciendo de las suyas por culpa mía. Yo...Vi algo...— está vez si miró a los ojos a su hermano, quien sin palabras sólo se decidió a esperar las repuesta— Benjamín cuando regresaba a la corte y Lucca hizo andar el cabello— Vi... Que no venía sólo, tenía una incontable cantidad de guardias y con él y... En jaulas como si fueran unos malditos animales tenía...Gitanos, había tantos que no me sorprendería que ya los tuviera ya a todos— murmuró estás últimas palabras casi como si de un secreto se tratara— No puedo permitir que por mi culpa todos ellos sean encarcelados, o aún peor, ejecutados...Wim, no puedo— su mirada temblor un poco y ligeras lágrimas estaban ya listas para descender por su rostro.

—Lo entiendo, y como tú hermano mayor a dejó apoyarte en todo y lo que decidas hacer pero.... Eres mi hermano, Theo ¿qué se supone que piense? No puedo sólo... Dejarte ir y ya— su voz también se quebró un poco, completamente asustado lo abrazó con fuerza y Theo le correspondió.

—Voy a estar bien...— rió de forma apagada por ahora causar el llanto de su hermano, esa persona que siempre fue su soporte y su único método de salir del hoyo oscuro en donde muchas veces el mismo se metía de ven en cuando, ahora está mostrándole su lado más débil, que era él mismo. La preocupación de perderlo, de no volver a verlo y olvidarlo para siempre lo aterraba bastante.

—No quiero que él te haga algo y no puedo estar ahí para protegerte— murmuró con voz quebradiza.

—Tranquilo, antes muerto que vivir un segundo de mi vida al lado de ese loco...—

Lucca a lo lejos vio de casualidad la escena, preocupado observó como los hermanos se abrazaban y ocasionalmente notó una tenue lágrima descender por el rostro de su amado gitano, Damian también veía la escena, y al igual que Lucca temió lo peor, pero no detuvo al azabache cuando se levantó y caminó con cierta dificultad hasta los hermanos que se separarnos casi al instante al verlo acercarse. Theo ocultó su rostro y secó sus lágrimas tan rápido como pudo antes de que Lucca lo sostuviera del rostro y lo obligará a verlo, preguntándole en silencio que estaba pasando con él. Wim se deslizó cauteloso para dejar a ambos solos, no quería estar en medio de lo que ellos dos tenían que hablar y ser con completo estorbo, ya tenía más que suficiente con el constante recordatorio de que pronto podía perder a su hermano. Llegó hasta el pelirrojo y éste con total aceptación lo envolvió entre sus brazos, y lo dejó descargarse en silencio.

—Ya tomé mi decisión— informó Theo desde de unos segundos se silencio.

— ¿Qué clase de decisión tomaste?— preguntó el azabache serio.

—Me entregaré a Benjamín y acabaré con todos esto de una vez por todas— dijo con total decisión, sin despertar ni un segundo su mirada dorada de sus ojos color esmeralda, quería pensar que esa no sería la última vez que la vería.

— ¿Qué acaso mi opinión no cuenta? ¡No te dejaré hacer eso! Theo, él no está bien, él hará cualquier cosa para tenerte ¡así sea mantenerte encerrado por el resto de tu vida obligándote a hacer quién sabe qué cosa!— alzó su voz evidentemente alterando, Theo sólo continuó con su mirada "calmada".

—No te estoy pidiendo que me acompañes o que aceptes mis decisiones, sólo estoy diciendo do que estoy harto de todo este asunto, de estar huyendo y hacer que las demás personas sufran por culpa mía— bajó su mirada y vio la herida de Lucca, su pierna si siquiera estaba realmente tocando el suelo, la tenía levemente alzada para que no tuviera nada de presión en ella, Theo suspiró con fuerza— Estoy cansado de esto...— murmuró débilmente.

—Todos lo estamos, pero no puedes sólo ir y hacer una locura, espera un poco más, encontraremos la forma de salir de esto sin que salgas lastimado...—

— ¡POR QUE NO ME DEJAS HACER ESTO POR TI!— explotó de repente el gitano, logrando ganarse una mirada sorprendida no sólo de Lucca, sino también de parte de Damian y Wim quienes voltearon de inmediato a verlos— ¡Entiéndelo, estoy asustado! ¡Tú ya estás herido por defenderme y sólo es cuestión de tiempo para que ellos dos también lo estén!— señaló en un rápido movimiento en dirección a ambos espectadores— ¡O muertos en el peor de los casos!— sollozó un poco dejando escapar algunas lágrimas y Lucca trató de acercarse, pero Theo dio a un par de pasos atrás— No quiero que me protejan... Si los pierdo a todos ustedes yo...Yo... Estaría sólo y sin nadie, no habrá un sólo día de mi vida en el que no me lamente por eso, pues la culpa no me dejaría olvidar que fue por causa de mis problemas que ya no están— apretó sus puños con fuerza mientras temblaba ligeramente.

—Theo, eso no pasara... Estaremos contigo pase lo que pase— trató de animar Wim.

— ¡Ese es el problema!...No los quiero conmigo...No ahora— su voz volvió a quebrarse ligeramente. Los tres mayores miraban a Theo fijamente, notando como temblaba, sollozaba y dejaba caer sus lagrimas una a una — Voy a hacerlo, aunque ustedes no quieran...— terminando de decir estas palabras salió corriendo sorprendiéndolos.

— ¡Theo! — gritó Lucca.

— ¡Theo vuelve! — le siguió Wim, pero el castaño no tenía ninguna intensión de querer detenerse, y así lo hizo, aún fuerza del lugar, en ningún momento se detuvo.

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Notas finales:

Holi :'D

Amm... Vorví :B

Odienme, les doy permiso :'v

Bueh...Ya me voy :'B

Gracias por leer.

No vemos... No se cuando :D

Bye uwu

Nos vemos >wo

Besos <3


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