Desde el encuentro con Key en las afueras del departamento, poco antes de comenzar sus actividades, desde aquel día todo era diferente. No entendía cuando fue que su amistad comenzó a cambiar, bien, probablemente si lo sabía, pero ¿Por qué este no quería hablarlo con él? Estaba siendo un idiota, lo peor era que lo sabía, sabía que todo era su culpa, que por él Key no quería acercarse, había arruinado su amistad con la simple curiosidad de probar sus labios.
Así es, ahora lo llamaba curiosidad, se negaba a sentir algo por el menor, ¿Cómo podía sentir algo por un hombre?, no tenía lógica, mucho menos cuando se trataba de su mejor amigo. Aunque por más que lo negara, había pasado noches pensando en su encuentro, como Key llego a excitarlo de tal forma en la que no tuvo más remedio que masturbarse en su nombre. Se sentía culpable por usar la imagen del menor, en todo lo que imagino… Por algo tenia culpa. A veces los fanfics no eran de gran ayuda, ya que su imaginación la dejaba llevar bastante bien.
Por otra parte, Sekyung… Aun no podía creer su cita, no sabía cómo describirla y en realidad tampoco por donde empezar para contarle cada detalle a los demás. Al llegar todos le recibieron a excepción de la diva. Se sentó en el sofá victorioso a la espera de que este apareciera, no podía dejarlo nada más, su mejor amigo debía estar ahí para apoyarlo, Key sabia sus gustos, sabia cuanto le atraía la actriz, debía al menos estar presente para apoyarlo en un gran progreso de su vida. Después de pensar de trainers que jamás lograrían tener una novia idol y mucho menos actriz, para que hablar de modelos, era una fantasía, pues entre charlas habían llegado a la conclusión que muchas de esas relaciones eran simple pantalla, un efecto que quería causar la empresa para cubrir o no mentiras, con el tiempo lo comprobaron más, las relaciones de celebridades no siempre eran reales.
Miraba la puerta esperando ver la silueta del menor salir por ella, pero no sucedió en ningún momento. Los demás le llenaban de preguntas mientras el mantenía la mirada en el marco de esa puerta, entre sonrisas, estaba vez fingidas, se sentó en el sofá dándose por vencido; Kibum no vendría. Tomo aire y suspiro suave, no podía arruinarle el día, después de una cita como esa, tenía altas expectativas a cumplir con la mujer y era por tener una conexión que no pensó tener antes. Si bien conocía a Sekyung por medio de dramas, no pensó que esta fuera tan sencilla, dulce y tierna fuera de las cámaras. Romper el silencio al verse había sido lo más complicado, pero luego de tocar un tema, aunque un poco vergonzoso para él, ya que trataba justamente de su declaración por el programa Hello Baby, todo se volvió más natural. Hablaron bastante, ya sea de su trabajo como su vida personal, lo cual le llevaba a pensar... Había nombrado a Kibum más de una vez.
—Woah Hyung, ¿Tendrás otra cita con ella? — Pregunto Taemin quien estaba sentado en el suelo.
—Eso quiero. —Respondio en una risa.—Tengo su número
Todos celebraron sacando más sonrisas en su rostro.
—Por cierto.— Interrumpió su líder.— Tienes claro que esto debes hablarlo luego con Lee Soo man, ¿No?
—Si, lo se. Pero no creo que sea necesario por ahora. —Dijo en respuesta antes de mirar una vez más a la puerta.
Tomo aire y solto un suspiro, su expresión de felicidad la cambio por una más desanimada.
—¿Dónde esta Key? — Pregunto finalmente.
—Key hyung se ha sentido muy mal durante la tarde. — Respondió Taemin.
—Esta asustándonos, de hecho con Onew hyung pensábamos en llamar al manager, deberíamos llevarlo a un médico. — Dijo Minho.
—¿Esta enfermo? —
El líder simplemente asintió.
Key no era de enfermarse y quedarse sin hacer nada, odiaba enfermarse y perderse todo, aunque tampoco era de llamar mucho la atención, ni menos decir que estaba enfermo, prefería tratarse sin decir nada, ¿Tan grave seria que estaba encerrado en la habitación? Se preocupó de inmediato, pese a no haber hablado ya en días, lo extrañaba, y necesitaba decírselo, era su mejor amigo, no podía estar alejado de el.
Mientras los demás aprovechaban el momento para ver la televisión, dio el aviso para ver a Kibum, con la finalidad de que estos no ingresaran a interrumpirles, pues sabía que de charlar no sería una conversación que los demás debieran escuchar, aun le era difícil pensar que algún día se enteraran de sus encuentros con Key. Encuentros en los que sus labios se desahogaban sobre los otros, a roces mientras sus manos inquietas no podían dejar de acariciar el cuerpo ajeno. Dios, necesitaba tener el cuerpo de Kibum entre sus brazos.
Ingreso a la habitación encontrándose con un bulto en la cama, escuchaba la respiración relajada de este, más no sentía alguna queja o algo parecido, pero este tampoco daba la señal de encontrarse despierto. Se acercó quitando su abrigo dejándola a un lado sobre la cama de Minho hasta llegar al menor. Una vez a su lado su mirada se fijo precisamente en sus ojos, comprobando que este se encontraba realmente dormido. No hizo nada más que soltar un suspiro suave, realmente esperaba poder hablar con el pero estaba totalmente dormido.
Se sentó a su lado sin cuidar de no despertarlo, aun así este no se movió en absoluto, estaba en un quinto sueño, sería difícil despertarlo. Observo su rostro un largo momento soltando una vez más un suspiro. Dicen que los suspiros son palabras que guarda el corazón. ¿Qué tanto tenia guardado para Key que estaba suspirando cada segundo?. Llevo su mano con lentitud hasta sus cabellos y lo acaricio con delicadeza. Tan suave, tan hermoso.
—¿Realmente te gusto?... —Susurro.
Soltó una vez más un suspiro. En definitiva tenia mucho que decir, pero nada saldría de sus labios.
—Te extraño. —Logro pronunciar con la desesperación de los suspiros queriendo dejar salir más de él.
Por la mañana se levantó con una gran pereza, había descansado muy poco, odiaba tener que despertar tan temprano para cumplir todos los horarios, necesitaba un respiro, pero las promociones continuaban y las actividades no tenían descanso. Se levantó y vistió como de costumbre, ya con todos desayunando el llego ultimo para sentarse en la mesa con estos. Fue servido por Kibum agradeciendo con una sonrisa, le encantaban los desayunos preparados pro este, pero lo que más le tranquilizo fue ver una suave sonrisa en los labios contrarios al momento de saludarlo. Por un momento pensó que todo volvería a lo de antes, ansiaba hablar con su mejor amigo sobre Sekyung, que realmente era la mujer que estaba soñando e imaginaba. Pero no todo podía ser siempre como lo creía.
Con los días Key era más cercano a Taemin, todos lo creían la madre del menor, aunque ni siquiera lo trataba como un bebe, Kibum y Taemin parecían ser más cercanos para bromear y pasar el rato, pero sin duda le era molesto, cuando el debía ser quien pasara más tiempo con Key. Incluso al momento de sentarse juntos en la van, Kibum esperaba a sentarse adelante, lejos de él. ¿¡Por qué mierda lo evitaba!?.
El por su parte, seguía con sus llamadas y mensajes a Sekyung, era muy tierna, enviaba fotos las cuales le sacaban una sonrisa, sin duda era una linda mujer, no podía perder la oportunidad de estar con ella. Habían quedado de salir un par de veces más, en sus apretadas agendas, ella con un drama en grabación mientras que ellos se encontraban en plenos ensayos y grabaciones del álbum repackage de Lucifer. Una canción de amor seria la que les daría el comeback a los escenarios, sin duda estaban bastante ocupados, pero le importaba tomarse unos minutos para ver a Sekyung. Y así fue. Una nueva cita con esta donde fueron a beber unas tazas de café a un lugar poco habitual, la idea era que no les reconocieran.
—¿Todo bien con Key? — Pregunto ella mientras bebía un poco de café.
—La verdad.. No—Dijo en una suave risa. — Aun me ignora, en realidad no sé qué le sucede.
—¿En serio?, por las noticias que he visto de ustedes no parecen distanciados. —
—Bueno, actúa normal. Pero soy su mejor amigo, sé que las cosas no están bien. —Tomo la taza y la llevo a sus labios.
—¿No recuerdas cuando se molestó? —Pregunto la mujer.
—Hm.. Fue cuando…—Hizo una pausa.
¿Cómo debía tocar ese tema? No podía decirle directamente que fue el dia en el que intento como todos besarlo, tocarlo y que este le rechazo, claramente no era normal, nada normal. Realizo una mueca con sus labios, debía al menos fingir no recordarlo.
—No, ni lo recuerdo.. —Mintió.
—Has estado bastante preocupado por él. —
—¿Por qué lo dices?. —
—Key es el tema de conversación casi siempre. —Rió leve. —
—¿Eh? —
—¿No has notado que siempre me hablas de él? —
—No, para nada. —
Estaba sorprendido, por un momento quiso tomar su móvil y revisar toda la conversación, pero seria demasiado sospechoso, de seguro lo haría de vuelta a casa, en ese momento solo se reia de lo nervioso.
—Es tu mejor amigo, lo entiendo, descuida. — Respondió tranquila Sekyung, —Me ha gustado verte hoy…
—A mi también. Deje pasar mucho tiempo para verte otra vez. —
La mujer nada más asintió.
Termino pagando todo y llevando a Sekyung de la mano. Si, de la mano. El momento había sido tan extraño en un principio, pero se sentía bien, debía admitir que tener a la chica que le gustaba de la mano provocaba que su corazón se moviera. No podía dejar de pensar lo hermoso que sería tenerla siempre con él, más sus horarios no eran los mejores para conseguirlo.
Hubiera sido más cómodo tener su licencia de conducir para llevarla a su casa, más aun no le era posible sacarla con tanto trabajo, por lo que fueron llevados por un chofer de la empresa, al menos tenían la posibilidad de contratarlos ellos por su parte para tener salidas como esa. Pero deberían tener una especie de vidrio polarizado desde la parte trasera del vehículo, ya que con suerte logro acariciar las manos contrarias, mucho menos lograría abrazarla.
Ya frente a la casa de la mujer, bajo del vehículo para dejarla frente a la puerta. Esta miraba sus ojos mientras sostenía en sus manos su bolso frente a sus piernas, una típica acción que realizaban todas las mujeres cuando estaban nerviosas. La despedida, finalmente fue una diferente, no se contuvo a besarla, necesitaba probar los labios de esta aunque sea en un roce suave de ellos, un simple beso, un contacto nada más.
De camino al departamento, debería estar pensando en lo increíble que fue el beso, que tan lejos en el espacio lo había llevado, que tanto hizo latir su corazón, tantas cosas que debería pensar en vez de lo que pasaba exactamente por su cabeza. Ese beso, ese beso… No se compraba al contacto con los labios de Kibum. Estaba acomodado contra la ventana mirando el camino, más no prestaba atención a ningún lugar, su cabeza solo tenia la imagen de el besando a kibum frente a la habitación de Yoogeun, ese roce de sus labios, si, fue un simple roce pero se sintió tan diferente al contacto de sus labios con Sekyung. No diría que no le gusto porque estaría mintiendo, pero no fue tan satisfactorio como besar al menor, los labios de Kibum provocaron un efecto diferente en el, su corazón casi salía de su pecho, y esa sensación de querer más… Sekyung no lo logro.
Se detuvo a pensar una vez más frente a la puerta del departamento, no podía llegar con esa duda en su cabeza, aunque era tarde, probablemente todos estarían dormidos, al dia siguiente tenían ensayo y grabaciones, sus días libres estaban lejos, por lo que no pensó más y decidió entrar, una ducha ayudaría aún más. Pero una vez más, se equivocó. Al ingresar, ahí estaba, el ocupante de sus pensamientos, abrazado a Woohyun viendo una película con las luces apagadas. Ni la película, ni que este estuviera despierto, nada de eso le importo, pero que ese tipo estuviera en su lugar en el sofá, claro que le molestaba.
Encendió las luces obteniendo la atención de ambos protagonistas en el sofá. Su mirada fue directamente a Key quien se separó del abrazo contrario como si nada, incluso bostezo de lo cansado que debería estar, probablemente a punto de dormirse en plena película, mientras que el contrario estaba aun interesado en la trama, pues apenas le tomaba atención, seguía su mirada cada vez que podía a la pantalla del televisor.
—¿Qué hace aquí? — Pregunto.
—¿Qué no es obvio? — Bufo el menor. — Vemos una película.
—¿Dónde está Onew? — Se quejó.
—Aun no vuelve. —
—¿Y los maknaes? —
—En la habitación. —
Tomo aire y solto un suspiro pesado. ¿Por qué estaba tan molesto?
—Ya debes irte Woohyun. — Ordeno.
—¿EH? ¿Por qué? —Se quejo de inmediato Kibum. — Woohyunnie no se va. No quiero
—Ya es tarde, deben estar todos durmiendo cuando legue Onew hyung. —Dijo con aquel tono de voz en representación al líder.
—Yo quiero estar más tiempo con mi amigo. —
—Ya es tarde Key. —
—Ah claro. Tu estas con tu maldita novia y yo no puedo estar con mi amigo. —Bufó.
—No es mi novia. —
El menor rodo sus ojos y volvió a sentarse en el sofá.
—No te preocupes Key, ¿Nos vemos luego? ¿Si? —Dijo el contrario alejándose de ellos. — Por cierto, aun esta en pie la invitación. —Rio. — Te espero…
—¡Claro! No faltaré. —
¿Invitación? ¿A que? Y una vez más estaba molesto, ¿Por qué mierda hablaban en clave?. Tomo aire y resoplo. Escucho la puerta cerrarse y finalmente se acerco a Key, seguía molesto, sin razón alguna, al menos el no encontraba la razón por la cual molestarse, pero ahí estaba, solo con ver a Key junto con ese tipo… Osh.
—¿Por qué lo invitaste? ¿Qué pasa si lo ven?
—¿Ahora te importa quién viene o no al departamento.? —Dijo Key levantándose una vez más del sofá. — Te informo Hyung, que sales con una tipa, la vas a dejar, y los pueden fotografiar en las calles. Por mi parte salga o no con Woohyunnie, nos vean o no, no hara escándalo, somos amigos, salir, verse, pasar tiempo juntos es lo que hacen los amigos.
—Entonces, ¿Qué soy yo? — Dijo enojado.
El silencio reino de inmediato, Key nada más miraba sus ojos con aquellos labios apretado y una vez más recordó el beso con Sekyung, ¿Por qué existía una diferencia tan grande entre el roce de sus labios con los de Kibum? Mordio su labio inferior conteniendo su enojo, pero no podía, la presencia de Woohyun era molesta, y más que Key lo defendiera de esa forma, ¿Lo estaba comparando con el?
—Me ire a dormir. — Dijo seco.
Dolió. Dolió bastante no escuchar una respuesta por parte de Key, ¿Qué era ahora? ¿Una persona más? ¿Ya no era su mejor amigo?, ¿Por qué dolía tanto? Debía estar completamente feliz de besar a la mujer que tanto le gustaba, que podría finalmente ser su novia, lo había soñado hace mucho, pero, ¿Por qué no sentía esa felicidad llenarlo? Sentía un dolor tomar su pecho y presionarlo recordando que estaba vivo.
Por inercia, tomo la muñeca de Key y lo detuvo. Su mirada la mantuvo baja con una respiración lenta.
—¿Ya no soy nada? —Pregunto en una voz suave.
—No lo sé. — Respondió sin rodeos el menor.
—¿No lo sabes? —
Su mirada se elevó hasta encontrar la ajena. Pero este nada más negó a su pregunta moviendo su cabeza de un lado a otro.
—¿Ya no soy tu mejor amigo? —
—Es difícil responder ahora Jonghyun. —El menor desvió su mirada al suelo por unos segundos.
—Debemos hablarlo, llevamos ya un mes sin hablar Key. ¿Cuánto tendré que esperar? —
—¿Para qué? —Tomo una pausa. — Todo lo que dices es que fue un error. Pero no te entiendo. Si fue un error. ¿Por qué lo seguiste haciendo? ¿Por qué me diste más esperanza? ¿Eh? No te detuviste, incluso luego de saber lo que sentía.
—Pero Key... Somos… —
—Hombres. Mejor amigos, compañeros de grupo, hombres, ¿Qué tiene de malo?. —Pronuncio en seco Kibum. —
El silencio una vez más se hizo presente, más no duro demasiado, pues la conexión de su mirada parecía obligar a Key a hablar.
—Aun me gustas. — Confesó. — Y no, no es como crees, me gustas en serio. Como te gusta Sekyung. De esa forma.
¿Sorprenderse? Algo en él no se sorprendía, pero se sentía demasiado bien saber que Key aun tenia sentimientos hacia él, aunque no podía corresponderlos, estaba enfocado en tener una relación con Sekyung. Se sentía bien, saber que aun podía tenerlo cerca.
—Mantente alejado. Solo eso. —Dijo el menor. — No quiero saber de ti ni se esa tipa. Aun podemos ser amigos. — Aclaro.
—¿No vas a evitarme? —
El menor simplemente negó.
—Key… Si volveremos todo a lo normal. ¿Puedo?... —
Sin más, abrazo al menor, necesitaba sentirlo cerca una vez más, tenerlo en sus brazos, y para su buena suerte, este correspondió de inmediato, tal parecía que ambos se necesitaban el uno al otro. Un mes había pasado desde su último contacto y una charla decente. Sus manos estaban aferradas a la cintura del contrario, sus dedos acariciaban esta sin poder evitarlo, se sentía muy bien. Apenas se separo para ver el rostro ajeno, y esa cercanía, sin duda se convirtió en una maldición.
Era tan solo un abrazo, solo eso deseaba, pero los labios contrarios lo llamaban, ¿Por qué Sekyung no le produjo esa sensación? ¿Por qué era tan diferente sentir los labios de la mujer?. Estaba seguro de ser rechazado, pero no perdía nada con intentarlo, acerco su boca a la contraria, sentía la respiración ajena contra la propia. Era hipnotizante, Kibum no lo sabía, pero era la simple cercanía entre ellos la que lo atrapaba, lo peor era que no podía controlarse, era como si su cuerpo y su cabeza tuvieran una especie de complot en su contra, pues buscaban más y más cercanía en Kibum aunque estuviera evitandola. No se detendría, estaba seguro en lo que hacía, y era verificar lo que tanto estuvo pensando, los labios de Kibum, tenían un sabor diferente a los de la mujer, lo sabía, y no por ser personas distintas, sino que eran por el efecto que producían en el.
La puerta sonó con fuerza, Onew jamás había sido delicado a la hora de cerrar, sabía perfectamente que se trataba de él. Como siempre, fue arruinado su momento con el menor, al cual no podía hacer nada en absoluto, más que separarse lentamente de él luego de quejarse. Key le dedico una delicada sonrisa antes de alejarse, mientras Onew ingresaba finalmente a la sala con una sonrisa en sus labios y quejándose del calor que hacía en el lugar, era pleno verano, ¿Qué esperaba?