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Look at the Past por MiRoApril

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“Entonces no debe importarte que tu mejor amigo vaya a revolcarse a otras camas.” Esa frase estaba siendo la peor tortura que cualquiera podía darle. Imaginar a Key pasando la noche con Woohyun y no precisamente durmiendo, lo peor era de saber incluso posiciones en las que podía imaginarlos, no, quizás era peor imaginar los gemidos de Key con el nombre de ese tipo saliendo de sus labios en vez del suyo, definitivamente era peor imaginar como el cuerpo de este estaba siendo tocado por alguien más que no fuera él. Mierda, como lo enfurecía, su imaginación era su peor enemigo en ese momento.

 

Aquella noche fue una de las peores, había incluso ignorado los llamados de Sekyung, los mensajes y todo, no estaba de ánimos para contestar, sabía que de responder el móvil esta probablemente notaría su enojo, y no solo eso, en definitiva no estaba para hablar como un idiota enamorado, solo quería estar solo, era tanta su rabia que se quedó en la sala, Key debía volver, no podía quedarse a dormir en otro lugar, ¿Por qué le permitirían hacer eso?, confiaba en que este volvería, tarde o no, volvería, y ahí estaría esperándolo, para recibirlo, eso quería, recibirlo, sonreírle, abrazarlo. Mierda. Estaba celoso, no lo admitiría claramente, quizás si, pero esos celos eran por ser su mejor amigo, ¿No?,  tenía sentido, no quería ser reemplazado por alguien más, nadie podía ocupar su lugar, solo era él, el más cercano a la diva.

 

Las horas pasaron y sus ojos se cerraron, solos, por el cansancio. La última vez que había visto el reloj indicaban las cinco de la mañana, donde la esperanza por el regreso de Key se había perdido. El sol ya era molesto sobre su rostro, si no fuera porque tenía la frente caliente, y claro, el ruido de los demás por el departamento, no hubiera despertado, estaba cansado aun tenia sueño, agradecía que aquel era su día libre, quizás recordarlo no había sido buena idea. Su móvil sonó una vez más, estaba seguro de haberlo escuchado antes, seguramente había sido en sus sueños, con cierta molestia tomo el aparato y miro la pantalla.

 

—¿Es Sekyung? —Dijo Jinki caminando hacia la cocina.

 

—Si. —Dijo adormilado.

 

—Ha llamado toda la mañana. No contestamos porque ya sabes, es tu móvil y tu novia. —

 

—Si, no te preocupes Hyung. —

 

Deslizo su dedo por el aparato y finalmente hablo.

—¿Si?. —

 

-¡Oh! ¡Al fin contestas! —Dijo la mujer en un tono aliviado. —¿Estas bien? ¿Ocurrio algo?

 

—Si, estoy bien, ¿Qué podía ocurrir?. —Pregunto.

 

—No has respondido mis llamadas desde ayer, estaba preocupada. —

 

—Hm.. Tenía el móvil en silencio, lo siento, olvide darle el tono. Además me dormi, estaba cansado.

 

Se puso de pie mientras hablaba por el aparato. Camino lentamente hasta la habitación donde pretendía recostarse a dormir nuevamente. De solo ingresar a la habitación, busco con la mirada la presencia del menor.

 

—Oh.. Cariño, debiste trabajar mucho. Haré que recuperes las energías hoy, ¿Si? ¿Qué te gustaría que preparara?

 

No se encontraba. Key aun no volvía.

 

—¿Eh? ¿Hoy?.

 

—¿Lo olvidaste? — Hizo una pausa. — Por fin tenemos tiempo de vernos, cariño

 

—Oh, cierto… —Realizo una mueca con sus labios. — No puedo ir hoy. ¿Te parece si lo dejamos para otro día?

 

—Pero.. ¿Y nuestros horarios?.

 

¿Cómo tener ánimos de salir cuando estaba tan afectado por el menor?, no entendía como Key podía afectarle tanto, sabía que su amistad lo era todo, los hacia prácticamente hermanos, pero ¿Hasta ese punto?, ¿Tan mal se sentía?.

 

Llevo su mano a su cabello despeinándose por completo, la deslizo por sus ojos hasta terminar en su mejilla deformando su rostro del estrés que tenía en sus pensamientos.

 

—No me siento bien hoy para salir. —Dijo tras tirarse sobre la cama del menor.

 

 

La charla con Sekyung termino mejor de lo que esperaba, sin duda era una novia de envidiar por muchos, pero era su novio, y se sentía bien que al menos esta aceptara su espacio, ya que era bastante obvio que sus ánimos no estaban bien, seguramente esta creyó que era el cansancio del trabajo, aunque igualmente estaba algo afectado por los ensayos, grabaciones y demás, pero más era por Key. Sentía su pecho comprimido, su respiración faltaba, ni siquiera tenia apetito para comer, termino negándose a la comida repetidas veces, solo quería dormir, no descanso nada bien en el sofá aquella madrugada, era la mejor solución, de lo contrario se concentraría en pensar nada más que en Key.

 

Cerca de las tres de la tarde finalmente había despertado, más bien había sido su estómago por falta de alimento quien le obligo a despertar, este provocaba un gran dolor ante el vacío, necesitaba comer algo, y así lo haría, de no ser porque al despertar, nuevamente no encontró al menor. ¿Dónde mierda estaba? ¿Por qué aun no volvía?, lo busco prácticamente en todo el departamento hasta volver a la sala donde se sentó al lado de Jinki, el único que estaba con él en el departamento esa tarde.

 

—¿Sabes algo de Key? ¿Dónde está? — Pregunto casi desesperado.

 

—Debe estar aun con Woohyun. Es nuestro día libre, debe disfrutarlo. — Dijo Jinki sin quitar la mirada de la pantalla del televisor. — Por cierto, ¿No ibas a salir con tu novia hoy? Me pediste el permiso hace dos semanas

 

—Mierda. —Se quejó recargando su cabeza contra el sofá. —Si, se suponía. —Soltó un suspiro. — No estoy de ánimos.

 

Pero que día libre, pasar el resto de la tarde como un idiota mirando su móvil a la espera de un llamado de Key para ir por él, una señal, algo parecido, revisaba sus redes sociales, mirar televisión era otra forma de distraerse, extraña, ya que nunca solía distraerse con la televisión, comúnmente componía nuevas canciones, se relajaba de esa forma, pero no se sentía nada bien, sin duda Key era un gran pilar en su vida.

 

¿Por qué se sentía así?, ni siquiera en todos esos minutos, horas, no tuvo respuesta, nada le hacía imaginar ni saber por qué a sus preguntas, se preguntaba si debía ir a un psicólogo por todo lo que pensaba últimamente, quizás a un médico por el dolor que sentía en su pecho, no era normal, ¿Qué tal si estaba enfermo? Hasta ese punto había llegado, a creer estar enfermo por lo que no creía sentir. ¿Amor?... Debía ser un chiste.

 

Con el reloj marcando el término de la jordana de la tarde, y el sol perdido en el horizonte, su paciencia se acabó, no podía esperar más, necesitaba saber dónde estaba Kibum, que estaba haciendo y por qué no llegaba aun al departamento. Aún estaba como un buen perro en la sala a la espera de su dueño, en su caso, a la espera del menor.  Tomo el móvil y sin pensarlo más, llamo de una vez por todas a la diva.

 

—¿Si?. —

 

Le habían contestado. Pero esa voz claramente no era del menor.

 

—¿Dónde esta Key? — Dijo molesto.

 

¿Qué hacia el con el móvil de Kibum?

 

—Hm.. Esta dormido. No quiero despertarlo, tuvimos una noche muy larga y está descansando… —

 

¿Noche larga?

 

Por un momento sintió que el tiempo se detuvo, las manecillas del reloj dejaban de sonar, su corazón ya no latía y su respiración era nula. Podía ser peor que la muerte, estaba seguro. Esas palabras habían dolido, bastante.

 

—¡Quiero hablar con Key! —

 

—Ya te lo dije, está dormido. —

 

—Osh.. ¿Quién es?. —Se escuchó a lo lejos.

 

—Es Jonghyun. —Escucho al tipo responder.

 

Tenía la ligera esperanza de que Key le quitara el aparato a Woohyun para hablar con él, estaba rogando en su interior que así fuera.

 

—Dámelo. Si no contesto le dira a Onew hyung. —Lo escucho quejarse, pero no le importo. —¿Qué quieres? —Dijo de mala gana.

 

—¿Por qué mierda aun no llegas? ¿Viste la hora que es? Deberías estar durmiendo aquí para mañana ir a los ensayos. —Dejo salir finalmente.

 

—Creí que Onew hyung era el líder. —

 

—¡Déjate de juegos Key!.  Vuelve ahora.

 

—Recién desperté. Pediré un taxi. —

 

—¿Un taxi? ¡Key! No puedes…—Pronuncio contra el aparato hasta escuchar el tono al finalizar al llamada. El menor le había cortado.

 

 

Con todos reunidos en la sala, riendo y hablando estupideces a excepción de él, ya que tenía una cara de pocos amigos, estaba molesto, quizás no molesto, algo dolía en él. Entonces, ¿Era verdad? Key había ido con Woohyun para pasar la noche, el menor había tenido sexo con el contrario, alguien más lo había tocado. No podía dejar de pensar en sus labios y en que estos fueron tocados por alguien más que no era él. Que alguien más hizo gemir a Key, que recorrió su cuerpo… Mierda, como le desesperaba pensar en algo como eso, estaba frustrado, y sabía que los demás lo notaban, más no hicieron preguntas, para su suerte al menos.

 

Su expresión había cambiado a una bastante.. ¿Triste?, cuando volvió a pensar en su realidad. Key había confesado sus sentimientos por él, pero le ignoro por completo, más bien le rechazo. ¡Es que no podía ser gay! ¿Cómo podía gustarle un hombre más que una mujer? ¿Era eso posible? No era natural, nada normal, se negaba a sentir algo por un hombre, más si era Key, no, imposible. Pero, ¿Por qué dolía tanto que este pasara la noche con Woohyun?, ¿Es que estaba celoso?

 

—Estoy en casa. —Anunció finalmente el menor.

 

Su mirada lo siguió en todo momento, su rostro inexpresivo, ¿Cómo debería sentirse?, fue el único que no le dio la bienvenida, las palabras no salieron de su boca y de salir palabras saldrían insultos probablemente, preguntas, y no era la idea que los demás se vieran involucrados en problemas que no eran de ellos. El drama estaba entre Key y él, debían arreglarlo pronto si querían continuar siendo amigos, o más bien, compañeros en SHINee.

 

Lo ignoro, su primer intento fue ese, ignorarlo. Lo dejo con total libertad a hacer sus cosas mientras el se arreglaba para dormir. Una ducha de agua tibia lo relajo bastante para ponerse la pijama y volver a la habitación, donde Key fue el último como siempre en salir hacia el baño. Pero lo intento una vez más, ignorarlo, era su única opción, no tenía de otra, ¿Qué podía hacer con sus compañeros en el lugar?

 

Se recostó en la cama para revisar los mensajes, enviar uno a su novia e intentar dormir. Para su mala suerte, ¿Qué mala suerte?, era obvio que no podría dormir con tantas cosas en su cabeza y Key en el baño como si nada hubiera ocurrido. ¡Mierda! ¡Como lo odiaba!

Termino en la sala sentado en el sofá por la espera de Key, de todo lo que había pensado, seguramente no demoraría demasiado en salir, y estaba con lo correcto. Ahí estaba, Key con la pijama puesta caminando hasta los interruptores. Sus miradas estaban conectadas, no dejo en ningún momento de mirarlo, esperaba que conseguir alguna respuesta con esa conexión, pero poco antes de decir algo, este se encargo de dejarles a oscuras.

 

¡Estaba harto! ¿Cuándo se terminarían los malditos juegos de Kibum?. Lo tomo por la muñeca con más fuerza de lo usual. Lo llevo hasta la entrada de la cocina, aunque el departamento fuera bastante pequeño, aquella distancia le impedía que al menos los demás escucharan todo lo que terminarían discutiendo en ese lugar. Ya no soportaría más, necesitaba respuestas rápidas.

 

—Pero, ¿Qué rayos te pasa Jonghyun?. Ya es hora que dejes de hacer esto. —Dijo en una queja el menor.

 

—¿Qué estuviste haciendo con Woohyun? —Pronuncio totalmente molesto.

 

—¿Y porque debería interesarte lo que hago con mis amigos? ¿Eh? —

 

—Tuvieron una noche larga, ¿No?, Woohyun lo dijo. Y tu me dejaste claro a lo que ibas, ¿No recuerdas? —Dijo furioso. — Pues si me interesa con quien se anda revolcando en la cama mi mejor amigo.

 

La maldita oscuridad no le permitía ver nada en absoluto, en realidad si lo lograba, pero mientras más mantenía la mirada fija, su vista se nublaba poco a poco hasta oscurecerse por completo, obligándolo a realizar parpadeos rápidos con el fin de mantener la conexión con los ojos ajenos, la más mínima, pero lo hacía.

 

 

—Si lo sabes, ¿Por qué me estas preguntando? —Dijo con naturalidad. — Ya es hora que dejemos de tener estos encuentros, ¿No crees?

 

—¿Por qué?... Key.. ¿Por qué? ¿Eh? ¿Por qué dejaste que te tocara? —

 

Apretó sus manos en un puño, estaba intentando controlarse.

 

—¿Por qué no puedo? Es mi cuerpo, yo puedo hacer lo que se me da la gana con él. —

 

—No puedes. Key. No puedes dejar que alguien más te toque. —Gruño entre dientes.

 

—Ya déjame Jonghyun. Estoy harto de tus malditas palabras. Ve toquetear a …—

 

 

Sekyung. Era obvio lo que este diría, más no lo dejo continuar. No por no querer escuchar el nombre de su novia por los labios ajenos, era más bien que no logro resistirse a tener esos labios una vez más. Odiaba saber que tocaron los de alguien más, esos labios eran suyos, nadie más podía besar a Kim Kibum más que él. Key era suyo. ¿Por qué lo decía así? ¿Por qué se lo repetía en su cabeza? Se estaba adueñando del menor, pero no podía evitarlo, esos labios dulces lo estaban volviendo loco.

 

Por un momento creyó que el menor no correspondería el contacto de sus labios, pero ahí estaba, una vez más, lo hipnotizaban. Su boca se entreabrió buscando un mayor contacto con los contrarios, dejo que sus lenguas jugaran entre ellas, danzaran en las bocas contrarias mientras que sus manos hacían de las suyas bajo la playera del menor. Si, así es, no se contuvo al momento de explorar el cuerpo ajeno, tenía la costumbre de tomar a Key por la cintura para acercarlo a su cuerpo, pero en esa oportunidad necesitaba un contacto más profundo. Su piel, tan suave, tan delicada, era probable que el menor fuera más delicado que un cristal, asi lo trataba, con delicadeza pesé a llevarlo a ese lugar apretando su muñeca sin controlar su fuerza.

 

—J-Jonghyun…—Jadeo el menor.

 

Sus labios dejaron los contrarios para tocar el cuello de este, necesitaba probar su piel. Pudo sentir como Key cubrió su boca mientras la propia buscaba dejar marcas en su cuello, su autocontrol desapareció, ni siquiera estaba considerando el que engañaba en ese preciso momento a su novia, solo estaba disfrutando de los suspiros de Key contra su oído mientras sus labios succionaban la piel de este dejando marcas rojizas, bien, aunque no podía verlas, la simple succión de su piel entre sus labios dejaría marcas en la blanca piel ajena. Incluso su piel tenía un dulce sabor, y esa suavidad, por dios, ¿Por qué se había resistido tanto?

 

—¿Por qué dejaste que te tocara? Key… —

 

—J-Jonghyun, están los demás aquí. Pueden… Ah… Descubrirnos. —

 

—Entonces, asegúrate de no gemir demasiado. —Susurro.

 

Sus manos bajaron sin pudor alguno hasta las nalgas del menor, se deslizaron tomando el delgado cuerpo entre sus brazos desde sus glúteos para acorralarlo aún más contra la pared, consiguiendo que este rodeara su cintura con sus piernas. Así sus labios fueron capturados una vez más por los del menor, había sido Key quien dirigía esta vez el beso, lleno de pasión y lujuria, si, lujuria, no se estaba conteniendo en absoluto, sus manos estaban descontroladas acariciando el trasero de este mientras la unión de sus entrepiernas tenía una fricción entre ellas bastante peligrosa. Podían sentir la excitación del otro tras esas delgadas telas.

 

—Espera. No…—Se quejo Key.

 

Sus manos ingresaron tras la tela tomando entre ellas las nalgas contrarias. Si su piel era suave, aquel lugar era la gloria. Apretaba la zona y masajeaba esta con deseo, provocando aun más roces entre sus erecciones. Al menos esas telas no eran incomodas, eran unos cuantos roces que permitían cierto placer entre ellos, más no era lo suficiente, quería más.

 

—Shh.. Key. Van a descubrirnos. —Dijo susurrando.

 

—J-Jonghyun… Espera. No esta bien. —Key lo detuvo.

 

El menor ubico ambas manos contra sus hombros evitando otro contacto entre sus labios.

 

—¿No dijiste que te gustaba? —

—Si, pero…—

 

—Suficiente. —Interrumpió.

 

Tenía que limpiar ese cuerpo, toda marca de Woohyun, Key era de él, de nadie más. Ya ni siquiera razonaba, solo estaba actuando, y odiaba que fuera la lujuria apoderada de su cuerpo.

 

Su diestra recorrió sus abdómenes hasta llegar a sus erecciones. No busco darse placer el mismo, primero necesitaba escuchar en esos gemidos su nombre otra vez, que salieran de la boca ajena, quería cambiar esas imágenes de la mañana, reemplazar a Woohyun en todo sentido, no lo volvería a dejar salir, no quería que lo viera otra vez, estaba celoso, si, lo estaba admitiendo, pero claro, no en voz alta.

 

—Maldita sea. ¿Por qué dejaste que te tocara? — Se quejó contra el cuello del menor.

 

—El… No…—

 

No dejo pronunciar palabra alguna a Kibum. Su mano estaba empuñando su erección masturbándolo a un ritmo más acelerado que la fricción entre sus cuerpos. Estaba caliente, podía sentir el pene de este en su mano deseoso de más. Así su excitación igualmente se incrementó, incluso el dolor propio era insoportable, necesitaba tocarse, frotarse, lo que sea. Por lo que dejo en libertar su hombría y guío sin pudor alguno la mano de Key hasta su erección.

 

Estaba loco, no quería pensar en lo arrepentido que estaría luego, en ese momento solo se dejaba llevar, disfrutaba, necesitaba el placer y saber que fue el último en tocar el cuerpo ajeno. Woohyun no lo volvería a tocar, lo daba por hecho.

 

—Key… No dejes que te toque otra vez. —Pronunció sobre los labiales contrarios.

 

—J-Jonghyun… —Gimió Key.

 

 

 

Podía ser temprano por la mañana pero tenía unas energías increíbles. La sonrisa en sus labios lo decía todo. No era un mensaje, ni una llamada de Sekyung, no tenía relación en absoluto con su novia, era Key. Solo al verlo por la mañana, tan sonriente y como siempre tan cercano, todo había vuelto a la normalidad. Se sentía completamente feliz, todo tendría un buen rumbo…Todo… O eso creía.

 

Sabía que debería sentirse culpable de engañar a su novia con su mejor amigo, si lo pensaba bien, era como cualquier historia de amor, el típico engaño con el mejor amigo, aunque no tenía relación alguna con él, tampoco podía sacar un lado bueno de la situación, porque… ¡Había masturbado a un hombre! Toco otro pene que no era el suyo. De no ser por la advertencia de Key, quizás en que situación hubieran terminado. Se controló simplemente porque este término contándole la verdad sobre Woohyun luego de llegar ambos al orgasmo, pero debía admitir que seguía excitado después de esas palabras, pero la confusión llego a él en ese momento, aunque supo actuar para mantener a Key tranquilo y no volver ese encuentro en un lío aún más grande.

 

Entre tanta felicidad atacaba la culpa, no por engañar a Sekyung, sino porque seguramente Key se sentía usado, y lo peor era que no sabía que mierda sentía por el menor. Bien, no era amistad, estaba seguro de eso, pero, ¿Amor? ¿En serio?, ¿Qué tal si todo era lujuria?, ¿Podía ser posible que solo quisiera al menor sexualmente?, mientras lo pensaba consideraba el tener sexo con él, liberarse de esa tentación, ¿Podría ser un simple deseo?, lo sentía antes de imaginar que este estuvo con Woohyun, pero aquello le había provocado más celos, por lo que no sabía ni entendía que le pasaba.

 

 

¿¡Por qué todo era tan complicado!?

 

 

Los ensayos estaban siendo cada vez más duros, lo estaban agotando, no tenían descansos, pues el concierto sería muy pronto. Estaban sobre el escenario realizando la coreografía como de costumbre, en ese sentido ambos eran bastante profesionales, su vida personal no podía afectarles en el rendimiento del trabajo, además ambos estaban bastante felices como para verse completamente afectados. Fue en uno de esos ensayos en los que apenas un mal movimiento le devolvió el dolor por completo de su tobillo.

 

No pudo evitar quejarse, lo cual se escuchó por el micrófono alertando a todos. Termino sentado en el suelo intentando evitar el dolor, pero era insoportable. Era un trece de octubre cuando habían sido atacados por las fans provocando una lesión en su tobillo, una lesión leve visto por los médicos, pero al parecer no era tan simple como se escuchaba, en ese momento era bastante doloroso.

 

Key llego de inmediato a su lado intentando auxiliarlo. Fue este quien le acompaño hasta el medico una vez más, dejando en el olvido el ensayo, era obvio que no le dejaría ir solo, se veía bastante preocupado en el camino, pero el dolor disminuyo solo por tener a Key a su lado, quien tomo su mano y la acaricio. Unas radiografías, escanners  y demás exámenes tuvieron que realizarle para saber los resultados, un ligamento de su tobillo tenía cierta dificultad, según el médico, nada que unas vendas no ayudaran y claro un poco de reposo. Así fue, un largo reposo al cual fue enviado de inmediato con Key como encargado de todo.

 

—Aquí esta la cena. —Dijo Key sentándose a su lado en la cama.

 

Key le ofreció su cama porque claramente no podía subir a la litera de arriba, además de presentir que era una excusa más para dormir a su lado, pero le agradaba, era algo que no evitaría, le gustaba dormir con el menor, y en esos momentos, el sentirlo cerca, solo un poco, lo volvía loco.

 

—Dejame ayudarte. — Dijo el menor tomando la comida con los palillos para ayudarlo a comer.

 

—Tengo el tobillo malo, no las manos. —Dijo en una risa.

 

—Solo quería ayudarte. Hazlo solo ahora. —Se quejó.

 

Tomo por su cuenta los palillos y comenzó su cena.

 

—Jonghyunnie. —Dijo Key relamiendo sus labios a su lado.

 

—¿Hm?. —

 

—Ahora que estamos solos… Quería que hablemos. —

 

La expresión de Key se volvió seria, no como si quitara la felicidad de ella, sino que el tema a hablar era claramente importante.

 

—¿Sobre qué?

 

—Sabes bien de que…—

 

—Oh. —Desvió la mirada de Key. — Prefiero no hablar de eso…

 

—¿Por qué?  Tenemos que hablarlo. —

 

—Se lo que vas a preguntar, y la respuesta es no. —

 

—¿Cómo sabes que preguntaré? —Dijo mirando sus ojos.

 

—Preguntaras si dejare a Sekyung, ¿No?. —

 

El silencio se apodero de la habitación. Aun así, la conexión entre sus miradas no se terminó.

 

—La engañaste. —Dijo seco. — ¿No piensas decírselo?

 

—¿Crees que es fácil ir y decirle “Te engañe con mi mejor amigo”? —Pronunció en un tono burlesco.

 

—No es necesario que le digas que fui yo. Es claro que si lo dices terminaremos ambos sin trabajo. —

 

—No se lo diré. Tampoco terminaré con ella. —

 

—Entonces, ¿Qué fue lo de anoche? —

 

Una vez más el silencio inundo a habitación. Dejo los palillos a un lado, ya ni siquiera podía comer.

 

El rostro de Key, esa inexpresión, era obvio que otra pelea se aproximaba, una vez más tendría lejos al menor, ¿Qué debía hacer para no alejarlo? ¿Qué tenía que decir? Sabía que tenía que ser sincero, pero, ¿Por dónde comenzar?, no era fácil para él decir algo que ni siquiera sabía que sentía.

 

—Key.. Yo…—

 

—No. No quiero otra mentira. —Dijo con aquella inexpresión en su rostro. — ¿Crees que porque me gustas dejare que me toques? ¿Qué tendremos sexo para satisfacernos nada más?

 

—No es eso. Key…—

 

—Si quieres sexo, pídeselo a tu noviecita. —Pronunció molesto el menor.

 

—¡Key! ¡Espera!. —Dijo deteniendo el caminar de Key.

 

—¿Qué? ¿Qué dirás ahora? —

 

—No lo sé. —Dijo finalmente.

 

—¿No lo sé? ¿No sabes que decir? — Bufó.

 

—¡No! Osh…—Se quejó. — No sé qué siento. Key…

 

Soltó un suspiro.

 

—Provocas en mi tantas cosas que no sé qué siento. —Hizo una pausa. — ¿Crees que es normal sentir algo por un hombre? ¿Cómo explico que me probablemente me gusta mi mejor amigo? ¿Eh?


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