La felicidad tenía nombre y apellido, su felicidad era Kim Jonghyun. No había duda de eso. La sonrisa en sus labios aparecía solo con recuerdos, traer la imagen de este a su cabeza y ahí estaba una vez más la sonrisa en sus labios. Su último encuentro había quitado toda duda de él, si bien no era la mejor forma de sentirse por ser un reemplazo de la novia del moreno, estaba seguro que el reemplazo no era él, sino Sekyung. La tipa era quien estaba en su puesto, Jonghyun sentía algo por él, lo había demostrado aquella noche, sus celos lo dijeron todo, y esa forma en la que ambos llegaron al orgasmo por las caricias del otro. No había forma en la que se sintiera mal.
No había duda en la que el moreno volvería una vez más a pensar de forma negativa sobre ellos, probablemente sería un nuevo momento en el que su corazón lo intentaría matar del dolor, pero tenía la información que necesitaba, ese dolor no volvería a aparecer con aquellas intensiones, quizás sí, pero no intentaría morir por el sufrimiento, al contrario, sería una simple desilusión que intentaría cambiar.
No era buena idea tocar el tema antes de los ensayos, podría ser una gran distracción la respuesta que probablemente Jonghyun le daría, aunque estaba preparado para ser rechazado una vez más, era más fuerte, mucho más fuerte. Estaba seguro que el moreno sentía algo por él, fuera algo más que amistad, con sentimientos sinceros de amor hacia él, como podría ser simple lujuria, y nada más que tensión sexual entre ellos. Incluso había llegado a pensar algo tan cruel como eso, ser usado simplemente como objeto sexual, de ser así, dios sabía nada más como actuaria, comenzando por darle un par de golpes al moreno. Podría ser delgado, pero eso no quitaba que era capaz de dar un golpe, como cualquier persona.
Por otra parte, estaban los sentimientos. No podía pensar en un sentimiento amoroso tan grande como estar enamorado, quizás era demasiado, pero sabía que quería al mayor, probablemente lo amaba, ¿qué decía probable?, lo amaba, era obvio, con esos años de amistad y cercanía, ¿Cómo no amarlo?, ya sea como mejor amigo, o como algo más, el sentimiento estaba ahí, se sentía diferente, pero estaba ahí. Quería descubrir que sentía realmente el moreno, ¿Por qué intentaba ocultarse?
Era consciente de la dificultad que tenían de estar juntos, comenzando porque eran hombres, y peor aún, idols. Si bien muchas de sus fans fantaseaban con ellos como pareja, incluso aseguraba que muchas les apoyarían, pero no iba al caso si su país tenía la mentalidad tan cavernícola y cerrada. Extraño, pues imitaban a los americanos en todo tipo de aspectos menos cuando se trataba de avanzar en su evolución psicológica. ¡No tenía sentido! Los hacían actuar así, se los pedían, realizar ese tipo de fanservice para las fans, el bromance como lo llamaban. Como si el romance existiera entre “hermanos”, era obvio que lo hacían porque sus fans adoraban ese tipo de parejas, fantasía, porque existían quienes disfrutaban de verlos juntos, pero al momento de saber la verdad, probablemente serían las primeras en prender el fuego contra ellos.
Podían tener un secreto, solo ellos. Ya habían tenido varios encuentros hasta el momento, besos, caricias y hasta la última noche, casi sexo. Se avergonzaba de recordar su propia voz en gemidos, y que había estado lo suficientemente perdido en las caricias contrarias que apenas podía articular una palabra y era el nombre del moreno. Nada más que gemidos, cuando pudo evitar todo el contacto, mantenerlo alejado, pero su corazón se lo impedía, su cuerpo se lo impedía, tener a Jonghyun cerca era su perdición. Pero se hacía fuerte, eso era lo que el moreno no sabía, su debilidad podía existir, pero el dolor era algo que no soportaría demasiado. Tenía que conseguir pronto una respuesta de Jonghyun, no se convertiría en su puta, ni en un reemplazo de Sekyung porque este no tenía sexo con la mujer.
Hace un mes que el moreno tenía problemas con su tobillo, según el médico un simple esguince, nade de lo que debieran preocuparse, incluso así el moreno continuo los ensayos, lo hacía bastante bien, por lo que creyeron realmente que preocupación no debían tener. Fue entonces uno de esos ensayos en los que un mal paso empeoro la lesión del mayor. Con su preocupación asumió la responsabilidad de llevarlo al médico, claramente tuvo que convencer a su líder, pero no fue algo que tomara tiempo, Onew sabía de la relación de amistad que tenía con el moreno, y que claro, era conocido como la madre del grupo, no habían restricciones para no dejarlo ir.
Con esa responsabilidad, cuido a Jonghyun el resto del día. Preparo algo para que este se alimentara, era un buen momento para hablar, aunque siempre decían que charlas serias no deberían tenerse durante las comidas, no encontraría otro momento para hacerlo.
—Aquí está la cena. —Dijo luego de ingresar con una bandeja y sentarse al lado del moreno. — Déjame ayudarte. —
Tomo los palillos y ayudo alimentando al moreno directamente en su boca.
—Tengo el tobillo malo, no las manos. —Dijo en una risa.
—Solo quería ayudarte. Hazlo solo ahora. —Se quejó.
Dejo los palillos a un lado, sin siquiera pasar segundos en la bandeja ya que habían sido tomados de inmediato por el contrario.
—Jonghyunnie. —Dijo relamiendo sus labios a su lado.
—¿Hm?. —
—Ahora que estamos solos… Quería que hablemos. —
—¿Sobre qué?
—Sabes bien de que…—Dijo por lo obvio.
—Oh. —Desvió la mirada de Key. — Prefiero no hablar de eso…
—¿Por qué? Tenemos que hablarlo. —Alzo un poco la voz.
—Se lo que vas a preguntar, y la respuesta es no. —
—¿Cómo sabes que preguntaré? —Dijo mirando sus ojos.
Se molestó. ¿Por qué Jonghyun creía ver el futuro? ¿Leer la mente?, fue bastante molesto como este intentaba ignorar la conversación que debían tener. Era bastante obvio, nadie iba por ahí cogiendo penes ajenos para masturbarlos, menos después de los evidentes celos del moreno. ¡Vamos! No era un idiota, sabía que Jonghyun estaba celoso por creer que había tenido sexo con Woohyun. Quizás había sido mala idea decirle la verdad.
—Preguntaras si dejare a Sekyung, ¿No?. —
El silencio se apodero de la habitación. No, era no era su pregunta. Aun así no dijo nada al respecto, pero ya que tocaba el tema, no se dio de rodeos y fue al punto.
—La engañaste. —Dijo seco. — ¿No piensas decírselo?
—¿Crees que es fácil ir y decirle “Te engañe con mi mejor amigo”? —Pronunció en un tono burlesco el moreno.
—No es necesario que le digas que fui yo. Es claro que si lo dices terminaremos ambos sin trabajo. —
—No se lo diré. Tampoco terminaré con ella. —
Su paciencia se estaba acabando.
—Entonces, ¿Qué fue lo de anoche? —Dijo directo.
Su expresión ya había cambiado por completo a una seria, inexpresiva, molesta, ya ni siquiera sabía que reflejaba su cara, tenía un sinfín de emociones, más solo mordía su lengua para evitar decir algo estúpido, ¿Qué tal si dejaba salir algo para arruinarlo todo?, tenía que tomar su tiempo para resolver las cosas, de lo contrario, tomar otro tipo de medidas.
—Key.. Yo…—
—No. No quiero otra mentira. —Dijo de inmediato interrumpiendo al moreno. Lo conocía, ahí iba otra vez con sus excusas. — ¿Crees que porque me gustas dejare que me toques? ¿Qué tendremos sexo para satisfacernos nada más?
—No es eso. Key…—
—Si quieres sexo, pídeselo a tu noviecita. —Dijo finalmente enojado.
Se puso de pie. Sabía que no conseguiría nada con esa conversación, no le quedaba otra que seguir con lo que tenía en mente, conseguiría que Jonghyun admitiera sus sentimientos, esos encuentros no eran por nada.
—¡Key! ¡Espera!. —
Se detuvo.
—¿Qué? ¿Qué dirás ahora? —Dijo en un lenguaje informal a su mayor.
—No lo sé. —Dijo finalmente.
Rodo sus ojos soltando un suspiro pesado. Odiaba esos encuentros.
—¿No lo sé? ¿No sabes que decir? — Bufó.
—¡No! Osh…—Se quejó. — No sé qué siento. Key…
¿Se estaba burlando de él?, ¿Era una señal de mínima esperanza?
—Provocas en mi tantas cosas que no sé qué siento. —Hizo una pausa. — ¿Crees que es normal sentir algo por un hombre? ¿Cómo explico que me probablemente me gusta mi mejor amigo? ¿Eh?
Fueron esas palabras lo que trajo su alma una vez más a su cuerpo. Estaba en lo cierto, Jonghyun sentía algo por él, no podía ser más feliz en ese momento. Trago nervioso, su inexpresión había vuelto, pero como intento para evitar la sonrisa de sus labios, por lo que relamía continuas veces sus labios. Su corazón latía rápidamente, ¿Qué debía decir?, ¿Cómo ayudarlo? No quería caer ni mostrarse débil al mayor, no quería que este notara que lo tenía en la palma de su mano, que podía decir una palabra y probablemente estaría besando sus labios una vez más. Si, tenía su carácter y un orgullo de mierda, por algo le decían la diva de Shinee, pero nadie sabía que se ocultaba en esa persona fría ante las cámaras, con el ego alto, un todo poderoso Key. Jonghyun era su debilidad, con él era todo diferente.
—Te lo dije. No debe enterarse todo el mundo de nuestros sentimientos. —Relamió una vez más sus labios. —Bien puede ser un secreto solo de los dos.
—Te dije que no sé lo que siento. —
—Entonces, averígualo. — Murmuro por última vez en aquella conexión de sus ojos. —Antes de que sea demasiado tarde. —
Ese día se limitó a cuidar a Jongyhun. Le llevaba una bolsa de hielo de vez en cuando, los medicamentos, comida, pero no cruzaba más palabras, no quería ser el quien rompiera el silencio, ya estaba harto de hacerlo todo él. Jonghyun seria quien tendría que buscarlo desde ahora. Que su distancia esta vez le doliera, pero no sería aquella distancia como la que estuvo tomando los últimos días, no, ¿Qué lo confundiría más?, claramente tenerlo tan cerca como lejos…
Era un completo enredo, pero él se entendía perfectamente. Sabía que Jonghyun sentía algo por él, pero que este no era capaz de asumirlo porque era un hombre. Por otra parte estaba la famosa noviecita, con la cual el imbécil de Jonghyun seguía saliendo al recuperarse de su lesión. Era frustrante saber cómo continuaba fingiendo tener sentimientos por ella, aunque, ¿Podría ser que realmente sintiera algo?, siempre que le veía llegar al departamento, tenía una expresión cansada. En otras oportunidades le escucho cancelar sus encuentros con Sekyung por ¿Trabajo?, tenían días libres antes del primer concierto, cualquier novio aprovecharía esa oportunidad para ver a su pareja; Jonghyun no. Pero debía admitir que eso le contentaba, saber que inventaba excusas para faltar a sus encuentros con la mujer.
En cuanto a su cercanía, como siempre, mejores amigos, abrazos, roces de sus manos, y el fanservice de siempre, no habían tenido la oportunidad de estar solos para probar una vez más el libido del moreno. Sus días libres lo pasaban prácticamente en la cama, descansando, al menos el con los otros tres miembros del grupo, puesto que Jonghyun con suerte debía caminar por el escenario por su lesión.
Era la noche anterior al concierto, cuando finalmente estuvieron a solas. Ambos en la sala viendo televisión, habían pasado apenas unos quince minutos desde la despedida de Minho al irse a descansar, con los otros dos ya completamente dormidos. Ellos por su parte se encontraban con la pijama puesta esperando el culmine de la película, no era tan buena como esperaba pero no se iría a dormir con la curiosidad de un final diferente al que esperaba.
—¿Estas nervioso? — Pregunto el moreno rompiendo el silencio.
—¿Por el concierto? . —Dijo girando su mirada al moreno. — Si, un poco. —
—También estoy nervioso. Me gustaría poder bailar con ustedes. —
El moreno miro su tobillo realizando leves movimientos circulares con este.
—¿Cuánto tendré que esperar? —Se quejó el moreno.
—Te llevaremos al médico otra vez. Él nos dirá como va mejorando tu lesión. —Dijo en un tono suave.
El moreno se le quedo viendo fijamente, lo cual le puso nervioso de inmediato. Giro su mirada a la televisión por el repentino ruido del film, la dramatización continuaba, pero aun así no podía poner atención, ya que sentía la mirada de Jonghyun sobre su rostro. Obligándolo una vez más a encontrarse con sus ojos.
—¿Qué ocurre? —Preguntó.
—Ha pasado tiempo…—Susurro el contrario.
—¿Tiempo? ¿De qué? —Pregunto una vez más.
Jonghyun acerco su diestra a su mejilla acariciándola. Sintió de inmediato su piel erizarse. No, no podía estar cayendo otra vez, debía ser fuerte. Debía recordar, recordarlo todo. Jonghyun tenía novia, aun no tenía sentido dejarlo acariciarle una vez más, no debía.
—Desde que te bese. —Dijo sin rodeos.
Mierda. ¿Cómo no sentirse nervioso si este hablaba tan directo?
—Jonghyun. No empieces. —Pronuncio evitando sus nervios.
Tomo la mano de este y la alejo de su mejilla. No se dejaría manipular, no sería débil.
—¿Con qué? —Dijo el moreno.
—Tsk. —Bufó. — Lo sabes muy bien. Deja de hacerte el idiota.
Se quejó ubicando ambas manos al costado de su cuerpo para impulsarse al ponerse de pie.
—Mejor me iré a dormir. Buenas noches. —Dijo cortante.
Sus impulsos se vieron interrumpidos por los brazos del moreno rodeando su cuerpo. Lo estaba abrazando contra su cuerpo, nada más tenía su cabeza apoyada contra su hombro como su buscara confort en él.
—No te vayas aún. —Susurro contra su piel.
Maldita sea, además de eso susurraba contra su cuello. Lo estaba maldiciendo.
—Es tarde, ni siquiera me dejaste ver el final de la película. —Se quejó.
—Todas esas películas terminan de la misma forma. —
—¿Ah sí? —Arqueo una veja.
El moreno se separó apenas de su cuerpo. Bajo su mirada buscando la contraria pero nada más encontró los labios de Jonghyun cerca de los propios, ¿Haría lo que estaba pensando?, esos labios, mierda, no podía contenerse a besarlo, pero no lo dejaría, no caería una vez más. Vio como los contrarios se entreabrieron y relamió los propios.
—¿Ya lo averiguaste? —Preguntó interrumpiendo la cercanía que este tenía directamente a sus labios.
—Key… No me pidas averiguarlo ahora. —
—Ha pasado mucho tiempo, ya deberías saberlo. —
Se separó de este lo necesario para encontrar su mirada.
—No lo sé aun. Solo quiero besarte Key… ¿Me dejarías hacerlo?. —
El moreno una vez más tomo los impulsos para acercarse a su rostro. Ese era el momento para comenzar con su plan, quizás no debía tener un plan específico para eso, solo intentaría lo que jamás pensó hacer, coquetear, conquistar, seducir, como se le quiera llamar a lo que estaba a punto de hacer.
Empujo de los hombros al moreno hasta recostarlo de su lado del sofá. Tomo entre sus manos el rostro ajeno yendo directamente a sus labios, pero si este creía que lo besaría, estaba muy equivocado. Sus labios con suerte llegaron a tener un roce entre ellos, incluso se armó de valor para lamer el labio inferior del moreno. Mierda, se desconocía haciendo eso, pero debía admitir que le encanto la sensación de ver al moreno en esa posición.
—Si quieres besarme. —Susurro sobre sus labios. — Averigua lo que sientes…
Se sonrió victorioso antes de separarse por completo del moreno. Le dedico la sonrisa al mayor y se despidió con su diestra moviendo ligeramente sus dedos.
—Buenas noches Jonghyunnie. —Dijo en ese tono dulce que solía usar con él.
Su orgullo estaba de vuelta, si bien aún era débil ante Jonghyun, solo lo sería cuando este dejara de retroceder, y finalmente avanzará hasta él.
Finalmente habían tenido su primer concierto. Disfruto cada segundo de él, dejando el fanservice a un lado, ya que con Jonghyun apenas caminando por el escenario con suerte se encontraba a su lado, más se dedicaba a regalarle sonrisas a sus fans, llenarse con cada uno de sus gritos, cuando estas gritaban su nombre sacando sonrisas, mientras contenía esas lágrimas de felicidad. ¿Quién diría que finalmente estaba cumpliendo sus sueños? Se sentía tan bien estar sobre el escenario y hacer lo que realmente le gustaba, su vida era eso, cantar.
En menos de lo que espero, el 2010 había terminado. El primer mes del año 2011 no parecía ir muy bien. La supuesta lesión leve de Jonghyun era más grave de lo que creían, su tobillo izquierdo recibió cirugía, por lo que no los acompaño a la entrega de premios en Seoul Music. Debía admitir que le estaba extrañando bastante, ellos cumplían sus horarios mientras el moreno se encontraba en reposo absoluto. Temía que lo llevaran con su familia y no lograra si quiera verlo unos minutos cada día.
Dos premios en una noche, merecían una gran celebración, pero por su parte celebrar no tenía sentido si no estaban todos, el trabajo era de cinco miembros, aunque no les impidió a los demás ir por un festejo, mientras el volvería al departamento a ver el estado de Jonghyun. De seguro estaba solo celebrando, nada el impedía que viera los premios por televisión, tan solo debía andar por el lugar con muletas, era solo su tobillo, el pie derecho estaba perfectamente para que este caminara.
Aprovecho la oportunidad para comprar unas bebidas y unos cuantos snack para compartir durante la noche con el moreno, una celebración entre ellos no vendría mal, aunque se encontraba cierta parte de él completamente nervioso, no era como si el mayor podía intentar algo con ese tobillo malo, era claro que tenía ventaja en la situación, de todos modos los nervios existían, solo estarían ellos, era una nueva oportunidad de acercarse a Jonghyun, o más bien, buscar que este finalmente hablara de sus sentimientos.
—Estoy en casa. —Anunció ingresando con las bolsas.
—¿Eh? ¿Por qué estás aquí? — Escucho la pregunta desde la sala.
Se sonrió de inmediato. Aun se encontraban nos nervios ahí. Tomo aire y finalmente camino hasta la sala donde esperaba encontrar a Jonghyun mirando la televisión, quizás aburrido en el móvil, o probablemente componiendo, pero no, un día tan bueno como ese tenía que ser arruinado.
Ahí estaba, Sekyung abrazada al moreno.
—Oh.. Estas aquí. —Dijo intentando conservar esa sonrisa en sus labios. Lo intentaba., realmente lo intentaba. Más no tenía buenos resultados.
—Key-Shi, felicidades. —Pronunció la mujer poniéndose de pie simplemente para realizar una venía.
—Gracias. —Respondió realizando la misma acción que la contraria.
—¿Qué haces aquí? —Preguntó el moreno.
—Yo vivo aquí. — Fue la respuesta que salió de sus labios ante la molestia que sentía, no pudo controlar sus palabras.
—Me refiero a que, ¿No deberías estar celebrando? ¡Ganamos! —
—Hm.. No tenía muchos ánimos. Ya sabes…—Dijo desviando la mirada del moreno. Pretendía ir hasta la cocina a dejar las cosas. — Somos cinco y solo éramos cuatro.
Ya en la cocina dejo las cosas de mala gana en la mesa. Tomo aire y suspiro pesado, ¿Por qué estaba esa tipa ahí?, ¿Jonghyun la había invitado?, osh.. Era un imbécil, cuando más pensaba en tener un paso adelante, Jonghyun se aseguraba de retroceder otros cinco. Cerro sus ojos con fuerza y despeino sus cabellos, debía controlarse, no podía dejar que sus sentimientos se apoderaran de sus acciones. Ubico ambas manos en la mesa y volvió a suspirar.
—¿Te quedas a celebrar con nosotros? —Le pregunto amistoso a la novia del moreno.
Probablemente luego se dedicaría a ser actor.
—Oh.. No. Gracias. —Pronunció la fémina poniéndose de pie. — Ya que estas aquí dejo a Jonghyun en buenas manos.
—¿No quieres quedarte? — Insistió el moreno.
—Mañana tengo horarios que cumplir. —Dijo la mujer.
—Está bien. Te llamo luego. —
Era una escena que sin duda le producía asco, quizás exageraba, pero no quería llamar a ese sentimiento dolor, ya que lo que menos deseaba era sumergirse en el dolor de ver al moreno con esa tipa. Peor fue verlos besarse, lo obligo a voltearse e ir hasta la cocina. La excusa era organizar las cosas. Busco una bandeja donde poner todo e intento olvidar ese beso. Odiaba tener que pensar en esa imagen, ver como los labios del contrario habían sido capturados por los de esa mujer y no los suyos. ¿Tan rápido se deshizo de su marca?
—¿Quieres beber? — Le pregunto al moreno luego de salir de la cocina. Al parecer la tipa se había marchado ya.
—¡Claro! Tenemos que celebrar. —Dijo animoso el moreno.
Dejo la bandeja entre ellos, con los snacks más unos vasos para servir el soju, de lo cual se encargó Jonghyun. El por su parte ya estaba comiendo, necesitaba hacer algo para no ver los ojos del contrario, por lo que igualmente tomo el control remoto y busco algo en la televisión, para su suerte estaba la repetición de los premios, quería verlo desde oro punto de vista y que tal habían salido a la entrega de sus premios.
—Por nuestros premios. —Dijo el moreno acercando los vasos.
—Salud. —Pronunció antes de beber el contenido del vaso.
Apretó sus labios con fuerza ante el ácido del licor, pero el sabor sin duda era exquisito.
—¿Qué tal fue todo? —Pregunto el mayor.
—Bueno… Bastante bueno. —Dijo elevando su mirada finalmente al contrario.
Estaba a punto de pronunciar otras palabras cuando vio la comisura de los labios ajenos con un labial rojo, ahí estaba la marca de Sekyung. ¿Por qué intentaba que algo como eso no le afectará cuando todo estaba en su contra?, ¿Qué quería dios? ¿Verlo sufrir?, de todos los probables besos que estos habían tenido solos, ese tenía que quedar marcado en los labios contrarios. Maldita sea, labiales permanentes que a esas alturas no funcionaban.
—¿Qué? ¿Qué tengo? —Preguntó el mayor.
—¿Tú la invitaste? —Dijo en una voz suave.
—No, de hecho ella me sorprendió. — El moreno sonrió. — Sabía que eran los premios y no quería saber que estaba solo.
—Oh.. —
Apretó sus labios un momento. Elevo su mirada a los ojos contrarios y lentamente en aquel silencio que inundaba la habitación, acerco su diestra hasta los labios ajenos, donde con su pulgar, borro la marca rojiza que esa perra, digo, mujer dejo en el mayor.
—Siguen juntos. —Afirmo.
—Así es… Sabes que la quiero, Key. —
—¿Y por mí? —Pregunto. — ¿Qué sientes por mí, Jonghyun?