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Gitano por Midori-Hikari1312

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Notas del capitulo:

Ah... Hola o3o

Ehh....Volví (?)

Lamento la espera u.u

A leer! QuQ

Enfurecido se encontraba el embajador del pequeño pueblo a las afueras de Inglaterra al ser informado de que su prisionero había podido escapar.

Benjamín no siempre fue odiado, no solía ser un hombre rudo, la verdad era muy tranquilo y poco buscabas las discusiones, pero su puesto le obligaba a ser de esa forma, tanto así que ya se volvió parte de su personalidad.

La primera vez que Benjamín vio a Theo el todavía era un niño. Debía tener unos 9 o 10 años, y a pesar de tener ya algunos años ganándose el puesto de embajador, que podría estar a la misma altura que una clase de presidente, nunca había visto a ese niño, por lo que de inmediato supuso que era un gitano que había llegado hace poco tiempo, personas que hasta la fecha no se había dado el lujo de conocer.  Esa fue la primera que en su vida que él, un hombre de treinta y dos años de edad, se había interesado por alguien tan menor.

El niño tenía un aura de inocencia que simplemente lo atraía de diferentes maneras, sus hermosos ojos dorados eran tan cautivantes, su piel morena y tersa se le hacía tan deliciosa, y como siempre tuvo esa fascinación por el baile, la forma tan experta y a la ver torpe en la que movía su cuerpo al bailar lo hacían pensar aún más que estaba loco… Loco por poseer ese cuerpo tan joven e inexperto en “cosas de adultos”.

Dejó de lado sus creencias, a su Dios y a su santidad, llegando a importarle casi nada que el niño fuese de su mismo sexo, aparte de ser eso, un niño; consciente de que esa clase de relaciones se penalizaba con muerte en un tiempo tan reservado y sin experiencia como el que ellos vivían, y esa clase de movimientos tenían que hacerse por debajo de la mesa, ocultos del mundo…

Y se acercó al pequeño de forma disimulada. Una pequeña caída, un tropiezo, un pequeño dulce de su parte al hacerle pequeños mandados sin importancia, cosas diminutas para que la gente no notara la forma tan descarada con la que lo comía con la miraba, estaba tan cerca, pero a la vez tan lejos de ese niño que se les hacía casi invisible para las personas el ver sus verdaderas intensiones.

Benjamín pensó que la absoluta falta de padres de parte del pequeño le haría más sencillas las cosas, y a pensar de ya tener una prometida de hace casi cinco años, la cual amaba bastante, no le importaba el poseer el cuerpo de un niño y cumplir sus fantasías, pero estaba equivocado. A pesar de no ser muy mayor, tan sólo unos cuantos años más que Theo, que era el nombre de ese joven gitano y el causante de sus fantasías, tenía un hermano, el cual lo seguía como uña y mugue a todas partes.

Muy bien podía hacerle lo mismo que Theo a ese chico también, no debía de llegar a los 15 años de todas formas, pero es que el sentía atracción por el pequeño, el más joven, el más vulnerable de los dos, y a pesar de ser hermanos y tener casi el mismo atractivo, Theo tenía algo que lo enloquecía.

Lo observó por años, observó como jugaba, como crecía, como dormía, como su inocencia se iba apagando poco a poco hasta ser casi nula, el convertirse en una persona astuta y juguetona, al mismo tiempo molesta y atrevida, le caso mucha gracia, sabiendo como él solía ser de niño. Pero nunca tuvo la oportunidad ni la valentía de cumplir sus descarados deseos con su cuerpo, y sabía que por dentro, debajo de toda esa confianza y esa forma tan peculiar de adaptarse con cada persona, Theo seguía siendo el mismo niño indefenso e inexperto que deseaba tener entre sus brazos

El día que murió su esposa fue trágico, el día más doloroso e inolvidable de su vida. Al enterarse de que, las sucias personas que habían matado a su mujer fueron gitanos, comenzó a odiar a su raza de tal forma que no podía ver ninguno sin sentir odio, y esto lo puso entre la espada y la pared, pues su amado Theo, era uno de ellos, era un gitano, pero al mismo tiempo el era ese mismo niño que hasta ahora no había salido de su cabeza.

Quería matarlo, pero al mismo tiempo quería amarlo de una forma algo sádica. Tal vez maltratarlo con caricias bruscas y besarlo por completo, rascuñar su piel y marcarla con sus besos, violarlo sin cuidado pero hacerlo gemir por más. Estaría odiándolo y al mismo tiempo amándolo ¿o no?

 

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-¡Quiero a todos y cada uno de los guardias buscándolo! No me importa si tienen que destruir el pueblo piedra por piedra ¡Quiero que lo encuentren!-  gritaba enfurecido en castaño oscuro a todos sus empleados, Lucca llegó segundos después extrañado por tan conmoción, pero luego recordó que Theo había desaparecido y todas las piezas tuvieron sentido.

-Señor- llamó Lucca captando la intensión de Benjamín, este tenían una cara de completa molestia, por lo que bajo la mirada para editar enojarlo más.

-¡¿Dónde estabas?!- preguntó de inmediato el embajador.

-En mi habitación, pero ¿Qué sucede aquí?-

-¿Qué sucede? ¡¿Qué sucede?! ¡Theo, eso sucede!- gravó el embajador- ¡Mientras usted estaba en su habitación haciendo quien sabe qué cosa, el gitano puso escapar!- aclaró viéndolo con su total enojo.

-¿El gitano escapó?- fingió completa demencia.

-Y es por eso que llevó tiempo buscándolo, necesito que reúna una propa y que vaya a buscarlo con ellos, yo los acompañare, iremos a cada casa que tenga historial de hospedaje de un gitano, es probable que ellos sepan dónde está mi Theo- terminó de decir y se fue de nuevo seguramente a su despacho, Lucca trató de ignorar el adjetivo que utilizó para describir a Theo, pero es que simplemente no puso, le molestaba que hablara así de Theo, mucho más sabiendo la forma tan descara en la que lo miraba, que ni siquiera él había llegado a ese punto aún.

Acatando al orden de Benjamín llamó a un grupo de unos 6 guardias contándolo a él y fueron a buscar al gitano sobre sus respectivos caballos. Pasaron cerca de la iglesia y Lucca puedo ver como con brusquedad sacaban a Wim del lugar, quiso detenerlos pero Benjamín lo vio y se dirigió a ellos.

-Señor, encontramos a este gitano en lugar del que buscamos. Según los guardias del norte, el ayudo a Theo a escapar- informó uno de los guardias el cual tenía el cabello rubio mientras que sostenía bruscamente al castaño.

-Tráiganlo aquí- ordenó Benjamín sin bajar de su caballo, los guardias que sostenían al gitano acataron la orden y arrastraron a Wim hasta quedar justo frente a Benjamín. El castaño desvió su vista fugazmente hacia Lucca, quien estaba al lado del embajador unos pasos más atrás, una mirada algo cómplice que hasta ahora sólo ellos entendieron, luego, de la forma más disimulado posible, Lucca asintió con su cabeza al gitano y apartó la vista para no verse muy sospechoso. Por desgracia para muchos, Benjamín notó esto, pero decidió dejarlo pasar sólo por ahora- *Él sabe algo…* - se dijo a sí mismo viendo al capitán de reojo, y dirigió su vista de nuevo al castaño- ¿Dónde está tu hermano?- preguntó directamente y Wim rió un poco.

-Como si fuera a decírtelo- escupió en el suelo viéndolo con odio. Benjamín sólo hizo un ligero movimiento de cabeza y le propinaron un golpe en la mejilla. Wim vio estrellas por unos segundos pero sacudió un poco su cabeza. Lucca lo miró preocupado, pero al tener la vista de Benjamín sobre el sólo apartó la mirada de nuevo.

-¿Dónde está Theo?- volvió a preguntar pero estaba vez con voz más autoritaria y arrastrando un poco las palabras.

-Si…Si supiera, tampoco te lo diría- rió confiado- Podrás matarme infeliz, pero de mi no saldrá ni una palabra- informó con seguridad el menor.

-Eso ya lo veremos- contraatacó Benjamín- Llévenselo al calabozo. Esperará ahí hasta que encontremos a su hermano y decidamos que hacer con ambos, mientras tanto, les doy permiso de que se diviertan con él- Benjamín sonrió de forma torcida y algo escalofriante hacia Wim, este pareció tensarse ante las palabras de Benjamín y la forma en la que ahora los guardias comenzaron a mirarlo, tenía miedo, y Lucca estaba comenzando a desesperarse con las ordenes de su superior.

-Me enfermas, jodido infeliz. ¡Ojala te pudras en el infierno!- gruñó Wim al embajador por causa del miedo que podía verse en su mirada, que sólo le permitían demostrarlo con total rabia mientras ambos guardias tratan de arrastrarlo para llevárselo.

-Señor, si me permite, yo puedo llevar al gitano al calabozo, podré vigilarlo y que no escape- ofreció Lucca de forma apresurada, Wim lo miró curioso y al mismo tiempo aliviado, pero Benjamín lo miró con indiferencia, y en cierto parte también con desconfianza.

-No, capitán. Usted vendrá conmigo y me ayudará a encontrar a Theo. Los demás guardias se encargarán de él. Andando- después de decir eso comenzó alejarse. Lucca casi con desesperación miró de nuevo a Wim, el cual era nuevamente arrastrado por los dos guardias que lo sostenían. Wim volteó a verlo como puedo y asintió con la cabeza de forma segura y mirada decisiva. Lucca captó completamente lo que quería decir con eso.

“No te preocupes por mí. Encuentra a Theo, rápido”

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Ya había entrado bastante la noche, debían ser no más de las ocho, o eso pensó Lucca. Llevaban horas buscando al gitano y éste nada que aparecía. Casi habían buscado en cada casa donde era posible que un gitano se hospede, o en este caso se esconda, pero ninguno tenía prueba suficiente para lograr que Benjamín no se enoje y a cada una de las familias les diera arresto domiciliario hasta que Theo apareciera.

El capitán estaba que echaba humo por las orejas. Realmente estaba molesto por la forma tan egoísta y hasta inmadura en la que Benjamín actuaba sólo porque unas personas completamente inocentes no saben dónde está un supuesto criminal. Era ridículo.

-Lo veo muy callado capitán- comentó el embajador cuando iban de camino a tal vez la ultima casa del pueblo. Benjamín lo miraba de forma extraña, pues con lo que pasó con Wim, había notado un comportamiento inusual en él, y estaba seguro de que no era nada bueno, mucho menos tratándose de su repentina cercanía hacia lo que era suyo- ¿Sucede algo?- preguntó el hombre mayor.

-Con total respeto Señor, preferiría abstenerme a decir algo.

-¿Tiene que ver con el gitano de hace rato?- insistió

-Para nada.

-¿Hay algo que quiera decirme?

-En lo absoluto- Lucca tenía una mirada fría y no era dirigía realmente a nada, sólo miraba al frente y seguía con su camino.

A pesar de que Benjamín quería seguir preguntando y terminar sacándole casi a la fuerza la verdadera razón de su enojo, lo dejó tranquilo, no era el momento aún, sólo debía esperar y la verdad saldrá por sí sola.

Al terminar esa extraña conversación con su superior, Lucca se quedó realmente inquieto. Quería ir a vigilar que nada malo le pasará de Wim, pero al mismo tiempo quería ir con Benjamín y cerciorarse de que no encontraran a Theo antes que él.

Es azabache suspiró con pesadez el mismo tiempo que pasaba una de sus manos por su rostro completamente preocupado, pero algo lo hizo dejar de pelear con su propia mente, un pequeño golpe en la espalda, volteó a mirar por sobre su hombre y no tenía nada ni a nadie, pues ahora era el último de los guardias en la fila. Otro ligero golpe esta vez a un costado de su cuerpo, miró el lugar que era cupiera por su armadura extrañado y detuvo su caballo, miró alrededor y casi salta al divisar detrás de una clase de muro derrumbado los ojos dorados de Theo. Este lo llamaba con su mano lo más discretamente posible y miraba a ambos lados esperando que no lo vieran. Lucca miró hacia el frente, dándose cuenta de que nadie había notado su forma extraña de actuar, e igual de discreto se encaminó hacia el muro, bajó del caballo de forma apresurada y se escondió detrás. Lo primero que hizo al ver a Theo fue cumplir esa extraña necesidad de abrazarlo, con todas sus fuerzas, Theo no dudo un segundo con corresponder el abrazo al mismo tiempo que soltaba un ligero suspiro.

-Demonios ¿Dónde estabas? ¿Acaso quieres matarme de un susto?- preguntó Lucca casi en un gruñido sin separarse del chico.

-Alguien se preocupa demasiado~-  rió un poco pero se detuvo por la forma tan brusca en la que Lucca cortó el abrazo al mismo tiempo que lo miraba extrañado.

-¡Por supuesto que me preocupo!- reclamó sosteniéndolo de los hombros y mirándolo fijamente- No lo entiendo. No llevó dos días de conocerte y creo que voy a morir si vuelves a desaparecer así- su mirada tembló ligeramente, tal vez por el miedo de volver a alejarlo y que las cosas empeoraran aún más, o quizás, por la posibilidad de que el simple hecho de decir con libertad sus sentimientos lo hagan cavar su propia tumba. Preocupado, bajó la cabeza, pero casi de inmediato volvió a subirla pues el gitano lo tomó de las mejillas para que lo mirara de nuevo.

-Cálmate ¿quieres?- rió ligeramente Theo mirándolo con cariño- No es necesario que lo entiendas, pues yo tampoco lo hago y me siento exactamente igual. Sólo…dejemos que fluya sin importarnos nada ¿Te parece?- animó regalándole una sonrisa cálida. Lucca sonrió de nuevo y notó como el gitano fue acortando la distancia entre ellos, colocó sus manos en la delgada cintura del más joven y sucedió lo que ambos posiblemente hayan estado esperando desde el primer momento en el que cruzaron sus miradas. Un beso lento, tímido. Sus labios se movían en total sincronía con los contrarios. Era peligroso, era indebido, pero sin duda no tenía una sola pisca de arrepentimiento.

Al separarse ambos suspiraron complacidos antes de hacer un gesto algo torpe, Theo soltó una ligera risa mientras que Lucca sólo sonrió, parecían un par de niños que acababan de dar su primer beso a la inocente edad de 6 años. Grandes y sinceras sonrisas estaban dibujadas en sus rostros y sus frentes juntas por el capricho de permanecer más cerca.

-Demonios...Lo olvidé- bufó Lucca alejándose un poco de Theo terminando con el “romántico” momento ganándose un mirada extrañada de parte del castaño- Wim…Lo encontraron y lo llevaron a la corte. Benjamín dio la orden a los guarias de…- casi le daba asco el simple hecho de mencionar esa palabras- Hacerle lo que se les vinieran en gana. Traté de ir con ellos pero ese lunático no me dejó-finalizó con una mirada preocupada. Theo abrió los ojos tanto como pudo y lo miró igualmente preocupado, se paso las manos por el cabello casi al borde de la desesperación antes de volver a ver a Lucca angustiado.

-Por favor dime que uno de esos guardias era pelirrojo de ojos claros- suplicó el menor.

-Creo que sí, ¿pero eso que importa?- vio como Theo se llevó las manos al pecho y suspiró con total alivio- ¿Me perdí de algo? No entiendo- insistió el más alto y Theo volvió a colgarse de su cuello.

-Wim estará bien, no te preocupes. Para ser sincero, no fui el primero de los dos en interesarse por un hombre con armadura- comentó divertido y Lucca un poco más tranquilo colocó sus manos en su cintura de nuevo.

-Al menos él está a salvo. No sé qué haremos contigo- comentó ya fastidiado de tanta persecución y tanto estrés por sólo un jodido capricho del Benjamín hacia Theo.

-Por ahora sólo vete. Me iré enseguida a tratar de buscar a Wim, mientras tanto, sigue haciéndotelas de niño bueno- le giñó un ojo de forma coqueta, pero de nuevo Lucca estaba inquieto.

-¿Acoso está loco? Si te acercar siquiera 20 metros de ese lugar podrán atraparte- regañó

-Tranquilo. Se lo que hago. Ahora vete- ordenó Theo con una sonrisa. Por una parte eso tranquilo a Lucca, pero por otra no, pues seguía con ese temor de no poder estar ahí para evitar cualquier cosa que le pueda suceder al menor de los castaños.

Dando un suspiro de resignación, Lucca montó de nuevo su caballo y salió de su escondite de la forma más disimulada posible. Sin embargo, a unos cuantos metros se hallaba uno de los guardias esperándolo. El capitán permaneció lo más calmado posible al momento de llegar junto al caballero.

-¿Qué hace aquí?- preguntó el capitán.

-Eso mismo me pregunto Capitán. El embajador al no encontrarlo me mando en su búsqueda- explicó con expresión seria el guardia.

-¿Que ahora tengo que pedirle permiso para ir al baño tal como un niño pequeño?- interrogó con mirada pedante.

-No lo creo. Pero supongo que el baño estaba muy entretenido, considerando el modo en el que se colocó a hablar con él, Mi Capitán- habló con una ligera sonrisa el guardia y Lucca casi sintió atragantarse con su propia saliva. Comenzó a sudar frió temiendo que ese guardia fuera con el chisme y él terminaría por matar por primera vez en su vida.

-Yo no…-

-Capitán- interrumpió el guardia- No es el único en rompen reglas ni desobedecer a Benjamín, a pesar de que a muchos los hayan atrapado, pero algo es seguro; Theo es demasiado incluso para un hombre- siguió con su mirada fija en Lucca y comenzó a andar su caballo, Lucca no tuvo más opción que seguirle pues había comenzado a hablar de nuevo-  Muchos de nosotros estamos conscientes de la belleza del gitano, a pesar de ser un hombre, su figura ceñida y su cara de ángel caído del cielo nos hace dudar un poco, sin embargo nadie ha logrado su cometido, mucho menos Benjamín, y a pesar de que trata de ocultarlo, se nota a leguas que lo perdido que está por ese gitano-

-¿A dónde quiere llegar con eso?- preguntó ya algo fastidiado de tanta habladuría, y que aún no le diga si va a contarle todo a ese desgraciado embajador.

-Ninguno de nosotros ha conseguido acercarse a Theo tanto como usted, en el festival de hoy, muchos se habrán sentido celosos en lo más profundo de sus cabezas por la soltura con la que hablaba con usted a pesar de ser un guardia de la corte, pero en cierta forma es como una clase de héroe para nosotros. Todo el mundo conoce a Theo, y se le ve muy interesado…Con usted- finalizó el guardia.

-Ya me han dicho…- murmuró en un suspiro recordando al mayor de los castaños.

-Por eso, manténgase tranquilo. No le diré nada a Benjamín, principalmente porque ya tengo experiencia en ocultar un secreto tan peligroso con mis colegas del trabajo- el chico sonrió de forma tranquila mientras lo veía, el pelinegro supo que se trataba de Wim y la persona que Theo le comentó, por lo que se quedó tranquilo después de eso mientras le seguían el paso a Benjamín.

En ese mismo momento en otro lugar más alejado, para ser más exactos, en el calabozo de la corte real, Wim llegaba junto con sus guardias verdugos quienes aún continuaban sosteniéndolo con nula delicadeza, al menos uno de ellos. Fue literalmente lanzado dentro de la que ahora sería su celda, y ambos guardias lo miraban, el pelirrojo con tranquilidad, mientras que el rubio lo miraba como si quisiera comérselo. El primero en tratar de acercarse fue el rubio.

-Bueno, yo quisiera ser el primero en…- en su caminata hacia el Gitano, el pelirrojo de cabello rizado lo detuvo poniendo una mano en su hombro, borrando la sonrisa del rostro de el de cabello claro. Wim sólo miraba la escena esperando algo.

-Largo- ordenó el más alto de los dos guardias.

-Pero…Benjamín dijo que…- fue interrumpido de nuevo de forma brusca al igual que un apretón demasiado fuerte en su hombro.

-Benjamín no me importa. He dicho largo…- su mirada azul se oscureció y miró al chico rubio enojado- Si lo tocas, será sobre mi cadáver, animal- habló entre dientes para hacerse más de temer. Wim sonrió un poco por su actitud tan repentina.

-¿Porqué lo defiendes tanto? ¡Es un gitano!- preguntó ya enojado el guardia.

-Demonios, Damian. Sólo sácalo, es muy molesto- reclamó Wim mirando al pelirrojo con un seño un poco fruncido.

-¡¿Qué dijiste, Gitano insolento?!- El pelirrojo acató la orden y guió al rubio que seguía reclamando diciendo que no quería dejarlo hacer las cosas él sólo, y luego terminó fuera del calabozo sobándose la nariz pues le habían cerrado la puerta en la cara -Gracias al cielo- dijo Wim tratando de levantarse del suelo con las manos esposadas. El guardia llego hacia él y lo ayudó con la acción- Sabes, en este momento quiero matarte, ese golpe realmente me dolió- se quejó dejándose sostener por las manos del más alto.

-Debía ser real o Benjamín me miraría igual que hizo con aquel sujeto- explicó con una sonrisa algo extraña, ganándose un traspié de castaño.

-Ja-Ja, que gracioso. Desátame de una vez- dijo de forma sarcástico. Saltó ligeramente cuando las manos del guardia lo acariciaron con descaro- ¡Hey, no es momento para esto!- reclamó removiéndose un poco entre las manos del pelirrojo- ¡Damian!-

-Cálmate un rato ¿sí?- susurró en su oído.

-¡No lo haré! Theo está afuera siendo perseguido por todos los malditos guardias de la corte, si lo atrapan Benjamín tendrá lo que quiere- reclamó nuevamente el más bajo.

-Buen punto. Pero yo tengo otro…- lo empujó hasta hacerlo caer de nuevo en el suelo- Es una orden del embajador, debo castigarte- rió de forma juguetona entrecerrando un poco sus ojos azul claro, Wim se sonrojó, perdido en esa linda mirada que desde el primer momento lo enloquecieron, y también sonrió un poco.

-Por favor ya no juegues, esto es enserio- se sentó de nuevo y Damian hizo lo mismo soltando sus manos para luego abrazarlo- Estoy muy preocupado…- murmuró abrazando de igual forma al pelirrojo.

-Lo sé, Wim. Tranquilo- le acarició sutilmente el cabello mientras es menor se ocultaba en su pecho- Sabes que Theo es fuerte, el podrá con esto- animó el pelirrojo.

-Eso espero…-

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Notas finales:

Hola de nuevo! uwu

Realmente lamento mucho la espera, sé que la ultima vez les dije que trataría de no tardarme tanto en actualizar, y miren lo que pasó :'v

Casi dos meses sin actualizarles u.u

Lo shento! QnQ~

Bueno, les venía a avisar que en el capítulo que sigue hay lemmon 7u7~

Como no estoy segura cuanto me tardaré pues la verdad suelo tardar un poco en escribir lemmon, no les diré para cuando es qwq

Pero por si acaso pásense por aquí al menos una vez por semana xD

Suelo actualizar los fines de semana, hoy es porque terminé el capitulo ayer en la tarde pero no tenía internet :3

Comentarios son bien vistos y se agradecen bastante uwu

Sin comentario no hay cao >:v

Nos vemos >wo

Besos <3

 


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